Iusrealismo y Historicismo Jurídico

El Historicismo Jurídico es una teoría que establece que la validez de las normas legales se basa en su eficacia y en la aceptación de sus destinatarios.

En este movimiento cultural, el valor de la tradición y la historia se coloca por encima de las ideas abstractas de razón y libertad surgidas del Iluminismo.

El Historicismo representa un rechazo a los conceptos abstractos de naturaleza, razón y libertad que fueron promovidos por el Iluminismo.

Un punto central del Historicismo es la crítica a las revoluciones que rompen con el orden establecido y el acumulado histórico de valores y costumbres.

Para el Historicismo, la tradición y el desarrollo histórico son los factores que dan forma a la naturaleza, no la razón abstract.

La idea de que existe un orden natural en el universo, basado en la razón y el logos, que rige tanto la naturaleza como la sociedad. Este orden implica un conjunto de leyes o principios universales que son inherentes a la realidad y que no dependen de acuerdos humanos.

La idea de que los números son la base de todo, incluyendo la armonía del cosmos y la virtud. La justicia se entiende como una igualdad en la relación entre el comportamiento humano y las consecuencias de ese comportamiento.

El diálogo entre la ley natural (divina) y las leyes humanas. Esto se ilustra en la obra de Sófocles "Antígona", donde se presenta un conflicto entre los mandatos divinos y las leyes del Estado.

La ley de los estoicos: la necesidad universal de la naturaleza, incluyendo al hombre, que determina una norma intrínseca del ser y el deber ser. La ley natural se define como una ley prescriptiva (deber ser) y como una ley física (ser) que coexisten.

La forma de distinguir entre lo bueno y lo malo: actuar de acuerdo con la naturaleza, su ley, es vivir de forma correcta. Esto implica una conexión con el Estoicismo y la búsqueda del bien y la virtud.

La concepción tradicional del Derecho Natural en la antigüedad y la edad media que lo asociaba a la naturaleza física o la voluntad divina. Sin embargo, a partir de los estoicos, y con personajes como Ulpiano, Cicerón y Grocio, se asocia a la razón humana.

El Derecho Natural es un conjunto de normas o principios que existen de forma independiente al derecho positivo. Se basa en la razón humana y se considera inherente a la naturaleza humana.

Es crucial recordar que el Derecho Natural no se refiere a normas que la gente elige o crea; se trata de leyes que son inherentes al universo y a la existencia humana.

Las normas religiosas están basadas en la aprobación o desaprobación de la divinidad hacia la conducta humana.

Las normas religiosas son universales y se aplican a todos los creyentes, sin importar la ubicación.

Las normas religiosas son establecidas por la divinidad o las figuras religiosas, no por el hombre mismo.

Las normas religiosas se basan en la recompensa o el castigo divino en el más allá.

Las normas morales se basan en la distinción entre el bien y el mal, y se centran en el deber individual.

Las normas morales se derivan de diferentes fuentes, incluyendo la religión, las costumbres o la filosofía.

Las normas morales se basan en la satisfacción interior o el remordimiento por las acciones realizadas.

Las normas del trato social se basan en la aprobación o desaprobación social de las acciones individuales dentro de un grupo.

El poder que la ley otorga a las autoridades para tomar decisiones en situaciones específicas, teniendo en cuenta justicia, oportunidad, conveniencia y otras consideraciones razonables.

Acción que se toma sin fundamento legal, basada en el capricho de la autoridad.

El derecho no puede prever todas las situaciones posibles, por lo que la autoridad tiene un margen para decidir, en base a criterios racionales.

La discrecionalidad tiene límites; la autoridad no puede actuar fuera de la ley.

Si la autoridad excede su poder discrecional, actúa ilegal e injustamente.

Los tribunales tienen el deber de revisar las decisiones discrecionales de las autoridades para asegurar que actuaron dentro de sus límites.

La tendencia actual en las leyes es reducir el espacio para la discrecionalidad, buscando soluciones más específicas.

Un problema central del Derecho Administrativo, ya que implica el balance entre el poder de la autoridad y la protección de los derechos de los ciudadanos.

El dogma de la plenitud del derecho postula que el sistema jurídico abarca todos los posibles casos, no dejando espacio para lagunas.

Busca asegurar la certeza jurídica mediante un sistema legal completo, donde todas las situaciones queden reguladas.

El positivismo jurídico sostiene que la plenitud es crucial para la justicia.

Un sistema jurídico es una unidad formada por diferentes normas, que se organizan a través de una jerarquía, es decir, unas normas son superiores a otras.

La "libre investigación del derecho" se rechaza porque implica la posibilidad de que existan lagunas.

Cuando dos normas entran en conflicto, se presenta una antinomia jurídica.

El problema de las lagunas del derecho se presenta cuando el ordenamiento jurídico no regula una situación específica que surge en la realidad.

Las lagunas no son espacios sin ley, sino áreas donde la libertad humana toma el control.

Las normas jurídicas forman diferentes cuerpos normativos, como la Constitución, leyes, decretos, etc.

Las normas particulares (que regulan casos específicos) son acompañadas por normas generales exclusivas (que regulan todo lo demás).

Los ordenamientos jurídicos no nacen de la nada, sino que se construyen sobre bases preexistentes.

Existen normas generales inclusivas que abarcan un conjunto más amplio de casos.

La laguna se soluciona por analogía (aplicando normas similares) o por contrario (excluyendo situaciones no reguladas).

Cuando un poder superior delega la creación de normas a otros poderes, es un fenómeno de la delegación.

La recepción de normas preexistentes implica la incorporación de normas anteriores a un sistema actual.

Los contratos y convenios realizados por particulares representan ejemplos de normas creadas por la autonomía de la voluntad individual.