Motivaciones: Hambre y Sed PDF

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Este documento describe las motivaciones por hambre y sed, explorando aspectos biológicos y psicológicos. Se analizan los factores periféricos y centrales involucrados, así como la regulación hormonal y la influencia de estímulos ambientales. Un texto sobre las bases de la conducta.

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BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 115 UNIDAD DIDÁCTICA 5 Las motivaciones: hambre y sed 1. OBJETIVOS Determinar los factores periféricos y centrales que causan los impulsos del hambre y la sed, d...

BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 115 UNIDAD DIDÁCTICA 5 Las motivaciones: hambre y sed 1. OBJETIVOS Determinar los factores periféricos y centrales que causan los impulsos del hambre y la sed, diferencias y semejanzas entre unos y otros, factores ambientales que pueden influir en am- bas, así como los agentes bioquímicos y neurotransmisores que las regulan y en qué circunstancias. Los factores centrales y su radicación en el cerebro y sistema nervioso. 2. GENERALIDADES Es prácticamente imposible dar una definición clara de la motivación, pues siempre se dan sub-motivaciones que la envuelven. Además, las motivaciones no inducen respuestas reflejas y automáticas, sino que corresponden a una gran complejidad de acciones que son función de la circunstancia presente del animal de experimentación o del hombre. Se ha comprobado que respondemos de distinta manera a las motivaciones según el estado emocional en que nos encon- tramos. Así, a veces, conocemos para disminuir la ansiedad ante algo y no precisamente porque tengamos hambre. Claude Bernard pretendió con sus conceptos sobre la Homoes- tasis asignar a las motivaciones una función como agentes que tratan de mantener el medio interno. De todas maneras, AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 116 mucho más importantes son los conceptos de GROSSMAN que indican la existencia de dos tipos de motivaciones:  Homeostáticas o Primarias: Se trataría de moti- vaciones muy subcorticales, dependientes de estí- mulos internos del individuo, sujetas a mecanismos de saciación relacionados con la homeostasis y que no tienen que ver con estímulos ambientales y que son esenciales para la vida. Dentro de este apartado incluye el hambre y la sed. Grossman divide las moti-  No Homeostáticas o Secundarias: Dependen mucho vaciones en Homeostáticas o primarias y No homeos- de un control cortical, además, dependen de estímu- táticas o secundarias. los externos ambientales y condicionantes. No son esenciales para la vida y dentro de este apartado se englobaría la conducta sexual. 3. EL HAMBRE Para buscar los factores neurofisiológicos y generales del hambre, hay que estudiar dos tipo de factores, periféricos y centrales veámoslos. 3.1. FACTORES PERIFÉRICOS DEL HAMBRE Podemos citar muchos de estos factores periféricos, tales serían:  Composición de la sangre.  Estado de los procesos digestivos.  Cantidad y calidad del alimento.  Deprivación del individuo.  Edad. AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 117  Dieta.  Peso previo.  Estado de los receptores de la boca.  Etc. Desde 1700 se creía que el hambre estaba asociada a la cantidad de movimientos o contracciones gástricas y peris- tálticas intestinales que avisarían del estado de hambre. Hoy esta idea se rechaza pues si se elimina la inervación gástrica o intestinal (vago y esplácnicos), es decir, si eliminamos los impulsos aferentes, no se afecta el estado de hambre. Aún en casos de inanición se ha visto que las contracciones gás- tricas y peristálticas cesan a los 3-5 días de iniciada la huelga de hambre. Asimismo la sensación de hambre brutal de los primeros momentos remite conforme avanza el tiempo de ayuno. Los resultados con individuos deprivados forzosa que no voluntariamente ofrecen datos similares. Incluso, a veces se cree que ciertos estímulos ambientales Algunos factores perifé- pueden tener papel en el juego del hambre, a pesar de ser ricos en la motivación del hambre son la influencia una motivación homeostática. Así, por ejemplo los obesos de de los estímulos ambienta- niñez al ser estimulados con comida por sus padres siempre les y el factor hormonal. están pendientes de estímulos ambientales para comer, tales pueden ser comer porque otros comen, comer cuando se lee o cuando se estudia, aunque en realidad no se tenga hambre. Otro factor periférico a tener en cuenta es el hormonal y humoral. Así, se creyó que la glucosa era factor químico regulador del hambre. Así, disminuciones de la misma au- mentarían el estado de hambre. Evidentemente, se observa una relación entre ambos pero no es esta glucosa el único factor periférico interno. AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 118 La teoría glucostática de Mayer indica que la glucosa es el gran mando intermedio del hombre ya que dice haber en- contrado unos glucorreceptores hipotalámicos sensibles de glucosa y si esta baja se activarían los glucorreceptores, que conllevarían que el cerebro utilice menos azúcar. Esta teoría tan absolutista surgió a raíz de inyecciones en el sistema ven- tricular de Tioglucosa aúrica destructora de los receptores hipotalámicos con lo que se vio que el control alimenticio se perdía creándose una hiperfagia enorme que no conocía la saciedad. Esto, de todas maneras, es de interés por repre- sentar un nexo de unión entre los factores periféricos y los centrales, aunque es acuerdo común que la glucosa no es el único factor periférico. 