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Disminución crónica del "umbral": Al principio se creía que el hecho de administrar a la rata un pequeño dolor (por ejemplo, pellizcándole la cola) producía específicamente la polidipsia (es decir, beber demasiado, a veces con consecuencias letales). Después se observó que esto ocurría porque de cos...

Disminución crónica del "umbral": Al principio se creía que el hecho de administrar a la rata un pequeño dolor (por ejemplo, pellizcándole la cola) producía específicamente la polidipsia (es decir, beber demasiado, a veces con consecuencias letales). Después se observó que esto ocurría porque de costumbre no había más que agua en la jaula; cuando había comida accesible, el animal podía presentar hiperfagia hasta alcanzar la obesidad; un macho puede presentar hipersexualidad, etc. Además, tales comportamientos pueden provocarse en diferentes situaciones de estrés y no solamente por el mal físico. En algunas clases el aislamiento social provoca hiperagresividad. Tales comportamientos anormales aparecen en los sistemas modernos de producción animal. Ciertas cerdas atadas pueden beber hasta 70 litros por día, de costumbre dentro del caso de la cerda delgada ("thin-sow" syndrome). Las gallinas de carne están de tal manera seleccionadas genéticamente para un aumento rápido de peso que se les debe alimentar muy bien durante un período corto de vida. Uno se puede preguntar si los comportamientos anormales en los. animales delgados no son a veces debidos a un sentimiento de hambre crónica. El comportamiento hiperagresivo de ciertos sementales pudiera ser la continuación de un círculo vicioso: Un aislamiento social puede hacer que ciertos sementales se vuelvan más nerviosos y agresivos, por ello se manipula menos al animal y se le aísla y nos encontramos en un círculo vicioso. Se comprende que el hombre en tales circunstancias se ponga más nervioso en vez de mostrarse autoritario y tranquilo; esto interfiere en la comunicación interespecífica (que reposa a menudo sobre estímulos muy discretos). Estereotipias. Por su valor como evaluador del grado de bienestar merecen un estudio pormenorizado que desarrollamos a continuación ESTEREOTIPIAS Definición y características Desde hace mucho tiempo se han descrito estereotipias en animales enjaulados o enclaustrados, por ejemplo realizar el mismo recorrido repetidamente una y otra vez. Conductas repetitivas como estas que no tienen ninguna finalidad es lo que se conoce como estereotipias. Una estereotipia se suele diferenciar de otras conductas porque consiste en una secuencia de movimientos repetida muchas veces con muy poca o ninguna variación. Sin embargo, los repertorios del comportamiento normal de los animales incluyen muchos patrones de acción repetitivos (por ejemplo: caminar o aletear) que no deben ser considerados como estereotipias. Es necesario incluir en la definición de estereotipia alguna referencia a la aparente ausencia de función. Otra cuestión es si pueden formar parte del sistema funcional normal de un animal. Igualmente, los estudios sobre estereotipias ponen de manifiesto que puede existir variación dentro de un comportamiento estereotipado. Cuando CRONIN (1985) analizó secuencias del comportamiento de cerdos atados con una cuerda, encontró que algunos las masticaban siguiendo una secuencia de acciones muy rígida, pero que existía variación entre las secuencias de unos cerdos y otros. Sin embargo, en otro grupo de cerdos se observaron patrones de acción repetitivos dentro de ellos mismos, aunque el orden no fue constante, por ello estos comportamientos podrían ser denominados estereotipias. Estos ejemplos ponen de manifiesto que las estereotipias son relativamente invariables más que absolutamente invariables. Así, por definición, una estereotipia es una secuencia de movimientos repetitiva, relativamente invariable y que no tiene un propósito claro. La repetición puede ser regular, pero no necesariamente, y la secuencia de movimientos puede ser muy corta (por ejemplo: las sacudidas de la cabeza en los pollos), o pueden ser muy largas y complejas, como en algunas rutas trazadas por los animales en cautividad; también pueden ser secuencias muy elaboradas como