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This guide presents a study on the principles of Church growth. It explores essential concepts such as the importance of spiritual growth, corporate growth, and social engagement within the Church.
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# CAPITULO 1 ## LAS ESCRITURAS Y ## LA VOLUNTAD DE DIOS "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizán-dolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta e...
# CAPITULO 1 ## LAS ESCRITURAS Y ## LA VOLUNTAD DE DIOS "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizán-dolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19, 20). Aquí tenemos las Escrituras. Aquí tenemos la voluntad de Dios. Todos los creyentes llamamos a esto la "Gran Comisión" y en alguna medida u otra tratamos de cumplirla, aunque quedándonos cortos muchas veces. David Haney en su libro Renueva mi iglesia dice: "No se está cumpliendo con la Gran Comisión! Nuestra versión abreviada de la Gran Comisión dice: 'Id por todo el mundo y haced discípulos', y ahí termina. Algunos bautistas y 'discípulos de Cristo' llegan hasta 'bautizándolos', y de ahí no siguen." No creo que la omisión sea exclusiva de estas dos denominaciones; creo que todos nos quedamos cortos. Tenemos evidencias bíblicas de que la Iglesia primitiva funciona-ba dentro del estricto cumplimiento de la Gran Comisión. Veamos su ejemplo, para luego ver cómo las enseñanzas de Iglecrecimiento se basan en las Escrituras y la voluntad de Dios. ## Cuatro clases de Iglecrecimiento bíblico Desde mis primeros pasos en este movimiento - y en los años en que he estado enseñando esta materia debo haberlo compartido con diez o doce mil pastores y líderes latinoamericanos - he aprendido que hay cuatro clases de Iglecrecimiento y que estas están basadas en las experiencias de la Iglesia primitiva. En primer lugar, encontramos en el capitulo 2 del libro de los Hechos que había un crecimiento espiritual. Perseveraban en la doctrina, crecían hacia arriba, en comunión con Dios. En término de pocas horas aquel grupo de 120 hombres y mujeres que habían estado en el aposento alto (y esto sin duda incluía a los 11 discípulos que habían quedado) se había multiplicado hasta llegar a ser 3.120. Me pregunto, ¿cómo habrán solucionado esos 120 el problema de un crecimiento numérico tan rápido? ¿En qué auditorio o estadio se reunirian? Los niños, ¿qué hacían con ellos? Las Escrituras no nos dan las respuestas a estas preguntas, pero nos dicen que "persevera-ban en la doctrina". Doy por sentado con firmeza que la Biblia no nos dice cómo para enfatizar lo que hacían. De acuerdo con esa experiencia y lo que hoy enseñamos el crecimiento "espiritual" era imprescindible. No podría haber otro crecimiento sin esta base. De ahí que el énfasis no está sólo en los números sino que está puesto en todo aspecto del individuo y de la iglesia. La madurez cristiana y la relación vertical con Dios son la base de todo crecimiento. En segundo lugar, había un crecimiento corporativo. Crecían en el "cuerpo de Cristo", la Iglesia. Crecían juntos en la comunión de los hermanos, por eso en 2:44 nos dice: "Todos los que habían creído estaban juntos". La koinonia ["comunión", en griego) de la iglesia primitiva debe contagiar nuestras congregaciones de modo que reine la unidad y no la división entre los creyentes. Sin embargo, tenemos que tener cuidado de que la koinonía no llegue a transformarse en koinonitis. Esta última es una enfermedad de la que muchas de nuestras iglesias padecen, y algunas han muerto de este mal. Podemos tener tanta koinonía con los hermanos que nos concen-tramos en edificarnos y perfeccionarnos a nosotros mismos y nos olvidamos de las almas que se están perdiendo. Nuestro mal está en engordarnos a nosotros mismos espiritualmente y dejar al mundo que nos rodea morir de hambre de las cosas de Dios y de la posibilidad de conocer a Cristo como su Salvador personal. En el caso de la iglesia del libro de los Hechos finalmente la persecución terminó con la koinonitis y de ese momento en adelante la iglesia comenzó a crecer geográficamente. En tercer lugar, esta iglesia tenía crecimiento social, ya que nos dice el versículo 47 que "tenían favor con todo el pueblo". Crecían hacia afuera. Aquellos que los rodeaban (el vecindario) veían lo que sucedía. Quiero pensar que también ellos se ocuparon en lo