Diagnóstico en Toxicología Clínica

Conjunto de signos y síntomas característicos causados por un grupo de sustancias tóxicas.

Información obtenida acerca del intoxicado, que puede ser escasa o contradictoria.

Neurotransmisor que media la neurotransmisión posganglionar simpática de las glándulas sudoríparas (excepto en áreas específicas).

Receptores sobre los que actúa la acetilcolina en las glándulas sudoríparas.

Neurotransmisor liberado por la neurona posganglionar del sistema simpático.

Neurotransmisor liberado por las células cromafines de la médula suprarrenal.

Proceso que usa los signos y síntomas del paciente como dato principal para deducir el tipo de tóxico.

Patrones de síntomas característicos derivados de intoxicaciones infantiles.

Conjunto de síntomas causados por una sobredosis de sustancias que estimulan el sistema nervioso parasimpático (colinérgico).

Efectos del síndrome colinérgico que afectan al sistema nervioso simpático.

Dilatación de las pupilas.

Contracción de las pupilas.

Disminución de la frecuencia cardíaca.

Dilatación de los bronquios.

Secreción excesiva y estrechamiento de los bronquios.

Intoxicación por sustancias que estimulan el sistema nervioso parasimpático (colinérgico).

Evaluación del funcionamiento de estructuras y redes neuronales involucradas en la consciencia.

Daño en el tronco encefálico (puente y mesencéfalo) que afecta las conexiones neuronales implicadas en la consciencia.

Daño en un hemisferio cerebral sin afectar las áreas cerebrales implicadas en la consciencia.

Escala para evaluar el nivel de consciencia, basada en respuestas motoras, verbales y oculares.

Otra escala para evaluar el nivel de consciencia, ampliamente validada.

Capacidad de estar despierto y consciente del entorno.

Examinar las respuestas del paciente a diversos estímulos para medir su funcionamiento neurológico.

Lesiones en estructuras del tronco encefálico que bloquean las señales relacionadas con la consciencia.

El LSD afecta la corteza cerebral y áreas relacionadas, alterando el nivel de consciencia.

Las anfetaminas causan hiperactividad, temblor, dolor de cabeza y diarrea, además de sequedad bucal y taquicardia.

Los opiáceos producen bradipnea, pupilas pequeñas (puntiformes), y pueden causar euforia o coma.

Estos provocan sialorrea (exceso de saliva), lagrimeo (epífora), relajación de esfínteres, broncorrea (exceso de moco en los pulmones) y miosis (contracción de las pupilas).

Causan somnolencia, problemas para hablar, nistagmo, marcha inestable, y falta de aliento en algunos casos.

Producen coma, convulsiones y arritmias cardíacas (problemas con el ritmo del corazón).

Provocan vómitos, hiperventilación y fiebre.

Causantes del síndrome de torsión de la cabeza y el cuello, crisis oculógiras (movimientos incontrolados de los ojos) y ataxia (pérdida de coordinación).

Un ECG es fundamental en casos de intoxicación grave, no solo para detectar alteraciones, sino también para apoyar el diagnóstico y la necesidad de un tratamiento rápido.

En este tipo de intoxicación, el ECG puede ser crucial para el diagnóstico y la toma de decisiones terapéuticas.

La intoxicación por estas sustancias también requiere la realización de un ECG para detectar posibles arritmias.

Se busca identificar toxíndromes, conjuntos de signos clínicos que se han asociado a ciertas intoxicaciones, para facilitar el diagnóstico.

Acciones médicas para restaurar las funciones vitales de un paciente que ha perdido el pulso, como la reanimación cardiopulmonar (RCP).

Un medicamento que sirve como antídoto para revertir los efectos de las benzodiacepinas, un tipo de fármaco que tranquiliza y reduce la ansiedad.

Saturación de oxígeno, una medida de la cantidad de oxígeno que está presente en la sangre.

Nivel de glucosa en la sangre, medido en la yema del dedo.

Una escala de evaluación utilizada para determinar el nivel de consciencia de un paciente, considerando su respuesta ocular, motora, reflejos troncoencefálicos y respiración.

La respuesta del ojo al contacto con un objeto, utilizado para evaluar la consciencia del paciente.

Un signo de daño cerebral en el que la pupila del ojo no cambia de tamaño.

Un patrón de respiración caracterizado por períodos de respiración profunda seguidos de períodos de apnea (detención de la respiración).