Ética en la vida militar PDF

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Este documento analiza la ética en la vida militar, incluyendo aspectos legales y normativos. Se presenta un marco conceptual sobre ética, así como la relación entre leyes, reglas y el código ético. El documento destaca la importancia de la conducta ética en el ámbito militar mexicano.

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107 Capítulo V La ética en la vida militar ¿Qué es la ética? Leyes, reglas y código ético La ética en la vida militar...

107 Capítulo V La ética en la vida militar ¿Qué es la ética? Leyes, reglas y código ético La ética en la vida militar Aspectos aplicados de la ética Conducta ética Figura Núm. 17 Jerarquía cognitiva del capítulo V 108 ADN Doctrinal En sentido estricto no existe una ética militar dado que la ética es una disciplina filosófica como la lógica o la estética, y por tratar aspectos generales como la justicia o el bien, no se inclina hacia alguna profesión en particular. Cuando en las academias o adiestramiento se menciona la ética militar, nos referimos en realidad a un modo más fácil y práctico de decir “ética profesional para militares”, o si se prefiere “deontología militar”. El personal militar, sin embargo, antes que como códigos de conducta deseables, reconocemos como deber o deberes los preceptos que norman nuestro actuar. Por ser de carácter imperativo, estos mandatos están redactados como normas de manera clara y objetiva en nuestra legislación militar, por tanto, están sujetos a una pena, sanción o correctivo disciplinario, conforme a la gravedad de su infracción como delitos o faltas. Ética militar equivale a decir ética profesional militar, con la particularidad de que nuestra profesión está orientada al bien común de la nación y no a la satisfacción de un particular. Por lo tanto, la ética militar exige el cumplimiento del deber hasta el sacrificio y de forma irrestricta, no sólo como una conducta deseable asentada en un trozo de papel.53 53 S.D.N. (2016), Pensamiento Militar Mexicano, México, p. 23. 109 Primera sección ¿Qué es la ética? 245. La ética es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y el deber. 246. A efecto de identificar su campo y naturaleza es necesario entender su origen. A. Aun cuando el derecho y la moral intervienen en la conducta de la raza humana, ambas regulaciones han de inspirarse en principios éticos, es decir, que la ética no sólo se ocupa de la moral, sino también del derecho; pues tanto uno como el otro, intervienen y constituyen funciones de la vida humana y entrañan conductas de valor, de valores jurídicos el primero y valores morales el segundo. B. Entre moral y derecho puede haber discrepancias, pero no existe contradicción; puesto que todo lo mandado o prohibido por el derecho en igual forma lo está para la moral, e inversamente; lo que prohíbe o manda la moral es respaldado por el derecho, en cuanto no se opone a que se cumplan los mandatos morales, ni faculta a que se actúe contrariamente a las prohibiciones, porque el valor justificante del derecho, se realiza en aras del perfeccionamiento social y el valor justificante de la moral se conduce en aras del perfeccionamiento del ser humano. 247. La ética tiene por objeto investigar el fenómeno de la moralidad, su esencia y raíces, su conexión con los bienes que la vida ofrece; es decir, sus posibilidades de realización. 248. Estudia el grupo de valores relacionados con lo bueno y lo justo, encontrados en la conducta humana y que exigen su realización. El deber ser, valores que determinan lo que debe y lo que no debe hacerse. 110 249. Se puede resumir el contenido general de la ética de la manera siguiente “…es una investigación sistemática de lo valioso en la vida, que permite dar a la conducta humana los fundamentos necesarios para su desenvolvimiento moral…”54 Segunda sección Leyes, reglas y código ético 250. La conducta ética que debe observar el personal militar se encuentra contenida en las leyes, reglamentos, circulares y disposiciones vigentes a la institución y también en todas aquellas costumbres, tradiciones y reglas no escritas que regulan los actos y orientan la conducta del personal militar, quienes al ingresar a las fuerzas armadas asumen un compromiso personal y voluntario para con sus acciones. 251. Los aspectos legales y normativos antes mencionados, en su nivel jerárquico más alto, están previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 252. Gran cantidad de las reglas específicas de conducta se ajustan a las que con mayor frecuencia están contenidas en la filosofía greco-romana y en el sistema ético judeocristiano; mismos que aportan elementos para las bases legales y normativas de la cultura y cuyos aspectos constituyen parte del código de conducta. 253. Al expresarse objetivamente los señalamientos morales, en la normatividad vigente, estos se vuelven prácticos y fáciles de aplicar y permiten la vinculación de los señalamientos morales con las leyes para generar una ética institucional. 254. En la generación de una ética institucional se utiliza como herramienta un código ético-profesional que se define como: un conjunto sistemático de principios, normas y reglas de conducta, establecidas por y para un grupo profesional y sirve como guía para cada integrante. 54 S.D.N. (2019), Manual de Mando Militar, México, p. 68. 111 255. En el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos el código ético-profesional corresponde con las definiciones de los valores militares, así como con lo contenido en artículos de la Ley de Disciplina del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y el Reglamento General de Deberes Militares. 256. El personal militar, como servidores públicos, cuenta con un código de ética establecido en el Código de Ética de la Administración Pública Federal.55 Tercera sección Aspectos aplicados de la ética 257. El mando de las unidades recibe cada día mayor atención, de igual forma el desempeño profesional del personal de Jefes y Oficiales en la administración de recursos humanos, económicos y materiales. Esta exigencia se expresa en el término ética profesional. 258. Dentro de la administración del recurso humano, el personal de comandantes se esfuerza por disponer de personal con un adiestramiento y disposición óptimos para cumplir con sus misiones; por lo que dedica un interés permanente en su trato justo y busca el bienestar general, incluyendo a las familias. 259. En estas condiciones cobra relevancia el criterio ético; mismo que permea toda la gama de actividades que en la profesión militar pueden encontrarse y que podría resumirse en el concepto de integridad absoluta. 260. Requisito indispensable para ejercer el criterio ético es contar con una buena capacidad axiológica, esto es, la capacidad para valorar siguiendo una correcta jerarquía de valores. 55 Diario Oficial de la Federación (2022), Código de Ética de la Administración Pública Federal, D.O.F., México. 112 261. La o el comandante debe apegarse en todos sus actos, a un código de ética profesional (se encuentre explícita o implícitamente dentro de sus normas y tradiciones) ya que representa la jerarquización de los valores institucionales y, al mismo tiempo, considera que es el ejemplo para la unidad y para el personal subordinado, ya que sus actos son vistos y juzgados permanentemente. 262. Un aspecto de vital importancia para la o el comandante es su personal, como la base primaria de utilización de los otros recursos; es el elemento crítico en toda organización. Por lo que bajo el empleo de las técnicas de mando y liderazgo militar y de un fuerte sentido ético, debe: A. Controlar, dirigir y orientar al personal de Soldados, Clases y Oficiales para buscar permanentemente su bienestar y lograr que alcancen su superación personal. B. Aceptar los problemas de las tropas bajo su mando, como propios (figura Núm. 18). Figura Núm. 18 Aspectos aplicados de la ética 113 Cuarta sección Conducta ética 263. La conducta ética requiere de integridad completa por parte de quienes conforman una unidad u organización militar, tanto en lo que se dice como en lo que se hace. 264. Cada militar, independientemente de su cargo y su jerarquía, debe ser firme con un fuerte profesionalismo, profundo sentido de responsabilidad, del deber, entrega auténtica y sincera a la institución y a su carrera. 265. La o el líder que acepte retos y tome riesgos, estableciendo para sí y su unidad altas normas de rendimiento puede superarse y mejorar a nuestras fuerzas armadas. 266. El tomar riesgos no afecta la ética de una persona; lo que podamos lograr en el transcurso de la carrera militar para alcanzar nuestras metas profesionales, lo determinará el aval de la propia integridad. 267. Todo lo anterior se resume en la práctica constante de los valores fundamentales para convertirlos en virtudes, las cuales incidirán en las actitudes manifiestas por el personal, tanto las personales, como las profesionales. 268. En la siguiente figura se resume el contenido del presente capítulo, como una ayuda didáctica para su mejor comprensión (figura Núm. 19). 114 Figura Núm. 19 La ética en la vida militar 115 “Que el olvido nunca se lleve a los héroes que nos dieron libertad, que se olvide la tiranía, las barreras que nos separan, las diferencias, pero que jamás se olviden a los héroes, su sangre corre en nuestras venas” Coronel Felipe Santiago Xicoténcatl Nació el 1 de mayo de 1806, en San Bernardino Contla, Tlax., en el seno de una familia de clase media. En 1846 se unió a la Guardia Nacional en el batallón de Tlaxcala; en 1843 defendió el puerto de El Rosario, Sin. Durante el inicio de la invasión estadounidense en 1846, tomó parte en la batalla de la Angostura donde fue herido. Por su lealtad y valentía demostrada, el 6 de julio de 1847 se nombró a Xicoténcatl jefe del batallón activo de San Blas, en donde llevó a cabo la defensa del Castillo de Chapultepec. En el amanecer del 12 de septiembre de 1847, comenzó el ataque estadounidense a Chapultepec. En la mañana del día siguiente, cuando la situación era ya muy complicada debido a que el invasor comenzaba a avanzar sobre las faldas del cerro, se le ordenó al Coronel Xicoténcatl que reforzara la defensa del Castillo. Esta orden fue acatada abnegadamente, no obstante que sabía que se marchaba a una muerte segura. 