Tema 5: Reconstrucción monetaria y economía mundial

Summary

This document provides an overview of monetary reconstruction, focusing on the return to the gold standard and the German hyperinflation. It also covers economic growth in the 1920s, including technological advancements and increased productivity, and the Russian Revolution. Additionally, it discusses the international monetary system after World War II and the Bretton Woods agreements.

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TEMA 5 CAPÍTULO 9 1. 2. LA DIFÍCIL RECONSTRUCCIÓN MONETARIA 3. EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LOS AÑOS VEINTE 4. LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA FORMACIÓN DE LA URSS PUNTOS IMPORTANTE: 2, FALTA POR DECIR DE LOS OTROS 2. La difícil reconstrucción monetaria 2.1. El espejismo del regreso al patrón oro...

TEMA 5 CAPÍTULO 9 1. 2. LA DIFÍCIL RECONSTRUCCIÓN MONETARIA 3. EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LOS AÑOS VEINTE 4. LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA FORMACIÓN DE LA URSS PUNTOS IMPORTANTE: 2, FALTA POR DECIR DE LOS OTROS 2. La difícil reconstrucción monetaria 2.1. El espejismo del regreso al patrón oro El sistema monetario anterior a la guerra (patrón oro) tenía dos bases: - El compromiso de los gobiernos de convertir sus monedas en cantidades fijas de oro. - La libertad de los individuos de importar o exportar oro según su conveniencia. La guerra cambió de golpe esta situación. Todos los países, excepto EEUU y los neutrales, vieron disminuir sus reservas de oro mientras aumentaba la cantidad de dinero en circulación, de modo que la moneda se convirtió en fiduciaria. Por otro lado, el aumento de la cantidad de billetes en circulación provocó un aumento generalizado de los precios y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de la moneda. Tras la guerra, los gobiernos querían volver al patrón oro, visto como clave para la recuperación económica. Sin embargo, el proceso fue lento y complicado, y durante años hubo un sistema de tipos de cambio fluctuantes, con monedas no convertibles cuyo valor dependía del mercado, lo que provocó inestabilidad y especulación. Había dos formas de volver al patrón oro: 1. Restaurar la paridad oro previa a la guerra (como intentó Gran Bretaña, con una fuerte deflación). 2. Establecer una nueva paridad ajustada (como hizo Francia, reduciendo el contenido en oro de su moneda). Muchos países no pudieron mantener la paridad anterior, lo que generó desequilibrios monetarios. En casos extremos, como Alemania, Austria y Polonia, el sistema monetario colapsó casi por completo. Alemania fue el caso más significativo. 2.2. La hiperinflación alemana La hiperinflación alemana fue la más elevada y la que más consecuencias tuvo para la economía mundial. La moneda alemana dejó de tener valor en 1923, lo que llevó a Alemania a una economía de intercambio sin sistema monetario funcional. Dos escuelas han tratado explicar dicho fenómeno: 1. Escuela de la balanza de pagos: la hiperinflación que se originó por el descenso de la cotización del Marco en el mercado exterior de cambios a causa del exceso de oferta de marcos, como consecuencia del pago de las reparaciones de guerra. 2. Escuela de déficit presupuestario: la causa principal de la hiperinflación radica en la falta de voluntad gubernamental y de consenso social para equilibrar el presupuesto público. El déficit era cubierto mediante préstamos del Banco Central. La falta de voluntad de los gobiernos alemanes para reducir el déficit estaba vinculada al problema de las reparaciones de guerra. La estabilización monetaria comenzó en 1923, cuando Alemania logró frenar la hiperinflación al fijar el valor del marco respecto al dólar y dejar de financiarse a través del Banco Central. Esta estabilización se reforzó con el Plan Dawes (1924), que redujo las reparaciones y facilitó un préstamo internacional. Alemania, además, introdujo una nueva moneda, el reichsmark, equivalente al antiguo marco oro, con lo que fue uno de los primeros países en volver al patrón oro. 2.3. Las opciones británica y francesa: ortodoxia o devaluación Gran Bretaña Tras la Primera Guerra Mundial, el gobierno británico quería volver al patrón oro cuanto antes, y