UD1. Introduccion a la Filosofia PDF

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This document introduces the concept of philosophy and explores its various branches, such as metaphysics, epistemology, and logic. It also delves into the historical development of philosophy, touching upon significant figures and schools of thought in ancient Greece.

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UD 1. INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA 1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE FILOSOFÍA 2. LAS RAMAS DE LA FILOSOFÍA 3. EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA: PASO DEL MITO AL LOGOS 4. LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA 1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE FILOSOFÍA Como podrás comprobar a lo largo de este curso, cu...

UD 1. INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA 1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE FILOSOFÍA 2. LAS RAMAS DE LA FILOSOFÍA 3. EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA: PASO DEL MITO AL LOGOS 4. LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA 1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE FILOSOFÍA Como podrás comprobar a lo largo de este curso, cuando estudiamos y reflexio- namos la asignatura, podemos hacer numerosas conexiones con el presente y nuestras propias circunstancias, con cuestiones que quizá te hayas preguntado ya alguna vez. Estos son algunos de los grandes interrogantes de todos los tiempos: ¿Cuál es el origen del universo? ¿Hay algo después de la muerte? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué soy como soy y que me distingue del resto de los animales? ¿Por qué debo obedecer las normas? ¿Cómo puedo distinguir el bien del mal? Si alguna vez te has formulado estas u otras preguntas, entonces la filosofía no te va a resultar algo extraño. Y es que la filosofía no se sale de la vida cotidiana, y se puede considerar una actividad natural del ser humano. Sin embargo, concretar en qué consiste la filosofía a veces no es sencillo, y por ello existen distintas concepciones y definiciones, que también a menudo se suceden y van cambiando. En primer lugar, la filosofía puede ser entendida como un saber que aborda cuestiones que, por su complejidad, no pueden ser objeto de estudio de otras disciplinas, como, por ejemplo, las preguntas sobre el sentido de la exis- tencia. Por otro lado, la filosofía también puede ser definida como ciencia univer- sal, es decir, que estudia la realidad en su conjunto. Aunque hay también quienes prefieren definir la filosofía como una determinada actitud, esto es, una actitud crítica sobre la forma de conocer, sobre los objetos de conocimiento y sobre lo que se dice de ellos. 2. LAS RAMAS DE LA FILOSOFÍA Por su carácter universalista, la filosofía pretende ocuparse de cualquier aspecto de la realidad. Sin embargo, esta tarea es algo tan amplio que con el paso del tiempo la filosofía se ha ido dividiendo en distintas ramas, según el problema que estudia y la perspectiva utilizada. Así, podemos distinguir algunas de las principales: METAFÍSICA Etimológicamente significa “más allá” (meta) de la física. Atendiendo a su etimo- logía podría referir al estudio de todo aquello que es inmaterial como el alma o Dios. En segundo lugar, designa la parte de la filosofía que se ocupa del ser, en- tendiendo por “ser” la totalidad de lo real. Así, se ocupa de las propiedades de todo lo que existe, independientemente de lo que sea (ontología). A menudo, de forma general, este término designa la visión que un filósofo tiene del mundo o de la realidad. Aristóteles cuenta con una obra con ese nombre. Se dice que fue Andrónico de Rodas (S. I d.c.) quien acuñó el término. Se encontraba ordenando las obras de Aristóteles y encontró unos tratados que le resultaron difíciles de clasificar. No tra- taban de un modo concreto ni de física, ni de lógica, ni de ética, etc. Decidió colocar esos libros a continuación de los de Física y agruparlos bajo un mismo tí- tulo, posiblemente que hiciera referencia al lugar que ocupaban en la biblioteca. De ahí metafísica. EPISTEMOLOGÍA También se la conoce como teoría del conocimiento. Estudia cuestiones como qué es el conocimiento, la relación entre el sujeto y el objeto de conocimiento, con qué herramientas contamos para adquirirlo, la relación entre el sujeto y el ob- jeto