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4.4 Para la conservación de la fauna La conservación de la fauna es una tarea a la que cada vez se dedican más veterinarios La etología es importante para comprender los factores que modifican el riesgo de extinción y para diseñar estrategias de conservación eficaces, tanto in situ (en su medio natu...

4.4 Para la conservación de la fauna La conservación de la fauna es una tarea a la que cada vez se dedican más veterinarios La etología es importante para comprender los factores que modifican el riesgo de extinción y para diseñar estrategias de conservación eficaces, tanto in situ (en su medio natural), como ex situ (mediante programas de cría en cautividad) 4.5. Para el tratamiento de conductas problemáticas Los llamados problemas del comportamiento de los animales de compañía están adquiriendo una importancia creciente en la práctica veterinaria. El término “problema de comportamiento” es muy amplio y es aplicable a cualquier pauta de conducta de un animal doméstico que resulte peligrosa o simplemente molesta. En muchos casos, los problemas de comportamiento son consecuencia de pautas de comportamiento normales, propias de la especie en cuestión. Este es el caso, por ejemplo, del marcaje territorial con orina del gato o de las principales formas de agresividad del perro. Es importante, pues, que el veterinario esté familiarizado con la conducta normal de las principales especies domésticas. En otras ocasiones, sin embargo, los problemas de comportamiento son el reflejo de una alteración orgánica. En consecuencia, el protocolo del diagnóstico para un problema del comportamiento debe incluir en todos los casos, la posibilidad de que la conducta del animal esté causada por una enfermedad. Esto significa, entre otras cosas, que la solución a los problemas de comportamiento es responsabilidad del veterinario. El hecho de que algunos de dichos problemas requieran en ocasiones tratamiento farmacológico constituye un argumento adicional a favor de la responsabilidad del veterinario en esta área. Los problemas de comportamiento más frecuentes varían en función de la especie. En el perro, los problemas más comunes son los relacionados con la agresividad, seguidos por los problemas de eliminación inadecuada y las conductas destructivas. En el caso del gato, los problemas más frecuentes son la eliminación inadecuada, encontrándose en segundo lugar los de agresividad. Las conductas problemáticas son importantes por las siguientes razones: Disminuyen la satisfacción derivada de la tenencia de un animal de compañía Son una causa importante de abandono y sacrificio de perros y gatos Una de las conductas problemáticas más frecuentes del perro, es la agresividad hacia las personas que constituye un problema de salud pública importante Muchas conductas problemáticas son el resultado de una situación de miedo o ansiedad del animal y deben considerarse, por lo tanto, una indicación de que el bienestar del animal no es satisfactorio. Algunas de ellas pueden además causar lesión o enfermedad en el animal. Este es el caso por ejemplo de las conductas de automutilación. 4.6. Para prevenir las anomalías del comportamiento Los sistemas de confinamiento, o el mal funcionamiento de la tecnología incorporada o un manejo inadecuado pueden dar lugar a diversos desórdenes o anomalías del comportamiento. Los niveles de agresión pueden ser excesivamente altos y se pueden desarrollar comportamientos muy dramáticos tales como el canibalismo u otros comportamientos anómalos graves. No sólo se dan en animales de abasto. Algunos animales de compañía también desarrollan conductas indeseables anómalas, tales como agresión hacia sus propietarios, emisiones de orina y excretas incontroladas en el hogar, o sufren estados de ansiedad. La caracterización y la mejor comprensión de los comportamientos anómalos es el principal aspecto de la Etología Aplicada. Algunas veces el comportamiento puede ser curado por medio de terapias conductuales, tales como un enriquecimiento del ambiente del hogar o la estimulación de otros comportamientos. Relación de la Etología con otras ciencias Una de las principales características de la Etología es su relación con otras ciencias, hasta el punto de que la Etología ha sido considerada por algunos autores como una ciencia de síntesis. La fisiología ocupa un lugar destacado entre las disciplinas científica son las que se relaciona la