La Arquitectura Efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan PDF

Document Details

Uploaded by Deleted User

2023

José Manuel Martínez-Aguilar, Mirna Rodríguez-Cázarez

Tags

architecture Day of the Dead ephemeral architecture Mexican culture

Summary

This PDF document explores ephemeral architecture related to the Day of the Dead (Día de Muertos) celebration in Tzintzuntzan, Mexico. The study focuses on the design and use of significant elements like altars and arches, which are believed to connect the living and deceased. The paper also evaluates the cultural richness and anthropological practices associated with the celebration using participant observation and interviews for the analysis.

Full Transcript

Revista Legado de Arquitectura y Diseño ISSN: 2007-3615 ISSN: 2448-749X [email protected]...

Revista Legado de Arquitectura y Diseño ISSN: 2007-3615 ISSN: 2448-749X [email protected] Universidad Autónoma del Estado de México México Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan Martínez-Aguilar, José Manuel Rodríguez-Cázarez, Mirna Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan Revista Legado de Arquitectura y Diseño, vol. 18, núm. 34, 2023 Universidad Autónoma del Estado de México Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=477975707001 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan José Manuel Martínez-Aguilar Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México., México [email protected] Mirna Rodríguez-Cázarez Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México., México [email protected] Resumen: La riqueza cultural que representa la celebración del día de Todos los Revista Legado de Arquitectura y Santos y el día de los Fieles Difuntos, conocida en México como Día de Muertos, ha Diseño, vol. 18, núm. 34, 2023 motivado numerosos estudios antropológicos en donde se describen y analizan las Universidad Autónoma del Estado de prácticas de diferentes comunidades indígenas, como la velación de los difuntos, la México decoración de los altares y sus significados. El presente trabajo se centra en analizar la arquitectura efímera de Tzintzuntzan, elaborada para el Día de Muertos. Recepción: 17 Enero 2022 Con base en la observación participativa, entrevistas con la gente del lugar y la Aprobación: 28 Noviembre 2022 revisión de estudios previos, se pudo determinar que en estos días los tzintzuntzeños reconfiguran los espacios públicos y privados del poblado y crean una destacada arquitectura efímera, a través del uso de elementos significativos, como altares y arcos, los cuales tienen la intención de abrir un portal que una el mundo de los vivos con el de las ánimas. El diseño de elementos como coronas y altares está determinado según la personalidad y gustos que tenían los difuntos, pero también por la creatividad de los familiares que participan en el proceso. Palabras clave: altares, diseño, fieles difuntos, ofrendas, tumbas. Abstract: The cultural richness represented by the celebration of All Saints' Day and All Souls' Day, known in Mexico as the Day of the Dead, has motivated numerous anthropological studies in which the practices of different indigenous communities are described and analyzed, such as the vigil of the deceased, the decoration of the altars and their meanings. This paper is focused on analyzing the ephemeral architecture of Tzintzuntzan, made for the Day of the Death. Based on participatory observation, interviews with the local people and the review of published studies, it was possible to determine that these days the people of Tzintzuntzan reconfigure the public and private spaces of the town and create an outstanding ephemeral architecture, through the use of elements significant, such as altars and arches, which are intended to open a portal that unites the world of the living with that of the souls. The design of elements such as crowns and altars is determined in part by the personality and tastes of the deceased, but also by the creativity of the relatives involved in the process. Keywords: altars, design, deceased faithful, offerings, tombs. PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 1 Revista Legado de Arquitectura y Diseño, 2023, vol. 18, núm. 34, Julio-Diciembre, ISSN: 2007-3615 / 2448-749X INTRODUCCIÓN En México, la celebración del día