Contexto Medieval: Alta y Baja Edad Media

Período extenso de la historia europea que abarca desde la caída del Imperio Romano de Occidente (siglo V) hasta la conquista de Constantinopla por los turcos (siglo XV).

Período inicial de la Edad Media (siglo V al X) caracterizado por el retroceso económico, social y cultural tras la caída del Imperio Romano de Occidente.

Período final de la Edad Media (siglo X al XV) caracterizado por un acelerado ritmo de cambios en Europa.

Sistema social y económico predominante en la Alta Edad Media, donde los campesinos obtenían protección de un señor a cambio de su trabajo.

Movimiento filosófico que floreció en las escuelas y monasterios a partir del siglo XI, basado en el estudio de las artes liberales.

Conjunto de disciplinas que se enseñaban en las escuelas medievales: gramática, retórica, dialéctica (Trivium) y matemáticas, astronomía, música (Quadrivium).

Movimiento intelectual y cultural que floreció durante el reinado de Carlomagno (siglo VIII), con el objetivo de revitalizar la cultura clásica.

Método de estudio predominante en la Escolástica, que utiliza la lógica y la razón para analizar y comprender las verdades de la fe cristiana.

Método utilizado por los escolásticos para estudiar las artes que implicaba la lectura y el comentario de textos, la formulación y debate de tesis, y la discusión argumentada de cuestiones.

Interés principal de los escolásticos, en particular por su interpretación cristiana.

Problema central en la filosofía escolástica, que se refiere a la naturaleza de los conceptos generales y su relación con la realidad.

Teoría que sostiene que los universales existen independientemente de las cosas particulares, en un mundo separado de las Ideas o Formas.

Teoría que afirma que los universales existen en la realidad, dentro de las cosas particulares, constituyendo su esencia.

Teoría que sostiene que los universales son solo palabras o conceptos que nos permiten referirnos a las cosas, sin correspondencia con una realidad exterior.

Argumento filosófico que intenta demostrar la existencia de Dios a partir de la idea de Dios como el ser más grande que podemos pensar.

Experiencia de unión con Dios y la totalidad cósmica que trasciende el yo personal.

Notable figura de la mística medieval, conocida por sus visiones, escritos, composiciones musicales y estudios científicos.

Experiencias místicas descritas por Hildegarda, provocadas por una luz de fuego que invadía su cuerpo.

Concepción de Dios como fuente de vitalidad y potencia creadora, expresada en la

Influencia de los filósofos árabes en el pensamiento cristiano medieval, quienes redescubrieron y estudiaron las obras de Aristóteles.

Pensadores cristianos medievales, influidos por el platonismo y Agustín de Hipona, antes del redescubrimiento de Aristóteles.

Expansión del Islam en Oriente Medio, que llevó al contacto con las obras de la escuela aristotélica y su posterior redescubrimiento.

El proceso de integrar ideas de diferentes culturas. En este caso, la integración de la filosofía griega con la doctrina islámica.

Al Kindi, un filósofo árabe, fue el primero en introducir el pensamiento aristotélico en el mundo islámico. Tradujo las obras de Aristóteles al árabe durante el siglo IX.

El saber filosófico se adquiere a través de largas investigaciones y estudios, mientras que el conocimiento de los profetas se obtiene directamente de Dios mediante la revelación.

Al Farabi, un místico sufí del siglo X, intentó armonizar las ideas de Aristóteles con la fe islámica, buscando unificar la razón y la fe.

El sufismo es una rama mística del Islam que enfatiza la renuncia a los bienes materiales y la búsqueda de la unión con Dios a través de la meditación y la oración.

Avicena, un filósofo y médico persa del siglo XI, destacó la diferencia entre la esencia y la existencia. La esencia es lo que define a una cosa, mientras que la existencia es la realidad de esa cosa.

Dios es la fuente de la esencia y la existencia. Dios compone la esencia y la existencia de las criaturas.

Dios es necesario, es decir, no puede no existir. Las criaturas son contingentes, es decir, podrían no haber existido, pero si existen es debido a la creación divina.

Averroes, un filósofo andalusí del siglo XII, fue un destacado estudioso y comentarista de la obra de Aristóteles.

