Tema N°21 (Evaluación)

El sistema esquelético proporciona soporte a los tejidos blandos y sirve como punto de inserción para los músculos.

Los huesos protegen órganos internos delicados.

Los músculos trabajan en conjunto con los huesos para permitir el movimiento.

Los huesos almacenan calcio y fósforo, los nutrientes de la sangre.

La médula ósea roja dentro de los huesos produce células sanguíneas.

La médula ósea amarilla sirve como reserva de energía.

Los huesos planos son delgados y tienen una capa intermedia de tejido esponjoso.

Los huesos largos son importantes para el movimiento de las extremidades.

Proceso que consiste en reemplazar tejido óseo viejo por uno nuevo, involucrando la resorción (destrucción de la matriz osteoide) y el depósito (formación de nueva matriz).

Proceso de destrucción de la matriz osteoide, llevado a cabo por los osteoclastos.

Proceso de formación de nueva matriz osteoide, realizado por los osteoblastos.

Protuberancia grande y redondeada en un hueso, con una superficie articular suave.

Superficie articular plana y ligeramente cóncava o convexa, que permite el movimiento entre dos huesos.

Parte más prominente y redondeada de un hueso, que se apoya sobre un 'cuello'.

Prominencia o excrecencia alargada en un hueso, que sirve como punto de inserción muscular.

Proyección irregular que sobresale de un cóndilo.

Proyección delgada y puntiaguda, como una 'espina' que sobresale de un hueso.

Proyección muy grande en un hueso, que sirve como punto de inserción muscular.

Proyección redondeada de tamaño variable en un hueso, como una 'pequeña colina'.

Proyección rugosa de tamaño variable que se encuentra en un hueso.

Conjunto de huesos que forman la estructura principal del cuerpo, incluyendo el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón.

Conjunto de huesos que forman los miembros superiores e inferiores, incluyendo los huesos de los brazos, piernas, manos y pies.

Conjunto de huesos que forman la cabeza y el cuello, incluyendo el cráneo y la cara.

Capa de cartílago hialino que permite el crecimiento en longitud del hueso.

Vaina de tejido conectivo denso que recubre la superficie ósea, excepto en el cartílago articular.

Capa interna del periostio, compuesta por células que permiten el crecimiento transversal del hueso.

Espacio cilíndrico vacío dentro de la diáfisis, que en adultos contiene médula ósea amarilla y vasos sanguíneos.

Fina membrana que recubre la cavidad medular, contiene células formadoras de hueso y poco tejido conectivo.

Huesos que tienen casi la misma longitud que anchura, formados principalmente por tejido óseo esponjoso.

Huesos con formas complejas que no se ajustan a las categorías previas.

Huesos que se forman dentro de tendones con alta fricción y tensión mecánica.

Conjunto de hueso formado por una abundante matriz extracelular que rodea células separadas.

Parte orgánica de la matriz ósea compuesta por fibras colágenas, agua y otros componentes.

Cristales formados por fosfato de calcio e hidróxido de calcio.

Proceso de endurecimiento del tejido óseo por la deposición de sales minerales en la matriz osteoide.

Células madre del tejido óseo, capaces de dividirse y diferenciarse en osteoblastos.

Células formadoras de hueso que sintetizan y secretan componentes de la matriz osteoide.

Células óseas maduras que mantienen el metabolismo del hueso.

Células que reabsorben tejido óseo liberando enzimas y ácidos.

El hueso más grande y fuerte del tarso, ubicado en la zona posterior del pie.

Región proximal del pie, formada por siete huesos: astrágalo, calcáneo, navicular, cuboides y tres cuneiformes.

Huesos del pie que se encuentran entre el tarso y las falanges, numerados del I al V (desde el pulgar hacia el dedo pequeño).

Los huesos que forman los dedos del pie. Se dividen en proximal, media y distal, excepto el pulgar que solo tiene proximal y distal.

Nombre para el primer hueso del pie, que se encuentra en el lado medial del pie. Este hueso se articula con el astrágalo y el navicular.

Las apófisis espinosas de las vértebras se fusionan en un borde llamado cresta sacra media.

