Tema 3 TGL (PREVENCIÓN DE RIESGOS) PDF
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This document provides information about safety procedures and risks in a laboratory setting. It covers aspects of chemical and biological hazards, detailing various types of risks, their effects, and prevention methods. The document also addresses safety protocols in handling and disposing of different types of materials.
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UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio 1. INTRODUCCIÓN El término “seguro” supone que algo está exento de riesgo. Por tanto, la seguridad en el laboratorio se define de la siguiente manera: “Situación de riesgo limitado que resulta del cumplimiento...
UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio 1. INTRODUCCIÓN El término “seguro” supone que algo está exento de riesgo. Por tanto, la seguridad en el laboratorio se define de la siguiente manera: “Situación de riesgo limitado que resulta del cumplimiento de un conjunto de normas y prácticas dictadas para lograr ese fin” NOTA: es importante tener en cuenta que el riesgo cero no existe, por lo que las normas y prácticas de seguridad persiguen alcanzar una situación de riesgo mínimo. Durante el trabajo en el laboratorio existe la posibilidad de que se produzcan accidentes: exposición a sustancias químicas, gases comprimidos, agentes y muestras infecciosas, equipos mecánicos, radiaciones,… Todo aquello que suponga un riesgo potencial debe ser adecuadamente identificado y clasificado definiendo qué es y no es razonablemente aceptable. Esto permitirá trabajar en condiciones de seguridad evitando obstaculizar el trabajo por un exceso de cautela o temor. En la seguridad existen dos factores fundamentales: Factor objetivo: relativo al peligro o riesgo de que se trate. Factor humano: depende de quién realiza el trabajo y de cómo lo hace. Por tanto, los planes de seguridad de los laboratorios deben considerar ambos factores, teniendo en cuenta que las normas no son universales y que cada laboratorio debe definir sus propios protocolos. 2. RIESGOS QUÍMICOS Los riesgos químicos han disminuido debido a la automatización de los laboratorios, pero a pesar de ello, todavía es frecuente la manipulación de sustancias peligrosas cuyos riesgos y normas de manipulación debe conocer el técnico. 2.1. Los agentes químicos Un agente químico es todo elemento o compuesto químico, por sí solo o mezclado, tal como se presenta en estado natural o es producido, utilizado o vertido, incluido el vertido como residuo, en una actividad laboral, se haya elaborado o no de modo intencional y se haya comercializado o no. El riesgo químico es la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado de la exposición a agentes químicos. Esta exposición viene determinada por el contacto de éste con el trabajador, normalmente por vía inhalatoria o por vía dérmica. Para calificar un riesgo químico desde el punto de vista de su gravedad, se deben valorar conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo. La gravedad del riesgo depende no solo de la naturaleza del agente químico en cuestión, sino también de las condiciones individuales del trabajador expuesto y de las características de la exposición, la cual está determinada por factores propios del puesto de trabajo (tiempo de exposición, generación del agente químico, ventilación, etc.) y de las condiciones ambientales que puedan favorecer la absorción del tóxico, como la temperatura ambiente o el esfuerzo físico que requiere el trabajo. 1 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Vías de entrada de los agentes Las principales vías de entrada de los agentes químicos en el organismo son la vía inhalatoria, la vía dérmica, la vía digestiva y la vía parenteral. Vía inhalatoria Es la vía de entrada más importante para la mayoría de los agentes químicos. La magnitud y las consecuencias de la entrada de agentes químicos por esta vía están sujetas a una serie de factores que se comentan a continuación: - Cantidad de la sustancia presente en el aire: a mayor cantidad de sustancia presente en el aire, más cantidad penetrará en el organismo. - Forma física de la sustancia: - Gas o vapor. En estos casos, un factor determinante es su solubilidad en agua, es decir, si las sustancias son liposolubles (sustancias solubles en grasas y aceites, pero no en agua) o hidrosolubles (sustancias solubles en agua, pero no en grasas y aceites). Las liposolubles avanzan por el sistema respiratorio sin ser absorbidas de manera importante hasta que llegan al alvéolo. Las hidrosolubles empiezan a ser absorbidas a través de la mucosa del sistema respiratorio desde el mismo momento en que penetran en él. - Aerosol (sólido o líquido). Aparte de la solubilidad, otro factor determinante es el tamaño de la partícula, relacionado con la capacidad de ser absorbida. Cuanto más pequeña sea la partícula, más probable es que penetre hacia el fondo del sistema respiratorio, llegando al alvéolo pulmonar. Las partículas más grandes quedan retenidas por el camino. - Ventilación pulmonar (o ritmo respiratorio): a mayor cantidad de aire inspirado, mayor cantidad de sustancia que penetrará en el organismo. - Difusión a través de la ventana alveocapilar: en el caso de gases y vapores, a mayor facilidad de paso, más rápidamente aumenta la concentración en la sangre. Vía dérmica Es la segunda vía de entrada más importante de agentes químicos en el organismo. Los agentes pueden producir dos tipos de daños: - Daño local o tópico, es decir, una afectación de la piel por contacto con el agente (sustancias corrosivas, ácidos fuertes, sustancias fuertemente irritantes…) - Daño sistémico, es decir, efectos tóxicos en tejidos alejados de la vía de absorción. Pueden entrar al organismo directamente, atravesando las células que lo componen (transcelular o intracelular), a través del espacio intercelular (espacio existente entre las células) o a través de los anexos (poros y pelos). Los principales factores a tener en cuenta para determinar la magnitud y las consecuencias de la entrada de agentes químicos por esta vía son: - Concentración del agente químico, el tipo de vehículo (medio) en el que se encuentra y la presencia de otros agentes químicos. - Forma física de la sustancia: En general, se admite que tiene lugar la deposición de un aerosol en la piel y, a partir de ese punto, se inicia el proceso de penetración, que depende de otros factores que se indican a continuación. De manera general, se considera que la penetración por vía dérmica de gases/vapores no es relevante. - Solubilidad: la primera barrera de la piel es una capa ácido-grasa protectora, que puede evitar el contacto del agente químico con la piel si la sustancia no se solubiliza en ella. - Tamaño de partícula: cuando la penetración se realiza por difusión, el tamaño molecular es determinante. 