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E.2. Otros problemas de comportamiento relacionados con la conducta maternal Tal como hemos indicado, los problemas de la conducta maternal son más frecuentes en primíparas. Por otra parte, un parto anormalmente largo puede ser causa de debilidad en la hembra que desarrollará una conducta maternal i...
E.2. Otros problemas de comportamiento relacionados con la conducta maternal Tal como hemos indicado, los problemas de la conducta maternal son más frecuentes en primíparas. Por otra parte, un parto anormalmente largo puede ser causa de debilidad en la hembra que desarrollará una conducta maternal inapropiada. La condición corporal de la hembra parece ser fundamental en el correcto desarrollo de su conducta maternal. Por consiguiente, una alimentación deficiente en la gestación puede causar el abandono de las crías, y en casos extremos canibalismo maternofilial, problema que parecer ser más frecuente en animales nerviosos. En algunos casos el canibalismo maternofilial parece estar afectado por factores genéticos (la emocionalidad tiene una heredabilidad alta en algunas especies). En cualquier caso, es importante asegurarse de que la hembra se encuentre bien y en una ambiente apropiado y tranquilo durante el paro y el puerperio. Por otra parte, el canibalismo maternofilial es en ocasiones consecuencia de debilidad o enfermedad de la cría, igualmente es frecuente que la hembra ingiera las crías muertas por otras razones. Algunos aspectos de la conducta maternal dependen de la estimulación auditiva de las crías, por lo que animales con sordera bilateral pudieran mostrar una conducta maternal inadecuada. En el rechazo del potro hay diferentes grados, desde el más común y menos grave consistente en evitar el potro y no tolerar que mame, hasta el más grave de ataque con mordidas en la cabeza y cuello. El primero suele aparecer en primíparas o con algún problema en las ubres y la hembra se ve nerviosa y la posición de las orejas y cola indican miedo. Se deben poner todos los medios para evitar el rechazo del potro, desde la búsqueda de espacio para su tranquilidad hasta utilizar la inducción de la conducta materna mediante separación o amenaza al potro ESTRATEGIAS PARA LA ADOPCIÓN EN BOVINOS Y OVINOS: Si las ovejas son separadas de sus corderos en las 24 primeras horas, la mitad de ellas no aceptan de nuevo a sus crías. Si los corderos permanecen con sus madres un corto espacio de tiempo después de nacer y luego se retiran por algunas horas, son nuevamente aceptados. Se comprueba la aceptación de los corderos si son restituidos a sus madres dentro de las 24 horas posteriores al parto. El método preferencial para conseguir que una oveja acepte a una cría ajena es vincular al extraño durante el periodo de responsabilización maternal. El segundo es dar a la cría extraña las características de la propia cría, este método reduce la repulsa inicial y se forma el vínculo de forma gradual. Tanto en bovinos como en ovinos, se puede conseguir la adopción, aplicando los fluidos del nacimiento sobre el animal y presentándoselo a las hembras en los primeros minutos después del parto. Una alternativa complementaria a la aplicación de fluidos es colocarlos en un chaleco, y situar éste sobre el cordero, como los fluidos del parto conservan su atracción después de ser congelados y descongelados, estos chalecos pueden ser reutilizados posteriormente. Las adopciones, entre ovinos, más eficaces se consiguen cuando el cordero extraño se parece el suyo en uno o más de los factores sensoriales de vinculación. Poner el olor del propio en el extraño es la base del tan utilizado método de colocar la piel del cordero propio, nacido muerto, sobre el extraño. Un método alternativo, de estímulo olfatorio, consiste en cambiar el olor del propio cordero por uno nuevo (a aceite, por ejemplo), el cual la oveja asociará con su hijo; un día después, se coloca junto a la oveja un cordero ajeno con el olor a aceite. Algunas veces es útil separar a la hembra de su propio hijo y atar