116 A paso veloz penetró al frente de su batallón en el bosque de Chapultepec, chocando de inmediato con el enemigo con el que entabló una lucha cuerpo a cuerpo, y tras una heroica pero inútil resistencia, debido a la superioridad numérica del enemigo, falta de municiones y al intento de retroceder de sus tropas, Xicoténcatl arengó a sus soldados lanzando su espada a una fosa de un obstáculo defensivo, ubicada en la falda del cerro de Chapultepec gritando: “…y ahí va mi resto...” Al momento que saltó a dicha fosa para intentar detener a los soldados estadounidenses, su tropa motivada por su valiente y heroico ejemplo lo siguió sin titubear. El Coronel Xicoténcatl perdió la vida ese mismo 13 de septiembre de 1847. El Coronel Santiago Xicoténcatl fue un hombre valiente que con abnegación y autoridad decisiva incitó a sus compañeros de armas para resistir en la batalla, impulsando al cumplimiento del deber, defendiendo la patria hasta el último aliento, por lo que es un claro ejemplo de coraje, entrega, valor y determinación heroica. 117 “…y en un gesto sublime de amor y de cariño bendice a los efebos que supieron morir, bañados por las ráfagas de luz esplendorosa que el ángel de la gloria enviara del cenit…” Himno del Heroico Colegio Militar Los Niños Héroes Los días 12 y 13 de septiembre de 1847, el ejército estadounidense entró a la capital de la República, realizando un asalto al Castillo de Chapultepec, último reducto de resistencia mexicana; lo defendían menos de mil hombres, entre los cuales había algunos cadetes del Colegio Militar. Durante dos días de bombardeo, las fuerzas invasoras atacaron el Castillo de Chapultepec. En desventaja el General Nicolás Bravo rindió su espada, pero no logró que se rindieran seis de sus jóvenes cadetes, los cuales prefirieron morir, antes de rendirse. Uno de ellos, con la bandera mexicana en los brazos, perdió la vida al arrojarse del muro, anteponiendo su valor y amor por la patria. Al ingresar los norteamericanos al Castillo, sólo unos cuantos soldados y cadetes permanecían en el edificio. Seis jóvenes murieron, enfrentando cuerpo a cuerpo al invasor, el Teniente Juan de la Barrera y los Alumnos Agustín Melgar, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Juan Escutia. 118 En defensa del Castillo de Chapultepec figuraron otros alumnos, además de soldados y civiles a quienes la historia debe honrar. Fueron heridos en el asalto el subteniente Pablo Banuet y los alumnos de fila Andrés Mellado, Hilario Pérez de León y Agustín Romero. Los demás cadetes salvaron la vida, aunque cayeron prisioneros junto con el Director del Colegio, profesores y empleados. Los Niños Héroes dieron una lección de orgullo, coraje y dignidad, al resguardar el Colegio Militar frente al asalto de tropas invasoras. Fue el Presidente Benito Juárez el primero en honrar oficialmente la gesta heroica de estos Niños, al decretar el 13 de septiembre día de luto nacional, en memoria de los cadetes que murieron en el Castillo de Chapultepec. Mediante decreto presidencial del 3 de marzo de 1884, se estableció que el Colegio Militar pasara lista de presentes a los Heroicos Cadetes caídos en los eventos de 1847. “…¡Patria!, ¡Patria!, tus hijos te juran Exhalar en tus aras su aliento Si el clarín con su bélico acento Los convoca a lidiar con valor…” 119 ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡A las armas muchachos, la Patria está en peligro! Comodoro Manuel Azueta Perillos Nació el 24 de diciembre de 1862, en Pueblo Viejo, Ver., muy cerca del Puerto de Tampico. Sus padres fueron doña Lina Perillos y el Coronel Manuel F. Azueta y Brito, quien perteneció al Ejército Liberal y sobresalió en la defensa de Pánuco contra las fuerzas del General conservador Miguel Miramón. Manuel Azueta ingresó al Colegio Militar el 5 de enero de 1878, que en ese entonces se encontraba ubicado en Chapultepec. Se distinguió por ser alumno brillante obteniendo premios, diplomas y menciones honoríficas. Se graduó como Guardiamarina el 28 de noviembre de 1882. Fue de los iniciadores de la moderna educación naval en nuestro país. Consiguió el establecimiento de una escuela exclusiva para la enseñanza naval y vio salir las primeras generaciones de marinos mexicanos que constituyeron las bases de la actual Armada. Participó también en la pacificación de los mayas rebeldes, donde su valerosa actuación le hizo acreedor a una condecoración por parte del gobierno de Yucatán. 120 El 17 de agosto 1904 fue designado Director de la Escuela Naval Militar, con lo que se convirtió en el segundo hombre en dirigir esta institución. Un mes después fue ascendido a Capitán de Navío. Se convirtió en profesor titular de la materia de Torpedos y Defensas Submarinas, que fue una de las asignaturas que impartió durante todo el tiempo en que prestó sus servicios en el plantel. La mañana del 21 de abril de 1914, a las 11:20 horas, inició la Heroica Defensa del Puerto de Veracruz; las tropas de Marinería de los Acorazados y de la Infantería de Marina norteamericanos desembarcaron en el Puerto y, el Capitán Azueta se puso al frente de la Escuela Naval Militar, acudiendo en su defensa ante la invasión extranjera. Junto con el Capitán de Fragata Rafael Carrión, Director del plantel, acordaron la defensa y el ataque a los invasores americanos. En la defensa de la Escuela Naval se encontraba también el Teniente José Azueta, hijo del Comodoro, que fue fatalmente herido por los tiradores norteamericanos que contaban con armamento moderno y de largo alcance. A pesar de la congoja que le provocaba saber que su hijo se encontraba al borde de la muerte, el Comodoro sacó fuerzas de flaqueza para continuar al pie como Jefe de la columna. La resistencia duró aproximadamente siete horas, a las 1900 horas se decidió la evacuación de la Escuela Naval y el traslado hacia la población veracruzana de Tejería. Sin duda, la participación espontánea del Comodoro Manuel Azueta fue decisiva en el desarrollo de los acontecimientos de 1914, durante los cuales dejó claro su alto espíritu patriota y el amor a la tierra que lo había visto nacer, aún a pesar de que hubo de sufrir el más alto costo que puede pagar un padre: la vida de su hijo. 121 Posteriormente se desempeñó en varios cargos en los que sobresale Magistrado del Supremo Tribunal Militar y Jefe del Departamento de Marina. El 1 de julio de 1919 se le concedió el retiro definitivo de la Armada. Después de los acontecimientos del 21 de abril de 1914, la salud del Comodoro Azueta se comenzó a deteriorar rápidamente; falleció el 20 de diciembre de 1928 en el puerto de Veracruz. Fue sepultado con los más altos honores de la ordenanza correspondiente, su cuerpo fue colocado en el sepulcro en el que se encontraba su hijo Luis Felipe José Azueta Abad. Actualmente, los restos del Comodoro Manuel Azueta Perillos, del Teniente Luis Felipe José Azueta Abad y del Cadete Virgilio C. Uribe Robles, descansan en el Monumento a los Héroes de Veracruz de 1914, ubicado en el malecón del puerto de Veracruz, dando frente a los muelles en donde iniciaron el desembarco las fuerzas norteamericanas en 1914. 122 Mi escuela y mi bandera las dos mi gloria son, daré mi vida entera por defenderlas de una invasión. Himno de la Heroica Escuela Naval Militar Cadete José Virgilio Uribe Robles Nació el día 28 de mayo de 1896 en la Ciudad de México. Sus padres fueron don Élfego Uribe y doña Soledad Robles. Virgilio realizó sus primeros estudios en la Escuela Nacional Primaria Comercial “Doctor Mora” de esa misma Ciudad; su infancia y juventud se desarrollaron en medio de los acontecimientos provocados por el porfiriato en México. Ingresó a la Escuela Naval Militar el 1 de septiembre de 1912, su vida se entrelazaba con la de otros jóvenes como Luis Felipe José Azueta Abad, hijo del Comodoro Manuel Azueta Perillos. En su corta estancia en el plantel naval demostró amplio interés y dedicación, obteniendo calificaciones satisfactorias en todas sus materias. Se distinguió por tener siempre una buena conducta y un excelente aprovechamiento en sus clases. 123 El 21 de abril de 1914 inició la Heroica Defensa del Puerto de Veracruz; las tropas de Marinería de los Acorazados y de la Infantería de Marina norteamericanos desembarcaron en el Puerto. El Cadete José Virgilio Uribe, junto con otros alumnos, se colocó en los balcones de la institución para repeler el ataque. Al lado de él se hallaban el Comodoro Manuel Azueta y el Teniente Mayor Modesto Sáenz que, a la orden de fuego, comenzaron a disparar en contra de los infantes norteamericanos que trataban de desembarcar una batería de ametralladoras en el malecón y los obligaron a retornar nuevamente a su transporte. El Cadete Uribe disparaba sin cesar, pero se agotaron sus municiones; en ese momento intentó cargar nuevamente el arma cuando de manera repentina una bala enemiga lo impactó en la parte superior de la cabeza, por lo que cayó al suelo mortalmente herido. Aproximadamente a las cinco de la tarde de ese fatal día, el fuego enemigo se interrumpió, lo que fue aprovechado para que dos elementos de la Cruz Roja trasladaran a Virgilio rumbo al Hospital de San Sebastián. Consta en el acta de defunción que el joven patriota murió a las 1730 horas, a consecuencia de las heridas producidas. Se expidieron tres condecoraciones de oro, plata y bronce, para premiar a los alumnos de la Escuela Naval y al personal de la Armada, al heroico alumno Virgilio Uribe se le ascendió a Teniente de la Armada y además figura con este empleo y con anotación en el primer lugar del Escalafón General de la Armada. 124 La Secretaría de Guerra y Marina giró instrucciones al Director de la Escuela Naval para que el alumno Virgilio Uribe encabezara, en lo sucesivo, las listas de revista del establecimiento, con la anotación de “haber sucumbido en defensa de la Patria en Veracruz, combatiendo contra los invasores norteamericanos”. 