2 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio - Estado de la piel: Si se ha eliminado la capa ácido-grasa de la piel, está poco hidratada, esta resquebrajada, presenta grietas o tiene heridas por rozamientos o golpes, se facilitará la entrada de los agentes químicos. También depende de su temperatura, el flujo sanguíneo local, la transpiración y el grosor de la piel. - Área expuesta: Es determinante la superficie de la piel descubierta y expuesta al contacto con el agente químico. - Tipo de contacto y protección de la piel. Puede ser un contacto: - Directo: cuando existe un contacto voluntario con el producto químico por manipularse directamente sin protección o en caso de accidente por salpicaduras o vertidos. - Indirecto: cuando el contacto se produce por medio de herramientas, utensilios, superficies o ropa contaminada. Vía digestiva Es una vía de entrada menos frecuente que las anteriores. Se pueden ingerir agentes químicos mediante deglución accidental, consumo de alimentos y bebidas contaminadas o deglución de partículas procedentes del tracto respiratorio. La velocidad de absorción del agente depende de diferentes factores: - Las propiedades fisicoquímicas de agente químico: en el caso de las partículas, a menor tamaño mayor solubilidad. - La cantidad de alimentos presente en el tracto gastrointestinal: A mayor cantidad de alimento, mayor dilución del agente químico. Hay que tener en cuenta si el efecto es por acumulación o por contacto directo de manera instantánea. - El tiempo de permanencia en cada parte del tracto gastrointestinal: Desde unos minutos en la boca hasta una hora en el estómago o varias horas en el intestino. - La superficie de absorción y la capacidad de absorción del epitelio. - El pH local: Determinadas sustancias se absorben con mayor rapidez en el pH ácido del estómago. - El peristaltismo (movimiento intestinal por acción de los músculos) y el flujo sanguíneo local. - Las secreciones gástricas e intestinales: Transforman los tóxicos en productos más o menos solubles como por ejemplo la bilis, que produce complejos más solubles Vía parenteral A través de esta vía el agente químico entra en contacto directamente con el torrente sanguíneo. La penetración se produce a través de una lesión traumática. Los casos más frecuentes suelen ser a través de heridas abiertas, por inyección o por punción. Efectos sobre la salud de los agentes químicos Dependiendo de sus características, los agentes químicos presentan diferentes peligros, existiendo tres grandes grupos: peligros físicos, peligros para la salud y peligros para el medio ambiente. A continuación se indican los peligros para la salud, según lo establecido en el Reglamento (CE) Nº 1272/2008, sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas (Reglamento CLP): Tóxicos agudos: La toxicidad aguda se refiere a los efectos adversos que se manifiestan tras la administración por vía oral o cutánea de una sola dosis de una sustancia o mezcla, de dosis múltiples administradas a lo largo de 24 horas, o como consecuencia de una exposición por inhalación durante 4 horas. Existen cuatro categorías de toxicidad basadas en la toxicidad aguda por vía oral, cutánea o por inhalación. La categoría 1 es la más peligrosa y la categoría 4 es la menos peligrosa. 3 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Corrosivos: Son sustancias que producen la destrucción del tejido cutáneo, esto es, una necrosis visible que atraviese la epidermis y alcance la dermis, en al menos un animal sometido a una exposición de hasta 4 horas. Las reacciones corrosivas se caracterizan por úlceras, sangrado, escaras sangrantes y, tras un período de observación de 14 días, por decoloración debida al blanqueo de la piel, zonas completas de alopecia y cicatrices. Existen 3 subcategorías: - Subcategoría 1A: cuando las respuestas corresponden a una exposición de 3 minutos y un periodo de observación de hasta 1 hora, como máximo. - Subcategoría 1B: cuando las respuestas corresponden a una exposición de entre 3 minutos y 1 hora y un periodo de observación de hasta 14 días. - Subcategoría 1C: cuando las respuestas corresponden a exposiciones de entre 1 y 4 horas y un periodo de observación de hasta 14 días. Irritantes: Son sustancias que producen una lesión reversible de la piel como consecuencia de la aplicación de una sustancia de ensayo durante un período de hasta 4 horas. Existe una única categoría de irritación, denominada Categoría 2, basada en los resultados de ensayos con animales. Corrosivos oculares: Son sustancias que producen una lesión ocular grave, es decir, un daño en los tejidos del ojo o un deterioro físico importante de la visión, como consecuencia de la aplicación de una sustancia de ensayo en la superficie anterior del ojo, no completamente reversible en los 21 días siguientes a la aplicación. Irritantes oculares: Son sustancias que producen alteraciones oculares como consecuencia de la aplicación de una sustancia de ensayo en la superficie anterior del ojo, totalmente reversible en los 21 días siguientes a la aplicación. Sensibilizantes respiratorios: Son sustancias cuya inhalación induce hipersensibilidad de las vías respiratorias. La sensibilización comprende dos fases: - Primera fase: inducción de una memoria inmunitaria específica en un individuo por exposición a un alérgeno. - Segunda fase: desencadenamiento, es decir, la producción de una respuesta, celular o mediada por anticuerpos, tras la exposición del individuo sensibilizado a un alérgeno. Por lo general, para la sensibilización se necesitan niveles más bajos para el desencadenamiento que para la inducción. Sensibilizantes cutáneos: Son sustancias que inducen una respuesta alérgica por contacto con la piel. La sensibilización comprende dos fases: - Primera fase: inducción de una memoria inmunitaria específica en un individuo por exposición a un alérgeno. - Segunda fase: desencadenamiento, es decir, la producción de una respuesta, celular o mediada por anticuerpos, tras la exposición del individuo sensibilizado a un alérgeno. Por lo general, para la sensibilización se necesitan niveles más bajos para el desencadenamiento que para la inducción. 4 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Cancerígenos (o carcinógenos): Son sustancias o mezclas de sustancias que inducen cáncer o aumenta su incidencia. Las sustancias que han inducido tumores benignos y malignos en animales de experimentación, en estudios bien hechos, son consideradas también supuestamente carcinógenos o sospechosos de serlo, a menos que existan pruebas convincentes de que el mecanismo de formación de tumores no sea relevante para el hombre. Existen 2 categorías: - Categoría 1: Son sustancias que pueden provocar cáncer. - Categoría 2: Son sustancias susceptibles de provocar cáncer. Mutágenos: Una mutación es un cambio permanente en la cantidad o en la estructura del material genético de una célula. - Los términos mutagénico y mutágeno designan a aquellos agentes que aumentan la frecuencia de mutación en las poblaciones celulares, en los organismos, o en ambos. - Los términos más generales genotóxico y genotoxicidad se refieren a los agentes o procesos que alteran la estructura, el contenido de la información o la segregación del ADN, incluidos aquéllos que originan daño en el ADN, bien por interferir en los procesos normales de replicación, o por alterar esta de forma no fisiológica (temporal). Los resultados de los ensayos de genotoxicidad se suelen tomar como indicadores de efectos mutagénicos. Existen 2 categorías: - Categoría 1: Sustancias de las que se sabe o se considera que inducen mutaciones hereditarias en las células germinales humanas. - Categoría 2: Sustancias que son motivo de preocupación porque pueden inducir mutaciones hereditarias en las células germinales humanas. Tóxicos para la reproducción: La toxicidad para la reproducción incluye tres tipos de efectos: - Los efectos adversos sobre la función sexual y la fertilidad de hombres y mujeres adultos. Son los efectos producidos por sustancias que interfieren en la función sexual y la fertilidad. Incluyen, fundamentalmente, las alteraciones del aparato reproductor masculino y femenino, los