la pata del extraño para conseguir un mayor parecido con la incoordinación que muestra el recién nacido. COMPORTAMIENTO DE LAS ESPECIES DOMÉSTICAS DURANTE EL AMAMANTAMIENTO. El amamantamiento, además de su papel en la alimentación, es un componente de las actividades relacionadas con el bienestar, Así, el frotar y succionar las ubres parece ser un comportamiento de búsqueda del bienestar. Comportamiento de amamantamiento en bovinos Los terneros recién nacidos comienzan a mamar entre las 2-5 horas después de nacer. Los primeros movimientos del neonato, después de ponerse de pie, se dirigen generalmente hacia la madre y mediante movimientos del hocico, aparentemente aleatorios, encuentran una teta. Hasta que localizan el pezón, el ternero hociquea y chupa cualquier protuberancias del cuerpo de la madre. La madre parece que ayuda al ternero a encontrar la teta mediante la colocación del cuerpo en la postura apropiada y mediante lameteos, olfateos y empujones hacia el ternero. Patrones de amamantamiento La postura habitual es aquella en la que el ternero se sitúa en paralelo junto a la madre con la cabeza orientada hacia la parte caudal de la misma, pero algunas veces puede colocarse formando un ángulo recto con respecto a la madre. La madre tiene que estar de pie para que el ternero mame, los intentos de mamar de una madre que se encuentra reclinada generalmente resultan infructuosos. El ternero mama tanto el lado derecho como el izquierdo y algunas veces lo hace desde detrás de la vaca, no existe preferencia manifiesta por los pezones delanteros o traseros. Cuando las ubres de la vaca son pequeñas (por ejemplo en novillas) el ternero puede ser capaz de alcanzar los cuatro pezones desde el mismo lado. El ternero agarra el pezón con su boca y succiona vigorosamente sin morder. Desarrolla una presión negativa mayor y más frecuente que la requerida en el ordeño. La lengua envuelve el pezón, ajustándose la cavidad oral de modo que no quede aire en ella y ejerciendo la presión negativa necesaria para que fluya la leche. Esta presión negativa se produce por el alargamiento de la cavidad oral o laríngea. La presión es mínima cuando se ejerce en sentido contrario, es decir cuando traga el ternero. Si insertamos un tubo dentro de la cavidad oral del ternero, no podrá hacerse la presión negativa y no podrá obtener la leche Los movimientos mecánicos y la posición de la cabeza y del cuello del ternero no son determinantes para que la leche llegue al estómago. La leche no entra en los compartimentos principales del estómago ya que se produce el cierre del surco esofágico. Como el ternero generalmente es más alto que la posición de la ubre de la madre, éste tiene que bajar el cuello y levantar la cabeza para poder mamar. Bajando la espalda puede acceder también a los pezones más lejanos. Probablemente ésta sea una de las razones por lo cual los terneros mayores y más fuertes maman de las tetas más lejanas antes de que lo realicen los animales más jóvenes y débiles. Durante el amamantamiento, el ternero cabecea contra la ubre de la madre. Parece ser que este movimiento se realiza estimulado por un flujo de leche reducido y que mediante él puede ayudarse a incrementar el flujo. El amamantamiento, aunque sea tranquilo, suele acompañarse de movimientos de la cola “agitar la cola”. Se ha sugerido que esta agitación vigorosa de la cola, junto con los cabeceos, se deben a la frustración y suelen darse cuando el ternero no puede encontrar una teta o cuando no obtiene la leche que desea. Cuando se observa que el ternero cambia muchas veces de pezón en poco tiempo, podría indicar que la mama está vacía. Tiempo de amamantamiento: La tasa de amamantamiento y la cantidad de leche consumida está relacionada con: La edad el ternero, El tamaño del ternero, La raza (cárnica o lechera), El método de amamantamiento (natural, con tetinas, en cubo), La facilidad para que fluya la leche de la madre La persistencia del ternero durante el amamantamiento. Después de la primera alimentación, cuando el ternero se ha familiarizado