125 Capítulo VI La profesionalidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos Generalidades Aprender a conocer en la profesión militar Aprender a hacer en la profesión militar La profesionalidad La profesión del Ejército y militar Fuerza Aérea Aprender a ser en Mexicanos la profesión militar Aprender a convivir en la profesión militar La profesionalidad en el ejercicio del mando Figura Núm. 20 Jerarquía cognitiva del capítulo VI 126 ADN Doctrinal El ejercicio del liderazgo debe suponer un bien para las y los liderados, cuya voluntad colectiva cede, al seguir la voluntad de quien los guía para obtener, mantener o incrementar el bienestar común. La o el líder es históricamente un modelo que seguir; destaca en su desempeño y se convierte en guía convocando a la acción, en virtud de su visión perspectiva y prospectiva más claras. Cuando el liderazgo no es ético, por ejercerse en nombre del bienestar particular, deja de ser noble para convertirse en una forma vulgar de empoderamiento. El liderazgo militar es una acción individual, pero su razón de ser (fundamento) y su propósito (fin) son colectivos; si la o el líder ha destacado de entre los mejores, entonces su existencia implica un bien al personal subordinado. La o el líder militar toma decisiones éticas muchas veces al día, en cuyo veredicto va en riesgo su prestigio como justo, sabio y prudente o, todo lo contrario. El o la futura líder anticipadamente debe superar el miedo a tomar decisiones, a través del ejercicio constante del mando desde el inicio de su formación profesional militar. Por lo anterior, a medida que pasan los años, el ámbito intelectual debe prevalecer acercando paulatinamente a quien sea líder desde la acción operativa hacia lo propiamente contemplativo y filosófico de la doctrina militar.56 56 S.D.N. (2016), Pensamiento Militar Mexicano, México, p. 23. 127 Primera sección Generalidades 269. De acuerdo con Don Snider, las organizaciones existen con una finalidad debiendo mantener y coordinar acciones durante su existencia en condiciones de limitaciones presupuestales, por lo cual tienden a comportarse como entes burocráticos. Sin embargo, organizaciones específicas como cada una de las fuerzas armadas poseen características únicas que las diferencian de otras organizaciones, dando como resultado que las organizaciones militares son profundamente profesionales.57 Lo anterior se presenta en la siguiente figura de comparación entre profesión contra burocracia (figura Núm. 21). Comparación entre profesión contra burocracia. Aspecto Profesión Burocracia Experto, abstracto; No experto; aprendizaje Conocimiento requiere el aprendizaje rápido en el trabajo. permanente. Conocimiento aplicado Situaciones repetitivas, con discreción a nuevas trabajo realizado siguiendo Práctica situaciones por parte del procedimientos sistemáticos profesional de forma de operar y reglas individual. administrativas. Centrarse en la eficacia Centrarse en la eficiencia de Medida de práctica aplicada. recursos utilizados. Autonomía concedida con Supervisado de cerca; ética Cultura ética de autocontrol. gubernamental impuesta. Inversión prioritaria en Inversión prioritaria en: Inversiones profesionales nuevas tecnologías, equipos individuales. de cómputo y rutinas. Los individuos desarrollan Una visión del mundo es Crecimiento una cosmovisión irrelevante para la obra. profesional coherente. Intrínseco, altruista hacia Extrínseco, egoísmo: el Motivación el cliente; el trabajo es una trabajo es para beneficio vocación. personal. Figura Núm. 21 Comparación entre profesión contra burocracia 57 Snider, Don M. (2016), The Future of the Army Profession, E.U.A., pp. 52-53. 128 270. Se llama profesionalidad a la cualidad de una persona de ejercer su actividad con capacidad y aplicación relevantes, es decir, desempeñar un trabajo con pericia, aplicación, honradez y eficacia. 271. Una o un profesional es una persona que gusta de su trabajo, es celosa del mismo y tiene el orgullo de buscar cómo hacer las cosas de la mejor manera posible. 272. La actitud profesional comienza con la vocación, cuando una persona muestra inclinación por dedicarse a una determinada forma de vida o trabajo. Esa vocación es reforzada por la educación, generando competencias profesionales. 273. Las competencias profesionales son aquellas capacidades que tienen las personas para poner en práctica sus conocimientos y habilidades en el terreno laboral, es decir, todo aquello por lo que se les valora. 274. En función de dichas competencias, las organizaciones deben ubicar a cada persona en una plaza con funciones, responsabilidades y directrices específicas, donde esas personas, a su vez, tengan la facultad para llevarlas a cabo. 275. El proceso educativo que conduce la generación de competencias profesionales está sustentado en cuatro pilares, los cuales son: A. Aprender a conocer. a. Es un tipo de aprendizaje que, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos, permite comprender mejor las múltiples facetas del propio entorno, favorece el despertar de la curiosidad intelectual, estimula el sentido crítico y permite descifrar la realidad adquiriendo al mismo tiempo una autonomía de juicio. b. Es el aprender a comprender el mundo; desarrollar capacidades profesionales y es fundamental para establecer comunicación con los demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, conocer y descubrir. 129 B. Aprender a hacer. a. Está más estrechamente vinculado a la cuestión de la formación profesional. Ya no puede darse a la expresión “aprender a hacer” el significado simple que tenía cuando se trataba de preparar a alguien para una tarea material bien definida, haciendo hincapié en la fabricación de algo. b. Los aprendizajes deben evolucionar, ya no pueden considerarse mera transmisión de prácticas totalmente rutinarias, aunque estas conserven un valor formativo que no debemos desestimar. c. Para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, juicio y responsabilidad personal, se debe de formar una competencia que capacite a la persona para hacer frente a un gran número de situaciones y a trabajar en equipo. d. Aprender a conocer y aprender a hacer son en gran medida, indisociables. C. Aprender a ser. a. La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual y espiritualidad. b. Los seres humanos deben estar en condiciones de desarrollar un pensamiento autónomo, crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar de manera personal qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida. c. El pensamiento crítico se define como el juicio decidido y auto regulado, cuyo propósito es la interpretación, análisis, evaluación e inferencia, de un fenómeno. Este pensamiento es fundamental como instrumento de investigación; constituye una herramienta valiosa en la educación y vida personal. 130 d. El pensamiento crítico se considera de gran valor para todo líder militar dentro del proceso de toma de decisiones y solución de problemas. D. Aprender a convivir. Desarrolla la comprensión de las personas y la percepción de las formas de interdependencia para realizar proyectos comunes y preparar para tratar los conflictos; respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz, participando y cooperando con las demás personas en todas las actividades humanas. 276. Estos cuatro pilares del aprendizaje convergen, ya que hay entre ellos múltiples puntos de contacto y en su conjunto fundamentan el proceso educativo. 277. Otro fundamento de la generación de competencias profesionales es la deontología como parte de la ética que trata de los deberes y principios que rigen una actividad profesional. 278. La aplicación de la deontología suele resumirse en un código de ética, sea este implícito o explícito. En este caso se trata de una fundamentación que proviene de la comunidad de profesionales, más allá de los límites de la comunidad del ámbito educativo. Segunda sección La profesión militar 279. Es en la competencia profesional donde el personal militar encuentra el principal argumento de su profesionalidad. 280. Los cuatro pilares de la educación que fundamentan la composición de competencias profesionales son evaluados desde la deontología para cada profesión, de acuerdo con sus características específicas. En el caso de la profesión militar los cuatro aprendizajes se expresan de una manera particular. 131 Subsección (A) Aprender a conocer en la profesión militar 281. Nadie, cualquiera que sea su habilidad intelectual, cualidades de carácter o liderazgo, podría realizar sus funciones eficientemente sin un considerable adiestramiento y experiencia y solamente la persona que se entrega completamente a su tarea puede esperar el desarrollo de un considerable nivel de competencia profesional; involucra muchas habilidades intelectuales complejas, por lo que requiere del estudio y entrenamiento. 282. Por ejemplo, disparar un fusil es básicamente una habilidad mecánica; dirigir las operaciones de una compañía integrada con fusileros necesita de un diferente tipo de aprendizaje, el cual puede en parte provenir de manuales, otra parte de la práctica y una última de la experiencia de la o el instructor. 283. La exigencia intelectual de la ruta profesional militar demanda entregar un porcentaje del tiempo de servicios a educarse; esto refleja en alto grado la extrema complejidad de los conocimientos y destrezas requeridas; demanda también una elevada actitud profesional que es atendida por la vocación de este, lo cual conduce a un continuo proceso y desarrollo. 284. La posesión de una elevada actitud profesional común es un vínculo entre militares que subordina las diferencias entre las múltiples especialidades que convergen en las fuerzas armadas; este vínculo es parte importante del concepto de doctrina. 285. El dominio de la profesión militar requiere como base el conocimiento de una amplia cultura general. Adicionalmente, no se pueden desarrollar las habilidades de análisis, conocimiento profundo, imaginación y juicio, sin un adiestramiento concreto en áreas profesionales. 132 Subsección (B) Aprender a hacer en la profesión militar 286. Dentro del ambiente militar, el personal conduce actividades diferentes en la Institución, conforme a su arma o servicio, sin embargo, la especialidad focal del personal militar es resumida en la frase: La administración de la violencia. Debe recordarse que su actividad particular es la administración de la violencia, pero no el acto de violencia mismo. 287. La manifestación de la actividad particular de la o el militar está en la dirección, operación y control de una organización humana, cuya función primaria es la administración de la violencia, principalmente del personal que pertenece a las armas. 288. La administración de la violencia tiene una relación funcional con la ejecución de un combate exitoso por parte de una fuerza militar e incluye los trabajos siguientes: A. La organización, equipamiento y adiestramiento de tropas. B. El planeo de las actividades. C. La dirección de las operaciones dentro y fuera de combate. 