Derecho Civil: Matrimonio y Herencias

El albacea es la persona designada por el testador para que administre y ejecute su testamento. Es decir, se encarga de cumplir con las disposiciones del testamento una vez que fallece el testador.

La preterición se da cuando en un testamento se omite a uno o más herederos forzosos, es decir, a los hijos, descendientes, cónyuge o ascendientes. En este caso, el testamento se considera nulo en la parte que afecta a estos herederos.

La aceptación tácita se produce cuando el heredero realiza acciones que suponen la voluntad de aceptar la herencia, sin declararlo explícitamente. Por ejemplo, si el heredero se adueña de bienes de la herencia o actúa como si fuera el dueño.

El heredero es el responsable de pagar el legado con hipoteca. Esto significa que el heredero debe pagar la deuda a la hipoteca para poder recibir el legado.

La preterición de un hijo heredero forzoso produce la anulación de todas las disposiciones del testamento que perjudiquen a la legítima del hijo. Es decir, todo lo que se le intenta quitar al heredero para beneficiar a otros, se considera nulo.

Una enfermedad no afecta la validez del matrimonio si ambos contraentes la conocen en el momento de la celebración del mismo. En este caso, al contraer matrimonio, el cónyuge sabía de la enfermedad del otro y aún así decidió casarse.

El testamento cerrado debe ser custodiado por el notario que lo autorizó en su archivo. Es decir, el testamento queda a cargo del notario hasta que sea necesario.

En caso de divorcio, los bienes adquiridos durante el matrimonio se dividen en partes iguales entre los cónyuges. Si uno de los cónyuges adquirió un bien con una indemnización por accidente laboral, éste se considera un bien personal, por lo que no se divide en el divorcio.

Ana tiene derecho a la mitad de la finca porque la indemnización es ganancial, y lo adquirido con fondos gananciales es también ganancial.

El trabajo doméstico realizado por María durante el matrimonio se considera trabajo para la casa, y tiene derecho a ser compensada, independientemente del régimen económico del matrimonio.

Si una persona fallece sin hijos y sin haber otorgado testamento, la herencia se distribuye según el orden de proximidad familiar.

La sobrina segunda de María, Carmen, es la familiar más cercana a ella y heredará su herencia completa.

Si ambos cónyuges tienen la misma vecindad civil y no han pactado un régimen económico específico, se aplica el régimen de separación de bienes por defecto.

La participación en gananciales se refiere al derecho de cada cónyuge a una parte de los bienes gananciales adquiridos durante el matrimonio, según el régimen económico establecido.

La compra de un bien con fondos privativos no lo convierte automáticamente en un bien privativo. Si se adquiere a título oneroso durante el matrimonio, es considerado un bien ganancial.

El régimen de participación en gananciales implica que ambos cónyuges se reparten los bienes gananciales adquiridos durante el matrimonio.

En el rŽgimen de gananciales, la bici adquirida durante el matrimonio se considera un bien ganancial, perteneciente a la sociedad conyugal. Ambos c—nyuges comparten la propiedad de forma igualitaria.

Las medidas provisionales se pueden solicitar antes de la demanda de nulidad, separaci—n o divorcio para regular aspectos como la pensión alimenticia o la custodia de los hijos.

En la sucesi—n intestada, si no hay hijos ni descendientes, el c—nyuge puede heredar aunque haya ascendientes en línea recta.

Los bienes adquiridos conjuntamente por los c—nyuges bajo el régimen de participación pertenecen a ambos en régimen de pro indiviso, pero cada uno puede tener una cuota diferente.

En un testamento abierto con legado y hipoteca, el pago de la hipoteca corresponde al legatario, en este caso, Marcos. Éste deberá pagar la deuda para adquirir la vivienda heredada.

Si Juan vende el piso que heredó de su abuelo antes del matrimonio, el dinero obtenido por la venta se considera un bien privativo de Juan, ya que no se adquirió durante el matrimonio.

Si una persona fallece y en su testamento se omite a uno o más herederos forzosos, es decir, sus hijos, descendientes, cónyuge o ascendientes, el testamento se considera nulo en la parte que les afecta.

Este régimen matrimonial se caracteriza por la separación de los patrimonios de ambos cónyuges. Esto significa que cada uno conserva la propiedad y administración de sus propios bienes, y las deudas contraídas por uno no se pueden reclamar al otro.

Cuando una persona fallece sin haber dejado testamento, la ley determina cómo se deben repartir sus bienes entre sus herederos.

Los bienes que se obtienen durante el matrimonio, con los esfuerzos comunes de ambos cónyuges, se consideran gananciales y se reparten en partes iguales en caso de separación o fallecimiento.

Estos son los hijos nacidos fuera del matrimonio. Desde la reforma legal del 2005, tienen los mismos derechos sucesorios que los hijos nacidos dentro del matrimonio, incluyendo la legítima.

El testamento es un documento legal en el que una persona, llamada testador, decide cómo se repartirán sus bienes después de su muerte.

El ajuar doméstico es el conjunto de bienes que se utilizan para el uso y disfrute de un hogar. Generalmente incluye muebles, electrodomésticos, vajilla, ropa de cama, entre otros.

La legítima es la parte de la herencia que corresponde a los herederos forzosos, como los hijos. Está protegida por la ley y no se puede reducir ni eliminar en un testamento.

Si están casados, pueden otorgar testamento mancomunadamente. Si son pareja de hecho, también pueden hacerlo.

Las hijas heredan, pero si fallecen antes que su madre, sus hijos heredan en su lugar.

Se mejora a alguien con un bien, pero se añade la condición de que este bien debe ser administrado por otra persona hasta que el heredero cumpla ciertas condiciones.

La responsabilidad por el accidente se reparte entre el patrimonio de la persona que conducía y la empresa, siendo la empresa del esposo la responsable.

Cuando un matrimonio se disuelve, los bienes gananciales se dividen de forma equitativa entre los cónyuges.

La herencia se divide entre los herederos forzosos (hijos, cónyuge y ascendientes) en las proporciones que establece la ley.

El trabajo del hogar realizado por uno de los cónyuges durante el matrimonio tiene valor económico.

La pensión compensatoria se mantiene incluso si Isabel tiene una pareja estable, siempre y cuando no la registre legalmente.

La herencia se transfiere a los herederos del fallecido, quienes tienen los mismos derechos que él tenía.

Solo el cónyuge afectado por el error, la coacción o el miedo grave puede solicitar la nulidad del matrimonio.

La pareja no se divide el patrimonio como un matrimonio, ya que no son considerados como tal.

La herencia se entiende aceptada a beneficio de inventario, lo que significa que los herederos responden por las deudas de la herencia solo hasta el límite de los bienes heredados.

El cierre del negocio por parte de Óscar no afecta la validez de la donación, que sigue en vigor.

El matrimonio se considera válido incluso si se oculta una enfermedad, siempre y cuando ambos contraentes la conozcan al momento de la celebración.

Ana y Beatriz deben dividir el patrimonio según las normas de la participación en gananciales, ya que no son matrimonio.