Summary

This document describes the Spanish financial system, including the balance and flows of financial resources in the Spanish economy. It discusses different sectors of the economy, such as institutions (banks, funds), public administration, and households. The document also touches upon the financial crisis that took place in 2008 and how it had an impact on the Spanish economy.

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CAPÍTULO X – SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL 2. SISTEMA FINANCIERO Y FLUJOS FINANCIEROS 2.1 OBJETO DEL SISTEMA FINANCIERO (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Sector real es el que recoge las decisiones y operaciones referentes a la producción, consumo, inversión...

CAPÍTULO X – SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL 2. SISTEMA FINANCIERO Y FLUJOS FINANCIEROS 2.1 OBJETO DEL SISTEMA FINANCIERO (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Sector real es el que recoge las decisiones y operaciones referentes a la producción, consumo, inversión (términos reales) y al intercambio. Sector financiero se centra en el conjunto de procesos de financiación que se realizan en la economía (gozan de una característica común: la utilización de instrumentos de crédito o financieros) Los instrumentos financieros (IF) son reconocimientos de deuda de quien recibe la financiación, que es el prestatario, a favor de un prestamista, que es quien facilita los fondos. Estos IF permiten:  Trasvasar financiación entre los sujetos o sectores de una economía en un momento del tiempo  Transferir las propias rentas de un sujeto desde el presente al futuro. Conocer y analizar el conjunto de procesos de financiación que se producen en el interior del país y con el resto del mundo constituye el objeto fundamental de estudio de los sistemas financieros. 2.2 BALANCE Y FLUJOS FINANCIEROS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA (Preguntado en examen: ninguna pregunta) En el balance se muestran los cinco sectores, cuatro de ellos nacionales:  Instituciones financieras: desglosada en seis subsectores: Banco de España, Otras instituciones financieras monetarias, Fondos de inversión no monetarios, Otras instituciones financieras no monetarias, Empresas de seguros y Fondos de pensiones;  Administraciones Públicas  Sociedades no financieras  Hogares e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares  Resto del Mundo El balance financiero muestra la riqueza financiera (AF-P=activos financieros netos) de cada sector o subsector. En diciembre’21 el saldo del balance financiero es negativo (-846.863 millones de €). Si desglosamos por sectores, los Hogares e IPSFL así como las Instituciones financieras y el Resto del mundo tienen saldo positivo. Las Administraciones Públicas y Sociedades no Financieras tienen saldo negativo. En los años posteriores a la crisis del 2008, el endeudamiento, o posición deudora, de la economía española creció casi un 50. Desde 2014 se ha logrado reducir ligeramente. La fase alcista del último quinquenio previo a la pandemia ha permitido, en parte, corregir el fuerte desequilibrio con relación a la posición deudora de España con el exterior debido fundamentalmente a la fuerte reducción del endeudamiento de hogares y empresas. El peso del endeudamiento ha sido absorbido en los últimos años por el sector público, cuyos instrumentos presentan menor riesgo de refinanciación y de liquidez y tienen un vencimiento a más largo plazo. Las perspectivas acerca de la intensidad de corrección del elevado endeudamiento exterior se han tornado menos favorables con la crisis económica derivada de la pandemia que han provocado un incremento en el endeudamiento de las administraciones públicas y de las sociedades no financieras. Durante los años de expansión económica previos a 2008, el sector privado adquirió un elevado nivel de endeudamiento producto del fuerte dinamismo de un gasto interno financiado en buena medida por ahorro externo propiciado por las favorables condiciones de financiación vigentes durante la fase expansiva de la economía española, que alimentaron una elevada acumulación de deuda por parte de las empresas y las familias, así como un sobredimensionamiento de nuestro sistema bancario y un sesgo de su balance hacia los riesgos de naturaleza inmobiliaria. Durante el periodo de 1997 a 2007, se alcanza un elevado endeudamiento fue posible por la apertura y acceso a mercados internacionales lo que se tradujo en un elevado nivel de endeudamiento con el exterior, aspecto que pese a la corrección de los últimos años sigue arrastrando nuestra economía y que se ve reflejado en el balance financiero. Tras el estallido de la crisis, las ratios de endeudamiento siguieron avanzando debido a la