289. Aun cuando la función primaria del personal militar se resume en la administración de la violencia; la dirección, operación y control de la organización requiere de ciertos grados de especialización en diferentes áreas. 290. Para evaluar la competencia técnica relativa a diferentes áreas de especialización, existen niveles de competencia profesional correspondientes a las armas y servicios, así como a los empleos que estos comprenden. En algunos casos estas competencias son análogas a las actividades profesionales en el medio civil. 133 Subsección (C) Aprender a ser en la profesión militar 291. El personal militar no actúa básicamente por incentivos económicos, tampoco se continúa en la profesión por factores de bienestar, no es militar de tiempo parcial, sino que mantiene deseos permanentes de perfeccionamiento y superación. 292. La conducta del personal militar es gobernada por un complejo sistema de leyes, reglamentos, usos, costumbres y tradiciones. 293. Tanto el marco normativo, como la vocación de superarse forman parte de la identidad militar. Identidad reforzada por el hecho de que entrar a este grupo está restringido a quienes se les ha proporcionado educación, adiestramiento y se les permite actuar como militares sólo a quienes muestran competencia profesional. 294. La línea que separa al personal militar de las y los civiles es públicamente simbolizada por el uniforme e insignias de su jerarquía. 295. Dentro de la profesión militar los niveles de competencia son distinguidos por una jerarquización de rangos en la organización que sigue las normas en la cadena de mando y administración. 296. La jerarquía militar implica y refleja el logro profesional del personal, medido en términos de experiencia, adiestramiento, habilidad y antigüedad. 297. El otorgamiento de las jerarquías se hace a través del sistema legal y normativo establecido por las autoridades correspondientes. 298. El personal de Generales, Jefes y Oficiales, conforme a su jerarquía, realiza cierto tipo de trabajos y funciones en virtud de su rango, especialidad y en atención a los aspectos legales. 134 299. El personal de Clases, considerando las jerarquías de sargentos, han recibido una educación profesional, desarrollando destrezas y habilidades que corresponden a los cargos y especialidades que se les asignan. 300. El personal de Cabos y Soldados no recibe una educación militar formal, se les proporciona únicamente el adiestramiento y técnicas necesarias en función de su responsabilidad; las y los Cabos, su vocación es un contrato, pero no una profesión. 301. Esta diferencia fundamental entre el personal de Generales, Jefes, Oficiales, Clases y Soldados refleja una división que es marcada en las instituciones militares de todo el mundo. No se trata de una división de la vocación, de la actitud de servicio, o de la identidad general del ser militar; se trata fundamentalmente de una división jerárquica sustentada en una diferente situación profesional, derivada de una educación y adiestramiento distintos. 302. Por lo anterior, el aprender a ser, dentro de las fuerzas armadas, implica un compromiso con la identidad como militares que incluye aspectos vocacionales comunes a todos los grados dentro de un marco normativo fundamentado en la disciplina y la jerarquía. Subsección (D) Aprender a convivir en la profesión militar 303. La sociedad tiene necesidad en su seguridad y el Estado es el directo responsable de proporcionarla, responsabilizando a sus fuerzas armadas por ella. 304. Para cumplir con la sociedad se emplea las competencias profesionales militares dirigiendo, manteniendo y orientando su seguridad nacional, en función de sus necesidades. Mientras otras profesiones relacionadas con la seguridad son en alguna forma reguladas por el Estado, la profesión militar es monopolizada por éste. 305. La conducta del personal militar es dirigida por los propósitos aprobados por la sociedad misma, a la que sirve a través de su agente político: el Estado. 135 306. La conducta del personal militar hacia el Estado es dirigida por un código explícito, expresado en leyes y reglamentos, siendo comparable a los cánones éticos de otras profesiones, también está contenido en la costumbre, en la tradición y en el espíritu de la profesión. 307. Legalmente, el derecho para practicar la profesión militar es limitado a las personas acreditadas y en el caso del personal de Generales, Jefes y Oficiales, a la posesión de su patente, misma que sirve para ejercer y en forma de título, como para cualquier otra profesión. 308. El mundo profesional del personal militar tiende a expandir sus actividades, en un dinamismo social cada vez más variado y distinto, interactuando con multiplicidad de actores, en escenarios interdependientes y complejos. 309. En la actualidad no existe organización aislada en virtud de las facilidades que ofrece la tecnología para la comunicación y acceso a la información más inmediatos. Por lo anterior, el aprender a convivir con el personal militar, hoy en día, está supeditado, al mismo tiempo, a la demanda de seguridad por parte de la sociedad, a través del marco normativo del Estado, e incluso, el marco normativo internacional y a la demanda de la sociedad de un acceso libre y directo a la información y a la comunicación. Tercera sección La profesionalidad en el ejercicio del mando 310. Existen razones importantes que hacen de la profesionalidad un factor importante en la vida militar. A. La responsabilidad de la defensa del país por ser parte del servicio público, siendo integrantes de las fuerzas armadas. B. La responsabilidad para con la institución debido a la jerarquía y puesto que desempeña. C. La responsabilidad de la toma de decisiones durante el cumplimiento de las misiones y el deber de cuidar de su personal. 136 311. Estos riesgos serán cuidadosamente evaluados en su planeamiento y ejecución, para cumplir con la tarea y que su unidad no sufra bajas innecesarias. 312. Las y los militares se adiestran para utilizar y emplear conocimientos y destrezas especiales que le han sido inculcadas a través de su vida profesional, con el fin de brindar un servicio esencial al país. 313. Por las características de la vida militar y sus responsabilidades inherentes, hay necesidad de desarrollar y mantener altas normas de conducta entre las y los militares. 314. Estas normas de conducta se aplican a las responsabilidades y relación del personal que integra el Instituto Armado con la población y la sociedad. 315. En la siguiente figura se resume el contenido del presente capítulo, como una ayuda didáctica para su mejor comprensión (figura Núm. 22). La profesionalidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos 137 Figura Núm.2220 FiguraNúm. La profesionalidad del Ejército La profesionalidad del Ejército y yFuerza Mexicanos AéreaMexicanos FuerzaAérea 138 “Muchas veces se idealizan los conflictos armados, pero eran contextos extremos de muerte, sufrimiento y dolor, y es en la guerra donde se cimbran los parámetros de género que existían” Gabriela Cano Amelia Robles Ávila “La Coronel Amelia” Nació el 3 de noviembre de 1889, en Guerrero, esta mujer afrodescendiente, rompió con los esquemas de la época, era inteligente y demostró iniciativa porque tuvo la oportunidad de estudiar la primaria, adquiriendo los conocimientos necesarios y recibir una buena educación católica. Cuando tenía 23 años, decidió con entusiasmo unirse a las fuerzas zapatistas, realizando por su confiabilidad tareas de mensajería, contrabando de armas, víveres y misiones especiales, participando en diversos combates con valentía, resistencia física y moral. Por su integridad, abnegación y lealtad fue reconocida como veterana y se le condecoró con el Mérito Revolucionario, también es considerada la primera persona cuyo cambio de identidad de género fue reconocido en México. Murió en 1984, luego de haber vivido una vida intensa en la que hizo pública su preferencia sexual y su cambio de género. Su incursión en la guerra fue parte de una aventura que la hizo sentir completamente libre. 139 Teniente Coronel Piloto Aviador Horacio Ruiz Gaviño “Pipiolo” Nació el 22 de mayo de 1893, en la Ciudad de México, su padre, Luis Eulalio Ruiz, se desempeñó como subsecretario de educación pública y de la academia nacional de medicina por seis años, su madre la Sra. Dolores Gaviño, dedicada al hogar y a sus hijos. Ruiz Gaviño estudió en la escuela de comercio y administración de México la carrera de contador. Su carrera militar inició en la escuela de ingenieros, a órdenes del General Felipe Ángeles y posteriormente comisionado por el Presidente Madero, para estudiar aviación en Nueva York, E.U.A. Por su conocimiento y valor se convirtió en uno de los cinco primeros aviadores militares mexicanos; obtuvo el título de Piloto Aviador ocupando un lugar especial, por su iniciativa, buen juicio, confiabilidad en la hazaña lograda el día que se llevó a cabo el primer correo aéreo en México, despegando de la estación de Hoyos, Hgo., con destino a la Ciudad de México. 140 La trascendencia de este hecho radica en las dificultades que poco a poco fue superando la aviación militar en México; la naciente industria aeronáutica obligó a los diseñadores a la búsqueda de innovaciones muy adelantadas en comparación con otros países; la altura a la que operaban los incipientes aviones en México era el factor que limitaba el rendimiento de los motores, cuya potencia, para ese entonces, era muy restringida. Ruiz Gaviño fue instructor de vuelo y director de la escuela nacional de aviación. Se desempeñó como consultor en la sección técnica de los establecimientos fabriles militares, donde también, como piloto en jefe, participó en vuelos de prueba para mejoras de rendimiento aeronáutico. Murió el 22 de abril de 1957, en la Ciudad de México, siendo inhumado en el panteón español. Horacio Ruíz Gaviño, se convirtió en un pilar fundamental para la historia del correo de México por su abnegación e iniciativa; al llevar a cabo esta gran hazaña será recordado por siempre por su determinación y valentía. 