Ética Y Deontología Profesional PDF
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This document introduces the concept of ethics, tracing its roots to ancient Greece and exploring its role in human life, highlighting the difference between ethics and morals, and their importance in social conduct.
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**ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL** **Capítulo 1: Introducción a la ética** 1. Origen de la ética La ética se origina en la Antigua Grecia, su primera referencia se remonta a los poemas homéricos, con una ética de guerrero que consistía en poseer las virtudes necesarias para destacar en combate....
**ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL** **Capítulo 1: Introducción a la ética** 1. Origen de la ética La ética se origina en la Antigua Grecia, su primera referencia se remonta a los poemas homéricos, con una ética de guerrero que consistía en poseer las virtudes necesarias para destacar en combate. Con los sofistas, se critican los valores de la tradición antigua. Imperan otros valores (la democracia griega, la *paideía* o la justicia). Igualmente, el pensamiento de Sócrates, padre e impulsor de la ética, y de Aristóteles (*Ética a Nicómaco*), ambos intentaron dar una respuesta coherente y más compleja que la de los héroes homéricos a los problemas de la sociedad. 2. ¿Qué es la ética? La vida del ser humano, al ser un ser racional, conlleva a la creación de unas normas sociales. El orden ético proviene primeramente del núcleo familiar y de ahí se proyecta a la vida social.La ética es innata en el ser humano pero sólo actúa a partir de actitudes voluntarias del individuo. El hombre es ético porque pretende formarse como un ser racional y adulto y, al estar dotado de razón, se exige autojustificarse a sí mismo y ante los demás. De este modo, la razón obliga al hombre, como ser racional y responsable de sus actos, a comportarse con dignidad y respetar unas normas para convivir en sociedad. Ética proviene del vocablo griego ἔθοσ, que se traduce como costumbre o carácter. Según el profesor Moore en su libro *Principia Ethica* "la ética es la investigación general de lo que es bueno". Otra definición más acertada dice que "la ética es la ciencia que estudia los actos humanos desde el punto de vista de su bondad o maldad". Es importante explicar la diferencia entre actos humanos y actos del hombre. El primero se refiere a actos libres, voluntarios, conscientes y responsables, mientras que al segundo le falta uno o todos estos rasgos. **La ética sólo puede valorar la moralidad de los actos humanos**; el derecho juzga los actos humanos externos pero también los actos del hombre. Se trata de una **ciencia práctica**, de carácter filosófico, orientada a la acción que estudia la relación interpersonal. Al dictar las normas sociales que orienten al hombre al relacionarse con los demás, también es una **ciencia normativa**. Para Gregorio Rodríguez de Yurre, de hecho, la ética es "la reina de las ciencias normativas", puesto que dicta sus propios principios a otras ramas normativas (el derecho, la política...). En resumen, la ética es una ciencia teórico-práctica de carácter filosófico que estudia la moralidad del obrar del hombre, valorándolos bajo la razón humana y con el fin del bien honesto. El objeto formal de la ética está constituido por la moralidad de los actos humanos. A continuación, definiciones **ERRÓNEAS**: - La ética es la **ciencia de las costumbres**, según la escuela sociológica francesa (Durkheim, Lévy-Bruhl). Con esta definición, la ética sería reducida a un capítulo de la sociología, al ser esta la que se dedica al estudio de las costumbres en general. - La ética es la **ciencia de la conducta humana** según Spencer, psicólogo de Harvard. De esta forma, la ética no se distingue de la psicología, pues es esta la que se ocupa de la psicología. - La ética es la **ciencia del hombre**, teoría que se atribuye a Pascal. Una vez más, no se distingue de la psicología ni de la sociología ni de la antropología. 3. Relación entre ética y moral Etimológicamente, moral procede del vocablo latino *moralis* (costumbre, carácter). Por tanto, ética y moral tienen el mismo significado, pero tienen un matiz filosófico diferente: - La moral→ hace referencia a un conjunto de normas de la sociedad. Se trata, entonces, de un conjunto de normas que actúan desde el exterior y que ejercen influencia en la conducta del individuo. - La ética→ surge de la conciencia del sujeto. Son las normas que interiorizamos, desde la conciencia y la voluntad. No es lo mismo realizar unos hechos o acciones porque son una obligación impuesta por la sociedad (la moral) que ejercer esa misma conducta por una reflexión personal (la ética). Otra distinción es que la moral tiene que ver con el nivel práctico mientras que la ética está ligada al nivel teórico. No obstante, se pueden usar como sinónimos. 4. ¿Por qué la ética es importante? La ética se encarga de poner límites para poder vivir en sociedad. Estos límites son establecidos mediante las normas morales, que orientan al ser humano sobre cuál debe ser el comportamiento correcto para cada situación. La ética orienta, aconseja, ayuda; no es, como el derecho, coactiva ni punitiva. Los hombres, al ser racionales, necesitan la ética para justificar sus acciones y sus actitudes ante otros hombres pero sobre todo, ante sí mismos. 5. ¿Por qué resulta importante la ética de Aristóteles hoy en día? Aristóteles, a pesar de no conocer la ética como concepto, es considerado el padre de la ética por ser uno de los primeros en reflexionar sobre temas que tienen que ver con la conducta del hombre en sociedad. De ahí la universalidad de su pensamiento. Temas filosóficos y éticos desarrollados en su libro *Ética a Nicómaco* que todavía siguen vigentes como: - [Las virtudes éticas]. Aristóteles identifica la virtud (*areté*) con el hábito de actuar según un **término medio**, es decir, el término que está entre dos actitudes extremas (el exceso y el defecto). Para ello, Aristóteles explica que se requiere un tipo de sabiduría práctica a la que denomina prudencia. Sin ella, nuestra actuación se verá abocada irremisiblemente al vicio. - [La felicidad del hombre]. Para Aristóteles, es mediante el ejercicio firme y continuado de la virtud como el ser humano alcanza la felicidad plena y perfecta. - [Tratado sobre la amistad], en el que explica qué es la amistad y cómo se puede lograr. 6. Fuentes de la ética +-----------------------------------+-----------------------------------+ | Fuentes primarias de la ética | - la razón humana | | | | | | - la propia experiencia moral | | | interna y externa | +===================================+===================================+ | Fuentes secundarias de la ética | - la metafísica u ontología | | | | | | - la psicología | | | | | | - la sociología | | | | | | - la historia | | | | | | - la literatura | +-----------------------------------+-----------------------------------+ [Fuentes primarias] - **razón humana** La ética es un producto de la razón. Cicerón→ la razón separa al hombre del animal. Erich Fromm→ la razón es la que dispone las normas éticas. - **propia experiencia moral interna y externa** experiencia moral interna→ conciencia individual experiencia moral externa o social→ norma objetiva o norma escrita (el derecho). [Fuentes secundarias] - metafísica u ontología→ ciencia filosófica del ser, base de la ética o deontología. No puede existir un deber (la ética) sin que antes exista un ser (metafísica/ ontología). - la psicología, la sociología, la historia, la antropología y la literatura→ campo de las humanidades. 7. Estudio de un caso: la ética de los valores Ética de los valores o ética axiológica (axiología→ *axios* (digno de valor) y logos (tratado, ciencia, investigación...))→ estudio de los valores. "Valor" es polisémico, tiene varios significados y acepciones. **Louis Lavelle** (*Tratado de los valores*)→ tabla de valores a partir de las diversas relaciones del hombre con el mundo: - **Orden objetivo**→ valores externos al sujeto que la sociedad de cada momento impone como válidos, por tanto son materiales, tangibles o cuantificables. - Valores económicos ("prosperidad", "miseria", "riqueza"\...). - Valores intelectuales→ tienen que ver con el conocimiento (la "verdad",el "error", la "ignorancia", etc). Se traducen en la ciencia, la cultura o la información. - Valores morales→ el valor moral por excelencia es la "libertad". Para Lavelle, son la justicia y el honor. - **Orden subjetivo**→ valores propios e internos del sujeto, por lo que son inmateriales, intangibles o no cuantificables. - Valores afectivos→ ("unión", "desunión", "simpatía"\....). Tienen que ver con los gustos. - Valores estéticos→ (la "belleza", la "armonía"\...) - Valores religiosos → tienen que ver con la fe, la oración, el amor, la esperanza. Cuántos más valores una persona tenga, más buena será. **Capítulo 2: Hacia una ética profesional** 1. ¿Qué es la ética aplicada? La ética aplicada se estudia en múltiples áreas de la sociedad contemporánea donde la ética posee un papel relevante (ámbitos profesionales como la bioética, la ética empresarial, la ambiental, la legal, la ética de la comunicación y del periodismo, etc). La ética aplicada se encuentra en cualquier carrera o especialidad laboral, haciendo especial referencia a la deontología. Esto se debe a que en toda profesión los trabajadores tienen unos derechos o atribuciones y unos deberes u obligaciones que derivan de su ejercicio profesional. La ética profesional estudia si estos derechos y obligaciones se cumplen. 2. ¿Qué es la ética o deontología profesional? La ética, deontología o moral profesional busca formular un conjunto de principios que orienten la conducta de los profesionales de un mismo gremio. No obstante, a pesar de ser obligatorias, no son una colección de "recetas", sino que debe aportar a los profesionales la capacidad para reflexionar y analizar críticamente las situaciones a las que se deben enfrentar en el desempeño de su labor. 