02Propagacion_del_Sonido.pdf

Naturaleza y propagación del sonido El sonido siempre surge de una vibración, que viaja transmitiéndose por las partículas del aire, y en ella nos basamos para poder dar valores a lo que suena. Algo vibrando siempre repite las mismas posiciones, las llamaremos: - A unas posiciones, estados...

Naturaleza y propagación del sonido El sonido siempre surge de una vibración, que viaja transmitiéndose por las partículas del aire, y en ella nos basamos para poder dar valores a lo que suena. Algo vibrando siempre repite las mismas posiciones, las llamaremos: - A unas posiciones, estados positivos, que provocan compresiones en las partículas del aire. - Y a otras, estados negativos, que provocan descompresiones en las partículas del aire. Naturaleza y propagación del sonido A una vibración completa le llamaremos ciclo (un estado positivo más un estado negativo): Naturaleza y propagación del sonido - A la cantidad de ciclos por segundo le llamaremos Frecuencia, se medirá en Hercios (Hz) y nos servirá para medir el tono (agudos-alta frecuencia, medios-frecuencias medias y graves-baja frecuencia). - A la intensidad o Amplitud de la vibración la llamaremos intensidad sonora y la mediremos en decibelios (dB SPL). Hay otra clase de decibelios, referidos a electricidad, que no deben ser confundidos con estos.Ya lo veremos más adelante. - A lo que mide un ciclo cuando se desplaza por el aire se le llama Longitud de Onda y se mide en metros. Naturaleza y propagación del sonido Si dos vibraciones están en el mismo instante en distinto estado de vibración se dice que están desfasadas, si una está en estado positivo cuando la otra está en estado negativo se dice que están en contrafase o con desfase de 180º: La propagación del sonido Debemos conocer cómo se propaga el sonido en los distintos espacios donde se pueda desarrollar una producción audiovisual o espectáculo para así saber cómo actuar en cada caso y lograr nuestros objetivos. La propagación del sonido se da siempre en todas las direcciones, y está determinada por el espacio en el que se realiza. Propagación en espacios abiertos Cuando realicemos un espectáculo en campo abierto, el sonido sufrirá una gran atenuación con la distancia y cuando doblemos esa distancia, nos quedaremos con una cuarta parte del sonido que teníamos. Será siempre fundamental contar con un potente equipo en estos casos, pero siempre será mejor si: o Buscamos una calle sin tráfico y poco ruidosa nos puede hacer ganar nivel. Conseguiremos mejor propagación si el nivel de ruido es menor. Es decir, hemos mejorado la relación Señal/Ruido. o Si el escenario de un espectáculo lo montamos delante de una pared, conseguiremos concentrar el sonido hacia delante. Esto se puede mejorar si hay paredes que tapen los laterales o incluso el techo del escenario, forma conocida como concha acústica. Estamos consiguiendo aumentar la directividad del sonido y eso nos ayudará a llegar más lejos con el mismo nivel. Propagación en espacios abiertos o Si conseguimos reducir la distancia entre la fuente de sonido y el espectador, también ayudará. Podemos situar al público en forma de herradura. o Si colocamos a los espectadores en gradas donde cada uno reciba el sonido sin el obstáculo de las cabezas de los espectadores que están delante de él, mejorará la escucha general. El mejor ejemplo de todo esto… un teatro griego o romano!! Propagación en espacios cerrados En los espacios cerrados vamos a ganar en propagación, pero también va a aparecer un nuevo problema, la reverberación. Este problema puede provocar una pérdida de inteligibilidad, empeorando las posibilidad de entender el mensaje. Cuando emitimos un sonido en un recinto cerrado, éste se propaga en todas direcciones. Parte de él irá inmediatamente al oyente, pero el resto se dirigirá hacia las paredes y techo. Dependiendo del material con el que están cubiertas estas superficies, el sonido se reflejará o será absorbido (el índice de absorción sonora de cada material se puede encontrar en los libros de acústica). Propagación en espacios cerrados En general, las superficies lisas y pulidas reflejarán bien el sonido, las superficies porosas lo absorberán y los materiales muy rugosos lo reflejarán de forma difusa. La absorción será distinta para cada