141 Comodoro Carlos Castillo Bretón Barrero Pionero de la aeronáutica naval Nació en Ciudad Victoria, Tamps., el 11 de marzo de 1897; en el puerto de Tampico estudió desde la primaria hasta el nivel superior donde demostró su sobresaliente desempeño académico. A este importante marino, siendo alumno de la Escuela Naval Militar, le tocó vivir los acontecimientos del 21 de abril de 1914, cuando las fuerzas de Infantería de Marina y Marinería norteamericanas desembarcaron en el puerto de Veracruz y mancillaron el suelo patrio al atacar al pueblo veracruzano. Por su valentía mostrada, patriotismo, lealtad y sentido del deber, las autoridades del gobierno federal le otorgaron a Carlos Castillo Bretón, junto con otro grupo de jóvenes cadetes, la Condecoración de Plata de la Segunda Intervención Norteamericana. El 21 de abril de 1925 ingresó a la Escuela Militar de Aplicación de Aeronáutica ubicada en Balbuena, Ciudad de México, donde cursó la carrera de piloto aviador. Por su preparación formó parte del pie veterano de la aeronáutica naval de la Marina de Guerra. 142 El 11 de diciembre de 1926 fue enviado a la Estación Naval de Hampton Roads, en los Estados Unidos de América, donde obtuvo el título de Piloto Aviador y fue galardonado con mención honorífica por su alto desempeño académico. A su regreso a México, participó a finales de 1927 en la defensa del país durante el movimiento rebelde en contra de Álvaro Obregón. Por este acontecimiento, se le otorgó mención honorífica especial, que fue publicada en las órdenes económicas del Departamento Aeronáutico y el Parque General de Aeronáutica. Su dedicación y disciplina fueron constantes, por tal motivo fue Director de la Escuela Militar de Aplicación Aeronáutica (hoy Escuela Militar de Aviación) del 16 de febrero de 1929 al 1 de abril de 1932, y ya como Capitán de Navío Piloto Aviador, formó parte del pie veterano del Cuerpo de Hidroaviones de la Armada Nacional. El 1 de abril de 1932 ascendió al grado de Comodoro Piloto Aviador y se le otorgó la Dirección de la Escuela Naval Militar, donde, debido a su preparación y experiencia en cuestiones aeronavales, tuvo importantes aportaciones que dieron origen a la creación del Primer Escuadrón Aeronaval de la Armada de México. El 29 de agosto de 1943, por decreto presidencial, se creó en la Ciudad de Veracruz la Escuela de Aviación Naval, que fue uno de los anhelos que ya no pudo presenciar el Comodoro Carlos Castillo Bretón Barrero. Su carrera fue sorpresivamente truncada a raíz de una enfermedad, falleciendo en Ciudad Victoria, Tamps., el 19 de septiembre de 1935. 143 Capítulo VII Características de mando y liderazgo militar Generalidades Integridad Conocimiento Valor Características Autoridad de mando y decisiva liderazgo militar Confiabilidad Descripción y Iniciativa sugerencias para desarrollar las Tacto características de mando y liderazgo Justicia militar Entusiasmo Porte Resistencia Abnegación Lealtad Juicio Figura Núm. 23 Jerarquía cognitiva del capítulo VII 144 ADN Doctrinal Por las características jerárquicas de las comunidades militares, la formación castrense está determinada verticalmente por la educación que ha sido planeada, destinada y sistematizada para sus líderes o comandantes. Doctum armorum o Doctor armorum es el nombre que los antiguos romanos emplearon para designar al militar capaz de transmitir los saberes castrenses a la siguiente generación, en virtud de su carácter, experiencia y estudio. La doctrina de cualquier institución, incluida la doctrina de las fuerzas armadas, es una cierta visión de mundo, un todo ordenado, que explica a sus integrantes las causas, medios y propósitos de su labor, al mismo tiempo que les genera sentido de pertenencia. En el ámbito militar, la filosofía educativa precisa la ruta profesional destinada para aquellos que en el futuro quedarán a cargo de la institución. Se trata de un ideal formativo que reúne cualidades intelectuales, físicas y ciertos rasgos de la personalidad y carácter, necesarios para conducir a las y los soldados. Por lo tanto, un adoctrinamiento riguroso para él y la futura líder, implica ejercitarse paulatinamente en el mando a su respectivo nivel. Estos ejercicios están respaldados por el autoconocimiento de sus virtudes y vicios.58 58 S.D.N. (2016), Pensamiento Militar Mexicano, México, p. 55. 145 Primera sección Generalidades 316. Las características del mando son cualidades de quien asume el cargo de comandante; actuando como valiosos auxiliares para ganar la confianza, respeto, obediencia voluntaria, así como la cooperación leal y desinteresada del personal subordinado. 317. Estas características deben ejercer una influencia total en la satisfacción de las necesidades de las mujeres y los hombres pertenecientes a la unidad, puesto que afectan de manera directa su comportamiento e inciden en el cumplimiento de la misión. 318. La o el comandante debe hacer una autoevaluación para identificar, de entre sus rasgos característicos, cuáles son fortalezas y cuáles debilidades; para así estar en condiciones de aplicar su mayor esfuerzo para desarrollar aquellos donde tenga debilidades y perfeccionar sus fortalezas. 319. El rendimiento exigido al personal de comandantes es el máximo; por lo que surge el cuestionamiento sobre qué aptitudes naturales y adquiridas debe poseer el personal designado para el mando, es decir, las características que identifican a una persona como líder. 320. Se pueden considerar dos atributos inherentes al mando y liderazgo militar: prudencia y sabiduría. La sabiduría no es el conocimiento enciclopédico; sino aquel conocimiento que otorga una diferencia de ingenio que permita el ejercicio de la audacia,59 sin perjuicio de la prudencia y que corresponde con la función de mandar. 321. En estudios realizados sobre la personalidad de comandantes de éxito reconocido; se identificaron y analizaron características determinadas que habían puesto de manifiesto, en relación con la selección de su estilo de mando y los efectos producidos en el personal subordinado de la unidad. 59 S.D.N. (2018), Manual de Operaciones Militares, México, p. 19. 146 322. Los enfoques iniciales de mando y liderazgo militar sugerían que las personas de una determinada ascendencia familiar y condición socioeconómica cumplían con el requisito fundamental para ejercer el mando; siendo la manifestación de esta forma de proceder el considerar a las y los oficiales por su simple investidura como líderes; por consiguiente, fue poca o nula la atención prestada a las personas que, en su calidad de individuos, integraban un grupo. 323. Actualmente, en los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos; el énfasis de mando y liderazgo militar radica en aquellas actitudes y aptitudes que favorecen la obtención de las metas, así como al mantenimiento y fortalecimiento de su cohesión como una gran fuerza; acentuando la relación del personal de comandantes con las tropas a su mando y actuando para obtener efectos duraderos, con la finalidad de cumplir con las misiones asignadas; es decir, la expresión auténtica de un liderazgo efectivo en el ejercicio del mando. 324. Aun cuando las características de mando y liderazgo militar son una guía para el desarrollo deseable y adecuado de la personalidad de quien ejerce el mando; es imprescindible tener presente que la misión de la unidad, la naturaleza del personal subordinado y la situación del momento tendrán un efecto determinante en la forma en que estas características sean evidenciadas. 325. Las características de mando y liderazgo militar son: (figura Núm. 24). A. Integridad. B. Conocimiento. C. Valor (físico y moral). D. Autoridad decisiva. E. Confiabilidad. F. Iniciativa. G. Tacto. 147 H. Justicia. I. Entusiasmo. J. Porte. K. Resistencia. L. Abnegación. M. Lealtad. N. Juicio. Figura Núm. 24 Características de mando y liderazgo militar 148 Segunda sección Descripción y sugerencias para desarrollar las características de mando y liderazgo militar Subsección (A) Integridad 326. La carrera militar exige una fuerte presencia de amor propio, dignidad, respeto a sí mismo y orgullo; por lo que impone solidez en los principios morales de veracidad y honestidad, los cuales describen la integridad. 327. El personal de comandantes debe hacer sentir su influencia, anteponiendo su imagen y ejemplo de moralidad y trayectoria impecable; lo que infunde confianza al personal subordinado para lograr admiración y respeto. 328. Debe evitar que la ambición, preferencias o intereses particulares influyan en sus juicios y en sus actos; asimismo, debe tener presente que sin una firme base moral no tendrá la autoridad para desempeñarse como comandante. 329. Firmes principios éticos y morales, un fuerte sentido de responsabilidad y capacidad de persuasión para lograr la obediencia por parte de su personal subordinado, sin coerción, son cualidades que existen en el liderazgo con autenticidad. 330. El ejercicio del mando implica asumir la responsabilidad. Entre mayor sea la responsabilidad también deberá serlo la muestra de honradez y correcto proceder de quien ejerza el mando; con la finalidad de preservar la confianza depositada en su ser, toda vez que en sus manos se encuentran las vidas de las tropas a su mando. 149 331. El personal de comandantes que demuestra no ser confiable, por tener una integridad precaria, es menospreciado por el personal a su mando y crea un clima de desconfianza en su unidad y en escalones superiores. 332. Otra forma en que el personal de comandantes manifiesta su integridad es en el grado de veracidad con que informa al escalón superior sobre asuntos del servicio; cuando se desvía de la estricta verdad puede poner en riesgo la seguridad del personal, de la información, de las operaciones y, en general, de toda actividad relacionada con su unidad, inclusive la vida del personal a su mando. 333. Para que el personal de comandantes desarrolle su integridad debe: A. Practicar consigo mismo la honestidad y la veracidad absoluta en todo momento. B. Ser veraz en sus declaraciones. C. Defender lo que cree que es correcto. D. Anteponer la honestidad, el sentido del deber y los principios éticos; cuando surja una situación que pueda comprometerle. Subsección (B) Conocimiento 334. Considerando que la actividad de mando es amplia y compleja y que le corresponde la mayor prudencia y sabiduría; un aspecto prioritario para el personal de comandantes son sus habilidades de meta-aprendizaje, las cuales se refieren a las acciones que una persona realiza para la adquisición de conocimientos, con la finalidad de efectuar una actividad con éxito; es decir, disponer de la mayor capacidad mental para resolver un problema o tomar una decisión. 