3. Diferencia entre ética y deontología profesional Deontología se refiere a lo que es vinculante para un colectivo profesional, mientras que la ética es un control interior que el individuo ejerce sobre sí mismo y su finalidad es el deber consigo mismo y con los demás. 4. ¿Por qué es importante la ética en las profesiones? Establecer una serie de normas en el ejercicio profesional ayuda a proteger los intereses materiales (un salario justo, condiciones laborales justas, etc) y morales (dignidad y prestigio profesional, solidaridad profesional, etc) de los trabajadores. La moral profesional confiere estatus, identidad y motivo de ser a una profesión para que no se desvirtúe o deje de ser lo que debería ser. En conclusión, la ética o deontología profesional reconoce los derechos de los trabajadores a través de unos códigos además de ser una herramienta para orientarlos en el cumplimiento de sus tareas a través de unas normas de comportamiento profesional. **Capítulo 3: La ética del periodista y del comunicador audiovisual** 1. Definición de ética periodística y de ética de la comunicación Ética periodística→ el conjunto de normas que rigen la conciencia moral del profesional, es decir por convicción personal y no por obligatoriedad legal, del periodista y que están establecidas en los códigos de ética periodística. Por tanto, la ética periodística: - fija las normas que se deben seguir para mantener la integridad de la profesión - define las obligaciones morales y los derechos de todos los periodistas. Ética de la comunicación→ el conjunto de valores, normas y modelos de comportamiento que orientan las actividades individuales y colectivas en la búsqueda responsable de los objetivos humanos de la información. La ética de la comunicación social deriva de la responsabilidad de los propios profesionales, no es algo impuesto por organismos externos. 2. Importancia del compromiso ético de los periodistas y de los comunicadores profesionales El "ser" de los medios de comunicación es la mejor garantía para el "deber". La ética profesional en los medios de comunicación es importante porque afecta al conjunto de la sociedad. Recientemente, con el creciente protagonismo de los medios de comunicación en nuestra sociedad, aumenta la preocupación colectiva por su ética, sobre todo en cuanto a los medios destinados a la infancia y juventud. Es por eso que se han creado una serie de códigos deontológicos en la profesión. El buen periodista y el buen comunicador debe preocuparse por temas éticos, pues de esa manera manifiesta su interés por analizar las acciones buenas y honestas. La preocupación ética fuerza al profesional a compromisos y decisiones reflexivas en el desempeño de su profesión, además de buscar el mayor bien para el mayor número de personas, elevando así su autenticidad como persona y como profesional. En conclusión, mediante la ética profesional, los comunicadores se convierten en mejores profesionales y mejores personas. La ética es, en fin, la esencia de esta profesión. 3. Razones del periodista y del comunicador para no ser éticos Razones comunes para no ser ético dentro de esta profesión: - Memoria histórica→ la autocensura de la dictadura franquista. Este razonamiento es erróneo porque hablar de ética sin libertad de expresión es sencillamente imposible. - Políticos que son éticos en función de sus intereses personales, es decir, la ética falsamente asumida, ética que funciona como mero adorno. - En algunos medios les interesa más los índices de audiencia que la calidad y veracidad de sus noticias. - La ética del todo vale (el fin justifica los medios). 4. Razones del periodista y del comunicador para ser éticos - La credibilidad, pues fundamenta la autoridad y fiabilidad de sus noticias. - Calidad informativa→ mejorar la calidad informativa en prensa, radio y televisión está en relación directa con la mejora de la ética profesional. - Identidad o estatus profesional. Como hemos dicho, los informadores tienen y mantienen una ética en su actuación profesional porque saben que tienen una responsabilidad con el público y con ellos mismos. Esta deontología es lo que hace de una profesión su motivo de ser. - La división de la empresa informativa afecta profundamente a la ética profesional, como si su complumiento sólo fuese una tarea exclusiva de los propios profesionales. Pero la deontología informativa también deben cumplirla los empresarios del sector. 5. Reglas deontológicas básicas del profesional La deontología o ética profesional del periodista y del comunicador se encuentra referenciada en el uso profesional y en los códigos deontológicos de prensa, radio, etc. El uso profesional significa que, en el caso de que no se cuente con un código deontológico que regule la actividad de los informadores, son los colegios profesionales o las instituciones de autocontrol (Consejo Audiovisual de Cataluña, el Observatorio Europeo del Audiovisual, etc) los que deben adoptar decisiones respecto a la conducta profesional y regular la actividad de los periodistas, y así se van creando las reglas o normas deontológicas, basándose en las quejas de los ciudadanos y dilemas profesionales, etc. Los códigos deontológicos son reglas o normas de carácter ético que ya están consensuadas y aprobadas por el gremio de los profesionales de la información. Estas son: - las que conciernen a la profesión en sí misma: el secreto profesional, la cláusula de conciencia, el derecho y el deber de rectificación, el derecho a un salario digno, etc. - Reglas relativas a las relaciones del periodista y comunicador con el Estado y la comunidad internacional: el informador debe respetar las instituciones sociales, debe velar por la paz y el orden internacional. - Relaciones del periodista y comunicador con el público: respeto a la intimidad y vida privada, proteger la infancia y la juventud, respetar el derecho a la propia imagen. - Referidas al individuo consigo mismo, con su conciencia: la dignidad profesional, la integridad profesional, etc. 6. Reglas éticas básicas en la captación de imágenes Es importante que el comunicador conozca las reglas para poder cumplirlas. En cuanto a la captación y tratamiento posterior de las imágenes, obligan a enumerar una serie de reglas básicas y generales: - Se pueden tomar fotos en lugares públicos, aunque hay excepciones. En estas excepciones, se es preciso de una acreditación profesional. En el caso de lugares privados, se necesita el consentimiento personal del individuo o la acreditación pertinente. - No es ético difundir imágenes de una persona en una situación que no corresponde con la realidad, al igual que no es ético seleccionar unas imágenes que distorsionan la realidad (usar Photoshop). - No hay que utilizar siempre las mismas imágenes de archivo para ilustrar noticias de actualidad. - No se pueden usar imágenes de una persona más allá del propósito que la persona ha consentido. - Para garantizar el anonimato de la fuente informativa, se recurrirá a usar procedimientos técnicos como el contraluz, el plano dorsal o la desfiguración del rostro y de la voz. **Capítulo 4: Principios de ética periodística y de la comunicación audiovisual** 1. ¿Qué son y para qué sirven? La deontología profesional nace de la necesidad de cualquier colectivo profesional de articular un conjunto de reglas que definan y controlen sus derechos (libertades) y sus deberes (responsabilidades). Además de definir el comportamiento interno de los miembros del grupo, el ideal profesional y la relación de los profesionales con la sociedad y el público. En conclusión, estos códigos éticos aportan identidad y estatus a la profesión. Igualmente, determinan el perfil de ese profesional y los objetivos de su profesión. 2. Derecho y deberes del periodista y del comunicador audiovisual. Tanto para el periodista como para el comunicador audiovisual, existen **siete derechos fundamentales**: - [Derecho a la vida en el ejercicio profesional]. El ejercicio de la actividad profesional del informador puede llevar a situaciones de alto riesgo, por ejemplo en países dictatoriales en los que no hay una libertad de opinión (Venezuela, Siria, etc). En este derecho, se establece que no es legal amenazar, torturar o matar a los profesionales que se dedican a la búsqueda y publicación de la información. Este derecho es el que más se ve quebrantado. - [Derecho a la información]. El derecho a poder recibir libremente información y poder transmitirla. - [Derecho a las fuentes informativas]. Unida a la anterior, el derecho de poder acudir a fuentes fidedignas para poder conseguir información. - [Derecho de autor]. Derecho a salvaguardar la propiedad intelectual derivada de su trabajo. - [Derecho al secreto profesional]. Derecho del periodista y comunicador de no revelar las fuentes de información bajo ningún concepto ni publicar nada que se haya recibido como confidencial (*off the record*). Esto no solo es un derecho, sino también un **deber moral**. - [Derecho a la cláusula de conciencia]. Derecho a salvaguardar su propia conciencia y su integridad moral ante un cambio de ideología del medio donde trabaja. - [Derecho a un salario digno]. Derecho a un salario proporcional a su trabajo y cumpliendo el mínimo marcado por la legislación laboral vigente. El comunicador contrae una serie de deberes en tres ámbitos: - [Con el público en general]. Los comunicadores son responsables de dar información verdadera, objetiva y exacta. - [Consigo mismo]. Son deberes personales, subjetivos, intransferibles, individuales de los que dependen la dignidad e integridad profesional: no dejarse sobornar o cojear ante cualquier presión, acogerse a una cláusula de conciencia en caso de que el medio le pida hacer un trabajo que vaya contra su conciencia, etc. - [Con sus colegas]. La solidaridad y lealtad con sus compañeros y su empresa a la que presta sus servicios, la competencia leal (*fair play*) y el respeto de los derechos de autor. 