Evolución de Salud Pública y Epidemiología

La pérdida de salud o la muerte era explicada por espíritus y fuerzas sobrenaturales. Magos y hechiceros usaban rituales para proteger a la comunidad. Las enfermedades se relacionaban con las condiciones atmosféricas, como lluvia, sequía o frío.

Las enfermedades y epidemias eran consideradas un castigo divino por comportamientos reprobables. La aparición de enfermedades se asociaba a la alta densidad poblacional, plagas y guerras.

Se deja de lado la explicación mágica y religiosa de las enfermedades y se empieza a usar el conocimiento científico. Se desarrolla la anatomía y se empieza a entender el cuerpo. La salud se relacionaba con el entorno del individuo. Se iniciaron acciones a nivel ambiental como la construcción de acueductos y sistemas de eliminación de basura.

La salud y la enfermedad son conceptos que evolucionan con la historia de la humanidad. La salud se define como el buen estado físico, la salvación y la conservación.

El campo de la salud pública combina enfoques médicos, sociales y ambientales para mejorar la salud de la población. Se basa en la prevención de enfermedades y la promoción de estilos de vida saludables.

La nueva salud pública se centra en la salud integral del individuo y la comunidad, considerando factores sociales, económicos y ambientales. Se busca la equidad en la salud y la prevención de enfermedades.

El bienestar físico, mental y social, acompañado de la capacidad de funcionar, no solo la ausencia de enfermedad o incapacidad.

Enfoque que considera la salud en relación al medio ambiente y la capacidad de adaptación del individuo a este.

Define la salud como el máximo nivel de bienestar físico, mental y social que se puede alcanzar, teniendo en cuenta el entorno social.

Un perfecto y continuo ajuste del ser humano a su ambiente.

Afirma que la salud es un estado estático, sin estados intermedios, subjetiva y difícil de medir.

Los antiguos egipcios se preocupaban por la higiene personal y la conservación del agua potable.

Los hebreos desarrollaron medidas para el aislamiento de enfermos, la eliminación de residuos y la protección de alimentos y agua, demostrando un interés temprano en la salud pública.

Los griegos reconocieron la importancia del medio ambiente para la salud, incluyendo la farmacopea y la higiene.

Los romanos crearon sistemas avanzados de agua potable y alcantarillado, combatieron las epidemias y desarrollaron estrategias de saneamiento.

La aparición del cristianismo influyó en la percepción de la salud, considerándola como un resultado de la intervención divina.

La lepra y la peste fueron enfermedades epidémicas que obligaron a desarrollar medidas de protección de la salud, como la cuarentena marítima y los cordones sanitarios.

Durante el Siglo XVIII, la medicina progresó y se adoptó un enfoque metódico y sistemático para comprender las enfermedades.

La época científica del Siglo XVIII permitió comprender y abordar la salud de forma más metódica y sistemática.

Este período se caracteriza por la disminución de las enfermedades infecciosas como causa principal de muerte y el aumento de las enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes.

El desarrollo de la 2ª revolución no se ha dado de manera uniforme en el mundo, ya que las enfermedades crónicas siguen siendo una causa importante de muerte en muchos países.

Se refiere a la reducción significativa de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, debido a la identificación de factores de riesgo relacionados con el estilo de vida.

Esta revolución se caracteriza por un aumento en la mortalidad por adicción a las drogas, violencia, suicidio y depresión en el mundo. Las enfermedades se polarizan, con un aumento en las enfermedades cardiovasculares, VIH/SIDA, tuberculosis y enfermedades transmitidas por vectores en países en desarrollo. La obesidad y el VIH/SIDA se están expandiendo en los países desarrollados, y se observa un bajo éxito en la lucha contra ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón.

Se caracteriza por la aparición de nuevas enfermedades infecciosas como el SIDA y el aumento de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida en los países en desarrollo.

Estas son las principales áreas de acción de la salud pública. Se enfocan en evitar enfermedades, promover la salud, vigilar la situación de las enfermedades y trabajar en la comunidad para mejorar la salud.

Las enfermedades infecciosas tradicionales siguen siendo una causa importante de muerte en muchos países en desarrollo, junto con enfermedades crónicas y el SIDA.

Implementada correctamente, la salud pública puede traer grandes beneficios para la sociedad. Estos beneficios incluyen una vida más larga, programas de inmunización efectivos, lugares de trabajo más seguros, un medio ambiente más limpio, entornos urbanos saludables, control de enfermedades, alimentos más seguros y saludables, planificación familiar efectiva y atención materna e infantil.

La salud pública, la promoción de la salud y la medicina preventiva están interconectadas y trabajan juntas para abordar los desafíos de salud en este nuevo contexto.

El concepto de salud pública ha evolucionado a lo largo de la historia, pasando de una visión centrada en la enfermedad y la curación a una que enfatiza la prevención y el cuidado integral del individuo y la comunidad.

La asistencia sanitaria tradicional se enfocaba en la cura de enfermedades individuales, mientras que la nueva salud pública prioriza la prevención y el cuidado continuo, promoviendo la salud integral del individuo y la comunidad.

La nueva salud pública tiene como objetivo alcanzar la salud, no solo curar la enfermedad. Se centra en la prevención y el cuidado continuo de la población.

En la nueva salud pública, se promueven estilos de vida saludables y se integran diversos profesionales y sectores para crear un sistema de cuidado global.

Mientras que la asistencia sanitaria tradicional se basaba en la práctica individual de especialistas médicos, la nueva salud pública fomenta el trabajo en equipo entre diversos profesionales de la salud.

La nueva salud pública se centra en la colaboración intersectorial y la participación comunitaria, promoviendo la responsabilidad compartida por la salud.

La nueva salud pública reconoce que la salud es un resultado de factores sociales, económicos y ambientales, y busca actuar sobre estos determinantes.

Las funciones de la salud pública incluyen la vigilancia de la salud de la población, el desarrollo de políticas de salud y la garantía de la prestación de servicios sanitarios.