Dificultades de Aprendizaje del Lenguaje

Proceso que involucra la modulación del sonido, incluyendo respiración, fonación, resonancia y articulación.

Dificultades graves en la comunicación asociadas a otros trastornos como TEA, discapacidad intelectual o esquizofrenia.

Dificultad primaria con la pragmática o la utilización social del lenguaje y la comunicación, que se manifiesta en déficits de comprensión y seguimiento de normas sociales en la comunicación verbal y no verbal.

Trastorno que implica la ausencia de lenguaje en ciertos contextos, a menudo asociado con la timidez y problemas emocionales.

Trastornos que afectan la articulación de fonemas debido a retrasos, prácticas bucofonatorias inadecuadas, discriminación auditiva escasa, etc.

Problemas en la producción de fonemas originados por alteraciones o malformaciones fisiológicas o anatómicas de los órganos del habla.

Desfases importantes en la adquisición del sistema fisiológico del habla, sin afectar los componentes morfológicos y semánticos.

Trastornos que afectan la fluidez del habla, manifestándose como alteraciones del ritmo, la melodía, repeticiones o bloqueos.

Trastornos de la articulación de la fonación que se caracterizan por la dificultad en la producción de ciertos sonidos del habla, por lo general sin una causa médica identificable.

Trastornos de la articulación de la fonación que se derivan de problemas físicos u orgánicos que afectan la capacidad de producir el sonido.

Trastornos de la articulación de la fonación que se producen por problemas auditivos, lo que dificulta la percepción de los sonidos del habla.

Tipo de disfemia que se desarrolla durante la infancia, en torno a los 3 años.

Tipo de disfemia caracterizado por bloqueos y dificultades para iniciar palabras.

Tipo de disfemia caracterizado por la repetición de sílabas o palabras.

Las dificultades en la producción de sonidos se centran en la pronunciación de un sonido en particular, sin importar la posición de la palabra.

Se refiere a la sustitución de un sonido por otro (por ejemplo, decir 'lata' en lugar de 'rata'), la omisión de un sonido (por ejemplo, decir 'osa' en lugar de 'rosa'), la adición de un sonido (por ejemplo, decir 'tarata' en lugar de 'rata'), o la deformación de un sonido.

La dificultad no está en un sonido específico, sino en su uso en diferentes contextos. El niño puede saber hacer un sonido en una posición, pero no en otra. Es un problema de aprendizaje.

Se da en niños menores de 4 años, su proceso de adquisición del lenguaje no está completo. La Dislalia Evolutiva suele desaparecer con el tiempo sin intervención.

Un niño tiene problemas para comprender el lenguaje de otros. Presenta dificultad para combinar sonidos y formar palabras para que tengan significado.

Las dificultades para pronunciar los sonidos pueden dificultar el desarrollo de la conciencia fonológica, la capacidad de reconocer y manipular los sonidos individuales de las palabras, un requisito fundamental para aprender a leer y escribir.

Dificultades para articular los sonidos del habla debido a problemas con los músculos de la boca, la lengua o la respiración, o problemas con la audición.

Los niños con TEL muestran dificultades significativas en el lenguaje sin que se deban a problemas neurológicos, de audición, ambientales o falta de interacción no verbal.

Los niños con retraso del lenguaje presentan un desarrollo del lenguaje más lento que lo esperado para su edad.

Es difícil diferenciar entre TEL y Retraso del Lenguaje antes de los 4 o 5 años, ya que ambos presentan un desarrollo del lenguaje más lento.

A partir de los 4,5 o 6 años, el TEL se distingue por un estancamiento significativo en el desarrollo del lenguaje.

Los trastornos del habla pueden ser menos graves que otros relacionados con el lenguaje, pero pueden afectar la inteligibilidad y la comunicación social, lo que puede generar consecuencias importantes.