que más adelante presentaremos como "el mandato cultural", el ministerio social. El testimonio no se limitaba a la predicación, a la comunión de los hermanos, sino que estaban ocupados con los problemas de los que buscaban en este movimiento espiritual la satisfacción de sus necesidades. Sin duda que muchos de los que habían escuchado al Maestro y habían sido sanados o alimentados, ahora buscaban en los seguido-res de Cristo el amparo que necesitaban. Por supuesto que muchos vendrían solamente "por los panes y los peces". No obstante, esperamos que hayan logrado recibir mucho más que eso. Por último, el mismo versículo 47 nos habla de un crecimiento numérico. Dice: "El Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos." Crecían más. Como resultado efectivo de las activida-des individuales y colectivas de esa iglesia, de lo que ellos estaban sembrando, el Señor les daba el crecimiento. La hora de la cosecha había llegado. Este era el comienzo, ya que la descripción del escritor bíblico nos dice que en ese período de unos treinta a cuarenta años la iglesia experimentó el siguiente crecimiento numé-rico: | Hechos | | |---|---| | 1:15 | 120 estaban reunidos. | | 2:41 | 3.000 fueron añadidos. | | 4:4 | 5.000 hombres agregados. | | 5:14 | Aumentaban en gran número. | | 6:1 | Crecía el número de los discípulos. | | 6:7 | Los discípulos se multiplicaban grandemente. | | 6:7 | Muchos sacerdotes obedecían a la fe. | | 8:5-25 | El gran avivamiento en Samaria. | | 9:31 | Las iglesias en Judea, Galilea y Samaria | | 9:32-42 | Los que vivían en Lida y Sarón... se convirtieron. | | 11:21-26 | Un movimiento espiritual y de salvación en Antioquía. | | 12:24 | "La palabra del Señor crecía y se multipli- caba." | Esta es la conclusión de lo que podríamos llamar la primera parte del libro de los Hechos. El resto del libro presenta la persecución, los viajes del apóstol Pablo y otras actividades que tuvieron que ver con la "expansión" de la iglesia. Miremos qué sucedió en este crecimien-to geográfico y numérico. | Hechos | | |---|---| | 13:43, 44 | Antioquía | Muchos... siguieron | | 48, 49 | de Pisidia | Creyeron todos los que hay que han creido." | | 14:20, 21 | Derbe | Muchos | | 16:5 | Galacia | Aumentaban en número cada día | | 17:4 | Tesalónica | Gran número | | 17:11 | Berea | Creyeron muchos | | 18:8-11 | Corinto | Tengo mucho pueblo en esta ciudad | | 28:24, 30,31 | Roma | Algunos asentian Recibía a todos los que venían | Además como para poner la decoración final a este pastel de celebración de lo que el Señor estaba haciendo, dice en Hechos 21:20 en palabras de Jacobo: "Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos # CAPITULO 2 ## LA MISION DE LA IGLESIA Existen dos temas por los que Iglecrecimiento ha sido criticado. Estos son: la definición de la misión de la iglesia, que trataremos en este capítulo, y la teología de Iglecrecimiento, la cual será abordada en cada uno de los temas que presentaremos. Estoy firmemente convencido de que dentro de unos diez años los malentendidos se aclararán e Iglecrecimiento será la norma de la Iglesia. Y si el Señor no regresa antes, estaremos ocupados en la conquista de un mundo que crece demográficamente de modo asombroso. En este capítulo consideraremos "la encrucijada" en la que los intereses "evangelísticos" se encuentran con los "sociales". Tratare-mos de ver estos dos enfoques desde el punto de vista del "mandato evangelístico" y del "mandato cultural". Este último lo trataremos además en su relación a la misión de la iglesia en el capítulo 7, o sea, El ministerio social y el Iglecrecimiento. Baste decir que Iglecrecimiento no pasa por alto la responsabili-dad de la iglesia ante las necesidades del hombre y de su mundo. Personalmente, siempre he tenido el cuidado de hacer mi parte. Nací, me crié, y por muchos años milité en una institución donde el quehacer social es número uno: El Ejército de Salvación. Allí participé en todo lo relacionado con la labor social. Lo hice con amor, y esa compasión por los necesitados no se ha apartado de mí, aun cuando haya dejado esa institución y mis prioridades hayan cambiado. Creo poder decir con Pedro Wagner: "Ni el mandato cultural ni el evangelístico son optativos para los hombres y mujeres que pertenecen a la comunidad del Rey y para quienes Jesús es el Señor.1 ## Definiendo la misión Muchas de las críticas y debates nacen de