la construcción de nidos fantasmas por parte de cerdos estabulados o enjaulados. Para intentar comprender el significado y las bases de la motivación de las estereotipias, se han llevado a cabo varias investigaciones, utilizando drogas psicoestimulantes que interfieren en el metabolismo de los neurotransmisores catecolaminínicos, dopamina y noradrenalina (norepinefrina), que afectan a la incidencia de las estereotipias. Los posibles mecanismos fueron revisados por DANZER (1986) quien concluyó que “existen evidencias de que la manifestación de los comportamientos estereotipados depende del sistema dopamina del cerebro implicado en el control del movimiento”. Los péptidos opiáceos del cerebro están vinculados de alguna manera a los comportamientos estereotipados, CRONIN y cols. (1985) encontraron que cuando se administra naloxone, que bloquea los receptores µ para la ß endorfina, a cerdos estereotipados cesa el comportamiento. Podría ser que los cerdos amarrados utilicen las estereotipias para inducir la acción de los péptidos analgésicos en el cerebro, aunque no está del todo confirmado. Esto supondría una interacción entre los péptidos opiáceos y el sistema del cerebro que controla los comportamientos estereotipados. No se ha estudiado en detalle la actividad eléctrica del cerebro durante las estereotipias. HOUPT (1987) sugiere que los rumiantes tienen menor número de estereotipias que otros animales de granja. Las estereotipias se producen en situaciones en las que el animal tiene una falta de control de su ambiente. En algunos casos el animal está evidentemente frustrado y es difícil de predecir su estado. Los comportamientos desarrollados como estereotipias son en ocasiones formas incompletas de un patrón de comportamiento funcional. Pueden surgir de intentos de remediar un problema concreto, por ejemplo, intentos de desplazar una barrera de contención o para obtener el último resto de comida. Con el tiempo la estereotipa se va fijando y pierde su carácter funcional. La combinación del acto motor del inicio junto con el estímulo sensorial resultante, que actúa como mecanismo feedback, pudiera tener algún efecto beneficioso sobre el animal que muestra el comportamiento, pero también pudiera ser precisamente un signo de una patología conductural. Los estímulos sensoriales repetitivos pudieran tener un efecto narcotizante directo en quién los perpetra o también pudiera ser que lo hiciera por medio de los péptidos analgésicos. Las estereotipias pudieran ser un medio para aliviar los efectos de las condiciones adversas, pero esto no está plenamente comprobado y según DANZER (1986) en muchos casos son inútiles y pueden ser un signo de una patología funcional en el cerebro. Puedan o no ayudar al animal son claramente un indicador de falta de bienestar, aunque algunas se dan sin que se pueda detectar claramente la existencia de algún problema. Los animales son capaces de tolerar hasta un cierto nivel la suma de factores estresantes. Ese nivel crítico varía en función de los individuos. El nivel crítico puede alcanzarse por un grupo de individuos que sean capaces de superar la respuesta adaptativa de los individuos representativos del grupo, de manera que el umbral de tolerancia al estres de la totalidad del grupo aumenta. Es en este punto cuando se observa que los factores estresantes provocan un comportamiento anómalo. Las dos condiciones, de pérdida de cantidad o inadecuada calidad, pueden combinarse para incrementar el carácter estresante de alguna de las formas de control de los animales, hasta un extremo en que es inevitable que emerja el comportamiento anómalo. Las estereotipias son comportamientos que presentan las tres características siguientes: se ejecutan siempre de la misma manera (identidad morfológica); siguen un ritmo relativamente constante; aparentemente no tienen razón de ser ni finalidad. Estos comportamientos se pueden también provocar por productos sicofarmacológicos (sobre todo los agonistas de la dopamina como la anfetamina o la apomorfina); también pueden ser provocados por traumatismos cerebrales. Las estereotipias inducidas por fármacos se utilizan a menudo como modelo animal de algunos síntomas de la esquizofrenia. En la industria los neurolépticos