Infecciones Urinarias en Niños

Infección del tracto urinario causada por microorganismos patógenos que pueden afectar desde la uretra hasta los riñones.

Cantidad de bacterias detectable en la orina que indica una posible infección. Se mide como colonias por mililitro (col/ml).

Método de recolección de orina que se usa para analizar la presencia de infección. Se considera un método más preciso que el método convencional de recolección.

E. coli es el microorganismo que causa la mayoría de las IU, tanto agudas como recurrentes.

Infección que se propaga a través del flujo sanguíneo, llegando a los riñones.

El reflujo vésico-ureteral, una condición donde la orina fluye de regreso a los riñones, es un factor que aumenta el riesgo de infección renal.

La retención urinaria, que es la incapacidad de vaciar completamente la vejiga, facilita el crecimiento bacteriano y aumenta el riesgo de infección.

Las mujeres son más propensas a las IU debido a la uretra más corta.

Infección de la vejiga y las vías urinarias bajas, caracterizada por síntomas miccionales frecuentes y pocos síntomas generales. Suele aparecer en niños mayores de la edad prepuberal.

Infección del tracto urinario superior que afecta al parénquima renal, con fiebre alta e inflamación.

Cursa con sintomatología del tracto urinario superior o inferior y urocultivo positivo. Se resuelve con tratamiento, no requiere hospitalización y rara vez tratamiento intravenoso.

Aparece en niños menores de 3 años, a menudo asociada con sepsis. Puede causar disminución del flujo urinario, masa abdominal o vesical, aumento de la creatinina plasmática, falta de respuesta al tratamiento a las 48 horas o ser causada por una bacteria diferente a E. coli.

Dos o más episodios de infección urinaria (IU) de vías altas, un episodio de IU de vías altas y otro de vías bajas, o tres o más IU de vías bajas en un año, sin reflujo u otra anomalía del tracto urinario.

Bacterias en la orina sin síntomas clínicos.

Irritantes locales como geles, jabones, prendas ajustadas o irritantes, vaginitis traumática, cuerpos extraños, parásitos, infecciones por gonococo o virus, factores sistémicos como medicamentos.

Congestión de la mucosa vesical, edema, a veces petequias y hemorragia.

Procede de la descomposición de la urea en amonio, causando eritema e inflamación, con posibles vesículas, pústulas y úlceras en el prepucio, escroto, abdomen inferior y muslos.

Se produce cuando el frenillo del prepucio es corto y incurva el glande al estirarlo.

Es una radiografía seriada con contraste que revela el contorno renal, sistema pielocalicial y funcionamiento renal.

Detecta daño renal, cicatrices y daño tubular, con poca radiación.

Detecta reflujo vesicoureteral (RVU) con menor radiación, pero no aporta datos sobre la anatomía de la uretra.

Valora la anatomía de la uretra y vejiga, detecta reflujo y determina sus grados, pero implica radiación y sondaje.

Aumento del prepucio en la cara dorsal y lateral, con escaso prepucio en la cara ventral.

Masa quística amarillenta que se forma en el espacio entre el prepucio y el glande, debido a la acumulación de esmegma.

Infección en el tracto urinario que afecta a los riñones. Es una infección grave que puede causar fiebre alta, escalofríos, dolor lumbar y malestar general.

Infección en el tracto urinario que afecta a la vejiga urinaria, uretra y próstata. Es una infección común que puede causar disuria, polaquiuria, tenesmo y dolor suprapúbico.

Signo de infección en la orina que se detecta en un análisis de orina.

Presencia de sangre en la orina. Se presenta en infecciones del tracto urinario.

Prueba en la orina para detectar la presencia de bacterias que producen nitritos. Es un indicador de una infección del tracto urinario.

Aumento en el conteo de glóbulos blancos en la sangre.

Aumento en la velocidad de sedimentación globular (VSG). Indica inflamación en el cuerpo.

Prueba para detectar la presencia de proteína C reactiva en la sangre. Indica inflamación en el cuerpo.

Es un remanente embrionario del conducto de Müller ubicado en el polo superior del testículo. Su estrangulamiento vascular provoca dolor gradual en el polo superior testicular, inflamación progresiva y un diagnóstico con eco Doppler.

Infección aguda que se caracteriza por dolor, inflamación en el testículo y el epidídimo. Presenta piuria y fiebre. Se diagnostica con eco Doppler y se trata con antibióticos y antiinflamatorios.

Consiste en la adhesión de los labios menores, usualmente debido a infecciones recurrentes. Se trata con higiene adecuada, cremas de estrógenos tópicas y, en casos resistentes, cirugía.

Malformación congénita que consiste en la falta de apertura del orificio himeneal, obstruyendo la entrada al introito vaginal. Se diagnostica en la pubertad con amenorrea, dolor abdominal y retención de sangre. Se trata quirúrgicamente.

Situación urgente que requiere intervención quirúrgica inmediata para prevenir la pérdida testicular. Se caracteriza por una torsión del cordón espermático que interrumpe el flujo sanguíneo.

Infección del espacio entre el glande y el prepucio, causando hinchazón, enrojecimiento y secreción de pus. Es más común en niños con falta de higiene.

Malformación congénita en la que la abertura de la uretra se ubica en la parte inferior del pene o en el periné, no en el extremo. La cirugía suele realizarse entre el primer y tercer año de vida.

Malformación congénita donde la abertura de la uretra se encuentra en la parte superior del pene.

Incapacidad de retraer el prepucio sobre el glande. Es normal hasta los 3-4 años, resolviéndose en la mayoría de los casos antes de los 4 años. Puede causar picazón o dificultad para orinar.

Testículo que no ha descendido al escroto, puede ser uni o bilateral. La mayoría de los casos se resuelven espontáneamente en el primer año de vida.

Testículos que se pueden bajar al escroto con maniobras pero regresan al soltarlos. Se considera una variación normal.

Testículos que están en el escroto pero pueden subir con maniobras o estímulos. No requiere tratamiento.