que no todos le damos la misma definición a una palabra. Los diccionarios y enciclopedias contribuyen a confundirnos, pues nos dan varias definiciones y acepciones para una misma palabra. En nuestros países latinoameri-canos esto se complica más, ya que el idioma español se usa en diferentes formas y una misma palabra puede tener varios signifi-cados en los distintos países. Por eso, lo que en algunos lugares llamamos "bebé" en Chile es "guagua", pero una "guagua" en Puerto Rico es un "autobús", un "autobús" en México es un "camión", y en Argentina un "camión" es lo que en México llaman una "troca". Y así podríamos continuar con otros ejemplos. Por eso es muy importante definir con exactitud lo que queremos decir. "Si hubo una época en la que existió un consenso en cuanto a la misión de la iglesia, hace mucho que esta pasó ... varios escritores toman nota de la polarización de conceptos dentro de las iglesias protestantes: Beyerhaus, 1971, 1972; McGavran, 1977; Stott, 1975; Krass, 1974; Braaten, 1977; Costas, 1977, 1974; Anderson, 1961; Verkeyl, 1978. Desarrollar una teología sobre la evangelización o aun de la misión de la iglesia no se puede lograr buscando sencillamente un consenso entre los eruditos o mucho menos entre los que realizan la evangelización."z En el período clásico, generalmente se entendía la expresión "las misiones" como todo lo que tuviera que ver con el trabajo misionero que se hiciera en otro país. Pero esto fue cambiando, de modo que ahora nos referimos a "la misión" (en singular) como la tarea de la Iglesia y a "las misiones" (en plural) como el nombre que se aplica a las agencias y actividades que tengan que ver con la implementación de tal tarea. Uno de los problemas que confrontamos es que la palabra "misión" no es una palabra bíblica. Por supuesto que la encontramos inferida en el Nuevo Testamento, especialmente donde encontramos las referencias a "enviar" o "enviado". En español proviene del latín "missio" (acción de enviar). ## ¿Qué dice Iglecrecimiento? El doctor Donald McGavran, en su libro Understanding Church Growth (Cómo entender el crecimiento de la iglesia), publicado en 1970, ofrece lo que pudiéramos llamar una definición "estrecha" de "misión". El dice así: "Es una empresa dedicada a proclamar las Buenas Nuevas del Señor Jesucristo, y a persuadir a las personas a que lleguen a ser sus discípulos y miembros responsables de su Iglesia." El no quiere usar el término, como otros lo han hecho, en el sentido de que "misión" es todo lo que Dios quiere que se haga. Su definición tiene que ver específicamente con la propagación del evangelio, la reconciliación de los hombres con Dios, y el ingreso de estos a la Iglesia del Señor Jesucristo. Con todo, él se refiere en algunas de sus conferencias a que "el evangelismo es un propósito principal e irrevocable de la misión cristiana". Esto permite pensar que no es el único propósito, ni el propósito principal; lo que da lugar a otros propósitos dentro de la definición. Esta tiene tendencias hacia un exclusivismo extremo. El doctor Pedro Wagner en su libro Church Growth and The Whole Gospel (Iglecrecimiento y el evangelio completo) nos presenta el siguiente diagrama y su explicación, que me tomo la libertad de utilizar en amplitud, ya que creo ayudará a comprender la posición de los defensores del Iglecrecimiento, y el porqué de su definición de misión. [Image Description: *A simple diagram with two vertical lines labeled "mandato cultural" on the left and "mandato evangelistico" on the right. The lines intersect on the left side of the diagram and each has five points labeled A, B, C, D, and E on the line. The points are arranged so that point A is at the bottom of "mandato cultural" and point E is at the top of "mandato evangelistico"] "Debemos notar que al ir de izquierda a derecha del diagrama 7 el mandato cultural disminuye y el mandato evangelístico aumenta en la misma proporción. Hay muchas posiciones intermedias que uno puede tomar, pero hay cinco opciones típicas en las que pudiera uno involucrarse. "Posición A: Mantiene que la misión de Dios incluye únicamente el mandato cultural y no el evangelístico. "Posición B: Mantiene que la misión incluye ambos mandatos, el cultural y el evangelístico, pero que el cultural tiene prioridad. "Posición C: Mantiene que el mandato cultural y el evangelístico tienen partes iguales en la