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TEMA 2: EL EMPRESARIO Y LA DIRECCIÓN DE LA EMPRESA 1. La propiedad y la dirección en la empresa 2 2. El empresario y la creación de empresas 3 2.1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL EMPRESARIO 3 2.2. LA CREACIÓN DE EMPRESAS 5 3. La función directiva 6 3.1. LOS TIPOS DE DIRECTIVOS 7 3.1.1. Según la am...

TEMA 2: EL EMPRESARIO Y LA DIRECCIÓN DE LA EMPRESA 1. La propiedad y la dirección en la empresa 2 2. El empresario y la creación de empresas 3 2.1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL EMPRESARIO 3 2.2. LA CREACIÓN DE EMPRESAS 5 3. La función directiva 6 3.1. LOS TIPOS DE DIRECTIVOS 7 3.1.1. Según la amplitud de las actividades que realicen. 7 3.1.2. Según el nivel jerárquico/ nivel directivo. 7 3.2. LA NATURALEZA DEL TRABAJO DIRECTIVO 8 4. El conocimiento y las tecnologías de la información de la empresa 9 4.1. LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO EN LA DIRECCIÓN DE EMPRESAS 9 4.2. TICS PARA LA DIRECCIÓN DE LA EMPRESA 10 TEMA 2: EL EMPRESARIO Y LA DIRECCIÓN DE LA EMPRESA La propiedad y la dirección en la empresa Una vez definida la empresa, los objetivos y su contexto en el que se realiza la acción, el siguiente paso es analizar las personas que las crean y las dirigen. Las empresas se crean porque alguien en un momento tiene una idea y decide ponerla en marcha mediante un proyecto empresarial. Para implantar este proyecto necesitará diferentes personas, de las cuales al menos una realizará actividades que impliquen tomar decisiones y, de uno u otro modo, dirigir la empresa, y que pueden ser los propietarios o no de la empresa. El empresario es aquella persona, que de forma individual o corporativa, fija los objetivos y toma las decisiones estratégicas acerca de las metas, los medios, la administración y el control de la empresa y asume la responsabilidad frente a terceros. Vinculado al concepto de empresario, se encuentra el adjetivo emprendedor, término que se emplea cuando se hace referencia al que crea una nueva empresa, desarrolla un nuevo negocio, una nueva oportunidad empresarial, como resultado de un proceso de descubrir, evaluar y exportar oportunidades de negocio. Es decir, los emprendedores son los que identifican y crean oportunidades de negocio, innovan, y desarrollan nuevas combinaciones de recursos haciendo frente a la incertidumbre. El empresario intenta hacer y hace negocios con el objetivo de satisfacer la necesidad de otros esperando un retorno económico mientras que el emprendedor, aunque es similar, se requiere destacar su actitud de asunción de riesgos y enfrentarse a desafíos, más que la búsqueda de una recompensa económica. Respecto al propietario, hace referencia a aquella persona o personas físicas o jurídicas que poseen la titularidad de la empresa, es decir, son los dueños del capital, esto ocurre porque han aportado dinero y/u otro tipo de recursos necesarios para crear y poner en marcha la empresa o, posteriormente, para su desarrollo, o son los herederos de los que lo han hecho en el pasado. Cuando la propiedad de la empresa está en manos de una o varias familias, y por tanto, tienen el control de la toma de decisiones de la misma, a ésta se la denomina empresa familiar. Normalmente, las empresas cuando son de reciente creación y/o de tamaño pequeño, el propietario suele ser quien la dirige. A medida que las empresas crecen de tamaño, el empresario puede tener dificultades para dirigir las diferentes áreas por lo que puede contratar a personas que dirijan dichas áreas. Así junto a la figura de la propiedad aparece la dirección de la empresa. La dirección de la empresa, el directivo, se refiere a aquella persona o conjunto de personas que tienen autoridad en la empresa para fijar objetivos y tomar las decisiones oportunas para que éstos se alcancen, así como dirigir y coordinar el trabajo de los demás. Los directivos toman decisiones respecto a cualquier aspecto y nivel organizativo de la empresa, desde qué productos fabricar, en qué ,mercados venderlos, que campañas publicitarias se emplean para su difusión… la función de los directivos de la empresa se centra en coordinar los factores productivos en el logro de la eficiencia, formalizar los contratos con los individuos y grupos participantes en la empresa, incluido el sistema de incentivos, captar oportunidades de beneficios con los negocios actuales de la empresa, y hacer posible el proceso de creación y desarrollo de recursos y capacidades en la empresa. Por