de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos, que se realiza el 1 y 2 de noviembre, se encuentra arraigada en la tradición de numerosas comunidades y es una de las más importantes del año. En estos días, la gente recuerda a sus difuntos y se les honra elaborando altares en sus casas y colocando ofrendas en sus tumbas. Como parte de la celebración también se levantan arcos en las entradas de los poblados y de los panteones. Según la tradición, las almas de los difuntos se reúnen con sus seres queridos vivos para abrazarlos y disfrutar de la comida que se ofrenda. Para algunos autores se trata de una celebración que tiene sus antecedentes en la época prehispánica y que se mezcló con tradiciones europeas en la época colonial (Alberro, 2004: 26-27), aunque hay quien considera que las tradiciones son netamente españolas, coloniales, cristianas y en algunos casos tienen su origen en rituales romanos paganos (Malvido, 2006: 41-56). En la mayor parte de México, el 1 de noviembre se dedica a los angelitos, es decir, a los niños, jóvenes y solteros, mientras que el 2 de noviembre, es consagrado a los adultos, llamados Fieles Difuntos, Todas las Ánimas, o simplemente Día (o Noche) de Muertos. Debido al valor cultural que representa esta tradición, la Noche de Muertos en México y Michoacán fue inscrita desde 2008 como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco, por sus siglas en inglés). En la región del lago de Pátzcuaro, una buena parte de las tradiciones se han conservado desde hace siglos, lo que despierta el interés no solo de antropólogos y académicos, sino del turismo nacional e internacional. Especialmente, Pátzcuaro, Janitzio y Tzintzuntzan, son los poblados más visitados en estos días, aunque no necesariamente es donde las tradiciones son las más auténticas. Debido a la casi inexistente bibliografía sobre la arquitecta efímera relacionada a los altares, tumbas, umbrales y calles, para el Día de Muertos en Michoacán, nos interesa entender cómo es que ésta se concibe, se diseña, se crea y se usa. Se eligió el caso particular de Tzintzuntzan porque es uno de los lugares en donde la arquitectura efímera relacionada con estas fechas es excepcional y se expone no solo en un ámbito privado, sino que parte de ella se presenta al público como una manifestación festiva, en calles, panteones, atrio y otros espacios. Para este trabajo se entiende por arquitectura efímera a aquella que ha sido pensada, diseñada, construida y utilizada por un periodo corto de tiempo, por lo que permanece en una constante lucha contra el tiempo, el clima o el propio ser humano (Flores, 2018: 4). Aunque la arquitectura efímera es tan antigua como el origen de la humanidad, el interés de investigadores, es reciente. El concepto de lo efímero es subjetivo y relativo, ya que si es un edificio es construido con materiales considerados de corta duración, PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 2 José Manuel Martínez-Aguilar, et al. Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan como los vegetales en lugar de materiales pétreos, puede considerarse efímera, aunque su expectativa de duración de meses o años (Gómez, 2010: 137). En el caso de la celebración del Día de Muertos, la arquitectura tiene una vida útil de unas pocas semanas, hasta que las estructuras son desmanteladas y desechadas. Se trata no sólo de objetos, como los altares, los arcos y la decoración de las tumbas, sino de las atmósferas y las prácticas que en torno a ellos generan. METODOLOGÍA El método para tener un acercamiento al tema es de tipo hermenéutico, no cuantitativo, representado en gran parte por trabajo de campo, apoyado en la sociología, utilizando como principal herramienta la observación participante de las prácticas culturales de los tzintzunteños y sus producciones efímeras relacionadas al Día de Muertos. La observación participante puede definirse como “la descripción sistemática de eventos, comportamientos y artefactos en el escenario social elegido para ser estudiado” (Marshall & Rossman, 1989: 79). Esto implicó penetrar en un ambiente para captar sus distintos aspectos (Peretz, 2002: 62). En este caso, se buscó entender la acción social y sus productos como un texto que puede ser leído o una trama de significados. El trabajo de campo se hizo del 31 de octubre