misión. "Posición D: Mantiene que el mandato evangelístico tiene prioridad sobre el mandato cultural. "Posición E: Mantiene que la misión incluye únicamente el mandato evangelístico y no el cultural."5 Podemos usar este diagrama y decir que en su definición de "misión" McGavran se encuentra directamente en "E" o bastante cerca. Pero Wagner, discípulo de McGavran y maestro mío, al calificarse a sí mismo dice que se encuentra en "D". Yo también. Además es esta la posición del Pacto de Lausana, en el que se reconoce la misión integral y la prioridad del evangelismo; no un evangelismo integral que sea diferente. Creo que esta es una posición adoptada por muchos, aunque no viene al caso comprobarlo aquí. La mayoría de las personas involucradas en el movimiento de Iglecrecimiento están a favor de la definíción clásica (la misión integral). ## Misión Integral Comencemos diciendo: "No es todo lo que Dios quiere hacer en el mundo." Tiene que ver con lo que Dios espera de sus hijos, los que han sido redimidos, los que son enviados desde sus congregaciones para cumplir una obra específica, especialmente en lo que tiene que ver con el mandato evangelístico y el mandato cultural. Dios hace muchas cosas en el mundo, "llueve sobre justos e injustos", y muchísimas de ellas benefician aun al que dice "No hay Dios"; pero estas no son misión. Aun muchas cosas que los hijos de Dios llevan a cabo y que son realizadas en obediencia a El, tales como adorar y orar por nuestras necesidades personales, no son misión. Los especialistas en Iglecrecimiento ayudan a ver cómo parte de esa misión puede ser cumplida dentro de la misma cultura del individuo y cómo lo puede ser en otra cultura diferente. Una manera de verlo es designando letras y números a las diferentes actividades que tienen que ver con misión. Otra vez pido partes prestadas de Wagner para compartir con el lector. - M-1 (Misión uno): Es la misión dirigida a quienes tienen la misma cultura que el misionero. - M-2 (Misión dos): Misión a través de barreras culturales (transcul-tural), dirigida a los de una cultura diferente pero que tiene cierto parecido con la del misionero. - M-3 (Misión tres): Misión transcultural dirigida a los de una cultura bastante diferente y que tiene muy poco que ver con la cultura del misionero. Vemos que es la cultura y no la distancia geográfica la que determina la diferencia. La misión vista desde este punto de vista no da pie para hablar de misiones domésticas y misiones en el extranjero. Personalmente, me encuentro a 12.000 km de Rosario, Argentina. No obstante, estoy pastoreando a gente que vivieron a pocas cuadras del lugar en que nací en esa ciudad. En este caso soy un misionero M-1. No he tenido que aprender otra lengua, ni adaptarme a una nueva cultura para ministrar a estos argentinos. Siendo que "M" al indicar misión es un término muy amplio, se han encontrado tres categorías que ayudan en el análisis: evangelis-mo (E), nutrición (N), y servicio (S). Para los que aceptan la definición de misión integral, estas son partes del total y aun cuando tienen puntos en común, describen diferentes tareas. - Evangelismo: (ya sea E-1, E-2 o E-3). Esto es el evangelio predicado en el poder del Espíritu Santo de manera que las personas crean en Cristo como su Salvador y Señor y se integren a la comunión de la Iglesia. Es un mensaje dirigido a los inconversos. La meta es ganar almas, ver pecadores salvados por la gracia de Dios, y que entren al reino de Dios como discípulos responsables. - Nutrición Cristiana: (ya sea N-1, N-2 o N-3) es un ministerio dirigido a los creyentes; no a los inconversos. El objetivo es ayudarles a que desarrollen su fe. Esto hace posible que "niños" espirituales que están propensos a ser llevados "de todo viento de doctrina" lleguen a ser perfectos "a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13, 14). El ayudar a un creyente a orar más fervientemente, leer su Biblia con mayor inteligencia, cantar más melodiosamente, testificar más convincentemente, o dar más generosamente no es hacer evangelismo. Es nutrición. - Servicio: (ya sea S-1, S-2 o S-3) no es ni evangelismo ni nutrición. Enfoca más bien la implementación del mandato cultural. Ayuda a satisfacer las necesidades físicas, sociales o materiales de la gente. Puede incluir a creyentes o a inconversos. Incluye la acción social y el servicio social. Dios puede usar el