especialmente recuperar la paridad de la libra anterior a la guerra. Aunque economistas como Keynes advertían que esto supondría graves consecuencias económicas, las autoridades priorizaron restaurar el prestigio de Londres como centro financiero mundial. Para lograr esa paridad, se aplicó una política deflacionaria: reducción drástica del gasto público, aumento de impuestos y restricciones al crédito. Estas medidas causaron caída de la inversión, aumento del paro y estancamiento económico. La libra recuperó su valor en 1925 y se restableció la convertibilidad en oro. Las consecuencias fueron tan duras que en 1926 estalló una huelga general que casi derivó en una crisis nacional. Como advirtió Keynes, la restauración monetaria resultó muy costosa para la economía y la sociedad británicas. Francia Se aspiraba a volver al patrón oro, pero las prioridades eran la reconstrucción del país tras los enormes daños sufridos durante la guerra. La solución fue tolerar la inflación, lo que permitió renovar el tejido industrial y facilitar el acceso al crédito. Finalmente, en 1926 se estabilizó el franco, y en 1928 se volvió al patrón oro con una paridad mucho más baja que la de preguerra: el nuevo “franco Poincaré”. Esto fortaleció las exportaciones francesas y generó superávit comercial. Además, el Banco de Francia no dejó que las entradas de oro aumentaran los precios internos, gracias a su política de esterilización. 3. El crecimiento económico de los años veinte 3.1. Difusión de las nuevas tecnologías y aumento de la productividad A pesar de las dificultades tras la Primera Guerra Mundial, los años veinte fueron una etapa de crecimiento económico generalizado, aunque desequilibrado e inestable. Durante la guerra, se beneficiaron principalmente los países neutrales y no europeos, como EE.UU. y Japón, mientras que tras la guerra el crecimiento se extendió a otros países. Para 1929, todos los países importantes superaban su PIB per cápita de 1913. Aunque el crecimiento del producto por habitante fue menor que entre 1870 y 1913, la productividad por hora trabajada aumentó más. La Segunda Revolución Tecnológica fue clave en esta etapa. Aunque sus descubrimientos eran anteriores, se consolidaron tras la guerra. Los sectores más relevantes fueron la electricidad y el motor de explosión, que transformaron la industria, los transportes y la agricultura, impulsando la mecanización. Esto permitió bajar precios, aumentar beneficios y estimular la demanda. También crecieron los bienes de consumo duradero y la industria química lo que reforzó el proceso industrial 4.3. La NEP - REVISAR PARA PRÓXIMO EXAMEN En 1921, tras el fracaso del comunismo de guerra y el descontento social, Lenin impulsó la Nueva Política Económica (NEP), una estrategia temporal que incorporaba elementos de economía de mercado para reactivar la producción. Aunque el Estado mantenía el control sobre sectores clave como la industria pesada, el transporte y el comercio exterior, se permitió la iniciativa privada en la agricultura, el comercio interior y la pequeña industria. La eliminación de las requisas agrarias y su reemplazo por un impuesto en especie permitió a los campesinos gestionar libremente su producción, lo que favoreció la recuperación agrícola. Sin embargo, los precios bajos fijados por el Estado desincentivaron la venta a las ciudades, favoreciendo a los kulaks. En la industria, las empresas estatales debían autofinanciarse, lo que racionalizó la producción pero aumentó el desempleo. Se introdujo el rublo chervonets para operaciones externas, mientras el rublo papel se devaluaba internamente. La NEP permitió restablecer relaciones económicas internacionales y facilitar importaciones clave, pero no atrajo inversiones extranjeras La economía soviética se recuperó con éxito, superando los niveles de producción de 1913 en 1928 y mejores condiciones de vida, especialmente en el campo. No obstante, la NEP generó tensiones ideológicas y económicas, ya que permitía propiedad privada y desigualdades, y favorecía más el consumo que el ahorro. CAPÍTULO 10 1, 1.1, 1.2, 2, 2.1, 3 1. Las raíces de la crisis en EE.UU La Gran Depresión de 1929, originada por la caída de las cotizaciones bursátiles en EE.UU., fue la crisis más grave del capitalismo. Tras la Primera Guerra Mundial, EE.UU. lideró la economía mundial con un fuerte crecimiento, pero una burbuja especulativa y la caída del mercado bursátil desataron una profunda recesión que afectó globalmente. En 1932, EE.UU. experimentó una fuerte caída en el PIB, la producción industrial y un alto desempleo, sin lograr recuperar la estabilidad hasta la Segunda Guerra Mundial. 