al 2 de noviembre de los últimos dos años, aunque se tiene conocimiento de las prácticas desde hace varias décadas, ya que los autores pertenecen a poblados cercanos y estuvieron trabajando en la comunidad durante casi tres años continuos. Si bien la herramienta de observación participativa tiene la ventaja de permitir observar a los miembros culturales en sus vidas diarias y participar en sus actividades para facilitar una mejor comprensión de esos comportamientos y actividades (Kawulich, 2005), también debe advertirse que, al estar dirigida por un humano, el sesgo es inevitable, por lo que posee cierto grado de subjetividad, pero no por ello pierde por completo su validez (DeWalt & DeWalt, 2002: 17). Para complementar y dar cuerpo al trabajo, se entrevistó a una decena de personas de la comunidad, con preguntas no estructuradas, con la finalidad de saber quiénes se encargan de diseñar los altares y decoración de las tumbas, entre otras cuestiones. También se revisó bibliografía especializada sobre el Día de Muertos en México y Michoacán, así como sobre la arquitectura efímera en general. ANTECEDENTES En la región lacustre del lago de Pátzcuaro la celebración relacionada al Día de Muertos inicia el 31 de octubre, con la añeja tradición de la cacería del pato. El 1 de noviembre se recuerda a los niños fallecidos o “angelitos” y el 2 de noviembre se honra a los difuntos adultos. La velación de la noche del 31 de octubre y madrugada del 1 de noviembre está dedicada a los niños que dejaron este mundo (la ofrenda a niños se llama kejtzitakua zapicheri). En sus tumbas se colocan flores de tirinkini (cempasúchil), dulces y juguetes. PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 3 Revista Legado de Arquitectura y Diseño, 2023, vol. 18, núm. 34, Julio-Diciembre, ISSN: 2007-3615 / 2448-749X En sus casas se les coloca un altar con flores, veladoras, pan y juguetes. La noche del 1 de noviembre y la madrugada del día 2 está dedicada a la velación de los difuntos adultos (ofrenda a adultos se nombra animecha kejtzitakua). Desde temprano la gente sale a comprar las flores, materiales y frutas que utilizarán para adornar sus altares, coronas y tumbas. En Santa Fe de la Laguna se les rinde un especial homenaje a “los muertos del año”, es decir, a los que murieron en el último año. Al frente del altar colocan una cruz de madera decorada y adornada con pan y calaveritas de azúcar. Los padrinos del difunto acuden con fruta y son convidados a comer. En Janitzio, los miembros de la comunidad llegan a la isla en una especie de procesión acuática para pasar toda la noche en vigilia acompañando a sus muertos. Según la creencia de la gente, el olor de los platillos favoritos de los difuntos los guía a su destino. Además del pan de muerto o las calaveritas de azúcar, en algunos poblados la comida que se ofrece tiene un significado relacionado con la muerte (Godínez, 2017: 8). En las entradas de los poblados y los panteones de la ribera del lago de Pátzcuaro se colocan arcos en la entrada, se adornan los altares de templos y capillas, se construyen altares al interior de las casas, se decoran las tumbas en los cementerios y, en algunos casos, se colocan tendederos de papel picado en las calles, así como altares en espacios públicos, regularmente dedicados a un personaje difunto que fue importante de la comunidad o en el país. A los panteones convergen las familias para velar a sus muertos y ofrendarles bebidas y alimentos, como pan de muerto, dulces de calaveritas, fruta y guisos, con la creencia de que las ánimas regresaran para consumirlos. Un día antes, o el mismo día, barren y limpian las tumbas, las decoran con flores y pétalos de cempasúchil, plantas colocadas en botes de lámina, velas o veladoras; también se les ofrecen algunos objetos que en vida disfrutaban o usaban sus seres queridos. Los altares, ya sea que estén elaborados en lo privado o en espacios públicos, suelen tener una serie de elementos que le dan significación. Pueden estar formados con siete escalones, que representan los siete niveles que tienen que pasar las ánimas para poder descansar, sin embargo, generalmente se construyen solamente dos o tres niveles principales. En el altar se colocan flores de cempasúchil y caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa, un arco adornado con