El Estado de Bienestar (Sotelo) PDF

Summary

Este documento analiza el estado de bienestar, desde sus antecedentes hasta su desarrollo y declive, con ejemplos de las experiencias británica y alemana. Profundiza en la evolución y los factores que incidieron en su transformación. Ofrece una visión histórica sobre el concepto y su aplicación a lo largo del tiempo.

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# 04-008-149 - Contemporánea - 22 pag ## El Estado social ### Antecedentes, origen, desarrollo y declive #### Ignacio Sotelo **EDICIONES TROTTA, S.L.** **FUNDACIÓN ALFONSO MARTÍN ESCUDERO** **CONTENIDO** **Palabras preliminares** **I. EL ESTADO: SOBERANÍA, LIBERTAD, DERECHO** - Estado y sociedad...

# 04-008-149 - Contemporánea - 22 pag ## El Estado social ### Antecedentes, origen, desarrollo y declive #### Ignacio Sotelo **EDICIONES TROTTA, S.L.** **FUNDACIÓN ALFONSO MARTÍN ESCUDERO** **CONTENIDO** **Palabras preliminares** **I. EL ESTADO: SOBERANÍA, LIBERTAD, DERECHO** - Estado y sociedad - Igualdad o libertad: el dilema central del Estado social - Derecho y Estado en Hegel... - Nación y Estado nacional - Estado de derecho y Estado democrático **II. ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL** - Del pauperismo a la «cuestión social» - El Estado social hasta 1914 - La política social de entreguerras. - Keynes y Beveridge - El Estado de bienestar propiamente dicho - El desplome del Estado de bienestar **III. CRISIS Y DECLIVE DEL ESTADO SOCIAL** - Algunas consideraciones previas - El impacto de la globalización sobre el Estado social. - La transformación del Estado - Migraciones masivas en un mundo sin trabajo - La política social ante un nuevo paradigma de Estado y sociedad - Epígono. Conjeturas sobre el futuro del Estado social.. **Impresión** **Fernández Ciudad, S.L** **Índice onomástico** **Indice general** # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO Se ha llamado «edad de oro del Estado de bienestar a los tres decenios que van desde el final de la segunda Guerra Mundial a 1972-1973, fecha de la primera crisis del petróleo. En rigor, si atendemos al país modélico que a este respecto fue Suecia, el comienzo debería adelantarse a 1932, año en que los socialdemócratas llegan al poder para un larguísimo trecho, en el que desplegaron de manera cabal el Estado de bienestar. Pero incluso referido a los dos países a los que nos circunscribimos, la Alemania de Hitler pudiera servir de ejemplo de un Estado del bienestar muy peculiar¹, y Keynes, en los años treinta, y Beveridge, en los cuarenta, habían diseñado algunas de las ideas claves del Estado de bienestar, aunque hasta terminada la guerra ambos países no lo hubieran puesto en marcha. También se suele mencionar la crisis del petróleo, que cuadriplicó su precio en 1972-1973, como el fin del Estado de bienestar, aunque, como veremos, hayan sido también otros, y algunos de mucho mayor calado, los factores que lo llevaron a su decadencia. La dificultad mayor para fijar una fecha final del Estado de bienestar radica en que el declive, que en efecto empieza en la segunda mitad de los setenta, ha ido a ritmos muy distintos según los países. De sopetón en la Gran Bretaña de Margaret Thatcher, mientras que en Alemania, y sobre todo en Suecia, el desmontaje ha transcurrido con mucha mayor lentitud. En los ochenta, tal vez en Suecia incluso en los noventa, comienza una nueva etapa que se caracteriza por andar a la búsqueda de nuevos modelos de Estado social. El eclipse del Estado de bienestar no conlleva el fin del Estado social, algo de ningún modo deseable, como sostiene el liberalismo más radical y consecuente, ni mucho menos factible, al menos mientras pervivan formas democráticas de organización política y social. La cuestión que se plantea hoy en día es qué tipo de Estado social prevalecerá en el futuro. Sí existe acuerdo en los hitos que marcan el principio y el fin del Estado de bienestar, en cambio, no tanto en cómo se ha de entender este concepto, como ya he comentado. A menudo, sobre todo en España, Estado social y Estado de bienestar se emplean como términos sinónimos. En Francia, sin diferenciarlos, se habla del «Estado providencia». Aunque el Estado de bienestar se distinga por rasgos propios, lo cierto es que en el fondo es tan sólo un desarrollo ulterior del Estado social que