PDF Estudio Gálatas - Análisis del Libro de Gálatas
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Warren W. Wiersbe
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Summary
Este documento es un estudio expositivo de la Epístola a los Gálatas, escrito por Warren W. Wiersbe y publicado por Editorial Bautista Independiente. El estudio analiza el contexto histórico y teológico de Gálatas, centrándose en temas centrales como la gracia, el evangelio y la vida cristiana. Incluye análisis de capítulos y versículos clave, ofreciendo una interpretación detallada de los temas abordados.
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Libres en Cristo Estudio Expositivo de la Epístola a los Gálatas Warren W. Wiersbe Editorial Bautista Independiente Libres en Cristo fue publicado originalmente en inglés bajo el título Be Free. © 1975...
Libres en Cristo Estudio Expositivo de la Epístola a los Gálatas Warren W. Wiersbe Editorial Bautista Independiente Libres en Cristo fue publicado originalmente en inglés bajo el título Be Free. © 1975 SP Publications, Inc. Wheaton, Dlinois Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera (1960), con la excepción de unas cuantas de La Biblia de las Américas, las cuales se indican con las siglas LBLA. © 1984 Edición revisada 2004 Todos los derechos reservados. Está prohibida la repro- ducción total o parcial, ya sea mimeografiada o por otros medios, sin la previa autorización escrita de la Editorial Bautista Independiente. EBI-WWW540 ISBN 1-879892-07-3 Editorial Bautista Independiente 3417 Kenilworth Blvd. Sebring, Florida 33870 Printed in the USA CONTENIDO Capítulo Página Prefacio Parte I-Sección Personal: La Gracia y el Evangelio..................................... 1 1 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas.................................... 2 2 ¡Nacido Libre!................................................... 17 3 La Lucha Por la Libertad-Parte I...................... 29 4 La Lucha Por la Libertad-Parte II..................... 41 Parte II-Sección Doctrinal: La Gracia y la Ley....................................... 53 5 Fascinados y Esclavizados................................ 55 6 La Lógica de la Ley........................................... 67 7 ¡Ya es Tiempo Que Madures!........................... 79 8 ¿De Quién eres Hijo, de Agar o Sara?.............. 91 Parte III-Sección Práctica: La Gracia y la Vida Cristiana.................... 105 9 ¡Alto, Ladrón!................................................. 107 10 La Quinta Libertad.......................................... 119 11 La Libertad del Amor...................................... 133 12 Las Marcas de la Libertad............................... 145 Dedico este libro a Fred Brown, Lee Roberson y Lehman Strauss- amigos en el ministerio quienes me han alentado en la composición de esta obra. PREFACIO La Epístola a los Gálatas es un libro peligroso. Peligroso, pues, expone la substitución dellegalismo por la espiritualidad, cosa muy común en nuestras iglesias hoy. Hay millones de creyentes que creen que son "espiri- tuales" porque no hacen esto o aquello, o porque son seguidores de este o aquel líder o porque son miembros de tal agrupación. En Gálatas el Señor nos enseña cuan errados estamos, y cuan equitativos pudiéramos ser si dejáramos que el Espíritu nos guiara. Cuando el Espíritu Santo nos guía hay libertad en vez de servidumbre, cooperación en vez de competencia, alabanza a Dios en lugar de gloria al hombre. Entonces solo el mundo verá verdadera espiritualidad y pecadores se salvarán. Hay una palabra para describir tal, y es aviva- miento. Después de pasar meses en el estudio de Gálatas, me siento humillado y desafiado. Humillado porque no creo que Dios esté demasiado afectado por nuestro ministerio, no importa cuan impresionados sean los hombres. Desafia- do por cuanto yo mismo necesito profundizar mi vida y mi ministerio, permitir que el Espíritu Santo haga lo que quiera de mi no importa lo que digan los hombres. Por lo tanto, digo que Gálatas es un libro peligroso. Peligroso para Pablo que lo haya escrito. Peligroso por los gálatas que lo hayan leído. Pueda ser que el haber yo escrito esta exposición haya sido cosa peligrosa. Pero así sea. (Quizá perderé algunos amigos e algunas invitaciones para predicar.) Mi oración es que tu y yo apreciáramos y experimentá- ramos la libertad que tenemos en Cristo, no sea que su muerte haya sido en vano. "... Si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36). Mi amigo-¡ SE LIBRE! Warren W. Wiersbe 1 SECCION PERSONAL: La Gracia y el Evangelio Capítulos 1-2 Gálatas 1:1-10 lpablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), 2y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: 3Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. aMas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 10Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. 2 1 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas Un niño llegó a la puerta de mi casa y trató de venderme una subscripción del periódico semanal y era muy persuasivo: "El precio es muy bajo", decía, "y lo mejor de todo es que este periódico sólo publica noticias buenas". En un mundo lleno de problemas, se está haciendo más y más difícil encontrar buenas noticias, así que, quizá, aquella era una buena oferta. Para la persona que ha confiado en Cristo como Salvador, las verdaderas buenas noticias son las del evangelio: "Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (l Corintios 15:3,4). Las buenas nuevas dicen que los pecadores pueden ser perdonados e ir al cielo por la obra que Cristo consumó en la cruz y este es el mensaje más importante en el mundo. Dicho mensaje había cambiado la vida de Pablo y, a través de él, las vidas de otros. Pero ahora el evangelio estaba siendo atacado y Pablo lo defendió. Algunos maestros falsos habían invadido las iglesias de Galacia- fundadas por Pablo-y enseñaban un mensaje diferente al de Pablo. Al empezar a leer la carta de Pablo a los creyentes en Galacia, se