efectos adversos sobre el comienzo de la pubertad, la producción y el transporte de los gametos, el desarrollo normal del ciclo reproductor, la senescencia reproductora prematura, etc - Los efectos adversos sobre el desarrollo de los descendientes. Incluye cualquier efecto que interfiera en el desarrollo normal del organismo, antes o después del nacimiento, y que sea una consecuencia de la exposición de los padres antes de la concepción o de la exposición de los descendientes durante su desarrollo prenatal. Estos efectos pueden manifestarse en cualquier momento de la vida del organismo. Los principales signos de la toxicidad para el desarrollo son: la muerte del organismo en desarrollo, las anomalías estructurales, la alteración del crecimiento y las deficiencias funcionales. - Los efectos sobre la lactancia. No existe información sobre los efectos adversos que, a través de la lactancia, muchas sustancias pueden originar en los descendientes. No obstante, las sustancias que son absorbidas por las mujeres y cuya interferencia en la lactancia ha sido mostrada o aquellas que pueden estar presentes (incluidos sus metabolitos) en la leche materna, en cantidades suficientes para amenazar la salud de los lactantes, se incluyen dentro de esta categoría de peligro. 5 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Existen 2 categorías para los dos primeros efectos descritos: - Categoría 1: Sustancias de las que se sabe o se supone que son tóxicos para la reproducción humana. - Categoría 2: Sustancias de las que se sospecha que son tóxicos para la reproducción humana. Tóxicos específicos en determinados órganos (STOT) por exposición única: Se entiende por toxicidad específica en determinados órganos (por exposición única) a la toxicidad no letal que se produce en determinados órganos tras una única exposición a una sustancia o mezcla. Se incluyen todos los efectos significativos para la salud que pueden provocar alteraciones funcionales, tanto reversibles como irreversibles, inmediatas y/o retardadas. Puede producirse por cualquier vía, principalmente por vía oral, vía cutánea o vía inhalatoria. Existen tres categorías: - Categoría 1: Son sustancias que provocan daños en determinados órganos. - Categoría 2: Son sustancias que pueden provocar daños en determinados órganos. - Categoría 3: Son sustancias que pueden irritar las vías respiratorias o sustancias que pueden provocar somnolencia o vértigo. Tóxicos específicos en determinados órganos (STOT) por exposiciones repetidas: Se entiende por toxicidad específica en determinados órganos (por exposiciones repetidas), la toxicidad específica que se produce en determinados órganos tras una exposición repetida a una sustancia o mezcla. Se incluyen los efectos significativos para la salud que pueden provocar alteraciones funcionales, tanto reversibles como irreversibles, inmediatas y/o retardadas. Puede producirse por cualquier vía, principalmente por vía oral, vía cutánea o vía inhalatoria. Existen dos categorías: - Categoría 1: Son sustancias que provocan daños en determinados órganos tras exposiciones prolongadas. - Categoría 2: Son sustancias que pueden provocar daños en determinados órganos tras exposiciones prolongadas. Evaluación de la exposición a agentes químicos Ficha de datos de seguridad y etiqueta En el caso de sustancias o mezclas clasificadas como peligrosas, esta información está recogida en la Ficha de Datos de Seguridad (FDS) del agente químico en cuestión. Esta Ficha de Datos de Seguridad debe ser facilitada por el proveedor de la sustancia o mezcla, en un idioma oficial del Estado en el que se comercialice la sustancia o mezcla y fechada. Sebe ser facilitada de manera gratuita, en papel o por vía electrónica, debiendo actualizarse en caso necesario. Recoge los siguientes epígrafes: 1. Identificación de la sustancia o mezcla y de la sociedad o empresa 2. Identificación de los peligros 3. Composición/información sobre los componentes 4. Primeros auxilios 5. Medidas de lucha contra incendios 6. Medidas en caso de liberación accidental 7. Manipulación y almacenamiento 8. Control de exposición / protección individual 9. Propiedades físicas y químicas 10. Estabilidad y reactividad 11. Información toxicológica 12. Información ecológica 13. Consideraciones sobre eliminación 6 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio 14. Información sobre el transporte 15. Información reglamentaria 16. Otra información Indicaciones de peligro, consejos de prudencia y pictogramas - Una indicación de peligro (coloquialmente denominada “frase H”) es una frase que, asignada a una clase o categoría de peligro, describe la naturaleza de los peligros de una sustancia o mezcla peligrosas, incluyendo cuando proceda el grado de peligro. - Un consejo de prudencia (coloquialmente denominado “frase P”) es una frase que describe la medida o medidas recomendadas para minimizar o evitar los efectos adversos causados por la exposición a una sustancia o mezcla peligrosa durante su uso o eliminación. - Un pictograma de peligro es una composición gráfica que contiene un símbolo más otros elementos gráficos, como un contorno, un motivo o un color de fondo, y que sirve para transmitir una información específica sobre el peligro en cuestión. 7 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio 2.2. Daños producidos por los agentes químicos Los daños se pueden clasificar según los siguientes criterios: Locales y generales: los primeros aparecen en el lugar de contacto con el cuerpo y los segundos se manifiestan en puntos apartados de dicho lugar. Agudos y crónicos: responden a una distinción desde el punto de vista clínico, según la duración o evolución de las manifestaciones. Reversibles e irreversibles: hace referencia a la posibilidad de recuperación del estado de normalidad tras la remisión de los cambios biológicos producidos. Acumulativos y no acumulativos: diferencia entre los agentes que actúan por acumulación en el organismo, al ser eliminados muy lentamente, y aquellos otros cuya eliminación es mucho más rápida y que actúan cuando la exposición es suficientemente intensa. Estocásticos (cuantales) y no estocásticos (graduados): En los estocásticos la posibilidad de que se produzca el efecto aumenta con la dosis de agente recibida, pero su gravedad es independiente de la dosis. Ejemplo: un cancerígeno, según la dosis, producirá un tumor o no lo producirá. Sin embargo, la gravedad del tumor no depende de la dosis. En los no estocásticos es la intensidad o la gravedad del efecto la que depende de la dosis. Ejemplo: un irritante, según la dosis, producirá más o menos irritación (más o menos gravedad). 2.3. Límites de exposición profesional (LEP) Para establecer los riesgos químicos se utilizan unos valores límites ambientales y biológicos: Valor límite ambiental (VLA): valor límite de referencia para la concentración de un agente químico en la zona de respiración del trabajador. A su vez se distinguen dos tipos: Valor límite ambiental para la exposición diaria (VLA-ED): referido a una jornada estándar de ocho horas diarias. Valor límite ambiental para exposiciones de corta duración (VLA-EC): referido a cualquier periodo de 15 minutos a lo largo de la jornada laboral, excepto para aquellos agentes químicos para los que se especifique un periodo inferior. Valor límite biológico (VLB): es el límite de la concentración en el medio biológico adecuado (normalmente orina o sangre) del agente químico o de uno de los productos de su metabolización. En el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) puedes consultar los LEP para agentes químicos en España para el año 2016. 