servicio realizado para abrir el corazón y la mente de las personas al mensaje del evangelio, pero puede que esto no ocurra. El servicio no puede salvar a los peca-dores, el evangelismo sí. El evangelismo y el servicio son claramente partes de la misión, tal como el término se entiende comúnmente. ## Cuatro tipos de Iglecrecimiento Creo que a estas alturas sería conveniente para el estudiante más interesado en Iglecrecimiento ver los cuatro tipos de crecimiento de la Iglesia según el diagrama diseñado por Ralph Winter, quien por muchos años fue misionero en Guatemala, y es ahora director del U.S. Center for World Mission (Centro Estadounidense para la Misión Mundial) de Pasadena, California. Espero que este diagrama, y mi ex-plicación del mismo ayudarán a ver cómo desde el principio los que participamos en Iglecrecimiento no sólo tenemos interés en un creci-miento numérico sino que promovemos el crecimiento personal del individuo en la fe, en la doctrina y en todo lo que esté relacionado con el "perfeccionamiento" del cristiano. (Ver diagrama 8.) [Image Description: *A simple diagram with four circles, arranged in a line from left to right. Each circle has overlapping areas to depict a progression. The first circle, on the left, labeled "Crecimiento personal" includes only "E-0" in the circle. The second circle, labeled "Crecimiento expansivo" includes "E-0" and "E-1". The third circle, labeled "Crecimiento extensivo" includes "E-0" and "E-1" and "E-2". The fourth circle, labeled "Crecimiento por puentes" includes "E-0" and "E-1" and "E-2" and "E-3". Above and below the circles are arrows pointing up and down indicating upward growth with more elements being added as you move to the right in the illustration*] El crecimiento personal, es un "crecimiento interno" o aun mejor un "crecimiento cualitativo". Muchos definirían esto como creci-miento espiritual o de nutrición, o tal vez como discipulado, o madurez de la iglesia local. El crecimiento interno también incluye el término técnico "E-0", que especifica la conversión de los que ya están establecidos como miembros de la congregación sin nunca haber aceptado en realidad a Jesucristo como su Salvador. Por lo tanto "E-0" no contribuye al crecimiento cuantitativo aunque sí al cualitativo de los creyen-tes. Este crecimiento es esencial e imperativo para que pueda tener lugar cualquier otra clase de crecimiento. No hay ningún problema con el crecimiento cualitativo excepto que muchos se han quedado estancados allí, tratando de aprender y perfeccionándose tanto que hasta llegan a tener una mentalidad celestial, y entonces valen muy poco para cumplir con la Gran Comisión aquí en la tierra. El crecimiento cuantitativo reflejará o nos permitirá medir el crecimiento cualitativo. No hay ningún pecado en medir o contar los resultados. René Padilla piensa que "el excesivo énfasis en los números llega a convertirse en "numerolatría". Yo me pregunto si lo contrario no nos lleva a sufrir de "numerofobia", o sea, que tememos que la realidad y la verdad que los números nos muestran nos amenacen o pongan en juego nuestra reputación. Además, los números, tal como son usados en Iglecrecimiento, son simplemente instrumentos que nos ayudan a medir e impiden que suframos males mayores. Su función es parecida a la de un termómetro médico. Una vez que ha comenzado ese crecimiento interno, lo más lógico es que la congregación comience a tener un crecimiento por expansión. Este es E-1, o sea, cuando la iglesia experimenta el gozo de salir de las cuatro paredes del templo para ganar a los inconversos de la comunidad y traerlos al seno de la congregación. Por supuesto que el crecimiento biológico, vale decir, los hijos de los que ya son miembros de la congregación y los traslados de creyentes que llegan a esa comunidad, ayudarán en las estadísticas, pero creo que el énfasis deberá ponerse en el crecimiento por conversión. Personas que no estaban en el redil son incorporadas a la iglesia por medio de ese trabajo de expansión. También el crecimiento por extensión estará bajo E-1. Este tendrá que ver con el establecimiento de nuevas congregaciones; tratándose de iglesias hijas o plantadas por la iniciativa que alguien tenga de comenzar nuevas obras. Un buen ejemplo sería el de las iglesias de "Lima al encuentro con Dios" que trataremos en el capítulo 6. Estas iglesias pueden iniciarse en un