de conocimiento, los tipos de conocimiento, la ciencia, los límites de lo que podemos conocer, el problema de la verdad, etc. Es una de las ramas más popu- lares e importantes. LÓGICA Su nombre proviene del término griego logos (razón, palabra). Se trata de un len- guaje formal y se ocupa de la validez de los razonamientos. Estudia su estructura, su forma y su corrección y establece cuando una argumentación está bien cons- truida. Los razonamientos se componen de premisas (la información de partida) y conclusión. La relación entre ellas debe ser adecuada y eso algo que la lógica también estudia. Su creador fue Aristóteles. Está conectada con otras disciplinas como la filosofía del lenguaje o la oratoria. ÉTICA Estudia los factores morales que guían la conducta humana en la sociedad. Tiene por tanto como objeto los códigos morales que nos permiten diferenciar el bien del mal. Se vincula con el concepto de virtud y también analiza las normas socia- les, su validez, universalidad, etc. Es una rama clásica de la Filosofía que nos orien- tan a llevar una buena vida. Se relaciona estrechamente con la Filosofía política, ambas son conocidas como filosofía práctica. POLÍTICA El término política en la antigua Grecia significaba el arte de vivir en sociedad. Reflexiona sobre el origen del Estado, el concepto de justicia y la búsqueda del bien común. Así, la filosofía política es la rama de la filosofía que estudia la forma en que se organiza esa vida en sociedad y todo lo que tiene que ver con ella, como los modos de organización social o las distintas formas de gobierno, cuáles y por qué consideramos mejores o peores. Es por ello que está muy relacionada con otras disciplinas como la ética o el derecho. ESTÉTICA Se trata de la reflexión filosófica acerca del arte y la belleza. Esta reflexión es tan antigua como el ser humano, pero como disciplina filosófica es reciente creación (siglo XVIII). Estudia cuestiones como qué es el arte, quién lo decide, tipos de arte, en qué consiste la experiencia estética, diferencia entre objetos estéticos y comunes, diferencia entre el artista y el genio, qué es la belleza, estereotipos, etc. Otra reflexión importante sería la posible conexión entre la estética y el arte y las cuestiones sociales y/o políticas. OTRAS RAMAS Por su carácter interdisciplinario y universalista, hay otras disciplinas y estudios muy relevantes para este curso como la filosofía de la ciencia y de la naturaleza (métodos científicos, teorías del universo…), la psicología (estudio de la mente, la conducta…), la filosofía del lenguaje (relaciones entre el pensamiento, el lenguaje y el mundo), el problema de Dios (existencia de Dios, sentido de la vida, religiones…), antropología o problema del ser humano (se divide en científica y filosófica), etc. 3. NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA: PASO DEL MITO AL LOGOS. Para esclarecer aún más qué es eso a lo que llamamos filosofía, veremos cuál es la etimología del término, y cómo surgió la filosofía en la antigua Grecia, como superación del pensamiento prerracional anterior. La palabra filosofía proviene del griego y significa literalmente 'amigo o amante' (filos) de la sabiduría (sofía) Así pues, etimológicamente, la filosofía consiste en el deseo de conocer. Casi todas las culturas comparten este deseo. Sin embargo, cuando hablamos de filosofía, hablamos de una peculiar forma de saber: el que es racional, sistemático y crítico: - Racional: porque se basa en argumentaciones lógicas y en observaciones de la experiencia. La filosofía no se limita a señalar que las cosas son de una determinada manera, sino que trata de descubrir por qué son precisamente así. Son explicaciones razonadas, argumentadas del mundo. - Sistemático: ya que exige que todas sus afirmaciones estén relacionadas y jerarquizadas, de forma que la explicación de cuestiones particulares se base en la de aspectos más generales. En filosofía, los conocimientos están ordenados y, dentro del sistema que forman, no se admiten incoherencias. - Crítico: pues no admite nada sin un examen racional y sostiene que todo conocimiento puede ser rechazado si se argumentan razones. Es un saber que siempre ha de ser cuestionado y revisado, y que cuestiona y revisa otros saberes. Esta forma de saber, así caracterizado, fue sustituyendo paulatinamente las anti- guas explicaciones mitológicas que se daban del