inercia de los flujos de financiación y a la fuerte contracción del PIB. Posteriormente, tendieron a estabilizarse y se adentraron en una senda descendente. La deuda de las familias, que alcanzó un porcentaje máximo del PIB del 85 % en junio de 2010, redujo su peso en 26,5 puntos porcentuales, hasta situarse en diciembre de 2021 en el 58,4 %. En 2020 los hogares españoles incrementaron su capacidad de ahorro motivado por la incertidumbre sobre el futuro escenario económico y por las restricciones derivadas de la pandemia. Las fuertes tensiones inflacionistas derivadas de los precios de las materias primas provocadas por la invasión por parte de Rusia de Ucrania podrían retrasar la recuperación. La corrección del exceso de endeudamiento de las familias y empresas es un paso necesario para sustentar la recuperación sostenida de la demanda interna. Aunque a corto plazo pueda limitar el potencial de gasto, aumentar el ahorro propiciará que se incremente el consumo y la inversión en el futuro. En España, en los años previos a la pandemia, el consumo se recuperó debido a un incremento de la renta, a la caída del ahorro y a la recuperación del crédito al consumo. La elevada deuda de las administraciones públicas, situadas cerca del 120 % del PIB en 2021, cualquier variación de tipos puede elevar esta partida La economía nacional que presenta Capacidad de Financiación son: instituciones financieras, sociedades no financieras y hogares e IPSFL mientras que las administraciones públicas presentan Necesidad de Financiación 3. LA ESTRUCTURA INSTITUCIONAL DEL SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL 3.1 LOS ÓRGANOS POLÍTICOS (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Los encargados de elaborar las normas que regulan el funcionamiento de todo el sistema son el Gobierno, las CCAA y la UE. El Gobierno: máxima autoridad en materia de política financiera y es el Ministerio de Economía el responsable del correcto funcionamiento de las instituciones financieras. Las CC. AA.: competencias en el desarrollo legislativo y ejecución en su territorio de las bases de ordenación del crédito, banca y seguros. Tienen también competencias sobre instituciones: cajas de ahorros, cooperativas de crédito y sociedades de garantía recíproca; y en los mercados, las bolsas de valores, excepto en Madrid. Los tratados firmados por España con la Unión Europea (UE) han dado lugar a cesiones de soberanía en una serie de materias como política monetaria y cambiaria, y muchas otras dirigidas a lograr la estabilidad financiera, entre ellas, las de supervisión de las instituciones financieras. 3.2 LOS ÓRGANOS EJECUTIVOS (o supervisores) (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Son los encargados de poner en práctica o ejecutar las normas elaboradas por los órganos políticos En el sistema financiero español existen tres órganos:  El Banco de España (Bde): encargado de controlar, junto con el Banco Central Europeo a las instituciones incluidas en el subsistema de financiación mediante el crédito  Comisión Nacional de Valores: responsable de las entidades pertenecientes al subsistema de canalización de fondos a través de valores  Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones: supervisión del subsistema de seguros. 3.3 LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS DEL SFE (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) El subsistema crediticio es el que tiene mayor protagonismo en la canalización de recursos hacía empresas y familias y, dentro este, la financiación bancaria es la preferida por familias y hogares. En el caso de las empresas se distingue entre el que predomina la financiación bancaria y otro orientado a la captación de la financiación a través de los mercados (renta fija y renta variable), en los que la intermediación financiera es menos explícita. En este último caso apenas supera el 40 %mientras que en Reino Unido está por encima del 80 % y en Estados Unidos se sitúa por encima del 70 % ESTRUCTURA INSTITUCIONAL Y TENDENCIAS DEL SUBSISTEMA CREDITICIO El proceso de innovación tecnológica, la aparición de nuevos productos y mercados, el avance de la inversión institucional y la relevancia de los mercados de valores en la canalización del ahorro ha provocado cambios en la actividad desempeñada tradicionalmente por bancos, cooperativas y cajas de ahorros, amenazadas por una mayor competencia y un mayor poder de la demanda. La crisis financiera de 2008 tuvo graves consecuencias en la economía española que ha desembocado en una reestructuración del sistema bancario español. En 2021 se ha acentuado el descenso del número de empleados y oficinas. El proceso de ajuste de capacidad productiva del sistema bancario español ha supuesto una reducción de oficinas respecto