nota de inmediato que algo anda mal, ya que no la comenzó como solía hacerlo: con alabanza a Dios, y oración por los hermanos. ¡No tenía tiempo para eso! Pablo está a punto de enfrascarse en una batalla por la 3 Libres verdad del evangelio y la libertad del creyente. Los falsos maestros estaban esparciendo un evangelio falso, el cual era una mezcla de la ley y de la gracia, y Pablo no iba a quedarse con los brazos cruzados. ¿Cómo inicia Pablo el trato con la iglesia de Galacia en su intento de enseñarles la verdad del evangelio? En estos versículos, el apóstol da tres pasos defInidos al prepararse para pelear esta batalla. Reclama su Autoridad (Gálatas 1:1-5) Más adelante en su carta, Pablo exhorta a los gálatas basándose en su afecto por ellos (4: 12-20), pero al princi- pio procura hacerles ver la autoridad que él recibió del Señor. Pablo presenta tres pruebas para reclamar su autoridad: Su ministerio (1:1,2). "Pablo, apóstol...". En los primeros días de la iglesia, Dios llamó a hombres especia- les, entre ellos los apóstoles-título que signifIca envi- ados con una comisión. Durante su ministerio terrenal, Cristo tenía muchos "discípulos" (aprendices), de los cuales seleccionó a 12 "apóstoles" (Marcos 3: 13-19). Más tarde, uno de los requisitos para ser apóstol fue el de ser testigo de la resurrección de Cristo (Hechos 1:21,22; 2:32; 3:15). Pablo no fue ni discípulo ni apóstol durante el ministerio de Cristo, sin embargo, había visto al Señor resucitado y había sido comisionado por él (Hechos 9: 1- 18; 1 Corintios 9:1). La conversión milagrosa de Pablo y su llamamiento al apostolado ocasionó algunos problemas. Desde el princi- pio estaba separado de los otros apóstoles, y por eso sus enemigos decían que no era un verdadero apóstol. Pablo les señala que él fue hecho apóstol por Cristo Jesús, tanto como los doce. Su apostolado no fue el resultado de la 4 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas elección humana, sino de la divina, así que Pablo tenía autoridad para tratar los problemas en las iglesias de Galacia. Pero en su ministerio, Pablo tenía una segunda base para su autoridad: Habíafundado las iglesias en Galacia. No les estaba escribiendo como si fuera un extraño, sino como quien les había llevado el mensaje de vida. Esta carta revela el afecto de Pablo por estos creyentes (ve 4: 12-19). Lamentablemente, no correspondían con el mismo afecto. El asunto de la fundación de las iglesias en Galacia ha presentado un problema a los estudiosos de la Biblia por causa del significado del nombre Galacia. Años antes del nacimiento de Cristo unas tribus salvajes emigraron de Galia (Francia moderna) rumbo a Asia Menor, y fundaron Galacia: nombre que significa "el país de los galos". Cuando los romanos reorganizaron el viejo mundo, hicie- ron a Galacia parte de una provincia más grande que incluyó a otras áreas, y llamaron a toda la provincia Galacia. Así que, en los días de Pablo, cuando una persona mencionaba Galacia, era difícil saber si se refería al pequeño país, o a la provincia romana que era más grande. Los estudiosos de la Biblia no están de acuerdo sobre si Pablo escribió a las iglesias en el país de Galacia o en la provincia con este nombre. El primer argumento se conoce como la "teoría de Galacia del Norte", y el segundo la "teoría de Galacia del Sur". El asunto no ha sido completamente aclarado, pero la evidencia parece indicar que Pablo escribió a las iglesias en la parte sur de la provincia de Galacia-Antioquía, Iconio, Listra y Derbe; iglesias que él fundó en su primer viaje misionero (Hechos 13-14). Pablo siempre tenía amor e interés por los que había ganado para Cristo y anhelaba que las iglesias que había 5 Libres fundado glorificaran al Señor (ve Hechos 15:36; 2 Corin- tios 11 :28). No se conformaba con ganar almas para Cristo y después abandonarlas. (1 Tesalonicenses 2 es un ejemplo del cuidado que tenía de los que ganaba para el Señor.) Cuando Pablo oyó que los falsos maestros habían empezado a desviar a los nuevos creyentes, se preocupó en gran manera-y con mucha razón. Después de todo, enseñar a los nuevos creyentes a vivir para Cristo es tan importante como ganarlos (Mateo 28:19,20). Es triste decirlo, pero muchos de los creyentes en Galacia le habían vuelto la espalda a Pablo, su padre espiritual, y ahora seguían a maestros legalistas quienes estaban mezclando la ley de Moisés con el evangelio de la gracia de Dios. (Estos maestros falsos se conocen como judaizantes, porque trataban de engañar a los creyentes, con el fin de que regresaran a la religión de los judíos.) Así que, Pablo tenía el ministerio de apóstol, yespecífi- camente era fundador de las iglesias de Galacia. Como tal, tenía la autoridad de intervenir en los problemas de las iglesias. Pero, hay una segunda prueba de su autoridad: Su mensaje (1:3,4). Desde un principio, Pablo presenta claramente el mensaje del evangelio, porque era ésta el que los judaizantes estaban pervirtiendo. El evangelio se centra en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien pagó el precio por nosotros al morir en la cruz. (Se descubrirá que la cruz ocupa un lugar prominente en la carta a los Gálatas-2:19-21; 3:1,13; 4:5; 5:11,24; 6:12- 14). Al pagar el precio en la cruz, Cristo tuvo un propósito-librar a los pecadores de la esclavitud. La libertad en Cristo es el tema predominante de la epístola a los Gálatas. (Ve la palabra esclavitud en 2:4; 6 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas 4:3,9,24,25; 5: 1). Los judaizantes querían que los creyen- tes dejaran la libertad de la gracia por la esclavitud de la ley. Pablo sabía que esa esclavitud no era parte del mensaje del evangelio, ya que Cristo había muerto para poner a los hombres en libertad. El ministerio y el mensaje de Pablo fueron pruebas de su autoridad, así como también 10 fue: Su motivo (1:5). "A quien sea la gloria por los siglos de los siglos". Los falsos maestros no estaban sirviendo para glorificar a Cristo, sino para su propia gloria (ve 6: 12-14). Así como los maestros