El encuentro de las mujeres con el Resucitado PDF
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Summary
The document presents a historical analysis of the encounters of women with the resurrected Jesus. It discusses the different accounts from the Gospels and the significance of women as witnesses. The presentation suggests that women's accounts are essential and impactful to the understanding of the resurrection of Jesus.
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El encuentro de las mujeres con el Resucitado Las mujeres ven, escuchan, anuncian Ven, escuchan y anuncian En una hermenéutica feminista actualizada, Francisco hace tres afirmaciones sobre la actitud de las mujeres en el encuentro con el Resucitado, antes Crucificado: “ven, escuchar...
El encuentro de las mujeres con el Resucitado Las mujeres ven, escuchan, anuncian Ven, escuchan y anuncian En una hermenéutica feminista actualizada, Francisco hace tres afirmaciones sobre la actitud de las mujeres en el encuentro con el Resucitado, antes Crucificado: “ven, escuchar, anuncian”. “Las mujeres ven. El primer anuncio de la Resurrección no se presenta como una fórmula que hay que comprender, sino como un signo que hay que contemplar”. No está aquí! “Las mujeres -continúa el Papa- escuchan. Cada vez que creemos saber todo sobre Dios, que lo podemos encasillar en nuestros esquemas, repitámonos a nosotros mismos: ¡no está aquí! Cuando lo buscamos solo en la emoción pasajera o en el momento de la necesidad, para después hacerlo a un lado y olvidarnos de Él en las situaciones y en las decisiones concretas de cada día, repitámonos: ¡no está aquí! Y cuando pensamos que lo hemos aprisionado en nuestras palabras, fórmulas y costumbres, pero nos olvidamos de buscarlo en los rincones más oscuros de la vida, donde hay alguien que llora, lucha, sufre y espera, repitámonos: ¡no está aquí! No tengamos miedo de buscarlo también en el rostro de los hermanos, en la historia del que espera y del que sueña, en el dolor del que llora y sufre: ¡Dios está allí!” La luz de resurrección En tercer lugar, “las mujeres anuncian. La luz de la Resurrección no quiere retener a las mujeres en el éxtasis de un gozo personal, no tolera actitudes sedentarias, sino que genera discípulos misioneros [y discípulas misioneras] que regresa del sepulcro y llevan a todos el Evangelio del Resucitado”. María Magdalena, primera testiga del Resucitado Las distintas tradiciones evangélicas coinciden en presentar a las mujeres como las primeras personas que se encontraron con el Resucitado. Los sinópticos narran esta experiencia con distintos matices a cuál más ricos. Según Mateo, cuando las mujeres visitan el sepulcro el primer día de la semana, un ángel les comunica que el Crucificado ha resucitado y les pide que vayan a anunciar la noticia a los discípulos (Mt 28,2-8). Inmediatamente después es Jesús Resucitado quien les sale al encuentro y les hace la misma petición: "No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán" (Mt 28, 9- 10). El miedo es lo primero que hay que vencer cuando se trata de anunciar una noticia que trastoca y subvierte el orden establecido- El matiz de Marcos es que el ángel manda a las mujeres que lo comuniquen "a sus discípulos y a Pedro" (Mc 16,7). Tradiciones divergentes coinciden en presentar a María Magdalena como la primera testigo del Resucitado. Parece tratarse de una tradición muy antigua. El "final de Marcos" (Mc 16, 9-20) - añadido tardío al evangelio- afirma que Jesús "se apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios" (Mc 16,9). Es ella la que transmite la noticia a los discípulos que habían compartido su vida con él (Mc 16,10). La reacción de éstos ante el anuncio de María Magdalena es de incredulidad. El testimonio de las mujeres carecía de valor La reacción es de entonces. ¡Cuánto más en un asunto de tanta trascendencia! incredulidad Busca al único objeto de su amor El Evangelio de Juan también presenta la aparición de Jesús a María Magdalena como la primera. La principal discípula y seguidora de Jesús se convierte en la persona que se encuentra con el Resucitado antes que los propios discípulos varones. El primer dato a tener en cuenta en este relato es que, al hallar el sepulcro vacío, Pedro y Juan se retiran, mientras que María Magdalena, según un sermón francés del siglo XVIII descubierto por el poeta Rainer María Rilke en 1911, "busca por doquier a su único, al único objeto de su amor, al único e inalterable apoyo de su corazón exánime" Una comunicación vital entre el maestro y la discípula En ese encuentro hay una tonalidad íntima que no aparece en el evangelio de Marcos. Jesús llama a María por su nombre. Ella lo reconoce al instante y le llama "Rabbonní", que es la forma de dirigirse los discípulos más cercanos al maestro (Jn 20,16-17). Pero ahí no termina todo. Por indicación de Jesús, María comunica a los discípulos su experiencia del Resucitado: "He visto a Jesús" (Jn 20,18). Ella cumplió las tres condiciones para ser admitida en el grupo apostólico: haber seguido a Jesús desde Galilea (Lc 8, 2-3); haber visto a Jesús resucitado (Jn 20,18); haber sido enviada por él a anunciar la resurrección a sus hermanos (Jn 20,17). "He visto a Jesús" Apostola apostolorum Hipólito de Roma le reconoce la condición de apostola apostolorum. Gregorio Magno la llama "nueva Eva" en cuanto anuncia la vida. León Magno la califica de persona Ecclesiae gerens. Ellas fueron testigos Sin el testimonio de las mujeres quizá hoy no habría Iglesia cristiana. ¿Quién podría narrar en las primeras asambleas eucarísticas las experiencias de la muerte y de la resurrección de Jesús, sino las mujeres, sus principales testigos? Ellas fueron testigos de cómo una víctima era rehabilitada y el Crucificado vence a la muerte por la fuerza del Dios de la vida.