Averroes defendía la razón como herramienta para buscar la verdad. Creía que la filosofía no contradecía la fe, ya que ambas buscan la verdad.

La teoría de la doble verdad establece que una verdad filosófica puede ser diferente de una verdad religiosa, pero ambas son válidas en sus respectivos ámbitos.

Avicebrón, un filósofo judío del siglo XII, afirmaba que Dios es la fuente de todo ser y que todo es parte de Dios (pan-teísmo).

Maimónides, un filósofo judío del siglo XII, creía que la fe y la razón no son contradictorias, sino que ambas apuntan a la misma verdad. Propuso una interpretación alegórica de las Escrituras para conciliar la religión y la filosofía.

El pensamiento aristotélico tuvo un gran impacto en la filosofía cristiana a partir del siglo XIII. El redescubrimiento del aristotelismo abrió nuevas perspectivas y debates dentro de la Iglesia.

Principio de simplicidad que establece que, al explicar un fenómeno, no se deben multiplicar las entidades sin necesidad.

Creencia de que la razón humana no puede comprender completamente la naturaleza divina.

Pensamiento de Guillermo de Ockham que se centra en la intuición sensible y la experiencia como fuente de conocimiento.

Afirmación de que la fe y la razón son dos ámbitos completamente distintos, sin relación entre sí.

La creencia de que las acciones buenas son buenas porque Dios ha decidido que así lo sean, no por su naturaleza propia.

Idea de que la voluntad de Dios es totalmente libre y no está limitada por reglas o principios preestablecidos.

Revisión crítica de los postulados de la Escolástica tomista, especialmente sobre la naturaleza de Dios y la racionalidad.

Afirmación de que Dios no se ajusta a ningún orden racional preestablecido, y la realidad es como Dios quiere que sea.

Afirmación de que la razón humana es insuficiente para comprender la realidad y la experiencia es la única fuente de conocimiento.

Uso sistemático de la navaja de Ockham, un principio de simplicidad para explicar la realidad.

Guillermo de Ockham, filósofo y teólogo del siglo XIV, conocido por su principio de simplicidad y su crítica a la Escolástica.

El conocimiento se basa en la intuición sensible, lo que nos permite entrar en contacto directo con la realidad.

En la filosofía de Tomás de Aquino, la esencia de una cosa es lo que la hace ser lo que es, respondiendo a la pregunta "¿qué es?", mientras que la existencia es el hecho de que esa cosa esté presente en la realidad, respondiendo a "¿existe?".

Tomás de Aquino creía que la esencia está asociada a la potencia de ser, porque algunas cosas con esencia no existen en la realidad. La existencia es el acto de ser, la actualización de esa potencia.

Tomás de Aquino sostenía que Dios es el único ser que no es compuesto, donde la esencia y la existencia son la misma cosa. Él es un ser necesario, su existencia es inevitable.

Las criaturas son seres contingentes porque su existencia depende de Dios. Su esencia no implica necesariamente su existencia.

Tomás de Aquino, inspirado por Aristóteles, creía que la realidad se compone de individuos particulares que percibimos con nuestros sentidos. A partir de ellos, nuestra mente forma conceptos universales.

Según Tomás, nuestra mente tiene un entendimiento agente que abstrae lo universal de lo particular, permitiendo el conocimiento científico.

La idea de que el universo está regido por una ley eterna establecida por Dios, que guía cada criatura hacia su fin, llamada ley natural.

Tomás de Aquino creía que la felicidad suprema del ser humano reside en la unión con Dios, pero mientras estamos en esta vida, podemos encontrar felicidad siguiendo las tendencias naturales.

La ley natural, según Tomás de Aquino, es un conjunto de tendencias naturales que Dios puso en el ser humano. Estas tendencias orientan nuestro comportamiento hacia la felicidad.

Actuando contra las tendencias naturales, el ser humano comete un pecado contra natura, lo que implica ignorar su propia naturaleza.

La virtud, según Tomás de Aquino, es un hábito que se adquiere a través de la repetición de actos que nos inclinan a elegir el término medio entre dos extremos.