2.4. Control de la exposición a agentes químicos Son el conjunto de técnicas y procedimientos aplicables para evitar o disminuir la exposición de los trabajadores a agentes químicos. Implica implantar o ejecutar acciones eficaces para prevenir riesgos y mantener esta situación a lo largo del tiempo y en cualquier circunstancia. Estas acciones pueden clasificarse: Acciones sobre el agente químico: su objetivo es evitar su presencia. Acciones en el proceso o instalación: su objetivo es eliminar o reducir la emisión al ambiente.Acciones en el local (zona o ambiente de trabajo): su objetivo es mantener la concentración ambiental del agente químico en un valor seguro Acciones en el método de trabajo: su objetivo es evitar el contacto directo entre el agente químico y el trabajador. 8 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio https://www.insst.es/materias/riesgos/riesgos-quimicos#informacionbasica Todas estas técnicas de control o medidas preventivas pueden agruparse en tres grandes grupos: Sustitución Reducción del riesgo al mínimo Aislar el agente Medidas de protección colectiva La ventilación general La extracción localizada. Medidas de protección individual Equipos de seguridad frente a riesgos químicos Vitrina o campana extractora de gases: está provista de una superficie de trabajo en la que se disponen los materiales y aparatos necesarios. Presentan una abertura de acceso en la zona frontal cuya altura se puede regular mediante un panel móvil de cristal que se desplaza verticalmente, aunque en algunos modelos el desplazamiento es horizontal. Cuando no se estén manipulando los reactivos deberá permanecer cerrada para minimizar la salida de vapores. 9 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio La vitrina debe: Permitir la observación del desarrollo del proceso sobre la superficie de trabajo. No obstaculizar el trabajo en su interior. Ser fácil de limpiar, mantener y descontaminar. No provocar ruidos excesivos en su funcionamiento. Cuando las características o concentración del contaminante extraído lo requieran, deben disponer de un sistema de depuración. Equipos de Protección Individual (EPI): su elección dependerá de la vía de entrada del agente. Guantes de protección química: deben indicar la norma de fabricación que cumplen y los productos químicos para los que han sido probados. Su nivel de protección se determina por el tiempo, en minutos, que tarda el producto en atravesar el guante. En base a esto se clasifican en clases del 1 al 6 (tiempos entre 10 minutos en clase 1 y 480 minutos en clase 6). Ropa de protección: fabricada con materiales resistentes, sin costuras ni uniones. También hay varios tipos, siendo el de mayor protección el tipo 5 que no deja pasar polvo ni partículas. Calzado: también debe indicar frente a qué agentes protege. Protección ocular y facial: existen muchos modelos que se pueden clasificar según el tipo de montura. Montura Montura integral Pantalla facial Lavaojos y duchas de emergencia: 10 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Medidas higiénicas personales y del lugar de trabajo: Prestar atención, cuidado y concentración en lo que se está haciendo, evitando distracciones innecesarias. No comer ni beber nada en el laboratorio ya que los alimentos pueden contaminarse incluso con las sustancias volátiles. Tampoco se debe masticar chicle. Leer el etiquetado de seguridad (ver Unidad de Trabajo 2). No encender ninguna llama cuando se manejen reactivos explosivos ni calentar un disolvente explosivo. Trabajar en campana extractora cuando se manejen reactivos que desprendan vapores. Intentar siempre ir protegidos, minimizando la superficie de piel expuesta (evitar faldas, pantalón corto, zapatos abiertos,…). La bata siempre deberá permanecer abrochada. No se deben frotar los ojos mientras se trabaja. Además hay que tener en cuenta que las lentes de contacto suponen un riesgo añadido, ya que los agentes químicos pueden retenerse entre la córnea y la lente. Cuando sea necesario se utilizarán gafas protectoras y guantes. Trabajar siempre encima de las poyatas, ya que proporcionan una superficie estable. No colocar en una estufa o en un equipo con temperatura elevada ningún recipiente cerrado. Nunca se pipeteará con la boca. Se deben utilizar los auxiliares de pipeteo. Rotular siempre los reactivos preparados a partir de agentes químicos. Cuando se tenga que trasladar alguna sustancia se hará sujetando el fondo con una mano y la parte superior con la otra. Los productos químicos nunca deben olerse colocando la nariz sobre la boca del recipiente que los contiene, sino que “se abanicará” con la mano, dirigiendo el vapor suavemente hacia la nariz. Cuando haya que diluir un ácido nunca se añade el agua sobre el ácido, sino al contrario, se añade el ácido sobre el agua, poco a poco y con agitación. Si no se hace así, se produce una gran cantidad de calor que puede proyectar el ácido hacia el exterior e incluso romper el recipiente. No se debe dirigir la boca de un tubo de ensayo hacia la cara ni hacia otros trabajadores. Se evitarán los cosméticos ya que pueden reaccionar con los vapores o con salpicaduras produciendo reacciones alérgicas. En caso de embarazo, la profesional deberá informarse sobre los efectos tóxicos de los productos que utiliza, especialmente los teratogénicos. El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del laboratorio deberá informar sobre este aspecto. No se debe chupar ningún objeto situado en el laboratorio (lápices, bolígrafos,…). No se deben llevar objetos personales al laboratorio. El pelo largo debe llevarse recogido. Se evitarán colgantes, pulseras y otros elementos que puedan engancharse con los utensilios. Al terminar una tarea u operación la mesa debe quedar limpia y los reactivos utilizados almacenados y ordenados. Precauciones durante el trasvase de productos químicos: El trasvase de productos químicos es un momento especialmente delicado ya que se pueden producir diversos accidentes: Contactos dérmicos: por rotura de envases o derrame. Salpicaduras: especialmente por sobrellenado. Incendio y explosión: por la creación de atmósferas explosivas al evaporarse el producto. Las medidas generales de seguridad serán: Realizar el trasvase en vitrina de extracción de gases. 11 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Realizar el trasvase a velocidad lenta y con embudo. Etiquetar el envase sobre el que se ha realizado el trasvase. Prever medidas para limitar posibles derrames (usar EPI, disponer de lavaojos, duchas de emergencia, agentes absorbentes como papel, serrín o arena y neutralizantes para ácidos y bases). 3. RIESGOS BIOLÓGICOS El riesgo biológico es la posibilidad de que un trabajador sufra un daño como consecuencia de la exposición o contacto con agentes biológicos durante la realización de su actividad laboral. 