150 335. El meta-aprendizaje está influido por cinco procesos psicológicos, la adecuada interacción de estos procesos facilita la resolución de problemas y toma de decisiones: A. Atención. B. Percepción. C. Memoria. D. Inteligencia. E. Imaginación. 336. A cada nivel de mando le corresponde poseer un grupo de competencias profesionales asociadas a los siguientes principios de organización: unidad de mando y delegación de autoridad; es decir, que sólo debe haber una persona titular en cada uno de los niveles de la cadena de mando y que la autoridad delegada a dicha persona debe estar acorde con las responsabilidades asignadas. 337. Cumplir como comandante, en cualquier nivel, significa la preparación profesional para el ejercicio del mando; preparación fundamentada en un conjunto de conocimientos técnico- profesionales que requieren del estudio constante y de la actualización permanente. 338. El repertorio de conocimientos técnico-profesionales incluye el dominio de los aspectos tácticos, técnicos, operativos y administrativos propios del dominio de la especialidad de cada militar. Significa ejercer una completa autoridad en las técnicas y habilidades relacionadas con su área de trabajo; a efecto de poder controlar a su personal subordinado para obtener eficiencia en su unidad. 151 339. Una persona cuya educación está concentrada en una sola materia, aunque sea experta en ella, no se considera con un conocimiento integral. La necesidad constante del personal del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de adaptarse a condiciones y situaciones cambiantes e inciertas hace imperativo que tenga un conocimiento cultural amplio y conozca las condiciones y particularidades geográficas, sociales, culturales, económicas y políticas de su entorno. 340. El personal militar debe disponer de un conocimiento cultural amplio en los fundamentos de las ciencias; de los acontecimientos científicos, culturales, educativos, sociales, geográficos, políticos, económicos y bélicos que correspondan al interés general; de los problemas mundiales, nacionales y locales; además de explorar los campos de la literatura, novela, teatro y cine; asimismo, conocer los rasgos más importantes de las culturas, tradiciones e historia de cada lugar. 341. Nada atrae más rápidamente la confianza y el respeto que demostrar que se tienen conocimientos. La persona que conoce su trabajo confía en sí misma y se gana la confianza de los demás. 342. El conocimiento empieza por reconocer aquello que ignoramos. Responder a algo que no sabemos, buscando ocultar esta falta de conocimiento, solo crea desprestigio. 343. Para desarrollar el conocimiento: A. Desarrollar el hábito de la lectura para ampliar la cultura personal. B. Crear y mantener una biblioteca pequeña de temas de interés general. C. Estudiar reglamentos, manuales, directivas y toda aquella literatura militar que le proporcionen una actualización de sus conocimientos. D. Leer libros y revistas militares para mantenerse al día en la profesión. 152 E. A través de la lectura del periódico y revistas, tratar de evaluar las noticias en forma imparcial y correctamente. F. Desarrollar el hábito de entablar conversaciones de materias diversas. G. Mantener la atención a temas de actualidad e investigar y profundizar en dichos temas, cuando no se comprendan. H. Evaluar el nivel de conocimiento propio con relación al que tienen otras personas, tanto aquellas que sean especialistas, como aquellas que no lo sean. Subsección (C) Valor 344. El valor se manifiesta mediante el despliegue de energía para vencer las dificultades. Es el control mental del temor. 345. La o el comandante debe disponer de esta cualidad para beneficiar a su unidad, a pesar de las dificultades posibles o imprevistas. 346. Existen dos tipos de amenazas que pueden causar temor: morales y físicas; por lo que pueden clasificarse dos valores: el valor moral y el valor físico. 347. Las amenazas morales incluyen las siguientes circunstancias: A. Desprecio social. B. Temor a: la crítica, ser diferente, recibir acusaciones por haber hecho algo malo, adoptar una posición contraria a la que tiene primacía y expresar sus propias opiniones. 153 348. El valor moral significa conocer y defender lo que es correcto, aún ante la desaprobación popular, también es el admitir errores o fallas. Incluye el hacer cumplir sus decisiones cuando está en la seguridad de hacer lo correcto. 349. Ante la amenaza de la crítica, el valor moral empieza por reconocer el temor generado por ésta y permite a la persona al mando no claudicar, ni doblegarse ante la adversidad. 350. El valor moral está compuesto de rectitud, veracidad y un gran sentido de responsabilidad. 351. El valor físico es lograr controlar el temor natural a las lesiones físicas y la muerte. 352. Si frente a los peligros se controla el temor, se desarrolla la serenidad y buen juicio para reaccionar adecuadamente; en caso contrario; pierde el sentido de la dirección y se incrementan las desventajas. 353. En todas las circunstancias, los seres humanos deben poseer un autocontrol que les permita aceptar responsabilidades y actuar en situaciones no usuales, exponiéndose a peligros o desafíos; lo que resulta en sobreponerse y tener fuerza de determinación. Lo anterior es esencial en el ejercicio del mando y liderazgo militar, para influir en el personal subalterno e infundirle confianza. 354. Para desarrollar el valor se recomienda hacer lo siguiente: A. Estudiar y conocer sus reacciones ante el temor y aprender a controlarlo por medio de la autodisciplina. B. Razonar en forma ordenada ante esas situaciones para obtener serenidad y juicio. C. Hablar en tono tranquilo y evaluar las verdaderas condiciones de peligro o adversidad. D. Obligarse a realizar ciertas tareas cotidianas, hasta vencer los temores. 154 E. Defender sus propios juicios, si se convence de estar en lo correcto. F. Buscar y aceptar de inmediato las responsabilidades. G. Aceptar la responsabilidad por sus errores. Subsección (D) Autoridad decisiva 355. Las y los comandantes deben ser capaces de tomar decisiones bien fundamentadas, con rapidez y expresadas en forma clara y enérgica. 356. La comprensión rápida de los hechos, en su real y justa medida, es una habilidad que se desarrolla por la práctica y experiencia. 357. La variedad de datos obtenidos por diversas fuentes, sus matices y alcances, deben ser analizados bajo una rápida, oportuna y certera percepción que permita la adopción de nuevas conductas que las circunstancias reclamen. 358. La capacidad de decisión de quien ejerce el mando, radica en seleccionar la solución que responda cabalmente al problema; previo acopio de datos y habiendo conducido un estudio sistemático y analítico de hechos, factores y circunstancias. 359. En muchas ocasiones se presentan buenas ideas por parte del personal subordinado y es importante promoverlas, cuando el tiempo y condiciones son apropiadas. 360. Para desarrollar la autoridad decisiva se recomienda: A. Ser firme y directo en sus acciones; no demorarse, es decir, “no andar con rodeos”. B. Enlazar la observación de los hechos, la toma de decisión y la expedición de órdenes. 155 C. Verificar las decisiones que se hayan tomado para determinar si fueron justas y oportunas. D. Analizar las decisiones tomadas por el personal subordinado y verificar si fueron las adecuadas. E. Ampliar el punto de vista propio, estudiando la perspectiva de otras personas. F. Aprovechar las experiencias de otras personas para aprender. Subsección (E) Confiabilidad 361. La confiabilidad es la certeza en el desempeño apropiado del mando en el cumplimiento de las obligaciones. 362. Puede expresarse como asumir la responsabilidad, con razonable seguridad de su persona y de su unidad; enfrentándose a los problemas y obstáculos con éxito. 363. Las y los comandantes, con alto sentido del deber, continuamente dedican sus mejores esfuerzos al logro de las más altas normas de ejecución. 364. Asimismo, son confiables cuando tienen un sentimiento de lealtad, entrega y responsabilidad hacia la misión, a sus superiores y subordinados. Saben de antemano que dependen de su honor, palabra y sentido de responsabilidad para ejecutar un trabajo o una acción. 365. La confiabilidad se demuestra en la puntualidad, meticulosidad, resistencia y valor de las tropas; al cumplir voluntaria y diligentemente los planes e intenciones de quien ejerce el mando. 156 366. Lo anterior no implica obediencia ciega y sumisa; es el resultado de una decisión en la que se tomaron en cuenta las sugerencias del personal subordinado; sin embargo, una vez dictada, se le debe prestar un apoyo completo y enérgico. 367. Otra forma de manifestar la confiabilidad es en el sacrificio de los intereses propios a favor del bienestar de su unidad y personal subordinado. 368. Para desarrollar la confiabilidad se sugiere: A. Seguir las órdenes al pie de la letra en intención y, de hecho. B. Desempeñar todas las tareas que se le asignen lo mejor posible. C. Ser exacta o exacto en los detalles. D. Formar el hábito de ser puntual. E. No inventar excusas. F. Prestar atención adecuada al bienestar general del personal y su unidad. Subsección (F) Iniciativa 369. La iniciativa es tomar acciones de mando a falta de órdenes o al carecer de lineamientos específicos. 370. La actividad de las y los comandantes requiere la adopción permanente de iniciativas y acciones para organizar, estimular y mantener un ritmo entre el personal integrante del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. 157 371. Es frecuente encontrar situaciones en las que la ausencia específica de órdenes, o del comandante, crea una suspensión en labores importantes. 372. Tal situación es corregible cuando se alimenta la iniciativa en el personal subordinado, asignándoles tareas que estén adecuadas a su jerarquía y nivel de experiencia. 373. Este método libera al personal de comandantes de una serie de detalles y le asegura la atención permanente de su personal subalterno, inclusive en sus ausencias. 374. La iniciativa, cuando se cimienta en el personal militar, produce sensación de seguridad; deseo de crear, idear y colaborar con quien ejerce el mando. Se expresa obligándolos no sólo a obedecer, sino a proponer y planear en su área; provocando el deseo de ejecutar un trabajo, condición que requerirá mínima vigilancia, puesto que incrementarán sus esfuerzos en hacerlo bien. Sin embargo, no se debe olvidar que la supervisión es básica. 