falsos en la actualidad, los judaizantes no se ocupaban en ganar a los perdidos para Cristo, más bien, estaban robándose a los convertidos de otros y jactándose de ellos. Pero el móvil de Pablo era puro y piadoso: quería glorificar a Cristo Jesús (ve 1 Corintios 6:19,20; 10:31-33). Pablo ya ha probado su autoridad, y ahora está listo para un segundo paso al comenzar su lucha en pro de la libertad de los creyentes. Revela su Inquietud (Gálatas 1:6,7) "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado". Esta es la primera razón de la inquietud de Pablo: los gálatas estaban abandonando la gracia de Dios. (El verbo indica que estaban en el proceso de desertar, pero que no se habían retirado por completo). Pablo aprovecha esta situación para hablarles clara- mente, Dios los había llamado en su gracia, y los había salvado de sus pecados. Ahora están dejando la gracia y regresando a la ley. Abandonan la libertad por el legalismo, y 10 hacen precipitadamente, sin consultar a Pablo, su padre espiritual, ni darle tiempo al Espíritu 7 Libres Santo para que los enseñe. Siguen la religión de los judaizantes de la manera en que los niños pequeños siguen a un desconocido que les ofrece dulces. La gracia de Dios es un tema básico en esta carta (1:3,6,15; 2:9,21; 5:4; 6:18). La gracia es el favor inmerecido de Dios hacia los pecadores. Las palabras gracia y don se relacionan, porque la salvación es el don de Dios por medio de su gracia (Efesios 2:8-10). Los creyentes de Galacia no simplemente estaban cambiando de una religión a otra o de una iglesia a otra, sino que en realidad estaban abandonando la gracia de Dios. Y para colmo de males, estaban desertando del Dios de la gracia. Dios los había llamado y salvado; ahora ellos desertaban de él por seguir a líderes humanos que los llevarían a la esclavitud. No olvidemos que la vida cristiana es una relación íntima con Dios por medio de Cristo Jesús. Un hombre no se convierte en creyente solamente por estar de acuerdo con una lista de doctrinas, sino al someterse a Cristo y confiar en él. No se debe mezclar la gracia con las obras, porque una excluye a la otra (Romanos 11 :6). La salvación es el don de la gracia de Dios, comprada para nosotros por Cristo Jesús en la cruz. El tomarse de la gracia hacia la ley es desertar del Dios que nos salvó. Pero los judaizantes eran culpables de otro pecado que causó gran inquietud en Pablo: estaban pervirtiendo el evangelio de Dios. Decían que predicaban "el evangelio", pero no puede haber dos evangelios, uno basado en las obras, y el otro en la gracia. "No están predicando otro evangelio", escribe Pablo, "sino un evangelio diferente- tan diferente del verdadero que ni es evangelio". Como los seguidores de las sectas falsas hoy, los judaizantes dirían: 8 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas "Creemos en Cristo Jesús, pero tenemos algo maravilloso que añadir a lo que usted ya cree". j Cómo si los hombres pudieran añadir algo a la gracia de Dios! La palabra griega traducida "pervertir" del versículo 7 se usa sólo tres veces en el Nuevo Testamento (Hechos 2:20; Santiago 4:9; Gálatas 1:7). Dicho vocablo quiere decir cambiar, invertir o convertir en lo opuesto. En otras palabras, los judaizantes habían cambiado el evangelio de tal manera que lo habían convertido en lo opuesto cuando regresaron a la ley. Más adelante en esta carta, Pablo explica cómo la leyera una preparación para la venida del Salvador, pero los judaizantes tenían otra idea. Según ellos, la ley y el evangelio se complementan. "Si no os circuncidáis conforme al rito (la ley) de Moisés, no podéis ser salvos" (Hechos 15:1). En resumen, vemos que los judaizantes desertaban del Dios verdadero y pervertían el evangelio verdadero. ¿Qué efecto tuvo este "desertar" y "pervertir" en los hermanos de Galacia? Les perturbaba (Gálatas 1:7). El verbo perturbar lleva la idea de perplejidad, confusión, e inquietud. Entendemos mejor el significado de esta palabra, traducida a veces "turbarse", al ver cómo se usa en otros pasajes de la Biblia. "Se turbaron" describe los sentimientos de los discípulos en la barca durante la tormenta (Mateo 14:26). También describe los sentimientos del rey Herodes cuando oyó que un nuevo rey había nacido (Mateo 2:3). Con razón Pablo estaba pre- ocupado por los recién convertidos: estaban confundidos a causa de las falsas doctrinas que habían sido introducidas en las iglesias. La gracia siempre lleva a la paz (ve Gálatas 1:3), pero los creyentes habían abandonado la gracia, y por 10 tanto no tenían paz en sus corazones. 9 Libres Tenga presente que la gracia de Dios incluye más que la salvación del hombre. No sólo somos salvos por gracia, sino que vivimos por gracia (1 Corintios 15: 10), y estamos fIrmes en la gracia; este es el fundamento de la vida cristiana (Romanos 5:1,2). La gracia nos da la fuerza necesaria para ser soldados victoriosos (2 Timoteo 2: 1-4). Por la gracia podemos sufrir sin quejarnos, e incluso glorifIcar a Dios a través del sufrimiento (2 Corintios 12: 1- 10). Cuando el creyente deja de vivir por la gracia de Dios, tiene que confIar en su propio poder, y esto lleva al fracaso y a la confusión. A esto se refIere Pablo cuando dice: "de la gracia habéis caído" (Gálatas 5:4); es decir, dejaron la gracia para volver a la ley, cesando de depender de los recursos divinos para depender de los propios. Con razón Pablo estaba inquieto. Sus hermanos en Cristo estaban desertando del Dios de la gracia; pervirtien- do la gracia de Dios; y regresando a vivir según la carne y los recursos propios. Habían empezado sus vidas cristianas en el Espíritu, pero ahora trataban de continuar en el poder de la carne (Gálatas 3:3). Habiendo reclamado su autoridad y revelado su inquie- tud, Pablo da el tercer paso en su batalla contra ellegalis- mo. Descubre a sus Adversarios (Gálatas 1:8-10) "Amor sí, guerra no" es un dicho popular, pero no siempre conveniente. Los médicos tienen que hacerle la guerra a la enfermedad ya la muerte; el ingeniero sanitario tiene que luchar contra la contaminación ambiental; los legisladores tienen que luchar contra la injusticia y el crimen. Así que, todos éstos luchan contra algún mal. "Los que amáis a Jehová, aborreced el mal" (Salmo 97:10). 