tanto se puede considerar que los empresarios y los emprendedores son los agentes del cambio empresarial con la función de crear recursos, mientras que los directivos están a cargo del proceso de la asignación de recursos. No obstante, existen casos donde todas estas figuras pueden ser desarrolladas por la misma persona, como otros donde cada figura está representada por personas diferentes, cuando alguien ha desarrollado una idea, ha sido apoyado financieramente por otro, y la dirección la realiza otro diferente. En el caso de las grandes empresas, en las que el capital está dividido entre muchos accionistas, la separación entre la propiedad y la dirección es más evidente. Para evitar divergencias entre los intereses de los propietarios y los directivos respecto hacia la meta fundamental que debe alcanzar la empresa, la propiedad cuenta con algunas herramientas para controlar la actuación de la alta dirección. A todas estas actividades se las conoce como el gobierno corporativo de la empresa. En síntesis, los dos grandes grupos de agentes económicos básicos que llevan el día a día de la empresa con papeles diferentes son los empresarios y los directivos. El empresario y la creación de empresas Una de las figuras mas representativas de la empresa es el empresario. Las empresas existen porque alguien, con su actitud y comportamiento emprendedor tuvo una idea y decidió ponerla en marcha. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL EMPRESARIO EL EMPRESARIO EN LOS ESTUDIOS DE ECONOMÍA Y DIRECCIÓN DE EMPRESAS El empresario es el factor central que tiene una doble función: negociar con los otros factores de la empresa y establecer las relaciones con el entorno que rodea a la empresa. Los economistas clásicos no se preocuparon por estudiar qué sucedía en el interior de la empresa y cuál era el papel del empresario, considerándola una “caja negra” donde entraban unos elementos (inputs) y salían otros distintos (outputs) sin preocuparse por los mecanismos internos que permitía que esto sucediese. Durante mucho tiempo la figura del empresario se ha entremezclado con lo del capitalista o con lo de organizador del proceso productivo. De este modo, integrando las diferentes aportaciones hasta nuestros días se pueden observar cuatro enfoques en la aproximación a la figura del empresario y sus funciones: el empresario-riesgo, el empresario-control, el empresario capitalista y el empresario-oportunidad/innovador. Empresario-riesgo: los economistas clásicos no prestaron gran atención a la función del empresario. Para Cantillon el emprendedor es fundamental en el proceso productivo, ya que es la persona que compra la materia prima a unos precios determinados para transformarla en productos que venderá a un precio incierto en el momento del compromiso de sus costes. Esta consideración relativa a los precios permite diferenciar las personas que reciben retribuciones ciertas de aquellas otras que reciben retribuciones inciertas. Éstos últimos son los verdaderos empresarios. Esta idea de que quién aporta el capital se arriesga a perderlo dio origen al enfoque del empresario-riesgo. Por tanto, el empresario es el que asume riesgos y hace frente a la incertidumbre Empresario control / directivo: Marshall fue el precursor del enfoque de empresario-control según el cual el empresario tiene 2 funciones: interpretar (de manera subjetiva) los deseos o las necesidades de los consumidores y según su percepción de la realidad, organizar y ordenar los factores productivos a su disposición para alcanzar la mayor productividad posible frente a la situación de que cada uno actuase de forma individual. Por tanto, sintetiza en el empresario caracteres y retribuciones propias del trabajador cualificado (gerente). Sin embargo, no profundizo en las ganancias ligadas al riesgo, la incertidumbre y la innovación, aunque dejó abierta la posibilidad de introducir este tipo de ganancias bajo el concepto de beneficios extraordinarios. Empresario-capitalista: economistas clásicos como Adam Smith y Karl Marx consideraron que el empresario y el capitalista o propietario eran la misma persona. Por tanto, el empresario es el capitalista, el propietario único del negocio que lo dirige y controla personalmente asumiendo el riesgo inherente a la propiedad. De ahí que no realicen ninguna distinción entre los beneficios empresariales de los beneficios del capital invertido. Marx subrayó una cuestión fundamental y es que gracias a la posesión del capital, el capitalista se convertía en el