2. ARISTÓTELES PDF
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Este documento presenta un resumen sobre Aristóteles y su perspectiva filosófica, con énfasis en su filosofía y pensamiento sobre el conocimiento, la teleología y conceptos esenciales.
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2. ARISTÓTELES 1. Introducción Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.) fue discípulo de Platón (estudió y participó en la Academia platónica durante unos 20 años) y maestro de Alejandro Magno. Desarrolló gran parte de su vida en Atenas. Creó una escuela propia a la que llamó Liceo. Tenía el perl de un cie...
2. ARISTÓTELES 1. Introducción Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.) fue discípulo de Platón (estudió y participó en la Academia platónica durante unos 20 años) y maestro de Alejandro Magno. Desarrolló gran parte de su vida en Atenas. Creó una escuela propia a la que llamó Liceo. Tenía el perl de un cientíco práctico, no solo era un teórico. Hay que contextualizarle dentro de la decadencia de las polis griegas y el dominio del reino de Macedonia (Filipo II y, posteriormente, Alejandro Magno). Muere un año después de Alejandro, dando comienzo al periodo helenístico de la historia antigua de Grecia, en el que el imperio construido por Alejandro Magno se desmembró en reinos independientes que conservaron el interés por la cultura griega y una lengua griega común (koiné). Antes de nada, conviene denir el concepto de teleología, que viene a signicar que todo ser tiende hacia un n que le es propio. Para Aristóteles, los seres vivos, y por extensión toda la realidad, poseen un carácter teleológico, pues su verdadera naturaleza, lo que les caracteriza y determina lo que son es la tendencia a alcanzar la perfección que les es propia. Todos los seres vivos comienzan siendo un embrión que tiende a desarrollarse para llegar a ser lo que realmente le demanda su naturaleza. Todos poseen una nalidad interna que los orienta y dirige. Para Aristóteles la teleología es inmanente, es decir, el n al que tienden los seres naturales es interno a ellos, no es otra cosa que su propia perfección. Por el contrario, Platón, considerará que toda la realidad está ordenada conforme a un solo n, que es la idea de Bien, idea que es trascendente y no inmanente. Por otra parte, también es fundamental en Aristóteles la distinción entre potencia y acto. Todo ser tiene inscritas en sí mismo ciertas posibilidades, que constituyen lo que ese ser es en potencia. Por el contrario, se denomina acto a las actualizaciones de esas potencias, es decir, el cumplimiento de las mismas. Por ejemplo, una semilla es un árbol en potencia. Con esta distinción, Aristóteles soluciona el problema del devenir. 2. Aristóteles página 1 2. Teoría del conocimiento Para Aristóteles, el intelecto (la capacidad de analizar, conocer, entender y recrear la realidad racionalmente) es exclusiva del ser humano. Aristóteles arma que todo el conocimiento humano se origina en la experiencia que nuestros sentidos nos transmiten en su contacto con los objetos y la realidad del mundo. Las personas al nacer somos como una hoja en blanco (tabula rasa): nacemos sin conocimiento alguno. No hay conocimientos preestablecidos, como indicaba Platón. Aristóteles distingue entre conocimiento sensible e inteligible. Conocimiento sensible es el que adquirimos con nuestro contacto con la realidad a través de la experiencia de los sentidos. El conocimiento inteligible (o intelecto) se lleva a cabo a través de un proceso de abstracción en el que interviene el entendimiento que nos permite pensar con representaciones mentales universales, captando las características comunes y los rasgos esenciales de los elementos que estudiamos. Este proceso de abstracción nos permite desarrollar conceptos que nos permiten estudiar, clasicar y conocer la realidad de forma cientíca. Aristóteles distingue entre intelecto agente (que tiene en potencia la capacidad para captar las formas o deniciones de los objetos) e intelecto paciente (que supone la actualización de esa capacidad de la que se dispone en potencia). Este intelecto agente es común a todos los seres humanos, y es la única parte incorruptible del ser humano. Cada vez que se es capaz de determinar el género y la diferencia especíca de una cosa, el intelecto pasa de potencia a acto: se logra denir una realidad empleando conceptos. Los conceptos son un elemento clave del entendimiento humano y de la ciencia. La ciencia (epistéme) es para Aristóteles la forma adecuada de conocer la realidad. Se trata de un saber universal y necesario. Para Aristóteles esta ciencia o epistéme contiene un doble proceso de inducción y deducción. La actividad cientíca conlleva un proceso inductivo de descubrimiento de lo general desde lo particular, y un tipo de explicación deductiva, fundamentada en unos enunciados (axiomas) indubitables o principios primeros. Cada ciencia tiene un conjunto propio de axiomas que la identica. En coherencia con lo anterior, la obra de Aristóteles se clasica en función del contenido del conocimiento en el que se centra. Así, podemos distinguir entre: 1. Los tratados lógicos (órganon) son un instrumento del conocimiento, no una ciencia propiamente. 