Estado y Persona en España

Las Cortes Generales son el órgano legislativo del Estado español. Está compuesto por dos cámaras: el Congreso de los Diputados, que representa al pueblo español, y el Senado, que representa a las comunidades autónomas.

El Gobierno es el órgano del Estado español que ejerce el poder ejecutivo. Sus funciones incluyen dirigir y administrar el Estado, según las leyes decididas por las Cortes Generales.

Los jueces y tribunales son los órganos del Estado español que administran justicia, es decir, juzgan y hacen cumplir las leyes.

Las Administraciones Públicas son las entidades encargadas de llevar a cabo el poder ejecutivo a nivel nacional, autonómico y local.

El Estado español está dividido territorialmente en comunidades autónomas, que tienen cierta autonomía legislativa y ejecutiva.

El Parlamento Autonómico es el órgano legislativo de cada comunidad autónoma.

El Consejo de Gobierno de cada comunidad autónoma ejerce el poder ejecutivo, junto con la Administración autonómica.

Ceuta y Melilla son dos ciudades autónomas españolas, que tienen un rango diferente a las comunidades autónomas.

Las Administraciones Públicas son personas jurídicas que, además de tener derechos y obligaciones, como cualquier persona, son titulares de una serie de potestades extraordinarias (que no tienen las demás personas y que se llaman potestades exorbitantes: la potestad sancionadora, la potestad reglamentaria) y que están llamadas a satisfacer el interés general.

Las Administraciones Públicas están sujetas a límites y garantías para asegurar que actúan dentro del marco legal.

La Administración del Estado es la que se encarga de gestionar las competencias del gobierno a nivel nacional.

Las Administraciones Autonómicas son las encargadas de gestionar las competencias de cada región.

Las Administraciones Locales son los Ayuntamientos y Diputaciones, encargados de gestionar las competencias de cada municipio o provincia.

Las Administraciones Institucionales son entidades dependientes de una administración principal, y cumplen funciones específicas.

La gestión directa implica que la Administración realiza las funciones por sí misma, mientras que la gestión indirecta la realiza a través de una entidad externa.

Los Organismos Autónomos realizan actividades principalmente administrativas y están sujetos al Derecho Público.

Derechos que protegen la vida, el cuerpo, la dignidad y la privacidad, como el derecho a la vida, a la integridad física, al honor, al intimidad, a la imagen y al libre desarrollo de la personalidad.

Derecho que las personas tienen para comportarse libremente sin perjudicar a los demás y sin salirse del marco de la ley.

No se puede hacer uso de un derecho de forma que perjudique a otras personas o que sea considerado abusivo por la ley.

Acción de usar un derecho de forma que va en contra de la ley o del sentido común, aunque técnicamente el derecho se esté utilizando.

Comportamiento basado en la confianza y la honestidad en el ejercicio de los derechos.

Acción de dejar pasar tiempo sin hacer valer un derecho, lo que puede generar confianza en los demás de que no se reclamará.

Personas o entidades que la ley reconoce como sujetos de derechos y obligaciones, como las empresas, las organizaciones y las instituciones.

Personas físicas, es decir, individuos como tú y yo.

Las sociedades civiles y las mercantiles se diferencian en su objeto social. Las sociedades civiles se dedican a actividades no comerciales, como la gestión de bienes inmuebles o el asesoramiento profesional. Las sociedades mercantiles, por otro lado, se dedican a actividades comerciales, como la compra y venta de bienes.

Existen dos tipos principales de sociedades mercantiles: las sociedades personalistas y las sociedades de capital. Las sociedades personalistas se caracterizan por la responsabilidad personal de los socios por las deudas de la sociedad. En las sociedades de capital, los socios solo responden con su inversión.

Las sociedades mercantiles capitalistas se diferencian de otras formas societarias porque se rigen por normas legales específicas, como la sociedad anónima, que establecen su funcionamiento y organización.

La sociedad anónima es un tipo de sociedad mercantil capitalista en la que los socios no responden personalmente por las deudas de la empresa. Solo pierden la inversión que hicieron en la sociedad.

Las sociedades mercantiles pueden tener diferentes formas legales. Una de ellas es la sociedad de responsabilidad limitada, donde los socios responden por las deudas de la sociedad solo hasta el límite de su capital aportado.

El grupo de personas que conforman una sociedad, al unirse como socios, adquiere personalidad jurídica propia, distinta de la de cada individuo. Esto significa que la sociedad puede actuar como una entidad independiente, con derechos y obligaciones propios.

Para que una sociedad mercantil tenga personalidad jurídica, se necesita su inscripción en el Registro Mercantil. Este proceso oficial le da a la sociedad reconocimiento legal y la posibilidad de actuar con autonomía.

Las sociedades mercantiles requieren de órganos para su administración y representación. Estos órganos, como la junta de accionistas o el consejo de administración, gestionan las actividades y decisiones de la sociedad.

Poder de realizar actos jurídicos válidos, como comprar, vender o firmar contratos.

Persona menor de 18 años que no tiene capacidad de obrar completa.

Adquiere la capacidad de obrar completa a los 18 años.

La concesión de la capacidad de obrar a un menor de 18 años por decisión judicial o parental.

Acto por el cual un menor de edad adquiere la capacidad de obrar completa antes de los 18 años.

La edad requerida para realizar ciertos actos jurídicos.

Actos que un menor de edad puede realizar por sí solo antes de los 18 años.

Actos que requieren una edad específica para ser realizados.

La representación orgánica es la manera en que las personas jurídicas (empresas, asociaciones, etc.) actúan a través de personas físicas (personas reales) que las representan. Sus acciones se consideran como si la propia entidad jurídica estuviera actuando, y es una característica esencial para que la persona jurídica funcione correctamente.

El mandato es un contrato donde una persona (mandante) le pide a otra (mandatario) que realice ciertas acciones en su nombre. El mandatario no representa al mandante, sino que actúa por cuenta de él, generalmente realizando tareas específicas.

La representación voluntaria ocurre cuando una persona decide libremente ser representante de otra. Esto contrasta con la representación orgánica, que es necesaria para el funcionamiento de las personas jurídicas.

La representación legal es cuando alguien está obligado a representar a otra persona por ley. Por ejemplo, un tutor legal representa a un menor.

En la representación orgánica, los miembros del órgano de administración de la persona jurídica son elegidos de acuerdo con los estatutos (reglas) de la entidad.

La representación indirecta es cuando alguien actúa por cuenta de otro sin representarlo legalmente. Por ejemplo, cuando compras entradas para un concierto a nombre propio para un amigo.

El órgano de administración de una persona jurídica funciona como si fuera la propia entidad, tomando decisiones y realizando acciones en su nombre.

La representación y el mandato suelen ir juntos, pero no siempre. Puedes representar a alguien sin actuar por su cuenta, y puedes actuar por la cuenta de alguien sin representarlo legalmente.