potenciales se han controlado en función de su aptitud a inhibir tales estereotipias. Aquí en el contexto etológico hablamos de estereotipias provocadas por las situaciones de conflicto. Tales estereotipias aparecen también en el hombre como síntoma de diferentes síntomas siquiátricos (algunas formas de esquizofrenia, maníaco- depresión, autismo, en los oligofrénicos). Ejemplos de estereotipias en los animales de producción: el tic del oso, girar en círculo, el correr de izquierda a derecha en los caballos, movimientos repetidos de la lengua en los terneros, el menear la cabeza en las gallinas, girar en círculo o en ocho en los perros, el tic de aerofagia en los caballos se clasifica en las estereotipias aunque no siempre se trata de ello, los cerdos presentan un número sorprendentemente grande de diferentes estereotipias a menudo combinadas entre ellas y son típicas de ciertos individuos (idiosincrasia): el mordisqueo de los tubos del vallado, el mordisqueo en vacío, el rechinamiento de dientes, la abertura y cierre de la boca, la contracción el labio inferior, etc. El esquema patrón motor de la estereotipia se desarrolla a menudo a partir de un movimiento de intención o de una actividad de desplazamiento. En el primer caso el esquema de comportamiento puede ser una indicación relacionada con el origen de la motivación frustrada de modo que se puede reaccionar de manera correctiva, es decir, adaptando el medio ambiente a las necesidades del animal. Probablemente muchas estereotipias tienen un origen multifactorial, es decir, que el comportamiento normal es el resultado de una combinación de diferentes factores. Por ejemplo, las cerdas atadas no pueden moverse ni explorar, pero a veces tienen que someterse en la porqueriza a un clima que está mal regulado (temperatura, ventilación, ruido, grado de humedad, gases tóxicos etc.) y estas cerdas a menudo están poco nutridas, en este caso, la estereotipia aparece después de haber recibido alimento; las cerdas que están más nutridas desarrollan sobre todo estereotipias durante la fase de excitación antes de recibir alimento. Las estereotipias pueden ser de corta duración y puntuales cuando el animal se excita antes de recibir la comida (los visones, los cerdos, los caballos) o antes del trabajo (los caballos) o antes de ir de paseo (los perros). Se puede entonces difícilmente decir que su bienestar disminuye; se trata de un estado crónico. Cuando el animal presenta un gran porcentaje de su tiempo activo a ejecutar estereotipias se puede deducir que algo en su entorno o en la manera de tratar el animal no está en orden. Las estereotipias pueden emanciparse de la situación causal original, es decir, que ciertos animales pueden a pesar de todo continuar a estereotipar cuando la frustración ha terminado (por ejemplo, transferir un animal de un vallado pequeño a una pradera o dar paja a un animal que está sobre cemento para que se ocupe). Esto significa que las estereotipias están sometidas a un proceso de desarrollo que no es el mismo fenómeno después de un cierto tiempo comparado a la fase inicial. Pudiera ser que al principio la estereotipia fuera la expresión de una gran frustración, pero después se trate de un automatismo puramente a nivel motor y no debiera forzosamente relacionarse con un estado emocional. De todos modos, la existencia de una estereotipia ejecutada durante un tiempo relativamente largo indica que el animal a pesar de todo ha debido en un momento dado someterse a una situación muy desagradable. De ahí que Wiepkema hable de "cicatrices al nivel del comportamiento". También los mecanismos neurobioquímicos de las estereotipias evolucionan con la edad de éstas en ciertos animales. Suelen inhibirse con antagonistas de la dopamina durante todo su desarrollo. Los antagonistas de los opioides, por ejemplo, la naloxona inhibe estas estereotipias mejor o solamente durante las primeras fases del desarrollo, lo que sugiere un papel más importante de las estructuras límbicas a principio (emoción), mientras que el estriatum rico en dopamina (sobre todo el núcleo caudatus y el núcleo accumbens) serían siempre funcionales en razón de su papel en la automatización de la motricidad. A primera vista parece absurdo