templo, en un salón rentado, en un hogar o debajo de un árbol. La ubicación no tiene importancia alguna. Si la tiene el que los líderes estén en disposición de tomar la iniciativa y comenzar nuevos lugares de predicación, haciendo uso de los dones y recursos de muchos laicos. Esto resultará en una bendición para la iglesia. Abordaremos de nuevo este tema en el capítulo 9. Luego tenemos el "crecimiento por puentes", o sea, como hemos explicado en relación a M-2 y M-3, el misionero debe cruzar ya sea una cultura (E-2) o dos culturas (E-3) para llevar adelante el trabajo "misionero". Sin definirlo en estos términos o siglas, es básicamente lo que se ha estado haciendo desde los días de William Carey, y por qué no desde la época del apóstol Pablo, bajo la definición tradicional o clásica de "las misiones". La diferencia que vemos en nuestros días es que el interés por las misiones está siendo una realidad más cercana a la iglesia local. Gracias a Dios por este despertar a la responsabilidad y potencial de la congregación local. ## ¿Qué significa evangelismo integral? El Pacto de Lausana en su artículo Nº 5 afirma que la acción social no es evangelismo. Muchos no están de acuerdo con esto, entre ellos, muchos de nuestros colegas latinoamericanos. Estos no creen que el evangelismo y el servicio sean dos partes distintas de la misión de la iglesia. El poner ambas cosas (evangelismo y servicio) juntas, es lo que ahora se conoce como "evangelismo integral". Se ha acusado al Pacto de Lausana de estar creando una dicotomía. Se dice que hacer una distinción entre evangelismo y ministerio social es ilegal. ¡Creo que están muy equivocados! Seis años después de Lausana, se llevó a cabo la Consulta de Pattaya, Tailandia, en 1980. Allí también los defensores del "evange-lismo integral" trataron de presentar su caso. La declaración enfática de esta convocación fue: "A pesar de que el evangelismo y la acción social no son idénticos, nosotros afirmamos nuestro compromiso con ambos, y endosamos el Pacto de Lausana, en su totalidad. La Declaración de Tailandia dice que 'sí' a 'misión integral' y que 'no' a 'evangelismo integral"."" ## La prioridad del evangelismo El Pacto de Lausana es muy claro en establecer esta prioridad. En el artículo número seis dice: "En la misión de servicio sacrificial de la iglesia, el evangelismo tiene prioridad." Para confirmar y reafir-mar este pacto, en 1980, en Tailandia, se dijo: "Esto no es para negar que la evangelización y la acción social están relacionadas integral-mente, sino para reconocer que de todas las condiciones trágicas de los seres humanos, ninguna es tan grande como la de estar separados de su Creador y la realidad de la muerte eterna para los que rehúsan arrepentirse y creer. "No obstante, creo que tenemos que estar de acuerdo con la afirmación del Pacto de Lausana de que 'en la misión de la iglesia, que es misión de servicio sacrificado, la evangelización ocupa el primer lugar' (párrafo 6). Los cristianos tendrían que sentir compa-sión y un agudo dolor de conciencia frente a la opresión de otros seres humanos o cuando se los descuida en cualquier sentido, ya sea que se les niegue libertad civil, respeto racial, educación, atención médica, trabajo, alimentación adecuada, vestido o vivienda. Todo lo que tienda a menoscabar la dignidad humana tiene que resultarnos ofensivo. Pero, ¿existe algo más destructivo para la dignidad humana que la separación de Dios como consecuencia de la ignorancia o el rechazo del evangelio?"* No debemos temer que al poner énfasis en el evangelismo, o al considerarlo como prioridad, vayamos a descuidar nuestra responsa-bilidad social. Como hijos de Dios, tenemos una obligación hacia el mandato cultural. Debemos pensar que cuanto más seamos los que por la evangelización pertenezcamos a la familia de Dios, tanto más fácilmente podremos cumplir con el ministerio social. Viajo constantemente por América Latina dando cursillos de Iglecrecimiento. También soy pastor en Pasadena, California. Me satisface además plantar iglesias y supervisar parte de la obra misionera de mi denominación. Podría decir: "Es más que suficien-te... estoy cumpliendo." Sin embargo, a la par de estar escribiendo esto, estoy solucionando algunos problemas de salvadoreños que se han convertido recientemente. Tienen toda clase de problemas que requieren una acción social. Podría decir: "Que lo