2. Las ciencias teóricas: 2. Aristóteles página 2 a.La metafísica: estudia la realidad última del ser. b. La física: estudia los procesos de cambio o movimiento de los cuerpos. c. Las matemáticas: abstracciones de algunas propiedades de los objetos. 3. Las ciencias prácticas: reexiones sobre la organización social y las acciones humanas. Incluyen la ética y la política. 4. Las ciencias productivas o técnicas (techné): su objetivo es el conocimiento sobre la producción de objetos útiles; por ejemplo, la carpintería. 3. El ser humano La clave para entender la antropología aristotélica es el hilemorsmo. Para Aristóteles, el mundo estaba formado por objetos individuales que denominó sustancias. Cada sustancia es diferente al resto, es individual y forma una unidad. Todas y cada una de las personas (como el resto de los seres) son sustancias particulares. Pues bien, la teoría hilemórca de Aristóteles señala, por una parte, que las sustancias son un compuesto de materia (hýle) y forma (morphé). En los seres vivos, el alma o psyché (considerada principio vital) se identica con su forma, y la materia es el material con el que está hecho ese ser vivo, el soporte físico especíco que tiene, esto es, su cuerpo concreto. Por otra parte, Aristóteles arma que en las sustancias (también llamadas entidades), la unión entre materia y forma es una unión sustancial, por lo que cuerpo y alma serían inseparables, no podrían subsistir separadamente. De ahí que Aristóteles niegue que el alma sea inmortal (excepto lo que tenemos de intelecto agente) y, por tanto, se oponga a la teoría dualista alma-cuerpo de Platón. Aristóteles distingue tres tipos de almas que conecta con tres grupos de seres vivos (plantas, animales y personas) en función de las capacidades especícas que atribuye a cada grupo. Así, señala que existe un alma vegetativa que es la única que poseen las plantas y que conecta con la capacidad nutritiva. En segundo lugar, indica que hay un alma sensitiva, que es característica de todos los animales y desempeña funciones relacionadas con el movimiento, percibir, desear y sentir. Y, en tercer lugar, arma la existencia del alma intelectiva, que es exclusiva de los seres humanos y está conectada con capacidades como el pensamiento, conocimiento y entendimiento racionales, la capacidad productiva y la voluntad racional y libre. Esta alma intelectiva tiene tres funciones: teórica, práctica y productiva. En primer lugar, la función teórica distingue entre lo verdadero y falso. Está relacionada con ciencias teóricas como la metafísica, la física o las matemáticas. En segundo lugar, la función 2. Aristóteles página 3 práctica, remite a la acción libre o electiva, porque busca la virtud adecuándose al término medio. Está conectada con ciencias prácticas como la ética y la política. Por último, la función productiva, que tiene el n de producir cosas útiles de forma racional. Está conectada con las diferentes técnicas. Las funciones del alma intelectiva, a su vez, se relacionan con las tres virtudes dianoéticas de la razón: la sabiduría, la prudencia y la técnica. La sabiduría distingue lo verdadero de lo falso; la prudencia escoge el término medio más adecuado entre los extremos y; por último, la técnica nos permite desarrollar la función productiva a través de las acciones adecuadas. 4. Ética La ética de Aristóteles es una ética eudemonista, esto es, Aristóteles considera que el bien supremo y el objetivo último de nuestras acciones es la felicidad (eudaimonía en griego). Además, la losofía de Aristóteles es teleológica, esto es, sostiene que en la naturaleza de todo ser existe una fuerza inmanente que le empuja a desarrollarse y a actuar conforme al n que le caracteriza, que le es propio, y cuya consecución conlleva su felicidad. Para Aristóteles, la actividad propia (natural) del ser humano es su racionalidad, que está conectada con su vida intelectual, con la contemplación intelectual, con la dedicación al conocimiento. Por tanto, el objetivo o n último que mueve la acción humana es la felicidad y esta se consigue en su grado más alto desarrollando plenamente la racionalidad propia de la actividad intelectual. La ética es la ciencia del carácter (éthos), y este se forma a partir de los deseos, sentimientos y emociones, es decir, se corresponde con la parte irracional del alma. Los deseos, sentimientos y emociones deben someterse al orden que impone la razón, controlándolos de forma racional a través de nuestra voluntad, esto es, educando y fortaleciendo nuestra voluntad. La idea de término medio desempeña una función fundamental en este fortalecimiento y educación racional de la voluntad. Básicamente consiste en aplicar la razón a los sentimientos y las emociones buscando la virtud que se consigue en el equilibrio del término medio entre lo excesivo y lo insuciente. Esta técnica virtuosa del equilibrio se consigue a través de la experiencia personal y aprendiendo de la experiencia de los más sabios. Aunque la virtud de la sabiduría es la que proporciona al ser humano la felicidad