con la localización de los pezones, éste satisface su apetito en 10-15 minutos. El número de pulsaciones durante el amamantamiento observado en terneros Hereford fue de 57-102 con una media de 74/minuto; la tasa de pulsación disminuye conforme se acerca el final del periodo de amamantamiento así como cuando el ternero va haciéndose mayor en edad. Los terneros que maman con sus madres consumían más leche que aquellos amamantados en cubetas. La leche es consumida 4-6 veces más rápidamente si se suministra en cubos que si se hace mediante tetinas. Los terneros con sus madres maman una media de 37-57 minutos/día, sin embargo, en robots la media es de 16-42 minutos/día. Los recién nacidos maman a su madre 5-8 veces cada 24 horas, descendiendo a 3-5 veces hacia las 24 semanas de vida. Sin embargo, los terneros criados en robots lo hacen más frecuentemente (55 veces al día) posiblemente porque la leche en ésta está más diluida que la normal de las madres. También se ha visto que los animales de más edad maman menos frecuentemente. Las novillas de carne amamantan a sus terneros de 2-24 semanas de edad sólo 3-5 veces cada día. Los gemelos mamaban unas 11 veces al día, sin embargo, los de parto simple sólo mamaban 4-6 veces. Si los terneros que poseen un fotoperiodo maternal son colocados artificialmente luz continua, el patrón de amamantamiento día/noche desaparece, es decir que parece que no existe un ritmo innato en las actividades de amamantamiento. Se encuentran diferencias entre razas; así, los cebuinos maman una media de 9'5 veces/24 horas al mes de vida y 5'6 veces/día hacia los 6 meses de edad. Comportamiento de amamantamiento en pequeños rumiantes Inicio del amamantamiento El comportamiento de amamantamiento es una necesidad imperiosa para el recién nacido. Los primeros intentos de mamar nos reflejan a un animal inexperto que intenta empujar con su cabeza hacia cualquier objeto que se coloque en su superficie. Si se le impide el acceso a la madre chupará cualquier objeto que se le ponga delante. Si estas succiones no nutricionales persisten puede interferir con el apropiado comportamiento de amamantamiento. Es en este momento cuando es fundamental la actividad de la madre. Algunas ovejas muy maternales no criaban bien porque eran incapaces de dar de mamar al mismo tiempo que limpiar (tarea en que estaba excesivamente volcada). No obstante, el cordero puede lograr mamar sin la estimulación direccional de la madre. Aunque el impulso para mamar es fuerte, algunos corderos pueden rehusar hacerlo y quedarse hambrientos. Los corderitos que no consiguen mamar en las primeras horas mostrarán progresivamente una pérdida de la tendencia a buscar la ubre. Esto no sólo se debe al debilitamiento por la pérdida de las reservas energéticas, sino porque realmente la tendencia puede extinguirse al no verse reforzada con la ingestión de leche. Algunas circunstancias ambientales tales como el frío y la humedad propician el que esto suceda. Lógicamente, también se dará más en aquellas ovejas primerizas, que por nerviosismo evitan la aproximación de la cría. Habitualmente, las crías colocan su cuerpo paralelo al de su madre, con la cabeza orientada hacia la ubre, aunque en ocasiones se colocan formando un ángulo recto con respecto a la madre. Ésta ha de permanecer de pie para que la cría mame y los intentos de mamar cuando la madre se encuentra reclinada resultan infructuosos. Mientras maman mueven el rabo. Al igual que para los bovinos, se sugiere que la agitación vigorosa de la cola y los cabeceos se deben a la frustración, y suele darse cuando la cría no obtiene la cantidad de leche suficiente para satisfacer sus necesidades. Cuando los corderos proceden de parto simple y son hijos únicos, utilizan ambos pezones indistintamente, practicando succiones de 20-50 segundos por tetada. En el caso de ser dobles, sólo maman de un lado, pero esta preferencia no se consolida hasta las 5 semanas de vida. Si uno de los dos corderos de parto doble es retirado después de que se manifestara la preferencia por uno de los