Bacterias Multirresistentes y su Impacto

La resistencia a los antibióticos que se adquiere a lo largo del tiempo debido a la exposición a estos medicamentos.

El uso excesivo de antibióticos en humanos, animales y el medio ambiente puede conducir a la proliferación de bacterias resistentes.

La transferencia de resistencia a los antibióticos entre bacterias, ya sea por contacto directo o a través del ambiente.

La presencia de bacterias resistentes en el medio ambiente puede ser un factor importante en la propagación de la resistencia a los antibióticos.

La salud de los humanos, los animales y el medio ambiente están interconectadas, y el uso excesivo de antibióticos puede afectar negativamente a todas ellas.

Las infecciones bacterianas no necesitan un tratamiento de por vida, a diferencia de los medicamentos para la presión arterial o el colesterol. El tratamiento suele durar entre 10 y 15 días, o un máximo de 4 semanas.

Presencia de bacterias en un sitio específico, pero sin causar infección.

Una bacteria que está presente en la piel o las mucosas pero no causa infección.

La colonización es el paso previo a la infección. Puede que una bacteria no cause infección de inmediato, pero si las condiciones cambian (como la debilidad del sistema inmunitario), puede convertirse en una amenaza.

Un paciente colonizado por una bacteria multirresistente puede desarrollar una infección.

Las bacterias multirresistentes son bacterias que han desarrollado resistencia a múltiples antibióticos.

La OMS considera que las bacterias gram negativas son las más peligrosas, especialmente las resistentes a los carbapenemes.

La OMS considera que las bacterias Gram positivas, como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, son un problema importante, aunque no tan urgente como las Gram negativas.

El uso inadecuado de antibióticos implica su prescripción sin necesidad, dosis inadecuada, duración incorrecta o suspensión prematura, o mala adherencia al tratamiento. También incluye la automedicación.

La resistencia a los antibióticos es una consecuencia importante del uso inadecuado. Las bacterias pueden volverse resistentes a los antibióticos, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones y aumenta el riesgo para la salud pública.

El uso inadecuado de antibióticos puede llevar a la falta de disponibilidad de antibióticos cuando se necesitan realmente, aumentar los costes sanitarios debido a infecciones multirresistentes, complicar procedimientos médicos e incluso conducir al desarrollo de resistencias.

La falta de rentabilidad de los antibióticos ha llevado a que las empresas farmacéuticas inviertan menos en su desarrollo, lo que podría conducir a una disminución de la disponibilidad de antibióticos en el futuro.

El uso racional de los antibióticos es una prioridad de salud pública. Se deben prescribir solamente cuando son necesarios, a la dosis y duración correctas, y deben utilizarse de manera adecuada para evitar el desarrollo de resistencias.

La quinolona es un antibiótico que se debe reservar para infecciones por Pseudomonas. Se debe utilizar solo cuando el paciente necesita una terapia oral para la infección.

Es fundamental diagnosticar y tratar las infecciones por bacterias multirresistentes lo más pronto posible. El tratamiento debe ser inicialmente empírico, con un antibiótico de amplio espectro. Una vez que se identifica la bacteria, el tratamiento se puede ajustar y desescalar a un antibiótico específico.

Si a pesar de la prevención y el tratamiento, se desarrolla resistencia, es crucial evitar la transmisión de bacteria multirresistente a otros pacientes. El aislamiento de contactos es una medida esencial para limitar la propagación de la resistencia.

El Plan Nacional de Resistencia a Antimicrobianos (PRAN) es un plan de acción en España que se encarga de la vigilancia, el control, la prevención, la investigación, la formación y la comunicación.

El objetivo de PRAN es controlar el uso de antibióticos en humanos y en el ganado. La vigilancia en el ganado se lleva a cabo por las autoridades sanitarias, mientras que los profesionales de la salud deben controlar el uso de antibióticos en humanos.

Es importante conocer la microbiología local para poder tomar medidas adecuadas de control de infecciones. El servicio de microbiología realiza estudios periódicos para determinar la prevalencia de bacterias y su resistencia en diferentes tipos de muestras del hospital.

El seguimiento de la resistencia bacteriana en hospitales y centros de salud permite identificar y controlar las bacterias más comunes y sus patrones de sensibilidad. Esta información es crucial para la toma de decisiones en el tratamiento de infecciones.