más plena y verdadera, en la vida cotidiana la dedicación al conocimiento debe conjugarse con otras virtudes y con los bienes exteriores; debemos preocuparnos por satisfacer adecuadamente las necesidades económicas, salud, familia, amigos, etcétera. De ahí que debemos 2. Aristóteles página 4 aceptar un logro moderado de la felicidad por no poder dedicarnos plenamente a la vida intelectual. Conseguiremos el mayor grado de felicidad posible completando nuestra actividad racional con la adquisición de virtudes que nos permitan actuar de la mejor forma posible a base de crear hábitos virtuosos. Junto a un buen entendimiento que nos ayude a elegir con prudencia y juzgar con sabiduría, es necesario que la voluntad nos impulse a obrar virtuosamente, esto es, conforme a la areté (virtud). Junto a estas virtudes dianoéticas que tienen que ver con lo racional (sabiduría, prudencia y técnica), Aristóteles distingue también una serie de virtudes éticas o morales. Estas virtudes morales dependen del carácter del sujeto. Aristóteles las conecta con la disposición de aanzar el hábito de elegir racionalmente el término medio entre dos extremos. Es un medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto. Entre las virtudes éticas tenemos la valentía, la honestidad, la justicia, la magnanimidad. etcétera. Aristóteles diferencia entre justicia distributiva y justicia correctiva. La justicia distributiva ja el contenido de nuestras obligaciones mutuas como conciudadanos. La justicia correctiva, en cambio, especica el deber que tienen los individuos de reparar los daños causados por su conducta a otros individuos. 5. Política Platón y Aristóteles no consideraron nunca la política como algo independiente de la ética. Para ellos, el hombre no es un individuo en sentido moderno; ante todo es un ciudadano, y es en el ámbito de la ciudad (pólis) donde se desarrolla como hombre y se moraliza. Para Aristóteles, el ser humano es un animal cívico o social por naturaleza (zoon politikón). La sociabilidad brota de la misma esencia del hombre y se ve favorecida por el uso de algo tan específicamente humano como es el lenguaje. Aristóteles reconoce tres niveles de comunidad: la familia (que surge de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir como especie), la aldea (agrupación necesaria para satisfacer las necesidades primarias y cotidianas, ya que una familia no puede procurarse a sí misma todo lo necesario) y la pólis o ciudad-estado. Esta última es como una especie de ser natural que no aparece como resultado de un pacto o acuerdo convencional entre hombres (como opinaban los sostas), sino que es natural al ser humano, es decir, pertenece a su misma esencia o naturaleza. La pólis es superior a las otras dos en perfección y excelencia y busca el bien y la felicidad colectiva. Ha de satisfacer las necesidades de los ciudadanos, pero su n principal es proporcionarles una vida buena y feliz, vivir bien, promoviendo ante todo las virtudes intelectuales y la justicia. El estado se definiría como la comunidad de hombres libres orientada a la vida buena. Si los individuos son buenos, la pólis alcanzará la justicia y viceversa. Aristóteles considera que la mejor organización política es aquella donde los que gobiernan son idóneos y buscan el bien común por encima de intereses particulares. Distingue tres sistemas de gobierno buenos y tres malos: monarquía: gobierno de un individuo superior en virtud a los demás, cuya degradación es la tiranía; la aristocracia o gobierno de unos pocos hombres selectos (los mejores); su degeneración es la oligarquía; y la politeía o república, gobierno de la mayoría que vela por el bien común, cuya corrupción es el gobierno de la mayoría buscando beneficiarse a sí misma, y que Aristóteles llama en griego demokratía). 6. La idea de Dios Aristóteles no concibió la idea de Dios como un Dios monoteísta del tipo del cristianismo, el judaísmo o el islam. Más bien habla de un tipo de entidad o realidad que se deduce del razonamiento losóco. Al área o campo de estudio de este tipo de realidades que no son físicas, sino que están más allá de la física, se le llamó posteriormente metafísica (más allá de la física). Aristóteles llama a este tipo de ciencia ontología (estudio del ser en cuanto ser), filosofía primera y también teología, en función del contexto que se usaba. La metafísica, pues, es el estudio de los principios y propiedades más generales de la realidad en su conjunto así como de las propiedades de cada uno de los entes o seres que existen, especialmente aquel ente que es el primero de todos: el dios aristotélico. Aristóteles señaló la existencia de un primer motor (que identicó con la esfera exterior del cosmos que diseñó). Este primer motor aristotélico es eterno y pone en movimiento todo el cosmos. Además, es inmóvil, siendo a su vez la primera causa del movimiento. Por otra parte, es puro acto, no está vinculado con ninguna potencia, pues es inmóvil, no cambia. Finalmente, es pura forma, no es materia. Este dios aristotélico es, en denitiva, un paso intermedio entre el demiurgo ordenador de Platón y el Dios cristiano. 2. Aristóteles página 6