Código Deontológico en Trabajo Social

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) publicó un código de ética en 2004 llamado "Ética en el Trabajo Social, Declaración de Principios de la FITS".

El Código de Ética de la FITS del 2004 se basa en principios éticos básicos de la profesión de trabajo social.

El Código de Ética de la FITS del 2004 busca fomentar la reflexión ética y el debate.

El Código de Ética de la FITS del 2004 aborda los desafíos que enfrenta la profesión, algunos específicos a cada país y otros comunes.

El Código de Ética de la FITS del 2004 busca ser una guía para los trabajadores sociales en todo el mundo.

El código busca que los trabajadores sociales consideren los retos y las decisiones que deben enfrentar en la práctica.

Este código de ética tiene como objetivo la calidad de los servicios de trabajo social.

El Código de Ética de la FITS del 2004 se basa en la colaboración entre la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS).

El derecho a mantener la confidencialidad de la información del usuario se rompe cuando la colaboración con otros profesionales es necesaria para la intervención profesional.

El secreto profesional se puede romper si el usuario/cliente no puede tomar decisiones por sí mismo debido a una incapacidad física o mental y mantener el secreto le causaría daño, o si se ponen en peligro los intereses de terceros legalmente incapacitados.

El secreto profesional se puede romper para evitar un daño grave e injusto al profesional o a terceros.

El usuario/cliente o sus herederos pueden autorizar al profesional a revelar información confidencial, y esta autorización debe ser por escrito.

Si un profesional se siente incómodo o presionado por el mantenimiento del secreto profesional, puede comunicarlo a la Junta de Gobierno de su Colegio Oficial para que se le brinde protección y apoyo.

La información personal y confidencial que los usuarios comparten con los trabajadores sociales durante la intervención.

Solo se registra la información esencial para identificar al usuario, su situación y el problema que enfrenta, además de lo necesario para gestionar la intervención.

Solamente aquellos profesionales que participen directamente en la intervención del usuario tienen acceso a la información.

Los expedientes personales, los informes a terceros y la documentación para solicitar recursos, siempre protegiendo la información.

El usuario es el propietario de su información, y debe ser notificado si esta se utiliza para algo más que la intervención.

Solo se solicita la información necesaria para comprender la situación del usuario y orientar la intervención.

La información se utiliza para alcanzar los objetivos del usuario, establecidos en base a su demanda inicial.

La información se comparte por escrito, con objetividad, y solo con profesionales o instituciones capaces de ayudar al usuario.

El artículo 20 de la Constitución Española protege la libertad de expresión, incluyendo el secreto profesional.

El derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional se regula mediante ley.

El artículo 24 de la Constitución garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva, incluyendo la protección del secreto profesional.

El Código Deontológico de Trabajo Social define el secreto profesional como un derecho y un deber para los trabajadores sociales.

El secreto profesional se mantiene incluso después de finalizada la relación profesional con el usuario.

Los trabajadores sociales deben guardar secreto de toda la información que los usuarios les confíen.

La información estadística o para evaluación de programas se puede compartir, pero sin datos identificativos del usuario.

El trabajo social se basa en la idea de que las personas tienen derechos y merecen una vida justa e igualitaria.

El trabajo social busca producir cambios positivos en la sociedad, resolver problemas entre las personas y fortalecerlas para que alcancen su bienestar.

Estos documentos establecen los derechos fundamentales que las personas deben tener, sin importar su origen o condición.

Los trabajadores sociales tienen el deber de respetar la confidencialidad de la información de las personas con las que trabajan. Solo se puede romper el secreto profesional en casos excepcionales que justifiquen la acción.

Los trabajadores sociales deben ser honestos e íntegros en su práctica. No deben aprovecharse de su posición o de la relación de confianza con las personas a las que ayudan.

Las asociaciones de trabajo social deben desarrollar y actualizar periódicamente sus códigos de ética, que deben ser congruentes con los principios de la profesión.

Los trabajadores sociales deben desarrollar sus habilidades y mantenerse actualizados para realizar su trabajo de manera profesional.

Los trabajadores sociales deben actuar con empatía y atención hacia las personas a las que ayudan. No deben poner sus propias necesidades por encima de las de sus usuarios.

Los trabajadores sociales deben estar dispuestos a colaborar con las escuelas de trabajo social para que los estudiantes adquieran experiencia práctica y mejoren sus conocimientos.

Los trabajadores sociales deben ser capaces de defender los principios de ética en su lugar de trabajo y en la sociedad, promoviendo el debate y asumiendo la responsabilidad de sus decisiones.

Los trabajadores sociales deben ser capaces de justificar sus decisiones basadas en consideraciones éticas y de asumir la responsabilidad de sus acciones.

Los trabajadores sociales deben estar preparados para cuidar de su propio bienestar, tanto profesional como personal, para poder ofrecer un servicio adecuado a otros.

Los trabajadores sociales deben ser capaces de reconocer los límites entre su vida personal y su trabajo profesional, y no abusar de su posición para obtener beneficios personales.

Los trabajadores sociales tienen la obligación de actuar siempre con arreglo al código de ética vigente en su país, incluso si esto les genera un conflicto.

Los trabajadores sociales deben ser conscientes de la necesidad de crear un espacio de trabajo y una sociedad en la que los principios de la ética del trabajo social se valoren y se defiendan.