pezones, el que queda utilizará los dos lados. Tasa de amamantamiento Después del parto, la madre permite que le mamen a cualquier hora del día o de la noche. El número de tetadas desciende con la edad: Desde el primer día y durante la primera semana, maman unas 50-60 veces al día (30-35 por la noche y 25-30 durante el día). Aunque los corderos de parto doble maman más veces al día, unas 78 veces (33 por la noche y unas 45 durante el dia). Después de la primera semana, la madre no va a donde está el cordero sino que espera que sea él el que venga, el tiempo en llegar es el limitante en el número de veces que mame que va descendiendo gradualmente hasta llegar a ser de sólo 4-6 tetadas al día hacia las 4-6 semanas de edad. La duración en cada uno de los pezones también está en función de la edad del cordero. En las primeras dos semanas cada amamantamiento puede durar 10 minutos, mamando unas 5 veces cada pezón. La duración será menor para los de más edad y también dura menos durante la noche que durante el día. Los estímulos sobre el pezón al succionar, influyen sobre la cantidad de leche producida más que cualquier otro estimulo prenatal. La prueba está en que las ovejas que paren dobles y sólo crían a uno de sus corderos, no producen más leche que las que han parido y criado uno. Comportamiento de amamantamiento en equinos El amamantamiento lo suele iniciar el potro acercándose a su madre y buscando las ubres. El potro se dirige directamente a las ubres o bien da vueltas alrededor de la madre para luego acercarse a la ubre. Este último proceder puede servir para dar a conocer a la hembra la intención de la cría y facilitar la bajada de la leche. Si la hembra no se detiene, el potro camina en círculos frente a ella, frotando su cuerpo con las escápulas y la base del cuello, o bien se coloca en posición paralela en la misma dirección. Frecuencia del amamantamiento: Los potros pasan gran parte de su tiempo mamando en las primeras semanas de vida, luego va descendiendo con la edad: Primera semana: de 4 a 5 veces por hora con una duración algo más de 1 minuto por vez. Segunda a Tercera semanas: 3 veces/hora Sexta semana: 2 veces por hora Vigésimo cuarta semana: 1 vez por hora. La frecuencia y duración de las tetadas difiere entre individuos y no entre sexos. Comportamiento de amamantamiento en porcinos Los lechones llegan a localizar los pezones a las pocas horas de haber nacido, incluso cuando el cordón umbilical aún está colgando. Responden succionando ante cualquier objeto que toca su pequeña jeta. Si se crían separados de las madres hay que separarlos de otros compañeros pues se maman entre ellos. Durante los primeros dias de vida los cerditos compiten entre ellos para tomar su sitio, su pezón para mamar. A las dos semanas ya existe un pezón determinado para cada cerdito. Se establece un orden de teta que viene condicionado por la vitalidad de los cerditos y por el orden en el que han nacido. Aquellos más avanzados se harán con los pezones delanteros que son más productivos que los posteriores. El orden de teta permanecerá estable hasta el destete. Cuando hay pocos cerditos, las tetas posteriores pueden quedar sin utilizar. Sobre la tasa de error a la hora de encontrar el pezón va a influir el tamaño de la camada, no sólo porque la competencia por los pezones es mayor, sino porque, aunque los encuentren, la cantidad de leche obtenida va a ser menor. En otras ocasiones, y puesto que el número de pezones productivos entre un lado y otro puede ser diferente, los cambios de costado de la cerda puede dar lugar a errores a la hora de localizar los pezones. Se puede dar el caso de que la cerda deje fluir leche de sus pezones con lo que se produce más confusión en la discriminación del lugar apropiado. Tasa de amamantamiento: Tan pronto la cerda adopta la postura de cría empiezan a hociquear vigorosamente y succionan durante un tiempo que oscila entre los 50 y los 140 segundos, después realizan una pausa. El final de cada succión se produce de manera brusca. Al parecer dejan de hociquear cuando se