Etología. Dentro de la fisiología, la endocrinología, la neurofisiología y la fisiología sensorial son especialmente relevantes en los estudios del comportamiento. Si bien es cierto que la Etología guarda una estrecha relación con otras ciencias tales como la ecología o la genética de poblaciones, su relación con la fisiología es particularmente importante en el caso de la Etología clínica veterinaria. La razón es que la fisiología resulta imprescindible para entender el control y la ontogenia de la conducta, aspectos que permiten comprender tanto el origen de los problemas del comportamiento como los cambios de conducta causados por las enfermedades. Por otra parte, y debido a las razones citadas anteriormente, resulta evidente que la Etología veterinaria está también relacionada con la patología, la reproducción y la nutrición. Interpretación de la conducta de los animales. Métodos de estudio de la conducta. Niveles de descripción del comportamiento La descripción objetiva del comportamiento puede darse con varios niveles de detalle. Por ejemplo, al describir el comportamiento de una gallina que se mueve rápidamente, aleteando entre un grupo de congéneres, desde un extremo a otro, el observador puede describir esta secuencia de comportamiento como que la gallina está asustada y huye, o es agresiva y ataca. Verdaderamente, ninguna de estas descripciones está justificada por la observación y ninguna informa a los otros sobre lo que se ha observado. Por ello, cuando se considera lo mencionado anteriormente, el comportamiento de la gallina debería ser descrito en términos de: la contracción de cada músculo; el movimiento de cada grupo de músculos; el movimiento de una parte del cuerpo en comparación con la otra, e.g. aletea, o las patas se mueven con un paso de “correr”; el movimiento del animal, o parte de éste, con relación al medio; e.g. aplastar la paja al pararse sobre ella, o tumbar un comedero, o picotear una llave; un efecto sobre otro individuo, e.g. causando la retirada de otra ave, adoptando una postura sumisa, o una exhibición de cortejo Se debe describir la estructura del comportamiento, con profundidad o no, o la consecuencia del comportamiento, dependiendo de la finalidad de la observación. Al seleccionar las mediciones para un estudio particular, es útil conocer la gama de comportamientos que el animal es capaz de mostrar. La descripción completa de este repertorio se denomina etograma; basado en un estudio general de la especie en cuestión y de gran utilidad si la descripción del comportamiento es bastante precisa. Aunque se conozca el etograma de una especie, es necesario que el observador pase un tiempo familiarizándose con el repertorio de comportamientos del animal en cuestión. En la elección de lo que se va a medir, se debe tener en cuenta si las medidas son independientes o no unas de otras, por ejemplo, una actividad tiene estar siempre precedida por otra o puede prevenir la ocurrencia de otra. Al tener en consideración el nivel de detalle de la descripción, algunos comportamientos como el dormir son continuos, otros como el caminar son una serie de secuencias repetidas de movimientos, y otros como los acicalamientos están compuestos de grupos de unidades reconocibles. Cuando los actos son susceptibles de ser agrupados en unidades más grandes, ya que se combinan siempre de una forma concreta, es probable que se correspondan con un circuito de control neuronal común al que hay buscar una denominación para referirse a la unidad en conjunto. Muchas de las mediciones del comportamiento que hacemos son de este tipo. Las unidades pueden ser series de movimientos, por ejemplo: cazar, adquisición de comida, limpieza, exhibición del cortejo, monta o comportamiento paternal, a éstas se les denomina patrones de acción o patrones de conducta. Anteriormente se utilizaba el término patrón fijo de acción o de conducta, pero recientes estudios muestran que el patrón de acción no está fijado en detalle en toda la secuencia ni genéticamente; siendo así, el término resulta inapropiado. El término utilizado por Barlow “patrón modelo de acción” es más exacto pero tal palabra de connotaciones estadísticas parece innecesaria. Las secuencias más prolongadas de comportamientos individuales en los animales de granja pueden también ser estereotipias y ritmos. Un ritmo es una serie de eventos repetidos en el tiempo en intervalos cuya distribución es aproximadamente regular o, con mayor precisión, periódica; es decir, es una serie de eventos separados por periodos iguales de tiempo para cada serie. Actividades rítmicas incluyen el latido cardiaco, la respiración, caminar, volar, masticar, ser activo en vez de descansar, actividad diurna, comportamiento estral y reproducción. Las investigaciones sobre las secuencias del comportamiento muestran que los ritmos pueden ser factores importantes que inciden sobre el comportamiento, así deben ser tenidos en cuenta en ciertos tipos de investigación del comportamiento. 