empresario, controlaba el proceso de producción y se apropiaba de una parte del valor generado. La fortuna del empresario era el fruto de la extracción del valor añadido de los trabajadores que no era remunerado en el salario. Empresario-oportunidad / innovador: para Schumpeter la función del empresario es innovar, esto es, identificar y realizar nuevas posibilidades o combinaciones en la actividad económica, mediante la entrada en un nuevo mercado, el lanzamiento de un nuevo producto o iniciando un nuevo proceso o forma de hacer las cosas. Por lo tanto, para Schumpeter el empresario es el que innova, no el que asume el riesgo si fracasa la empresa, este ultimo es el que aporta el capital, independientemente de que coincida con el empresario o no. EL PERFIL DEL EMPRENDEDOR Una de las cuestiones fundamentales es conocer qué caracteriza a un emprendedor; cuáles son sus principales capacidades, cualidades o atributos; y por tanto, qué determina por qué unas personas emprenden y otras no. La mayoría de los autores consideran que en la figura del empresario confluyen un conjunto de características de diferente tipo y origen, agrupándose en torno a rasgos psicológicos y biográficos así como factores relativos al entorno. Las capacidades esenciales más significativas de un emprendedor son: Perspicacia, creatividad y originalidad: capacidad para identificar y explotar oportunidades de negocio, para generar nuevas ideas, es uno de los principales atributos del emprendedor. Tendencia a la acción y proactividad: capacidad de desarrollar iniciativas basándose en la visión del futuro en relación con una nueva oportunidad, proporciona un ideal, un proyecto por el que luchar y que activa la motivación liberando la energía necesaria para la acción. Necesidad de logro o auto-superación: hace referencia a la ambición y la pasión entendidas como motivación. Espíritu de riesgo, autoconfianza y tolerancia de la ambigüedad e incertidumbre: el emprendedor tiene cierta propensión a asumir riesgos. Asimismo desarrolla una tolerancia especial para situaciones ambiguas y para la toma de decisiones en la incertidumbre. Capacidad de aprender de la experiencia: el emprendedor tiene una capacidad especial para aprender de la experiencia. Esta capacidad es el resultado de la intuición. Independencia, autonomía y locus de control interno: el emprendedor considera que tiene el mando sobre su proyecto, de manera que el resultado que obtenga dependerán principalmente de sí mismo y sus decisiones, más que de los factores externos. Otros rasgos: también se considera que los emprendedores también reúnen estas cualidades: capacidad de liderazgo, conocimientos y capacidad de organización. Otros rasgos diferenciadores hacen referencia al nivel de educación y posición y la pertenencia a una red creada alrededor de vínculos sociales, étnicos, religiosos… También determinados factores del entorno, especialmente económicos, sociales e institucionales actúan como fuerzas que impulsan la probabilidad de que haya o se pueda ser más emprendedor. También es importante la disponibilidad de capital humano o de un lugar físico donde desarrollar la actividad en mejores condiciones. El coworking se produce cuando profesionales de diferentes sectores, autónomos, emprendedores y empresarios comparten el mismo espacio físico para trabajar en sus propios proyectos. Pero el coworking no es solo compartir gastos y romper con el aislamiento, también se trata de pertenecer a una comunidad de individuos que están abiertos a intercambiar ideas, proyectos, conocimiento, y lo más importante, están dispuestos a colaborar. Finalmente, el que hay aun entorno institucional que proteja los derechos de propiedad, favorezca el libre funcionamiento de los mercados de bienes y factores, y evite la aparición de conductas oportunistas y/o buscadoras de rentas y de mercados politizados, así como de un medio social que sea favorable, también estimula la actividad empresarial. LA CREACIÓN DE EMPRESAS La creación de nuevas empresas es un factor clave en el desarrollo de la economía de un país. Una estructura industrial equilibrada y sana implica la entrada y salida de empresas en el mercado. El proceso de asignación de recursos así como la vitalidad del sistema económico depende de que desaparezcan del mercado las empresas ineficientes y se creen nuevas empresas en numero ineficiente. La puesta en marcha de un proyecto empresarial supone abordar las siguientes cuestiones: tener una idea y elaborar un plan de empresa. Una vez