han asegurado que ya la mama está vacía o cuando ya han satisfecho su hambre. Sin embargo, cuando recién nacidos, los lechones maman muy frecuentemente y muchos de ellos se mantienen con el pezón en la boca entre una tetada y otra Los intervalos entre amamantamientos tienen una media de una hora, pero son más cortos durante el día que durante la noche. Al crecer disminuye gradualmente el número y la duración de las mamadas: Primer y segundo dia de vida: una cada 20-30 minutos Dos meses de edad: 6 diarias. El amamantamiento puede ser inducido por los gruñidos de los otros cerditos que están mamando. Un estímulo molesto puede inducirlos a mamar. Patrones de amamantamiento Valor Tiempo que tarda la cerda en tumbarse desde que se le presenta los cerditos (seg) 11-17 Frecuencia de amamantamientos (veces/dia) 18-28 Intervalo entre amamantamientos (min) 51-63 (raro más de 160) Duración del amamantamiento (min) 4-8 Duración de las succiones (seg) 13-37 Leche ingerida en cada periodo (g) 24-28 Leche ingerida al dia (g) 546-674 Comportamiento de amamantamiento en perros y gatos El mecanismo principal de acercamiento de la cría a la zona ventral de la hembra es el reflejo de Rooting, y es desencadenado por la hembra al lamer a la cría. La localización final del pezón no depende sólo de estímulos táctiles, sino también de estímulos olfativos. Inicialmente, dichos estímulos provienen de la saliva de la hembra y del líquido amniótico. Después de que la cría haya mamado, el estímulo principal parece ser el olor de su propia saliva. Estos estímulos olfatorios no sirven sólo para que la cría localice el pezón, sino que además son importantes para iniciar la conducta de mamar. Desde unos pocos días después del nacimiento, cada cría suele mamar siempre del mismo pezón. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en el cerdo, no parece existir correlación entre el pezón utilizado por cada cría y la velocidad de crecimiento de la misma. Al menos durante la fase inicial de la lactación, la conducta de mamar no está controlada por los mecanismos que controlan la ingestión de alimento o de agua en el adulto. Así, por ejemplo, la búsqueda del pezón y el inicio de la succión no dependen del tiempo transcurrido desde que la cría mamó por última vez. Igualmente, la finalización de la conducta de mamar no depende de los mecanismos responsables de la saciedad en el adulto, tales como la distensión gástrica o la secreción de colecistoquinina. En definitiva, parece ser que la conducta de mamar, independientemente de la ingestión de leche, constituye un reforzamiento en sí misma. Más tarde, conforme la cría crece, la conducta de mamar depende cada vez más de los mecanismos que regulan la ingestión de alimento en el adulto. Durante la fase inicial de la lactación, la cría es incapaz de asociar la ingestión de leche con las posibles alteraciones gastrointestinales que pueda producir posteriormente; en otras palabras, el mecanismo de evitación de la comida no es funcional en las crías durante la fase inicial de la lactación. La conducta de la cría y de la hembra cambia gradualmente a lo largo del periodo de lactación, pudiéndose diferenciar tres fases. Primera fase: Dura hasta la segunda o tercera semana de vida aproximadamente, y la cantidad de leche ingerida por las crías les permite triplicar o cuadruplicar el peso que tenían al nacer. Inicialmente, la hembra permanece casi constantemente con las crías, y el contacto entre la hembra y las crías es iniciado en la mayoría de las ocasiones por la hembra Segunda fase: Dura hasta la cuarta o quinta semana de vida. La hembra y las crías son igualmente responsables de iniciar el contacto. Tercera fase, denominada también fase de evitación: Prácticamente sólo las crías inician el contacto, y la hembra rechaza dicho contacto cada vez con mayor frecuencia. Cuando amamantan a las crías durante esta fase, lo hace a menudo estando de pie o sentada, en lugar de adoptar la posición de decúbito lateral que caracteriza a las dos primeras fases. Estos cambios conducen finalmente