3.1. Agentes biológicos Se definen como: Los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, los cultivos celulares y los endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad”. Clasificación de los microorganismos y riesgos asociados: Los microorganismos son estructuras muy pequeñas capaces de desarrollar procesos vitales, mientras que la Microbiología es la ciencia que se encarga del estudio de dichos microorganismos: Formas acelulares: virus, priones. Formas celulares: Bacterias: organismos procariotas unicelulares. Hongos: organismos eucariotas unicelulares o pluricelulares. Protozoos: organismos eucariotas unicelulares. Virus Los virus poseen características absolutamente distintivas del resto de los seres vivos y, por ello, constituyen un grupo claramente diferenciado: No presentan una organización celular. Dependen de las células para multiplicarse, es decir, son parásitos intracelulares estrictos. Son de tamaño muy inferior al de las células y su organización es extremadamente sencilla. Constan de un único tipo de ácido nucleico, ADN (ácido desoxirribonucleico) o ARN (ácido ribonucleico), y una cubierta proteica o cápside que rodea este ácido nucleico. A su estructura completa se la denomina partícula vírica o virión. Los principales virus que suponen un riesgo en el laboratorio son: Virus de la hepatitis B: puede estar presente en la sangre y componentes de la misma, y en otros líquidos biológicos como orina, semen, líquido cefalorraquídeo y saliva. Las vías de exposición pueden ser por inoculación parenteral y exposición de la piel y de las mucosas a la sangre y a los distintos fluidos corporales de los enfermos. El virus permanece estable durante varios días en la sangre seca y sus componentes. Virus de la hepatitis C: se detecta principalmente en la sangre y suero sanguíneo, con menor frecuencia en la saliva y muy raramente en orina o semen. Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH): los riesgos laborales provienen fundamentalmente de la posibilidad de ser inoculados accidentalmente o por contacto de piel y mucosas con sangre u otros fluidos corporales tales como semen y secreciones vaginales. En otros tipos de muestra el riesgo no está claramente determinado. Las infecciones por otros virus presentan menor riesgo en el laboratorio. Priones 12 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Son formas acelulares constituidas por proteínas, es decir, son partículas infecciosas formadas por proteínas (proteína priónica): No contienen ácido nucleico a diferencia del resto de los agentes infecciosos. Por tanto solamente están compuestos por aminoácidos y no presentan material genético. La importancia de los priones radica en que están implicados en numerosas enfermedades que afectan al SNC tanto de los animales como del hombre (encefalopatía espongiforme bovina, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob,…). El contagio en laboratorio es poco frecuente aunque, debido a la gravedad de las enfermedades que producen, deben tenerse en consideración. Bacterias Son microorganismos unicelulares procariotas, careciendo por tanto de membrana nuclear. Las bacterias están formadas por: Pared celular: estructura relativamente rígida que rodea externamente a la membrana citoplasmática. Zona nuclear: las células procariotas no poseen un verdadero núcleo. La función del núcleo la realiza una única molécula de ADN. Las principales enfermedades bacterianas que suponen un riesgo en el laboratorio son: Carbunco: puede afectar al hombre de forma cutánea (formación de una pústula acompañada de fiebre), pulmonar y/o septicemia generalizada (mucho más grave pudiendo llegar a producir la muerte). El agente se puede encontrar en sangre y otros fluidos biológicos. Tétanos: el principal peligro en el laboratorio es la exposición por inoculación a la potente neurotoxina que produce su agente causal en las muestras, aunque el riesgo es bajo. Infecciones intestinales: para evitar el contagio a partir de las muestras contaminadas se deben extremar las medidas de higiene personal, ya que la principal vía de entrada es la ingestión. Tuberculosis: las infecciones por su agente causal constituyen un peligro probado para el personal de laboratorio, especialmente en la manipulación de las muestras que se emplean en el diagnóstico de la enfermedad como esputos, orina, aspirado gástrico o bronquial,... Las infecciones en el laboratorio por hongos, protozoos y endoparásitos son menos frecuentes aunque también deben tenerse en cuenta. Mecanismos de transmisión Los agentes biológicos se dispersan y se transmiten a través del aire, por bioaerosoles; a través del agua o los alimentos; por contaminación de superficies, herramientas u objetos (fómites) y a través de otros seres vivos (reservorios, hospedadores y/o vectores). Una vez dispersados en el ambiente laboral, la forma mediante la cual el agente biológico penetra al organismo del trabajador y por la cual resulta patógeno se conoce como vía de entrada. Las vías de entrada de los agentes biológicos son: Respiratoria o inhalatoria: es la principal vía de entrada de los agentes biológicos. La exposición es debida a la presencia de los agentes biológicos en el ambiente laboral en forma de bioaerosoles, es decir suspendidos en el aire que el trabajador inhala. Los bioaerosoles se suelen producir al toser, al hablar y en procesos pulvígenos o con agua a presión. Dérmica o cutánea: la entrada del agente biológico es a través de la piel intacta, piel ligeramente dañada o a través de las mucosas (ojos, nariz). La exposición se produce al entrar en contacto con elementos contaminados como herramientas, superficies, muestras, materias 13 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio primas y con pacientes o animales enfermos; también por proyecciones y salpicaduras a las mucosas. Digestiva u oral: la entrada del agente biológico es a través de la ingesta de alimentos, agua o elementos contaminados. La exposición en el ámbito laboral se produce principalmente por malas prácticas de higiene (falta de aseo personal antes de la comidas, fumar con manos sucias, etc.). Parenteral o percutánea: la entrada del agente biológico es por la inoculación del agente biológico en las capas profundas de la piel. La exposición en este caso se produce como consecuencia de un accidente laboral, pinchazo, corte, mordedura o picadura de animal. Esta forma de exposición es frecuente en el sector sanitario y veterinario, en los trabajos de laboratorio y en los centros de experimentación animal; también en trabajos al aire libre por picaduras y mordeduras de animales. Clasificación según los riesgos que pueden producir Los efectos para la salud son muy variables y dependen del agente biológico en cuestión, las condiciones de la exposición y las condiciones del trabajador (estado inmunológico o de salud y embarazo). Los principales daños derivados de la exposición a agentes biológicos son: infecciones, alergias y efectos tóxicos o intoxicaciones. La infección es el resultado del contacto y multiplicación del agente biológico en el organismo del trabajador; por ejemplo la brucelosis en actividades agrarias o el tétanos en la construcción. Algunas enfermedades infecciosas, principalmente las causadas por virus pueden hacerse crónicas y con el tiempo desencadenar un proceso canceroso, como por ejemplo la hepatitis B que puede llegar a producir cáncer hepático. La alergia es el resultado de una fuerte reacción del sistema inmunitario inducida por determinadas sustancias conocidas como alérgenos o sensibilizantes. Las manifestaciones clínicas pueden afectar a las vías respiratorias como rinitis, asma o reacciones de hipersensibilidad; o a la piel como prurito, inflamación, excoriaciones, etc. Efectos tóxicos o intoxicaciones son producidos por las sustancias liberadas por ciertos agentes biológicos, conocidas principalmente como toxinas (exotoxinas, endotoxinas, micotoxinas). La peligrosidad de un agente biológico o su capacidad para causar daño a humanos se establece, en gran medida, mediante su clasificación en grupo de riesgo. Esta clasificación se realiza en función