mundo. Por tanto no se ha dado desde siempre y en cualquier lugar, sino que tiene fecha de nacimiento. Es tradi- cional situar el nacimiento de la filosofía en unas coordenadas espacio-tempora- les muy concretas: Grecia, y más concretamente podremos decir Jonia (colonia griega en Asia Menor), y siglo VI a. c. En ese momento y lugar, el ser humano ob- serva lo que le rodea, curioso, maravillado y extrañado, pero por primera vez con- vencido de la existencia de una explicación racional capaz de desvelar el orden y el sentido oculto de todo ello. En ese momento podemos hablar de la aparición de la filosofía o lo que también se conoce como “paso del mito al logos”. A los primeros filósofos se les denomina “presocráticos”. De todos ellos, es bastante común considerar a Tales de Mileto el primer filósofo y a atribuir a Pitágoras de Samos el haber sido el primero en emplear el término «filósofo», al lanzar un para- lelismo entre la situación del espectador de los juegos olímpicos y la condición del «amante del saber». A diferencia de los atletas, que buscan la fama y la gloria, o los comerciantes, que van allí movidos por el lucro, nos encontramos con aquellos otros, los espectadores, que acuden a los juegos simplemente para contemplar, deseosos de conocer y entender cuanto allí tiene lugar. «Tras quedar admirado León del talento y elocuencia de Pitágoras, le preguntó en qué saber confiaba más, a lo que éste le replicó que no conocía saber alguno, sino que era filósofo. Asombrado León por la novedad de la denominación, le preguntó quiénes eran los filósofos y en qué se diferenciaban de los demás. Pitágoras le respondió que la vida de los hombres se parece a un festival celebrado con los mejores juegos de toda Grecia, para el cual algunos ejercitaban sus cuerpos para aspirar a la gloria y a la distinción de una corona, y otros eran atraídos por el provecho y lucro en comprar o vender, mientras otros, no buscaban el aplauso ni el lucro, sino que acudían para ver y observar cuidadosamente qué se hacía y de qué modo. Así también nosotros, como si hubiéramos llegado a un festival célebre desde otra ciudad, venimos a esta vida y naturaleza; algunos para servir a la gloria, otros a las riquezas; [mientras que] pocos son los que, teniendo a todas las demás cosas en nada, examinan cuidadosamente la naturaleza de las cosas. Y estos se llamaron amantes de la sabiduría, o sea filósofos, y así como los más nobles van (a los juegos) a mirar sin adquirir nada para sí, así en la vida la contemplación y el conocimiento de las cosas sobrepasa en mucho a todo lo demás» Cicerón. Cuestiones Tusculanas, Libro V, 7-11. El paso del mito al logos es una expresión con la que se refiere al momento en el que los griegos abandonaron las tradicionales explicaciones mitológicas del mundo y comenzaron a dar explicaciones razonadas y argumentadas de la realidad. Veamos sus diferencias. El pensamiento prerracional: mito y magia Los mitos constituyen uno de los primeros intentos del ser humano de hacerse cargo del mundo que le rodea. Este tipo de narraciones ocupó un lugar importante en la evolución cultural de muchos pueblos, entre ellos el griego, porque les proveyó de sus primeras descripciones y explicaciones del mundo: de su entorno natural, de los fenómenos atmosféricos, de las principales costumbres, de la vida de ultratumba, etc. Características de los mitos: - Recurren a personajes legendarios, por ejemplo, héroes y dioses del Olimpo. En el mito, las fuerzas de la naturaleza están personificadas y divinizadas. Es por tanto, un pensamiento antropomórfico, pues los dioses eran parecidos a los hombres, pero con mucho más poder. Por ejemplo Zeus, el padre de todos los dioses, poseía un poder casi ilimitado, pero su forma de comportarse era como la de los humanos. - Son relatos imaginativos o fantásticos. Aunque el conocimiento mítico se basa también en la observación de la naturaleza y en la captación de los problemas fundamentales de la existencia humana, sus explicaciones no son racionales, pues no se justifican ni demuestran. Los mitos no recurren a leyes precisas y comprobables, sino a la voluntad caprichosa de los dioses, de sus disputas y amores. Ejemplo: en la Grecia arcaica el cambio de estaciones se atribuía a los estados de ánimo de Deméter (diosa de la agricultura), motiva- dos por la ausencia o el regreso de su hija Perséfone. - El autor del