10 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas "Aborreced 10 malo, seguid 10 bueno" (Romanos 12:9). Pablo luchó en contra de los falsos maestros porque amaba la verdad ya los que había guiado a Cristo. Como un padre amante que cuida a su hija hasta que ésta se casa, Pablo veló por sus hijos espirituales para que no fueran seducidos por el pecado (2 Corintios 11:1-4). Los judaizantes se identificaban por el evangelio falso que predicaban. La prueba de que un ministerio sea efectivo no es ni popularidad (Mateo 24: 11), ni señales y prodigios (Mateo 24:23,24), sino fidelidad a la Palabra de Dios (ve Isaías 8:20; 1 Timoteo 4; 1 Juan 4:1-6 y nota también que en 2 Juan 5-11 Dios nos amonesta a que no recibamos a los que traen falsa doctrina). Cristo había encomendado el evangelio a Pablo (1 Corintios 15: 1-8), y él a su vez lo había encomendado a otros siervos fieles (1 Timoteo 1:11; 6:20; 2 Timoteo 1:13; 2:2). Pero los judaizantes habían cambiado el verdadero evangelio por uno falso, y por este pecado, Pablo dijo que serían "anate- ma". Esta palabra quiere decir destinado a destrucción, o bajo maldición. (En Hechos 23: 14 se encuentra una buena ilustración del uso de dicha palabra.) No importa quién sea el predicador-un ángel del cielo o incluso el mismo Pablo-si predica otro evangelio, está bajo maldición. Pero hay una segunda característica de los adversarios de Pablo: sus motivos incorrectos. Los enemigos de Pablo 10 acusaban de transigencia, diciendo que él trataba de acomodar el evangelio al gusto de los gentiles. Tal vez torcieron el significado de la declaración de Pablo: "A todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos" (1 Corintios 9:22). Los judaizantes decían: "Cuando Pablo está con los judíos, vive como judío; pero cuando está con los gentiles, vive como gentil. Por cuanto 11 Libres siempre se acomoda para quedar bien con todos, no se puede confiar en él". Pero en realidad, eran los falsos maestros los que buscaban agradar a los hombres. "Tienen celo por vosotros, pero no para bien", Pablo escribió. "Quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos" (4: 17). Más tarde, Pablo señala a estos falsos maestros como a los que transigen, y regresan a las prácticas del Antiguo Testamento para no ser perseguidos por los judíos (6:12-15). De cierto, Pablo no trataba de agradar a los hombres. Su ministerio no vino de hombre alguno (1:1), ni tampoco su mensaje (1:12). ¿Por qué, entonces, había de temer a los hombres? ¿Por qué había de agradarles? El deseo de su corazón era el de agradar a Cristo. Cuando Verdi compuso su primera ópera en Florencia, el compositor permaneció a solas en las sombras mirando atentamente el rostro de un hombre entre el públic~ra el famoso Rosini. No le importaba a Verdi si la gente en el teatro aplaudía o si se mofaba de él; todo lo que quería era un gesto de aprobación del gran maestro. Lo mismo sucedía con Pablo. El sabía lo que era sufrir por el evangelio, pero ni la aprobación ni la desaprobación de los hombres le afectaba. "Por tanto procuramos también... serIe agradables" (2 Corintios 5:9). Pablo sólo buscaba la aprobación de Cristo. El siervo de Dios es tentado constantemente a tratar de agradar a los hombres. Cuando D.L. Moody predicaba en Inglaterra, un obrero llegó a él y le dijo que un hombre de la nobleza había entrado al lugar de reunión. "Ojalá que el mensaje le sea de bendición", fue la respuesta de Moody, y predicó como siempre, sin tratar de impresionar a nadie. 12 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas Pablo no era un político, sino un embajador. Su tarea no era la de ganar amigos, sino la de predicar. Los judaizan- tes, por el contrario, eran cobardes que mezclaban la ley y la gracia, esperando agradar tanto a los judíos como a los gentiles, pero no se preguntaban si estaban agradando a Dios. Hemos notado tres pasos que Pablo dio para iniciar la batalla contra estos maestros falsos: reclamó su autoridad, reveló su inquietud, y descubrió a sus adversarios. ¿Pero cómo va a atacar a sus enemigos? ¿Qué método usará para convencer a los creyentes de Galacia de que todo lo que necesitan es la fe en la gracia de Dios? Lee toda la carta y observa que hay tres divisiones, cada una con su énfasis particular. El énfasis de la primera sección es personal (capítulos 1-2). Pablo relata de su propio encuentro con Cristo Jesús, y de cómo recibió el mensaje del evangelio. Señala que lo había recibido directamente del Señor, y no de los apóstoles (1: 11-24), sin embargo, éstos habían aprobado su mensaje y su ministerio (2: 1-10). Además, Pablo defendió el evangelio cuando Pedro, el apóstol mayor, simulaba estar de parte de los judíos, con el fin de quedar bien con ellos (2: 11-21). La sección autobiográfica de la carta prueba que Pablo no era un apóstolfalso, sino que su mensaje y ministerio fueron fieles a la fe. Los capítulos 3 y 4 son doctrinales, y en ellos Pablo presenta varios argumentos para comprobar que los pecadores son salvos por la fe y la gracia, y no por las obras ni la ley. Primeramente, apela a la experiencia de salvación de ellos (3: 1-5). Entonces, regresa a la ley del Antiguo Testamento para mostrar que aun Abraham y los profetas entendieron que la salvación es por gracia por 13 Libres medio de la fe (3:6-14). Habiendo mencionado la ley, Pablo explica por qué ésta fue dada (3: 15-4: 18). Luego usa la historia de Sara y Agar para ilustrar la relación de la ley con la gracia (4:19-31). Los últimos dos capítulos de esta carta son prácticos en su énfasis, pues Pablo pasa del argumento a la aplicación. Los judaizantes acusaban a Pablo de promover la anarquía, puesto que predicaba el evangelio de la gracia de Dios; así que, en esta sección Pablo explica la relación entre la gracia de Dios y la vida cristiana práctica. Muestra