las mismas flores que representa la entrada al inframundo, papel picado, un retrato familiar en el nivel más alto del altar, sal, que es un elemento de purificación y conservación del cuerpo, velas y veladoras, que alumbrarán el camino de las ánimas, copal o incienso para alejar a los malos espíritus y para purificar el ambiente, para mitigar la sed después de su largo recorrido, comida y bebida que los difuntos disfrutaban en vida, pan de muerto, que representa el Cuerpo de Cristo, así como objetos personales del difunto (Argueta, 2016: 22-24). RESULTADOS Y DISCUSIÓN PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 4 José Manuel Martínez-Aguilar, et al. Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan En Tzintzuntzan algunas de las prácticas rituales y significados, respecto a la tradición del Día de Muertos son casi las mismas que en el resto de los pueblos ribereños, no obstante, también tiene particularidades. Debe aclararse que en este trabajo no se pretende hacer un estudio comparativo sino más bien analizar lo que se hace en este lugar, enfatizando lo relacionado al diseño y uso de los objetos rituales propios del Día de Muertos. Tzintzuntzan es un poblado de origen prehispánico, antiguo centro del llamado señorío tarasco y primera capital de la provincia de Michoacán. Se localiza a 62.7 kilómetros de Morelia y a 17 kilómetros de Pátzcuaro, en la ribera sureste del lago de Pátzcuaro. Si bien es considerada una comunidad mestiza, la mayor parte de la población tienen ascendencia indígena y muchos de sus ritos tienen una añeja tradición. En las últimas tres o cuatro décadas Tzintzuntzan se ha mantenido como uno de los lugares más visitados en Día de Muertos, como ya se dijo, debido al impuso que se le ha dado desde la Secretaría de Turismo (sectur) y a lo espectacular de las prácticas locales. Las actividades en este lugar inician desde el 27 de octubre, con la recepción de piezas artesanales de textiles bordados, barro en varias presentaciones, figuras de popotillo, y otras, que participarán en un concurso. Continúa con un desfile de carros alegóricos que presentan las tradiciones del poblado y por la tare, las autoridades municipales inauguran oficialmente la semana artesanal, artística y cultural, relacionado al Día de Muertos o Noche de Ánimas. El 29 de octubre, a partir de las siete de la noche, se efectúan los concursos de comida tradicional, del atole y de danzas tradicionales, en los que participan también las comunidades indígenas de los alrededores Tzintzuntzan. Al día siguiente, tiene lugar el concurso de pirériecha (compositores y cantantes de música tradicional purépecha llamada pirekua) y trajes tradicionales (Godínez, 2018). La celebración, propiamente, comienza el 31 de octubre a medio día, pero desde nueve días antes se truenan cohetes diariamente (Foster y Ospina, 2000: 308). Ese día se elaboran arcos y ofrendas tradicionales, y se terminan de adornar las entradas al poblado, al ex convento franciscano del lugar, los templos y el panteón; se montan ofrendas tradicionales; ocasionalmente en el atrio de Los Olivos, se instala un altar en honor a don Vasco de Quiroga. Esperando a los numerosos turistas que llegan a la ciudad, las calles se llenan de puestos de artesanías, comida, bebidas alcohólicas preparadas y toda clase de productos; se acondicionan estacionamientos públicos y servicios de sanitarios en casas particulares. El 1 de noviembre por la tarde varios grupos de familias salen de sus casas y se incorporan a la avenida Lázaro Cárdenas con destino al cementerio, cargando originales arcos formados con estructuras de madera y carrizo, decorados con flores de cempasúchil y otras de diferentes colores. Los participantes llevan también incienso, imágenes religiosas y retratos de sus difuntos, y son acompañados de una banda de música, que interpreta pirekua o composiciones tradicionales de México. En el camino los participantes bailan al son PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 5 Revista Legado de Arquitectura y Diseño, 2023, vol. 18, núm. 34, Julio-Diciembre, ISSN: 2007-3615 / 2448-749X de la música, lanzan cohetes, confeti y dulces. Una buena parte de las mujeres usa trajes tradicionales de la región, no solo las provenientes de los pueblos indígenas del municipio de Tzintzuntzan, sino de la