de los siguientes criterios: Su capacidad para infectar a humanos sanos, Su posibilidad de transmitirse entre humanos o a la colectividad, La gravedad de la enfermedad que causa y la disponibilidad de fármacos o profilaxis para combatir los efectos negativos de la misma. Atendiendo a estos criterios un agente biológico puede ser: 14 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio 3.2. Protocolos de prevención frente a riesgos biológicos La principal medida de protección frente a agentes biológicos consiste en evitar su presencia fuera del lugar de confinamiento primario (recipiente donde se encuentra la muestra). Sin embargo, si se produjese su salida se deberá: Evitar que pase al aire en forma de aerosoles, lo que provocaría riesgo de contagio por inhalación. Protegerse del contacto con dichos aerosoles. Evitar el contacto con piel y mucosas. Extremar las precauciones frente a posibles contagios por vía parenteral a causa de pinchazos accidentales o contacto con heridas. Para prevenir estas situaciones se deben establecer una serie de barreras y precauciones universales: a) Barreras físicas: o Guantes: se considera que los de nitrilo ofrecen un nivel de protección adecuado. Sin embargo, pueden ser atravesados por pinchazos o cortes por lo que, si existe esta posibilidad, se utilizará doble guante. Además: - Deberán desecharse cuando se sospeche que han sido contaminados. - Nunca se tocarán los ojos, mucosas, piel o nariz con las manos enguantadas. - No se abandonará el lugar de trabajo con los guantes puestos hacia otras zonas del laboratorio. - Se deberán lavar las manos antes y después de su uso. o Gafas de protección y mascarillas: se utilizan cuando se prevé la producción de salpicaduras y/o aerosoles. Las mascarillas deberán poseer un filtro de tipo P3 para una mayor protección. b) Barreras químicas: se basan en el uso de desinfectantes para evitar la proliferación de microorganismos en superficies, conductos de aire, materiales,… El hipoclorito sódico (lejía) diluido a un 4-5% es eficiente para gran parte de los microorganismos. En casos especiales puede ser necesaria una desinfección más profunda con otros productos de mayor actividad como el glutaraldehído 2%. 15 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio c) Cabinas de seguridad biológica: o Cabinas de clase I: su fundamento es similar al de una campana extractora de humos, trabajando a presión negativa y abierta frontalmente. o Cabinas de clase II: diseñadas para proteger a los trabajadores de los materiales manipulados y, al mismotiempo,alosmaterialesdela contaminación externa. El área de trabajo es recorrida por un flujo descendente continuo de aire filtrado y estéril (flujo laminar vertical) que forma una barrera para gérmenes y partículas. Este flujo saldrá por unas rejillas situadas en la parte inferior que, por tanto, nunca deberán obstruirse mientras se trabaja en ellas. o Cabinas de clase III: en este caso la cabina está herméticamente sellada, separando completamente al trabajador del trabajo que está realizando mediante barreras físicas (panel frontal completamente cerrado, manipulación a través de guantes de goma,…). ¿Qué tipo de cabina elegir? Dependerá de: Los riesgos que presenta el material manipulado. La posible generación de aerosoles debido a las técnicas aplicadas. El grado de protección que se busca frente a la contaminación ambiental. Normas de uso: 16 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio ✓ Correcto mantenimiento de filtros. ✓ Preparar y colocar todo lo necesario antes de iniciar el trabajo. ✓ No obstruir las rejillas inferiores. ✓ Se debe evitar introducir y sacar objetos continuamente ya que esto altera el flujo laminar y provoca turbulencias que disminuyen la eficacia protectora. d) Precauciones universales: - Vacunación (inmunización activa) cuando exista vacuna. Se recomienda como mínimo: o Gripe. o Hepatitis B. o Tosferina. o Triple vírica (sarampión, rubeola, parotiditis). o Tétanos. o Varicela. - Normas de higiene personal (cubrir cortes y heridas con apósitos impermeables y guantes, retirar anillos y joyas,…). - Precaución especial con objetos punzocortantes que deberán eliminarse en contenedores de seguridad. - En el uso de autoanalizadores se debe minimizar el contacto con las muestras y los residuos generados deberán gestionarse correctamente. - Se debe tener especial atención con los capilares y tubos de hematocrito, ya que se rompen con facilidad. - Las preparaciones para microscopio que no han sido fijadas se consideran material infeccioso. Tras la fijación se inactivarán los microorganismos. - Las puntas de pipeta y equipos de dispensación automáticos pueden generar aerosoles peligrosos al liberar los fluidos de forma rápida por lo que deberemos asegurarnos de que los frontales y tapas están bien colocados. - El material que se envíe a otro laboratorio deberá ser descontaminado previamente. e) Señalización: mediante el correspondiente pictograma. 3.3. Protocolos de actuación ante accidentes por agentes biológicos a) Accidentes percutáneos: Retirar el objeto con el que se ha producido el accidente. Limpiar la herida con agua corriente, sin restregar, dejando fluir la sangre durante dos o tres minutos, induciendo el sangrado si es preciso. Desinfectar la herida con povidona yodada o clorhexidina. Cubrir con un apósito impermeable. b) Exposición dérmica: lavado con agua y jabón. c) Exposición mucosa: lavado prolongado con agua y suero. En todos los casos se deberá comunicar al Servicio de Salud Laboral el incidente. 17 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio 4. RIESGOS RADIACTIVOS La radiación consiste en la propagación de energía en forma de ondas electromagnéticas o partículas subatómicas. Cuando es capaz de extraer los electrones del átomo sobre el que actúa se denomina radiación ionizante. Si una célula se expone a estas radiaciones, algunas moléculas se transforman en radicales libres que pueden dañar su ADN provocando la muerte celular o su transformación neoplásica. 4.1. Tipos de radiación ionizante En la naturaleza existen elementos radiactivos capaces de emitir radiación ionizante cuando sus núcleos se desintegran con el fin de convertirse en átomos más estables. Los tipos de radiación así generados son: Radiación alfa (partículas α): núcleos con dos protones y dos neutrones. Radiación beta (β): tienen la misma masa que los electrones pero pueden tener carga positiva (positrón) o negativa (electrón o negatrón). Radiación X: se emplean en el diagnóstico por imagen y son electromagnéticas. Radiación gamma (γ): son las ondas electromagnéticas de menor longitud de onda (mayor energía). Se emplean en diagnóstico por imagen y radioterapia. La unidad de medida más utilizada en el campo de la prevención de riesgos es el sievert (Sv) que tiene en cuenta no solo su intensidad sino también el efecto biológico que produce en los tejidos. El límite para trabajadores expuestos actualmente es de 100 mSv en cinco años, no debiendo superarse los 50 mSv por año. 4.2. Efectos sobre la salud Efectos deterministas agudos: En irradiaciones totales y de larga duración: aplasias medulares (la médula ósea pierde actividad). Irradiaciones parciales y de pocos minutos: daño epidérmico, alopecia o esterilidad. Efectos deterministas tardíos: cataratas, lesiones dérmicas, malformaciones fetales,… Efectos estocásticos: ocurren cuando la radiación no provoca la muerte celular pero sí daña el ADN. Si la célula no puede reparar el daño y sobrevive sufrirá una mutación que podría originar un cáncer en el individuo o en la descendencia, aunque no en todas las ocasiones. En la actualidad se tiende a utilizar técnicas con menor riesgo, más baratas y más sencillas. Sin embargo, todavía se aplican algunas técnicas que usan isótopos radiactivos como el radioinmunoanálisis (RIA) o el marcaje radiactivo de sondas de ácidos nucleicos. 