que vivir por gracia significa libertad y no esclavitud (5: 1- 12); depender del Espíritu y no de la carne (5: 13-26); vivir para otros y no para sí mismo (6: 1-10); y vivir para la gloria de Dios y no para buscar la aprobación del hombre (6: 11- 18). Es preciso escoger entre la ley y la gracia, porque ambas no pueden coexistir. La carta a los Gálatas no es un libro que se puede tomar a la ligera. Esta epístola fue el acta de libertad de Martín Lutero durante la reforma. Los escritos de Lutero, a su vez, llevaron la verdad de la salvación por medio de la fe al corazón de Juan Wesley, estando éste en una reunión en Londres el 24 de mayo de 1738. Fue a Wesley a quien Dios usó de modo tan extraordinario para encabezar el avivamiento en las Islas Británicas que resultó en la fundación de la iglesia metodista. Dicho avivamiento afectó al mundo entero de habla inglesa. Querido lector, al estudiar la epístola a los Gálatas, pide a Dios que te prepare para seguir las pisadas de estos gigantes de la fe y llevar este mensaje de la gracia y libertad al mundo. 14 Malas Noticias Acerca de las Buenas Nuevas Bosquejo de la Epístola a los Gálatas Tema: La libertad cristiana por medio de la gracia de Dios (5:1) l. Sección Personal: La Gracia y el Evangelio- Capítulos 1-2 A. La gracia declarada en el mensaje de Pablo- 1:1-10 B. La gracia demostrada en la vida de Pablo- 1:11-24 C. La gracia defendida en el ministerio de Pablo- 2:1-21 1. Colectivamente: Ante la iglesia-2: 1-10 2. Personalmente: Ante Pedro-2:11-21 11. Sección Doctrinal: La Gracia y la Ley- Capítulos 3-4 A. El argumento personal-3:1-5 B. El argumento bíblico-3:6-14 C. El argumento lógico-3: 15-29 D. El argumento históric0-4: 1-11 E. El argumento sentimental-4:12-18 F. El argumento alegóric0-4:19-31 111. Sección Práctica: La Gracia y la Vida Cristiana- Capítulos 5-6 A. La libertad y no la esclavitud-5:1-12 B. El Espíritu y no la came-5:13-26 C. Otros y no yo-6:1-1O D. La gloria de Dios y no la aprobación del hombre -6:11-18 15 Gálatas 1:11-24 llMas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; l2pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. l3Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; l"y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. lSPero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, l6revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, l7ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. l8Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; 19pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 2°En esto que os escribo, he aqu í delante de Dios que no miento. 21Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, 22y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; 23solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. 24y glorificaban a Dios en mí. 16 2 ¡Nacido Libre! "El que quiera ser hombre no puede ser conformista", escribió el famoso poeta Ralph Waldo Emerson, y muchos pensadores están de acuerdo con él. El filósofo alemán Schopenhauer escribió: "Sacrifica- mos el 75% de nuestra personalidad con el fin de confor- marnos a otros". Francis Asbury, el primer obispo de la iglesia metodista en los Estados U nidos, oró en una ordenación de diáconos: "Oh, Señor que estos hermanos nunca deseen ser como los demás". Por supuesto que hay un individualismo que destruye en lugar de edificar. Pero, al vivir en una sociedad tan acostumbrada al fingimiento y la hipocresía, es bueno conocer a alguien como Pablo que no procuraba imitar a otro, sino ser él mismo. Sin embargo, la libertad que Pablo gozaba incomodaba a ciertos creyentes que se sentían más seguros en el conformismo. Los enemigos de Pablo, queriendo probar que el mensaje y el ministerio del apóstol no eran verdaderos, señalaron que Pablo no había recibido su apostolado en el mismo tiempo ni en la misma manera que los otros doce. En los versículos 11 y 12 Pablo declara su tema: El origen divino de su mensaje y ministerio. No inventó el evangelio, ni lo recibió de hombre, sino de Cristo Jesús. Tanto su mensaje como su ministerio apostólico le fueron dados divinamente. Así que, cualquiera que añadiera algo al evangelio que Pablo predicaba corría el peligro de 17 Libres recibir el juicio divino, porque dicho evangelio le fue dado por Cristo Jesús desde el cielo (1 Corintios 15: 1-11). Pablo sabía que la mejor manera de probar su argumen- to era recordar a los creyentes de Galacia la manera en que Dios se manifestó a éL Declara que sus lectores ya cono- cían su vida anterior a la conversión (Gálatas 1: 13), pero era obvio que no entendían el cambio que Dios había obrado en éL Así que, Pablo relata tres experiencias de su pasado como evidencia de que su apostolado y su evange- lio son de Dios: Pablo, el Perseguidor (Gálatas 1:13,14) Pablo comienza hablando de su conducta pasada como rabí judío inconverso. (En los capítulos 9, 22 Y26 del libro de los Hechos se halla una narración gráfica de la vida del apóstol antes de su conversión.) Pablo señala su relación con la iglesia (v. 13) y con la religión de los judíos (v.14). Perseguía a la iglesia y de esta manera ascendía en la religión judía. Todo iba viento en popa y por todas partes la estaban reconociendo como un líder espiritual de IsraeL Es interesante notar las palabras que se usan para describir las actividades de Pablo como "Saulo de Tarso", el perseguidor de la iglesia. El "consentía" en la muerte de Esteban (Hechos 8:1), y luego "asolaba a la iglesia" (Hechos 8:3), encarcelando a los creyentes; dejando desamparadas a familias; y respiraba "amenazas y muerte" (Hechos 9:1). Tan empeñado estaba Pablo en destruir la iglesia que estaba dispuesto a matar a los creyentes (Hechos 22:4,5; 26:9-11). El apóstol menciona estos hechos en sus cartas (1 Corintios 15:9; Filipenses 3 :6; 1 Timoteo 1: 13), maravillándose de que Dios pudiera salvar a semejante pecador. 