Derecho Europeo y Ciudadanía de la UE

La Unión Europea está basada en valores fundamentales que incluyen el respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el estado de derecho y los derechos humanos.

La prohibición de la discriminación por razón de sexo, raza, color, origen étnico o social, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones políticas, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual.

La UE se basa en el principio de igualdad entre mujeres y hombres, como parte fundamental de sus valores fundamentales.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea establece un catálogo de derechos básicos que protegen a los ciudadanos de la Unión Europea.

La Directiva 2004/38 CE permite que los ciudadanos de la UE y sus familiares se desplacen y residan libremente en el territorio de los Estados miembros.

Los ciudadanos de la UE tienen derecho a entrar y salir libremente de cualquier Estado miembro con un documento de identidad o pasaporte válido.

Los ciudadanos de la UE pueden residir en cualquier Estado miembro por un período de hasta tres meses solo con un documento de identidad o pasaporte válido.

Los ciudadanos de la UE y sus familias tienen derecho a residir en cualquier Estado miembro, siempre que cumplan ciertos requisitos, como tener empleo o recursos financieros suficientes.

La Directiva 2004/38 expandió el concepto de miembro de familia para incluir a la pareja registrada, si la legislación del país de acogida la reconoce como equivalente al matrimonio.

Los miembros de la familia de un trabajador tienen derecho a vivir en el mismo país que él, sin importar su nacionalidad.

El artículo 45.4 del Tratado de Funcionamiento de la UE establece excepciones para la libre circulación en la UE.

Los nuevos países miembros de la UE pueden tener un período transitorio para aplicar las reglas de libre circulación.

El Brexit puso fin a la libre circulación de personas entre el Reino Unido y la UE.

La Unión Europea lucha contra la discriminación por razón de sexo, raza, religión, discapacidad, edad u orientación sexual.

El artículo 18 del Tratado de Funcionamiento de la UE prohíbe la discriminación por razón de la nacionalidad.

La UE puede tomar medidas para luchar contra la discriminación, incluyendo la creación de principios básicos para que los países miembros actúen.

Los ciudadanos de la Unión Europea tienen derecho a vivir y trabajar en cualquier país de la Unión Europea.

Un ciudadano de la UE debe registrarse con las autoridades locales si planea vivir en otro país de la UE por más de tres meses.

Los miembros de la familia de un ciudadano de la UE que no sean ciudadanos de la UE, necesitan una tarjeta de residencia para vivir en otro país de la UE.

Los ciudadanos de la UE tienen derecho a ser tratados de manera igualitaria en el país de acogida, como los ciudadanos de ese país.

Un ciudadano de la UE puede perder su derecho a permanecer en un país de la UE si amenaza la seguridad o el bienestar de esa sociedad.

Las enfermedades que justifican la limitación de la libertad de circulación de un individuo son enfermedades con potencial epidémico.

Para obtener el derecho de residencia a largo plazo, un ciudadano de la UE debe haber vivido en ese país de forma legal por cinco años.

Las personas que se trasladan a otro país de la UE sin trabajar, deben demostrar tener suficientes recursos financieros para vivir sin depender del sistema de asistencia social del país de acogida, y tener un seguro médico.

La ciudadanía de la Unión Europea se obtiene por tener la nacionalidad de un país miembro de la UE. No sustituye a la nacionalidad nacional, sino que se suma a ella.

Los ciudadanos de la UE tienen derechos y obligaciones según los tratados. Entre los derechos, destacan la libertad de circulación y residencia, el voto en elecciones europeas y municipales, la protección consular en el extranjero y la posibilidad de dirigirse a las instituciones de la UE.

Los ciudadanos de la Unión Europea tienen derecho a moverse libremente dentro de los países de la UE, con ciertas restricciones y requisitos establecidos por los tratados y leyes.

Los ciudadanos de la UE pueden votar en las elecciones al Parlamento Europeo y a nivel municipal en el país donde residen. Tienen los mismos derechos que los ciudadanos nacionales.

Si te encuentras en un país que no es miembro de la UE y necesitas ayuda consular, las autoridades de cualquier país de la UE te pueden asistir del mismo modo que a sus nacionales.

Los ciudadanos de la UE pueden enviar peticiones al Parlamento Europeo, dirigirse al Defensor del Pueblo Europeo o a otras instituciones de la UE, utilizando cualquier idioma oficial de la UE.

Los ciudadanos de la Unión Europea que residen en un Estado miembro del que no son nacionales tienen derecho a votar y ser candidatos en las elecciones municipales en ese estado miembro, en las mismas condiciones que los ciudadanos de ese estado.

Los ciudadanos de la Unión Europea que residen en un Estado miembro del que no son nacionales también tienen derecho a votar y ser candidatos en las elecciones al Parlamento Europeo en ese estado miembro.

Un ciudadano de la Unión Europea puede solicitar protección a las autoridades diplomáticas y consulares de cualquier Estado miembro en un país tercero donde el estado miembro del ciudadano no esté representado.

El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE elaboran las normas que regulan la presentación de una iniciativa ciudadana, que permite a los ciudadanos de la UE proponer nuevas leyes para la UE.

El Consejo, bajo un procedimiento específico, puede establecer excepciones a los derechos electorales de los ciudadanos de la UE que residen en otro Estado miembro, lo que podría aplicar en escenarios donde existen problemas específicos en un Estado miembro.

Las modalidades que el Consejo, con el acuerdo del Parlamento Europeo, adopta para regular los derechos electorales de los ciudadanos de la UE en otro Estado miembro pueden establecer excepciones a este derecho.

La protección consular que ofrece un Estado miembro a los ciudadanos de la UE en un país tercero es la misma que se ofrece a los ciudadanos de ese estado miembro.

El número mínimo de Estados miembros de procedencia de los ciudadanos que presentan una iniciativa ciudadana es uno de los detalles que se establece en las normas relativas al proceso.

La Unión Europea (UE) se basa en la democracia representativa, donde los ciudadanos cuentan con representación directa a través del Parlamento Europeo y los Estados miembro, representados por sus jefes de Estado o de Gobierno en el Consejo Europeo y por sus gobiernos en el Consejo, con responsabilidad democrática ante sus parlamentos nacionales o ciudadanos.

Los ciudadanos de la UE tienen derecho a participar en la vida democrática de la Unión, incluyendo la posibilidad de expresar sus opiniones y contribuir a las decisiones que afectan sus vidas.

Los partidos políticos a escala europea desempeñan un papel vital en la formación de la conciencia política europea y en la expresión de la voluntad de los ciudadanos de la Unión.

La Unión Europea promueve la igualdad de trato para todos sus ciudadanos, sin importar su nacionalidad, asegurando que todos reciban la misma atención de sus instituciones.

La ciudadanía de la Unión se adquiere al tener la nacionalidad de un Estado miembro y se suma a la ciudadanía nacional sin reemplazarla, ofreciendo a los ciudadanos adicionales derechos y oportunidades.

Toda persona que posea la nacionalidad de un Estado miembro es considerada ciudadana de la Unión Europea.

La Comisión Europea es responsable de informar periódicamente al Parlamento Europeo, el Consejo y el Comité Económico y Social sobre la aplicación de las disposiciones de la Unión Europea.

El Consejo, con el voto unánime de los Estados miembro, puede adoptar medidas para complementar los derechos de los ciudadanos de la Unión, siempre y cuando estas medidas sean aprobadas por el Parlamento Europeo y por los Estados miembros de acuerdo con sus propias normas constitucionales.