mito es siempre desconocido y colectivo, al contrario de lo que ocurre en las teorías científicas o filosóficas. Los mitos no son fruto de la crea- ción consciente e intencionada de una persona concreta a quien se le pue- dan atribuir, sino que son consecuencia de una formación lenta, espontánea y popular. - Poseen un carácter tradicional y acrítico. Como los mitos son anónimos y ade- más, normalmente no están escritos, se transmiten de padres a hijos. Los miembros de una cultura reciben el cuerpo de conocimientos que forma el sistema mitológico y lo aceptan, pero no participan activamente en su for- mación. De esta manera, no suelen revisarse ni criticarse. Se aceptan y asu- men tal como vienen dados por la tradición. Son por tanto un saber infun- dado, se limita a hacer afirmaciones del mundo pero sin fundamentarlas o demostrarlas. - Pertenecen a la tradición oral. Como veíamos, se trata de narraciones que pasan de padres a hijos, de generación en generación a través del teatro, los poetas o de las propias familias, pero en la mayoría de los casos no que- daban reflejados por escrito. En este mundo en que prevalecen las explicaciones míticas y fantásticas de lo real, con sus dioses y sus héroes, los rituales son una manera de enfrentarse y relacionarse con el mundo. Los sacerdotes son los portadores de este saber oculto, mágico. Para poder conocer la voluntad divina era frecuente que los griegos visitaran los oráculos, lugares sagrados donde los dioses revelaban sus intenciones y cuyos mensajes eran también interpretados por los sacerdotes. El oráculo de Delfos, situado en el monte Parnaso, estaba dedicado al dios Apolo y era un santuario al que acudían los griegos para consultar a los dioses. Allí, la Pitia o Pitonisa entraba en éxtasis y revelaba el mensaje divino. LAS DIFERENCIAS DEL PENSAMIENTO: MITO Y LOGOS PENSAMIENTO MÍTICO PENSAMIENTO RACIONAL (FILOSOFÍA) Emplea personajes legendarios, como No emplean personajes fabulosos para ex- dioses y héroes plicar el mundo Explica el mundo por medio de relatos Se vale de la razón para explicar el mundo fantásticos. Autor desconocido y colectivo Autor conocido y generalmente individual La Filosofía es crítica: está en constante re- Explicaciones tradicionales y acríticas visión y por ello es sensible a nuevas expli- caciones, que se cuestionan y reflexionan La naturaleza es caótica, no es cognosci- La naturaleza es ordenada, cognoscible y ble ni predecible (todo sucede por azar o predecible, regida por leyes fijas y estables. por el carácter caprichoso de los dioses) Pertenecen a la tradición oral Pertenecen a la tradición escrita Causas del nacimiento de la Filosofía: La filosofía surge como un tipo de conocimiento distinto al mitológico, en torno al siglo VI a.c. con los pensadores de la escuela de Mileto. Pero ¿por qué en ese preciso momento y lugar? No existe un acuerdo entre los investigadores sobre las razones, por lo que a continuación presentamos tres distintas hipótesis: - El «milagro» griego. Defendida por John Burnet, considera que el pensa- miento racional apareció sin origen previo gracias a la genialidad de los grie- gos. - Como resultado de la evolución del pensamiento mítico. Según Francis Mac- donald no todo en el mito es arbitrario, sino que constituyen también un in- tento intelectual de acercarse a la realidad y darle sentido. Por ello, no hay una barrera estricta entre mito y filosofía, sino que constituirían dos formas su- cesivas y complementarias de conocimiento. - Debido a factores culturales y económicos. Según J.P. Vernant, las polis grie- gas fueron una organización política de pequeños estados independientes. La experiencia de la democracia, la prosperidad económica estimulada por el comercio, y el uso popular de un alfabeto fonético, entre otros factores, supusieron una explosión cultural y de la vida pública. Lo cierto es que, exista o no una relación real entre una y otra forma de pensamiento, si anteriormente la realidad era explicada por medio de narraciones fabulosas, ahora los datos que nos llegan a través de los sentidos empiezan a ser racionalizados según principios o leyes. Los fenómenos u objetos del mundo dejan de entenderse como producto de la voluntad caprichosa de los dioses y comienzan a ser comprendidos según su naturaleza. Con el pensamiento filosófico se trata de analizar la observación de la naturaleza (physis) por