3.2. FACTORES CENTRALES Los factores o mecanismos centrales radican también en el hipotálamo. Lo seguro es que se da un cierto centro del ape- tito en zonas hipotalámicas laterales. Algo que todavía no es seguro es que exista en él un centro de la saciedad que de existir radicaría en zonas hipotalámicas ventro-mediales. Esto se sabe mediante experiencias de estimulación y destrucción. Así, estimulaciones del hipotálamo lateral inician mecanis- mos del apetito aunque el animal esté ya bien alimentado. Contrariamente lesiones en esta zona originan afagias por las cuales el animal no tiene apetito por más que estimulemos los mecanismos periféricos. Esto se ha realizado en ratas, gatos y monos y, en general, se puede decir que el hipotálamo inter- vendría en la regulación y el inicio del apetito. Como siempre, no se puede aceptar categóricamente la existencia de un único centro como iniciador y regulador de AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 119 una función compleja como ésta. Podemos, de todos modos, aceptarlo como centro general del apetito, aunque animales con afagia aún podían mantener cierto grado de apetito con según que alimentos. Posiblemente existan otras zonas cen- trales que sustituyan en parte al hipocampo lateral aunque no sean muy eficientes. Así, si la estimulación de este centro es leve no se inician los mecanismos del hambre sino que se dan en el animal manio- bras fragmentarias de chupeteo, masticación, etc. Más que nada, el fantasma de la duda se cierne sobre el ya Reynolds puso en cuestión que el único centro de la citado dentro de la saciedad que, en principio, está situado saciedad fuera el hipotála- en el hipotálamo ventromedial. También, en principio, vamos mo ventromedial mediante experimentos que demos- a aceptar que ahí radica, pues lesiones en esa zona provocan traron que éste ejercía una acción indirecta sobre el que el animal no conozca límites en su ingesta. Sin embargo, centro ventrolateral. experiencias llevadas a cabo por REYNOLDS demuestran que destrucciones por el método de la electrólisis (quemado del tejido a través de una corriente eléctrica) en la zona ventrome- dial casi siempre dejaban una cicatriz que se extendía hacia el hipotálamo ventrolateral y este tejido cicatricial actuaba por presión sobre este centro de modo que provoca una estimu- lación continua del mismo, lo que indica que esta no saciedad podía deberse a una acción continua y desenfrenada del centro ventrolateral. En efecto, se trataría de una saciedad pero no por métodos directos sobre la zona ventromedial, sino por acción indirecta sobre el centro ventrolateral. Aplica, pues, otras lesiones más finas que sólo afectasen la zona ventromedial sin extenderse más allá de la misma, así comprueba que éstas no provocaban la insaciedad. Por ello, habría que pensar que no es el único centro de la saciedad. AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 120 Si se colocan electrodos en esta zona ventromedial se puede demostrar que actúa como un refuerzo aversivo de no placer y ,si el animal está realizando un aprendizaje y se estimula este centro, se originará que este animal se retire de la comida que estábamos utilizando como estímulo reforzador gracias a la creación de un estímulo aversivo. A partir de estas experiencias se buscan nuevas zonas de la saciedad y se investiga la amígdala límbica cuya lesión produce una hiperfabia y una no saciedad, lo que es algo similar a lo que se produce en las sesiones directas de la zona ventromedial del hipotálamo. En realidad, si la amígdala no actúa no se produce saciedad. Con todos estos datos se puede realizar el estudio del meca- nismo del hambre. Por él, la información periférica actuaría cuando se desequilibrase la homeostasis, lo que originaría la sensación de apetito y una acción sobre el hipotálamo lateral que provocaría una búsqueda del alimento. Una vez saciado el animal, lo que se sabe por la distensión gástrica, la suficiencia calórica y la saturación de sus receptores orales, esta información actuaría sobre la amígdala, contactada con zonas hipotalámicas ventromediales y accionaría sobre ellas cesando entonces el mecanismo del hambre o del apetito. Se están estudiando neurotransmisores bioquímicos rela- Grossman demuestra, colocando cánulas en el cionados con el hambre y Grossman coloca, para ello, unas hipotálamo lateral, que los principales neurotransmiso- cánulas en el hipotálamo lateral donde inyecta distintas res bioquímicos relaciona- sustancias bioquímicas con el fin de observar si iniciaban dos con el hambre son las catecolaminas, adrenalina los mecanismos del hambre. Observa que las sustancias ini- y nor-adrenalina. ciadoras eran precisamente las catecolaminas: Adrenalina y Nor-adrenalina; se trataría, pues, de un mecanismo simpático tónico. Como vamos a ver inmediatamente, con la sed ocurre AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 121 Figura 30 – La acción sobre el hipotálamo lateral provoca una reacción en la amíg- dala que detiene el mecanismo del hambre. absolutamente al revés, pues no actúan las catecolaminas, sino sustancias colinérgicas derivadas de la acetil-colina. Se dice que en el hambre se activarían sinapsis adrenérgicas y en la sed se activarían sinapsis colinérgicas. 