6.2. Diseño de los experimentos y procedimientos de observación Antes de comenzar un estudio sobre el comportamiento es importante considerar si el diseño de los procedimientos a utilizar es adecuado para permitir conclusiones fiables a partir de los resultados. La primera precaución concierne a los efectos de la presencia del observador sobre el comportamiento de los animales; éstos pueden comportarse de forma diferente según esté presente o ausente el observador. Los animales pudieran considerar al hombre como un depredador peligroso. Por ello, su comportamiento puede estar afectado sustancialmente por la proximidad de una persona que las vigile y se recomienda que la vigilancia se realice a escondidas o bien realizar controles para ver cuánto cambia el comportamiento desde la presencia del observador. Siempre debe estudiarse más de una situación de control. Por ejemplo, para estudiar el efecto de un tratamiento hormonal sobre el comportamiento, se debe formar un grupo control en el cual las condiciones sean iguales a las del grupo experimental pero con una sustancia inerte suministrada al animal de la misma forma que si fuese la hormona. Los estudios sobre el comportamiento requieren realizar repeticiones ya que a veces variables desconocidas pueden enmascarar o alterar los resultados. Por ejemplo, al estudiar las secuencias de movimientos de un grupo de animales de un lugar a otro. El orden de los animales puede verse afectado por la casualidad o por las condiciones locales del medio, así los órdenes han de ser controlados en sucesivas ocasiones y en muchas situaciones diferentes antes de dar cualquier conclusión sobre las relaciones sociales. También se ha de tener en cuenta el efecto del aprendizaje. No podemos decir de ningún animal que haya sido expuesto a condiciones experimentales que no esté afectado por ellas, y su comportamiento puede ser diferente en cualquier repetición. En algunos estudios, estos cambios son el objeto a investigar, 6.3. Métodos y procedimientos para el muestreo y la toma de datos Cuando se mide un comportamiento se deben tomar muchas decisiones Lo primero es decidir qué animales han de observarse. Si las observaciones precisan hacerse directamente y con mucho detalle, será necesario hacerlas sobre un animal solo cada vez. Con un muestreo adecuado, se pueden recoger datos sobre muchos animales a la vez, pero la información individual se pierde. La información que mediante observación se puede recoger sobre un tipo de comportamiento será: la presencia o ausencia de una actividad concreta la frecuencia con la que se presenta cada actividad durante el periodo de observación la duración de cada periodo para cada actividad la intensidad de la actividad cada vez que se realiza el tiempo de latencia para que se manifieste la actividad después de algún estímulo o acción previa el ritmo El registro continuo del comportamiento resulta difícil si se utilizan muchas medidas a la vez, precisándose ayuda, para lo cual hay distintos métodos de análisis. El realizar un muestreo de los comportamientos a controlar permite recoger datos de más de un individuo y estimar la duración de las actividades en situaciones donde el registro continuo no es posible. Existen tres tipos de muestreo, dos de “muestreo en el tiempo” (muestreo por puntos o instantáneo y muestreo periódico) y el “muestreo del comportamiento”. El muestreo por puntos o muestreo instantáneo supone la observación de los animales en momentos concretos del tiempo, predeterminados y regulares, registrándose cada uno de los rangos de comportamientos en ese instante. Algunas consideraciones a tener en cuenta serían: Se obtiene un mejor estimador de la duración de las actividades más comunes cuanto mayor es el periodo de observación y cuanto menor es el intervalo entre muestreos. Sin embargo, las actividades poco frecuentes podrían pasarse por alto. Para poder obtener un correcto