375. Para la o el comandante implica pensar por adelantado y mantenerse delante del personal subordinado, facilitándole la realización de acciones futuras. 376. Cuando no desarrollan su iniciativa están tratando de evadir sus responsabilidades; su actuar es de descuido y apatía, puesto que viven al día; no planean para un futuro inmediato, y tampoco para otras actividades subsecuentes. 377. La falta de iniciativa, o aceptación pasiva de una situación, debido a falta de medios nunca se justifica. 378. El personal subordinado siente respeto y confianza por su comandante, ya que se enfrenta a nuevas e inesperadas situaciones con una pronta y adecuada acción. 379. El ingenio se encuentra estrechamente relacionado con la iniciativa; ya que este es la habilidad de manejar una situación con falta de medios y métodos ordinarios. 158 380. Para desarrollar la iniciativa: A. Mantenerse alerta mentalmente. B. Reconocer las tareas que necesitan ser hechas y realizarlas sin necesidad de que se le ordenen. C. Pensar anticipadamente. D. Planear sus actividades. Subsección (G) Tacto 381. El tacto es una habilidad para poder tratar con todas las personas haciéndose respetar y crear armonía, comprensión y consideraciones mutuas. 382. Es una de las cualidades del liderazgo más visibles, pues suele encontrarse en la mayoría de las mujeres y hombres reconocidos como líderes. 383. En el campo de las relaciones humanas se conceptualiza como la habilidad de decir y hacer lo correcto en el momento oportuno. Implica un conocimiento de la naturaleza humana y una consideración por los sentimientos del personal. 384. Es particularmente importante en aquellos contactos con el personal subordinado ya que alimenta el trato cortés en forma recíproca y para quien ejerce el mando es vital para atender al personal que acude en busca de ayuda. Con el tacto está íntimamente ligada la cortesía, que se muestra con palabras y acciones. 385. El practicar esta cualidad es difícil en momentos de tensión o al criticar la conducta de las tropas a su mando, entonces el tacto se convierte en un desafío. 159 386. Otro desafío consiste en una errónea interpretación de debilidad por parte del personal subordinado o de servilismo por parte de superiores jerárquicos. 387. A pesar de lo anterior, la práctica frecuente del tacto que se expresa con un actuar calmado, cortés y firme; recibe como respuesta la cooperación del personal militar y evita la generación de resentimientos. 388. La o el comandante debe recordar que la impartición de órdenes con tono y acción enérgicos no significa ser descortés con la gente a sus órdenes. 389. Para desarrollar el tacto es recomendable: A. Ser cortés y jovial. B. Tener consideración con las demás personas. C. Estudiar las acciones de las y los comandantes gentiles y con prestigio. D. Analizar los diferentes tipos de personalidad a efecto de tener un conocimiento de la naturaleza humana. E. Desarrollar el hábito de cooperar, en la intención y en los hechos. F. Analizar los límites de la tolerancia y tomar acciones prácticas. G. Tratar a las demás personas como usted desea que se le trate. 160 Subsección (H) Justicia 390. La justicia es la cualidad de ser imparcial en las situaciones que requieren un juicio. 391. La o el comandante confiere estímulos y escarmientos según los méritos de cada caso; sin prejuicios y sin ser influido por el enojo y otras emociones que no forman parte de los hechos. 392. Cada ocasión en que toma una decisión es una prueba de justicia observada por las tropas y superiores por igual. Un solo error por descuido puede destruir su reputación como una persona justa. 393. Debe definir para cada caso los requerimientos de justicia; con las condiciones de ser eficiente, firme, rápido, impersonal, consistente y equitativo. 394. Estos atributos significan que el mando brinda a cada persona lo que le corresponde de acuerdo con su juicio y apegado a la normatividad. 395. La falta de imparcialidad hacia una persona o grupos es uno de los aspectos que rápidamente afectan la moral de una organización. 396. Los casos que incluyan aspectos de disciplina deben ser considerados individualmente; aún en casos parecidos, no hay dos exactamente iguales; las personas, situaciones y circunstancias son peculiares en cada ocasión. 397. La o el comandante que sólo utiliza el castigo destruye la moral de la unidad y, en el caso de tener favoritismos, se presenta una situación destructiva de la moral, similar a la anterior. 161 398. Esta cualidad es la más difícil de obtener, pero es recomendable siempre: A. Ser imparcial y firme cuando se imponga un castigo. B. Juzgar los actos de indisciplina de manera personal. C. Analizar las propias actitudes mentales para determinar si se tienen prejuicios; de ser así, deshacerse de ellos. D. Ser imparcial. No mostrar favoritismo alguno. E. Tener honestidad de forma personal. F. Otorgar reconocimiento a las tropas dignas de elogio o recompensa. No dispensar solo castigos. Subsección (I) Entusiasmo 399. El entusiasmo es la demostración de interés genuino; acompañado de exuberancia en el desempeño de los deberes. 400. Denota la actitud jovial, optimista y gustosa de afrontar los retos de la profesión y decidirse a hacer el mejor trabajo posible. 401. Cuando se desarrolla esta actitud, ayuda a crear una buena unidad, ya que el entusiasmo es contagioso y coadyuva al éxito. 402. Para lograr que cada integrante ponga su máximo esfuerzo es necesario explicarles el ¿por qué? de las acciones tomadas por el mando. En esta forma se despierta el interés y entusiasmo para colaborar. 403. La o el comandante dispone de una fuerza de sugestión, a través de su entusiasmo, que hará fáciles y amenas la realización de las tareas del personal subalterno y asegura que las órdenes sean cumplidas de la mejor manera. 162 404. Para desarrollar el entusiasmo se debe: A. Comprender y tener confianza en el cumplimiento de la misión. B. Ser jovial y optimista. C. Explicar a cada integrante sus órdenes el ¿por qué? de los trabajos. D. Aprovechar al máximo el éxito; el entusiasmo es contagioso y nada lo desarrolla más que el éxito de la unidad o de quienes la integran. E. No caer en la monotonía; destinar un período cada día para librar su mente de asuntos oficiales y descansar. Subsección (J) Porte 405. El porte es la apariencia general y, relacionada a esta, el proceder y conducta observable de cada integrante de la institución, es decir, todos los aspectos exteriores de su carácter. Los cuales son determinantes en el grado de estimación y confianza que obtiene. 406. La actitud del personal subalterno dependerá en gran parte de la clase de impresión que les produzca su líder y esa impresión, a su vez, depende en gran medida de la forma visible en que se conduce. 407. La apariencia y porte deben reflejar interés, energía, competencia y confianza. A través de la voz y de los gestos se puede ejercer una influencia firme e impactante sobre quienes le rodean. 163 408. Si la o el comandante, con plena conciencia de los problemas y dificultades de una situación, no demuestra preocupación ni actúa como si lo estuviera; se convierte en un factor, como pocos, para el mantenimiento de la moral de cada integrante de la unidad. 409. La frecuente irritación, pérdida de la paciencia y vulgaridad al hablar indican una falta de autocontrol y de autodisciplina. 410. La o el comandante que no se puede controlar; no puede esperar el poder controlar a su personal cuando utiliza lenguaje inadecuado o habla despectivamente a quienes integran su unidad, especialmente al transmitir órdenes; corre el riesgo de crear fricción, resentimiento, discusiones e insubordinación. 411. En general, el personal muestra resistencia, si su comandante tiende a insultar y considera con frecuencia que el lenguaje sin moderación es una expresión de disgusto dirigida en su contra. 412. Evitar la condenación verbal de todo un grupo; ya que no existe unidad que merezca una llamada de atención o castigo general, por las acciones individuales de sus integrantes. 413. El resentimiento creado entre personal subalterno, al incluirse injustamente en acciones disciplinarias colectivas, hace de ésta una práctica poco recomendable. 414. Al igual que el lenguaje inadecuado, el sarcasmo y la ironía frecuentemente dejan al personal a su mando dudoso, en relación con lo que su comandante quiso expresar. 415. En algunas ocasiones un comentario con sentido del humor es de gran ayuda, como lo puede ser en períodos de agotamiento y de desaliento. El buen humor puede infundir confianza o aliviar la tensión en medio de una dificultad. 416. La dignidad es otro elemento que no debe pasar desapercibido en el porte del comandante; implica ser honorable y requiere el control de las acciones y emociones. 164 417. La o el comandante que se exhiba en forma vulgar, abuse de la bebida y sus efectos, se comporte inadecuadamente en momentos solemnes o hable inapropiadamente de manera soez; rápidamente pierde el respeto del personal. 418. Para desarrollar esta cualidad se sugiere: A. Adoptar las más altas normas en su apariencia y conducta. B. Conocer y observar los reglamentos en lo que respecta al adecuado uso del vestuario y equipo. C. Evitar el uso de lenguaje soez. D. Se debe conocer los propios límites, lo que conlleva a un consumo moderado y controlado de bebidas alcohólicas. E. Evitar un comportamiento vulgar. F. Mantener habitualmente un aire noble. G. Evitar hacer un espectáculo de su persona. H. Saber cuándo se le puede observar, tanto social como oficialmente. Subsección (K) Resistencia 419. La resistencia es el vigor mental y físico determinado por la habilidad para resistir el dolor, angustia, penalidades y fatiga, sin abatirse. En ese sentido, tiene semejanza con el valor. 420. Puede considerarse como la habilidad de mantenerse en una actividad y realizarla hasta terminarla, a pesar de todas las dificultades. 165 421. Para la y el comandante es vital disponer de esta cualidad, puesto que ganan el respeto y reconocimiento de su personal; estos pueden considerar que la falta de resistencia en una situación crítica es cobardía y en otras situaciones puede convertirse en una carga. 422. Fija las normas para una unidad; lo hace en una forma más efectiva por medio del ejemplo, por lo que debe mostrar un nivel de resistencia aceptable o superior. 