3. Principios fundamentales de ética y deontología profesional para periodistas y comunicadores. - [Integridad profesional (no al soborno)]. Como ya se ha dicho, el profesional debe ser íntegro en el desempeño de su profesión para no perder su independencia profesional, su imparcialidad profesional y, sobre todo, para no perder la credibilidad ante el público. Ahora, la integridad profesional se refiere a no dejarse guiar por intereses personales o particulares que comprometan la imparcialidad de la información o imágenes que se transmiten. En definitiva, ser honesto. Puesto que el informador funciona como intermediario entre el público y la fuente informativa, es susceptible de ser comprado por personas a las que no les favorezca que se sepa lo que está tratando de informar. Igualmente, hay veces en las que es el periodista quien soborna por una exclusiva. En resumen, el informador audiovisual tiene el derecho y el deber de rechazar toda presión externa e interna, y de aceptar únicamente las órdenes de sus superiores, siempre que no comprometan su integridad moral. - [Dignidad profesional]. La dignidad supone ejercitar los principios éticos contenidos en el código deontológico de cada profesión. El profesional tiene el deber de no hacer nada que traiga descrédito sobre su profesión. - [Responsabilidad profesional]. El informador tiene una responsabilidad ética, otra jurídica y otra social. La **responsabilidad jurídica** es objeto del derecho de información y está relacionada con la legalidad, por ejemplo demandas al periodista por faltar al derecho de imagen de una persona física o jurídica. No es objeto de nuestro estudio. La **responsabilidad ética** es aquella que compromete al informador audiovisual en conciencia, en virtud de sus convicciones y opciones más personales. El comunicador audiovisual y el periodista son responsables de sus escritos y comunicaciones audiovisuales (excepto si no va firmado, en tal caso, la responsabilidad caería en el director del medio en el que se ha emitido dicha obra). Esta responsabilidad la tiene ante la organización profesional a la que pertenece (empresa o representantes), ante su propia conciencia y ante la sociedad, pues el informador debe servir a la sociedad. En caso de demanda legal, también es responsable ante la institución o persona afectada. En cuanto a la **responsabilidad social**, muy relacionada a la responsabilidad ética, es la que lleva a valorar el perjuicio o beneficio que puede tener la presentación de determinados contenidos en el conjunto de la sociedad. La sociedad exige y demanda que se cumpla la responsabilidad del informador y del medio de comunicación ante el tratamiento de determinados contenidos, ya que pueden ser dañinos para un determinado colectivo social. - [Verdad, objetividad y exactitud en la información]. Este es el único principio admitido unánimemente por todos los códigos deontológicos de la profesión, en cualquier lugar del mundo. **La verdad** es: - la adecuación perfecta entre el entendimiento y la cosa real, entre lo que mi mente entiende lo que una cosa es y lo que es en realidad. - "la conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa" - "el juicio que no se puede negar racionalmente" Según Santo Tomás, la verdad se divide en dos clases (*Suma Teológica*): la verdad objetiva, la verdad científica, que no se puede negar; y la verdad subjetiva, propia de cada sujeto, pues es su verdad de los hechos. A la verdad objetiva (la objetividad) se opone la falsedad, y la verdad subjetiva (la veracidad) a la mendacidad. Las noticias, al ser fabricaciones de un sujeto, son un producto sustancialmente subjetivo. Por tanto, se deben publicar y emitir informaciones desde el punto de vista de la verdad subjetiva. Si la información es falsa, deja de ser información, ya que **la esencia de la información es que sea verdadera**. Con respecto a **la objetividad**, es, como ya hemos visto, "la concordancia de una afirmación con su objeto". La objetividad periodística consiste en un procedimiento, en un modo de trabajar, cumpliendo una serie de reglas básicas: - Reflejar opiniones contrarias e ideológicamente plurales. - Distinguir claramente lo que es noticia de lo que es artículo de opinión. Y distinguir información de lo que es publicidad. - Indicar las fuentes informativas, siempre que sea posible (siempre que no sean confidenciales o estén protegidas). - Contrastar por varias fuentes la información recibida. En definitiva, informar con objetividad significa hablar de las cosas tal como ellas son de por sí, en su propio contexto, sin manipular o distorsionar alguna circunstancia. Aunque la objetividad absoluta es imposible en la práctica, siempre es posible un mínimo de objetividad informativa, que el informador está obligado a buscar. Por último, **la exactitud** se puede definir como "la puntualidad y la fidelidad en la transmisión del mensaje informativo". El periodista o el comunicador debe difundir hechos verdaderos, objetivos y exactos, si no está seguro que cumpla todas estas cualidades, no sería ético, bajo ningún concepto, difundir la información. Una vez hemos definido cada término por separado, surgen dos interrogantes: ¿es misión del comunicador publicar siempre la verdad o hay verdades que deben ser omitidas? Si es así, ¿cómo se reconocen? Es aquí donde entra en escena la **responsabilidad del informador**, que consiste en buscar aquellas verdades que sean útiles para la sociedad. Cuando una verdad no tiene consecuencias ni repercusiones significativas en la ciudadanía y, además, hace daño a alguien, no merece la pena ser difundida. - [Primacía del servicio al bien común e interés público.] Uno de los principios más importantes, pues obliga al periodista a servir en primer lugar al bien común e interés público, dejando todo bien particular o personal de lado para llegar al *summum bonum*. Cuando decimos **bien común**, nos referimos al bien último que busca toda sociedad y que, por tanto, la organiza: un orden justo de convivencia y de libertad en el que todos salen beneficiados. Hace referencia también al conjunto de medios y condiciones vitales y morales que toda sociedad debe procurar a sus miembros para que ellos puedan cubrir sus bienes básicos (alimento, vestimenta y vivienda). En cuanto al **interés público** o general, consiste en informar debidamente de la repercusión social que tienen los asuntos de interés público, como puede ser una crisis financiera. Por tanto, el interés público no se refiere a las preferencias subjetivas de una mayoría, sino que compete a todo el mundo. De esta forma, el profesional ha de vivir más para servir a su público que vivir a costa de los derechos derivados de su profesión. - [Utilización de medios justos, honestos, lícitos y legales en la obtención de noticias y fotografías.] Las informaciones, imágenes y fotografías no se pueden conseguir a cualquier precio, sin el consentimiento de los protagonistas de la información y en contra de la voluntad del medio o emisor, pues se estaría violando varios derechos. Los códigos de ética advierten a los fotógrafos que no tomen imágenes y fotografías que puedan causar pena o humillación a colectivos desfavorecidos o vulnerables (menores de edad, inmigrantes, enfermos mentales, prostitutas...), puesto que esas imágenes pueden contribuir a aumentar ese dolor o su exclusión social y estas personas no pueden defenderse. Igualmente, los códigos éticos denuncian el uso de métodos ilícitos o ilegales (el fraude, el chantaje, la intimidación, la escucha telefónica, etc), pues tampoco están permitidos por ley. En ética periodística y de la comunicación audiovisual, el fin no justifica los medios, excepto si ese fin es el bien común. De esta forma, el periodismo de investigación, que utiliza procedimientos no muy lícitos para desenmascarar redes ilegales (de extorsión,narcotráfico, etc), sería ético a pesar de emplear métodos ilegales, porque prima el criterio del bien común. - [No al sensacionalismo en prensa, radio, televisión y cine.] Los informadores utilizan a menudo el sensacionalismo, tanto en prensa como en TV y radio, para captar audiencia y lectores. Publicaciones con una dosis de violencia, con dolor intenso o dramatismo extremo plantean problemas éticos al confundir veracidad con explotación de una tragedia. Es decir, el sensacionalismo se trata, como explica Niceto Blázquez, de "la exageración intencionada del contenido de la noticia, aunque de fondo haya verdad" y el fin de esta exageración es vender. Ahora bien, si estas imágenes llegan al punto de herir la sensibilidad del espectador y violentar derechos de imágen y humanos, la responsabilidad caería en el autor de dichas imágenes o dicha información y sus superiores por decidir hacerla pública, y no podrán refugiarse en la excusa de satisfacer la demanda de la audiencia. Algunos excusan el uso de narraciones, fotografías e imágenes escabrosas de, por ejemplo, guerras o accidentes de tráfico como formas de concienciar al público de lo terrible de estos casos. Sin embargo, al abusar de estas imágenes, puede producir la indiferencia social. También hay que tener en cuenta que llevar al extremo la crudeza de las imágenes no aporta más elementos informativos a la descripción de los hechos que se haga. - [Tratamiento ético de la violencia]. **La ética de las informaciones sobre violencia y terrorismo**. La violencia es una parte de la vida real, por tanto, de acuerdo al derecho de información, es algo que tiene que ser informado. Sin embargo, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de informar como es debido: con un lenguaje sobrio y equilibrado, que evite el lirismo revolucionario de los terroristas, realizada por un profesional especializado en la materia y que no se deje llevar por el sensacionalismo, siempre priorizando la transmisión de la verdad y no transmitir discursos políticos o propagandas. Por ello, deben informar desde el punto de vista de las víctimas de la violencia. También tienen que informar de aquello que los violentos no quieren que se sepa. El informados tiene que tener en cuenta que lo que el terrorista quiere es llamar la atención y causar división. Y es que el informador tiene la responsabilidad de no propagar la violencia (proceso de justificación de la violencia). Un abuso de la información sobre violencia conduce a la indiferencia y falta de sensibilidad en la ciudadanía. Por lo que el informador tiene que informar sólo de lo necesario y asegurarse de no hacer resonancia de los violentos. **Tratamiento ético de la