Para Tomás de Aquino, el Estado tiene como propósito el bien común y debe satisfacer las necesidades de todas las personas.

Tomás de Aquino sostenía que las mejores formas de gobierno son aquellas que buscan el bien común, como la monarquía, la aristocracia y la democracia. Los regímenes injustos son aquellos que priorizan el bien particular.

Tomás de Aquino reconoce el papel fundamental de la Iglesia en la vida espiritual de los seres humanos, considerando que tiene una misión superior al Estado.

La ley positiva, para Tomás de Aquino, es la ley hecha por los seres humanos y debe tener como fundamento la ley natural, que siempre está por encima de ella.

Tomás de Aquino, el principal representante de la escolástica medieval, intenta conciliar la filosofía de Aristóteles con el cristianismo.

Para Tomás, la fe y la razón no son sistemas separados, sino dos maneras de acceder a la verdad divina, que es única. La razón se basa en la observación y la experiencia para comprender el mundo natural, mientras que la fe se centra en la revelación divina.

Tomás de Aquino argumenta que la existencia de Dios puede ser probada a través de la razón, partiendo de la observación del mundo natural. Él presenta cinco vías, llamadas 'pruebas a posteriori', para demostrar la existencia de Dios.

Las pruebas a posteriori de Tomás de Aquino buscan establecer la existencia de Dios a partir de la experiencia y la observación del mundo natural. Estas pruebas, llamadas 'cinco vías', parten de la observación de la naturaleza y se basan en el principio de causalidad.

La tercera vía de Tomás de Aquino para probar la existencia de Dios se basa en la naturaleza contingente de los seres. Afirma que la existencia de seres que podrían no existir implica la existencia de un Ser necesario que no depende de nada para existir. Este Ser necesario es Dios.

Aunque Dios existe, nuestra limitada inteligencia no puede comprender completamente su esencia. Tomás propone dos vías para comprender lo divino: la negativa, que se centra en lo que Dios no es, y la positiva, que intenta describirlo utilizando analogías con la experiencia humana.

La vía negativa para comprender a Dios se centra en lo que Dios no es, enfatizando su infinitud, inmortalidad, inmaterialidad y simplicidad. Es decir, Dios no tiene límites, no es mortal, no es material y es una unidad indivisible.

Tomás utiliza la vía positiva para aproximarse al conocimiento de Dios. Esta vía emplea analogías tomando como referencia la experiencia humana (bondad, sabiduría, poder) para hablar de Dios. Aunque reconoce que la perfección divina es infinitamente superior a las nuestras, nos sirve para comprender algunos aspectos de su naturaleza.

Tomás de Aquino cree que Dios creó el mundo desde la eternidad. Dentro de la creación existen diferentes niveles de perfección, con los ángeles como seres inmateriales y los humanos como criaturas con alma inmortal. El orden de la creación se extiende a los animales, las plantas y los objetos inanimados.

Tomás de Aquino afirma que Dios creó el mundo y que dentro de él existe una jerarquía de perfección entre diferentes criaturas. Los ángeles, seres inmateriales, ocupan el lugar más alto, mientras que los humanos, con almas inmortales, están en un lugar privilegiado. Los animales, las plantas y los objetos inanimados completan el orden de la creación.

Para Tomás de Aquino, existen dos aspectos esenciales que se distinguen en todos los seres: su esencia, que es lo que define qué es esa cosa o persona, y su existencia, que es el hecho de que esa cosa o persona exista. Dios, al contrario que el hombre, no tiene existencia independiente de su esencia.

La 'suma teológica' de Tomás de Aquino es una obra monumental que recopila y organiza su pensamiento. Esta obra profundiza en temas como la naturaleza de Dios, la relación fe-razón, el conocimiento humano y la creación.

Tomás de Aquino fue un influyente teólogo y filósofo que dejó un legado importante en la tradición católica. Su pensamiento, basado en la razón y la fe, tuvo un impacto profundo en la filosofía y la teología occidental.

Las 'cinco vías' de Tomás de Aquino son un ejemplo de cómo se puede usar la razón para llegar a la existencia de Dios. Estas vías parten de la observación del mundo natural y se basan en el principio de causalidad.