querer repetir siempre ciertos comportamientos, aunque no solucionen el problema. Aunque todavía no lo hayan comprobado, ciertos investigadores suponen que las estereotipias tienen cierta función homeostática: es decir, disminuirían la excitación ("de-arousal mechanism") y protegerían al organismo contra las complicaciones psicosomáticas (por ejemplo, menos úlceras de estómago El carácter de recompensa de la estereotipia explicaría la repetición. Las estereotipias no expresarían solamente el estado de excitación sino también lo regularizarían. Si esta hipótesis resultara cierta, el animal sufriría más si se le inhibieran Ias estereotipias de manera mecánica. De todos modos, se tiene que buscar el origen más que intentar borrar los síntomas a no ser que la estereotipia, ella misma sea nefasta para el. Por ejemplo, lamerse de manera repetida provoca a veces la formación de bolas de pelo en el abomaso de las terneras; las estereotipias se asocian a veces con las automutilaciones (por ejemplo, frotarse siempre en el mismo sitio hasta sangrar). Principales Anomalías del comportamiento de manifestación estereotipada en los animales domésticos El primer paso en el protocolo de diagnóstico frente a un problema de estereotipias consiste en decidir si existe una causa orgánica o no. En general, si la estereotipia puede interrumpirse fácilmente y el animal la manifiesta sólo en determinadas circunstancias, es muy probable que no tenga causa orgánica. Por el contrario, si el animal manifiesta la estereotipia en circunstancias diversas y su realización no es fácil de interrumpir, entonces es probable que el problema sea consecuencia de una alteración orgánica. No obstante, estos criterios deben considerarse sólo orientativos, puesto que se han descrito casos de estereotipias causadas por problemas orgánicos y que, sin embargo, se manifestaban preferentemente en respuesta a determinadas circunstancias que muy probablemente causaban ansiedad o miedo en el animal. Postura de perro sentado Es frecuente en las cerdas gestantes confinadas y cerdos adultos mantenidos en grupos muy densos con falta de espacio para tumbarse. La postura típica es de un animal inmóvil, inactivo, sentado sobre sus cuartos traseros, manteniendo la cabeza en una posición baja y con los ojos semicerrados, en somnolencia aparente. Esta anomalía se observa algunas veces en bovinos permanentemente estabulados y se comprueba que está influida negativamente por las condiciones de cría. La resolución de esta anomalía pasa por modificar los sistemas de cría. La postura de “perro sentado” es uno de los indicadores más importantes de la falta de bienestar que existen. Se debe proporcionar a los animales un suelo seco y mullido y, dentro de lo posible, darles la posibilidad para realizar el suficiente ejercicio. Caminar por el establo y bamboleo (balancearse de lado a lado) Ambos son comportamientos estereotipados que tienen como causa inicial el enclaustramiento y el sentimiento de frustración. Es frecuente en los caballos, que se mueven continuamente por la cuadra, perdiendo condiciones físicas y afectando a su capacidad para correr. Los patrones de acción del “caminar por el establo” son los mismos que al caminar, pero en este caso el animal utiliza un camino que le lleva al mismo punto de origen y esto lo repetirá una y otra vez sin la más mínima modificación. Es obvio que existe una frustración y que el animal no puede escapar, pero con el tiempo esta conducta le impide el acceso ocasional a un compañero social, sexual, a la comida u otra fuente de recursos. La cantidad de ejercicio que realiza de esta forma es considerable y conlleva pérdidas sustanciales de peso a causa del gasto energético. Como el espacio es muy limitado, para trazar un círculo precisa realizar una flexión espinal máxima que puede causar perjuicios en la columna vertebral. Si el animal está atado, realiza el “bamboleo”, consistente en mover el cuerpo hacia adelante o hacia atrás o bien de lado a lado, con o sin balanceos de la cabeza. Se observa, principalmente, en caballos y bovinos atados en pequeños corrales. En ocasiones, ciertos caballos balancean, de lado a lado, la cabeza, cuello y parte anterior del cuerpo, mientras que el peso del