cabecera municipal. Dentro del cementerio se sigue escuchando, durante todo el día y toda la noche, la música de distintas bandas de música y algunos cohetes (figura 1). Figura 1. Banda de música en el panteón. Fuente: Fotografía de J. Manuel Martínez Aguilar. Al anochecer se encienden numerosas veladoras que han sido colocadas en los principales caminos dentro del atrio; se siguen llevando ofrendas al templo para que el sacerdote las bendiga, para llevarlas al panteón y colocarlas en las tumbas de las ánimas. Casi todos los años, los frontis y el interior de los templos son decorados ricamente con distintos tipos de flores. En la capilla abierta de San Francisco se le hace un homenaje al primer obispo de Michoacán Vasco de Quiroga. Para esto, se coloca un retrato del prelado, dos figuras de bulto que representan una pareja de indígenas; el arco de medio punto de la capilla se decora con flores de cempasúchil, fruta y pan de muerto y, al pie del altar, se colocan cubetas con ramos de la misma flor. La entrada al atrio también se decora con un arco de flores de cempasúchil y una cruz formada con flores de terciopelo (mano de león), otras veces se llena todo parte del muro de acceso con las flores de cempasúchil y se cuelgan frutas y mazorcas de maíz. En el cementerio las tumbas son decoradas con flores de cempasúchil, crisantemos y nube, pétalos de flores, velas, veladoras y comida; en la cabecera de cada una se coloca una cruz o un arco parecido a la fachada de un templo, decorado principalmente con flores de cempasúchil, fruta, pan con figuras de muertos y un retrato del difunto. No falta quien le da al arco forma de algún objeto que representa los gustos del difunto o se adorna con trajes tradicionales en miniatura. Al entrar al panteón se percibe el olor de las flores, incienso, velas, pan de muerto y dulces tradicionales que se colocan en las ofrendas. El lugar parece caótico a simple vista a cualquier hora; durante la noche aparecen entre las sombras numerosas luces de velas PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 6 José Manuel Martínez-Aguilar, et al. Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan y veladoras que iluminan parcialmente las coloridas flores, frutas, cruces, coronas, arcos y a los familiares veladores. Solo de cerca se puede identificar la estrecha separación entre cada una de las tumbas. La variedad y riqueza de los diseños para decorar las tumbas y montar las ofrendas difícilmente puede ser igualada por otros lugares, y esto es una de las razones por las que Tzintzuntzan es tan popular en estos días. También el 1 de noviembre, a las diez de la noche, un grupo de actores de Morelia presentan el clásico drama “Don Juan Tenorio”, de José Zorrilla, frente a la capilla abierta de la Concepción. A pesar de la hora y del frío que prevalece en el lugar, este evento atrae a numerosos turistas. Mientras tanto, alrededor de las yácatas (antiguo centro ceremonial prehispánico) confluyen los turistas, para apreciar los vestigios arqueológicos y el paisaje panorámico de Tzintzuntzan. Hace un par de décadas se permitía subir a las yácatas y hacer fogatas cerca de ellas, pero actualmente ambas actividades están prohibidas. En esta zona se llega a efectuar un festival con música y danza tradicional de la región, así como el juego de pelota encendida. Al interior de las viviendas se elaboran, desde días antes, los altares de muertos, a los que nos referiremos de manera breve más delante. Considerando la forma de exposición de los diseños relacionados a la celebración de los difuntos en Tzintzuntzan, se pueden identificar tres tipos: los privados, los semipúblicos y los públicos. En el ámbito privado están los altares que se montan al interior de las viviendas, ya sea en un corredor o en la sala. Están dedicados a uno o varios fallecidos de una familia y son elaborados por todos los miembros del mismo núcleo familiar. El altar crea una atmósfera mística en el espacio donde se ubica, pues de inmediato se convierte en un espacio simbólico que honra, conmemora y da la bienvenida a los seres queridos que, según las creencias, habrán de regresar a visitar a sus familiares vivos y tomar los alimentos ofrecidos. Los diseños pueden ser similares de un año a otro, pero difícilmente se repiten. Otros elementos diseñados tienen una