Los niños con TEL tienen dificultades para formar representaciones mentales exactas de los fonemas (sonidos del habla). Esto puede llevar a errores fonéticos (errores en la pronunciación) y fonológicos (errores en las reglas del sonido).

Los niños con TEL suelen formar unidades de sonido más grandes que un fonema, como sílabas o palabras completas. Esto les dificulta la pronunciación precisa y utiliza muchos recursos cognitivos.

La estimulación del lenguaje en niños con TEL debe ser muy motivadora para ellos. Se necesitan reforzadores fuertes (cosas que les gusten mucho) para que se esfuercen en pronunciar palabras correctamente y comunicarse con otros.

Los niños con TEL tienen un vocabulario más pequeño que los niños de su edad. También pueden tener dificultades para recordar palabras (fenómeno de la punta de la lengua), lo que puede estar relacionado con problemas de representación fonológica.

Algunos expertos creen que el vocabulario limitado en TEL se debe a problemas con la comprensión del significado de las palabras (procesos semánticos) y las reglas gramaticales (procesos sintácticos).

Las dificultades en la lectura y escritura (lecto-escritura) pueden dificultar aún más la adquisición de vocabulario en niños con TEL.

Los adultos que interactúan con niños con TEL tienden a priorizar la comunicación exitosa sobre la precisión gramatical y la riqueza del lenguaje. Esto puede resultar en un lenguaje menos rico para los niños.

El lenguaje se desarrolla en etapas. Hay un período de rápido crecimiento del lenguaje alrededor de los 2 años, pero no todos los niños lo experimentan a esa edad. Los retrasos en el lenguaje a partir de los 4-5 años pueden indicar un Trastorno del Lenguaje (TEL).

Un retraso en el lenguaje de 3 a 4 meses en la aparición de las primeras palabras (entre los 21 y 24 meses).

Un retraso en el lenguaje de 6 a 12 meses en la aparición de las primeras palabras (entre los 24 y 30 meses).

Un retraso en el lenguaje de más de 12 meses a partir de los 30 meses.

Alteraciones persistentes en el lenguaje, con un grado de dificultad moderado o grave, que afectan a varias dimensiones del lenguaje. La mejora es lenta y variable, y puede tener repercusiones en la lectura.

Las personas con TEL tienen un desarrollo anormal del lenguaje o un lenguaje retrasado, lo que puede llevar a dificultades de comprensión del lenguaje escrito y la lectura. También tienen mayor probabilidad de retrasos escolares y expectativas negativas del profesorado.

Las personas con TEL presentan una amplia variabilidad en las características que los afectan. Estas pueden variar en sus áreas fonéticas, fonológicas, léxicas, semánticas, morfosintácticas y pragmáticas del lenguaje.

Las personas con TEL pueden presentar errores en la pronunciación, como omisiones de sílabas, consonantes, reducciones de grupos consonánticos, o sustituciones fonéticas.

Las personas con TEL tienden a tener un vocabulario limitado, con un mayor porcentaje de sustantivos y menos verbos. También pueden experimentar dificultades para acceder al léxico, usar palabras comodín, y aprender palabras nuevas.

Las personas con TEL pueden presentar errores de concordancia verbal, errores morfológicos como la concordancia entre el artículo y el sustantivo, errores en la formación del singular y plural, errores de persona y omisión de palabras como artículos y pronombres.

Las personas con TEL pueden no usar herramientas comunicativas adecuadamente, usar gestos manuales en lugar de palabras, tener poca iniciativa comunicativa, o dificultades en la interacción social.

Los errores articulatorios en los niños con TEL se consideran principalmente como problemas fonológicos, no solo como errores físicos.

El TEL no se considera un retraso del lenguaje, sino un trastorno específico del lenguaje, ya que se refiere a dificultades en el lenguaje sin evidencia de otros problemas.

El TEL puede afectar a otras áreas del desarrollo, teniendo un impacto en la comprensión de la lectura y escritura. Es importante prestar atención a las posibilidades de dificultades escolares relacionadas con el TEL.