4.3. Medidas de protección radiactiva Están reguladas por el Consejo de Seguridad Nuclear: a) Señalización: se deben señalizar todas las zonas en que se manipulan o almacenan sustancias radiactivas. Existe un código internacional que divide las zonas de riesgo en: Zona vigilada: peligrosidad baja. Zona controlada: peligrosidad moderada. Zona de permanencia limitada: peligrosidad alta (riesgo de superar los límites legales fijados). Zona de permanencia reglamentada: riesgo de recibir, en cortos periodos de tiempo, una dosis superior a los límites legales fijados. 18 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Zona de acceso prohibido: riesgo de recibir, en una exposición única, dosis superiores a los límites legales fijados. En la siguiente figura puedes ver los pictogramas de señalización para cada una de estas zonas, teniendo en cuenta que en cada una de ellas el riesgo puede ser de irradiación, de contaminación o de ambas (hay un pictograma distinto para cada uno de estos casos y para cada zona). En la figura también puedes consultar los criterios de posible dosis recibida que diferencian unas zonas de otras. b) Otras medidas básicas de protección: Limitar el tiempo de exposición. Alejar al personal de la fuente de radiación. Interponer blindajes entre la fuente de radiación y la persona (delantales de plomo, …). Formar al personal sobre los efectos de la radiación y la forma de protegerse. Controlar los residuos generados. Vigilancia médica y control mediante dosímetros (dispositivos personales que miden la exposición) en los trabajadores expuestos, que pueden ser de dos tipos: o Categoría A: trabajadores sometidos a condiciones de zona controlada o de mayor riesgo que reciben un control muy exhaustivo. o Categoría B: trabajadores sometidos a condiciones de zona vigilada que reciben un control menos intenso. 4.4. Protocolo de actuación ante un accidente con material radiactivo A continuación se dan algunas normas sobre cómo se debe actuar ante un accidente con material radiactivo: Avisar inmediatamente al responsable de protección radiológica. Proporcionar los cuidados médicos al accidentado evitando propagar más la contaminación. Si fuese necesario se pedirá asesoramiento al Consejo de Seguridad Nuclear. Acordonar la zona y señalizar el riesgo. Utilizar EPI adecuados y guardarlos después en bolsas cerradas y etiquetadas. Anotar el valor del dosímetro del accidentado si dispone de él. Reunir al personal del laboratorio en zona segura. 19 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio El Servicio Andaluz de Salud cuenta con unidades específicas para la atención de estos casos en condiciones de seguridad. Por tanto, una llamada al teléfono 112 nos podrá orientar sobre los pasos a seguir. 5. RIESGOS RELATIVOS A EQUIPOS DE LABORATORIO Los riesgos por el uso de aparatos incluyen golpes contra objetos, cortes, atrapamiento entre partes móviles, choque eléctrico, incendios,… Dado que el aparataje es muy variado los técnicos deberán recibir formación sobre seguridad de uso para cada uno de ellos incluyendo: Recomendaciones de seguridad facilitadas por el fabricante. Programa de mantenimiento recomendado. En la siguiente tabla se enumeran los riesgos asociados al uso de los equipos más habituales en el laboratorio, junto con sus normas para el control de riesgos: 20 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Los autoclaves utilizados para la esterilización del material suponen riesgos de tipo físico (calor, vapor y presión) y peligros biológicos (materiales infecciosos desinfectados incorrectamente). Entre las normas de prevención destacan: Chequeo periódico de la goma selladora de la tapa. Limpieza y desinfección frecuentes ya que suelen acumularse residuos de los productos esterilizados. Nunca se debe sobrecargar. Las botellas se deben llenar como máximo hasta dos tercios. Las piezas de vidrio individuales deben situarse en cestillos y no sobre la bandeja inferior de la cámara del autoclave. Siempre se debe verificar que la tapa queda bien cerrada antes de ponerlo en funcionamiento. Tras finalizar la esterilización se debe abrir el autoclave utilizando los EPI que sean necesarios (guantes resistentes al calor, zapatos de protección, bata,…). La tapa se debe abrir lentamente manteniendo la cara alejada. La mayoría de los aparatos de laboratorio implican un riesgo eléctrico de dos tipos: Electrocución por contacto. Inflamación o explosión de vapores inflamables por chispas o calentamiento del aparato. La recomendación general para su prevención es disponer de un cuadro general con diferenciales y automáticos. Además no hay que olvidar el riesgo de incendio para lo que el laboratorio deberá disponer de: Extintores (para incendios en laboratorio es preferible utilizar los de CO2 ya que no dañan los equipos). Bocas de incendios con manguera y toma de agua. Rociadores automáticos de agua situados en el techo que detectan el incendio, dan la alarma e inician la extinción. Finalmente, otros riesgos a considerar en el laboratorio son: Psicosociales: precariedad de empleo, turnos, nocturnidad, jornada laboral excesiva, sobrecarga de trabajo, tareas repetitivas, responsabilidad, formación insuficiente, falta de participación en las decisiones, escasas posibilidades de promoción, relaciones interpersonales difíciles, falta de comunicación,… 21 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Ergonómicos: falta de confort térmico (temperatura y humedad), baja calidad del aire, escasa ventilación, iluminación insuficiente, ruido, vibraciones, diseño del puesto de trabajo inadecuado, manipulación de cargas,… 6. SEÑALIZACIÓN DEL LUGAR DE TRABAJO A continuación se reproducen algunos de los pictogramas más frecuentes en la zona de trabajo con su significado. 6.1. Señales de advertencia Superficie caliente 6.2. Señales de obligación 22 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio NOTA: en la página web del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) puedes encontrar información actualizada sobre múltiples aspectos relacionados con la prevención de riesgos en el laboratorio. Para ello deberás consultar las llamadas Notas Técnicas de Prevención a través de este enlace. 7. GESTIÓN DE RESIDUOS Los residuos generados en el laboratorio pueden suponer un riesgo tanto para el personal como para la comunidad y para el medio natural. Con el fin de minimizar dichos riesgos, las autoridades administrativas han desarrollado legislación específica destinada a regular la gestión de residuos en nuestro país, destacando dos normas fundamentales: A nivel nacional: Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. A nivel autonómico: Decreto 73/2012, de 22 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de Residuos de Andalucía. La gestión debe basarse en los principios de minimización, reutilización, tratamiento y eliminación segura. Para ello el laboratorio debe disponer de un programa que contemple los siguientes aspectos: Inventario de todos los productos considerados como residuos que se generan en el laboratorio. Definición de los grupos en que se van a clasificar los residuos, con base a sus características fisicoquímicas, incompatibilidades, riesgos específicos y/o tratamiento y eliminación posterior. Contemplar la posibilidad de minimizar los residuos (reutilización, neutralización,...). Implantar un sistema de recogida selectiva según los grupos establecidos con provisión de contenedores adecuados a cada tipo de residuo, correctamente identificados y etiquetados. Formación del personal del laboratorio sobre el plan de gestión de residuos. De forma genérica se puede distinguir entre residuos no peligrosos (se pueden eliminar por el desagüe o a través de los sistemas municipales de retirada de residuos) y residuos peligrosos (requieren medidas especiales de almacenaje y retirada). 