Factores de riesgo para la pérdida auditiva

La hipoacusia es uno de los síntomas que pueden estar presentes en la enfermedad otoneurológica.

La hipoacusia es el defecto funcional que ocurre cuando un sujeto pierde capacidad auditiva, independientemente de la intensidad.

Existencia de una hemorragia dentro de la caja del tímpano.

La timpanometría.

Miringoesclerosis, atelectasia timpánica y otitis fibroadhesiva.

Tomografía computarizada (TC).

Tumor del glomus yugular o paraganglioma yugulo-timpánico.

La otitis crónica mucosa muestra un fondo de caja inflamatorio y granuloso, mientras que la otitis crónica colestetomatosa muestra una masa blanca y nacarada.

Diferencia entre la vía aérea y la ósea (GAP), conservándose la vía ósea en valores normales.

Hipoacusias de transmisión.

Tomografía computarizada (TC).

60 dB.

Impedanciometría.

Los tapones de cerumen y los tapones epidérmicos.

La hipoacusia será de tipo transmisivo.

Las otitis externas, con sus distintas variedades como la circunscrita (forúnculo), difusa, maligna, micótica, entre otras.

Lesiones del oído medio que afecten los huesecillos y lesiones laberínticas asociadas.

Otitis seromucosa.

Otitis media aguda.

Miringitis aguda o crónica.

Pruebas de imagen como la TC y la RM, y en ocasiones, una arteriografía si se sospechan lesiones de tipo vascular.

Osteomas del CAE, lesiones de crecimiento lento que pueden producir obstrucción del conducto por sí mismas o al favorecer la retención de cerumen.

Otitis externa maligna.

Malformaciones congénitas del CAE, que suelen asociarse con alteraciones del pabellón auricular, entre las que se encuentra la atresia auris.

Se deben realizar pruebas de imagen como la TC y la RM.

El oído medio es el encargado de amplificar las ondas sonoras y transmitirlas hacia el oído interno.

Las hipoacusias se pueden clasificar en hipoacusias de transmisión o de conducción, hipoacusias neurosensoriales o de percepción, hipoacusias mixtas, clasificación cuantitativa, clasificación evolutiva, clasificación en relación con adquisición del lenguaje y clasificación cronológica.

Las hipoacusias de transmisión o de conducción se deben a lesiones del aparato transmisor de la energía sonora, como obstrucciones del conducto auditivo externo (CAE) y lesiones del oído medio que ocasionan alteración de la membrana timpánica, cadena de huesecillos o ambas estructuras.

Las hipoacusias neurosensoriales o de percepción ocurren por lesión en el órgano de Corti (hipoacusias cocleares), alteración de las vías acústicas (hipoacusias retrococleares) o por trastornos en la corteza cerebral auditiva. Una vez establecidas, tienen escasas posibilidades de recuperación.

Una hipoacusia mixta es debida a alteraciones simultáneas en la transmisión y en la percepción del sonido en el mismo oído.

Las deficiencias auditivas se clasifican según la pérdida tonal media en los siguientes grupos: leve o ligera (21 – 40 dB), moderada o mediana (41 - 70 dB), severa (71 - 90 dB), profunda (91 - 119 dB) y deficiencia auditiva total – cofosis (>120 dB).

Las hipoacusias pueden ser estables, progresivas, rápidamente progresivas, bruscas y fluctuantes, dependiendo de su progresión en el tiempo.

Las hipoacusias estables son las que no modifican el umbral de audición con el paso del tiempo, como la hipoacusia neurosensorial aguda inducida por aminoglucósidos.

Las hipoacusias progresivas son aquellas en las que el déficit auditivo va aumentando con mayor o menor rapidez a lo largo de los años, siendo lo más frecuente en las hipoacusias neurosensoriales.

Las hipoacusias progresivas rápidamente progresivas son aquellas que evolucionan con gran prontitud, profundizándose en el plazo de algunas semanas o pocos meses, como las hipoacusias autoinmunes.

Las hipoacusias bruscas son procesos en los que la hipoacusia se instaura de forma brusca, en un breve plazo de minutos u horas, y pueden tener variada etiopatogenia.

La hipoacusia fluctuante aparece en distintas alteraciones del oído y es característica del hidrops cocleovestibular, ya que evoluciona con una audición cambiante.

1. Historia familiar de ototoxicidad medicamentosa. 2. Drogas ilícitas por vía parenteral y alcoholismo en la madre gestante. 3. Meningitis bacteriana. 4. Accidente hipóxico-isquémico. 5. Ventilación mecánica prolongada en el recién nacido. 6. Signos clínicos o hallazgos sugerentes de síndromes asociados a hipoacusia. 7. Traumatismo craneoencefálico. 8. Trastornos neurodegenerativos y patología neurológica que curse con convulsiones. 9. Sospecha formulada por los padres o cuidadores de pérdida auditiva en el niño. 10. Retraso en la adquisición de los hitos audiolingüísticos normales. 11. Presencia de otitis media aguda recidivante o crónica persistente.

Se requiere la colaboración del paciente para realizar las siguientes pruebas audiológicas: Acumetría, Audiometría tonal liminar y supraliminar, Audiometría conductual.

Se realizan pruebas audiológicas objetivas como Impedanciometría, Otoemisiones acústicas, y Potenciales auditivos.

1. Anamnesis. 2. Exploración física con otoscopia. 3. Pruebas audiológicas. 4. Pruebas de imagen. 5. Pruebas de laboratorio.

Se deben investigar aspectos como la descripción de la hipoacusia (momento de aparición, tiempo de evolución, modo de presentación, intensidad subjetiva), asociación con otros síntomas otológicos, antecedentes familiares, administración de medicamentos ototóxicos, embarazo, exposición a ruidos, y enfermedades autoinmunes, neurológicas, de tiroides o metabólicas.

Se mencionan pruebas de imagen como Tomografía Computarizada (TC), Resonancia Magnética (RM), y arteriografía.

Son aquellas hipoacusias que aparecen durante el parto o en las primeras horas del periodo neonatal.

Son aquellas hipoacusias que aparecen con posterioridad al nacimiento.

Es importante para un correcto desarrollo en la etapa infantil.

La estrategia diagnóstica se centra en el estudio de las hipoacusias postnatales, y los pasos a seguir son: anamnesis, exploración física con otoscopia, pruebas audiológicas, pruebas de imagen, y pruebas de laboratorio.

Mediante la anamnesis es posible obtener información sobre la descripción de la hipoacusia, asociación con otros síntomas otológicos, circunstancias asociadas (medicamentos ototóxicos, embarazo, exposición a ruidos, enfermedades autoinmunes, antecedentes familiares), entre otros aspectos.

En ciertos casos está justificada la realización de otros exámenes complementarios como técnicas de imagen, estudios electrofisiológicos y de laboratorio.