cuerpo va descansando alternativamente en los bípedos laterales. En la mayoría de los casos el pie permanece sin levantarse del suelo, pero en los casos extremos, cada par de extremidades llega a levantarse cuando el peso del cuerpo pasa a las otras. Aunque es difícil de determinar la causa de estas estereotipias, la falta de enriquecimiento y variedad ambiental parece ser la causa principal. Muchos de los animales que la desarrollan sufren pérdida progresiva de peso y quedan físicamente exhaustos. Es una anomalía difícilmente controlable y que puede inducir a otros animales por mimetismo. Se han realizado intentos para controlarlo atando al animal con una rienda cruzada que le limite los movimientos laterales de la cabeza, pero esto no beneficia al animal. Lo ideal es devolver al animal afectado al pasto, pero si no es posible, por falta de espacio, se le debe ejercitar, bien montándolo o con un caminador mecánico. Los animales deben colocarse en un box suficientemente amplio como para que puedan realizar movimientos deambulatorios Escarbar Se ha descrito como una respuesta a la frustración. Patear el establo Los animales, especialmente los caballos, patean las paredes o puertas. Puede producirse daños físicos en las extremidades o daños materiales en el alojamiento. Una de las formas más comunes es la de patear a la hora de comer; comportamiento que se refuerza si se le proporciona alimento tras patear. Sacudidas de la cabeza Lo más normal son las sacudidas hacia arriba y abajo. La causa principal suele ser la frustración y el dolor. Sacudidas de la cola Como consecuencia de un excesivo acicalamiento o de parasitosis. Permanecer estático El animal parece estar ortopédico y tiene dificultad para tumbarse o levantarse. Puede ser que el espacio disponible sea insuficiente para permitir estos movimientos. Cuando los bovinos están alojados de manera que no tienen posibilidad de girarse y les es difícil tumbarse, se reduce el contacto sensorial con las construcciones del cubículo. Pasan mucho tiempo quietos de pie o se apoyan sobre la pared de uno de los lados o bien adoptan la postura de “semisentado”. Durante este tiempo pueden pasar mucho tiempo inmóviles o desarrollar conductas estereotipadas. En caballos es más común la inmovilidad crónica si están aislados en un establo que si están en grupos. El animal parece estar ortopédico y tiene dificultad para tumbarse o levantarse. Cuando se levantan, tras muchos intentos para lograr la extensión forzada de sus extremidades, se pueden producir lesiones en los miembros traseros que hacen que el animal experimente dolor y permanezca echado. Para controlar tanto la inmovilidad tumbada de los porcinos como la forma estática de pie de los bovinos, es necesario proporcionarles condiciones de alojamiento que les permita más movimientos y expresar sus comportamientos cinéticos normales. Inmovilidad tónica La reacción de sumisión sistemática en los animales se denomina “inmovilidad tónica” (FRASER, 1960), comportamiento que se manifiesta agachándose o quedándose tumbado como congelado, de forma prolongada. Puede ser consecuencia de algún dolor que contribuya a que se tumbe, o como respuesta en situaciones en los que el animal es instado a que realice algo que no quiere o para lo que se muestra reacio. En bovinos, el animal está tumbado sobre el vientre con extensiones vigorosas de la cabeza y del cuello con depresiones ocasionales. La correcta diagnosis de la inmovilidad tónica o disquinesis es esencial para el manejo racional de cualquier explotación. Se caracteriza por un nivel de reacción ante los estímulos anormalmente bajo para aquellos que normalmente producirían un cambio de posición o postura. Esto puede ser algo normal en algunas especies como las aves, pero en otras requiere un examen clínico para asegurarse de que no existe nada patológico. Existe relación, y pudiera ser la causa, entre esta conducta y el confinamiento excesivo donde el individuo tiene muy restringida su capacidad de reacción frente a agentes estresantes tales como: transporte. formación forzada de lotes experiencias dolorosas castigos. Sobre este aspecto, en los animales de granja en los que se presentan podemos resumir que: Los animales tienen un