que se ha determinado la viabilidad de la idea y su puesta en marcha, lo siguiente será construir la empresa. IDEA El punto de partida de una nueva empresa es siempre una idea. Para iniciar un negocio, el empresario debe tener una idea de negocio que configura el objetivo, las actividades y la forma de la nueva empresa. Esta idea de negocio debe estar basada en la oportunidad empresarial que esté orientada a una nueva necesidad que se quiere satisfacer a través de una nueva empresa. Todo proyecto empresarial se desarrolla en torno a una idea. Los factores que determinan la elección de la idea son: Repetición de experiencias ajenas: imitar a empresas conocidas que tienen éxito en la realidad que desarrollan, por ejemplo, Vueling tras el éxito de Ryanair. Nuevas oportunidades de negocio en mercados poco establecidos, de nueva creación o con un alto porcentaje de crecimiento , porque se detecten huecos de mercado en el que exista una demanda insatisfecha que pueda llegar a cubrir. Por ejemplo, el big data, la medicina preventiva, el sector mobile o el internet de las cosas, por ejemplo, son algunas de las áreas de negocio que tienen un mayor recorrido en los próximos años. Conocimientos técnicos sobre mercados, sectores y negocios concretos. Por ejemplo, en actividades sanitarias encontramos médicos especialistas que crean sus propios centros. La experiencia del futuro empresario, que ha sido trabajador o directivo de otro negocio y que pretende independizarse. Se posee un producto innovador que se estima que puede generar mercado: situación en la que se posee una idea innovadora que puede ser rentable. Todo empresario debería reunir alguna de las siguientes cualidades: confianza en sí mismo e ilusión en el proyecto, saber elegir a sus colaboradores, capacidad para organizar y coordinar medios económicos, humanos y materiales, capacidad par dirigir y motivar al personal, capacidad para tomar decisiones y asumir riesgos e iniciativa y espíritu innovador. Para explotar una oportunidad es necesario adquirir, organizar y combinar de manera eficiente los distintos factores de producción necesarios para producir los productos o prestar los servicios objeto de la nueva empresa. Una ve que se tiene la idea, el siguiente paso es elaborar el plan de empresa. PLAN DE EMPRESA El plan de empresa o plan de negocio es un documento en el que se recoge por escrito el contenido del proyecto empresarial que se pretende poner en marcha y que debe abarcar desde la definición de la idea a desarrollar hasta la forma concreta de llevarla a la práctica, es decir, qué oportunidad empresarial se debe aprovechar, por qué se considera que existe tal oportunidad, cómo se piensa aprovecharla, cuándo se va a realizar, y quién o quienes son los promotores y realizadores del proyecto empresarial. Es una herramienta útil para poder hacer un seguimiento del desarrollo de la actividad empresarial, analizando y comparando las previsiones realizadas con los resultados obtenidos. Un esquema del posible plan de empresa sería: objetivos del proyecto empresarial y presentación del empresario, la actividad de la empresa: el producto, el mercado, la comercialización, la producción, la financiación, la organización y las personas y los aspectos jurídicos y fiscales del proyecto La función directiva Las empresas consiguen sus objetivos como resultado del trabajo coordinado de un conjunto de individuos. La dirección de la empresa se ocupa de coordinar e integrar el conjunto de factores productivos que configuran la empresa y, especialmente, a su principal activo, las personas que trabajan en ella. La dirección tiene que ver con la asignación, coordinación y movilización de los recursos de cualquier empresa u organización, que tendrá contenidos y formas de funcionamientos distintos según su actividad. Por tanto, para que cualquier actividad organizada consiga las metas que se propone, la dirección es algo fundamental y esencial. Así, las funciones clásicas del proceso directivo son: La planificación (toma de decisiones), consiste en decidir por anticipado qué se quiere hacer en el futuro y cuales son los medios que van a utilizarse para alcanzarlo. La planificación implica decidir con antelación: los objetivos, qué debe hacerse para lograrlos, cuándo se ejecuta cada acción, qué personas las realizaran, con qué medios, qué resultados se esperan obtener y cómo se evaluarán dichos resultados. Por tanto, la planificación implica establecer un puente entre una situación actual y otra futura deseable. La