estimador de la duración de la actividad, es esencial que el observador no haga una mera observación instantánea. Este es un problema del método ya que los observadores tienden a incluir actividades que no se dan en el momento del muestreo. Un problema más es que algunas actividades requieren un tiempo hasta ser reconocidas. Por ejemplo, cuando una vaca está rumiando es necesario tomarse algunos segundos para asegurarse de ello ya que el característico movimiento mandibular requiere un tiempo para manifestarse y el animal puede estar tragando al instante del muestreo. La mayor ventaja de este método es que puede ser utilizado cuando se tienen que controlar muchos individuos pudiendo un solo controlador recoger bastante información. En el control periódico, otra forma de muestreo en el tiempo, los eventos que han ocurrido durante un periodo predeterminado de tiempo son registrados al final del periodo. Permite observar simultáneamente muchos animales ya que los datos no tienen que ser tomados continuamente. Este método es mucho más fácil que el continuo y posee la ventaja de que hasta los casos raros son detectados, pero la desventaja radica en que lo obtenido no son tiempos reales sobre la duración de cada comportamiento. Si el periodo entre muestras es corto, con relación a la duración de la actividad, entonces los perfiles obtenidos sí son buenos estimadores de la duración de la actividad. Fuente: Fraser and Broom (1990) El muestreo del comportamiento implica la observación continua de los animales, pero sólo registrando determinados tipos de comportamiento. Por ejemplo, en la observación de un grupo de vacas, se registra al detalle el comportamiento cuando un animal monta a otro. Lo que marca el momento de los registros no es el tiempo, es la manifestación de un determinado comportamiento El muestreo del comportamiento puede también hacerse de manera automática para una sola acción, por ejemplo una gallina al picotear un interruptor hace que ésta actividad sea registrada automáticamente y el resto de las actividades ignoradas. Este método es muy útil para patrones de comportamiento raros, que de otra forma pasarían por alto. Aunque hoy día con las ayudas informáticas, el registro continuo o el muestreo en el tiempo son preferibles al periódico, cuando la valoración o puntuación que se asigne sea más útil que medir la frecuencia o duración, el muestreo del comportamiento es el único método posible. Es frecuente, en la descripción del comportamiento social, que se recopilen datos sobre la actividad general y sobre determinadas interacciones. En estas circunstancias, se puede utilizar simultáneamente más de un método de medida del comportamiento. En un rebaño de vacas, la actividad general puede ser registrada a través del muestreo por puntos, mientras los casos poco frecuentes tales como las peleas o limpieza mutua pueden ser registrados a través del muestreo por comportamiento. Los datos de este muestreo por comportamiento nos producen una lista de animales iniciadores y animales que son objeto de ataques por parte de los otros, o bien, animales ganadores y perdedores de peleas, o limpiadores y limpiados, o parejas de individuos asociándose. Estos datos son mejor estudiados si se colocan en una matriz o tabla cruzada con cada animal del grupo representado a lo largo de cada margen. 6.3. Estudios de campo y condiciones de las pruebas Los estudios de animales en su ambiente natural o semi-natural proveen una información importante sobre sus rangos de comportamiento y sobre cómo se reparten los recursos, pero el comportamiento puede ser alterado por la presencia del observador. Por lo tanto, si han de ser observados animales salvajes, fieros o en extensivo, hay necesidad de buscar aparatos que ayuden a realizar observaciones a distancia (gemelos, telescopios, lentes telefotográficos y reflectores parabólicos para micrófonos). La observación en proximidad requiere el uso de escondites a menos que los animales estén habituados a la presencia humana. Los experimentos en situaciones de campo pueden ser muy valiosos; por ejemplo, respuesta de los animales frente a comidas, sonidos, o marcas odoríferas. Es posible realizar muchas pruebas de comportamiento "a campo". Un tipo de prueba que ha proporcionado información sobre las necesidades biológicas de los animales es el test de preferencia. Se pueden plantear diferentes comidas, suelos, diseños de alojamientos, compañeros, temperaturas, niveles