haga otro, pues yo ya estoy haciendo mi parte." Pero no; estoy comprometido con la misión de la Iglesia, y por eso lo hago. En las Escrituras encontramos la idea general de las prioridades. El mismo Señor Jesucristo y el apóstol Pablo las plantearon y practica-ron. Descubro que aun los que critican la prioridad del evangelismo tienen prioridades establecidas para otros asuntos. La misma limitación de recursos exige que se establezcan priorida-des. No podemos hacerlo todo a la vez. No tendríamos ni el dinero, ni las energías ni el personal necesarios. Es por ello que se hace imprescindible establecer prioridades. ## Definiendo el evangelismo Sin duda alguna que el tener una clara definición del evangelismo ayudará al lector a decidir sus prioridades. No podríamos compren-der totalmente la misión de la iglesia y su prioridad evangelística, a menos que nos entendamos claramente en este punto. El Congreso Mundial de Evangelismo de Lausana dio una defini-ción clara y detallada: "Evangelizar es difundir las buenas nuevas de que Jesu-cristo murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos de acuerdo a las Escrituras, y que como el Señor que reina El ofrece el perdón de los pecados y el don del Espíritu que liberta a todos los que se arrepienten y creen. Nuestra presencia cristiana en el mundo es indispensable al evange-lismo y es esa clase de diálogo, cuyo propósito es el escuchar con sensibilidad para poder comprender. Pero el evangelis-mo por sí mismo es la proclamación del Cristo histórico, bíblico, como Salvador y Señor, con la mira de persuadir a las personas a que vengan personalmente a El y sean reconciliadas con Dios. Al presentar el evangelio no tenemos la libertad de esconder el costo del discipulado. Todavía hoy Jesús llama a todos los que quieren seguirle a negarse a sí mismos, tomar su cruz e identificarse con la nueva comuni-dad. Los resultados del evangelismo incluyen obediencia a Cristo, incorporación en su iglesia y servicio responsable en el mundo (1 Corintios 15:3, 4; Hechos 2:32-39; Juan 20:21; 1 Corintios 1:23; 2 Corintios 4:5; 5:11, 20; Lucas 14:25-33; Marcos 8:34; Hechos 2:40-47; Marcos 10:43-45).'"" Otra definición que concuerda con el sentir de Iglecrecimiento es la del Comité de Arzobispos Anglicanos de 1918. Esta dice así: "Evangelizar es presentar a Jesucristo en el poder del Espíritu Santo para que los hombres lleguen a poner su confianza en Dios a través de El, le acepten como su Salvador y le sirvan como su Rey en la comunión de su Iglesia."10 Tanto J. I. Packer¹¹ como John Stott, 12 no están de acuerdo con esta definición porque ven que incluye un fin deseado, ya que allí dice, "que los hombres lleguen a poner..." Piensan que al decirlo así, se sugiere que el evangelismo únicamente se hace cuando las personas se comprometen con Cristo. Partiendo de esta discusión, el doctor Pedro Wagner comenzó a hablar de los principios de las "3-P". ¿Qué quiere decir esto? Permítanme explicarlo. Llamamos Evangelismo 1-P a lo que tiene que ver con el evangelismo de presencia. Esto es cuando el cumplimiento de lo que ahora llamamos mandato cultural se confunde con el mandato evangelístico y donde con sólo cumplir el primero, estaríamos evangelizando. Construir escuelas, hospitales, orfanatorios, obra social, etc., le da visibilidad a la iglesia, pero no podemos llamarlo evangelización. Puede ser la puerta de entrada, pero no nos ayuda a alcanzar la finalidad de la Gran Comisión. Luego el Evangelismo 2-P tiene que ver con la proclamación del evangelio. Nos da ventanas a la calle, pero se limita a sembrar y no a cosechar. Es simplemente hacer oyentes, no discípulos. Hasta hace pocos años la mayoría de nosotros (y muchos todavía), nos sentía-mos cómodos con la mera "proclamación". Por supuesto hay que estar presentes para proclamar. De allí que lo que nuestros pioneros evangelistas realizaron fue bueno; abrió el camino a la proclamación. Pero hay más. Existe además el Evangelismo 3-P, que tiene que ver con el evangelismo de persuasión. La meta no es proclamar las Buenas Nuevas solamente. El evangelismo se ha realizado cuando se ha logrado formar discípulos. No podemos decir que se ha evangelizado una ciudad, pueblo o vecindario porque hayamos cubierto el lugar lanzando tratados desde un avión. Esto es bueno, ayuda; pero no podemos declarar a ese lugar "ya evangelizado". Cuando yo era niño, y