Son las estructuras óseas que se fusionan para formar la cresta sacra media.

Se fusionan para formar la cresta sacra lateral, que se ubica a ambos lados de la cresta sacra media.

Es una placa ósea que forma la pared posterior de la cintura pélvica.

Es la abertura inferior del conducto sacro.

Es un conducto que recorre el sacro y contiene raíces nerviosas.

Es la articulación entre el sacro y el hueso iliaco.

Es un hueso que se forma por la fusión de vértebras coxígeas.

Conjunto de huesos que forman la caja torácica.

Es la parte superior ancha del esternón con forma de nudo de corbata.

Es la parte más larga del esternón.

Es la parte inferior del esternón.

Son huesos que se encuentra en los costados de la caja torácica.

Son los primeros 7 pares de costillas que se unen directamente al esternón mediante cartílagos costales.

Son los 5 últimos pares de costillas, su unión al esternón es indirecta.

El hueso hioides es un hueso único en forma de U que se encuentra en la parte frontal del cuello, debajo de la mandíbula y por encima de la laringe. No se articula con ningún otro hueso.

La columna vertebral es una columna flexible de huesos llamada vértebras que soporta el cráneo, el tronco y protege la médula espinal. Está compuesta por 33 vértebras en etapas tempranas pero se fusionan posteriormente, formando 24 vértebras en el adulto.

Una vértebra típica está compuesta por un cuerpo vertebral que lleva el peso del cuerpo, un arco vertebral que protege la médula espinal y diversas apófisis que sirven de puntos de unión muscular y articulación.

El cuerpo vertebral es la parte de la vértebra que soporta el peso del cuerpo. Tiene forma de disco y se encuentra en la porción anterior de la vértebra.

El arco vertebral se forma a partir de dos pedículos que se unen a las láminas, protege la médula espinal y se extiende hacia atrás desde el cuerpo vertebral.

Las apófisis son proyecciones óseas que salen del arco vertebral. Algunas sirven para la inserción de músculos y otras para la articulación con otras vértebras.

Las vértebras cervicales, las más pequeñas de la columna, se encuentran en el cuello y se caracterizan por tener forámenes transversos para la arteria vertebral y su vena, además de sus apófisis espinosas bífidas (divididas en dos).

La primera vértebra cervical, llamada Atlas, carece de cuerpo vertebral y sostiene el cráneo. La segunda vértebra cervical, llamada Axis, tiene un pivote que permite la rotación de la cabeza.

Las vértebras torácicas se encuentran en la región dorsal de la columna y se caracterizan por tener facetas costales para la unión con las costillas, lo que les da una función vital en la respiración.

Las vértebras lumbares, las más grandes y fuertes de la columna, se encuentran en la región lumbar (parte baja de la espalda). Permiten la flexibilidad y soportan el peso del cuerpo.

El foramen magno es un agujero en la parte inferior del hueso occipital que permite la conexión entre el bulbo raquídeo y la médula espinal.

Los cóndilos occipitales se encuentran a cada lado del foramen magno y se articulan con la primera vértebra cervical (atlas) para permitir el movimiento de asentir con la cabeza.

La protuberancia occipital externa es una proyección ósea prominente en la parte posterior del hueso occipital, visible justo por encima del cuello.

El hueso esfenoides es un hueso en forma de mariposa que se articula con todos los demás huesos del cráneo.

La silla turca es una depresión ósea en el hueso esfenoides que alberga la glándula hipófisis.

El hueso etmoides es un hueso delicado que se encuentra en la región anterior del piso craneano, medial respecto a las órbitas.

La placa cribiforme del hueso etmoides forma el techo de la cavidad nasal y es atravesada por los nervios olfatorios.

Las masas laterales del hueso etmoides contienen cavidades llenas de aire llamadas celdillas etmoidales, que constituyen los senos etmoidales.

Los cornetes nasales superiores y medios son proyecciones óseas del hueso etmoides que ayudan a aumentar el área de superficie de la cavidad nasal.