historial de eventos estresantes Rápida aparición del estado de inercia locomotora en el sujeto. No hay reacciones voluntarias que suponen coordinación de los movimientos del cuerpo. Ausencia aparente de fallos psicológicos. Estado de alerta que se reconoce por movimientos de cabeza, ojos y orejas. Existe sensibilidad superficial en el cuerpo ante estímulos eléctricos y responde a los reflejos anal, podal y de los párpados. Las estereotipias más frecuentes en los animales de compañía son las denominadas conducta de perseguirse la cola y conducta de cazar moscas. Aparentemente, ambas son más frecuentes en el perro, aunque ocasionalmente el gato puede manifestar también la primera de ellas. La conducta de perseguirse la cola Consiste en que el animal gira rápidamente sobre sí mismo como si quisiera atrapar el extremo de su cola; en ocasiones, el animal acaba efectivamente mordiendo la cola y causándose una lesión. La conducta de cazar moscas Consiste en que el animal parece fijar su atención en un objeto inexistente, y a continuación se lanza hacia él como si intentara morderlo. Otras estereotipias menos frecuentes incluyen desplazamientos repetitivos y conductas de vocalización excesiva; no obstante, estos problemas son muy raramente motivo de consulta y no serán incluidos en el presente análisis. La distinción entre conductas estereotipadas y dermatosis psicógenas es hasta cierto punto arbitraria; en realidad, algunas dermatosis psicógenas incluyen secuencias de conducta muy estereotipadas y, a la inversa, la conducta de perseguirse la cola puede considerarse una forma de dermatosis psicógena cuando incluye automutilación. Conductas de automutilación Además de las dermatosis psicógenas y de algunas de las conductas estereotipadas, las conductas de automutilación pueden ser consecuencia de los siguientes problemas: Lesiones en vías nerviosas periféricas causadas por traumatismos y que causen la desensibilización de un área anatómica determinada, normalmente la porción más distal de una extremidad. La automutilación suele iniciarse como una conducta de grooming excesiva, y puede durar varios meses. El único tratamiento posible consiste en impedir la conducta del animal mediante un collar isabelino o un procedimiento similar. Síndrome de hiperestesia felina. El síndrome de hiperestesia es un problema poco frecuente y de etiología desconocida. La presentación típica consiste en cambios episódicos de conducta en los que el a muestra una actividad desenfrenada y contrae los músculos cutáneos espalda. En ocasiones, el animal puede causarse heridas en la cola. En otros casos, el síndrome de hiperestesia felina parece ser secundario a: problemas dermatológicos, especialmente alergia a las pulgas. Finalmente, el tratamiento con ansiolíticos es curativo en algunos casos, Conducta excesiva de marcaje territorial con las glándulas cutáneas de la cabeza en el gato por la secreción de las glándulas cutáneas de la cabeza para marcar el territorio. Ocasionalmente, algunos gatos manifiestan esta conducta de forma excesiva, produciéndose lesiones en la piel de la cabeza. Algunas veces la conducta desaparece o disminuye en respuesta a la administración de tranquilizantes, tal como ocurre con el marcaje territorial con marcaje territorial con las uñas El rascado con las uñas de las patas anteriores sobre superficies de madera o similares es frecuentemente un motivo de consulta en clínica felina. La conducta parece tener entre otras una función de marcaje, y el rascado deja una señal tanto visual como olfativa; la señal olfativa es debida a la secreción de las glándulas interdigitales. El gato empieza a manifestar esta conducta a una edad muy temprana, y es entonces relativamente sencillo acostumbrar al animal a rascar superficies adecuadas. El procedimiento a seguir consiste en colocar una tabla de madera u otro material adecuado en un lugar cercano al que el cachorro utiliza para dormir. La textura de la tabla parece ser poco importante, pero la orientación de las fibras debe ser longitudinal. Además, la tabla debe estar a una altura que permita al animal acceder a ella con las patas anteriores mientras se apoya en las posteriores.

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