Módulo I: Introducción al MICRMLR PDF

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This document provides an introduction to the MICRMLR, highlighting key figures and events, specifically focusing on Henry Dunant's experiences and the Battle of Solferino. It discusses the creation of the first Red Cross societies and the importance of humanitarian efforts.

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Modulo IIntroducción al MICRMLR CONTENIDOS Biografía de Henry Dunant Batalla de solferino Recuerdo de Solferino Componentes del movimiento Sociedad nacional de la...

Modulo IIntroducción al MICRMLR CONTENIDOS Biografía de Henry Dunant Batalla de solferino Recuerdo de Solferino Componentes del movimiento Sociedad nacional de la Cruz Roja Los cuatro Convenios Los principios fundamentales Acuerdo de Sevilla Ley de protección al nombre y uso del emblema de la CR en Venezuela Código de Conducta de la Cruz Roja Venezolana Estatutos de la Cruz Roja Acceso mas seguro Biografía de Henry Dunant Nacido el 08 de mayo de 1828 y criado en Ginebra, Henry Dunant creció en una familia cristiana, por no decir calvinista. La familia Dunant formaba parte del denominado "Réveil" (el "Despertar"), un movimiento que se proponía restablecer el protestantismo puro. Sus padres enfatizaban el valor del trabajo social, según el ejemplo de su padre que era muy activo ayudando a huérfanos y presos liberados, mientras que su madre trabajaba con los enfermos y los pobres. Muy influyente en la formación del joven Dunant resultó una visita a Toulon donde vio el sufrimiento de los presos. En 1853, Dunant visitó Argelia, Túnez y Sicilia, por encargo de una compañía dedicada a las «Colonias de Sétif» (Compagnie genevoise des Colonies de Sétif). A pesar de su escasa experiencia, cumplió con éxito su misión. Inspirado por el viaje, escribió su primer libro con el título Relato de la Regencia en Túnez (Notice sur la Régence de Tunis), publicado en 1858. En 1856, creó un negocio para actuar en las colonias extranjeras, y después, habiendo recibido una concesión de tierras en la Argelia ocupada por los franceses, una compañía de cultivo y comercio del maíz llamada «Compañía financiera e industrial de los Molinos de Mons-Djémila» (Société financière et industrielle des Moulins des Mons-Djémila). Sin embargo, la tierra y los derechos sobre el agua no se asignaron claramente, y las autoridades coloniales no cooperaron mucho. Como resultado, Dunant decidió apelar directamente al emperador francés Napoleón III, que estaba con su ejército en Lombardía en aquella época. Francia estaba luchando junto al Piamonte-Cerdeña contra Austria, que ocupaba gran parte de Italia. Los cuarteles de Napoleón estaban ubicados en la pequeña ciudad de Solferino. Dunant había escrito un libro en alabanza a Napoleón III con la intención de presentárselo al emperador, y entonces viajó a Solferino para encontrarse con él en persona. Batalla de solferino 24 de junio del año 1859 en Solferino, un pequeño pueblo situado en Italia. A un lado: el ejército austriaco de Francisco José I (alrededor de 100.000 hombres); al otro, los ejércitos de Napoleón III de Francia y del Reino de Cerdeña comandados por Víctor Manuel II (en torno a los 118.600 hombres). Un episodio decisivo de la lucha por la unidad italiana que dejaría, tras 9 horas de batalla, más de 6.000 muertos y más de 40.000 heridos en el campo de batalla. Fue el escenario con el que se encontró Henry Dunant de una forma totalmente inesperada. Dunant, un comerciante de origen suizo que quería hablar con el emperador francés Napoleón III (debido a un problema con la concesión de unas tierras) se topó con la batalla sin pretenderlo. Cuando contempló con sus propios ojos lo que estaba sucediendo, dejó de lado sus propósitos iniciales, abrumado y conmovido por los horrores de la guerra, y decidió actuar. La situación era insostenible. Los servicios sanitarios de los ejércitos resultaban insuficientes; los medios de transporte, inexistentes; y las cajas de vendas habían sido abandonadas en la retaguardia. Bajo el lema Tutti fratelli (todos hermanos), Dunant no dudó en ayudar a todas las personas heridas sin distinción de bandos. Para ello, el comerciante suizo organizó a la población civil (y especialmente a las mujeres y chicas jóvenes) con el fin de proporcionar asistencia a soldados heridos, mutilados y enfermos. Recuerdo de solferino Más tarde, de regreso a su Ginebra natal, Dunant escribiría un libro sobre las experiencias vividas en el pueblo italiano. Impresionado por este hecho en 1862 plasmó sus impresiones en el libro "Recuerdo de Solferino", en el que concibe la idea de crear sociedades de socorro en tiempo de paz "cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente cualificados para el trabajo". Un souvenir de Solferino se publicó en 1862 con una tirada de 16.000 copias y se imprimió a costa del propio Dunant. Dunant corrió con los gastos de la primera impresión de Recuerdo de Solferino y en noviembre de 1862 apareció la primera edición. La reacción que provocó el libro fue