El Viaje de Sofía y los Guardianes del Futuro (PDF)

Cuento: "El Viaje de Sofía y los Guardianes del Futuro" Había una vez una niña llamada Sofía, curiosa y siempre deseosa de aprender. Un día, mientras estaba en el parque leyendo, una luz brillante apareció frente a ella. De esa luz salió una mujer majestuosa, vestida de colores dorados y plateados....

Cuento: "El Viaje de Sofía y los Guardianes del Futuro" Había una vez una niña llamada Sofía, curiosa y siempre deseosa de aprender. Un día, mientras estaba en el parque leyendo, una luz brillante apareció frente a ella. De esa luz salió una mujer majestuosa, vestida de colores dorados y plateados. —Hola, Sofía —dijo la mujer—. Soy Estela, la Guardiana del Futuro. He venido a enseñarte sobre algo muy importante: el sistema reproductor femenino, el cual guarda un poder inmenso dentro de ti. Sofía, un poco confundida, preguntó: —¿Qué es eso y por qué es tan importante? Estela sonrió. —Cada niña, como tú, tiene en su cuerpo un conjunto de órganos llamados el sistema reproductor. Ellos te permiten, si así lo decides en el futuro, traer vida al mundo. Vamos, te mostraré cómo funciona. De repente, Sofía fue transportada a un mundo mágico donde todo estaba lleno de flores y ríos cristalinos. Estela señaló un gran árbol que tenía dos ramas brillantes. —Estos son los ovarios —explicó—. Aquí es donde se crean los óvulos, pequeños y delicados como semillas, esperando algún día encontrar su destino. Pero los ovarios también tienen otra misión importante: producen las hormonas que ayudan a que tu cuerpo funcione bien y cambie con el tiempo. Sofía observaba con asombro, y de repente vio dos ríos que salían del árbol. —¿Y esos caminos? —preguntó. —Esos son las trompas de Falopio —dijo Estela—. Los óvulos viajan por aquí, como si fueran barquitas navegando por un río, hasta llegar a un lugar muy especial. Estela guió a Sofía hasta un gran jardín con una hermosa cúpula en el centro. —Este es el útero —dijo—. Aquí es donde los óvulos se preparan para recibir una nueva vida. El útero cuida y protege al bebé mientras crece, si es que alguna vez hay uno. Si no hay bebé, el útero se limpia cada mes, lo que conocemos como menstruación. Sofía estaba fascinada, pero tenía más preguntas. —¿Y qué pasa si no hay bebé? ¿Todo este jardín se queda vacío? —No, querida —respondió Estela—. El útero se prepara cada mes para estar listo, y si no hay un bebé, simplemente vuelve a empezar el proceso. Todo este ciclo es natural y es una señal de que tu cuerpo está sano y funcionando bien. Entonces, Estela señaló un túnel brillante que salía del jardín. —Esta es la vagina —continuó—. Es el camino por donde el cuerpo se conecta con el exterior. Sirve para muchas cosas: es el canal por donde nacería un bebé y también es por donde pasa la menstruación. —¡Vaya, ¡qué increíble! —exclamó Sofía—. No sabía que mi cuerpo podía hacer tantas cosas. —Así es —sonrió Estela—. Todo este sistema te ayuda a crecer, cambiar y, si lo decides, tener un bebé en el futuro. Pero también es importante que cuides de tu salud y te conozcas mejor para poder tomar decisiones inteligentes. Sofía asintió, sintiéndose ahora más conectada con su propio cuerpo. —Recuerda siempre, Sofía —dijo Estela antes de desaparecer—, tu cuerpo es poderoso y maravilloso. Conocerlo te dará la clave para cuidarlo y respetarlo. Y con un destello de luz, Estela desapareció, dejando a Sofía de regreso en el parque, pero esta vez con una nueva comprensión de la magia y el poder que llevaba dentro de ella. Actividad