bien puede subsumirse en un sentido lato de este concepto. No obstante, creo que conviene distinguir el Estado social que hemos ido rastreando durante siglos, y que toma cuerpo en los años ochenta del siglo XIX en Alemania, del Estado de bienestar que en algunos pocos países del norte y centro de Europa surge en la primera mitad del siglo XX. Y ello porque permite subrayar que el debilitamiento, mengua y ulterior desaparición del Estado de bienestar no arrastra consigo al Estado social. En el capítulo octavo se argumentó a favor de la tesis de que el Estado de bienestar es una invención socialdemócrata que la Constitución de Weimar describe en sus rasgos fundamentales. La confusión radica en que no sólo no lo llamó así, sino que, y esto pesa mucho más, la primera república alemana no tuvo la menor posibilidad de edificarlo. La nueva concepción de un Estado social, con los caracteres de lo que luego sería el Estado de bienestar, no pasó de ser una mera exigencia constitucional no cumplida, como también lo fue el tan ensalzado «derecho al trabajo que recogió por vez primera la Constitución de Weimar. El término de «Estado de bienestar» (Wohlfahrtsstaat) lo empieza a emplear la derecha en la República de Weimar para desacreditar una Constitución que consideraba que habría cargado sobre el Estado un exceso de responsabilidades sociales, con lo que lo hacía inviable². Los ingleses recogen esta denominación insidiosa de la derecha alemana, pero dándole un sentido positivo. Welfare state es aquel que procura el bienestar de los ciudadanos, antónimo de warfare state, que aplican a la nueva Alemania» nazi, cuyo fin es potenciar el poder militar a costa de subyugar a la población. Se antepone la libertad de la nación a la de los individuos, y la nación es libre si dispone de vigorosas fuerzas armadas; También la expresión francesa de «Estado Providencia» tuvo en su origen un matiz descalificador. # EL MODELO BRITÁNICO DE ESTADO DE BIENESTAR (1945-1975) De las diez elecciones generales que se celebraron en estos tres decenios, seis las ganaron los laboristas y cuatro los conservadores, pero estos últimos con mayorías más sólidas que los mantuvieron durante diecisiete años en el poder, mientras que los laboristas sólo estuvieron trece. De las seis elecciones ganadas por los laboristas, cuatro lo fueron por mayorías muy débiles (1950, 1964 y febrero y octubre de 1974) pudiendo gobernar con cierto desahogo sólo en dos ocasiones, 1945-1950, la etapa de Clement Atlee, sin duda la fundamental en la que se implantó el Estado de bienestar y entre 1966-1970, la primera etapa del premier Harold Wilson, que más bien contribuyó a desacreditarlo, sin que la reacción a favor del Estado de bienestar de su segundo Gobierno entre 1974-1976-en este período se introdujo el «salario social»-lo-grara salvarlo. En abril de 1976 dimitió Wilson y le sucedió el también laborista James Callagham que, enfrentado a una situación económica cada día más difícil, se sintió incapaz de seguir impulsando el Estado de bienestar, resignándose a refrendar su derrumbe. El Estado de bienestar británico se caracteriza, en primer lugar, por haber sido obra conjunta de laboristas y conservadores, lo que en buena parte explica las diferencias con el modelo socialdemócrata sueco. Dicho con algo más de rigor, si los laboristas lo impulsaron en sus comienzos, lo consolidan los conservadores, interesados en no dejar en manos de sus contrincantes marca tan popular. No se podía ganar unas elecciones sin que el Estado de bienestar no encabezara el programa electoral. Facilitó sin duda que laboristas y conservadores se alternasen en la construcción del Estado de bienestar el hecho de que durante la guerra los dos grandes partidos hubiesen formado un Gobierno de coalición. Terminada la contienda, la sociedad británica seguía aspirando a la cohesión social, y sobre todo a la solidaridad ciudadana, vividas durante la guerra. Sin esta experiencia compartida en los cincuenta y sesenta, laboristas y conservadores no hubieran coincidido en el desarrollo del Estado de bienestar, colaboración que, en último término, da cuenta de la originalidad británica al crear un Estado de bienestar como alternativa a la socialización de los bienes de producción que entonces proclamaba la izquierda revolucionaria, infiltrada incluso en algunos sectores