por muchos años después, sabiendo un poco de inglés, mandaba a pedir tratados a varios países que los publicaban. Tan pronto llegaban, acuñaba miles de ellos con la dirección de la iglesia donde yo pertenecía. Sellaba hasta que la mano me dolía. Salíamos a repartirlos puerta por puerta y a todo aquél que se cruzaba con nosotros. Uno de los momentos de más satisfacción era cuando corría al encuentro de un sacerdote o una monja para darles un tratado o folleto. Recuerden que para un católico romano en aquellos años era pecado leer la Biblia o algo relacionado con ella. Ahora puedo ver que en aquellos tiempos estaba "sembrando", y que mucha de esa semilla cayó sobre caminos, sobre piedras, sobre espinos. No me arrepiento. Espero que parte haya caído sobre buena tierra y alguien haya cosechado. Pero yo... no había evangelizado en el sentido del 3-P, pues no había hecho discípulos. Esta es la razón por la que el evangelismo de las 3-P, o sea persua-sión, está de acuerdo con la definición de los arzobispos anglicanos, ya que incluye "para que los hombres lleguen". Algunos como el mencionado J. I. Packer piensan que esto es definir evangelismo en términos de éxito, y por eso están en desacuerdo. Yo digo que no es en términos de éxito sino de obediencia. Obediencia a la Gran Comisión. Luis Palau, el bien conocido evangelista latinoamericano, dijo en su presentación en CLADE II (Congreso Latinoamericano de Evange-lización) en noviembre de 1979: "'Persuadir' implica que estemos convencidos de la centralidad de la conversión a Jesucristo. Sin conversiones no tenemos cristianos, y sin cristianos no tenemos con quienes bendecir a la ciudad o a la nación. Sin conversión no hay salvación ni perdón ni vida eterna. 'Persuadir' demanda que veamos al convertido incorpora-do a la iglesia local. ¡Y cuantos más, tanto mejor! El verdadero amor cristiano lleva a desear, buscar, trabajar, y planear para que la mayor cantidad posible de personas se conviertan a Cristo. "13 El doctor Pedro Wagner y su colega, el doctor John Stott, quienes trabajaron juntos - a pesar de sus diferencias en cuanto a definicio-nes- en el Comité para la Evangelización Mundial de Lausana, han llegado a una definición que los satisface a ellos y también a los que están por la defensa de evangelismo de 2-P y 3-P. También esta definición ha sido aceptada por el Grupo de Trabajo Teológico (el cual Stott preside) y del Grupo de Trabajo sobre Estrategia (que Wagner preside). Dice así: "La naturaleza del evangelismo es la comunicación de las Buenas Nuevas. "El propósito del evangelismo es dar a los individuos y grupos una oportunidad válida de aceptar a Jesucristo. "La meta del evangelismo es persuadir a hombres y mujeres para que lleguen a ser discípulos de Jesucristo y que le sirvan a El en la comunión de su iglesia."14 Por supuesto que esta definición va más allá de Lausana. Por eso han estado trabajando estos grupos y otros más. Sin duda que hasta la fecha es la que más se acerca al mandato evangelístico, por lo menos al punto de vista de los que estamos en Iglecrecimiento. ## El mandato evangelístico De acuerdo con la tercera parte de la definición recién presentada, podemos darnos cuenta de que el crecimiento de la iglesia está directamente relacionado con el cumplimiento del mandato evange-lístico. Repetimos, un crecimiento integral; no un crecimiento únicamente numérico. Iglecrecimiento ha sido acusado infundadamente de poner énfasis sólo en los números. Los críticos han tomado la parte que tiene que ver con la metodología para hacer sus acusaciones. En otros capítulos tocaremos este tema, pero baste decir aquí que los números son una parte necesaria y lógica del crecimiento (o de la merma) de la iglesia. Protestar contra esta práctica es hacer como el anciano que se enoja cuando lo felicitamos por sus setenta años de vida (o de servicio al Señor) y nos responde que es malo contar sus años. La realidad es que los tiene y llegó allí como causa natural de la vida, hayan sido éstos buenos, malos o regulares. El doctor Donald McGavran dice: "La evangelización implica la redención de las personas y la multiplicación de las iglesias de Cristo."15 Cuantas más personas acepten a Cristo como su Salvador, tanta más necesidad habrá de nuevas congregaciones. Por supuesto que esto no sería la manera de pensar de los evangelistas o teólogos que mantienen una posición de 2-P