Historia de Roma: La República y el Imperio

El periodo de la civilización romana que sucedió a la República, caracterizado por un gobierno autocrático.

El punto máximo de expansión del Imperio Romano, abarcando grandes territorios desde el Atlántico hasta el mar Caspio y el Mar Rojo.

La estructura del Imperio Romano, incluyendo su gobernanza, leyes, costumbres y cultura.

Un importante Estado del Mediterráneo que compitió con Roma por el poder y la expansión durante la República Romana.

El proceso por el cual Roma expandió su territorio y poder, llegando a controlar todo el Mediterráneo.

El gobernante romano que desafió la autoridad del Senado y tomó el poder, expandiendo el Imperio Romano a la Galia.

La forma de gobierno adoptada por Roma tras el periodo republicano, caracterizado por un emperador con poder absoluto.

El título oficial que adoptó Octavio, el primer emperador romano, otorgado por el Senado como símbolo de su poder supremo.

El cargo del emperador del imperio romano, iniciado por Augusto, que se estableció mediante la autoridad sobre los senadores y los gobernadores provinciales.

La era del imperio romano entre el 284 y el 476 d.C, marcada por un estado de monarquía absoluta.

Diocleciano, emperador romano que intentó evitar el colapso del imperio, introdujo una nueva forma de gobierno que dividió el imperio en cuatro regiones, cada una gobernada por un emperador, marcando el fin del Principado.

Constantino I, emperador romano que fue el primero en convertirse al cristianismo. Estableció Constantinopla como la capital del Imperio de Oriente.

La transición entre la Antigüedad Clásica y la Antigüedad Tardía, un período marcado por invasiones, desestabilidad social, dificultades económicas y peste.

Atila el Huno, un líder bárbaro que amenazó el imperio romano, pero fue derrotado por el ejército romano. Sin embargo, su presencia aceleró el proceso de fragmentación del imperio.

El año 476, cuando Rómulo Augústulo, el último emperador romano de Occidente, fue depuesto por Odoacro.

El imperio romano oriental, también conocido como Imperio Bizantino, que se mantuvo independiente del imperio romano occidental tras la caída de este.

El Edicto de Caracalla, proclamado por Caracalla, que otorgó la ciudadanía romana a todos los ciudadanos libres del imperio.

Un periodo de paz y prosperidad sin precedentes en el Imperio Romano, desde el reinado de Augusto hasta la Crisis del siglo III.

División administrativa del Imperio Romano en oriente (griego) y occidente (latino) por Diocleciano en el año 286 d.C.

Edicto promulgado por Constantino I en el 313 d.C. que otorgó libertad religiosa a los cristianos en el Imperio Romano.

Movimiento de pueblos que invadieron y desestabilizaron el Imperio Romano de Occidente en el siglo IV y V d.C.

Se considera la fecha tradicional del fin del Imperio Romano de Occidente, marcando el comienzo de la Edad Media, aunque hay debate sobre la Antigüedad Tardía como periodo de transición.

Rey franco que en 800 d.C. es coronado emperador por el Papa, comenzando el Imperio Carolingio, que será la base del Sacro Imperio Romano Germánico.

Emperador bizantino del siglo VI d.C. famoso por intentar recuperar los territorios perdidos del imperio romano en Occidente, expansiones luego perdidas

Ciudad fundada durante la época romana que todavía existe en la actualidad

Periodo de la historia romana desde su fundación hasta el siglo III d.C., durante el cual Roma fue gobernada por la República Romana .

Sistema de gobierno en la República Romana, donde el poder era compartido por diferentes instituciones como el Senado, los magistrados y los ciudadanos romanos.

Territorios fuera de Italia que fueron conquistados por Roma y puestos bajo su control administrativo

La ideología romana que consideraba que su imperio no tenía límites territoriales o temporales. Se reflejaba en la creencia de que su poder era eterno e inconmensurable.

El mayor periodo de expansión del imperio romano, que abarcó desde Gran Bretaña hasta el Mar Negro y Egipto. Se alcanzó durante el gobierno de Trajano.

El latín era el idioma oficial en los tribunales y la administración del Imperio Occidental y en el ejército, pero no se impuso a las poblaciones conquistadas.

