Congress on Maritime Rights

Study Notes

La pertenencia del suelo y subsuelo de la plataforma submarina al Estado ribereño sin determinación de profundidad, con autoridad y jurisdicción suficiente para la exploración y explotación de todos sus recursos.
La atribución al Estado de la suficiente autoridad y jurisdicción para reglamentar y fiscalizar la pesca y la caza que se realice en toda la extensión de las aguas que cubren su plataforma submarina, a fin de proteger los recursos naturales contra su exterminio.

La autoridad y jurisdicción implican el ejercicio esencial de la soberanía, permitiendo al Estado utilizar los recursos naturales de la plataforma y los recursos vivos de las aguas epicontinentales.
Cuando la plataforma avanza más allá de las doce millas de la costa, las aguas epicontinentales que la cubren siguen siendo aguas territoriales hasta el talud final.

Introdujo la norma de equidad por la cual se reconoce a los estados que carecen de plataforma submarina el derecho de reglamentar y fiscalizar la pesca y la caza submarina hasta el límite de las 200 millas, a fin de permitirles preservar sus recursos naturales.

Presentada en el congreso del IHLADI celebrado en Viña del Mar, Chile, más allá de las 200 millas para proteger el desove de los peces y evitar la pesca exterminadora.

En 1930, se llegó a una precisión de términos para diferenciar "zona ribereña", "zona contigua", "alta mar" y las competencias especializadas que se podían ejercitar en ellas sobre todo en casos de tráfico de estupefacientes y la potestad de poner barcos en cuarentena en casos de peste.
En 1945, el presidente Truman formuló dos proclamas sobre el uso y la jurisdicción marítima.
En 1947, el presidente José Luis Bustamante y Rivero declaró que la soberanía y jurisdicción del Perú llegaba hasta las 200 millas marinas medidas desde las líneas de base que establece la ley en la orilla.

Los constituyentes cometieron el error de confundir "terror" con "territorio" y no utilizaron la expresión "Mar territorial" por cuanto el mar no es tierra firme y no puede ser territorio.
El artículo 98 de la Constitución establece que el dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas.

El término "Dominio marítimo" es criticado por ser impreciso y prestado del libro "Ciencia Política" del Dr. Raúl Ferrero Rebagliati.
Se argumenta que la locución "Mar territorial" no es cronológicamente anticuada e imperfecta por la referencia a territorio que no se aviene con lo marítimo.

La relación entre los conceptos "territorios" y "mar" es estrechísima, física y jurídica, pues se complementan o ensamblan en portentosa armonía.
La soberanía y jurisdicción sobre el mar territorial es fundamental para proteger los recursos naturales y minerales submarinos.

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