Diagnóstico y manejo de la Brucelosis

Es una enfermedad causada por bacterias del género Brucella, que son cocobacilos Gram-negativos, pequeños, inmóviles, aerobios y no formadores de esporas.

La Brucella es una bacteria de crecimiento lento, lo que significa que el periodo de incubación es largo. Esto implica que un cultivo normal de sangre puede tardar mucho en mostrar resultados y podríamos tener un falso negativo.

La Brucelosis es una enfermedad que afecta principalmente a las zonas del Mediterráneo, la península Arábiga, el subcontinente indio y Centroamérica.

El principal reservorio de la Brucelosis en España es el ganado bovino y caprino. La transmisión al ser humano es accidental.

La Brucelosis es una enfermedad de declaración obligatoria (EDO) porque la presencia de la enfermedad en una persona significa que hay animales contaminados.

Las pruebas serológicas buscan anticuerpos específicos contra la Brucella en la sangre. Son útiles para el diagnóstico temprano y el seguimiento de la enfermedad.

La rosa de Bengala y la SAT (seroaglutinación) son pruebas serológicas que se utilizan para detectar anticuerpos contra la Brucella. La rosa de Bengala es una prueba rápida y sencilla, mientras que la SAT es más sensible y se utiliza para confirmar el diagnóstico.

Si la prueba de rosa de Bengala da positiva se debe confirmar con la SAT. Es importante realizar la prueba SAT en dos ocasiones, con una diferencia de dos semanas, para asegurar el diagnóstico.

La EIA (electroinmunoanálisis) y la PCR son pruebas que pueden utilizarse para confirmar el diagnóstico de brucelosis, especialmente en casos dudosos o cuando las pruebas serológicas no son concluyentes.

El hemocultivo es la prueba de oro para confirmar el diagnóstico de brucelosis, pero requiere un período de cultivo de 21 días. Se debe informar al laboratorio sobre la sospecha de Brucella para garantizar que el cultivo se prolonga el tiempo necesario.

La doxiciclina es el tratamiento de elección para la rickettsiosis en niños de cualquier edad, administrada a 4mg/kg/día durante 1-2 días.

La doxiciclina es el tratamiento de elección para la fiebre botonosa debido a su duración corta de tratamiento (1-2 días).

La doxiciclina se utiliza para tratar la fiebre botonosa, pero no está recomendado para fiebre Q en niños menores de 8 años debido a la duración prolongada del tratamiento.

Las Sociedades científicas americanas y europeas (CDC/ECDC) no recomiendan la administración profilactica rutinaria de antibióticos para la prevención de la enfermedad de Lyme.

La profilaxis antibiótica no es recomendada para la prevención de anaplasmosis, ehrlichiosis, babesiosis o fiebre de las montañas rocosas.

La profilaxis con doxiciclina se considera para la prevención de la enfermedad de Lyme en ciertos casos, como garrapata repleta, tiempo de alimentación superior a 36 horas o alta ansiedad del paciente.

Las Chlamydias son patógenos intracelulares estrictos que se dividen en dos géneros: Chlamidophila y Chlamydia.

La serología puede dar resultados negativos (falsos negativos) durante las primeras dos semanas porque los anticuerpos aún no se han desarrollado en cantidad suficiente.

Para confirmar el diagnóstico de Fiebre Q, es necesario un aumento de cuatro veces en los niveles de anticuerpos en pruebas de serología realizadas con dos semanas de diferencia.

La PCR en sangre o en la escara es otra forma de diagnosticar Fiebre Q, pero no está disponible en todos los laboratorios.

Las tetraciclinas (como la doxiciclina) son el tratamiento de elección para la Fiebre Q, incluso en niños menores de 8 años, ya que el tratamiento es de corta duración.

La Fiebre Q puede pasar desapercibida en su fase aguda, y la enfermedad puede manifestarse años después en su forma crónica.

La forma crónica de la Fiebre Q se caracteriza por la endocarditis, una inflamación del revestimiento interno del corazón, y los hemocultivos suelen ser negativos.

En la Fiebre Q crónica, se deben buscar anticuerpos IgG frente a los antígenos de fase I en la serología. Los niveles de IgG suelen ser altos, mientras que los de IgM suelen estar ausentes.

El tratamiento de la Fiebre Q crónica es similar al de la fase aguda, pero se puede prolongar durante meses o años para asegurar la eliminación de la infección.