del laborismo. A los dos partidos unía el reconocer que la principal aportación del Estado de bienestar había sido en momentos muy críticos salvar el mercado, con las grandes ventajas que supone en la producción y distribución de la riqueza. Al fin y al cabo, fueron economistas, como Keynes y Beveridge, nada partidarios del espíritu revolucionario de los tiempos, los que en los medios académicos promovieron las ideas básicas del Estado de bienestar. La intervención del Estado en la economía, ampliando o restringiendo la demanda global, según lo pidiera la coyuntura del ciclo económico, parecía el instrumento adecuado para mantener el pleno empleo, el cimiento sólido sobre el que se levanta el Estado de bienestar, única forma de evitar la catástrofe social y política que se produciría, si volviera el paro masivo de los años treinta. Aunque no cabía contraponer Estado a mercado, porque todos convenían en que, sin la intervención del Estado, ni siquiera podría funcionar el mercado, los conservadores, sin embargo, tuvieron siempre una mayor dificultad a la hora de trazar una línea nítida entre la necesaria intervención estatal y la indispensable libertad de los mercados. # EL PROGRAMA LABORISTA No me resisto a exponer las líneas generales del manifiesto electoral que el partido laborista presentó a las elecciones de julio de 1945. Se trata de un documento de enorme significación histórica por describir el Estado de bienestar, tal como lo concibía el laborismo antes de ponerlo en marcha. Ya se sabe que del dicho al hecho hay mucho trecho, pero en este caso sí que fueron grandes los esfuerzos por cumplir lo prometido. Parte de la idea, que ya nos hemos encontrado en el Keynes y el Beveridge de los años cuarenta, de que, terminada la guerra, no podían repetirse los errores que se cometieron en la primera posguerra. Se insiste en que las guerras las ganan los pueblos, y no una figura carismática, por brillante que haya podido ser su actuación. Y si la actuación del Gobierno fue un factor decisivo para la victoria, es menester tener en cuenta que fueron los laboristas los que en 1940 derribaron al Gobierno de Neville Chamberlain para participar en uno de coalición con los conservadores que fue el que llevó a la victoria. Sin la política de cohesión y solidaridad social practicadas, gracias a la intervención estatal de la economía y si no se hubieran llevado a cabo, los laboristas se hubieran retirado del Gobierno- no se hubiera logrado vencer a la Alemania nazi. Ahora de lo que se trata es de impedir que esta política exitosa se sustituya, como ya ocurrió en 1919, por una liberal al servicio de los más ricos, con las consecuencias ya conocidas: «nunca tan pocos hicieron tanto daño a tantos». El pueblo británico ganó las dos guerras, pero esta vez debe tener buen cuidado en no perder la paz. La plataforma tory acusaba a los laboristas de ser fanáticos del control y de la intervención gubernamental. Los laboristas replicaban que los que están contra cualquier forma de control estatal únicamente pretenden dejar vía libre a los ricos y poderosos para que, como hicieron en los años veinte, pudieran explotar al resto de la nación. Conviene distinguir la libertad del explotador, que sólo busca su ganancia, de la libertad de la gente normal que sí precisa una protección que únicamente puede ofrecer el Estado. La libertad no es un bien abstracto que se recibe una vez por todas, sino que hay que conquistarla todos los días, luchando por ella: El partido laborista está a favor del orden y contra el caos que seguiría al fin de todo control público. Estamos por el orden, por un progreso constructivo, así como contra el caos que supone la anarquía económica del cada uno hace lo que le place. Desde estas consideraciones generales, los laboristas hacen algunas propuestas concretas. La primera, de la que hacen depender todas las demás, es lograr «un empleo para todos». Cierto que en teoría todos están a favor del pleno empleo, pero los conservadores suelen establecer condiciones, como el que no se modifique el poder adquisitivo del dinero, o que el gasto público se mantenga dentro de estrechos límites, que al final lo hacen inalcanzable. La avenencia desaparece en cuanto se enuncian los controles que son indispensables sobre las empresas privadas para conseguir este objetivo. El pleno empleo