exposición semipública, tal es el caso de la decoración de las tumbas del panteón municipal, que tienen una función similar a los altares de las casas, ya que en torno a cada tumba se sientan los familiares a velar a sus difuntos y ese microambiente es privado, pero al mismo tiempo pertenece a lugar público (figura 2). Como se dijo, en su conjunto, la gran cantidad de tumbas adornadas, los olores, los sonidos, la muchedumbre, los colores y los contrastes de luces y sombras, crean un ambiente místico, que no se repite en ningún otro momento del año. La decoración de las tumbas suele estar determinada por elementos con forma de templos, con sus torres y cruces, formados o decorados con flores, lo que nos indica la relación simbólica entre la iglesia y la religión católica con las creencias que son definidas más por la tradición, como trajes típicos, sombreros, objetos y alimentos locales, etcétera. A las tumbas que ya tienen forma de templos o tienen cruces de madera, ya no se les coloca arcos, sino que simplemente se decoran. En algunas tumbas se forman cruces y otras figuras con numerosas veladoras de colores. Desde luego, no todas las coronas son elaboradas por los PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 7 Revista Legado de Arquitectura y Diseño, 2023, vol. 18, núm. 34, Julio-Diciembre, ISSN: 2007-3615 / 2448-749X familiares, sino que algunas son compradas en el mercado local o en el de Pátzcuaro. En el caso de los niños, el padrino de velación tiene la obligación moral de diseñar y llevar el arco o corona al panteón durante tres años seguidos. Figura 2. Velación en el cementerio. Fuente: Fotografía de J. Manuel Martínez Aguilar. En algunos arcos personalizados se observan elementos que hacen alusión a los gustos o personalidad del fallecido, por ejemplo, relacionados a lo que se dedicaba, el deporte que practicaba o a sus gustos; si son niños, los diseños suelen incluir juguetes. El tamaño del arco y la decoración varía de acuerdo con los gustos y economía de la familia, pero incluso algunas familias de bajos recursos invierten cantidades considerables en ellos, a veces utilizando dinero que mandan sus consanguíneos de los Estados Unidos. En 2021, por ejemplo, se pudieron observar numerosas composiciones sumamente elaboradas y costosas, como si se tratara de un concurso. Se pudieron ver numerosas formas que simulaban edificios religiosos, cruces o arcos de forma redonda, conocidos como coronas, pero también otras creaciones que representan la Virgen de Guadalupe, la Virgen de la Salud, o unas poco comunes que forman caballos, palomas y otras figuras (figura 3). PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 8 José Manuel Martínez-Aguilar, et al. Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan Figura 3. Altar con la forma de la Virgen de la Salud. Fuente: Fotografía de J. Manuel Martínez Aguilar. De todos los elementos decorativos para estos días, los altares suelen ser las que tienen un uso más efímero, ya que se montan antes del 1 de noviembre y se retiran de las casas una o dos semanas posteriores a la celebración del Día de Muertos, mientras que los arcos permanecen por más tiempo en el panteón: de dos a tres meses. También se clasifican como semipúblicos los altares y otros elementos que son diseñados para recordar a personajes históricos, como “tata” Lázaro y Vasco de Quiroga, o simplemente para decorar edificios, como escuelas, oficinas, restaurantes, etcétera. Esta es una práctica más reciente, impulsada desde el gobierno federal y del estado, supuestamente para conservar las tradiciones. En cuanto a los ambientes públicos, se encuentra el desfile que se realiza para trasladar los arcos y coronas al panteón, la decoración de los templos, capillas, accesos al atrio y a las yácatas, la iluminación de los caminos del atrio con velas y los altares públicos. Para todos ellos participa la comunidad, las autoridades civiles y religiosas. Otro tipo de ambientes públicos creados con arquitectura efímera son los puestos de flores y de otros productos, así como el entarimado que se construye cerca de la presidencia municipal para eventos culturales. Los arcos o coronas son construidos con una estructura de madera, formando rectángulos, que es reforzada o subdividida con madera o carrizo. La estructura es rellenada con