al destete de las crías. En condiciones normales, las crías dejan de mamar cuando tienen entre 8 y 10 semanas, aunque en ocasiones la lactación puede alargarse durante varios meses. Existe una correlación negativa entre el tamaño de la camada y la duración de la lactación. Las crías empiezan a comer alimento sólido a partir de la cuarta semana de edad aproximadamente, de modo que el destete es un proceso lento y gradual. Se ha sugerido que algunas formas de pica podrían ser consecuencia de un destete precoz. En los cánidos salvajes, los adultos del grupo regurgitan el contenido estomacal semidigerido cuando los cachorros les lamen la zona perioral. Esta conducta está presente en el perro doméstico, aunque menos frecuentemente que en los cánidos salvajes. COMPORTAMIENTO BAJO LACTANCIA ARTIFICIAL Lactancia artificial de terneros criados con cubos En muchos países los terneros son criados artificialmente mediante tetinas o cubos. El condicionamiento para que los terneros tomen la leche de un cubo requiere hacer un esfuerzo físico para empujar la cabeza dentro del cubo, incluso cuando éste ya ha probado a beber leche en cubo una primera vez. El rechazo puede estar relacionado con la posición de la cabeza durante un amamantamiento normal con la madre. También pueden rechazar la leche muy fría o muy caliente (por encima de la temperatura corporal).Una vez que han sido entrenados al cubo, algunos terneros empujan sus hocicos contra el fondo del cubo, sin embargo, otros beben suavemente de la superficie. El amamantamiento natural con la madre implica una mayor salivación y la mezcla de la saliva y la leche junto con la agitación de la leche aumenta la lipolisis. Por lo tanto, lactancia natural frente a la artificial, no sólo satisface en mayor medida las necesidades de mamar, sino que también mejora la digestión de la leche. Amamantamiento no nutricional Cuando un ternero se lame a sí mismo o a otro, o a algún objeto próximo, suele suceder un amamantamiento o una succión “no nutricional”. El amamantamiento no nutricional puede suceder cuando la teta no está disponible ya que el ternero parece seguir mamando incluso después de que la teta esté vacía. Las zonas corporales preferidas para ser succionadas suelen ser la piel del pene, el escroto, las ubres y las orejas. Para el criador el amamantamiento no nutricional puede tener importantes consecuencias si persiste durante la vida adulta, ya que estas actividades hacen que descienda notablemente el consumo de materia seca y se retrasa el crecimiento. También puede ocurrir que se formen bolos de pelo en el rumen, que pueden llegar a alcanzar los 3’8 kg. de peso y que pueden ser fatales si bloquean la entrada al rumen e impiden eructar. No parece existir diferencias entre razas a la hora de manifestar esta actividad. Parece ser que la predisposición a mamar no es hereditaria, sino que proviene de las influencias de factores ambientales perinatales. Los terneros que son criados con sus madres maman más frecuentemente que los criados artificialmente y por ello en éstos últimos la incidencia de los amamantamientos no nutricionales es mayor. El amamantamiento no nutricional incrementa sensiblemente en terneros que son alimentados con dietas pobres en energía o proteínas, existe por lo tanto una influencia de la dieta. Tasa de amamantamiento en lactancia artificial La velocidad de ingesta, y por tanto la cantidad de leche consumida, difiere entre lactancia natural y artificial. Igualmente difiere cuando el sustitutivo lácteo se suministra en cubeta o en tetinas (mayor rapidez en cubeta). Los terneros criados artificialmente en robots, maman de 16-27 minutos/día, sin embargo, con las madres dedican a ello 37-57 minutos/día. Estas diferencias parecen deberse a las diferencias en la composición de la leche y al porcentaje en sólidos totales. Cuando la ración artificial contiene 14’5% de sólidos es consumida en menor cantidad que cuando contienen 6’5%. El número medio de ciclos de amamantamiento también desciende conforme incrementa el % de sólidos de la leche.