4. LA SED 4.1. FACTORES O MECANISMOS PERIFÉRICOS Son muy similares a los del hambre. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿Qué pasa cuando hay privación de agua en el animal o en el hombre y qué mecanismos periféricos influyen en el control central? Hay que pensar, de entrada, que el agua, gracias a su estado líquido, va a tener una estrecha relación con la sangre. Así, cuando se da una privación de agua va a aumentar la presión osmótica de los fluidos corporales. Se ha encontrado que en el cerebro, y en general, distribuidos por todo el SNC existen los AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 122 llamados Osmorreceptores que se activan cuando aumenta la presión osmótica a través de una serie de mecanismos cen- trales, produciendo la ingesta de agua. Al revés ocurre con el volumen líquido circulante (Volemia) que, en deprivaciones de agua, disminuye. También se dan receptores concretos ante la disminución de la volemia que se activarán e inducirán a la ingesta de agua. Existe, sin embargo, otro tercer factor importante que es la hormona antidiurética (ADH) que parece almacenarse en la hipófisis siendo producida por el hipotálamo. Esta hormona, producida en los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo cuando éstos son informados de aumentos de la presión osmótica va a ser liberada en estas circunstancias y llegará a la neurohipófisis, que la recogerá y enviará a la corriente sanguínea a través de la cual irá a parar a los túbulos renales, sobre todo a los posteriores, donde se reabsorberá agua de la orina disminuyendo la micción con el fin de con- seguir un equilibrio homeostático. Figura 31 – Factores de aumento de la presión osmótica al disminuir la volemia. AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 123 Lo contrario ocurriría si existiese una polidipsia o exceso de agua La hormona antidiurética a través de la ingesta. Ante ella, aumenta la volemia y disminuye (ADH), parece almacenarse en la hipófisis siendo pro- la presión osmótica inhibiéndose la producción de ADH con lo ducida por el hipotálamo. que aumenta la micción y no se concentra el agua de la orina con lo que se crea una poliuria para compensar la polidipsia. 4.2. FACTORES O MECANISMOS CENTRALES También son muy parecidos a los del hambre. Así, el hipotálamo lateral regula el inicio del mecanismo de la sed. Se dan en el hipotálamo los dos mecanismos, periférico a través de la ADH y central a través de su zona ventrolateral. Hay que volver a recordar que, bioquímicamente, la sed es- taría mediada por sustancias colinérgicas tipo acetocolina y esto se ha demostrado por bloqueos colinérgicos que impiden iniciar el mecanismo de la sed. El área septal del sistema límbico parece ser que actúa como zona de saciedad de la sed pues si se extirpa, el animal bebe desenfrenadamente. Esta zona presenta una misión similar a la del hipotálamo ventromedial pero es distinta y en ello se diferencian sed y hambre. Además, en la sed también interviene la amígdala con función similar. Seguíamos diciendo que otras estructuras del sistema límbico pueden tener que ver con los mecanismos del hambre y la sed dejando aparte los mecanismos del « stress» que suelen provocar una insalivación que acarrea sed. Así, la regulación del sistema límbico controlaría los estados de hambre y sed. AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA. PSICOFARMACOLOGÍA Unidad 5 Las motivaciones: hambre y sed Pág 124 5. RESUMEN Las motivaciones del hambre y la sed no siempre están sujetas únicamente a estímulos y respuestas reflejas y automáticas, sino que pueden influir en ellas otros factores. Claude Ber- nard divide las motivaciones en homeostáticas o primarias y no homeostáticas o secundarias, siendo estas últimas más dependientes de un control cortical y sujetas también a es- tímulos medioambientales. La motivación del hambre posee dos tipos de factores, pe- riféricos y centrales. Entre los primeros destacan, p. ej., la composición de la sangre y la dieta. Los factores centrales radican en el hipotálamo, pese a que no se ha podido de- terminar la existencia de un único centro regulador de la saciedad, pese a que las experiencias apuntan a la amígdala límbica como centro si no único, muy importante. Respecto a los neurotransmisores bioquímicos, para Grossman los más importantes son las catecolaminas. La sed posee unos factores muy relacionados con los del hambre, pero su acción está más ligada a la sangre, a causa de su estado líquido, en lo que radica la importancia de los osmorreceptores, que se activan cuando se produce un au- mento de la presión osmótica, produciendo la sensación de sed. Otro factor importante es la hormona antidiurética, que regula la micción aumentándola o disminuyéndola según el exceso o falta de agua. AUXILIAR DE PSIQUIATRÍA

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