18 ¡Nacido Libre! En realidad Pablo pensaba que Cristo era un impostor y que su mensaje de salvación era mentira. Estaba seguro de que Dios había hablado a través de Moisés, pero ¿cómo podía estar seguro de que Dios había hablado a través de Jesús de N azaret? Empapado en la tradición judía, el joven Saulo de Tarso defendía su fe. Su fama como perseguidor celoso de "la secta de los Nazarenos" se hizo notoria por dondequiera (ve Hechos 9:13,14). Todos sabían que este alumno brillante del rabí Gamaliel (Hechos 22:3) se perfIlaba rápidamente a ser un líder influyente de la fe judía. Su vida religiosa personal, su erudición (Hechos 26:24), y el celo con que se oponía a las creencias religio- sas extrañas, hicieron de este joven rabí el más respetado de su tiempo. Entonces sucedió algo maravilloso: Saulo de Tarso, el perseguidor de la iglesia se convirtió en Pablo, apóstol y predicador del evangelio. Este cambió no fue gradual, sino repentino (Hechos 9: 1-9). Un día Saulo iba en camino a Damasco a perseguir a los cristianos; pocos días más tarde estaba en Damasco diciendo a los judíos que los cristianos tienen razón. ¿Cómo podían explicar los judíos esta transformación tan repentina? ¿Sería posible que el cambio tan extraordinario en Pablo se debiera a la influencia de los mismos judíos? ¡Es inconcebible! Los judíos animaban a Saulo en su campaña de persecución, y su conversión era una vergüenza para ellos. ¿Podría este cambio haber sido causado por los cristia- nos que Saulo perseguía? Seguramente estos creyentes oraron por él, y sin lugar a duda, la muerte de Esteban- y especialmente el testimonio glorioso que éste había dado-hicieron un efecto profundo en Pablo (Hechos 19 Libres 22:19,20). Pero los creyentes huían de Pablo (Hechos 8: 1,4; 9: 10-16) y, hasta donde sabemos, no tenían ni idea de que el joven rabí se convertiría en cristiano. Pero si el cambio maravilloso en Pablo no fue causado ni por los judíos ni por la iglesia, entonces ¿ quién lo produjo?.. i Sólo pudo ser Dios! Es evidente que la conversión de Pablo fue un milagro. Era imposible que el rabí Saulo se convirtiera en el apóstol Pablo sin la gracia de Dios. Y el mismo Dios que salvó a Pablo también lo llamó a ser apóstol, y le dio el mensaje del evangelio. Para los judaizantes, negar el apostolado de Pablo y el evangelio, equivalia a negar la conversión del apóstol. Ciertamente Pablo estaba predicando el mismo mensaje que había creído-es decir, la verdad que le había transformado. Pero ningún mensaje meramente humano podía efectuar tal cambio. El argumento de Pablo es concluyente: su conducta pasada como perseguidor de la iglesia, añadida al cambio dramático que experimentó, prueban que su mensaje y ministerio provinieron de Dios. Pablo, el Creyente (Gálatas 1:15,16b,24) Habiendo hablado de su carácter y conducta pasados, Pablo ahora relata su conversión; después de todo, este era el hecho crucial en su vida. "Lo que predico a otros, lo he experimentado yo mismo", les dice a sus acusadores. "Este es el verdadero evangelio; cualquier otro es falso". En estos versículos Pablo presenta unas características de su experiencia de conversión. Fue de Dios (l:15a,16a). "Agradó a Dios... revelar a su Hijo en mi"'. Siempre que Pablo habló o escribió acerca de su conversión, enfatizó el hecho de que Dios hizo la obra. "La salvación es de Jehová" (Jonás 2:9). 20 ¡Nacido Libre! Fue por la gracia de Dios (l:15b). La experiencia de Pablo nos recuerda al joven Jeremías (Jeremías 1:4-10), y también a Juan el Bautista (Lucas 1:5-17). La salvación es por la gracia de Dios, y no por los esfuerzos ni por el carácter del hombre. "Gracia" y "llamó" (Gálatas 1: 15) van juntos, porque al que Dios escoge en su gracia, llama por medio de su Palabra (1 Tesalonicenses 1:4,5). No se nos revela por completo el misterio de la relación entre la voluntad soberana de Dios y la responsabilidad humana. Pero, sabemos que Dios no quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9), y los que confían en Cristo descubren que han sido escogidos "en él antes de la fundación del mundo" (Efesios 1:4). Fue por medio de Cristo (l:16a). En otra carta Pablo aclara que tenía mucho de qué gloriarse cuando era inconverso: religión, autojustificación, fama y prestigio (Filipenses 3); pero, no tenía a Cristo. Cuando iba en camino a Damasco, Pablo vio sus trapos de justicia propia en contraste con la justicia de Cristo, y se dio cuenta de lo que le faltaba. "Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo" (Filipenses 3:7). Cristo se manifestó a Pablo, en Pablo, y a través de Pablo. Eljudaísmo (Gálatas 1:14) había sido una vida de prácticas y ritos externos, pero la fe en Cristo produjo una experiéncia real con el Señor. La morada de Cristo en el creyente era una verdad importante para Pablo (Gálatas 2:20; 4:19). Fue por amor a otros (l: 16b). Dios escogió a Pablo, no sólo para salvarlo, sino para que éste ganara a otros. En la Biblia la doctrina de la elección no se enseña con el fin de producir orgullo o egoísmo. La elección implica responsa- 21 Libres bilidad. Dios escogió a Pablo para predicar entre los gentiles la misma gracia que él había experimentado. Esto, en sí, era evidencia de que la conversión de Pablo fue obra de Dios; pues ciertamente un rabí judío con tantos prejui- cios nunca escogería por sí mismo servir a los gentiles que en aquel entonces eran tan despreciados (veHechos 9: 15; 15:12; 22:21,22; Efesios 3:1,8). Fue para la gloria de Dios (1 :24). Como rabí fanático Pablo tenía toda la gloria que un hombre podría desear; pero lo que el apóstol hacía no glorificaba a Dios El hombre fue creado para glorificar a Dios (Isaías 43:7), y también es salvado para glorificarlo (1 Corintios 6:19,20). Este fue siempre el motivo que impulsaba a Pablo en su vida y ministerio (Romanos 11:36; 16:27; Efesios 1:6; 3:20,21; Filipenses 4:20; 1 Corintios 10:31). En cambio los judaizantes buscaban su propia gloria (Gálatas 6: 11-18), y por eso se robaban a los convertidos de Pablo, descarriándolos. Si Pablo hubiera querido glorificarse a sí mismo, hubiera permanecido rabí judío y tal vez hubiera llegado a ser el sucesor de GamalieL Pero, la gloria de Dios era lo