Descubre los secretos de Tenerife

Resumen de Tenerife: la isla más grande y poblada de Canarias

Tenerife es una isla del océano Atlántico perteneciente a la comunidad autónoma española de Canarias.
Es la isla más extensa del archipiélago canario y la más poblada de España.
La ciudad de Santa Cruz de Tenerife es la capital de la isla y de la provincia homónima.
La isla posee lugares catalogados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, como el parque nacional del Teide y el Macizo de Anaga.
Tenerife es conocida por su Carnaval, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional.
La isla posee una variada arquitectura, destacando la colonial y la contemporánea, como el moderno edificio del Auditorio de Tenerife.
Tenerife es el principal destino turístico del archipiélago canario y uno de los más importantes de España y del mundo.
El nombre Tenerife proviene de los términos tener (nieve) y fe (monte), haciendo referencia al pico del Teide.
Tenerife es una isla de origen volcánico, cuya formación comenzó hace unos 20-50 millones de años.
La isla es la más alta de España y la décima isla más alta del mundo, con el pico del Teide como su punto más elevado.
Tenerife tiene una superficie de 2034,38 km y la que más longitud de costas tiene con 342 kilómetros.
La isla está situada entre los paralelos 28º y 29º N y los meridianos 16.º y 17.º O, y se encuentra a algo más de 300 km del continente africano.La geografía de Tenerife: orografía, paisaje, flora y fauna
Tenerife es una isla con una orografía abrupta y una gran variedad de climas, lo que da lugar a múltiples paisajes y formas.
El edificio central de la isla es una semicaldera de 130 km², conformada por el complejo Teide-Pico Viejo y el circo de Las Cañadas.
El Teide, con 3718 metros de altura, es el punto más elevado de la isla, del territorio español y de todas las tierras emergidas del Atlántico.
El macizo de Anaga, en el extremo nororiental de la isla, posee un perfil topográfico irregular y escabroso, con numerosos roques y barrancos.
El macizo de Teno, en el extremo noroccidental, se caracteriza por sus estructuras desmanteladas y los acantilados de Los Gigantes.
El macizo de Adeje, en el extremo meridional, tiene como mayor exponente al Roque del Conde, con 1001 metros de altitud.
Tenerife está surcada por gran cantidad de barrancos, originados por la erosión ejercida por la escorrentía superficial a lo largo de la historia.
Las costas son, por lo general, accidentadas y abruptas, aunque lo son más en la zona norte que en la sur.
Tenerife cuenta con una gran diversidad ecológica debido a sus condiciones ambientales especiales, lo que se manifiesta en una flora rica y variada.
La isla concentra unas 140 especies exclusivas, mostrando la mayor relación de endemismos florísticos de la denominada Macaronesia.
La fauna de Tenerife incluye especies endémicas como el lagarto gigante de Tenerife y el pinzón azul de Tenerife.
La isla también cuenta con numerosos tubos volcánicos, siendo la cueva del Viento el más grande de Europa y uno de los más grandes del mundo.La fauna, flora, clima y espacios naturales de Tenerife
Tenerife cuenta con una gran diversidad de suelos y hábitats que albergan numerosas comunidades de plantas y animales.
La flora y fauna de Tenerife se clasifican según los diferentes pisos ecológicos en los que se divide el terreno de la isla.
Tenerife posee un inventario faunístico que asciende a 56 especies de aves, 13 de mamíferos terrestres, 5 de reptiles, varios miles de invertebrados, 2 de anfibios y 400 de peces.
Antes de la llegada de los aborígenes, las islas Canarias, y en especial la de Tenerife, estaban habitadas por animales endémicos prehistóricos extintos en la actualidad en su mayoría.
Prácticamente la mitad de la isla (48,6 %), se encuentra bajo las diferentes fórmulas de protección que atribuyen la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.
Tenerife cuenta con 43 espacios naturales protegidos, siendo la isla que mayor número de espacios posee.
La Red contempla hasta ocho categorías de protección distintas, todas ellas representadas en la isla.
El clima de Tenerife es moderado, templado y muy suave en cualquier estación del año, gracias a los vientos alisios, la corriente marina fría de Canarias y la propia orografía tinerfeña.
El norte y el sur de Tenerife poseen diferentes características climáticas, siendo el norte más húmedo y fresco, mientras que el sur es más seco y cálido.
La mayor parte del agua en Tenerife procede de pozos y galerías debido a las condiciones geológicas de la isla.
La compleja formación y evolución geológica de Tenerife, en conjunción con las distintas características orográficas y bioclimáticas, ofrecen una amplia gama de suelos.
Los guanches poblaron Tenerife durante casi 2000 años y trataron de adaptarse a sus particularidades medioambientales hasta que en 1496 fueron sometidos por las tropas españolas.Historia de Tenerife: la sociedad guanche, la conquista y el comercio americano
La sociedad guanche de Tenerife era politeísta con un culto astral y una religiosidad animista.
Los principales dioses guanches eran Achamán, Chaxiraxi, Magec y Guayota, y practicaban el culto a los muertos.
La sociedad guanche estaba dividida en estratos definidos por la riqueza en cabezas de ganado, con nobleza y pueblo.
La isla se dividía en territorios cuyo rey era el mencey, y antes de la conquista, existía un mencey llamado Tinerfe el Grande.
La isla cuenta con varias zonas arqueológicas de la época guanche, como la Cueva de los Guanches, las Cuevas de Don Gaspar y la Estación solar de Masca.
Tenerife fue la última isla de Canarias en ser conquistada por las tropas castellanas en 1496, aunque los intentos de anexión se remontan a 1464.
Los menceyes de Tenerife tomaron distintas posturas en el momento de la conquista, constituyéndose el bando de paz y el bando de guerra.
Las tropas castellanas sufrieron una derrota a manos de los guanches en la Primera Batalla de Acentejo en 1494.
Los guanches, superados por la tecnología y por las nuevas enfermedades a las cuales no eran inmunes, cayeron frente a las tropas de la Corona de Castilla en la batalla de Aguere y en la segunda batalla de Acentejo.
Muchos de los aborígenes fueron esclavizados, mientras que buena parte de la población indígena sucumbió a enfermedades importadas.
Tras la conquista, se produjo una repoblación y colonización paulatina de la isla con la llegada de inmigrantes provenientes de diversos territorios pertenecientes al incipiente Imperio Español.
Durante el siglo XVIII, se desarrolló en Canarias el llamado "comercio canario-americano", regulado por una Real Cédula de 1697, que concedía el comercio canario con América por espacio de ocho años y lo limitaba a 1000 toneladas.