impresionante. El éxito arrollador de la obra dejó anonadado a Dunant. Recuerdo de Solferino fue la chispa que encendió la llamarada de entusiasmo y los esfuerzos que conducirían a la fundación de la Cruz Roja. El 23 de octubre de 1863, se reunió la primera conferencia de Ginebra, el propio Dunant quedó impresionado por la numerosa asistencia. A pesar de cierta resistencia, Dunant ganó la partida de la neutralidad de los servicios sanitarios y se adoptó la recomendación de que fueran reconocidos como neutrales las ambulancias, los médicos y sus asistentes, así como los habitantes del país que prestaran socorro a los heridos. Todos los países adoptarían un emblema universal, una cruz roja sobre fondo blanco que figuraría en ambulancias, hospitales militares, y como distintivo en la ropa del personal sanitario. Esta simple idea de Dunant puede parecer muy obvia, pero la verdad, es que antes de él nadie había encontrado la solución para evitar que se disparase, en el fragor de la batalla, sobre los miembros del servicio de sanidad. (Bugnion F. El emblema de la Cruz Roja. Reseña Histórica. CICR, Ginebra, 1977). Componentes del Movimiento El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está integrado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las Sociedades Nacionales y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Todos los componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (el Movimiento) se guían por los siete Principios Fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. Del mismo modo, todas las actividades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tienen un objetivo central: ayudar sin discriminación a quienes sufren y contribuir así a la paz en el mundo. El Comité Internacional de la Cruz Roja Es una organización imparcial, neutral e independiente cuya misión exclusivamente humanitaria es proteger la vida y la dignidad de las víctimas de la guerra y de la violencia interna y prestarles asistencia. Dirige y coordina en situaciones de conflicto las actividades internacionales de socorro que lleva a cabo el Movimiento. También se esfuerza por prevenir el sufrimiento mediante la promoción y el fortalecimiento del derecho humanitario y los principios humanitarios universales. Creado en 1863, el CICR es el origen del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja La Federación trabaja sobre la base de los Principios del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para inspirar, facilitar y promover todas las actividades humanitarias que llevan a cabo sus Sociedades Nacionales miembros para mejorar la situación de las personas más vulnerables. Fundada en 1919, la Federación dirige y coordina la asistencia internacional del Movimiento a las víctimas de desastres naturales y tecnológicos, a los refugiados y en situaciones de emergencia sanitaria. Actúa como representante oficial de sus Sociedades miembros en el ámbito internacional. Promueve la cooperación entre las Sociedades Nacionales y trabaja para fortalecer su capacidad para llevar a cabo programas sociales, sanitarios y de preparación para desastres eficaces. Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (191) Las Sociedades Nacionales forman las unidades básicas y constituyen una fuerza vital del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en casi todos los países. Las Sociedades Nacionales actúan como auxiliares de las autoridades públicas de sus propios países en el ámbito humanitario y prestan una serie de servicios, entre ellos socorro en caso de catástrofe y programas sanitarios y sociales. En tiempos de guerra, las Sociedades Nacionales ayudan a la población civil afectada y apoyan a los servicios médicos del ejército cuando es necesario. Sociedad Venezolana de la Cruz Roja El 30 de enero de 1895 se establece la Sociedad Venezolana de la Cruz Roja, en el marco de los actos del primer centenario del nacimiento del Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, quien fue el héroe de la independencia venezolana que más se preocupó por humanizar la guerra. Su creación se debió al deseo de que se cumplieran en nuestro país las previsiones establecidas en la Convención Internacional de Ginebra, reunida en 1864, en la cual se acordaron medidas especiales para la atención de los heridos en guerra y la protección de los cuerpos de socorro. Venezuela se sumó a este acuerdo por decreto del Congreso Nacional y por declaración del Ejecutivo Federal, fechado el 9 de junio de 1894. Estructura de la Cruz Roja Venezolana Junta de gobierno (Gobernanza) Comisión de ética Dirección general (07 directores) Representantes regionales (05 representantes) o 1era (sur). o 2da: oriental-pariana. o 3era: centro-llanos. o 4ta: baranino occidental o 5ta: andina-piedemonte Representante de la junta de gobierno local Directores de programas. junta de gobierno comision de etica direccion directores representantes general nacionales regionales Junta directiva local gerencia directores de jefes de general programas departamentos Personal de la sociedad nacional Los cuatro convenios