a los máximos de 2008 que supera el 50 %, mientras que la de empleados se sitúa cerca del 40 %. Esto es consecuencia del exceso de capacidad instalada del sector bancario, sobre todo en lo concerniente a las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito que vieron incrementadas en menos de una década el número de empleados y sucursales en más de un 30 %. La actividad exterior, protagonizada fundamentalmente por BBVA y Banco Santander ha sido uno de los principales factores de resistencia de estas entidades ante la crisis de 2008. Las vulnerabilidades derivadas de los desequilibrios macrofinancieros, un exceso de endeudamiento con el exterior, una elevada concentración del riesgo en el sector inmobiliario y una sobredimensión de nuestro sistema bancario provocaron, entre otras causas, la crisis financiera en España. Pese a la caída, su aportación a la economía española, continúa teniendo un rol relevante con una aportación del 2,7 % al PIB a 2017, aunque por debajo de la media europea que se sitúa en el 3 % A 31 diciembre de 2021, el número de entidades de depósito asciende a 195, distribuidas en 48 bancos nacionales, 83 sucursales de bancos extranjeros (de los que 79 son comunitarios y 4 extracomunitarios), 2 cajas de ahorros, 61 cooperativas de crédito y el ICO. Pese a que ha habido un fuerte ajuste en número de entidades bancarias y la desaparición del 43 % de las oficinas, el tamaño medio de las oficinas en España sigue siendo reducido en comparación con los países de la Unión Monetaria. El grupo de entidades bancarias tiene una cuota de mercado del 80 % del balance de todos los intermediarios financieros españoles, buena muestra del elevado nivel de bancarización existente en el sistema financiero español. La banca privada constituye el grupo con mayor peso, más del 90 % del balance del conjunto de las entidades de crédito. Se trata de sociedades anónimas que con habitualidad y ánimo de lucro desempeñan actividades típicamente bancarias. La principal característica que diferencia a los bancos de las restantes entidades de crédito es su forma jurídica, se constituyen como sociedades anónimas. Las cajas de ahorros tienen carácter fundacional, no cuentan con accionistas. No persiguen fines lucrativos y destinan una parte de sus beneficios a realizar obras sociales. Las cajas de ahorros que en 2008 suponían el 40 % del balance del sector bancario español, han sufrido un importante proceso de reestructuración, al traspasar la actividad a bancos, quedándose ellas como accionistas de esos bancos y dedicadas a la realización de obras sociales con los beneficios obtenidos por la participación en su capital. A diciembre de 2021 solamente dos cajas de ahorros: CAMP de Ontinyent y Caixa d’Estalvis de Pollença, de reducida dimensión, continúan realizando sus tradicionales operaciones bancarias directas. Las cooperativas de crédito tienen una cuota de mercado cercana al 6 %. Su funcionamiento institucional y sus órganos de gobierno son similares a los de cualquier sociedad cooperativa y su vocación ha sido el apoyo a la agricultura y ganadería o a alguna actividad económica en particular. Son instituciones territoriales muy vinculadas a la actividad económica de sus regiones. Su principal particularidad es que deben servir preferentemente a las necesidades financieras de sus socios. Existen dos tipos de cooperativas de crédito: las cajas rurales dedicadas a la actividad agropecuaria y forestal, y a la mejora de las condiciones de vida del mundo rural, como Cajamar; y las urbanas o industriales, formadas por asociaciones gremiales o profesionales, como Laboral Kutxa. El proceso de reestructuración bancaria ha provocado un elevado grado de concentración bancaria en España. Los tres mayores bancos absorben casi 2/3 del balance total de las entidades de crédito. Desde el estallido de la pandemia, los bancos han puesto a disposición de los agentes económicos importantes cantidades de financiación y les han otorgado facilidades de pago, todo ello impulsado por los programas públicos de apoyo a la economía (avales del ICO y moratorias). El volumen de crédito total de las entidades españolas a escala consolidada creció un 3,5 % en 2020 con respecto al ejercicio anterior, el mayor crecimiento es absorbido por los sectores más afectados por la pandemia que muestran un avance en el periodo analizado del 17,9 %. Este avance de crédito hacía sociedades no financieras, está impulsado por los estímulos de los bancos centrales y los programas de avales públicos canalizados a través del ICO, que en el caso de las pymes ha llegado a cubrir el 70 % del total del crédito. En 2021 se produjo una disminución en el número de operaciones de crédito, debido principalmente a un menor crédito canalizado a través