que motivaba a Pablo, y también es lo que debe motivarnos a nosotros. Cuando Carlos Spurgeon era un predicador joven, su padre, el reverendo Juan Spurgeon, sugirió que Carlos fuera a la universidad para obtener prestigio. Se hicieron arreglos para que conociera al prefecto. Quedaron de verse en cierta casa y Spurgeon llegó a la hora citada. Esperó dos horas, y el prefecto nunca apareció. Cuando Spurgeon finalmente preguntó por él, descubrió que aquél había estado esperándolo en otra sala, y a causa de otra cita ya se había ido. Desilusionado, Spurgeon se fue para cumplir con un compromiso de predicar. Mientras iba caminando 22 ¡Nacido Libre! solo, oyó una voz que claramente le dijo: "¿Y tú buscas para ti grandezas? N o las busques" (Jeremías 45: 5). Desde ese momento, Spurgeon se propuso hacer la voluntad de Dios para la gloria de Dios, y Dios lo bendijo de manera excepcional. Vemos entonces que Pablo se presentó a sí mismo como perseguidor, y repasó su carácter y conducta. También se presentó como un creyente, y habló de su conversión. Ahora se presenta como: Pablo, el Predicador (Gálatas 1:16c-23) ¿Cuáles eran las relaciones de Pablo con otros creyen- tes? Esta es una pregunta vital para su defensa. Pablo no se puso en contacto con los apóstoles inmediatamente después de su conversión en el camino a Damasco. "No consulté en seguida con carne y sangre" (Gálatas 1:16c). Después de convertirse lo lógico era que Pablo se hubiera presentado a la iglesia de Jerusalén para recibir instruc- ción espiritual de aquellos que habían estado "en Cristo" antes que él. Pero no lo hizo-y su decisión fue guiada por el Señor, porque si hubiera ido a Jerusalén, su ministerio podría haber sido identificado con el de los apóstoles, los cuales eran todos judíos-y esto podría haber sido un estorbo en su trabajo entre los gentiles. Necesitamos recordar que el mensaje del evangelio llegó a los judíos primeramente (Hechos 3:26; Romanos 1: 16). El ministerio de nuestro Señor fue con la nación de Israel, y asimismo el de los apóstoles en los primeros años (ve Hechos 1-7). La muerte de Esteban fue el punto decisivo. Cuando los creyentes fueron esparcidos, llevaron las buenas nuevas a otros lugares (Hechos 8:4; 11: 19-26). Felipe llevó el mensaje a los samaritanos 23 Libres (Hechos 8), luego Dios guió a Pedro a presentarlo a los gentiles (Hechos 10). Sin embargo, a Pablo le correspon- día llevar el evangelio a los gentiles (Hechos 22:21,22; Efesios 3: 1,8), y por esta razón Dios lo apartó del ministe- rio a los judíos dirigido por los apóstoles en Jerusalén. Pablo no fue inmediatamente a Jerusalén. ¿Adónde fue? Hace un repaso de sus relaciones y dice que no había oportunidad para que él recibiera su mensaje o su llama- miento apostólico de ninguno de los líderes en la iglesia. (Compara esta sección con Hechos 9:10-31, y recuerda que aun los mejores estudiantes de la Biblia no concuerdan en cuanto a la cronología de la vida de Pablo. Afortuna- damente, los detalles de la historia no afectan nuestra comprensión de 10 que Pablo escribe. Podemos estar en desacuerdo en cuanto a la cronología pero todavía concor- dar en la teología.) Fue a Arabia (l: 17b). Esto sucedió después del inicio de su ministerio en Damasco (Hechos 9:19,20). En lugar de "consultar con carne y sangre", Pablo se entregó al estudio, la oración y la meditación y se encontró con el Señor a solas. Puede ser que haya pasado la mayor parte de los tres años en Arabia (Gálatas 1:18), y sin duda estaba ocupado en el evangelismo, así como en su crecimiento espiritual. Los apóstoles habían recibido tres años de enseñanza del Señor Jesús y Pablo tuvo una oportunidad similar. Fue a Damasco (1:17c). Hubiera sido lógico que visitara Jerusalén a estas alturas, pero el Señor lo dirigió de otra manera. Ciertamente era un riezgo para Pablo regresar a la ciudad donde todos sabían que este celoso judío se había convertido en cristiano. Los líderes judíos que 10 habían tenido como cabecilla en contra del cris- tianismo buscarían matarlo. Probablemente el incidente 24 ¡Nacido Libre! de la canasta de Hechos 9:23-25 (ve2 Corintios 11:32,33) sucedió en este tiempo. El retorno de Pablo a Damasco y el peligro que ocasionó a su vida son otras pruebas de que los líderes judíos consideraban a Pablo como enemigo y de que su experiencia con Cristo era válida. Al fin visitó Jerusalén (1:18-20). Esto sucedió tres años después de su conversión, y su propósito principal fue visitar a Pedro. Pero Pablo se las vio duras para entrar en la comunión de la iglesia (Hechos 9:26-28). Si su mensaje y ministerio provinieran de los apóstoles, esto no hubiera sucedido; pero puesto que la experiencia de Pablo había sido con el Señor Jesús a solas, los apóstoles dudaban de él. El apóstol permaneció en Jerusalén sólo por 15 días, y vio solamente a Pedro y a Santiago (el hermano del Señor). Así que no recibió su mensaje ni su apostolado de la iglesia de Jerusalén, porque no hubo ni tiempo ni oportunidad para ello. Ya los había recibido directamente de Cristo. Regresó a su hogar en Tarso (1:21-23). El libro de los Hechos nos dice por qué: su vida corría peligro en Jerusa- lén, así como en Damasco (Hechos 9:28-30). Pasando Pablo por Siria, predicó la Palabra, y llegando a Cilicia, su propia provincia (Hechos 21:39; 22:3), empezó a evangelizar (ve Hechos 15:23). Los historiadores piensan que permaneció allí quizá por siete años, hasta que Bernabé fue por él para que le ayudara en Antioquía (Hechos 11 : 19-26). Sólo unos cuantos creyentes en Jerusalén conocían a Pablo, pero los de Judea no lo conocían, aunque oyeron que ahora predicaba la misma fe que antes trataba de destruir. A la luz de la conducta de Pablo, su conversión y sus relaciones, ¿cómo podía alguien acusarlo de inventar su 25 Libres mensaje? Ciertamente había recibido su evangelio por medio de una revelación de Cristo Jesús. Así que, debemos tener cuidado de lo que hacemos con el evange- lio, porque no es invención de hombres, sino la verdad misma de Dios. Algunos críticos han