Diagnósticos Psiquiátricos y Clasificaciones

Un sistema de clasificación que define prototipos de trastornos con síntomas esenciales y secundarios, incluyendo niveles de gravedad.

La alta comorbilidad entre trastornos y la respuesta similar a tratamientos en diferentes trastornos cuestiona la validez de las categorías diagnósticas.

Las últimas versiones de DSM y CIE incluyen características dimensionales que permiten evaluar la gravedad de los síntomas y comparten algunos síntomas y características.

Mayor acuerdo entre profesionales al utilizar DSM-5-TR y CIE-11, lo que mejora la comunicación y la precisión diagnóstica.

El uso del DSM y CIE facilita la combinación de categorías diagnósticas nomotéticas con aplicaciones diagnósticas idiográficas, permitiendo personalizar la evaluación manteniendo una referencia global.

El proceso de determinar si los problemas de una persona cumplen los criterios de un trastorno psicológico según sistemas de clasificación como el DSM-5-TR o CIE-11.

Un enfoque de evaluación que se centra en clasificar a las personas dentro de categorías predefinidas, como los trastornos del DSM-5-TR o CIE-11.

Un enfoque de evaluación que considera la intensidad de los síntomas a lo largo de dimensiones o continuos. No se trata solo de tener o no el trastorno, sino del grado en que se presenta.

Un sistema de clasificación de trastornos mentales que se enfoca en la evaluación de la gravedad de los síntomas.

Un sistema de clasificación de trastornos mentales creado por la Organización Mundial de la Salud.

El proceso de realizar una evaluación psicológica completa, incluyendo la recopilación de información sobre la historia personal, los síntomas presentes, el estado mental, el funcionamiento psicológico y otros aspectos relevantes.

Un enfoque de la evaluación psicológica que se basa en el estudio de las características comunes de los trastornos y su clasificación.

Un enfoque de la evaluación psicológica que se centra en la comprensión de las características únicas de cada persona, su historia de vida, su personalidad, su cultura y sus circunstancias individuales.

La combinación de las estrategias nomotética e idiográfica, permite obtener el máximo provecho de la información sobre un trastorno para aplicarla a una persona y a sus circunstancias únicas.

Un término que se refiere a la relación bidireccional entre la detección de problemas y el diagnóstico.

La presencia de dos o más trastornos en un mismo individuo. Es más frecuente que la presencia de un único trastorno.

Las categorías diagnósticas actuales no son independientes entre sí. Un ejemplo es la alta comorbilidad (más del 70%) entre trastornos de ansiedad y depresión, lo que cuestiona si realmente son entidades distintas.

El diagnóstico por sí solo no proporciona información sobre las causas subyacentes del trastorno, ni sobre cómo mantenerlo o tratarlo.

Un mismo diagnóstico puede abarcar individuos con diferentes causas del trastorno, lo que requiere enfoques terapéuticos distintos. Por ejemplo, la depresión puede tener raíces en aislamiento social, distorsiones cognitivas o falta de metas.

La investigación ha demostrado que existen procesos causales y mecanismos comunes a varios trastornos diferentes. Esto sugiere que las categorías diagnósticas actuales pueden ser demasiado estrechas.

Ciertos tratamientos psicológicos han mostrado eficacia en diferentes trastornos. Por ejemplo, la exposición y la reestructuración cognitiva funcionan para la ansiedad y la depresión.

Factores como las respuestas al estrés, las estrategias de afrontamiento, la regulación emocional, etc., son transversales a muchos trastornos. Considerar estos factores comunes puede ser más útil que centrarse en las categorías diagnósticas.

Modelo que busca comprender la psicopatología desde la influencia conjunta de factores biológicos, psicológicos y sociales. Se basa en la idea de que los trastornos son el resultado de la interacción de estos tres niveles.

Un modelo que se enfoca en los procesos comunes subyacentes a diferentes trastornos, en lugar de clasificarlos en categorías rígidas.

Un acercamiento al tratamiento que se centra en los mecanismos comunes a varios trastornos, ofreciendo intervenciones generales que se adaptan a diferentes diagnósticos.

Entrevistas estructuradas que están diseñadas para determinar si un individuo cumple los criterios para un trastorno específico según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).

Una entrevista estructurada que se utiliza para evaluar los trastornos del Eje I del DSM-IV, incluyendo trastornos psicóticos, del estado de ánimo, relacionados con sustancias y de ansiedad.

Una entrevista estructurada que se utiliza para evaluar los trastornos del Eje II del DSM-IV, específicamente los trastornos de personalidad.

Una versión actualizada de la SCID-II, diseñada para evaluar los 10 trastornos de personalidad del DSM-5.

Una entrevista estructurada para evaluar los trastornos de ansiedad según el DSM-IV, incluyendo trastorno de pánico, agorafobia, fobias específicas, fobia social, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno por estrés postraumático.

Una entrevista breve basada en los criterios del DSM-IV y la CIE-10, diseñada para identificar rápidamente la presencia de trastornos mentales.

Un cuestionario que se utiliza para evaluar la psicopatología y los patrones de personalidad patológicos, incluyendo 338 ítems de verdadero/falso.

Un cuestionario diseñado para evaluar la personalidad (trastornos) y la psicopatología, con 195 ítems de verdadero/falso.

Un cuestionario que evalúa la psicopatología con 344 ítems utilizando una escala Likert.

Un profesional debe ser consciente de la posibilidad de que el paciente tenga síntomas o problemas adicionales que no encajan en una categoría diagnóstica específica.

Es fundamental que el profesional explique el diagnóstico de una forma clara y comprensible para el paciente.

Los profesionales deben ser sensibles al uso de técnicas diagnósticas, buscando crear un ambiente cálido y receptivo.

Comprender y aplicar correctamente los criterios del DSM y la CIE.