Dinámica Familiar y Terapia Narrativa

El enfoque de la terapia narrativa, desarrollado por Michael White y David Epston, se basa en la idea de que las personas crean historias sobre sí mismas y sus experiencias, y que estas historias pueden influir en su comportamiento.

En la terapia narrativa, se busca ayudar a los clientes a identificar los momentos en los que han superado las dificultades. Esto se denomina "excepciones" al problema.

La externalización consiste en separar el problema de la persona. En lugar de decir "tú eres el problema", se dice "el problema está fuera de ti, es algo que te afecta".

El terapeuta ayuda al cliente a reescribir su historia, incluyendo nuevas experiencias y perspectivas. Esto ayuda al cliente a encontrar nuevas soluciones y nuevas oportunidades.

Se refiere a los métodos narrativos que utilizan los terapeutas para ayudar a los clientes a construir nuevas historias. Estos métodos pueden incluir cartas, escritos, dibujos, etc..

El terapeuta actúa como un guía y colaborador en el proceso de reescritura de la historia, trabajando junto al cliente para encontrar nuevas soluciones.

En la terapia narrativa, se reconoce que la familia es la experta en su propia vida. El terapeuta los ayuda a identificar sus fortalezas y recursos.

La terapia narrativa se basa en la idea de que la realidad se construye social y lingüísticamente. El terapeuta se enfoca en la forma en que los clientes cuentan sus historias, y busca nuevas formas de narrar su experiencia.

El paciente con un trastorno de la conducta alimentaria se encuentra atrapado entre la presión de complacer a un padre preferido y su propia sensación de pasividad y sumisión. Al rebelarse, siente autonomía, pero pierde la validación del padre y con ello, su propia identidad.

La comunicación en familias con trastornos de la conducta alimentaria se caracteriza por una dinámica de poder polarizada, donde hay 'vencedores' y 'perdedores'. El paciente es manipulado por el progenitor 'perdedor' para que se rebele contra el 'ganador'.

El modelo sistémico puede aplicarse a la terapia individual, enfocándose en la forma en que el individuo participa en la dinámica familiar. La terapia busca ayudar al individuo a cambiar su interacción con el sistema familiar.

Las empresas se consideran sistemas organizados, y el modelo sistémico puede ayudar a los consultores a intervenir de acuerdo con las dinámicas de interacción dentro de la organización.

La red social que rodea a la familia, incluyendo el vecindario, el pueblo y organizaciones, también son sistemas con su propia dinámica.

El modelo sistémico puede aplicarse a muchos tipos de intervención, más allá de la terapia familiar. Se busca entender las dinámicas de interacción entre individuos y sistemas.

La terapia breve del MRI de Palo Alto se basa en trabajar solo con los individuos que realmente están interesados en la terapia.

En la psicoterapia sistémica funcional, la intervención se centra en cambiar la participación del individuo en las dinámicas familiares.

Las experiencias relacionales y patrones de interacción familiar que influyen en el desarrollo de síntomas específicos.

Los miembros de la familia se definen a sí mismos en relación a los demás, creando una dependencia mutua en sus identidades.

Las familias con fuertes polaridades semánticas se organizan en torno a roles contrastantes, como débil-fuerte, activo-pasivo, etc. Cada miembro debe definirse en relación a esta dicotomía.

Las familias se organizan de manera específica para cada trastorno. La forma en que se comunican y se relacionan refleja la naturaleza del problema.

El modelo sistémico se enfoca en la interacción social y las construcciones compartidas de la realidad.

Ugazio destaca la importancia de la comunicación y el constructivismo social en la comprensión de los problemas psicológicos.

La familia es el escenario principal en el que se desarrollan los patrones de comunicación que generan y perpetúan los problemas psicológicos.

El enfoque pragmático del modelo sistémico ha desviado la atención de la importancia de la semántica y la construcción de la realidad.

Cuando los padres se niegan a cambiar la dinámica familiar a pesar de la conducta psicótica del hijo, están utilizando esta estrategia. Se oponen al cambio para mantener el status quo.

En los casos de anorexia, los padres provocan una dinámica familiar que se basa en tensiones y conflictos.

En el juego de las familias anoréxicas, los padres están constantemente en tensión, provocando un conflicto constante.