violencia en televisión y en el cine**. La violencia está también muy presente en televisión y cine, muchas veces injustificadamente. Y es que la violencia es la protagonista principal de la mayoría de los contenidos de los distintos formatos televisivos: desde un informativo hasta programas que incitan a la reflexión, como debates y tertulias. La violencia se ha convertido en la fórmula misma del espectáculo televisivo, y esto se debe a que incrementa los índices de audiencia. Igualmente, en las series de ficción se populariza la violencia gratuita, presentada como divertida. Esta violencia exalta unos valores (lo ruin, el desprecio hacia otros seres, la fuerza física), que se convierten en valores socialmente aceptados, difuminando así las fronteras entre el bien y el mal. Y es que la televisión educa a su público, si sólo muestra la violencia como solución, el público va a pensar que realmente es la única solución. También se hace la violencia presente en el cine. Cobró un auge espectacular a partir de finales de la década de los cincuenta en EEUU, con el clima de libertad social que se creó con la llegada de JFK al poder. El cine, para diferenciarse del medio televisivo, comenzó a explotar los, entonces, novedosos fenómenos violentos para atraer a un público que no se satisfacía con los contenidos idílicos y banales que ofrecía la programación televisiva. Durante las décadas de los sesenta y los setenta del s.XX, la violencia en el cine se hizo implacable. Y desde entonces, el cine violento ha evolucionado hacia la representación de la violencia sexual más extrema. Según la deontología del cine, en la puesta en escena de la violencia cinematográfica habría que plantearse tres interrogantes para que la violencia sea aceptable y distinga entre el bien y el mal: - ¿Es esencial o no la acción violenta en el desarrollo narrativo de la historia que intenta comunicarse? - ¿Cuántos detalles son necesarios para que la acción violenta se comprenda bien? - ¿Se incluyen acciones violentas sin ser necesarias para la trama y que sólo sirven como factores de un sensacionalismo morboso? En conclusión, el cine violento puede ser aceptable si distingue entre bien y mal, y discurre sin complacerse ni recrearse en la crueldad, ni descubrir nuevas formas de causar sufrimiento en el ser humano, ni explotar la agresividad latente en la especie humana. **Deontología de los informes sobre crímenes y suicidios**. - CRÍMENES: El tratamiento de las informaciones sobre crímenes reviste un especial cuidado, no sólo por no caer en el sensacionalismo, sino también hay que respetar la identidad de un sospechoso o de una persona presuntamente involucrada en un crimen. Hay que recordar que, en este ordenamiento jurídico, toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia. Sólo cuando el sospechoso sea imputado formalmente por un juez del delito y el ingreso en prisión sea ordenado, se podrá revelar la identidad del sospechoso. Pues, si no se cumple esto, además de no respetar el derecho de inocencia, se contribuye a no crear un clima de opinión pública sereno y se puede entorpecer la administración de la justicia. - SUICIDIOS: de un suicidio de una persona ánonima, que no revista especial interés público o general, en principio no hay que informar. En el caso de que el suicidio de esta persona ánonima se haya producido en un sitio público, se puede informar del hecho y ofrecer imágenes de la zona acordonada por la policía si se puede, pero no es preciso identificar al fallecido. También es importante el lenguaje que se emplee y ser prudentes al intentar establecer las posibles motivaciones (no inventar las posibles causas), teniendo en cuenta que el informador no es un juez, psicólogo o médico forense. - **Tratamiento ético de la publicidad**. **Distinguir información de publicidad**. A veces sucede que, intencionalmente o no, la publicidad presenta un diseño muy parecido al de la información, lo que puede confundir al espectador. Es en la radio donde existe un mayor riesgo de confusión, hasta el punto de que en los comienzos de la radio, muchos pensaban que no habría lugar para publicidad, sin embargo, con el paso del tiempo, la radio se hacía más costosa y, en 1922, se lanzaron al aire de forma experimental, los primeros programas patrocinados. Cada medio de comunicación tiene sus propios recursos expresivos para indicar lo que es información y lo que es publicidad. En la prensa, hay una clara distinción: la publicidad suele ir a pie de página o a lo ancho de toda la página o distribuida en faldones publicitarios. Hay veces en la que se le dedica una página entera, pero siempre está bien distinguida de la información. En la radio, se deben utilizar ráfagas musicales o las propias indicaciones verbales de los presentadores. En TV, suele haber cortinillas gráficas o una careta de salida del programa, con su sintonía y su paso al logotipo de la emisora. Cuando en las televisiones autonómicas se planteó el problema de que los programas informativos tuviesen pausas publicitarias, algunos profesionales pensaron que eso difuminaría la imagen de independencia que es siempre deseable en los telediarios para obtener credibilidad informativa. En cambio, otros pensaban que sería una buena muestra de su prestigio, al confiar los patrocinadores en ese producto informativo. No obstante, a nivel ético, hay que cuidar que los contenidos de esos bloques publicitarios no desautoricen o contravengan los planteamientos informativos. Otra vía clásica de publicidad en TV es con la publicidad estática. En los paisajes urbanos, se aprovechan toda clase de superficies para la colocación de anuncios. Hay veces en las que es inevitable que aparezcan estos carteles en el plano, por lo que los cámaras no deben evitar esa publicidad estática si con eso pierden un objetivo informativo fundamental. Los anunciantes suelen colocar los anuncios de forma que no se puedan evitar, lo cual se puede ver en acontecimientos deportivos. En resumen, es esencial separar en los medios la información de la publicidad. **No a la publicidad engañosa y a la información subliminal**. Técnicas publicitarias como anuncios falsos de productos inexistentes en el mercado, etiquetas y nombres que pueden confundir al espectador, garantías exageradas y anuncios de mal gusto (que atenten contra la sensibilidad del espectador, que discriminen a un determinado colectivo, etc) son prácticas ilícitas. La publicidad engañosa se produce, en parte, por el aluvión de información subliminal que cotidianamente recibimos. La percepción subliminal consiste en la capacidad del inconsciente para captar información. Es una técnica destinada a llegar al subconsciente. Los publicitarios buscan nuestros miedos, deseos y angustias escondidas para usarlos posteriormente en las campañas de publicidad. La publicidad subliminal utiliza que el ojo humano sea lento y solo percibe imágenes transmitidas a determinadas velocidades para manipularnos para que hagamos ciertas cosas o compremos determinados productos. Es decir, acaban con la libre elección. Sin embargo, todo esto sería ético si se utiliza con el fin del *summum bonum*: evitar robos, luchar contra adicciones o enfermedades, anuncios para elaborar hábitos de comida sanos, etc. Para concluir, es importante remarcar que el empleo de estos métodos, por regla general, es inadmisible en publicidad, ya que el público debe gozar de libertad para elegir. Los mensajes subliminales pueden provocar reacciones incontroladas en nuestro cerebro. Además, no existen pruebas científicas que demuestren la eficacia al cien por cien de estas técnicas en la modificación de los comportamientos del público. **La ética de los anuncios televisivos**. Hay cuatro formas de considerar los anuncios televisivos como inmorales en ética publicitaria: - Anuncios de productos perjudiciales, dañinos, nocivos o peligrosos. - Anuncios de servicios inmorales. - Por exponer prácticas inmorales en un anuncio para algo que ya de por sí es perjudicial, dañino, nocivo o inmoral. - Por anuncios insertados en los medios de comunicación que son organizados y subvencionados por grupos inmorales. No obstante, la misma forma del drama televisivo está gobernada por la publicidad. **El periodista y el comunicador no deben hacer publicidad ni propaganda**. Publicidad→ toda información comercial interesada económicamente. Propaganda→ se trata de coaccionar al público con argumentos e imágenes con el fin de disminuir la libertad del receptor y su capacidad crítica. Actualmente, está más enfocado en el terreno político. Según la deontología profesional, el periodista o el comunicador no deben hacer publicidad ni propaganda mientras desempeñen su profesión, ya que dicha actividad puede comprometer la objetividad y el servicio al interés general. Al fin y al cabo, se trataría de transmitir información interesada económicamente. Otra razón sería para que el informador no perdiera su imparcialidad o independencia profesional. En fin, la deontología de la información y de la comunicación prohíbe expresamente que los intereses publicitarios o comerciales motiven la publicación de un artículo o de la emisión de un determinado contenido informativo. - **Respeto a los derechos a la intimidad y vida privada de las personas**. **Concepto de intimidad**. Hace referencia a lo interior, a lo más reservado. Se refiere a una persona en sus relaciones consigo misma o con personas cercanas a ella. Se opone, obviamente, a lo público, que es conocido por todos. Según Carbonnier, es la "esfera de la vida del individuo en la que tiene el poder legal de evitar a los demás". Una acepción de 1992 afirma que "la intimidad es el derecho a no ser conocido, en ciertos aspectos, por los demás. Es un derecho al secreto, a que los demás no sepan lo que somos o lo que hacemos". Según Porfirio Barroso, comprende todos aquellos pensamientos, sueños , deseos, intenciones, fantasías, imaginaciones y creencias que solo uno conoce. Es un deber y un derecho, puesto que el sujeto tiene el deber de preservar su intimidad y no negociar con ella; una vez ha vendido su intimidad no podrá refugiarse en el derecho de intimidad. Se trata del "derecho del individuo