organización (distribuir tareas), consiste en diseñar la estructura organizativa, es decir, el patrón mas estable de relaciones entre los miembros de la empresa. Esto implica establecer una estructura intencionada, formalizada y permanente de funciones para las personas que integran la empresa u organización. De esta forma, los responsables de la dirección se aseguran de que cada uno de los elementos que componen la empresa tenga un conocimiento de los papeles que deben desempeñar para el logro de los objetivos. Todo ello implica identificar y asignar las diferentes empresas que tienen que ejecutarse para el logro de los propósitos de la empresa. La dirección de recursos humanos: integra dentro de la estructura organizativa a los individuos que van a trabajar en ella, para que orienten su comportamiento de forma que se puedan alcanzar los objetivos de la organización. Se ocupa del reclutamiento, selección, entrenamiento y asignación de personas a puestos, así como del diseño de un sistema de recompensa adecuado para alinear los intereses de los individuos con la organización. También se ocupa de un complemento que permite influir en el comportamiento de terceros, al margen de las relaciones de autoridad y los incentivos y recompensas, esto es, la capacidad de liderazgo. El control: consiste en verificar que el comportamiento de la empresa se mantiene dentro de los limites previamente fijados y, en caso contrario, tomar medidas correctivas. Por ello, el control complementa la función de planificación. El control permite garantizar que aquello que nos habíamos comprometido a hacer de antemano, realmente se esté cumpliendo. El control consiste en medir los resultados obtenidos y compararlos con los esperados para identificar desviaciones si las hubiera, la forma de corregirlas, así como asegurar que dichas correcciones se realizan. Estas funciones básicas se ponen de manifiesto en unos roles que desempeñan los directivos y, que en muchos casos, vienen condicionados por el tipo de directivo que se sea. De ahí, que sea necesario realizar una revisión mas concreta de cuales son las funciones especificas de los directivos y los niveles dentro de la organización donde se desarrollan y que condicionan los diferentes roles de la naturaleza del trabajo directivo. LOS TIPOS DE DIRECTIVOS Es difícil que una única persona pueda ocuparse de todas las funciones básicas de la dirección dada a la amplitud de contenido de cada una. El trabajo directivo también esta especializado de forma que se crean puestos cuyo objetivo es coordinar a otras personas en cada nivel de la organización y en función de la jerarquía que tenga. Esta organización conduce a que se pueda establecer una diferenciación entre puestos directivos. Identificamos las siguientes clasificaciones de directivos: Según la amplitud de las actividades que realicen. Directivos de carácter general: se ocupan de dirigir una unidad u organización en la que trabajan especialistas en las diferentes áreas funcionales con el objetivo de elaborar y vender un producto, atender un mercado… son los responsables de una empresa, división o filial. Directivos funcionales: están al frente de una unidad especializada de tipo funcional, de producción, compras, ventas… donde todos sus subordinados se dedican a lo mismo. Según el nivel jerárquico/ nivel directivo. Alta dirección: la forman los máximos ejecutivos de la empresa. Es la encargada de dirigir la empresa, fijar sus objetivos, establecer su marcha general y hacer que funcione como un todo cohesionado. Las decisiones que se toman suelen ser a largo plazo, poco estructuradas y donde se trataran de alcanzar soluciones por prueba y error. Directivos medios: son los encargados de conectar a la alta dirección con los empleados que conforman el núcleo básico de operaciones de la empresa. Por tanto, sus superiores son directivos y sus subordinados pueden ser otros directivos medios o los trabajadores. Su función es transmitir información: hacia abajo transmitiendo y desagregando las directrices fijadas por la alta dirección en objetivos, planes y programas concretos para cada uno de los niveles subordinados y asignando los recursos necesarios; y hacia arriba, coordinando e integrando las tareas de los niveles inferiores. A medida que descienden de nivel, los problemas a los que se enfrentan son más estructurados y rutinarios por lo que las decisiones son más detalladas y concretas. Cabe indicar que a los directivos medios que están en contacto mas directo con los