423. Para desarrollar el vigor físico y mental: A. Evitar actividades no esenciales que disminuyan su vigor. B. La autodisciplina mental y física se ejercita progresivamente, fortalece y permite realizar esfuerzos mentales y físicos cada vez más prolongados. C. Cultivar hábitos de someterse a esfuerzos físicos y tolerar actividades sostenidas. D. Periódicamente someter su cuerpo y mente a esfuerzos físicos excepcionales. E. Continuar en acción a pesar del cansancio físico y mental. F. Formar el hábito de terminar toda tarea lo mejor que pueda. 166 Subsección (L) Abnegación 424. La abnegación es delegar y ceder al personal subordinado el bienestar y comodidad, antes de velar por la condición propia. 425. El o la comandante debe ser capaz de anteponer el descanso, placer, recreación, mejoramiento y bienestar de su personal antes que el suyo, para así obtener su respeto, estimación y consideración. 426. Se coloca al último en cuanto a prioridades y comparte los peligros, incomodidades y dificultades con su personal. 427. Asimismo, para ganar autoridad sobre las tropas a su mando, debe dar crédito a las acciones y trabajos bien desempeñados y que merezcan un reconocimiento. 428. Para desarrollar esta cualidad se necesita: A. Evitar usar su posición y jerarquía para obtener seguridad, comodidad o placer, a costa del personal subordinado. B. Considerar los problemas particulares de su personal y ayudarlo. C. Dar crédito a los trabajos bien realizados por el personal de la unidad. 167 Subsección (M) Lealtad 429. La lealtad es la fidelidad a la nación, institución, unidad, superiores, compañeras, compañeros y amistades. 430. Esta cualidad, por sí sola, puede ganar para quien ejerce el mando la confianza, respeto y consideración de sus superiores y la subordinación, cooperación y colaboración de subordinados y subordinadas. 431. Es total, no existe en forma parcial; implica promesa de cada integrante del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos para servir a la institución y al país; exige compromiso permanente. 432. Asimismo, demanda renunciar al interés propio, cediendo en beneficio del interés colectivo; incluye dejar ideas propias, aspiraciones, deseos y esperanzas para que resalte el triunfo de una causa común. 433. La obediencia por temor no es lealtad, porque no se justifica el ceder en nuestras ideas, únicamente por no provocar la ira de la superioridad. 434. Cuando se armonizan las lealtades, hacia los niveles superiores y con los escalones subordinados, se orienta al éxito de la misión de la unidad. 435. También es deslealtad ejecutar con energía solamente aquellas órdenes que nos satisfacen o nos gustan. 436. La lealtad incluye los atributos de fidelidad, verdad, franqueza, honradez, rectitud y nobleza, que deben ser comunes a la totalidad de integrantes de las fuerzas armadas. 437. Para desarrollo y fortalecer esta cualidad: A. Estar pronto a defender a sus tropas del abuso. 168 B. Nunca mostrar el más leve indicio de desacuerdo con las órdenes de sus superiores, cuando imparta instrucciones a su personal. C. Hacer todas las tareas lo mejor que se pueda y apoyar racionalmente las decisiones de la superioridad. D. Jamás discutir con otros los problemas particulares de la superioridad o de las tropas a su mando. E. Defender al país, la Institución, unidad y a la totalidad de integrantes de esta, principalmente cuando sean injustamente acusados. F. Nunca permitir la crítica de superiores y de iguales en presencia de quienes sean subalternos de aquellos, ni tampoco la murmuración. Subsección (N) Juicio 438. El juicio es la habilidad para valorar los hechos lógicamente y determinar posibles soluciones sobre las cuales se basen decisiones sensatas. 439. Es estimar los sucesos en su verdadero valor; incluye anticiparse a las situaciones para evitar decisiones apresuradas y aplicar el sentido común para determinar la solución pertinente, de esta manera, se asegura el éxito en la mayoría de las situaciones que se presentan como comandante. 440. Para desarrollar esta habilidad: A. Practicar constantemente, hacer estimaciones de situación. 169 B. Anticipar aquellas situaciones que necesariamente van a suceder y que en función de quien funja como comandante requieren una solución, de esta manera, el personal estará preparado para cuando surja la necesidad. C. Evitar tomar decisiones, sin disponer de la suficiente información o al azar; no tomar decisiones precipitadas. 441. En la siguiente figura se resume el contenido del presente capítulo, como una ayuda didáctica para su mejor comprensión (figura Núm. 25). 170 Figura Núm. 25 Características de mando y liderazgo militar 171 “Pionero de la aviación en nuestro país; fue revolucionario y piloto del ejército mexicano, con un espíritu audaz” Coronel Piloto Aviador Pablo L. Sidar Puras Nació en 1897, en Zaragoza, España, huérfano de padre, emigró a México a la edad de 10 años, junto con varios familiares. Cuando se dio la invasión estadounidense a Veracruz, Pablo Sidar se enlistó, a sus 17 años, como voluntario para combatir. Una vez terminado el conflicto fue disuelto su batallón, y se incorporó como soldado de Caballería al ejército constitucionalista; posteriormente efectuó el curso de piloto aviador. Rápidamente destacó por su valor y arrojo en combate, participó activamente en contra de rebeliones militares en donde efectuó vuelos de reconocimiento ametrallando y bombardeando buques rebeldes. Se caracterizó por su valor, entusiasmo y arrojo en vuelo, pues en compañía de Roberto Fierro y José Fonseca, efectuaron vuelos de exhibición en distintas ciudades del país, arriesgando su vida en intrépidas maniobras acrobáticas, difíciles para los aviones del momento, por lo cual se ganó el respeto y admiración de militares y población civil. 172 El 29 de agosto de 1929, Pablo Sidar emprendió la aventura de viajar desde la Ciudad de México por Centro, Sudamérica y el Caribe, en un avión monoplano bautizado “Ejército Mexicano”, despegó desde el campo de aviación de Llanos de Balbuena en la Ciudad de México para efectuar un vuelo de doscientas sesenta y cinco horas de duración y cubrir casi 22,500 kilómetros, siendo una gran hazaña para la aviación del momento. El 11 de mayo de 1930, en otro enorme monoplano, bautizado “Morelos”, acompañado por el Teniente Carlos Rovirosa como copiloto, despegó de Santiago Niltepec, Oax., con el fin de realizar un vuelo de cuarenta horas, sin escalas, por Sudamérica, llevando una bandera nacional como regalo de la aviación mexicana para sus colegas argentinos. Sobre la ciudad de Limón, en el Caribe costarricense se presentó una severa tormenta en la que el avión quedó destruido y con la que sus tripulantes perdieron la vida. Poemas, corridos y canciones se cantaron por años en honor de tan valiente aviador, varias calles y avenidas de las ciudades de nuestro país recuerdan a este héroe de la aviación; ejemplo del valor y lealtad con el cual se debe de servir al país, llevando siempre el buen nombre de nuestra nación con honor, aun mas allá de nuestras fronteras. 173 “Por méritos, servicios y virtudes cívicas en el Ejército Constitucionalista, que le servirá de timbre de honor por haber sabido conservar incólumes los principios de honor, del deber y de la legalidad” General de División Piloto Aviador Alberto Leopoldo Salinas Carranza Nació el 15 de noviembre de 1892, en Coahuila, en el seno de una familia de clase media trabajadora, misma que se dedicaba al comercio y la agricultura. Estudió mecánica en Estados Unidos y regresó a México durante el gobierno de Francisco I. Madero, quien lo comisionó, por su determinación, valor y confiabilidad, para integrarse al primer grupo de cinco Oficiales mexicanos en estudiar el curso de piloto aviador en Estados Unidos y evitar continuar dependiendo de aviadores extranjeros. Mencionándose por primera vez el arma de exploración aérea. Sirvió en las fuerzas de la División del Norte al mando del General Francisco Villa y fue designado para recibir en Cd. Juárez, Chih., cuatro aviones norteamericanos con los que formó la Flotilla Aérea del Ejército Constitucionalista; por su integridad y conocimiento, fue nombrado Comandante de esa primera unidad de vuelo en México. 174 Fue Director de la Escuela de Aviación y de los talleres nacionales de construcciones aeronáuticas, donde preparó a los primeros pilotos aviadores mexicanos y logró establecer una industria creciente en el ramo militar, poniendo a México en la vanguardia a nivel internacional. Cuando Venustiano Carranza emitió el acuerdo de creación del Arma de Aviación Militar, lo designó como su primer jefe, por lo que dejó de pertenecer al arma de caballería, causando alta como piloto aviador militar. Colaboró como consejero de la Presidencia y estuvo al frente de los veteranos de la Revolución Mexicana; fue miembro del consejo de la Legión de Honor Mexicana y escribió la obra “La Expedición Punitiva”. Alberto Leopoldo Salinas Carranza es considerado el fundador de lo que hoy es la Fuerza Aérea Mexicana; murió el 31 de octubre de 1970, en la Ciudad de México. 175 Capítulo VIII Principios de mando y liderazgo militar Conócete y busca el auto mejoramiento Ser eficiente táctica y Generalidades técnicamente Buscar la responsabilidad de Principios de las acciones inherentes a tu mando y cargo liderazgo militar Tomar decisiones atinadas y oportunas Principios de Dar el ejemplo mando y liderazgo Conocer a tu personal y militar velar por su bienestar Mantener informados a quienes integran la unidad Explicación y técnicas que Desarrollar el sentido de ayudan a adquirir responsabilidad en el mando y personal liderazgo militar Asegurar de que se comprenden, supervisan y ejecutan las órdenes Adiestrar al personal subordinado para trabajar en equipo Emplear la unidad de acuerdo con sus capacidades Figura Núm. 26 Jerarquía cognitiva del capítulo VIII 176 ADN Doctrinal La audacia para cumplir con la misión es esencial en la formación de las y los futuros líderes, por lo que debe promoverse desde los primeros años de su formación, siempre y cuando se practique mediante ejercicios que no contradigan la ética militar, la dignidad, ni tampoco nuestras leyes y reglamentos. No existe ni ha existido el líder ideal, de tal forma que si se preguntara sobre las cualidades que definen el mando y liderazgo tendrían que enlistarse lo mejor de la naturaleza humana, pero nadie reúne tantos atributos, bastan las virtudes necesarias para que su personal lo estime, respete, tenga fe en él y

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