a una vida retirada y anónima". **Concepto de vida privada**. Vida privada es "la vida familiar, personal del hombre, su vida interior, espiritual, la que lleva cuando vive detrás de su puerta cerrada". No obstante, es importante tener en cuenta que la vida privada no sólo se asocia con la propiedad privada de la persona, se puede tener vida privada en un lugar público (mientras no se esté en una comparecencia pública o un acto oficial). Este derecho a la vida privada hace referencia al control exclusivo del individuo sobre todo lo relativo a su ámbito privado. La violación de la vida privada consiste en una intromisión no autorizada en el retiro de otra persona que se mantiene a sí misma y su familia apartada del público. **Concepto de "lo público"**. Hace referencia a "lo abierto" o a "lo disponible al público". Entonces, es todo aquello que resulta visible u observable, que se expone a una multitud para que sea visto y oído, lo que implica que se realice en la escena pública. Por otra parte, lo privado es todo lo que aparece oculto a la mirada del dominio público. Por tanto, aparece asociado a todo lo que concierne a lo doméstico e incluye a todas las personas que comparten esa esfera. Igualmente, se contempla "lo privado" como el ámbito espacial del domicilio, ya que suele ser donde se dan estas escenas íntimas. **Intimidad y vida privada**. La vida privada incluye la intimidad, sin embargo no son sinónimos, pues lo íntimo es un núcleo más interno de lo meramente privado. Esto se puede ver mejor con la **teoría de los círculos concéntricos**. La intimidad estaría rodeado por otro círculo de mayor dimensión que responde al conjunto de las relaciones privadas, en las que el sujeto se relaciona con su ámbito próximo de personas con las que construye su propia vida privada. Oponiéndose a la intimidad, está la vida pública. A este gráfico, María del Mar López Talavera le añade una flecha unidireccional que parte del círculo de la intimidad a la vida pública, sin posibilidad de retorno ya que lo que se convierte en dominio público ya no puede volver nunca más a ser íntimo. Con respecto a este último punto, se puede acuñar el vocablo *extimidad* del psicoanalista Jacques Lacan, que se ha recuperado para referirse a la tendencia de las personas a hacer pública, sin pudor alguno, su intimidad y vida privada voluntaria e intencionalmente. Por intimidad y vida privada se entiende: - el respeto al honor personal y familiar - el respeto a una reserva de las relaciones sexuales - reservarse las creencias religiosas - el respeto a la propia imagen para que no sea expuesta sin consentimiento o indebidamente. - el derecho a una vida retirada y anónima - respeto al domicilio y la correspondencia - respeto a las ideologías políticas - respeto a la enfermedad, muerte, sufrimiento y dolor. **Intimidad y vida privada dentro de una ética periodística y de la comunidad audiovisual**. Aunque en papel todo parezca muy claro, en la práctica, es muy difícil establecer un límite ético, una línea divisoria entre los mundos públicos y privados de los famosos y personajes públicos en relación con el derecho a la información de la audiencia. El problema moral que suscitó el tratamiento de la muerte de la princesa Diana de Gales por parte de los medios de comunicación permitió dar luz al debate sobre los límites de la información sobre la vida íntima de los personajes públicos. Toda persona tiene derecho a que su vida privada e intimidad no sea expuesta sin su consentimiento. El cámara, el fotógrafo o el informador no deben nunca penetrar en el cerco inviolable de la vida privada de otros, por tanto, no tienen derecho a grabar en película fotográfica, cámara de vídeo o cámara oculta tomadas en la esfera de la intimidad del individuo, más todavía sin su consentimiento o sin ser consciente de que está siendo observada. En estos supuestos atentados materiales a la intimidad, el informador no debe hacer público lo que no debería ver. Otra forma de atentar contra la intimidad de las personas, es dar a conocer circunstancias o aspectos de la vida humana, generalmente dolorosos y de carácter privado, aunque ocurran en un espacio público (accidentes de tráfico, etc). Respecto a los personajes públicos, los ciudadanos tienen el derecho de ser informados de aquellas dimensiones de la vida privada de estas personas públicas mientras afecten al bien común e interés general de la ciudadanía, incluso si no cuentan con el consentimiento de la persona. En cuanto a las cámaras ocultas, se puede usar en reportajes de investigación y de denuncia social, teniendo en cuenta dos factores: - la legalidad de la grabación misma y de su uso posterior. La grabación puede ser legal pero no estar autorizada o no ser legal su uso o explotación posterior. - el grado de violación de la intimidad. No es lo mismo grabar con cámara oculta en la vía pública que en el domicilio de una persona sin su consentimiento. - **Respeto al derecho al honor**. Honor proviene del término griego *ainos*, que quiere decir alabanza. Existen dos clases de honor: el **"objetivo"**, que es la reputación que una persona goza ante los demás(dimensión social del honor), y el **"subjetivo"**, que es el sentimiento y conciencia de la propia dignidad (dimensión personal, individual y subjetiva). Como dice Carlos Soria, "la honra significa el reconocimiento de los valores morales de la persona por parte de los demás (···), la adecuada valoración social del honor de una persona". Las primeras huellas conocidas de la protección jurídica al honor aparecen en el derecho romano. Posteriormente, se incluyó en la Constitución (en España, la del 1978). Es un derecho humano fundamental y, por tanto, un precepto irrenunciable de la persona. Todos los hombres tienen que ser respetados en su honor. El honor, además de un derecho, es un deber. En caso de conflicto entre el honor y la libertad de expresión, hay algunos autores que argumentan que el honor, al ser un precepto más cercano a la propia persona, se debe anteponer al derecho de libertad de expresión, al mismo tiempo que hay autores que anteponen la libertad de expresión. Sin embargo, *a priori* y por regla general, no tiene por qué prevalecer una norma jurídica sobre otra. Si la información que se transmite cumple el principio ético de "verdad, objetividad y exactitud en la información" y es un asunto que afecta al bien común, prevalecerá el derecho de comunicar dicha información aunque se dañe el honor de una persona. En el caso de que el periodista sea llevado a juicio, podrá invocar el *exceptio veritatis*, es decir, podrán alegar y aportar pruebas de que la información es cierta. El Código Penal español reconoce dos delitos contra el honor: la **calumnia** (cuando una persona acusa a otra de haber cometido un delito a sabiendas de que tal acusación es falsa) y la **injuria** (aquella expresión que lesiona la dignidad de una persona, que perjudica su reputación o que atenta contra su propia estima). A nivel ético, ambas son acusaciones falsas o maliciosas hechas con el objetivo de causar daño a una persona. La gravedad está en que ambos delitos reside en la imposibilidad de restitución posterior del honor de la persona perjudicada. Por último, la **difamación** consiste en desacreditar a una persona publicando, de forma oral o escrita, contra su buena opinión o fama. También consiste en poner a alguien en bajo concepto o estima. En el ordenamiento español, esta se traduce en los dos delitos anteriormente señalados. - **Respeto al derecho a la propia imagen**. Una definición de imagen es "la reproducción de los rasgos físicos de una persona sobre un soporte material cualquiera". Según César Moreno, "la imagen es la reproducción, por medios mecánicos o manuales, de la figura humana en forma personalizada e identificable". Por tanto, un objeto inanimado (jarrón) es también una imagen. Se tiene que entender este objeto inanimado como "reproducción o representación de la figura humana en forma visible y reconocible". El primer reconocimiento jurídico de este derecho tuvo lugar en 1907, concretamente el 9 de enero, en Alemania. Tras el debate que se levantó por la publicación en 1952 de una imágen de 1898 del cuerpo sin vida del canciller Bismarck sin permiso de sus parientes (los fotógrafos, que fueron llevados a juicio, se colaron en la casa con ayuda de un guardia, que también fue juzgado), se implantó el derecho a la imagen propia en la ley alemana relativa al derecho de autor sobre las artes figurativas y la fotografía de 9 de enero de 1907. Este derecho afecta a otros derechos: el derecho al honor, a la intimidad, a salvaguardar las imágenes de una persona obtenidas durante su agonía o las de un cadáver. Esto es, todos tenemos derecho a una muerte digna y privada, sin una publicidad no deseada. El derecho a la propia imágen es "aquel que faculta a las personas a reproducir la propia imagen, con carácter comercial o no; (\...) es el derecho que tiene la persona a impedir que un tercero pueda captar, reproducir o publicar su imagen sin autorización". Se trata de un derecho irrenunciable, innato, inalienable, absoluto e intransferible. En la Constitución española se reconoce el derecho fundamental a la propia imagen como uno de los límites al derecho de información". **Identificación del derecho a la propia imagen con otros derechos**. - **Derecho al honor**→ quien abusa de la imagen ajena es atentar contra su honor. Esto sería correcto en el caso de que la imagen tenga una actitud indecorosa, indigna o que se abuse de ella. - El derecho a la imagen como un **apéndice al derecho de la intimidad y vida privada**→ los defensores de esto afirman que la propia imagen incide inmediatamente en la personalidad y que, por tanto, es consecuencia del derecho a la intimidad. - La lesión a la propia imagen constituye la violación de un **derecho de la personalidad**, aunque no una infracción al honor (no se han cometido injurias, calumnias ni difamaciones), ni a la intimidad (no se ha violado el ámbito íntimo). - El derecho a la propia imagen es prácticamente el **derecho de autor**→ al violar la propia imagen, se vulnera un derecho de la propiedad. Pero el derecho a la