La política romana de mantener las tradiciones indígenas y permitir la existencia de idiomas locales en los territorios conquistados, incluso durante la expansión del latín.

El idioma griego se convirtió en la lengua franca de la mitad oriental del imperio romano, como resultado de la influencia cultural y económica de la región.

El latín vulgar fue la variante coloquial del latín que se extendió por el Imperio Occidental, desplazando a otras lenguas como el celta e itálico.

El uso de latín en asuntos oficiales durante el imperio, a pesar de la persistencia del griego como idioma literario entre la élite romana.

La concesión de la ciudadanía romana a todos los hombres libres del imperio en el año 212, lo que incentivó el aprendizaje de latín, aunque el proceso era gradual.

La presencia constante de intérpretes en la administración romana, indicando la diversidad lingüística dentro del imperio.

La preocupación de los juristas romanos por garantizar la comprensión de las leyes y juramentos en los idiomas locales.

El ejército romano estaba compuesto por legiones, formadas por ciudadanos romanos, pero con el tiempo se integraron soldados de las provincias y mercenarios.

El emperador era el comandante supremo del ejército romano, mientras que los gobernadores de las provincias tenían el mando en sus territorios.

El reclutamiento del ejército romano se diversificó con el tiempo, incluyendo a soldados de diferentes regiones y mercenarios extranjeros.

La desaparición gradual de la clase alta romana en el ejército, lo que obligó a reclutar soldados de las provincias y luego a mercenarios.

Los ilirios, habitantes de la península balcánica, fueron una fuente importante de soldados en el ejército romano.

El periodo de la historia romana donde la armada jugó un papel clave en la expansión y dominio del Mediterráneo.

El control total de la región del Mediterráneo por parte de Roma, apodado "Mare Nostrum", que se consolidó durante el siglo II a.C.

Las campañas militares de Roma en el Mediterráneo que resultaron en la conquista de Cartago y los reinos helenísticos.

La batalla naval decisiva que puso fin a las guerras civiles romanas, consolidando el poder de Octavio (Augusto).

La época del Imperio Romano, donde el Mediterráneo era pacífico y bajo el control de Roma.

La reducción del tamaño y la capacidad de combate de la armada romana en el siglo III d.C. debido al declive del Imperio.

El pueblo bárbaro que conquistó el norte de África, creó una flota propia y atacó las costas del Mediterráneo.

La economía del Imperio Romano se basaba en una red de economías regionales interconectadas.

El sistema monetario utilizado en el Imperio Romano, basado en el sestercio como moneda principal.

La unidad monetaria básica del Imperio Romano en los primeros siglos.

La unidad monetaria de plata usada durante la dinastía Severa, equivalente a cuatro sestercios.

La moneda romana de menor valor, equivalente a un cuarto de sestercio.

La regulación limitada de la actividad bancaria en el Imperio Romano.

Un banquero comercial romano que recibía depósitos y otorgaba préstamos.

La crisis económica del Imperio Romano en el siglo III d.C. causada por la disminución del comercio, la interrupción de la minería y la devaluación de la moneda.

Los soldados del ejército romano eran reclutados principalmente de entre los ciudadanos de la clase baja, llamados proletarios. Estos soldados tenían mayor predisposición a motines y saqueos.

La jerarquía militar romana se diferenciaba de la moderna. El ascenso se obtenía por medio de la proeza en combate, por influencias o por la capacidad de pagar.

Los soldados romanos servían por períodos prolongados que podían llegar a 30 años. Al final de su servicio los soldados recibían recompensas como: dinero, ciudadanía y acceso a cargos públicos.

La legión romana se componía de 10 cohortes, cada una con 5 o 6 centurias de 80 hombres. Se subdividían en contubernios, que eran la unidad básica de 8 legionarios que compartían tienda. En total, cada legión contaba con 5 o 6 mil hombres de infantería.

El ejército romano tenía armas, equipo y talleres para la fabricación y reparación de armamento.

Los soldados recibían pago por sus servicios:

Los soldados recibían además de su salario: donativos imperiales con motivo de nuevas coronaciones, fiestas o disturbios, regalos como las 'stillaturae', y el botín de guerra.

Los campamentos romanos eran fortalezas con murallas y torreones que estaban divididos en cuatro partes. Consistían en baños, salas de reuniones, capillas, oficinas, cárceles, hospitales y almacenes.

