El siglo XVIII: Rebeliones Indígenas

El siglo XVIII es conocido como el siglo de las rebeliones, con cerca de cien levantamientos indígenas contra las autoridades coloniales.
Principales causas: abuso de los corregidores en el sistema de repartimiento y la introducción de las reformas borbónicas.
Las rebeliones indígenas más relevantes: la de Juan Santos Atahualpa y la de Túpac Amaru II.

Recaudó apoyo de diversos grupos étnicos en la sierra y la selva desde 1742.
Inició en la región de Gran Pajonal, expandiéndose a Huánuco, Pasco, Junín y Ayacucho.
Objetivos: expulsar a españoles y africanos de los Andes, acabar con el sistema de repartimiento y establecer un nuevo orden basado en tradiciones prehispánicas.
Juan Santos se declaró Inca, utilizando símbolos cristianos para atraer a variados seguidores.

Comenzó el 4 de noviembre de 1780, liderada por José Gabriel Condorcanqui, quien se proclamó Túpac Amaru II.
Capturó y ejecutó al corregidor Antonio de Arriaga, reclamando su linaje de Túpac Amaru I.
La situación de explotación y aumento de impuestos por reformas borbónicas afectó gravemente su bienestar y el de la población.

Las reformas borbónicas se implementaron en Perú desde 1776, con José Antonio de Areche llevándolas a cabo de manera incisiva.
Impacto en varios grupos sociales:
- Kurakas: Se vieron presionados por los impuestos, actuando como intermediarios entre el estado colonial y la población indígena.
- Comerciantes: Afectados por el incremento de impuestos sobre bienes comerciales.
- Comunidades indígenas: Perdieron mano de obra por la mita y debían pagar precios inflacionarios impuestos por los corregidores.
- Mestizos: Temían la imposición de impuestos similares a los de las comunidades indígenas.

Túpac Amaru II llamó a unirse a indígenas, criollos, mestizos y negros contra el “gobierno corrupto”, demandando la abolición del repartimiento y la mita.
La radicalización de la rebelión llevó a la pérdida de apoyo de grupos no indígenas.
Victoria en Sangarará el 18 de noviembre de 1780, pero fue derrotado en abril de 1781 y capturado.
Ejecución de Túpac Amaru II y su esposa Micaela Bastidas, tras un juicio sumario el 18 de mayo de 1781.
Diego Cristóbal Túpac Amaru, un primo de Túpac Amaru II, continuó la lucha pero fue capturado y ejecutado en 1883.
Julián Apaza, conocido como Tupac Catari, lideró otra rebelión en 1781 con un ejército de más de 40,000 soldados.

Se estima que la rebelión de Túpac Amaru II causó la muerte de alrededor de 100,000 personas, provocando un colapso demográfico en los Andes del sur.
La rebelión evidenció el peligro que enfrentaban los españoles ante la vasta población indígena y mestiza.
Respuesta de las autoridades coloniales: prohibición de manifestaciones culturales relacionadas con el pasado inca y supresión de títulos indígenas, debilitando la nobleza andina.
Se estableció la Audiencia de Cusco para supervisar la justicia en el sur tras la rebelión.

Proceso de independencia de las colonias españolas en América durante las primeras décadas del siglo XIX, culminando en nuevas repúblicas.
El Perú fue el último país sudamericano en emanciparse, crucial para consolidar la independencia en Sudamérica.
Este periodo es fundamental para formar un proyecto nacional que estableciera las bases del desarrollo en diversas áreas del país.
Conflictos entre líderes políticos llevaron a la inestabilidad y anarquía, dificultando el buen gobierno.

En 1808, la invasión francesa a España originó una crisis política que afectó profundamente tanto a España como a sus colonias.
Carlos IV permitió el tránsito de tropas francesas para invadir Portugal, pero estas permanecieron en España bajo orden de Napoleón.
Fernando VII presionó a su padre para abdicar y se convirtió en rey de España, aunque fue apresado por Napoleón en Bayona.
Napoleón designó a su hermano José Bonaparte como rey, lo que generó resistencia en España y la formación de juntas de gobierno en la península.
La Junta Central Gubernativa, formada en Sevilla en 1808, coordinó la resistencia contra Francia y mantuvo control en las colonias.

Ante el avance francés, la Junta Central se disolvió y se creó un Consejo de Regencia hasta la convocatoria de las Cortes Generales.
Entre 1810 y 1812, se realizaron elecciones para elegir diputados que representaran a España y América en Cádiz.
Las Cortes declararon la igualdad política entre España y América, otorgando a América representación legal en el gobierno, aunque en la práctica no se cumplió.
Composición de las Cortes: liberales (mayoría), absolutistas (minoría) y diputados americanos, con frecuencia apoyados por los liberales.
La Constitución de 1812, impulsada por los liberales, introdujo un modelo de monarquía constitucional, abolición de virreinatos, libertad de imprenta y un gobierno representativo.
La Constitución fue derogada por Fernando VII tras su restauración en 1814, con persecuciones a sus defensores.