Los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales son tratados internacionales que contienen las normas más importantes para limitar las brutalidades de la guerra. Protegen a quienes no participan en los enfrentamientos (personas civiles, médicos, trabajadores humanitarios) y a quienes ya no pueden participar (soldados heridos, enfermos y náufragos, prisioneros de guerra). Los cuatro Convenios de Ginebra regulan: Convenio I, vela por la protección de los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña terrestre. (1863) Convenio II, protege a los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar. (ratificado en 1949) Convenio III, establece las normas de protección para los prisioneros de guerra. (ratificado en 1949) Convenio IV, vela por la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. (aprobado en 1949) Los protocolos adicionales son instrumentos que en 1977 entran a reforzar los Convenios de Ginebra en temas de protección que se confiere a las víctimas de los conflictos internacionales y de los conflictos no internacionales. En 2005, se aprobó un tercer Protocolo Adicional, que establece un emblema en adición a los ya establecidos, el cristal rojo, que tiene el mismo estatuto internacional que los emblemas de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: 1977 protocolo adicional I- conflictos internacionales. 1977 protocolo adicional II- conflictos no internacionales. 2005 protocolo adicional III- emblema distintivo adicional. Los principios fundamentales 1. Humanidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos. 2. Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes. 3. Neutralidad: Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico. 4. Independencia: El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento. 5. Voluntariado: Es un movimiento de socorro, es voluntario y de carácter desinteresado. 6. Unidad: En cada país solo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio. 7. Universalidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal. Ley de protección al nombre y uso del emblema El Movimiento tiene tres emblemas reconocidos mundialmente: la Cruz Roja, la Media Luna Roja y el Cristal Rojo. Son símbolos de asistencia en tiempos de conflicto y desastre. Nuestros emblemas tienen reconocimiento mundial en el derecho nacional e internacional de conformidad con los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales. Estos son los tratados internacionales que contienen las reglas más importantes que limitan la barbarie de la guerra. Los emblemas de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se remontan al siglo XIX. Aunque ninguno de los emblemas tiene ninguna asociación religiosa, creamos el emblema de Cristal Rojo en 2005 para los estados que desean evitar cualquier percepción de significado religioso. El Movimiento trabaja en conjunto para proteger estos emblemas contra el uso indebido y el abuso. Es esencial que permanezcan indiscutibles como símbolos de asistencia neutral e independiente en todo momento, garantizando la protección en tiempos de conflicto y desastre. Los gobiernos también han aceptado la obligación de prevenir su uso indebido y abuso, que en muchos países puede dar lugar a un enjuiciamiento. Los emblemas se utilizan principalmente con dos fines: existe un uso con fines de protección y otro con fines indicativos. En primer lugar, los emblemas son una señal visible durante un conflicto armado que representa la protección que confiere el derecho internacional al personal médico y al equipamiento y los edificios sanitarios de las fuerzas armadas. Esa protección se extiende a ciertas organizaciones humanitarias que trabajan junto al personal militar con el fin de aliviar el sufrimiento de los heridos, los prisioneros y las personas civiles atrapadas en el conflicto. Esto es lo que se denomina “uso protector”. En segundo lugar, se permite que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en todo el mundo utilicen los emblemas para identificarse como parte de una red mundial conocida como el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Esto es lo que se denomina “uso indicativo”. Acuerdo de Sevilla 1. El CICR actuará como organismo director, de conformidad con el artículo 4 del presente Acuerdo, en las situaciones de conflictos armados internacionales y no internacionales, de disturbios internos y de sus consecuencias directas, (conflictos armados concomitantes de catástrofes naturales o tecnológicas). 2. La Federación actuará como organismo director en las situaciones especificadas (catástrofes naturales o tecnológicas y otras situaciones de urgencia y de desastre en tiempo de paz que requieran recursos superiores a los de la Sociedad Nacional operante). 3. Una Sociedad Nacional podrá asumir las funciones de organismo director que sean necesarias para la coordinación de la asistencia internacional de socorro dentro de su país, previo asenso, según el caso del CICR o de la Federación, tal como se estipula en el párrafo 3 del artículo 3 de los Estatutos del Movimiento. 