Los mercaderes, artistas, prostitutas y otros habitantes se instalaban cerca de los campamentos romanos, formando poblaciones que con el tiempo se convertían en ciudades. Estas se llamaban canabae.

La estructura de la Legión romana era compleja, con diferentes rangos y funciones desempeñadas por oficiales, suboficiales y soldados.

La legión romana se dividía en cohortes, que a su vez estaban formadas por filas de soldados.

La Armada romana, a diferencia de las legiones, no tenía la misma importancia ni prestigio. Los romanos confiaron en otras culturas para la construcción y dirección de sus flotas.

A lo largo de su existencia, la Armada romana nunca fue completamente aceptada por el estado romano y fue vista como una fuerza externa.

La Armada romana no existía de forma autónoma, sino que se integraba al Ejército romano, actuando como una fuerza complementaria.

El transporte de mercancías por mar o río era una práctica preferida por los romanos debido a su mayor facilidad en comparación con el transporte terrestre.

Las mansiones, ubicadas a intervalos regulares a lo largo de las calzadas romanas, servían como estaciones de servicio para funcionarios públicos y viajeros.

El Cursus Publicus era un sistema estatal romano de correos y transporte, que implicaba el uso de carros tirados por animales.

La Vía Apia, la primera calzada romana, fue construida en el 312 a.C. para conectar Roma con Capua.

El Imperio Romano, una sociedad multicultural, logró crear un sentido de identidad común a través de la asimilación de diversos pueblos.

La construcción de monumentos públicos, como foros, anfiteatros y balnearios, fomentó el sentimiento de unidad dentro del Imperio Romano.

Aunque existía una jerarquía social compleja en el Imperio Romano, esta no se corresponde con el concepto moderno de 'clase social'.

Las asociaciones voluntarias (collegia y sodalitates) fueron importantes en el Imperio Romano, abarcando desde gremios profesionales hasta clubes gastronómicos.

En el Imperio Romano, la esclavitud era una práctica generalizada que sostenía la estructura social y la economía.

La esclavitud romana no estaba basada en la discriminación racial, sino que se originó principalmente en la captura de prisioneros de guerra.

El estatus legal de los ciudadanos libres en el Imperio Romano se diferenciaba según sus derechos y privilegios.

Los peregrinus eran personas que vivían dentro del Imperio Romano pero no eran considerados ciudadanos.

La práctica romana de aceptar y adaptar las deidades y los cultos de las culturas conquistadas, integrándolos en el panteón romano.

Cultos que ofrecían a sus seguidores la salvación después de la muerte, con prácticas secretas y juramentos exclusivos.

La religión romana, incluyendo el sincretismo con otras deidades locales, donde se adoraban deidades internacionales como Cibeles, Isis, Epona y los dioses del monismo solar.

El proceso de fusión de diferentes creencias y prácticas religiosas, integrando elementos de distintas tradiciones en una nueva forma de devoción.

El movimiento religioso que surgió en el imperio romano y se centralizó en el culto al dios Sol Invicto. Fue popular entre los militares y la corte imperial, especialmente en tiempos de Aureliano.

Una secta judía que surgió en Judea en el siglo I, que más tarde se expandió a través del Imperio Romano, eventualmente convirtiéndose en la religión dominante.

La política romana de permitir la práctica de diferentes religiones dentro de su territorio, siempre y cuando no se opusieran al orden establecido.

El emperador romano que, mediante el Edicto de Milán, legalizó el cristianismo en el Imperio Romano, marcando el comienzo de la era de la hegemonía cristiana.

El emperador romano que hizo un breve intento de revivir la religión tradicional romana en oposición al cristianismo, pero su esfuerzo fue efímero.

El emperador romano que convirtió al cristianismo en la religión estatal del Imperio Romano, eliminando todas las demás prácticas religiosas.

La mayor parte de la población romana de la antigüedad obtenía el 70% de sus calorías diarias de cereales y verduras.

Los romanos ricos preferían comer en sus casas o en banquetes organizados en clubes privados, mientras que las clases bajas comían en tabernas, bares o posadas.

Los termopolios eran establecimientos donde se vendían comidas preparadas a la población romana, a menudo como una forma de comer fuera de casa.