En algunas familias con hija anoréxica, la hija se acerca a la madre como confidente, mostrando compasión por ella, pero sin realmente apreciarla o valorarla. Se siente superior moralmente.

En otras familias, la hija se siente más cercana al padre, admirándolo, y no está de acuerdo con las exigencias de la madre hacia él. La hija adopta una posición neutral.

En la adolescencia, la hija del Grupo A se da cuenta de que la madre prefiere a otro miembro de la familia. Esto la hace sentir abandonada, como el padre que ella ve como víctima del abandono.

En la adolescencia, la hija del Grupo B aumenta su vínculo con el padre, desarrollando un tipo de seducción mutua.

La hija utiliza la anorexia como una forma de protestar contra la madre y llamar la atención del padre, esperando que este se ponga de su lado. Pero el padre intenta no comprometerse más con la madre.

La parentalidad se considera conservada cuando satisface las necesidades fundamentales de nutrición y socialización del infante, permitiendo su desarrollo óptimo. La parentalidad deteriorada, por otro lado, no satisface estas necesidades.

La conyugalidad armoniosa se caracteriza por una relación marital libre de conflictos graves, donde las parejas resuelven sus diferencias de manera constructiva. La conyugalidad disarmónica se caracteriza por una relación marcada por la discordia y la incapacidad de resolver los conflictos.

En el modelo de depresión mayor, los padres de los pacientes suelen tener una conyugalidad armoniosa pero con una parentalidad deteriorada. Los padres no presentan conflictos graves con su pareja, pero no satisfacen las necesidades emocionales de sus hijos.

La falta de nutrición emocional en la infancia puede llevar a un fuerte deseo de satisfacción emocional en la adultez. La pareja elegida por el paciente depresivo suele ser una figura que se percibe como potencialmente capaz de satisfacer esas necesidades emocionales.

Las expectativas no satisfechas en la relación con la pareja pueden desencadenar una posición depresiva en el paciente. Esto se debe a la contrastación entre la necesidad de nutrición emocional del paciente y la realidad de la relación que no la satisface.

En el trastorno distímico, se sugiere que los pacientes crecieron en familias con una conyugalidad disarmónica. Los padres involucraban al niño en sus conflictos, utilizandolo como un aliado en sus peleas con el otro progenitor.

La triangulación es una dinámica familiar donde uno de los padres involucra al hijo en sus conflictos con el otro progenitor. El hijo es reclutado como un aliado, manipulado para que se ponga del lado del padre que lo recluta.

Los mensajes que los padres lanzan al hijo para reclutarlo en contra del otro progenitor son palabras y acciones que buscan manipular su opinión y generar una desconfianza hacia el otro padre.

La cibernética de primer orden se centra en estudiar la relación entre la entrada y la salida de un sistema, sin considerar lo que ocurre dentro. Se asemeja a una "caja negra" donde solo importa lo que se introduce y lo que se obtiene.

La cibernética de segundo orden, o cibernética de la cibernética, reconoce que el observador forma parte del sistema que observa, introduciendo una autorreferencialidad. Esto implica que la "objetividad" es imposible porque el acto de observar influye en lo observado.

El feed-forward o alimentación anticipada es un bucle de información que se proyecta hacia el futuro, influenciando el sistema actual. Es como prever un evento y actuar en consecuencia para modificarlo.

El constructivismo en la terapia sistémica sostiene que los problemas no están determinados por causas externas, sino por la interpretación que la familia hace de su realidad. Es el significado compartido lo que define la interacción familiar.

Las premisas implícitas son creencias subyacentes e inconscientes que guían el comportamiento y la forma de entender el mundo. En la terapia familiar, estas premisas pueden influir en la dinámica familiar y en la forma en que se resuelven los problemas.

El cuestionamiento circular busca hacer explícitas las premisas implícitas de la familia, cuestionando sus creencias subyacentes. Esto ayuda a la familia a tomar conciencia de las reglas que rigen su funcionamiento y a cambiarlas si es necesario.

El cambio terapéutico en la terapia sistémica se produce cuando se modifica el significado que la familia da a sus problemas, cambiando las premisas implícitas o las estructuras de conocimiento del sistema familiar.

Ceccin enfatiza que operar al nivel de las premisas profundas es crucial para generar cambios significativos en la terapia familiar. Cambiar las creencias subyacentes puede transformar la dinámica familiar y resolver problemas profundos.