frecuencia. Así, los materiales que absorben bien frecuencias agudas, pueden no absorber los graves. De hecho los graves son los más difíciles de absorber. Propagación en espacios cerrados El oyente recibirá primero el sonido directo y después el de las distintas reflexiones. Este último, al unirse al primero aumentará su nivel, y esto ayudará a la propagación que no descenderá tanto al alejarnos de la fuente como en los espacios abiertos. Pero el problema surge a causa del tiempo que transcurre entre el sonido directo y el reflejado: - El cerebro, cuando recibe un sonido y su reflexión con una diferencia entre ellos inferior a 50ms lo interpreta como un sonido que se prolonga (reverberación). - Cuando la diferencia es mayor, lo interpreta como dos sonidos (eco). Propagación en espacios cerrados La inteligibilidad desciende: - Cuando aumenta el tiempo transcurrido entre el sonido directo y el reflejado. - Cuando aumenta la diferencia entre los distintos rebotes. - Cuando el número de rebotes es muy grande. De esta manera, en locales grandes o excesivamente reverberantes es probable encontrar una baja inteligibilidad a causa de la reverberación. En estos casos, se trata de mejorar la acústica estudiando los caminos por donde la reflexión recorre distancias más largas, generalmente techos y paredes traseras del patio de butacas. Estas se tratan con materiales absorbentes que eviten las reflexiones o difusores que las hagan menos evidentes. De esta forma se desciende notablemente el tiempo de reverberación y en muchos casos con esto es suficiente para conseguir una inteligibilidad adecuada. Propagación en espacios cerrados Esto sucede más en zonas alejadas de la fuente sonora que en zonas cercanas a ellas, pues en estas últimas, el sonido de la fuente dominará sobre la reverberación. La absorción perjudica el aumento de la propagación que se produce en espacios cerrados. Por tanto hay que encontrar un compromiso entre bajar la reverberación sin perjudicar demasiado la propagación. Propagación en espacios cerrados Cuando se estudia el tiempo de reverberación siempre hay que adecuarlo a la actividad que se va a realizar en el local. No admite el mismo tiempo de reverberación una sala de teatro, que una sala para música. Incluso habría que diferenciar entre distintos tipos de música (para tener un ejemplo basta con escuchar gregoriano y rock). Un caso especial de reflexión es el que se da cuando tenemos dos superficies reflectantes enfrentadas con otras dos absorbentes ya que la reflexión queda como atrapada entre sucesivos rebotes en las dos paredes, produciendo un efecto de campanilleo o zumbido sobre todo con sonidos impulsivos (como el de una palmada seca). Esto se conoce como eco pulsante. Propagación en espacios cerrados Aunque puede parecer que los locales pequeños son menos problemáticos, no es así. Los locales pequeños tienen también un problema intrínseco a su tamaño: la resonancia. Si por ejemplo, escucháramos una guitarra eléctrica sin amplificador y una guitarra acústica habría una diferencia notable de sonido, aunque pusiéramos las mismas cuerdas en los dos. Esta diferencia es debida al fenómeno de resonancia que se produce en el cajón de la guitarra. Lo mismo ocurre entre el sonido de un arpa y el de un piano, por ejemplo. Cuanto más grande es el cajón, más graves son las frecuencias que entran en resonancia. Esto es lo que ocurre con algunos locales pequeños. Funcionan como si fueran cajones resonadores de baja frecuencia, dependiendo estas de sus dimensiones (alto, ancho y largo del local). Esto hace que cualquier sonido grave producido en ellos, sufran un aumento de nivel. No ocurre en todos los locales pequeños, porque en ocasiones determinada combinación de dimensiones, lo evita. Propagación en espacios cerrados La solución a este problema es variar las dimensiones del local, cosa normalmente complicada, o utilizar absorbentes de graves: resonadores de Helmhot o pantallas vibrantes, por ejemplo. Necesidades de equipamiento Sonoro La utilización de equipos de sonido puede servir para solucionar problemas que acústicamente no se hayan podido resolver: - Cubrir zonas donde la propagación es insuficiente - Cubrir zonas donde por su lejanía de la fuente, la influencia del sonido reverberante produce una falta de inteligibilidad.