medio del logos, y esto marca precisamente el nacimiento de la Filosofía. Por otro lado, la filosofía, además de entenderse como una explicación racional del mundo, también puede ser definida como “ciencia universal”, pues reflexiona sobre cualquier aspecto de la realidad, y esto es precisamente lo que la diferencia de las demás ciencias particulares. Esto es así porque éstas últimas tienen bien definido su objeto de estudio (por ejemplo la biología estudia los seres vivos, la psicología la mente y la conducta, la física el movimiento, etc.); en cambio, la Filosofía, tiene una vocación universalista que le permite reflexionar sobre cualquier aspecto de la realidad. Así es como nació la filosofía, en Grecia en el siglo VI a.c. A partir de ahí se ha ido desarrollando a lo largo de las distintas etapas de la Historia (Antigua, Media, Moderna y Contemporánea), y estudiando la Historia de la filosofía podremos comprobar lo diferente que ha sido la imagen del mundo y los pensamientos. 4. LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA 4.1. FILOSOFÍA ANTIGUA (Siglo VI a.c. hasta siglo V d.c.) La filosofía antigua se caracteriza por la aparición de los primeros grandes interrogantes de la filosofía, que abarcan desde cuestiones cosmológicas (por la naturaleza del ser y el origen de lo real) hasta las preguntas antropológicas (acerca de la naturaleza humana). Este abanico de preguntas tiene un carácter marcadamente metafísico, centrado en el estudio del ser o la esencia de las cosas: la filosofía antigua se hace preguntas radicales, como qué es la verdad, qué es el bien, qué es la belleza, etc. En esta etapa podemos diferenciar cuatro grandes momentos y protagonistas: los presocráticos, los sofistas y Sócrates, Platón y Aristóteles y las escuelas del Helenismo. PRESOCRÁTICOS: son los padres de la filosofía, los primeros filósofos, protagonistas del paso del mito al logos. Se preguntan sobre el origen de la naturaleza, en particular sobre cuestiones físicas y cosmológicas. Por eso también se les conoce como “filósofos de la naturaleza”. Entre ellos destacan: Tales, Anaxímenes, Anaximandro, Anaxágoras, Empédocles, Pitágoras, Heráclito, Parménides y Demócrito De estos autores únicamente quedan fragmentos, cuya autenticidad es a menudo discutible, y cuya interpretación es siempre problemática (debido sobre todo a la antigüedad). Se les conoce especialmente por investigar cuál es el arjé (principio, origen) de la physis (naturaleza), es decir, el principio explicativo de todo lo que existe. Esto les divide en monistas (defienden que, a pesar de la pluralidad y diversidad de la realidad, ésta se origina o está constituida a partir de un único principio o elemento) y pluralistas (consideran que los principios de la naturaleza son múltiples, pues así es más sencillo explicar su gran diversidad). SOFISTAS Y SÓCRATES: El término “sofista” en griego significa “sabio” o “experto”. Eran una especie de “educadores” que acudieron a Atenas atraídos por la experiencia de la primera democracia. Cobraban por sus enseñanzas entre las cuales eran muy relevantes la oratoria y la retórica. Dos de los más importantes fueron Protágoras (relativismo) y Gorgias (escepticismo). Nada tiene de sorprendente que estos “servicios educativos” se relacionasen con la habilidad de palabra, pues hablar bien en público y saber argumentar eran competencias muy importantes para el ejercicio de la política en la democracia griega (que era directa y asamblearia). Sócrates les reprochó considerar más importante el éxito político que la verdad o la justicia. Todo ello propició que el foco de atención de la filosofía se desplazara desde las cuestiones cosmológicas o naturales de los presocráticos a cuestiones de índole más bien ética y política. Es lo que se conoce el paso de la physis al nomos (ley, norma), o también el “giro antropológico” de la filosofía. Sócrates participa de este giro antropológico, pero de una manera diferente a la de los sofistas: mientras que los sofistas enfocan los asuntos humanos desde un punto de vista relativista o escéptico, Sócrates lo hace desde una perspectiva objetivista. Ello resulta especialmente claro en su diferente concepción del lenguaje: mientras que los sofistas conciben el lenguaje como instrumento dirigido a convencer y persuadir, Sócrates lo concibe como un instrumento al servicio la verdad. El mismo objetivismo se