trabajadores que hacen el trabajo productivo, se les suele denominar directivos de primera línea, y en su caso, las decisiones que toman son mas rutinarias y repetitivas. El trabajo del directivo requiere de una amplia fama de habilidades y conocimiento de diversa índole. Así, por un lado, los directivos deben tener habilidades y conocimientos conceptuales y técnicos, pero al mismo tiempo, también necesitan capacidades para concebir la organización como un todo al tiempo que trabajar, comprender y motivar a sus subordinados. De cualquier forma, la toma de decisiones constituye la tarea esencial del directivo. La función directiva de planificación adquiere sentido cuando se toman decisiones. Así entendemos por decisión a todo proceso racional por el que la información se convierte en acción, es decir, un proceso con el cual se pretende resolver la ambigüedad que rodea al sujeto. De este modo la toma de decisiones se define como la elección racional entre alternativas de “cursos de acción” para lograr la consecución de un objeto o meta. Esto significa que el sujeto decisor necesita conocer cada una de las alternativas disponible y captar información sobre ellas. Ahora bien, si en la toma de decisiones se va más allá de la elección de una alternativa entre varias, este proceso puede equiparse a la resolución de problemas. La toma de decisiones en el ámbito de la administración equivale a la resolución de problemas en la empresa. El diagnostico del problema, la búsqueda y evaluación de alternativas y la elección final de una decisión, constituyen las etapas básicas en el proceso de toma de decisiones y resolución de problemas. De ahí que la toma de decisiones es la consecuencia lógica y el núcleo de la función de planificación de la empres. Pero no todas las decisiones son iguales, ni tampoco su adopción tiene la misma importancia. Así: Las decisiones estratégicas son aquellas que se adoptan por parte de la alta dirección. Son decisiones relativas a cómo se va a relacionar la empresa con su entorno, por lo que establecen los fines y objetivos que afectan a toda la empresa, los planes a largo plazo para lograr esos objetivos y los medios para conseguirlos. La alta dirección es la encargada de tomar las decisiones estratégicas de la empresa. Las decisiones tácticas son las que se adoptan por parte de los directivos medios. Son decisiones sobre cómo poner en marcha las decisiones tomadas por el nivel estratégicos y hacen referencia a cómo distribuir los recursos disponibles de forma eficiente para alcanzar los objetivos de la empresa. Las decisiones operativas son las que adoptan de entre los directivos medios, por los directivos de primera línea. Son decisiones relacionadas con las actividades funcionales y rutinarias que se realizan en la empresa e incluyen la ejecución de tareas especificas con el objetivo de mantener las operaciones de la empresa dentro de los estándares predeterminados. LA NATURALEZA DEL TRABAJO DIRECTIVO El trabajo de los directivos tiene unas características muy peculiares, pero, a la vez, los diferentes puestos directivos difieren poco entre si. El trabajo de un directivo se caracteriza por estar poco definido, comprendiendo muchas tareas distintas, normalmente de poca duración, muy fragmentadas y sometidas a constantes interrupciones. Se debe tener en cuenta que cada directivo ocupa un puesto en la jerarquía, en función de su cargo, lo que le confiere una autoridad formal y un estatus determinado. Todo ello hace que el directivo pueda desempeñar en su trabajo hasta 10 tipos de roles diferentes. Estos roles permiten conocer mas a fondo la actividad están relacionados con el mantenimiento de relaciones personales, la recogida y transmisión de información, y la toma de decisiones: Papeles interpersonales: son tres: cabeza visible, líder y enlace. Los directivos son el símbolo de la organización que dirigen y la representan en todas las actividades sean de tipo legal, protocolo, social o de estimulo. Además los directivos ejercen de líderes, son capaces de influir en el comportamiento de otros, ya que han de conseguir que sus subordinados se comporten de la forma deseada para que trabajen juntos y de forma coordinada para lograr los objetivos a alcanzar. Igualmente, los directivos sirven de enlace, ya que mantienen muchas relaciones con individuos y grupos externos ajenos a su organización que les permiten obtener información y favores en beneficio de ambas partes. Papeles informativos: son: monitor, difusor y portavoz. Los directivos