1.1. Los problemas agrícolas y la distribución de la renta En los años 20, la economía de EE. UU. enfrentó problemas estructurales tanto en el sector agrícola como industrial. En la agricultura, los problemas surgieron principalmente en las pequeñas explotaciones de trigo y el cultivo de algodón. Durante la guerra, la demanda europea impulsó los precios, lo que llevó a los agricultores a endeudarse para expandir y modernizar sus explotaciones. Sin embargo, al continuar la producción y caer los precios, muchos no pudieron cubrir sus deudas, lo que afectó gravemente al sector. En la industria, el cambio tecnológico, como la electricidad, la cadena de montaje y el camión, impulsó la productividad, especialmente en la producción de bienes de consumo duraderos. Aunque los salarios reales aumentaron debido a la disminución de los precios agrícolas y la mayor participación femenina en la fuerza laboral, no hubo grandes cambios en los precios de venta, lo que llevó a una acumulación de beneficios y exacerbó la desigualdad de ingresos. La producción superó la capacidad de compra de la población, y muchos sectores enfrentaron exceso de producción y una débil demanda externa, especialmente en Europa. Para evitar la sobreproducción, muchos empresarios optaron por paralizar las inversiones y desviar los beneficios hacia las finanzas, financiando ventas a plazos, concediendo créditos a corto plazo al exterior y especulando en la bolsa. 1.2. Lo especulación bursátil y el desplome de 1929 En los años 20, el exceso de capital disponible en EE.UU. y otros países alimentó la especulación bursátil, lo que desembocó en el crac de la bolsa en octubre de 1929. Este fenómeno fue provocado por varios factores. En primer lugar, los beneficios empresariales fueron desviados hacia el sector financiero, lo que contribuyó a la acumulación de capital en la bolsa. Además, la política fiscal y financiera de EE.UU. favoreció la esterilización del oro, lo que incrementó la liquidez y fomentó la compra de activos bursátiles. A esto se sumaron factores como la capacitación del pequeño ahorro y la facilidad de invertir en la bolsa, lo que atrajo a muchos inversores. La inversión a crédito multiplicó el dinero en circulación y fortaleció aún más la especulación. La especulación continuó debido a la creencia de que los inversores podrían retirarse a tiempo y la falta de una autoridad monetaria efectiva. Se confiaba en la autorregulación del mercado. En agosto de 1929, se tomaron algunas medidas para frenar la especulación, como el aumento de la tasa de descuento, pero ya era demasiado tarde. La caída de la bolsa comenzó en octubre de 1929, acelerada por el pánico y la liquidación masiva de inversiones, lo que resultó en la caída continuada de las cotizaciones hasta mediados de 1932. 2. Del crac de la bolsa a la depresión El primer síntoma claro de la recesión fue la caída de la producción industrial, pero la depresión no se desató hasta el desplome de la bolsa de Nueva York en 1929. Aunque el crac de la bolsa no fue la causa directa de la depresión, marcó el inicio de un cambio de tendencia que agravó y expandió la crisis globalmente. Existen dos corrientes principales para explicar las causas de la depresión. Los monetaristas, como Friedman y Schwartz, sostienen que la inadecuada política monetaria de la administración Hoover fue la responsable de convertir una recesión normal en la Gran Depresión. Por otro lado, los keynesianos, como Keynes y Temin, aceptan que las decisiones monetarias de EE.UU. empeoraron la situación, pero argumentan que ya existían desequilibrios más profundos, particularmente el reparto muy desigual de la renta, que contribuyó a la crisis. 