aprecia en las cuestiones éticas que tanto interesaron a Sócrates: mientras que los sofistas conciben el ideal de la vida humana como algo dirigido al reconocimiento y al éxito públicos, Sócrates se interesa por autoconocimiento, el cuidado de alma y la búsqueda de la virtud. Fue ajusticiado por esta misma sociedad democrática de la que formaba parte y condenado a muerte bebiendo cicuta. PLATÓN: Filósofo del siglo V-IV a.c. Discípulo de Sócrates crítico con los sofistas y también con la democracia de su tiempo. Su filosofía tiene una finalidad mar- cadamente ético-política, buscando idear una polis donde imperara el bien y la justicia. Fundó una escuela en Atenas denominada Academia, donde desa- rrolló su pensamiento que puede ser considerado el primer gran sistema de filo- sofía, pues reflexiona sobre casi todas las ramas de la misma. Para combatir el escepticismo y relativismo de los sofistas buscó fundamentar unos principios uni- versales e inmutables que constituyen la realidad. Esta será la base de su famosa teoría de las ideas, donde divide la realidad en dos mundos (sensible e inteligi- ble). ARISTÓTELES. Igualmente vinculado al poder político y la crítica a los sofistas es- tuvo el discípulo de Platón, Aristóteles (siglo IV a.c.), que fue a su vez preceptor de Alejando Magno. A pesar de ello, no puede decirse que su filosofía gire en torno a la problemática política, como ocurre en Platón. Aunque su influencia fue decisiva en la filosofía posterior, la Política de Aristóteles ocupa un lugar dis- creto en el conjunto de los saberes filosóficos cultivados por Aristóteles, que fue- ron muy numerosos (ética, política, retórica, poética, metafísica, lógica, física, biología, etc.). Además recupera las inquietudes acerca de la naturaleza de los presocráticos, por lo que la orientación de su pensamiento es más naturalista y cientificista. Esto le llevará a criticar algunos aspectos del pensamiento de su maestro (como la crítica de la teoría de las ideas), aunque permanecería con el hasta su muerte, estudiando durante 20 años en la Academia platónica. Posteriormente, fundaría su propia escuela, el Liceo. HELENISMO. Con la conquista de Alejandro Magno se produce el fin de las polis griegas y da comienzo la filosofía helenística. Habitualmente se designa con este nombre al período de la filosofía griega que va desde la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) hasta la invasión de Macedonia por los romanos (148 a.C.), pero puede incluirse también en él la filosofía romana posterior de influencia griega que convivió junto a la primera teología cristiana de los primeros siglos después de cristo. En su primera etapa, el mundo helenístico se caracteriza por una situación con- tinua de inestabilidad política y por el acentuamiento de las diferencias entre clases sociales. Ello propició la aparición en Atenas de dos escuelas filosóficas contrapuestas: el hedonismo (Epicuro de Samos) y del estoicismo (Zenón de Ci- tio), para quienes la filosofía se dirigía principalmente a alcanzar el bienestar y la paz del espíritu. Junto a estas escuelas, surgió también la escuela del escepti- cismo (Pirrón de Elis), que se caracteriza por negar la posibilidad de todo cono- cimiento, y el neoplatonismo (Plotino o Hipatia de Alejandría), que influirá fuer- temente en la filosofía medieval posterior. 4.2. FILOSOFÍA MEDIEVAL (Siglo V d.c. al siglo XV d.c.). La filosofía medieval se extiende aproximadamente desde la caída del imperio romano (476 d.C.) hasta el Renacimiento. Algunos historiadores adelantan el inicio de esta nueva etapa al año 313 d.C., fecha en la que el Emperador Constantino declaró el cristianismo como religión oficial del Imperio romano. La filosofía medieval se caracteriza principalmente por intentar conciliar las doctrinas cristianas (pero también judías e islámicas) con la filosofía heredada de la antigüedad clásica, de carácter esencialmente racional. Especialmente difíciles de conciliar con la razón fueron los dogmas cristianos de la creación, la encarnación y la trinidad. La filosofía adquiere una nueva función que no había tenido hasta el momento: ponerse al servicio de la fe, pues durante este periodo la filosofía se emplea para clarificar el significado de la doctrina filosófica cristiana. Para ello, se buscaron explicaciones complementarias, a través del ejercicio racional, a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, consideradas