El puls era un plato común en la Antigua Roma que se hacía con verduras en rodajas, carne, queso y hierbas aromáticas.

En el reinado de Aureliano, el estado romano comenzó a distribuir a los ciudadanos de Roma la annona, una ración diaria de pan, aceite, vino y cerdo.

En la antigua Roma, el estatus de la aristocracia no se heredaba automáticamente, sino que se ganaba mediante la competencia y el cumplimiento de responsabilidades.

Las mujeres romanas podían poseer propiedades, celebrar contratos y participar en negocios como la fabricación, el transporte y la banca.

Las mujeres romanas mantenían su apellido de soltera durante toda su vida, y los niños podían optar por el del padre o de la madre.

Aunque la mujer romana estaba sujeta a la autoridad de su padre, tenía autonomía para manejar su vida diaria y su marido no tenía poder legal sobre ella.

La forma arcaica del matrimonio cum manum, que otorgaba al marido autoridad sobre la mujer, decayó durante el imperio. Una mujer casada mantenía su riqueza y seguía bajo la autoridad de su padre.

La religión del estado romano se adaptó al imperio con el culto al emperador, convirtiéndolo en una deidad estatal.

El culto imperial, inspirado en la religión helenística, se convirtió en una herramienta para difundir la identidad cultural romana en las provincias.

La religión romana se caracterizaba por su practicidad y un trato contractual con los dioses, basado en el principio de dar y recibir.

La oración y la libación se realizaban en altares domésticos, mientras que en la ciudad había altares de barrio y lugares sagrados.

El calendario romano estaba organizado en función de las conmemoraciones religiosas, mostrando la importancia de estas en la vida social.

Los romanos consideraban su éxito militar y económico como resultado de una buena relación con los dioses, o pax deorum.

El me los maiorum, la tradición, era el código social que guiaba la identidad romana, formado por los principios de las primeras religiones romanas.

No había separación entre la Iglesia y el Estado, y los puestos religiosos eran ocupados por las mismas personas que administraban el gobierno.

Augusto, el primer emperador romano, llevó a cabo un programa de renovación y reforma religiosa, adaptando la religión del estado para apoyar al nuevo régimen.

Esclavos nacidos de madres esclavas y criados en la casa de sus dueños. No tenían protección legal específica, pero el maltrato hacia ellos era mal visto por la sociedad.

En Roma, un esclavo no era una persona ante la ley, sino una propiedad. No tenía derechos y podía ser sometido a diversos castigos y abusos, incluyendo la explotación sexual, la tortura y la ejecución.

A pesar de que los esclavos en Roma no tenían derecho a casarse, a veces se reconocían las uniones entre ellos. Si ambos eran liberados, podían contraer matrimonio.

Aunque técnicamente un esclavo no podía poseer propiedades, algunos tenían acceso a un fondo o cuenta personal para realizar negocios (peculium). Este fondo, sin embargo, dependía de la confianza del dueño.

La manumisión se refiere a la liberación de un esclavo. Era tan común que se implementó una ley en el siglo II a.C. para limitarlo.

Las Guerras Serviles obligaron al gobierno a tomar medidas para evitar futuras rebeliones. Estas medidas incluían limitar el tamaño de los grupos de trabajo de esclavos y perseguir a los fugitivos.

Los esclavos en Roma encontraron cierta protección legal a lo largo del tiempo. Podían, por ejemplo, presentar cargos contra sus amos por abuso.

Un esclavo liberado recibía el título de liberto y mantenía un vínculo legal con su antiguo amo, quien se convertía en su patrón.

Una clase social en Roma formada por libertos. No podían acceder a algunos cargos políticos, pero podían ejercer el sacerdocio en el culto imperial.

En Roma, una orden (ordo) se refería a una clase social aristocrática. Las órdenes más altas eran la senatorial y la ecuestre.

La orden senatorial era una de las clases más altas en Roma. Para ser senador se necesitaba riqueza y haber ocupado cargos públicos.

La orden ecuestre era otra clase social importante en Roma. Su membresía se basaba en riqueza y poseer al menos tres generaciones de ancestros libres.

Los eques, miembros de la orden ecuestre, podían ascender dentro del sistema militar y alcanzar puestos como prefectos y fiscales en la administración imperial.