del ICO, sin embargo, el saldo vivo del crédito bancario a las empresas creció durante el año, alcanzando una variación anual del 1,5 % en diciembre de 2021 Los tipos de interés aplicados a los préstamos y créditos en la zona del euro no se han visto afectados a diciembre de 2021 por las expectativas de subidas de tipos de interés oficiales y la retirada de estímulos por parte del BCE manteniéndose los nuevos créditos a hogares y sociedades no financieras en niveles cercanos a mínimos históricos. En el 2021 el conjunto de entidades de depósito obtuvo un resultado neto positivo, tras las pérdidas registradas en 2020. El resultado implica una rentabilidad sobre patrimonio neto (ROE) del 10,5 %y una rentabilidad sobre activos (ROA) del 0,67 %. El margen de intereses experimentó un crecimiento del 1,71 % y las comisiones han aumentado un 10,4 %, lo que ha permitido que el margen bruto se incrementase en un 2,65 % en tasa interanual con respecto a 2020. En 2020 la banca tuvo pérdidas provocado por los ajustes y provisiones derivadas de la pandemia. Las dotaciones por deterioros realizadas en 2021 se han situado a niveles previos a la pandemia, lo que supone un fuerte recorte con relación a las realizadas en 2020. La mejora de la actividad económica en España a partir de 2014, interrumpida en 2020 ha permitido la disminución en el volumen de activos dudosos (+ 70%). Pese al descenso continuado de los activos dudosos se anticipan el deterioro de la calidad del crédito (aumento de préstamos en vigilancia especial y las refinanciaciones). La ratio de morosidad más elevada por sector de actividad está en la construcción y actividades inmobiliarias ( todavía afectada por los créditos concedidos antes de 2008), aunque es el sector en el que más ha disminuido la morosidad desde enero de 2020 a diciembre de 2021. La pandemia ha afectado a la morosidad dentro del sector servicios a “comercio y reparaciones” y a “hostelería”. Persisten vulnerabilidades derivadas de cuatro factores de riesgo:  Ralentización de la economía global e incertidumbre geopolítica  Elevadas tasas de inflación  Riesgo de tipo legal derivado de las demandas que afrontan las entidades de depósito  Retiro de políticas de estímulo del BCE En 2013, construcción y actividades inmobiliarias concentraba el 33 % del total de crédito concedido al sector privado y en 2021 disminuye al 20 % ganando protagonismo, el crédito destinado a industria que pasa del 16 al 19 %, comercio y reparaciones que pasa del 10 al 15 % y otros servicios del 16 al 18 %. Respecto al porcentaje de total de crédito de entidades de depósito a las administraciones públicas y otros sectores residentes por comunidades autónomas, el mayor porcentaje de crédito a diciembre de 2021 tiene como destino la Comunidad de Madrid, con un total del 29,23 % sobre el total de crédito, seguida de la Comunidad Autónoma de Cataluña con un 16,29 %. En último lugar se encuentran las ciudades autonómicas de Ceuta y Melilla, con porcentajes inferiores al 0,1 % y La Rioja y Cantabria, con un 0,62 % y 0,86 %, respectivamente. Las mayores variaciones las han experimentado Madrid y Cataluña. En el caso de Madrid el porcentaje sobre el total de crédito a las administraciones públicas y otros sectores residentes ha pasado del 24,28 % en 2010 al 29,23 % en 2021. En el caso contrario está Cataluña que pasa del 19,24 % en diciembre de 2010 al 16,29 % en 2021, lo que supone una caída de casi 3 puntos. ESTABLECIMIENTOS FINANCIEROS DE CRÉDITO Son intermediarios financieros que no pueden captar fondos del público con carácter reembolsable y cuya actividad principal consiste en la concesión de créditos, operaciones de factoring, leasing y confirming, emisión de tarjetas de crédito y concesión de avales y garantías. A 31 de diciembre de 2021 hay un total de 32 EFC, suelen denominarse financieras y las más conocidas por el público son las que financian ventas a plazos de automóviles, de artículos de cierto valor de grandes almacenes, etc., abonando el importe total al vendedor y concediendo en ese momento un crédito al comprador. Concentra el 4 % del total del crédito al sector privado, siendo el crédito al consumo el volumen más relevante de su cartera. El crédito concedido por estas entidades ha crecido en los años previos a la pandemia en torno al 10 % interanual, llegando a alcanzar una cuota de mercado de crédito al consumo del 23 %. Han mostrado un descenso en el crédito concedido en 2020, del 6,4 %. En 2021 el crédito otorgado por los EFC se ha recuperado con un crecimiento del 3,6 %, principalmente debido a los créditos al consumo. El mayor riesgo asumido por estas entidades conlleva mayores tasas de morosidad, pero también les reportan mayores rentabilidades que las obtenidas por las entidades