buscan y reciben información para mejorar sus conocimientos sobre su organización y el entorno que la rodea. A este respecto, tanto los sistemas de información y big data, como las redes sociales del directivo juegan un papel relevante. Además, difunden la información que recogen, no solo la del exterior hacia el interior de la empresa y viceversa para tener información a los grupos externos de la organización, sino que también internamente tienen el papel de transmitir información de arriba hacia abajo y en sentido contrario para mantener informados a sus superiores. Papeles decisorios: son cuatro: empresario, gestor de anomalías, asignador de recursos y negociador. Los directivos actúan como iniciadores y estimuladores d los cambios que sean necesarios realizar en la organización para buscar y explotar oportunidades de nuevas actividades. Además, deben encargarse de resolver los problemas imprevistos que surjan, así como de asignar el uso de los recursos de todo tipo de la organización y de representar a la organización en toda negociación importante que tenga lugar. Como se ha indicado, el directivo tiene como función básica supervisar el proceso de combinación de recursos de producción y distribución, es decir, gestionar con eficiencia el proceso empresarial, coordinar y controlar la actividad de la misma, en la actualidad tiene que anticipar, articular y gestionar el cambio. Este proceso exige reinventar la empresa cada día. De ahí que los altos directivos encarnan un papel del empresario en la gran empresa, en lo referente a que deben llevar a cabo el cambio en el proceso de creación de riqueza de la empresa. Esto implica que la alta dirección debe configurar los activos y recursos de la empresa, creando rutinas que hagan posible la innovación, deben crear las competencias básicas de la empresa necesarias para el éxito, así como diseñar la estructura organizativa y los procesos administrativos que permitan a la empresa aprender de forma continua. Por tanto, destaca el papel institucional de liderazgo del directivo en el proceso de innovación. Finalmente, la labor fundamental de un directivo en el presente, es la capacidad de comunicar, construir una reputación y un clima de confianza que transforme un sistema conflictivo en un sistema de cooperación donde los agentes actúan racionalmente en nombre de un objetivo común. La función de los directivos es convencer e influir para crear un clima de confianza para que los empleados no sigan conductas oportunistas logrando un mayor grado de eficiencia. El conocimiento y las tecnologías de la información de la empresa El proceso de toma de decisiones en la empresa, tanto en la más alta dirección de la misma como en las diferentes actividades y áreas funcionales, necesita como uno de los input básicos una información relevante u en tiempo real. La complejidad del entorno y de los negocios actuales exige de elaborados sistemas de gestión de conocimiento, inteligencia competitiva y sistemas de información que posibiliten la adecuada toma de decisiones, aprovechando la empresa todo su potencial estratégico, en lo que ha venido a denominarse “big data”. LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO EN LA DIRECCIÓN DE EMPRESAS El conocimiento es un recurso que se encuentra en el mismo nivel que los recursos financieros, materiales y humanos, que hasta el momento habían constituido los ejes sobre los que había girado la actividad empresarial. Si la teoría económica tradicional mantenía el capital, la tierra y el trabajo físico como factores productivos clave de la actividad económica, el conocimiento se ha convertido en la cualidad en el cuarto factor. Efectivamente, el conocimiento se configura como el principal factor productivo diferenciador de las empresas y naciones de éxito. Además el conocimiento representa un input básico para el proceso de toma de decisiones en todos los niveles directivos. No obstante, antes de analizar el papel del conocimiento en la toma de decisiones, se realizan una serie de aclaraciones terminológicas. Es necesario señalar que los datos son algo diferentes a la información, y ambos, algo distinto del conocimiento. Los datos están localizados en el mundo de manera inconexa y el conocimiento esta localizado fundamentalmente en las personas y organizaciones, mientras que la información adopta un papel mediador entre ambos, contextualizando datos. Sin la acción, el conocimiento carece de valor. La información es un dato o conjunto de datos elaborados situaciones en un