4. Si se produce una catástrofe natural o tecnológica en una situación de conflicto en la que ya intervenga el CICR, éste invitará a la Federación a aportar el asesoramiento técnico adicional, adecuado para facilitar las actividades de socorro. 5. Si estalla un conflicto armado o disturbios internos en una situación en que la Federación esté desplegando actividades de socorro, se aplicarán las disposiciones de transición. Estatutos de la Cruz Roja Venezolana 1. Proceso de Reestructuración: Es crucial comunicar la necesidad de revisar y actualizar los estatutos de la Cruz Roja Venezolana para cumplir con decisiones anteriores de la Federación y la Junta de Gobierno. Los miembros deben entender la importancia de este proceso para alinear la institución con los Principios Fundamentales y garantizar su legitimidad. 2. Unidad y Legitimidad: Se debe enfatizar la importancia de la unidad de la institución y el respeto a las decisiones tomadas para mantener la cohesión y la eficacia. Es esencial informar sobre las disposiciones para la cesación de miembros en cargos de gobierno que no se legitimen, así como la disolución de asociaciones que pongan en riesgo la unidad de la organización. 3. Responsabilidades y Compromisos: Los miembros deben conocer sus responsabilidades, como mantener la integridad personal, respetar los principios humanitarios, y garantizar la austeridad en la administración de recursos. Es vital resaltar la importancia de proteger a la población afectada, mantener la confidencialidad de la información y preservar la documentación e integridad institucional. Para que el personal pueda desempeñar efectivamente sus funciones en la Cruz Roja Venezolana, es crucial que estén familiarizados con los siguientes aspectos clave según los Estatutos de la institución: a. Normativa del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: Es fundamental que el personal en funciones gubernativas y de dirección conozca y cumpla estrictamente con la normativa que rige el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, así como el Código de Conducta. Esto incluye el compromiso de evitar conflictos de interés, actuar de manera ética y respetuosa, y mantener relaciones adecuadas con todos los miembros de la institución. b. Responsabilidades y deberes específicos: El personal debe comprender sus responsabilidades específicas, como otorgar condecoraciones, suscribir compromisos económicos, presentar informes de gestión, convocar reuniones, nombrar al Director General, designar integrantes de unidades operativas, entre otros. Es esencial que estén al tanto de las funciones que les competen y actúen en concordancia con los lineamientos establecidos. c. Estructura jerárquica y cumplimiento de instrucciones: En el ejercicio de sus funciones, cada órgano de gobierno y cargo directivo debe ajustar su actuación a los criterios e instrucciones dictadas por los órganos superiores de la institución. Es importante que el personal comprenda la estructura jerárquica y se ajuste a las directrices de los órganos superiores para garantizar una gestión coherente y eficaz. Las responsabilidades de todo el personal de la institución, según los Estatutos de la Cruz Roja Venezolana, incluyen: Adherirse a los Principios Fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que incluyen Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad. Respetar los principios de buena fe y dedicación a la Misión Humanitaria, sin comprometer la imparcialidad, neutralidad e independencia en el ejercicio de sus funciones. Mantener en reserva la información a la que tengan acceso en razón de su relación con la institución, especialmente aquella relacionada con la materia militar o con los diversos componentes de la Fuerza Armada Nacional. Privilegiar la protección de la población afectada por epidemias, pandemias o eventos catastróficos, brindando asistencia a los desplazados por cualquier tipo de conflicto y apoyando a los sectores vulnerables de la sociedad. Ejercer austeridad en la administración de los recursos de la institución, protegiendo los bienes materiales e intangibles que conforman su patrimonio. Garantizar la integridad, conservación y permanencia de los documentos y archivos de la institución, adaptando los sistemas informáticos a las nuevas tecnologías para optimizar la gestión mediante una adecuada toma de decisiones. Estas responsabilidades son fundamentales para que todo el personal de la institución contribuya de manera ética y comprometida a la labor humanitaria de la Cruz Roja Venezolana. Acceso más seguro El Marco para un acceso más seguro contiene un conjunto de acciones y medidas que una Sociedad Nacional puede emprender a fin de prepararse y actuar ante retos en circunstancias determinadas, y así reducir y mitigar los riesgos que pueda enfrentar en contextos delicados y de inseguridad, así como ganar la confianza y la aceptación de las personas y comunidades con necesidades humanitarias y de quienes tienen un control o una influencia en el acceso a ellas.

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