de depósito. Pese al crecimiento en el volumen de activos gestionados por los EFC en 2021 con respecto a 2020, la rentabilidad descendió un 19 % y los activos dudosos crecieron hasta situarse en el 6,9 %. SOCIEDADES DE GARANTÍA RECÍPROCA (SGR) Conceden avales a las pymes para sus operaciones y, de esta forma, al contar con la garantía de la propia empresa más la de la SGR acceden en mejores condiciones a la financiación bancaria. El porcentaje de empresas con necesidad de garantías o avales ha aumentado hasta el 18,0 % durante el año 2021. A 31 de diciembre de 2021 hay un total de 18 SGR en España. Estas 18 entidades tienen formalizados avales por 38.968 millones de euros con un riesgo vivo de 6.682 millones de euros. INSTITUTO DE CRÉDITO OFICIAL (ICO) Es una entidad de crédito pública bajo supervisión del Banco de España, opera a través de dos sistemas:  Mediación, a través de líneas en colaboración con entidades financieras privadas  De forma directa con empresas. En marzo de 2020 el Gobierno aprueba una Línea de Avales del Estado de hasta 100.000 millones de euros para hacer frente al impacto económico y social de la COVID-19. El importe total avalado a febrero de 2022 es de 104.000 millones de euros. Esto ha permitido que las empresas garantizar su liquidez y cubrir sus necesidades de circulante. En torno al 90 % de las empresas con operaciones formalizadas están directamente gestionadas por autónomos y micropymes. ESTRUCTURA INSTITUCIONAL Y TENDENCIA DEL SUBSISTEMA DE VALORES Supervisado por la CNMV, se encuentran las empresas de servicios de inversión (sociedades, agencias de valores y sociedades gestoras de carteras), las instituciones de inversión colectiva (fondos y sociedades de inversión) y las entidades de capital riesgo y fondos de titulación. Han surgido plataformas que permiten operar en bolsa al margen de BME. Entre las más relevantes están BATS, Chi-X y Turquoise. Sobre el total de efectivo negociado en renta variable española admitida a cotización a través de BME, ha caído un 34 % desde 2016 a 2020, mientras que lo negociado a través de plataformas alternativas como Chi-X o BATS se ha incrementado en ese mismo periodo un 49,32 %. En 2021, el 46,82 % del total efectivo negociado en renta variable española admitida a cotización en las bolsas españolas se ha realizado a través de estas plataformas. En relación con el mercado de renta variable como medio de captación de financiación, el nivel de capitalización bursátil en relación con el PIB en España es bajo (52,7 en 2021) si lo comparamos con otros países (Estados Unidos: 227,2; Canadá: 166,6; China: 110,6; Japón: 138,6; Reino Unido: 115,9). El número de sociedades cotizadas en bolsas españolas a 31 de diciembre de 2021 asciende a 133. La propiedad de las acciones de las empresas españolas cotizadas a diciembre de 2020 se encuentra en manos de no residentes (49,9% del total de acciones), seguido de empresas no financieras (21%), familias (17,1%), instituciones de inversión colectiva, seguros y otras (6,4%), administraciones públicas (2,9 %) y bancos y cajas (2,7 %). En 2021, se han producido 51 ampliaciones de capital, el mejor año desde 2016, durante 2021 la cotización de la mayor parte de los valores de la Bolsa de Valores española ha evolucionado positivamente, pese a la persistencia de las incertidumbres derivadas de la pandemia. Al cierre de diciembre de 2021 casi todos los índices más representativos de la familia IBEX 35 crecían en el año en porcentajes que van desde el 7,93 % del IBEX 35 al 14,94 % del IBEX Top Dividendo. En el primer semestre de 2022 la evolución en la cotización de las acciones está viéndose lastrada por la inflación, la guerra en Ucrania, el cambio de rumbo en las políticas monetarias y un posible estancamiento económico a partir de otoño. En los últimos años la deuda privada ha adquirido un mayor protagonismo como vía de captación de financiación por parte de las empresas. En 2008 el número de empresas españolas no financieras emisoras de renta fija era de nueve y en diciembre de 2021 es de 117 empresas. Un aspecto relevante es el crecimiento de empresas no financieras que han optado por la emisión de renta fija como medio de captación de financiación, gracias a varios factores, entre ellos la creación de mercados como el mercado alternativo de renta fija (MARF) que ha facilitado el acceso a empresas de menor tamaño. Durante el año 2021 destacaron las emisiones de bonos y obligaciones, que crecieron un 84,7%. Los emisores ante una probable subida de tipos y las condiciones favorables del mercado han procedido a emisiones a medio y largo plazo. Las emisiones en renta fija se han visto favorecidas por los programas de compras del BCE. Crecimiento de los bonos que incorporan compromisos sociales