La integración en las órdenes de hombres de las provincias demuestra que había movilidad social en el imperio romano temprano.

La orden senatorial tenía normas de conducta moral. Los senadores no podían casarse con mujeres libertas o luchar en la arena, por ejemplo.

Las ciudades romanas, que se extendían por todo el imperio, eran centros de civilización y comercio, y se caracterizaban por su planificación urbana, sus infraestructuras y su vida social. Se les consideraba territorios civilizados porque estaban bien diseñadas, ordenadas y adornadas.

Los romanos fueron pioneros en la ingeniería y construcción de sofisticadas infraestructuras, como la fontanería, los acueductos, las carreteras y los puentes. Estas obras se extendieron por todo el imperio y contribuyeron a su desarrollo y expansión.

Los acueductos romanos fueron una parte esencial de la infraestructura del imperio, llevando agua potable a granjas y ciudades. Se construyeron con una pendiente mínima para que el agua fluyera por gravedad, y cruzaban valles sobre estructuras en arcada.

El alcantarillado romano, como la Cloaca Máxima en Roma, fue un logro notable de la ingeniería romana. Estas redes de alcantarillado, algunas de las más antiguas del mundo, drenaban las aguas residuales de las ciudades, contribuyendo a la salud pública.

Las insulas eran edificios de apartamentos de varios pisos comunes en la ciudad de Roma. Aunque no eran muy seguras contra incendios, proporcionaban alojamiento a gran parte de la población y servían como un centro de vida social.

Las domus eran casas privadas de familias ricas en Roma. Estas casas podían incluir spas y otras comodidades exclusivas y eran símbolo del estatus social.

Las familias romanas ricas tenían viviendas urbanas, conocidas como "domus", y casas de campo, conocidas como "villas", en las provincias. La domus era la residencia principal en la ciudad.

El Campo de Marte, un extenso espacio descubierto en los alrededores del centro de Roma, fue un foco de la arquitectura monumental durante el reinado de Augusto. Se construyeron allí el Altar de la Paz y el obelisco de Montecitorio, que formaban un reloj solar.

La red de ciudades romanas a lo largo del territorio imperial fue un elemento de cohesión que ayudó a crear la Pax Romana. La propaganda imperial fomentó el respeto y la apreciación de los valores del tiempo de paz.

La propaganda imperial romana exaltaba la paz y la prosperidad del imperio. Los ciudadanos romanos eran alentados a apreciar los valores del tiempo de paz, y los monumentos públicos se usaron para celebrar las victorias y logros del imperio.

La influencia de la cultura griega en la cultura romana fue significativa, especialmente en la planificación urbana y la arquitectura. Algunas ciudades romanas adaptaron elementos de la arquitectura griega a su propio estilo, expresando su identidad.

Roma fomentaba el desarrollo de centros urbanos planificados en las regiones occidentales del imperio, donde vivían pueblos de lenguas celtas. Estos centros urbanos tenían templos, foros y anfiteatros y a menudo se construían cerca de asentamientos preexistentes.

La urbanización en el norte de África bajo el dominio romano impulsó la expansión de ciudades griegas y púnicas a lo largo de la costa. Estas ciudades se fusionaron con la influencia romana, creando un panorama urbano único.

Era el espacio donde el cabeza de familia recibía visitas y clientes, también escenario de rituales religiosos familiares.

Vivienda romana de las clases altas, con un jardín y peristilo.

Espacio en la Domus que rodeaba un jardín, con columnas y un techo abierto.

Un espacio dedicado a la socialización, la higiene y el ocio, con baños a diferentes temperaturas.

Sistema de calefacción que utilizaban los romanos para calentar los baños.

Forma tradicional de educación en Roma, basada en valores morales y prácticas.

Escuela privada romana que ofrecía educación primaria a niños entre 7 y 12 años.

Ritual de paso a la edad adulta para los hombres romanos de las clases adineradas.

Maestro privado que instruía a niños en las familias romanas ricas.

Cultura literaria que compartían las élites urbanas del imperio romano, influenciada por los ideales griegos.

Destino de muchos jóvenes romanos para estudiar retórica y filosofía.

Una aldea romana, retratada en la literatura como un escape del bullicio urbano.