7.1. Almacenamiento provisional El laboratorio debe disponer de contenedores adecuados para cada tipo de residuo: a) Para materiales que pueden cortar o pinchar: deben ser rígidos y con la indicación de “biocontaminantes” para agujas, bisturíes,… El vidrio roto u otros elementos sin riesgo contaminante se depositan en cubetas o contenedores rígidos eliminándose como residuos no peligrosos. b) Productos químicos: se deben separar en distintos grupos según sus propiedades. Cada grupo se debe envasar por separado con etiquetas de colores que los distingan: La recogida la suelen hacer empresas especializadas. 23 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio c) Residuos biológicos: la gestión dependerá del tipo de residuo y de si presenta o no patógenos. Es habitual proceder a una descontaminación previa esterilizándolos en autoclave, estufas u otros métodos para poder eliminarlos después como residuos no peligrosos. d) Residuos radiactivos y cancerígenos: Deben tener contenedores independientes señalizados y procedimientos específicos de retirada. 7.2. Procedimientos de eliminación de residuos Dependerá de varios factores: Del volumen generado: cuando sea elevado se optará por contratar a una empresa que los retire. Del proceso que se deba aplicar: algunos residuos peligrosos se pueden tratar para verterlos al desagüe o retirarlos con los no peligrosos, siempre que el laboratorio disponga de los medios para hacerlo. La normativa: algunos residuos especialmente peligrosos tienen regulados todos los aspectos relativos a su almacenaje y eliminación. Los principales procedimientos son: a) Tratamiento y vertido: ✓ Recomendable para residuos no peligrosos y para los peligrosos que se puedan neutralizar o tratar para minimizar su riesgo. ✓ Una vez tratado se verterá al desagüe o se gestionará como no peligroso. ✓ Ejemplo: tratar un oxidante con una disolución reductora. b) Incineración: ✓ Los residuos se queman en un horno para reducirlos a cenizas. ✓ Se utiliza mucho con residuos orgánicos y material biológico. ✓ Se debe controlar la temperatura para asegurar que se eliminan todos los microorganismos, incluyendo las formas de resistencia. ✓ A veces hay que filtrar los humos generados si son tóxicos. c) Recuperación: ✓ Se trata el residuo con el fin de recuperar elementos o compuestos cuyo elevado valor o toxicidad hace aconsejable no eliminar. ✓ Está especialmente indicado en metales pesados y sus compuestos. d) Reutilización-reciclado: ✓ Es la mejor opción siempre que se pueda realizar. ✓ En algunas ocasiones el residuo no tiene ninguna utilidad en el laboratorio pero sí en otras actividades, generalmente de tipo industrial. 24 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Cuando los residuos sean retirados por una empresa especializada se deberá definir con claridad: Cómo se realizará el almacenamiento temporal de los residuos. Con qué periodicidad se realizará la recogida y de qué manera. 7.3. Etiquetado y señalización El recipiente debe etiquetarse de forma clara, indeleble y legible. En la etiqueta, con tamaño mínimo de 10x10 cm, debe figurar: Nombre, dirección y teléfono del titular del residuo. Código de identificación del residuo según el sistema oficial y código LER (Lista Europea de Residuos) de seis cifras. Fecha de envasado en el momento en que se completa el llenado del recipiente. A partir de este momento no podrán pasar más de seis meses. Pictogramas de peligro que correspondan según el contenido. 7.4. Medidas preventivas durante el transporte y manipulación de residuos A continuación se enumeran una serie de medidas preventivas básicas sobre seguridad y salud, para que el transporte y manipulación de residuos peligrosos se realice sin perjuicios para la salud humana y el medio ambiente. Dichas medidas son las siguientes: Al manipular los envases de residuos, se aplicará el máximo nivel de protección en caso de desconocer exactamente las propiedades y características del producto a trasladar. En ningún caso se manipularán envases de residuos en los laboratorios sin la supervisión del correspondiente Responsable de Laboratorio. El transporte de los envases de residuos se realizará, siempre que sea posible, mediante medios mecánicos de carga. La zona dispuesta para el transporte de los envases se encontrará completamente ventilada y aislada de cualquier de foco de ignición. Queda totalmente prohibido fumar y/o comer durante la manipulación y transporte de residuos. Para residuos líquidos no se emplearán envases mayores de 30 litros. Nunca se han de manipular los residuos en solitario. El vertido de los residuos a los envases correspondientes se ha de efectuar de una forma lenta y controlada. Esta operación será interrumpida si se observa cualquier fenómeno anormal, como la producción de gases o el incremento excesivo de temperatura. Para trasvasar líquidos en grandes cantidades, se empleará una bomba, preferentemente de accionamiento manual. En el caso de utilizar una bomba eléctrica, esta debe ser antideflagrante. 25 UT. 3. Aplicación de protocolos de seguridad y prevención de riesgos en el laboratorio Los envases no se han de llenar más del 90% de su capacidad con la finalidad de evitar salpicaduras, derrames y sobrepresiones. Siempre que sea posible, los envases se depositarán en el suelo para prevenir caídas. En cualquier caso no se colocarán a más de 170 cm de altura. Se evitará el contacto directo con los productos químicos. En cualquier caso, durante todo el proceso de transporte y manipulación de residuos, deberán utilizarse los equipos de protección individual adecuados. 8. PLAN DE EMERGENCIA Todos los laboratorios deben protocolizar las actuaciones necesarias en caso de emergencia de cualquier tipo. Además de los protocolos por accidentes específicos, se elaborará un Plan de Emergencia general en el que se contemplan las medidas necesarias para una evacuación ordenada y sin riesgos. Normalmente cuentan con varias fases: a) AVISO: existen teléfonos de emergencia propios de los laboratorios o botones de alarma que sirven para advertir de una posible situación de emergencia. b) PREALARMA: campana o aviso por megafonía. El puesto de trabajo debe quedar seguro para evitar una emergencia mayor (no dejar aparatos encendidos y llevar al almacén los productos que puedan prender o explotar). Durante este periodo permanecemos atentos a las señales esperando a que se confirme o se descarte la emergencia. c) ALARMA: no siempre se pasa a esta fase, ya que en ocasiones se avisa de posibles situaciones de emergencia que no llegan a serlo como tales. Si se confirma la emergencia se deberá proceder a la siguiente fase. d) EVACUACIÓN: manteniendo la calma y siguiendo las normas de prudencia que detallará el Plan de Emergencia. Existirá un punto de encuentro o varios en zona segura que permitirán verificar si todo el personal ha sido evacuado correctamente. 26