propia imagen es independiente ya que no genera instantáneamente un derecho de autor, como haría un cuadro, que sí estaría protegido por la ley de propiedad intelectual. Todos los seres humanos tienen un derecho exclusivo sobre la utilización de su propia imagen y el hecho de que una persona no llegue nunca a saber que su imagen ha sido utilizada o está siendo explotada comercialmente no equivale a dar por lícita su uso. - **El sentido ético de la protección a la infancia y juventud**. No se deben hacer públicos los nombres de los menores o información que permitan identificarlos, ya que pueden causar daños irremediables para toda su vida y estos menores no tienen las mismas capacidades que los adultos para defenderse. En el caso de jóvenes delincuentes, hacer pública esta información puede dificultar su reinserción en la sociedad. EEUU es la única excepción. Nosotros la reconocemos en el artículo 20 de la Constitución. Los mensajes audiovisuales han pasado a ocupar un lugar esencial en la formación de los menores. Aunque no es fácil calibrar el grado de influencia de todos los niños y adolescentes del mundo, se puede deducir que **el público infantil no es inmune ante lo que se representa en televisión**. Y es que los niños **están indefensos** ante el carácter violento, sexual, agresivo, etc, que se difunde en la pequeña pantalla. **Los niños imitan y aprenden de lo que ven**. A pesar de entender, a su manera, lo que ven en la pantalla, **carecen de dotar de crítica y madurez ciertos contenidos televisivos**, provenientes del mundo adulto. El *Broadcasting Code* interpreta como nocivo o no recomendable para menores aquel que contenga el uso de drogas, tabaco, alcohol, violencia, comportamientos peligrosos, lenguaje ofensivo, sexo, nudismo, exorcismo, lo oculto y lo paranormal. Incluso en dibujos animados, se presentan y exaltan, en ocasiones, valores contrarios a la convivencia. Estas representaciones nocivas pueden tener efectos en la conducta de los menores: - se pueden volver inmunes ante la violencia - pueden acabar aceptando la violencia como un "modo natural" de resolver problemas. - pueden imitar la violencia ficticia y convertirla en agresividad real. - pueden identificarse con ciertos personajes, caracteres, patrones de conducta, ya sean víctimas o agresores. Hay que tener en cuenta que esto también depende de la personalidad y el contexto familiar del niño. Por tanto, es seguro afirmar que los efectos de la televisión sobre los niños no dependen tanto del tiempo que pasan ante el televisor como de los contenidos de los programas y la capacidad personal del niño de asimilarlos y de saber distinguir lo real de lo irreal. El hogar también influye en los hábitos de consumo de los menores. La representación de la violencia más peligrosa es aquella que se presenta embellecida y depurada, incluso en clave de humor, la cual aparece en los dibujos animados destinados a niños. En 1993 se realizó un convenio para tratar de poner límites al uso de la violencia, la discriminación , el consumo de sustancias perjudiciales, el sexo y el lenguaje malsonante en televisión. Sin embargo, se ha quedado en una declaración de buenas intenciones, pues pese a los intentos de cadenas de autorregular estos contenidos, no tienen un fiel reflejo en la programación destinada a este colectivo. **Recomendaciones éticas para los padres**. Con todo lo dicho, lo que debemos hacer es fomentar la capacidad crítica de los niños para elegir los contenidos televisivos: - procurando ver siempre la televisión con los hijos o supervisarlos, conocer los contenidos de los programas que consumen y entablar conversaciones respecto a su contenido. - siendo conscientes de los riesgos que entraña una exposición excesiva del menor ante el televisor. - limitando el número de horas que el niño pasa ante el televisor. - utilizando la televisión como medio informal para educar, por medio de documentales de ciencia, naturaleza, historia, etc, y de programas de formato de concursos que ponen a prueba la inteligencia y los saberes generales del espectador. - evitando comer ante el televisor. - **No a la discriminación. Igualdad de tratamiento**. Los medios de comunicación cuentan con un gran poder sobre la sociedad y **dispensar un tratamiento adecuado a grupos desfavorecidos** que no tenga igualdad en el acceso y tratamiento de los medios de comunicación (inmigrantes, discapacitados, los enfermos mentales, personas pertenecientes al grupo LGTBIQ+, personas mayores, etc) **forma parte de la misión y el deber ético que apela a la responsabilidad social que apelan los medios**, que no se puede transferir a otros agentes. Es por eso por lo que es uno de los principios más importantes para conservar una convivencia pacífica y garantizar una sociedad democrática. Todos los hombres somos iguales, por tanto, no podemos ser rechazados o criticados por nuestro género, nuestra raza, etnia, situación social, económica, religión, ideología política o cualquier otra circunstancia. Es por eso que, se impera al comunicador **suprimir la información del color de la piel, religión o nacionalidad de quienes protagonizan las historias**, a menos que sea estrictamente necesario. De lo contrario, se podría estigmatizar al colectivo desfavorecido y desprestigiar su imagen. Es más, por imperativo legal, todas las cadenas de televisión, sean públicas o privadas, están obligadas a reconocer y practicar la no discriminación en los contenidos, muy especialmente en sus espacios informativos. En fin, el periodista o comunicador no debe discriminar **ni ser discriminado**, pues el comunicador también tiene sus creencias, ideas y opiniones. El comunicador debe evitar el uso de un lenguaje inadecuado (sexista o racista) y eludir términos peyorativos que induzcan al receptor a formarse estereotipos y prejuicios, así como contrastar todas las fuentes y no dar una única versión de los hechos ocurridos (objetividad, veracidad y exactitud). Los medios de comunicación pueden y deben usarse para dar voz a los desfavorecidos, tal como afirma el historiador y escritor Ryszard Kapuscinski, "un periodista debe ser un hombre abierto a otros hombres, a otras razones y a otras culturas, tolerante y humanitario. No debería haber sitio en los medios para personas que los utilizan para sembrar odio y hacer propaganda". - **Respeto al secreto profesional del comunicador**. El secreto profesional del comunicador es materia fronteriza entre la ética profesional y el derecho. El Consejo de Europa define el secreto profesional como un derecho y un deber: derecho del periodista a negarse a revelar la identidad de su fuente de información a terceros o las autoridades públicas o judiciales, y deber del periodista de no revelar públicamente las fuentes de las informaciones recibidas *off the record*. El secreto profesional como deber es el que compete a la ética y el que nos interesa. El comunicador recibe la información para hacerla pública pero lo que no tiene que dar a conocer son sus fuentes, no puede sacar a la luz los nombres de los protagonistas de la noticia. **No puede revelar las fuentes de información, pero sí el contenido**. El secreto profesional exime al comunicador de la obligación de desvelar la fuente de información en un juicio cuando es citado como testigo. También puede negarse a revelar ante un juez parte del contenido de la información o su totalidad. Todo esto mientras no se halle en peligro ningún **bien superior** por mantener este sigilo profesional. Por otro lado, si nunca se revelase la fuente de información, las noticias no parecerían verídicas ni contrastadas o transparentes. El comunicador solo se ceñirá al secreto profesional en el caso de fuentes confidenciales, porque, en el caso de que el profesional no respete este principio, dicha fuente de información dejará de suministrar información a cualquier medio. **Capítulo 6: La ética del emisor de radio** La radio, como la televisión, es un medio de formación de la opinión pública, de promoción de valores culturales y de compañía. De ahí la gran responsabilidad de las empresas radiofónicas, los programadores de las emisoras, los locutores y los contertulios radiofónicos. La información radiada es inmediata, por lo que pueden surgir situaciones en las que esta información no está debidamente contrastada y, una vez sale al aire, no hay marcha atrás. El tener que rectificar, *a posteriori*, perjudica al medio radiofónico. Por esto, aunque la información tenga que ser inmediata y continuamente actualizada, no por ello no debe cumplir el principio de objetividad, verdad y exactitud. **La misión del emisor de radio**, es decir, del director de la emisora, los productores de los programas: reporteros, locutores y contertulios radiofónicos, consiste en: - Educar, enseñar y formar. - Informar y comunicar. Por lo que es importante que el emisor comprenda su responsabilidad y que sea precavido a la hora de informar, sin manipular y verificando la información. - Divertir, distraer o recrear. Con cuidado de no herir a un colectivo social en el proceso. Las cualidades ideales del lenguaje con que se exprese un locutor deberían ser la claridad, la concisión, la llaneza y la naturalidad. El micrófono presta a la voz unos recursos para la persuasión, por lo que este deberá ser utilizado de forma lícita y ética para evitar manipular a los oyentes. El locutor radiofónico deberá tener un gran **compromiso hacia su audiencia**, que implica el respeto a la autenticidad de la información, no banalizar temas candentes de preocupación ciudadana, consciente de la responsabilidad que supone emitir públicamente para el conjunto de la ciudadanía. El locutor debe garantizar un clima de opinión sereno e intentar transmitir algo constructivo, relevante, trascendente, que importe y culturice a la sociedad a la que se dirige. **La ética del contertulio radiofónico**. Los contertulios radiofónicos se han convertido en los nuevos líderes de opinión: han pasado a sustituir al intelectual clásico y marcan la agenda-*setting* de lo que es opinable y debe ser de preocupación pública. Es por eso que el profesional de la tertulia no debe ocuparse solo de buscar los datos, contrastarlos, relacionar