2.1. Crisis financiera y contracción monetaria La depresión se originó y se desarrolló debido a varios factores antes y después del crac de la bolsa. Uno de los factores clave fue la reducción de la oferta monetaria, que inicialmente estuvo vinculada al colapso de la bolsa y más tarde a las quiebras bancarias. A finales de 1930, se produjo una oleada de quiebras bancarias, causadas por la mala situación de los bancos tras la crisis bursátil y por el pánico del público que retiraba rápidamente sus depósitos, lo que exacerbó la reducción de la oferta monetaria. Este proceso activó una espiral deflacionista, dificultando el acceso al crédito y afectando a las empresas, lo que convirtió la crisis financiera en una crisis real. Sin embargo, las autoridades se mostraron pasivas ante las quiebras, adoptando dos enfoques clave: primero, la creencia de que la crisis era una “limpieza” necesaria en el sector financiero y, segundo, la adhesión al patrón oro, que limitaba la capacidad de conceder crédito y obligaba a mantener políticas monetarias restrictivas. La salida de Gran Bretaña del patrón oro en 1931 incrementó las presiones sobre el dólar y endureció aún más la política monetaria en EE.UU. 3. New Deal En 1932, Franklin D. Roosevelt ganó las elecciones presidenciales. Su campaña se basó en el “New Deal”, una serie de medidas destinadas a reactivar la economía mediante la intervención estatal, reconociendo la incapacidad del sistema capitalista liberal para superar la depresión por sí solo. Abarcó reformas políticas en la política monetaria y financiera con la introducción de leyes para establecer el sistema bancario y la bolsa, así como medidas de gasto público y programas de empleo. También se implementaron políticas agrarias para reducir la sobreproducción mediante subsidios, y la intervención en la industria buscó eliminar la competencia destructiva y mejorar los salarios y las condiciones laborales. Pese a las criticas de insuficiencia e intromisión estatal, el New Deal marcó un cambio significativo en la relación entre el gobierno y la economía, estableciendo precedentes para la intervención estatal y creando una red de seguridad social. CAPÍTULO 11 El punto 3 no Leer punto 1 y 4 2. Las distintas estrategias de los países industrializados Entre 1929 y 1939, los países industrializados mostraron recuperaciones económicas muy distintas. EE. UU. y Francia tuvieron una recuperación lenta, mientras que Gran Bretaña e Italia la alcanzaron más rápidamente. Alemania y Japón, por su parte, experimentaron una recuperación fuerte, con un PIB mucho mayor al de 1929 al estallar la Segunda Guerra Mundial. Esta diferencia se debió a las distintas estrategias adoptadas por cada país para enfrentar la crisis, y los países con una recuperación más rápida fueron los que iniciaron la guerra, buscando aprovechar su fortaleza frente a sus adversarios. 2.1. Francia y el bloque de oro A finales de los años 20, la economía francesa prosperó gracias a la devaluación del franco, pero la competencia de países como Gran Bretaña, que también devaluaron sus monedas, hizo perder esa ventaja. La depresión mundial afectó las exportaciones y la inversión, aunque el consumo privado se mantuvo relativamente estable. Durante la crisis, Francia vivió dos fases económicas diferentes. En la primera fase, los gobiernos radicales y conservadores adoptaron políticas ortodoxas y deflacionistas, buscando mantener la paridad de la moneda y equilibrar el presupuesto, lo que solo empeoró la situación al reducir el gasto y aumentar los impuestos. Estas medidas no lograron reactivar la economía y provocaron protestas debido al aumento del desempleo. En 1936, el Frente Popular, formado por socialistas, comunistas y radicales, asumió el poder y adoptó un enfoque más activo para estimular la demanda. Aumentaron los sueldos, introdujeron la semana laboral de 40 horas y las vacaciones remuneradas, y devaluaron el franco. Esto resultó en un aumento de la producción y de las exportaciones, pero las inversiones disminuyeron por la desconfianza de los empresarios en el gobierno de izquierdas. En 1937, la política económica regresó a la ortodoxia liberal, buscando el ahorro presupuestario y la atracción de capitales. Aunque la economía mejoró, se incrementaron los resentimientos sociales, y el franco tuvo que ser devaluado nuevamente en 1938. 