y/o medioambientales en los proyectos a los que va destinada la inversión. Respecto a la inversión institucional, el número total de instituciones de inversión colectiva (IIC), registradas en la CNMV a 31 de diciembre de 2021 asciende a 3.815, de ellas 2.280 son sociedades de inversión y 1.452 fondos de inversión. El resto corresponde principalmente a IIC extranjeras comercializadas en España. Debido a las bajas rentabilidades, los depósitos han ido cediendo protagonismo en los últimos años en favor de los fondos de inversión que han crecido tanto en número de partícipes como en patrimonio gestionado. En 2021 la captación de ahorro a través de las instituciones de inversión colectiva ha experimentado un vigoroso crecimiento con respecto a 2020, año marcado por el estallido de la pandemia. El total de partícipes de fondos de inversión ha crecido un 24,4 % con respecto al ejercicio anterior. Los fondos de inversión crecieron un 16,1 % con respecto a 2020. Por su lado, el capital-riesgo es una actividad financiera consistente en invertir en empresas, pero sin vocación de permanencia, generalmente en pymes innovadoras que presentan dificultades de acceso a otras fuentes. Debido al mayor riesgo de crédito que supone financiar una actividad de este tipo con el fin de incentivarla el capital-riesgo cuenta con ventajas fiscales. Las entidades de capital-riesgo son entidades financieras que tienen como objeto principal la toma de participaciones temporales en el capital de empresas no cotizadas, ni financieras ni inmobiliarias, con el objetivo de que la empresa adquirida aumente su valor y una vez madurada la inversión, la entidad de capital-riesgo se retire obteniendo beneficios. En el capital-riesgo existen dos clases de entidades financieras:  Sociedades de capital-riesgo que tienen forma jurídica de sociedades anónimas  Fondos de capital- riesgo, que son patrimonios sin personalidad jurídica que necesitan una sociedad gestora para ser administrados Con relación al capital Riesgo, En el año 2021, el capital Riesgo concluyó con un 20 % más que en 2020, en un total de 841 operaciones, de las que 672 fueron realizadas por fondos de venture capital, que invierten en etapas tempranas. El mercado y las empresas españolas son atractivas para las gestoras internacionales que aportaron el 80 % del total invertido en el año. El venture capital (semilla, arranque, other early stages y late stage VC) alcanzó los 1.942 millones de euros de inversión en start ups españolas. Los sectores con mayor volumen de inversión captada fueron el tecnológico y las empresas del sector de la salud y servicios. ESTRUCTURA INSTITUCIONAL Y TENDENCIA DEL SUBSISTEMA DE SEGUROS La supervisión del subsistema de seguros corresponde al órgano ejecutivo Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSyFP). A 31 de diciembre de 2020 hay un total de 203 entidades aseguradoras, la mayor parte tienen forma jurídica de sociedades anónimas (126), siendo el resto mutuas (29), mutualidades de previsión social (44) y entidades reaseguradoras (4). Con relación a la importancia del sector asegurador medido por las primas devengadas brutas, estas representan el 5,14 % sobre el PIB. Aunque la cifra mejora respecto a la de 2020 no alcanza los niveles prepandemia de 2019. Se trata de un sector con un alto nivel de concentración. Las cinco entidades más grandes concentran a 31 de diciembre de 2021 el 55,7 % de la cuota de mercado en el segmento de seguros de vida y en un 40,1 % en el segmento No Vida en volumen de primas devengadas. La mayor parte de las primas son invertidas en deuda pública (55 % del total de inversiones de sector en 2020) y deuda corporativa (18,7 %), seguida en un menor porcentaje de inversión en fondos de inversión (10 %) y renta variable (5,7 %). Los fondos de pensiones son instituciones de canalización del ahorro privado hacia la cobertura de las necesidades económicas de la población retirada. Los planes de pensiones tienen una de las siguientes modalidades: sistema de empleo; asociado e individual, según que el promotor sea una empresa, una asociación o una entidad financiera, respectivamente, y los partícipes sean, también respectivamente, sus empleados, asociados o cualquier persona física. El funcionamiento de un fondo de pensiones es muy similar al de un fondo de inversión, aunque existe una diferencia fundamental y es que mientras que estos tienen liquidez inmediata, en los fondos de pensiones está condicionada a alguna de las siguientes circunstancias: jubilación, fallecimiento del partícipe, que éste sufra paro de larga duración, invalidez laboral o enfermedad grave, y a partir de 2025, las aportaciones realizadas que tengan una antigüedad de diez años.

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