Un espacio al aire libre, normalmente con fuentes y paisajes, en la domus romana.

Un concepto de higiene, socialización y cultura en la sociedad romana.

La educación romana, desde la infancia hasta la juventud, estaba dirigida a la formación de líderes políicos, religiosos o militares. Esta formación era impartida por miembros mayores o amigos de la familia.

Los rectores eran profesores de oratoria y retórica, dedicados a enseñar el arte de hablar bien (ars dicendi), valorado como indicador de superioridad social e intelectual.

La educación superior proporcionaba oportunidades de avance profesional para aquellos que buscaban un puesto en la administración romana.

En la Roma antigua, un analfabeto (illiteratus) no solo era alguien que no sabía leer o escribir, sino que también se consideraba una persona sin conocimiento cultural o sofisticación.

A pesar de no ser universal, la tasa de alfabetización en el Imperio Romano oscilaba entre el 5% y el 30%, dependiendo de la región y la definición de alfabetización.

La burocracia romana dependía de la capacidad de leer y escribir, y las leyes e información se publicaban en lugares públicos para que todos tuvieran acceso.

El gobierno romano empleaba escribas (scriba) que podían leer y escribir documentos oficiales para ayudar a la población analfabeta.

El ejército romano mantenía una cantidad considerable de registros e informes escritos, lo que indicaba un nivel de alfabetización relativamente alto entre sus soldados.

El comercio también necesitaba conocimientos básicos de matemáticas, por lo que la alfabetización era importante para aquellos involucrados en la actividad comercial.

Hubo un crecimiento significativo en la cantidad de lectores entre los siglos I y III, y la literatura comenzó a dirigirse más hacia el entretenimiento de masas, reflejando la movilidad social en la época imperial.

Los libros ilustrados, especialmente los eróticos, eran muy populares. La literatura se leía en cenas o en reuniones de lectura entre grupos de amigos.

La alfabetización disminuyó drásticamente a partir de la crisis del siglo III, llegando incluso a escasear entre la jerarquía de la Iglesia durante los siglos V y VI.

Los espectáculos públicos en Roma eran eventos muy importantes, con un número considerable de días dedicados a la celebración de juegos, carreras de caballos y carros, y otros eventos.

El término 'ludi' se usaba para referirse a eventos públicos con espectadores, desde carreras de caballos hasta representaciones teatrales y escuelas de gladiadores.

Espectáculos públicos que se convirtieron en un lugar de protestas políticas y sociales, obligando a los emperadores a recurrir a la fuerza para controlar la población.

Rebelión popular que tuvo lugar en Constantinopla en 532, reprimida brutalmente por el ejército de Justiniano I.

Atletas altamente valorados en la antigüedad romana, responsables de conducir carros en las carreras de cuadrigas.

Cayo Apuleyo Diocles, una de las estrellas del deporte romano, conocido por su gran fortuna obtenida en las carreras de carros.

Ceremonias fúnebres y sacrificios romanos donde se obligaba a prisioneros de guerra a luchar entre sí para expiar la muerte de nobles.

Los gladiadores eran esclavos, condenados o voluntarios; su entrenamiento era exhaustivo y costoso, y a menudo no se buscaba la muerte del oponente.

Condenados que se veían obligados a luchar en la arena sin entrenamiento y con escasas posibilidades de supervivencia, para servir como castigo.

Recreaciones mitológicas que se organizaban en los anfiteatros con escenografías y efectos especiales para ofrecer un espectáculo.

La fascinación romana por los gladiadores, representada en mosaicos, murales y objetos del día a día.

El gusto romano por el espectáculo donde se enfrentaba la vida y la muerte, considerado un enigma por los historiadores.

El argumento de Plinio el Joven que los espectáculos inspiraron a la gente a mirar a la muerte con desprecio y a valorar la gloria y la victoria.

Críticas de figuras como Séneca, que admiraban la dignidad del luchador derrotado y no la del victorioso, un ejemplo de la ética cristiana.

Escritura que describe de manera detallada el sufrimiento físico de los mártires cristianos en la arena, como un género popular de la época.

Juegos de niños populares en la antigua Roma, incluidos el aro, las matatenas y juegos de pelota como el trigon y el harpastum.