2.2. Gran Bretaña Gran Bretaña experimentó una crisis económica antes de la Gran Depresión, debido al retorno al patrón oro en 1925. La depresión afectó principalmente al sector exterior y financiero, reduciendo exportaciones y perjudicando la balanza de pagos. En 1931, abandonaron el patrón oro y devaluaron la libra, lo que permitió políticas proteccionistas y una mejora en la economía. La recuperación se impulsó con sectores como la automoción, electricidad y química, beneficiándose de la devaluación y el crédito barato. La construcción de viviendas también aumentó, gracias a la inversión pública. Aunque algunas empresas obsoletas sobrevivieron gracias a subsidios, la economía británica comenzó a estabilizarse, y a partir de 1938, el gobierno empezó a invertir en armamento, acelerando la recuperación. 2.3. Alemania: recuperación económica bajo el nazismo Durante la Gran Depresión, Alemania sufrió una grave crisis económica, con una caída de la producción y un aumento del desempleo. Esto generó un clima de desesperación que facilitó el ascenso del Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler, quien prometió restaurar la grandeza de Alemania. Una vez en el poder, los nazis instauraron una dictadura totalitaria y llevaron a cabo un programa de inversiones masivas, especialmente en la producción de armamento, financiado por impuestos elevados y un control estricto de la economía. Sin embargo, la economía alemana dependía de créditos extranjeros, especialmente de EE. UU., y cuando estos se redujeron, Alemania enfrentó una grave crisis financiera. El gobierno implementó medidas deflacionistas para estabilizar la economía. La recuperación económica bajo el régimen nazi estuvo estrechamente ligada a la preparación para la guerra, lo que impulsó la economía pero también presagiaba el inicio de la Segunda Guerra Mundial. CAPÍTULO 12 2. Sistema internacional de pagos después de la 2GM: Acuerdos de Bretton Woods 1944 PARA EXAMEN DE DESARROLLO Bretton Woods (1944), son unos acuerdos que establecieron los principios sobre los que tendría que organizarse el sistema monetario tras la Segunda Guerra Mundial. Está compuesto por cuatro postulados económicos: 1. COOPERACIÓN INTERNACIONAL Proponían construir organismos que facilitasen la cooperación internacional; a fin de evitar el egoísmo salvaje consecuencia del patrón oro. Estos órganos consagraron el dólar como la única divisa convertible (patrón oro-dólar), ya que todos los países querían volver al patrón oro, a pesar de que solo EE.UU. tenía. De este modo, la estabilidad la otorgaba este país. Se crearon tres instituciones supranacionales: OCI, GATT, OMC: (1) la OCI perseguía un comercio libre y no discriminatorio; nunca llegó a funcionar porque no se pusieron de acuerdo en cómo eliminar los aranceles. (2) el GATT promovía un desarme progresivo de los aranceles, con “rondas” de conversaciones y acuerdos. (3) la OMC (1995), daba más apertura comercial. BIRD o Banco Mundial: nació con el propósito de ofrecer préstamos para el desarrollo a largo plazo y la reconstrucción de los países devastados por la 2GM. Tuvo una escasa efectividad inicial porque los países no estaban en condiciones de pedir créditos. Empezó a funcionar a partir de los años 60, con el proceso de desarrollo de la colonización. FMI, Fondo Monetario Internacional: garantiza la estabilidad. Se encargaba de defender un sistema de tipo de cambios fijos, pero ajustables. Hacía préstamos a corto plazo a los países que sufrían déficit en sus balanzas de pago, para evitar el abandono el patrón oro-dólar. Inicialmente, nadie estaba en condiciones de hacer las primeras donaciones para su construcción. 2. ECONOMÍAS MACROECONÓMICAS Eran partidarios de las economías macroeconómicas para estabilizar las economías nacionales. Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad. 3. TIPOS DE CAMBIOS FIJOS Optaron por los tipos de cambios fijos (como los del patrón oro) porque favorecían al comercio, la inversión y eran ajustables ante desequilibrios estructurales. 