de luz, o condiciones de flujo de aire. Los tests de preferencia para cada cosa pueden ser simultáneos o sucesivos. Bajo situaciones de control simultáneas se precisa hacer un diseño cuidadoso ya que pueden crear confusión en el animal. Una elección puede ser la consecuencia de la orientación inicial o un animal puede parecer a gusto con una alternativa cuando éste se aleja de la otra alternativa o del observador. En el caso de presentaciones sucesivas de distintos estímulos se pueden obtener resultados confusos ya que el animal cada vez responde menos a los estímulos. El orden de presentación necesitará modificarse sistemáticamente. Otro procedimiento útil en el estudio del comportamiento es el test de privación por el que se priva de forma controlada al animal de algún recurso o habilidad y entonces controlar el comportamiento cuando el periodo de privación termina. Frecuentemente estos estudios fingen la privación, algo habitual o normal en algunas fincas. El efecto de la privación por ejemplo, de comidas particulares, contacto social, o espacio para moverse durante un periodo largo o corto de tiempo, puede estar condicionado por el registro inmediato y por cambios a largo plazo en el comportamiento. La privación se utiliza frecuentemente como paso previo a estudios de aprendizaje. Los animales de granja se comportan muy bien en casos de aprendizaje si se dan los estímulos adecuados y las respuestas requeridas son las apropiadas. Entre otras situaciones, se incluyen la exposición a un medio nuevo. Si un animal es trasladado a un corral nuevo, podría mostrar un comportamiento exploratorio, pero también podría estresarse ante las nuevas condiciones. 6.4. Evaluación del comportamiento durante el examen veterinario Durante la valoración del estado clínico se suele realizar una evaluación, normalmente cualitativa, del comportamiento en la que se detecta la presencia o ausencia de determinados comportamientos. La actitud, disposición y temperamento del animal deberían ser valorados antes de que se les someta a cualquier tipo de manejo. Hay que anotar su estado de alerta y conciencia frente al medio. En particular, se debe comprobar el grado de percepción del sujeto para los estímulos visuales, auditorios y posicionales. El movimiento ocular, incluido los párpados y órbitas, es una característica importante. Un alto grado de exposición y movilidad de la órbita sugiere ansiedad mientras que una posición muy fijada de la órbita puede indicar algo de malestar. También es de importancia valorar la predisposición del animal para moverse y las características de la marcha. Debe realizarse una evaluación de las repuestas reflejas generales (respuesta al sonido), más específicas (respuesta a un estímulo local como presionar sobre un punto del cuerpo) o respuestas reflejas al dolor local (pinchar o pellizcar la piel), para así poder determinar la integridad del sistema nervioso. Después del examen clínico se deben anotar las conductas normales, pudiendo incluir detalles sobre todo de comportamientos de auto-mantenimiento, tales como comer (o respuesta a la oferta de comida) y cuidado corporal, cuya supresión es con frecuencia la primera señal de enfermedad. Por ejemplo, en ganado sano el auto-acicalamiento y los estiramientos se suelen dar después de levantarse, pero muchos factores (incluidas las enfermedades) pueden inhibirlos. En vacuno, el lamido de los ollares puede estar inhibido durante la enfermedad. También se ha sugerido que el reflejo de eructar en los rumiantes se anula durante muchas enfermedades y, como consecuencia de esto, se desarrolla una distensión del rumen lo que lleva al timpanismo. El reconocimiento de estos reflejos menores en el comportamiento normal del ganado es una indicación de buena salud y, consecuentemente, su ausencia sugiere que la salud está alterada. En el estudio de la postura, se debe recordar que muchas anomalías posturales no se manifiestan si el animal no está descansando en su medio habitual. Por esta razón, puede ser necesaria una observación paciente del animal antes de que podamos detectar y apreciar alteraciones de la postura. Los exámenes del comportamiento se deben realizar en lugares no ruidosos, con luz limitada, donde las distracciones son mínimas. La tranquilización debe ser evitada; partes del chequeo que puedan excitar al animal deberían ser aplazadas hasta el final.

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