ideas, exponer su opinión fundamentada y enunciar un juicio, debe preocuparse también por las consecuencias que conlleve su comunicación y sus juicios. Debe estar socialmente comprometido en la búsqueda del mayor bien común y tener siempre presente el principio ético de "responsabilidad social y profesional" para no ofender ni herir los derechos fundamentales de la personalidad y los sentimientos de ningún ciudadano. El contertulio tiene el deber de ser independiente y respetuoso con las opiniones ajenas. También es importante tener en cuenta que la mayoría de las veces no es lo que se dice sino cómo se dice cuando se pierde el respeto y la responsabilidad profesional. Hay que **distinguir y separar la publicidad en la radio**, como ya hemos dicho en uno de los principios éticos del comunicador, mediante recursos técnicos (indicativos de la emisora, ráfagas musicales, las propias indicaciones del conductor del programa, etc). Las distintas emisoras han elaborado una serie de **principios éticos fundamentales de la radio** que deben estar presentes en cualquier emisión: - Presentación objetiva y exacta de las noticias. - Promoción de la educación y de la cultura como valores fundamentales de una sociedad democrática. - La convivencia pacífica, tolerancia religiosa evitando el fanatismo religioso y el entendimiento internacional. - La imparcialidad en las discusiones públicas→ ver y analizar todos los puntos de vista y dar el mismo tiempo informativo en los debates a todas las ideologías. - El respeto a la dignidad del hombre y a sus derechos naturales. - Rechazo al sensacionalismo. - Respeto a las instituciones sociales→ correcto tratamiento a la Corona, a las diferentes Iglesias y Estado. - No anunciar productos prohibidos o dañinos para la salud pública. **Capítulo 7: La ética del emisor televisivo** En la televisión, las imágenes cobran gran importancia, por lo que el periodismo televisivo no tiene más remedio que hacer de la información un espectáculo visual. Esto, no obstante, no tiene por qué ser inmoral ni ilícito. La televisión nos influye profundamente: modifica poco a poco nuestros hábitos sociales de comportamiento, nuestros gustos, nuestros valores, en resumen, nuestra percepción de la realidad. Ejerce una influencia formativa indirecta sobre la audiencia puesto que goza de gran credibilidad. Sin embargo, todo lo que aparece en la pantalla es manipulado para hacerlo más entretenido. Existe una competencia entre las diferentes cadenas televisivas por audiencia que no siempre es compatible con el respeto a las normas éticas→ aumento de los programas de entretenimiento, en los que prima el morbo, la vulgaridad y la exposición pública de intimidades, con la finalidad de ganar audiencia y dinero. No podemos afirmar, *a priori*, que la televisión sea mala. Es el medio de comunicación más extendido y masivo para entretener e informar, pero también es el que más puede persuadir. Por tanto, es necesario plantear exigencias de responsabilidad moral al emisor televisivo (todo el equipo humano y técnico que trabaja en televisión). 1. **Finalidad de las emisiones televisivas** El fin es el motivo de ser, por lo que se hace una cosa. En ética periodística y de la comunicación audiovisual, el fin ha de ser bueno→ honesto, útil, lícito... Por tanto, el emisor de televisión puede tener fines muy variados (políticos, culturales, comerciales, informativos, recreativos, etc) pero es según su intencionalidad, será ético o no. Bajo la excusa de que la audiencia lo pide, se emiten programas que desprestigian a la cadena, la integridad de los profesionales y el compromiso social de la televisión con la finalidad de estas emisiones es puramente económica. No hay que olvidar que la televisión es un medio técnicamente rico y poderoso. Utilizado con talento y éticamente, puede entretener a las personas de forma productiva para estas. Entretener es una de las actividades creativas más difíciles y hacerlo con acierto requiere ingenio y un entendimiento real de las preocupaciones, necesidades e intereses de los receptores. 2. **Necesidad de una ética en las producciones de ficción televisiva** Antes de empezar, los **programas de ficción** son aquellos que recrea o modifica la realidad. Estos programas pueden estar basados en hechos reales pero no cuentan la realidad tal como fue, pues su intención no es informar, sino entretener. Estos programas, como series, películas y documentales, deben advertir al público de que **los hechos son novelados y no corresponden a la realidad**. En definitiva, todo lo que aparece en televisión no es real, su modificación puede ser mayor en ciertos programas que en otros, pero no es real después de todo. El espectador tiene que tener esto muy presente ya que algunos tienen la intención de engañarle. 3. **Importancia de la calidad en los contenidos audiovisuales** La televisión es un servicio público al ciudadano, por tanto, tiene que tener unos estándares mínimos de calidad. Definir calidad en televisión es muy complejo: Desde el **ámbito profesional y legislativo**, se suele identificar con **diversidad**. Se asegura la presencia de programas de calidad al tener cabida, de forma equitativa, todos los géneros televisivos. Este también es un enfoque erróneo, ya que es el **contenido** el que garantiza calidad. Desde la **óptica del empresario televisivo**, la calidad se relaciona con **grandes cifras de audiencia** ("calidad es lo que la audiencia demanda"). Esta afirmación también sería incorrecta, pues muchas de estas cadenas sirven a su audiencia morbo, desinformación, sensacionalismo, escándalo, la lágrima fácil, etc, en vez de atender las reales necesidades de información y entretenimiento de su audiencia, promocionar eficaz e inteligentemente los programas y dirigirlos cada uno de ellos a su público adecuado. Desde la **ética profesional**, la calidad y la ética van de la mano. En los códigos deontológicos, se procura fomentar la presencia de valores positivos para la sociedad en los programas televisivos y tachan de falta de calidad y de ética los contenidos más morbosos, irracionales y perversos para la convivencia pacífica ciudadana. En este sentido, se debe limitar la emisión, en determinadas franjas horarias, de programas con contenidos donde prima la violencia y el sexo, ya que estas horas están reservadas para una audiencia más infantil y no sería ético exponerlos a estos temas. 4. **Problemas éticos de la televisión** Como hemos dicho, la realidad que aparece en televisión es una realidad prefabricada que no tiene por qué coincidir perfectamente con la realidad de verdad. Es por esto que surgen una serie de problemas éticos: - **La teleadicción**. La televisión va dirigida a una audiencia muy diversa y heterogénea. Utilizada a grandes dosis puede llegar a ser un vicio que impida hacer vida normal. La teleadicción constituye una dependencia psicológica que afecta directamente a la libertad humana, y el respeto a la libertad humana es uno de los principios fundamentales de la ética. - **La telebasura**. Conocemos a la telebasura como un término despectivo que se utiliza para dar nombre a una forma determinada de hacer televisión caracterizada por vulnerar los derechos fundamentales de la persona y explotar el morbo, el sensacionalismo y el escándalo para atraer a una audiencia. Esta tiene su causa en la competencia entre las distintas cadenas ("la guerra de programación"). Por tanto, el negocio de producir para la televisión se ha convertido en una enorme industria devoradora de contenidos con el objetivo de entretener constantemente a una audiencia insaciable. Ante la urgencia y pronta caducidad de estos programas, continuamente hay que inventarse algo diferente y novedoso para enganchar a los espectadores y, por esa razón, cada vez se hace más notable el deterioro en la producción. La telebasura merece ser tratada como un negocio degradado y poco ético por hacer un espectáculo grosero e impúdico de la vida privada de determinados personajes que prestan sus intimidades a cambio de dinero o fama. - **El uso de las videocámaras de consumo doméstico**. Aunque este tipo de cámaras está destinada a un uso más íntimo y doméstico, aumenta el número de cadenas de televisión que emplean este material para que las emisoras locales tengan recursos que luego puedan usar en alguna de sus informaciones. Además de que, la mayoría de las veces, las empresas informativas pagan muy mal estas grabaciones, pueden conllevar graves problemas éticos de vulneración del derecho a la propia imagen, el honor y la intimidad de las personas. Habría también que considerar quién grabó las imágenes y con qué intención, pues muchas veces la gente anónima que traen imágenes a informativos (activistas políticos, religiosos o ecológicos) usan esa grabación para promocionar su causa. Esto no sería ético, porque esta información estaría manipulada. Otro problema sería el **intrusismo profesional** (se pone en peligro el puesto de trabajo de los cámaras profesionales), al que los códigos deontológicos se oponen. 