fibras vegetales para soportar las flores de cempasúchil, y otras de colores, de acuerdo al diseño. En cuando a los altares, las tumbas y los arcos particulares, no hay una regla, pero regularmente participan varios de los familiares más cercanos a los difuntos. Alguno de los familiares de mayor autoridad suele proponer el diseño y rara vez se hace un boceto previo o un proyecto formal, más bien, una vez que se tiene la idea general, se va haciendo de una manera más bien espontánea. En estos días que se reúnen las familias para preparar los arcos, altares y decorar las tumbas, los anfitriones preparan grandes cantidades de comida festiva, para todos (Lucas, 2021: 263). Lo que se PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 9 Revista Legado de Arquitectura y Diseño, 2023, vol. 18, núm. 34, Julio-Diciembre, ISSN: 2007-3615 / 2448-749X pudo ver en esta investigación es que no hay reglas sobre quién decide los diseños, quién participa y qué elementos debe llevar. En algunos casos se pudo ver que los hermanos del difunto tomaron la iniciativa para elaborar un arco con la forma de la Virgen de Guadalupe; en otros casos es el padre o la madre de los finados quien toma la batuta. CONCLUSIONES El Día de Muertos en Michoacán es internacionalmente reconocido, especialmente en los pueblos de la ribera del lago de Pátzcuaro, por la manera en que se realiza y los significados que tiene. A través de elementos simbólicos, escenografías, ambientes y prácticas efímeras las familias recrean un portal que tiene como propósito unir al mundo de los vivos con el de las ánimas. En este proceso, el diseño de arcos, altares y tumbas, con olorosas flores de cempasúchil y las luces de las velas, son claves para orientar a las ánimas que regresan a visitar a sus parientes al mundo terrenal, para ser honrados con distintas ofrendas. Durante estos días se mezclan distintas manifestaciones de júbilo y humor, pero también es un tiempo para reflexionar sobre la vida, para reconocer el legado de sus seres queridos, para unir las familias, física y emocionalmente, al armar los altares de sus difuntos al interior de las casas, diseñar las coronas y llevarlas a los panteones, y en la velación de sus difuntos. Al hacer la revisión de fuentes bibliográfica y hemerográficas se pudo advertir que no hay estudios que analicen de la arquitectura efímera para el Día de Muertos en Michoacán desde el punto de vista de la reconfiguración del espacio a través de los elementos como arcos, altares y tumbas. Tampoco se ha cuestionado sobre quiénes diseñan dichos elementos y de dónde surgen las ideas. Si bien no es un trabajo concluyente, entre los principales resultados se pudo observar que el diseño de los elementos simbólicos está determinado por la tradición, tanto como por la creatividad de los participantes en su construcción, muchas veces inspirada en la personalidad y gustos de los difuntos, pero sin tener límites en la creatividad. En los diseños, como en algunas prácticas, se puede ver una mezcla de tradiciones y adaptaciones contemporáneas o extranjeras, impulsadas por programas de gobierno, la influencia del cine y la mercadotecnia, que de a poco se van incorporando a las tradiciones. Por terminar, se reconoce que este trabajo no es concluyente y puede ser subjetivo en el sentido que está basado en la interpretación de los autores sobre el objeto de estudio, por lo que se presenta como un acercamiento al tema y queda a la disposición de los investigadores que deseen replicar algunos de los aspectos abordados o proponer futuros temas, por ejemplo, estudios comparativos entre los diseños y simbolismos de diferentes comunidades indígenas; cuestiones de identidad y orgullo; aportaciones económicas de familiares migrantes destinadas a la decoración de elementos relacionados al Día de Muertos; intereses económicos de otros actores sociales; entre otros temas. PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 10 José Manuel Martínez-Aguilar, et al. Entre dos mundos. La arquitectura efímera del Día de Muertos en Tzintzuntzan FUENTES DE CONSULTA Alberro, M. (2004), “El antiguo festival céltico pagano de Samain y su continuación en la fiesta laica de Halloween, el día de los difuntos cristiano y el día de muertos en México”, Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, 5(12), pp. 