Quiz de conocimientos sobre la fe cristiana

La piedra desechada que se convirtió en la cabeza del ángulo

La incredulidad es considerada como desobediencia hacia Dios.
La fe es un deber natural de cada individuo.
La incredulidad contiene los embriones de todos los pecados posibles.
La oposición de la humanidad no disminuye la gloria que Dios ha puesto en Jesucristo.
La piedra que los edificadores rechazaron se convirtió en la cabeza del ángulo.
La oposición de los judíos no derrotó la causa de Cristo.
La filosofía no pudo detener el avance del Evangelio.
La oposición del poder secular no erradicó la fe de Jesús.
La persecución aumentó la propagación del Evangelio.
La iglesia ha sido atacada de varias maneras a lo largo de la historia.
El Vicario de Cristo en Roma no será constituido en la cabeza del ángulo.
El Evangelio de Jesucristo y Él mismo como Salvador serán erigidos como una roca que desafía a las olas.No tropieces con el Evangelio
El autor habla sobre la Reforma y la liberación de las naciones de la dominación sacerdotal.
Se aproximan días más brillantes y mayores avivamientos.
Hay una oposición que se prepara dentro de la iglesia de Dios.
La credofobia está enloqueciendo a muchos.
No hay otra base verdadera de paz para la conciencia aparte de la deidad de Cristo.
La doctrina de la sustitución o representación comienza en la fuente de la historia humana y corre a lo largo de su trayecto completo.
Algunos tropiezan con las enseñanzas de Cristo porque son demasiado santas o severas.
El Evangelio es acorde con la santidad y es un Evangelio de verdadera bienaventuranza.
Los creyentes ciertamente son salvos y pueden saber que lo son.
No hay misterio en el Evangelio que no pueda ser comprendido por aquellos que son enseñables como un niño.
No se debe juzgar a un Señor por sus siervos.
El seguimiento del Evangelio puede ser considerado como fuera de moda, pero sólo aquellos que no son hombres se preocupan por este detalle.La inutilidad de oponerse a Cristo
El autor cuestiona el valor que se le da a los ricos y poderosos en la sociedad.
Señala que, aunque hay excepciones, en general los líderes no son mejores de lo que deberían ser.
El autor defiende a los siervos de Cristo y cuestiona a quienes los desprecian por su baja posición social.
Asegura que la oposición a Jesús no le hace daño a él, sino a los oponentes.
El autor compara a los oponentes de Cristo con un becerro que patea contra una aguijada.
Explica que la resistencia paciente de los cristianos puede destruir al perseguidor.
El autor destaca que oponerse a Jesús puede generar conflictos internos en los oponentes.
Narra el caso de un enemigo delirante de Cristo que, a pesar de sus esfuerzos, toda su familia se convirtió al cristianismo.
Señala que algunos informadores en contra de los puritanos o los cuáqueros se arrepentían en sus últimos momentos.
El autor asegura que oponerse a la simiente real del cielo no sirve de nada y asegura la ruina de quienes lo hacen.
Cuenta la historia de un viejo capitán que se negaba a creer en un banco de arena en el Mar Mediterráneo.
El autor concluye que oponerse a Cristo es inútil y puede ser perjudicial para los oponentes.La roca de la incredulidad
El autor narra la historia de un barco que se hundió debido a la obstinación del capitán.
El capitán no creía que hubiera una roca en su camino y se negó a cambiar de rumbo.
El barco se hundió, excepto el capitán que se encontraba en estado de desesperación.
El autor utiliza esta historia para hablar sobre la incredulidad.
Muchas personas se niegan a creer en la salvación a través de Jesucristo.
El autor advierte que esta actitud puede llevar al eterno naufragio.
El autor pide a Dios que cada uno se postre delante de Cristo y lo acepte como rey.
Jesucristo vendrá pronto para ser nuestro juez.
El autor exhorta a adorar a Cristo como nuestro Mediador.
Se invita a mirar las heridas y la sangre expiatoria de Cristo para encontrar la salvación.
El autor describe el día del juicio final cuando los muertos resucitarán y se dictará la sentencia de la ira eterna.
El autor concluye pidiendo a Dios que nos salve a todos por causa de Jesús.