contexto, de forma que tienen significado para alguien en un momento y lugar determinado. Para que los datos tengan la consideración de información se requiere que sean inteligibles, comprensibles y útiles para su receptor de forma que sirvan para tomar decisiones. El conocimiento es una mezcla de experiencia, valores, información y “saber hacer” que sirve como marco para la incorporación de nuevas experiencias e información, y es absolutamente necesario para la acción. Se origina y aplica en la mente de las personas. Según Nonaka y Takeuchi, existen dos tipos básicos de conocimiento. El conocimiento explicito es aquel que resulta fácil de transmitir y se puede documentar con facilidad, asemejándose al concepto de información. Por el contrario, el conocimiento táctico es difícil de explicitar y transmitir y requiere de mucho tiempo para su aprendizaje, estando muy ligado a un determinado contexto. En el ámbito de la empresa, el conocimiento se encuentra almacenado en diferentes personas, y partes de la misma, no solo dentro de documentos formales p almacenes de información, sino que también está en rutinas organizativas, procesos, prácticas y normas, y sobre todo, en los directivos y trabajadores expertos de la empresa, denominados talento. Centrándose en el ámbito de la toma de decisiones, resulta relevante el conocimiento de carácter tácito, acumulado en la experiencia y vivencias profesionales y personales del equipo directivo, y que resulta difícil de identificar, formalizar y copiar por parte de los competidores, teniendo utilidad en un determinado contexto. En las ultimas décadas se han desarrollado las TICs para la ayuda a la toma de decisiones en la empresa y la mejora de su eficiencia y competitividad. De hecho, la cantidad de datos de los que dispone la empresa, junto con las nuevas posibilidades tecnológicas de procesamiento y almacenamiento masivo de información, están dando lugar a una nueva era de la información donde las actividades de minería de datos (Big Data) con objeto de potenciar la inteligencia de negocios tiene muchas ventajas si se sabe implantar adecuadamente y permite realizar el análisis de las diferentes variables de negocio para apoyar y controlar una decisión. Su principal característica es la capacidad de análisis multidimensional, dado que la información que proporciona es muy detallada, permite analizar datos desde diferentes perspectivas, realizar proyecciones de información para pronosticar lo que puede ocurrir en el futuro… Por otro lado, internet y el desarrollo tecnológico han dado lugar a la aparición de nuevos canales de distribución electrónicos que permiten que los clientes realicen por ejemplo, reservas y compras de productos de forma directa, en algunos casos sin hacer uso de intermediarios. Sin embargo, a pesar de las ventajas de desintegración que permiten estos canales de distribución tecnológica, su correcta gestión requiere la existencia de intermediarios tecnológicos (lo que significa replicar los canales en el mundo real). TICS PARA LA DIRECCIÓN DE LA EMPRESA Las tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas a diferentes ámbito de la actividad empresarial se definen como el conjunto de procedimientos que tratan de gestionar la información del interior de la empresa y su entorno, para lo cual se encargan de recoger los datos, procesarlos de forma adecuada para transformarlos en información y conocimiento explicito, almacenar la información que pueda ser de utilidad y proporcionársela a los decisores en la forma y momento oportuno. Con la ayuda de las TICs las empresas han logrado grandes beneficios, como es la optimización de sus recursos y la mejora de sus operaciones, conocer mejor las necesidades de los clientes para ofrecerles un mejor servicio, llegar a un mayor numero de clientes y a nuevos mercados, y mejorar la comunicación entre sus empleados y con sus clientes y proveedores, logrando aumentar así su eficiencia. Las organizaciones se han dado cuenta de que el empleo de las TICs permite llegar más rápido al mercado, y además, cubrir un mercado más amplio, ya que las distancias no constituye un limite. Y, aún hoy en algunos ámbitos, su uso permite brindar la oportunidad de dar una imagen de empresa innovadora frente a la competencia. Sin duda alguna, el empleo de las TIC en diversas áreas ha contribuido a que exista un ahorro, tanto en costes como en tiempo, contribuyendo además a gestionar mejor los flujos de información.

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