verdades inapelables. En esta época podemos distinguir dos grandes corrientes de pensamiento: la patrística y la escolástica. PATRÍSTICA. Es la primera escuela de filosofía cristiana medieval. Su nombre se debe a que se trata del pensamiento de los padres fundadores de la Iglesia, y su función era la divulgar el mensaje de los Evangelios. Uno de estos padres fundadores y la principal figura de la patrística es San Agustín (siglos IV-V). Su filosofía toma como base la filosofía platónica y neoplatónica y lo sintetiza con el cristianismo. En sus obras tratará todas las cuestiones que van a ser temas fundamentales de este periodo, como las relaciones entre razón y fe, la demostración de la existencia de Dios, el amor como fuente de conocimiento, la creación, el libre albedrío, etc. Como muestra su famosa cita: “cree para entender, entiende para creer”, fe (teología) y razón (filosofía) están llamadas a colaborar, pero partiendo de la preeminencia de la fe sobre la razón. ESCOLÁSTICA. Es el segundo gran momento de la filosofía cristiana. Se produjo cuando a partir del siglo XII la filosofía aristotélica fue reintroducida en la Europa cristiana a través sobre todo de traducciones y comentarios de autores árabes (Avicena, Averroes). Santo Tomás de Aquino (siglo XIII), su principal representante, recibirá y estudiará en profundidad la obra de Aristóteles, que sintetizará con el pensamiento cristiano dando lugar a la escolástica. Tras ocho siglos de patrística su aceptación no fue inmediata, pero con el tiempo se acabará convirtiendo en la doctrina principal de la Iglesia católica y se enseñará en las primeras universidades europeas, como la de Oxford o la de París (donde el propio Santo Tomás dio clase). Una de las más importantes aportaciones de este gran filósofo medieval serán sus famosas “cinco vías para la demostración racional de la existencia de Dios”. PLATÓN + CRISTIANISMO = PATRÍSTICA SAN AGUSTÍN DE HIPONA ARISTÓTELES + CRISTIANISMO = ESCOLÁSTICA SANTO TOMÁS DE AQUINO NOMINALISMO. Para terminar, cabe señalar que en el siglo XIV, un monje franciscano llamado Guillermo de Ockham criticará algunos de los principios fundamentales de la escolástica, marcando así una tendencia que poco a poco acabará dando paso al Renacimiento y a otro gran cambio de etapa. 4.3. FILOSOFÍA MODERNA (Siglo XV al siglo XVIII aproximadamente). A partir del siglo XV, se generalizó en Europa el movimiento conocido como Renacimiento, corriente de renovación cultural inspirada en los clásicos griegos y latinos. Aunque persiste una visión cristiana del mundo, este periodo se caracteriza por el humanismo: el sitúa al hombre como el centro de la reflexión filosófica científica. En enfoque es por tanto antropocéntrico (y no teocéntrico como en la Edad Media). En los siglos siguientes (XVI y XVII), el nuevo auge de la investigación científica y el esfuerzo por renunciar al argumento de autoridad escolástico propiciará la revolución científica, protagonizada sobre todo por Copérnico, Kepler, Galileo y Newton. Estos avances suponen un desplazamiento del que había sido hasta entonces el foco de interés de la filosofía: las cuestiones metafísicas (dominantes durante la Antigüedad y la Edad media) son desplazadas por las cuestiones gnoseológicas y epistemológicas relativas al conocimiento. De los debates filosóficos característicos de la Modernidad acerca de las fuentes y los límites del conocimiento surgen dos grandes corrientes: racionalismo y empirismo. RACIONALISMO. Enfatizó el papel de la razón en la adquisición del conocimiento y sostuvo su prioridad frente a los sentidos. Como modelo de conocimiento los racionalistas escogieron las matemáticas, defendiendo por lo general la existencia de un conocimiento absoluto y universal. Sus principales representantes son Spinoza, Leibniz y Descartes. Este último defendió la existencia un conocimiento absoluto, que parte de la razón, y al que se puede llegar a través de un método de inspiración matemática (constaba de una serie de pasos o reglas para llegar a la verdad). Su frase más célebre es: “pienso, luego existo”. EMPIRISMO. La escuela empirista sostuvo que la única fuente del conocimiento es la experiencia, y la razón debía por tanto tener en cuenta los datos de los sentidos a la hora de conocer. Esta corriente encontró defensores en Locke, Berkeley y Hume. Este último