4. RESTRICCIÓN DEL MOVIMIENTO DE CAPITAL Descartaban la libertad de movimiento de capital, ya que los tipos de cambios fijos y la política monetaria autónoma obligaban a imponer controles a los flujos de capital. Se controló el capital con la creación de unos mercados financieros segmentados por naciones, con tipos de interés diferentes. EXAMEN TEST Antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. promovió un nuevo sistema monetario y de pagos internacionales, concretado en la conferencia de Bretton Woods (1944). Este sistema rigió hasta 1971, cuando se suspendió la convertibilidad del dólar en oro. El sistema se basaba en tres pilares: el dólar como única moneda convertible en oro, la fijación de tipos de cambio entre monedas y la creación de mecanismos de cooperación monetaria. Estaba liderado por EE.UU., orientado a la reconstrucción global. En 1947 se crearon dos instituciones clave: el Fondo Monetario Internacional (FMI), encargado de mantener la estabilidad del sistema y prestar ayuda a países con problemas de balanza de pagos, y el Banco Mundial, que concedía préstamos a largo plazo para proyectos de desarrollo en países pobres. Además, se intentó crear la Organización de Comercio Internacional (ITO) para eliminar obstáculos al comercio, pero EE.UU. rechazó su autoridad. En su lugar se firmó el GATT, un acuerdo con normas clave como la no discriminación o la reducción de aranceles. Ayudó a liberalizar el comercio y fue sustituido en 1994 por la Organización Mundial del Comercio (OMC). 3.La reconstrucción (Plan Marshall) Tras la Segunda Guerra Mundial, Europa occidental quedó devastada económicamente, con escasez de alimentos, exceso de material militar y graves desequilibrios. Aunque el paro desapareció, las economías no crecían, salvo EE.UU. e Italia. En 1947, los países europeos no podían salir por sí solos de la crisis, lo que favorecía el auge del comunismo, apoyado por la URSS. Ante este contexto, EE.UU. impulsó políticas sociales para contrarrestar la propaganda comunista y ofreció ayuda económica mediante el Plan Marshall, propuesto en 1947 e implantado en 1948. Este plan, parte de la estrategia global de EE.UU. para reconstruir el capitalismo y frenar la expansión soviética, tenía tres objetivos: evitar una nueva depresión, reconstruir el comercio internacional bajo principios cooperativos y asegurar la estabilidad política de Europa. La ayuda, financiada exclusivamente por EE.UU., no perjudicaba las balanzas de pago europeas y mantenía sus exportaciones. El Plan Marshall estuvo vigente hasta 1952 y consolidó la dependencia europea respecto a EE.UU., que también proporcionó ayuda humanitaria a través de la UNRRA. Aunque todos los países europeos participaron, España y Finlandia quedaron excluidos. España, sin embargo, comenzó a recibir ayuda a partir de 1951 gracias a los Pactos de Madrid, a cambio de permitir bases militares estadounidenses. 4. El papel del Estado y la nueva política keynesiana El período posterior a la 2GM se caracterizó por la recuperación económica en Europa, liderada por el Plan Marshall, y la consolidación de las democracias capitalistas occidentales. Esta era se marcó por un cambio ideológico y político que enfatiza la intervención estatal para garantizar estabilidad económica, el empleo y el acceso a servicios los públicos. 4.1. El estado de bienestar El surgimiento del estado de bienestar fue fundamental, con políticas de seguridad social y redistribución de la renta, incluyendo pensiones, asistencia sanitaria y educación gratuita. Estas medidas mejoraron la calidad de vida y contribuyeron al crecimiento económico, por lo que mejoró la fuerza laboral (trabajadores más sanos y fuertes) y el capital humano. 4.2. Políticas contracíclicas y economía mixta Las políticas contracíclicas, influenciadas por las ideas de Keynes, se adoptaron para mantener la estabilidad macroeconómica y el pleno empleo, permitiendo al Estado intervenir mediante el gasto público en momentos de crisis. Esto condujo a la nacionalización de sectores clave de la economía y a una mayor regulación de las relaciones laborales. El Estado se convirtió en uno de los grandes oferentes de empleo. Además, el Estado desempeñó un papel crucial en la provisión de infraestructuras, tanto para el Estado del Bienestar como para el crecimiento económico. Sin embargo, esta intervención estatal también presentó DESAFÍOS, como la posible generación de disfunciones y el desequilibrio presupuestario sostenido debido a la demanda de más servicios y menos impuestos, lo que desembocaría en un endeudamiento crónico.