Los huesos propios de la nariz son dos pequeños huesos que forman el puente de la nariz.

Los huesos lacrimales, los más pequeños de la cara, forman parte de la pared medial de las órbitas.

Los huesos palatinos forman la tercera parte posterior del paladar óseo.

Los cornetes nasales inferiores son huesos que se encuentran debajo de los cornetes nasales medios y ayudan a filtrar el aire inspirado.

El vómer es un hueso que forma parte del tabique nasal, la pared que divide las fosas nasales.

Los huesos cigomáticos forman las prominencias de las mejillas y se articulan con varios huesos del cráneo.

Los maxilares superiores forman el piso de las órbitas, parte de la pared lateral de la cavidad nasal y el paladar duro.

El maxilar inferior es el hueso más grande y fuerte de la cara, es el único hueso móvil de la cabeza.

Los espacios intercostales están ubicados entre las costillas y contienen músculos, vasos sanguíneos y nervios.

La cintura escapular une los huesos de los miembros superiores al esqueleto axial.

La cintura escapular está formada por dos huesos: la clavícula y la escápula.

La clavícula es un hueso en forma de S que se encuentra en la región anterior del tórax.

El extremo medial de la clavícula se conecta al manubrio del esternón.

El extremo lateral de la clavícula se conecta al acromion de la escápula.

La escápula es un hueso grande y plano con forma triangular.

La espina de la escápula es una cresta prominente que recorre la superficie posterior.

La fosa supraespinosa y la fosa infraespinosa son dos regiones en la superficie posterior de la escápula.

El acromion es una proyección del extremo lateral de la espina de la escápula.

La cavidad glenoidea es una depresión superficial en la escápula que aloja la cabeza del húmero.

La apófisis coracoides es una proyección del borde superior de la escápula.

El miembro superior está formado por 30 huesos distribuidos en el brazo, antebrazo y mano.

El húmero es el hueso más largo y grande del miembro superior.

El cúbito se encuentra en la parte medial del antebrazo y es más largo que el radio.

El radio se encuentra en la parte lateral del antebrazo y es más pequeño que el cúbito.

El metacarpo, también conocido como la palma de la mano, está formado por cinco huesos pequeños llamados metacarpianos.

Los metacarpianos se numeran del I al V, comenzando por el pulgar y avanzando hacia el dedo meñique.

Las bases de los metacarpianos se articulan con la fila distal de los huesos del carpo (muñeca) formando las articulaciones carpometacarpianas.

Las cabezas de los metacarpianos se articulan con las falanges proximales, los huesos más cercanos a la palma, formando las articulaciones metacarpofalángicas.

Las falanges son los huesos que forman los dedos de la mano. Hay 14 falanges en total, contando ambas manos.

El pulgar tiene dos falanges, una proximal y una distal, mientras que los otros dedos tienen tres falanges: proximal, media y distal.

La cintura pélvica se forma por los dos huesos de la cadera (coxales), la sínfisis del pubis y el sacro.

Los coxales se unen por delante en la sínfisis del pubis, y por detrás con el sacro a través de las articulaciones sacroilíacas.

Los coxales, la sínfisis del pubis y el sacro forman la pelvis ósea, que tiene forma de cuenco y proporciona soporte a la columna vertebral y los órganos abdominales inferiores.

El ilion se conecta a la cadera y se extiende desde la cresta iliaca hasta el acetábulo.

El isquion es la parte posterior del hueso iliaco, que forma la prominente espina isquiática, fundamental para la posición sentada.

El pubis es la parte frontal del hueso iliaco, que se conecta al otro pubis en la sínfisis púbica, y forma junto al isquion el agujero obturador.

El fémur, situado en el muslo, es el hueso más largo, pesado y fuerte del cuerpo.

La rótula, un hueso pequeño y triangular, se encuentra por delante de la articulación de la rodilla, y es fundamental para la flexión de la pierna.

La tibia es el hueso más grande de la pierna, situado en el lado medial (interior), y soporta el peso del cuerpo.

El peroné se encuentra paralelo y lateral a la tibia, es mucho más delgado y no soporta el peso directamente.