Génesis 37: Buscando a los hermanos

¿Cuál era la ocupación de José y sus hermanos?

¿Por qué José informaba a su padre de la mala fama de sus hermanos?

¿Qué regalo le hizo Israel a José?

¿Cómo reaccionaron los hermanos de José cuando él les contó su sueño?

¿Qué es lo que se inclinaban ante el manojo de José en su sueño?

¿Quién reprendió a José por su segundo sueño?

¿Dónde estaban apacentando las ovejas los hermanos de José?

¿Qué le preguntó el hombre que encontró a José en el campo?

¿Dónde se encontraron José y sus hermanos?

¿Qué era lo que llevaban los ismaelitas que venían de Galaad?

¿Cuánto dinero recibieron los hermanos de José por venderlo a los ismaelitas?

¿Quién se opuso a matar a José?

¿Por qué los hermanos de José no querían matarlo?

¿Qué hicieron los hermanos de José con la túnica de colores después de venderlo?

¿Qué era lo que Rubén encontró cuando volvió a la cisterna?

¿Qué era lo que los hermanos de José querían hacerle al principio?

Jacob vivía en la tierra de Canaán, donde su padre también había vivido.
José tenía 17 años y apacentaba ovejas con sus hermanos, hijos de Bilha y Zilpa, esposas de su padre.
José informó a su padre sobre la mala conducta de sus hermanos.

Israel amaba más a José que a sus otros hijos, porque lo había tenido en su vejez.
Le hizo una túnica de colores.

José tuvo un sueño en el que sus hermanos se inclinaban ante él, lo que aumentó la envidia de sus hermanos.
Después tuvo otro sueño en el que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante él.
Su padre lo reprendió, pero meditó sobre el asunto.

Sus hermanos fueron a apacentar ovejas en Siquem, y José fue a buscarlos.
Encontró a un hombre que le dijo que sus hermanos había ido a Dotán.
Cuando José llegó, sus hermanos conspiraron contra él para matarlo.
Rubén lo libró de la muerte, y en lugar de eso lo echaron en una cisterna vacía.
Judá sugirió venderlo a los ismaelitas, y sus hermanos convinieron.
Lo vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata y estos se lo llevaron a Egipto.

Sus hermanos tiñeron la túnica de José con sangre de cabrito y se la enviaron a su padre, haciéndole creer que había sido devorado por una bestia.
Rubén se dio cuenta de la mentira y se desesperó.