La piedra desechada que se convirtió en la cabeza del ángulo

La incredulidad es considerada como desobediencia hacia Dios.
La fe es un deber natural de cada individuo.
La incredulidad contiene los embriones de todos los pecados posibles.
La oposición de la humanidad no disminuye la gloria que Dios ha puesto en Jesucristo.
La piedra que los edificadores rechazaron se convirtió en la cabeza del ángulo.
La oposición de los judíos no derrotó la causa de Cristo.
La filosofía no pudo detener el avance del Evangelio.
La oposición del poder secular no erradicó la fe de Jesús.
La persecución aumentó la propagación del Evangelio.
La iglesia ha sido atacada de varias maneras a lo largo de la historia.
El Vicario de Cristo en Roma no será constituido en la cabeza del ángulo.
El Evangelio de Jesucristo y Él mismo como Salvador serán erigidos como una roca que desafía a las olas.No tropieces con el Evangelio
El autor habla sobre la Reforma y la liberación de las naciones de la dominación sacerdotal.
Se aproximan días más brillantes y mayores avivamientos.
Hay una oposición que se prepara dentro de la iglesia de Dios.
La credofobia está enloqueciendo a muchos.
No hay otra base verdadera de paz para la conciencia aparte de la deidad de Cristo.
La doctrina de la sustitución o representación comienza en la fuente de la historia humana y corre a lo largo de su trayecto completo.
Algunos tropiezan con las enseñanzas de Cristo porque son demasiado santas o severas.
El Evangelio es acorde con la santidad y es un Evangelio de verdadera bienaventuranza.
Los creyentes ciertamente son salvos y pueden saber que lo son.
No hay misterio en el Evangelio que no pueda ser comprendido por aquellos que son enseñables como un niño.
No se debe juzgar a un Señor por sus siervos.
El seguimiento del Evangelio puede ser considerado como fuera de moda, pero sólo aquellos que no son hombres se preocupan por este detalle.La inutilidad de oponerse a Cristo
El autor cuestiona el valor que se le da a los ricos y poderosos en la sociedad.
Señala que, aunque hay excepciones, en general los líderes no son mejores de lo que deberían ser.
El autor defiende a los siervos de Cristo y cuestiona a quienes los desprecian por su baja posición social.
Asegura que la oposición a Jesús no le hace daño a él, sino a los oponentes.
El autor compara a los oponentes de Cristo con un becerro que patea contra una aguijada.
Explica que la resistencia paciente de los cristianos puede destruir al perseguidor.
El autor destaca que oponerse a Jesús puede generar conflictos internos en los oponentes.
Narra el caso de un enemigo delirante de Cristo que, a pesar de sus esfuerzos, toda su familia se convirtió al cristianismo.
Señala que algunos informadores en contra de los puritanos o los cuáqueros se arrepentían en sus últimos momentos.
El autor asegura que oponerse a la simiente real del cielo no sirve de nada y asegura la ruina de quienes lo hacen.
Cuenta la historia de un viejo capitán que se negaba a creer en un banco de arena en el Mar Mediterráneo.
El autor concluye que oponerse a Cristo es inútil y puede ser perjudicial para los oponentes.La roca de la incredulidad
El autor narra la historia de un barco que se hundió debido a la obstinación del capitán.
El capitán no creía que hubiera una roca en su camino y se negó a cambiar de rumbo.
El barco se hundió, excepto el capitán que se encontraba en estado de desesperación.
El autor utiliza esta historia para hablar sobre la incredulidad.
Muchas personas se niegan a creer en la salvación a través de Jesucristo.
El autor advierte que esta actitud puede llevar al eterno naufragio.
El autor pide a Dios que cada uno se postre delante de Cristo y lo acepte como rey.
Jesucristo vendrá pronto para ser nuestro juez.
El autor exhorta a adorar a Cristo como nuestro Mediador.
Se invita a mirar las heridas y la sangre expiatoria de Cristo para encontrar la salvación.
El autor describe el día del juicio final cuando los muertos resucitarán y se dictará la sentencia de la ira eterna.
El autor concluye pidiendo a Dios que nos salve a todos por causa de Jesús.