consideraba que cuando nacemos nuestra mente no posee ningún contenido (tabula rasa) y es solo a partir de la experiencia que adquirimos los contenidos con los que opera nuestro entendimiento. Llevó hasta sus últimas consecuencias este criterio empirista de conocimiento, lo que le llevó a defender un escepticismo moderado o académico. Criticó la metafísica, las ideas innatas y el principio de causalidad. CRITICISMO. La solución al debate entre racionalismo y empirismo vino de la mano del filósofo Kant, quien llevó a cabo en la síntesis de ambas corrientes defendiendo que el conocimiento requiere la intervención de ambas facultades. Fue posiblemente el mayor representante de la ilustración alemana. Según este pensador la Modernidad era la época en la que la racionalidad humana saldría de su “minoría de edad” y su talante se caracterizaría por la actitud crítica, el progreso y la libertad de pensamiento, como refleja su famosa sentencia: “sapere aude” (atrévete a pensar). ILUSTRACIÓN. El siglo XVIII (“Siglo de las Luces”) contó con numerosos representantes de este gran movimiento sociopolítico y cultural que se conoce como Ilustración. En Francia, hasta 160 ilustrados participaron en la creación de la Enciclopedia, bajo la dirección de Diderot y D´Alambert. En ella colaborarían ilustrados tan famosos como Montesquieu, Rousseau y Voltaire, quienes ofrecían al mundo una nueva visión de la vida que rompía con las creencias tradicionales. Defendían la primacía de la razón, la lucha contra la superstición religiosa y la tiranía política, la tolerancia, la libertad, la confianza en la humanidad y el progreso. 4.4. FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA (finales del siglo XVIII hasta la actualidad). Habitualmente, se suele situar la revolución francesa y la revolución industrial como inicio de la época contemporánea. A pesar de la diversidad de las corrientes y tendencias, si alguna característica define sin duda a la filosofía contemporánea es su talante crítico y su actitud de denuncia y sospecha. Precisamente, característica del siglo XIX es la Filosofía de la sospecha, cuyos representantes son Marx, Nietzsche y Freud, es denominada así (por Paul Ricoeur) por cuestionar (sospechar de…) algunas de las ideas y pilares fundamentales de la sociedad de su tiempo. Marx llevó a cabo un análisis científico de la economía capitalista, Nietzsche criticó la moral y la religión cristiana y Freud revolucionó por completo la subjetividad humana con su noción de inconsciente. Entre las muchas y diversas escuelas de la filosofía contemporánea destacaremos la Escuela de Frankfurt (Horkheimer, Adorno y Habermas). Con una inspiración freudomarxista, la escuela de Frankfurt surgió como reacción a un mundo tecnificado, en el que las prioridades eran exclusivamente la eficacia y la productividad, al coste que fuera. Por el contrario, esta corriente propone una actitud crítica ante el desarrollo tecnológico, la ciencia, el consumismo, la cultura de masas.... es decir, de todo aquello que contribuye a deshumanizar nuestra sociedad. Una de las filósofas más importantes del siglo XX es sin duda Hannah Arendt. Discípula de Heidegger y Husserl y protegida de Karl Jaspers, se estableció en Nueva York desde 1941, tras la ocupación alemana de Francia. Dividió conscientemente su actividad intelectual entre la filosofía y la teoría política, llegando a adquirir un sólido prestigio tanto en Europa como en Estados Unidos. Es autora, entre otras obras, de Los orígenes del totalitarismo (1951) y La condición humana (1958), dos textos fundamentales sobre el poder, la autoridad, el totalitarismo y los hombres. Otra obra muy importante de su pensamiento surge cuando en 1961 el periódico New Yorker le encargó cubrir la noticia del juicio de Adolf Eichmann. De este importante trabajo y vital experiencia surge el escrito: “Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal” (1967). En esta época también tendremos grandes representantes de la Filosofía española como Unamuno, María Zambrano u Ortega y Gasset, quien afirmó: “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo”. Este filósofo y ensayista madrileño defendió la teoría del perspectivismo y de la razón vital e histórica. Se le suele situar en el movimiento llamado novecentismo (a caballo entre la generación del 98 y la del 27)

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