depende del éxito que tenga el Gobierno en las políticas de inversión y de desarrollo, tanto del sector privado como del público: Ellos dicen sí al pleno empleo, mientras se obtenga sin interferir demasiado en la industria privada. Nosotros decimos pleno empleo a cualquier precio, y muy bien, si para conseguirlo, es preciso mano dura con la industria. La libertad económica de unos pocos no se puede pagar al alto costo del paro y miseria de millones. El quid está en poner en marcha una política que utilice todos los recursos materiales y humanos disponibles. Causa de la depresión y del desempleo no es la superproducción, al no poder colocar en el mercado todo lo producido, sino un consumo insuficiente, que no es lo mismo. En la guerra hemos aprendido a emplear todos los recursos, y hay que seguir haciéndolo en la paz. Fundamental es que con un aumento continuo de la producción podamos organizar una «distribución equitativa y generosa» de lo producido. El pleno empleo demanda una capacidad expansiva del consumo, lo que a su vez exige salarios altos en continuo aumento, así como de unos servicios sociales eficientes, que constituye una parte importante del salario. Un nivel de vida alto que no cese de crecer sólo es posible con una producción y sobre todo una productividad en aumento, que evite una inflación que se coma una parte cada vez mayor de los salarios. # LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO DE BIENESTAR En julio de 1945, los laboristas ganan las elecciones con el 47,8% de los votos y 393 escaños, una diferencia de ocho puntos sobre el partido conservador (39,8%), que queda con 213 escaños. En las últimas elecciones celebradas en 1935, diez años antes -a causa de la guerra no se habían celebrado elecciones- los laboristas alcanzaron el 37,9% de los votos con 154 escaños. Los conservadores perdían por un gran margen, pese a que el candidato fuese Winston Churchill, el avezado político que antes de la primera Guerra Mundial ya había participado en Gobiernos liberales, en la entreguerra en gobiernos conservadores y en la segunda había presidido la coalición tripartita liberal, laborista, conservadora, que llevó a Gran Bretaña a la victoria. Los británicos reverenciaban como héroe nacional a Churchill, que gozaba de enorme popularidad, pero votaron a los laboristas de quienes esperaban una reconstrucción social a fondo. Organizando un país por completo distinto, habría que compensar los enormes sacrificios soportados en la guerra. La campaña laborista se había basado en la promesa firme de llevar a la práctica el Informe Beveridge y, en efecto, en los cinco años del prmer Gobierno laborista, bajo la presidencia de Clement Attlee (1883-1967), se sentaron las bases del Estado de bienestar. Attlee cumplió también con su programa de nacionalizaciones: el Banco de Inglaterra, la minería del carbón y la industria del acero, gas y electricidad, las comunicaciones por cable y sin cable, los ferrocarriles y los transportes por carretera, la aviación civil, pasaron a manos del Estado, en total el 20% de la economía. Así mismo los laboristas en 1947 iniciaron el proceso de descolonización con la independencia de la India, posteriormente dividida en tres países, India, Paquistán y Bangladesh, así como la de Ceilán (Sri Lanka) y Burma. El Imperio británico se transforma en una Comunidad de Naciones, Commonwealth, que no iría a durar mucho. En política exterior el Gobierno laborista cooperó con Estados Unidos en el afán de contener la expansión soviética, con cuyo presidente, Truman, Attlee mantuvo una buena amistad. En 1949 el Reino Unido fue cofundador de la OTAN y del Consejo de Europa. Hasta su muerte en 1946 contó con Keynes en las negociaciones de la deuda y nuevos préstamos con Estados Unidos. En 1947 puso en marcha un programa para fabricar armas atómicas, aunque la primera prueba británica no se efectuase hasta 1952. En suma, el Gobierno laborista, sin renunciar al papel de una gran potencia, integrada por completo en un «mundo occidental» que ya se perfilaba como reacción al expansionismo soviético, pretendió una remodelación a fondo de la sociedad británica. # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO # ORIGEN Y DESARROLLO DEL ESTADO SOCIAL # EL ESTADO DE BIENESTAR PROPIAMENTE DICHO

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