Historia de España e Iberoamérica

España se alineó con la reivindicación territorial argentina, pero condenó el uso de la fuerza por parte del Reino Unido. En el Consejo de Seguridad de la ONU y en la OTAN, España se abstuvo de votar.

Suárez buscó una política internacional que no estuviera alineada con las superpotencias de la Guerra Fría, buscando un camino propio para España.

Durante la Guerra Fría, España buscó fortalecer sus relaciones con países no alineados y fortalecer su papel en América Latina.

España buscó un enfoque más pragmático en la década de los 80, priorizando las relaciones con Iberoamérica y la entrada a la Comunidad Económica Europea.

España se integró en la CEE y buscó fortalecer su papel en América Latina, manteniendo una relación cercana con la región

España participó en la VI Cumbre de Países No Alineados en La Habana, mostrando su compromiso con la cooperación internacional y la búsqueda de un orden mundial más justo.

España incrementó su presencia en América Latina con la integración en el Banco Interamericano de Desarrollo y la CEPAL, buscando un mayor diálogo y cooperación con la región.

España buscó fortalecer su política exterior, buscando un papel más activo en América Latina y el mundo sin verse limitada por la influencia de Estados Unidos.

España mantuvo una relación con Iberoamérica basada en la herencia colonial, sin reconocer oficialmente las independencias iniciales. Fernando VII no las reconoció, siendo Isabel II quien inició este proceso con México en 1836. Este reconocimiento se extendió hasta 1894 con Honduras.

España, a pesar de ser colonia, buscó y obtuvo apoyo internacional de varios países latinoamericanos durante eventos importantes como la guerra de 1898 o la Guerra Civil Española.

El franquismo tuvo una visión etnocéntrica de la relación con Iberoamérica. Se creó el Consejo de la Hispanidad, el Instituto de Cultura Hispánica y el Museo de América en Madrid, utilizando el término "Hispanoamérica" en lugar de América Latina por su origen francés.

El gobierno franquista trató a las repúblicas latinoamericanas con paternalismo, incluso con la Cuba de Castro, sin romper relaciones diplomáticas. También existió una fuerte afinidad ideológica entre el régimen y el líder argentino Juan Domingo Perón.

La transición a la democracia en España coincidió con un período de democratización en varios países de Iberoamérica, convirtiendo a España en un referente para estos procesos de cambio.

A partir de 1975, España adopta una política más basada en la igualdad, el respeto mutuo y la independencia. Se cambia el término "Hispanoamérica" por "Iberoamérica", incluyendo a Portugal y Brasil.

La Corona Española juega un papel crucial en las relaciones con Iberoamérica. El Rey Juan Carlos I realizó su primer viaje oficial a la República Dominicana en 1976, seguido de una visita a Estados Unidos.

La política exterior española se convierte en un instrumento de cooperación y desarrollo en Iberoamérica. España busca fortalecer los vínculos con la región a través de programas de colaboración, diálogo político y cooperación económica.

El principio de no discriminación en las relaciones con todos los países, con independencia del carácter de sus gobiernos.

Desarrollo de una política de apoyo a la democracia y los derechos humanos.

La afirmación de la voluntad española de actuar dentro de la UE a favor de los intereses iberoamericanos.

El apoyo a los procesos de integración iberoamericanos.

El rechazo a las soluciones militares y las injerencias extranjeras en los conflictos.

Se busca la resolución pacífica de los conflictos y la democratización de América Central.

Se creó el Plan de Cooperación Integral con América Central en 1984, marcando el inicio de la cooperación española para el desarrollo.

En 1990 se crea la Comisión Binacional con México, principal mecanismo de diálogo bilateral.

La inversión española en América Latina representa el 31,4% del total de inversión española en el mundo. Esto hace de España uno de los dos principales inversores en la región.

El stock de inversión española en América Latina es de 143.206 millones de euros.

La inversión de América Latina en España es significativamente menor que la inversión española en América Latina. Representa el 12,3% del total de inversión extranjera en España.

El 76% de las empresas españolas planean aumentar sus inversiones en Iberoamérica en 2017.

El 83% de las empresas españolas espera que sus negocios crezcan en Iberoamérica a medio plazo.

En 2014, España dedicó el 28% de su inversión exterior a América Latina. Esto equivale a 111.225 millones de euros.

En 2012, el gobierno argentino nacionalizó YPF, una empresa energética con participación española. Esto generó tensiones entre ambos países.

En 2012, el gobierno boliviano nacionalizó la filial de Red Eléctrica, una empresa española del sector energía.

Las Cumbres UE-CELAC son reuniones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe. Se realizan desde 2014 para fortalecer el diálogo y las relaciones entre ambos bloques.

La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) es la cooperación económica que España destina a países en vías de desarrollo, incluyendo América Latina. En las últimas dos décadas, España ha destinado más de 15.000 millones de euros en AOD a la región.

Las Cumbres Iberoamericanas son reuniones anuales de Jefes de Estado y de Gobierno de países de habla española y portuguesa, incluyendo España y América Latina. Se celebran desde 1991 y son un foro para la cooperación y el diálogo político.

La Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) es el órgano que organiza las Cumbres Iberoamericanas y coordina la cooperación entre los países participantes. Fue creada en la Cumbre de Salamanca de 2005.

La idea de realizar una Cumbre Iberoamericana coincidiendo con el V Centenario del descubrimiento de América nació en 1989 y se concretó en 1991, con la participación de todos los países iberoamericanos, incluyendo Cuba.

Las primeras Cumbres Iberoamericanas se enfocaron en temas como la democracia, los derechos humanos, la soberanía y la cooperación. Además, en 1992, en Madrid, se inició la cooperación iberoamericana en educación, desarrollo social y humano.

España ha utilizado la cooperación triangular como forma de cooperación con América Latina, apoyando proyectos con otros países socios. En este contexto, España es el principal socio de cooperación triangular en América Latina.

La última Cumbre Iberoamericana, celebrada en Cádiz en 2012, se centró en la recuperación económica y el fortalecimiento de la cooperación entre los países iberoamericanos tras la crisis económica global.

La Cumbre XXIV de Veracruz marcó un punto de inflexión en la Conferencia Iberoamericana, donde se definió un nuevo enfoque para el futuro de la organización.

La SEGIB (Secretaría General Iberoamericana) sufrió una reestructuración institucional, pasando de una organización centralizada a una con oficinas regionales en Panamá, México y Uruguay.

Las nuevas áreas prioritarias de cooperación, definidas en la Cumbre XXIV de Veracruz, se centran en la cultura, el conocimiento y la cohesión social.

Con el fin de reducir la brecha digital en Iberoamérica, la Cumbre XXIV de Veracruz impulsó la creación de una "Agenda Digital Cultural".

La XXV Cumbre Iberoamericana, celebrada en Cartagena de Indias, se centró en la educación, la juventud y el emprendimiento, buscando impulsar el desarrollo, la participación y la inclusión de los jóvenes en la sociedad.

La XXV Cumbre Iberoamericana aprobó el "Pacto Iberoamericano por la Juventud" con el objetivo de apoyar a los jóvenes en su desarrollo y enfrentar los desafíos del mundo laboral.

La Cumbre XXV de Cartagena de Indias aprobó un "Plan de acción de la cooperación iberoamericana", con el fin de fortalecer la colaboración entre los países a través de programas y proyectos conjuntos.

La Cumbre de Cartagena de Indias aprobó 14 comunicados especiales, que abordaron temas específicos relevantes para la región, como la infancia, la ciencia y la tecnología.