¿Cómo afecta la enfermedad y hospitalización a nivel psicosocial?

Repercusiones psicosociales de la enfermedad y hospitalización

En la valoración de los aspectos psicosociales que inciden en la respuesta de la persona a la enfermedad y/o a la hospitalización se deben tener en cuenta factores relacionados con la persona y con la enfermedad.
Factores relacionados con la persona incluyen la edad, el género, el apoyo social, la confianza en el equipo terapéutico, el estado actual de la persona y la preparación psicológica que tiene.
Factores relacionados con la enfermedad incluyen el tipo de enfermedad (aguda o crónica), el pronóstico, las expectativas de recuperación, las posibles secuelas o incapacidades y las medidas terapéuticas que requiere la enfermedad.
En el proceso de la enfermedad, las respuestas de las personas son diferentes y existen diferentes características presentes en el transcurso de enfermar.
Algunas de las características presentes en el transcurso de enfermar son la amenaza, el malestar, la ansiedad, la absorción del cuerpo, el egocentrismo, el sentimiento de temor, el dolor, la soledad, la marginación y la regresión.
La regresión es el mecanismo de defensa más habitual frente a situaciones demandantes y amenazadoras que provocan en la persona niveles importantes de ansiedad y estrés.
Las personas pueden adoptar diferentes comportamientos y modos de actuación frente a la enfermedad, que se pueden clasificar en diferentes etapas.
Las principales etapas del comportamiento de la persona frente a la enfermedad son la experiencia de los primeros síntomas, la aceptación del rol de enfermo, la legitimación del rol del enfermo, el contacto con el equipo de salud, la recuperación del estado de salud y el tratamiento.
Cada persona construye un significado sobre su enfermedad en el que recoge sus experiencias personales, sus creencias, el nivel de conocimientos y sus influencias culturales.
A la enfermedad se le pueden otorgar distintos significados en función de las distintas formas de percibirla.
El paso de una etapa a otra depende tanto de decisiones personales como de factores externos a la persona como la actitud de las personas que le rodean, los recursos disponibles y el nivel de accesibilidad a los mismos, la valoración de lo que se supone que es adecuado hacer, etc.
Es importante tener en cuenta los aspectos psicosociales que inciden en la respuesta de la persona a la enfermedad y/o a la hospitalización para poder ofrecer una atención integralLa enfermedad y la hospitalización: impacto psicológico y respuestas adaptativas
Las personas pueden enfrentar la enfermedad de diferentes maneras, como un desafío, un enemigo, un refugio, una ganancia o un castigo.
La hospitalización representa un desafío para la capacidad de adaptación del paciente, ya que implica un cambio en sus circunstancias.
La hospitalización puede provocar aislamiento, despersonalización, pérdida de intimidad, limitación de la movilidad y dependencia del paciente.
La respuesta del paciente ante la hospitalización puede ser adaptativa o no adaptativa.
Las respuestas no adaptativas incluyen desinterés, negación, agresividad y sumisión excesiva.
La personalidad, la edad, el tipo de enfermedad, la familia y amigos, la intensidad, la rapidez, la vulnerabilidad y el apoyo social son factores que influyen en la respuesta del paciente.
La enfermedad y la hospitalización también afectan a la dinámica familiar y pueden requerir una reestructuración y cambio de roles.
La familia debe pasar por fases de desorganización, recuperación y reorganización para afrontar la situación.
La familia debe tener habilidades para aprender sobre la enfermedad, satisfacer las necesidades físicas y emocionales de la persona enferma, autoayudarse y pedir ayuda cuando sea necesario.
El afrontamiento funcional también depende de la gravedad y duración de la enfermedad, el dolor, la dependencia del enfermo, la repercusión en la situación familiar, las experiencias previas, la edad y estado de salud del cuidador y las creencias sobre la responsabilidad familiar.
Los trastornos psíquicos producen un mayor desajuste y estigma que otras enfermedades.
La información deficiente y la relación asimétrica entre el paciente y el profesional sanitario también pueden afectar la respuesta del paciente a la hospitalización.La importancia del apoyo emocional en la enfermedad mental
La enfermedad mental es un problema que afecta no solo al enfermo, sino también a su familia.
La falta de comprensión y el estigma social pueden llevar a la exclusión social del enfermo.
La familia necesita asesoramiento adecuado y apoyo emocional para afrontar la situación.
El apoyo emocional puede ayudar a la familia a comprender la enfermedad y a manejar el estrés asociado.
La falta de apoyo emocional puede llevar a la familia a encerrarse en sí misma y aislarse del enfermo.
El aislamiento social del enfermo y de su familia puede empeorar la enfermedad y dificultar la recuperación.
El apoyo emocional puede incluir terapia individual y familiar, grupos de apoyo y educación sobre la enfermedad mental.
El apoyo emocional también puede ayudar a la familia a establecer límites saludables y a manejar el comportamiento del enfermo.
La falta de apoyo emocional puede llevar a la familia a sentirse culpable y aislada.
El apoyo emocional puede ayudar a la familia a aceptar la situación y a encontrar maneras positivas de afrontarla.
La enfermedad mental puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o estatus social.
Es importante crear conciencia sobre la importancia del apoyo emocional en la enfermedad mental y trabajar juntos para desestigmatizar la enfermedad y brindar apoyo a quienes la sufren.