5. **La ética del personal de televisión** - **La ética del director de informativos y programas en general**. El director de una emisión televisiva es el responsable ético y legal. Él proporciona unidad y guía a todo el equipo humano que realiza ese espacio televisivo: coordina los trabajos que preparan los distintos equipos de producción, edición y realización. En el caso de un informativo, también supervisa el tratamiento audiovisual (el grabado y el montaje) de las noticias. Ocasionalmente, puede ser además el autor del guión literario. - **La ética del presentador de informativos**. Los conductores de programas informativos no deben expresar sus emociones, al igual que no pueden manifestar sus opiniones, ya que su misión es informar objetivamente de los hechos y se debe confiar en la inteligencia del espectador para formar su propia opinión. Eso sí, en el caso de noticias blandas (la apertura de un zoo, etc), los presentadores pueden hacer un breve comentario, pues su opinión no puede ofender a nadie. Sin embargo, si se trata de un tema sobre el cual la opinión pública está muy dividida (el aborto, la eutanasia, etc), el presentador hará bien en abstenerse de expresar su opinión. - **La ética del realizador y del productor**. La responsabilidad ética principal recae sobre el realizador y el director del espacio televisivo. La labor del realizador consiste en seleccionar de entre los diversos planos disponibles los que considere más oportunos y adecuados en cada momento, es decir, los más informativos. El técnico de la imagen será el que se encargue del montaje siguiendo las instrucciones del realizador. El realizador tiene libertad para seleccionar aquellas secuencias y encuadres, pero sin manipular o modificar la realidad, sobre todo si se trata de informativos. Cuando se trata de programas de cadenas pequeñas o locales, suele ocurrir que el realizador y el productor son la misma persona y, por tanto el único responsable ética y legalmente. - **La ética del cámara**. La cámara debe ser un elemento lo más neutro posible en la captación de imágenes. La cámara, al ser un instrumento subjetivo, siempre va a alterar la escena que capta. De esta forma, los cámaras junto con los fotógrafos pueden llegar ser los que más daño hagan al posicionarse en una opinión ante la realidad informativa, pues muchas de las confrontaciones éticas surgen de imágenes. **Capítulo 8: La ética del emisor cinematográfico** El cine es un medio muy poderoso para influir a la sociedad: al igual que la televisión, es capaz de crear nuevos modelos de conducta y nuevos patrones culturales que, a la larga, acaban siendo asumidos en algún grado por la sociedad. Es por eso que es necesario atribuirle responsabilidad social y profesional al cineasta. El séptimo arte es considerado como espectáculo y como arte, y en estas dos funciones debe asegurarse de **no rebajar el nivel moral de los espectadores**. El director **Benito Zambrano** afirma (1999) que "el cine es un arte que además de divertir tiene que aportarnos algo útil para mejorar y transformar el mundo en el que vivimos". La calidad en el cine se confiere por la unión de ética y de estética, la confluencia de la belleza, de la bondad y de la autenticidad. La ética no debe ser vista como una barrera para el profesional del cine, sino como un saber práctico que ayuda a mejorarse como persona y como profesional y que le permite desarrollar su creatividad artística. 1. **Los valores del cine.** Como ya hemos dicho, el cineasta cuenta con un gran poder, por lo que debe ser consciente de los valores o de los antivalores que promueve en su película, de si, a pesar de un argumento duro, deja un halo de esperanza a la condición humana o le quita todo residuo de bondad. El cine tiene la capacidad de comunicar pensamientos, ideas, deseos..., a saber, historias, tanto reales como ficticias, que nos llegan a la conciencia y nos hacen reflexionar sobre diferentes temas (la trilogía del color de Kieslowski). La capacidad para ver desde diversas ópticas, a menudo opuestas, una misma historia es una habilidad básica que todo el mundo necesita para desarrollar y afinar sus percepciones de la realidad, y afianzar la convivencia (*Bennie y Joon*). El cine también trata los códigos de conducta moral presentes en una determinada época y sociedad, en el sentido de cuáles son los valores éticos imperantes en ese determinado grupo social (*El club de los poetas muertos*). Y por último, el cine transmite valores universales como la solidaridad y la paz. 2. **Responsabilidad social y moral del cineasta.** El principal principio que afecta al emisor cinematográfico. Los cineastas tienen una serie de responsabilidades en varios niveles: - **Responsabilidad artística o estética**→ mínimo estándar de calidad. - **Responsabilidad económica**→ obtener beneficios o, al menos, recuperar la inversión. - **Responsabilidad social y moral**→ tienen el deber de ser conscientes de las ideas y valores o antivalores que la película promueve. Hay que tener en cuenta el poder de la ficción audiovisual para configurar actitudes, creencias y valores. El cineasta David Puttnam explica que todo cineasta debería plantearse en qué tipo de sociedad le gustaría vivir para reflejarla en sus películas. Puttnam destaca cuatro puntos: - cine como factor de socialización y culturización. - tratar temas complejos y socialmente polémicos con el objetivo de expresar distintos puntos de vista que enriquezcan al público y que le hagan reflexionar en la sociedad en la que viven. - equilibrar entretenimiento y reflexión→ transmitir alguna escala de valores. - necesidad de autorregulación personal a través de los códigos deontológicos del cine. El director cinematográfico es el responsable y emisor del filme. Una de las primeras exigencias morales al cineasta es el respeto a su público, es decir, que la visión de la película se acople al tráiler. Pero, sin duda alguna, el problema moral al que se enfrentan directores y productores es el que relaciona ética y economía. Existe una concepción de que una película no vende si es moralmente buena y cumple los principios básicos de la ética cinematográfica, el cual se debe abandonar pues es erróneo. Existen numerosos ejemplos de películas que cumplen con los principios éticos que han sido un éxito en taquilla y crítica, como *La vida es bella* (1997) de Roberti Benigni, que llegó a ganar tres Óscar. En conclusión, la moral o inmoralidad de las películas hay que atribuirlas a los directores y productores. 3. Problemas específicos de la ficción En toda ficción cinematográfica existe un problema general que apela a la deontología profesional: la presentación ante el público de hechos o personajes reales, actuales o históricos. En el sentido de que se debe presentar un mínimo respeto a la realidad. Para ello, el director de cine y el guionista deberían tener en cuenta los siguientes factores: - **Cómo puede afectar la historia que se va a contar a quienes están implicados, de una forma u otra, con la realidad de la que se parte**, en relación con los derechos a la personalidad. - **Cuál es la finalidad predominante de lo que se está narrando**. Si la finalidad del producto es entretener, se puede tomar más libertad que si su finalidad es informar. - **Bajo ningún concepto se puede confundir al público**. El espectador debe conocer lo que pasó de verdad. - Aunque es imposible que el autor explique en cada momento de la proyección cuándo está utilizando elementos reales y cuándo ficticios, debe **dejar claro cuando esos hechos ocurrieron en la realidad y cuando son inventados o son su visión** por ejemplo en los **títulos de créditos**. - **Qué cantidad de información normalmente puede tener el público del hecho real que se le está narrando**, para no engañarle. 4. Problemas éticos comunes a la ficción En cuanto a la ficción cinematográfica, también se les puede presentar problemas al director y guionista. - **Deber de sinceridad** (en referencia a los derechos de autor)→ no plagiar. - **No engañar a la audiencia sobre los contenidos reales de la película en los trailers previos**→ no traicionar la libertad del público. - **La reivindicación ética de la elipsis**. La elipsis es una técnica que puede servir para omitir escenas explícitas. Exige más creatividad al guionista y da mejores resultados cinematográficos. **Capítulo 9: Códigos deontológicos en prensa, radio, televisión y cine.** En los años veinte del siglo pasado se comenzó a codificar normas deontológicas aplicables a las organizaciones de periodistas y a los medios de comunicación social. La motivación de la proliferación de los códigos de ética en el sector periodístico y de la comunicación se debe a: - la protección de los derechos de los receptores de la información. - la defensa de la labor de los profesionales de la comunicación. - definir las responsabilidades de los propietarios, accionistas y anunciantes, ya que todos ellos controlan plenamente la comunicación de masas. - desarrollo de una prensa democrática y libre. Como ha señalado el profesor Porfirio Barroso, sin los códigos de ética existiría un peligro real para el autocontrol de la prensa, siendo los Gobiernos los que legislarían las normas, leyes o preceptos, destruyendo así su libertad individual y profesional así como su iniciativa. La importancia y la necesidad de los códigos deontológicos se pueden resumir en: - Se explican los **deberes** que deben seguir y respetar los profesionales de forma muy **concreta y concisa**. - **Ser representativo** de las necesidades profesionales de un colectivo. - Está **dirigido a una determinada profesión**, a un propósito determinado. - Está **pactado** por un colectivo a través de negociaciones colectivas y un examen crítico. - Acarrea intrínsecamente un alto grado de contenido doctrinal y filosófico-normativo para **orientar** el comportamiento de sus usuarios. Los códigos de ética comenzaron a desarrollarse en prensa para luego continuar en la radio y de ahí a la televisión. 1. Concepto de código deontológico Una interpretación de los principios generales de la profesión que aparece codificada en un conjunto de normas morales establecidas por y para un determinado colectivo profesional. Se explicitan los valores y las obligaciones que deben guiar el desempeño de una profesión. Los códigos deontológicos son un conjunto de reglas, de carácter moral, que rigen los deberes y los derechos de los profesionales de la información entre ellos mismos, con sus instituciones (empresas informativas y colegios profesionales) y con la sociedad. 2. Para qué sirven Actúan como mecanismos de autocontrol y tratan de evitar, en parte, que sea el poder político u otras presiones externas a la profesión los que impongan estas normas de conducta. Por tanto, exigir más ética en los medios no significa exigir más leyes sino más autocontrol de los propios profesionales sobre el medio y ese control, es decir, la proliferación de los códigos deontológicos. Eso sí, los códigos deontológicos no están ausentes de crítica: muchos han objetado que, en su formulación y redacción, son vagos e imprecisos y que no han aludido al desarrollo de las tecnologías. Además, dichos códigos han ayudado a que ciertos profesionales hayan evitado su responsabilidad inherente al ejercicio de su profesión.