3-31. Argueta, J. (2016), Crónicas y Leyendas de mexicanas. Especial Día de muertos en México, México, Progreso, octubre de 2016. Brandes, S. (2000), “El Día de Muertos, el Halloween y la búsqueda de una identidad nacional mexicana”, Alteridades, 10(20), pp. 7-20. DeWalt, K M. & DeWalt, B. R. (1998), “Participant observation”, en Russell B. (ed.), Handbook of methods in cultural anthropology, Walnut Creek, AltaMira Press, pp. 259-300. Flores, C. (2018), “La arquitectura efímera y la transformación del espacio urbano. Algunos casos españoles entre 2016 y 2018”, Eviterna, revista de humanidades, arte y cultura independiente, 4, pp. 1-10. Foster, G. y Ospina, G. (2000), Los hijos del imperio, la gente de Tzintzuntzan, Zamora, el Colegio de Michoacán. Godínez, D. (2018), “Día de muertos en Michoacán: velas, cultura y tradición”. Disponible en https://www.lavozdemichoacan.com.mx/ regional/dia-de-muertos-en-patzcuaro-velas-cultura-y-tradicion/, consultado el 31 de enero de 2021. Godínez, T. (2017), “Cuando llegue el día de muertos”, INNBUS, 105, pp. 5-15. Gómez M. J. (2010), “Vivienda efímera urbana: ¿arquitectura vernácula?”, DEARQ - Revista de Arquitectura/Journal of Architecture, 7, pp. 136-143. Hiriart, C. (2006), “Noche de muertos en Michoacán. Reflexiones sobre su manejo como recurso turístico cultural”, en García, I. (ed.), La festividad indígena dedicada a los muertos en México. Patrimonio Cultural y Turismo, Cuadernos 16, México, conaculta, pp. 123-131. Holguín, I. (2016), Animecha Jejzitakua, México: CRAM, Secretaría de Cultura. Lucas, B. (2021), “Día de muertos para festejar la vida”, en Michoacán: el destino que celebra la vida, México, Gobierno del Estado de Michoacán, pp. 261-276. Malvido, E. (2006), “La festividad de Todos los Santos, Fieles Difuntos y su altar de muertos en la Ciudad de México, patrimonio intangible de la humanidad”, en García, I. (ed.), La Festividad indígena dedicada a los muertos en México. Patrimonio Cultural y Turismo, Cuadernos 16, México, conaculta, pp. 41-56. Marshall, C. & Rossman, G. B. (1989), Designing qualitative research, Newbury Park, CA: Sage. PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 11 Revista Legado de Arquitectura y Diseño, 2023, vol. 18, núm. 34, Julio-Diciembre, ISSN: 2007-3615 / 2448-749X Peretz, H. (2000), Los métodos en sociología, la observación, Quito, Abya- Yala. Notas Brandes (2000: 12) consideraba que “desde hace mucho tiempo, Tzintzuntzan ha celebrado ese día exactamente igual que en innumerables comunidades michoacanas y mexicanas, o sea, de un modo más bien discreto. Por supuesto, siempre han existido misas especiales, las familias erigen altares domésticos y visitan las tumbas con flores y velas”. Hay autores que consideran que el Día de Muertos “se ha convertido en un show teatral orientado al consumo turístico” (Alberro, 2004: 4) y “el ejemplo más evidente es Tzintzuntzan […] donde la intervención gubernamental contribuyó a transformar en gran manera la fiesta original” (Alberro, 2004: 8). Sin negar los beneficios económicos que genera el Día de Muertos, Carlos Hiriart, ha advertido que esta festividad ha sido incorporada y promovida agresivamente en las políticas turísticas del estado y los municipios, lo que se vuelve preocupante, pues si bien es un oportunidad para observar los ritos originales de las comunidades indígenas también refleja una explotación inmoderada del patrimonio tangible e intangible sin directrices racionales y al límite de la sustentabilidad, por ejemplo, respecto al uso del patrimonio construido. Aprovechando estos días varios de los municipios de Michoacán y particulares organizan “actividades complementarias para satisfacer las demandas de los turistas triviales, como festivales de música de rock, tianguis de productos ilegales, supuestas ferias de pueblo y vendimias populares en las cuales la venta y el consumo de alcohol aparece como una actividad constante y altamente lucrativa” (Hiriart, 2006: 125-126). Un ejemplo de los colores, luces y sombras que se generan en los panteones durante la noche se pude ver en las fotografías de Iván Holguín. Holguín, Iván (2016), Animecha Jejzitakua, México: CRAM et al. PDF generado a partir de XML-JATS4R por Redalyc Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 12

Use Quizgecko on...
Browser
Browser