acusado a Pablo de corromper el evangelio sencillo, pero esto es en contra de la evidencia. El mismo Cristo que enseñó aquí en la tierra, también enseñó a Pablo desde el cielo. Pablo no inventó su enseñanza, sino que la recibió (Romanos 1:5; 1 Corintios 11:23; 15:3). Cuando Pablo se convirtió, Dios dijo que se le aparecería en el futuro (Hechos 26: 16), según parece con el propósito de revelarle sus verdades. Esto significa que el Cristo de los cuatro Evangelios y el Cristo de las Epístolas es el mismo; no hay ningún conflicto entre Cristo y Pablo. Cuando Pablo escribió sus cartas a las iglesias, colocó su propia enseñanza al mismo nivel de la de Cristo Jesús (2 Tesalonicenses 3:3-15). El apóstol Pedro incluso llama a las cartas de Pablo "Escrituras" (2 Pedro 3:15,16). Los judaizantes modernos, como los de aquel tiempo, rechazan la autoridad de Pablo y tratan de desacreditar el evangelio que predicó. En los tiempos de Pablo, el mensaje de los judaizantes era el evangelio más Moisés. En nuestros días es el evangelio más líderes religiosos, libros religiosos y organizaciones religiosos. Muchos falsos predicadores dicen que uno no puede ser salvo a menos que... (Hechos 15: 1), y ese "a menos que" general- mente incluye unirse a su grupo y obedecer sus reglas. Si alguien se atreve a presentar el evangelio como lo pre- dicaron Cristo y Pablo y los demás apóstoles, algunos responden: "¡Pero Dios nos ha dado una revelación nueva!" 26 ¡Nacido Libre! Pablo tiene la respuesta para ellos: "Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema" (Gálatas 1:9). Cuando un pecador confía en Cristo, nace de nuevo (Juan 3:1-18)-es nacido libre. Ha sido redimido, comprado por Cristo y puesto en libertad. Ya no está más bajo la esclavitud del pecado ni de Satanás, ni debe estar bajo la esclavitud de sistemas religiosos humanos (Gálatas 4:1-11; 5:1). "Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36). 27 Gálatas 2:1-10 1Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito. 2Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles. 3Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; 4y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, sa los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. spero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. 7 Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), 9y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. 1°Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer. 28 3 La Lucha Por la Libertad Parte 1 Un país será libre sólo cuando haya hombres valientes dispuestos a defenderlo. Para el apóstol Pablo su libertad espiritual en Cristo valía mucho más que la popularidad o incluso la seguridad. Estaba dispuesto a luchar por esa libertad. La primera lucha por la libertad cristiana fue en el concilio de Jerusalén (Gálatas 2: 1-10; Hechos 15: 1-35); la segunda fue la reunión con Pedro en privado (Gálatas 2:11-21). Si Pablo no hubiera peleado esta batalla, la iglesia en el primer siglo podría haberse convertido en sólo una secta judía que predicara una mezcla de la ley y la gracia. Pero Pablo predicaba con valor un evangelio libre de legalismo, el cual fue llevado a los gentiles con bendi- ción. Antes de mirar los tres actos del primer drama en el concilio de Jerusalén, debemos familiarizarnos con los participantes. Uno de ellos era Pablo el gran apóstol a los gentiles. Otro era Bemabé, uno de los amigos más cercanos de Pablo. En efecto, cuando Pablo trató de entrar en la comunión de la iglesia en Jerusalén fue Bemabé quien le abrió camino (Hechos 9:26-28). El nombre Bemabé significa: "hijo de consolación" y este fiel hermano siempre se encuentra animando a 29 Libres alguien. Cuando el evangelio llegó a los gentiles en Antioquía, fue Bemabé quien fue enviado para animarles en su fe (Hechos 11:19-24). Así que, desde los primeros días, Bemabé estuvo relacionado con los creyentes gentiles. Fue élquien llevó a Pablo a la iglesia en Antioquía (Hechos 11 :25,26); y los dos trabajaron juntos, no sólo en la enseñanza, sino también en ayudar a los pobres (Hechos 11 :27-30). También Bemabé acompañó a Pablo en su primer viaje misionero (Hechos 13: 1-14:28) y vio cómo Dios bendijo la predicación del evangelio. Vale mencionar que Bemabé fue quien animó al joven Juan Marcos después de que éste se apartó de Pablo, causándole gran disgusto (Hechos 13:13; 15:36-41). Años más tarde, Pablo recomendó a Marcos y disfrutó su amistad (Colosenses 4: 10; 2 Timoteo 4:11). Otro participante del concilio en Jerusalén era Tito, un gentil creyente que trabajó con Pablo, y evidentemente fue ganado para Cristo por el apóstol (Tito 1:4). Fue producto del ministerio de los apóstoles entre los gentiles y fue llevado a la conferencia en Jerusalén como ejemplo de las iglesias gentiles. Más tarde Tito ayudó a Pablo, visitando a algunas de las iglesias más difíciles con el fin de ayudarles a resolver sus problemas (2 Corintios 7; Tito 1:5). Tres hombres eran los pilares de la iglesia en Jerusalén: Pedro, Juan y Santiago. (Este último era hermano del Señor y no debe confundirse con Santiago, el apóstol, a quien Herodes mató Hechos 12:1,2). Pedro era otro participante en el concilio, y lo conocemos por su papel tan prominente en los Evangelios y en la primera mitad del libro de los Hechos. Fue Pedro quien recibió "las llaves", y abrió la puerta de la fe a los judíos (Hechos 2), a los 30 La Lucha Por la Libertad-Parte 1 samaritanos (Hechos 8), y alos gentiles (Hechos 10). Juan también participó en el concilio y se conoce como uno de los tres íntimos discípulos de Cristo, y colaboró con Pedro en el ministerio de la Palabra (Hechos 3:1-10). Tal vez necesitamos dar unos detalles más acerca de Santiago. Sabemos por la Biblia que María y José tuvieron varios hijos, uno de los cuales era Santiago (Mateo 13 :55; Marcos 6:3). (Claro que Jesús nació por el poder del Espíritu Santo y no por generación natural; Mateo 1: 18- 25; Lucas 1:26-38). Los hermanos de nuestro Señor no creían en él durante su ministerio terrenal (Juan 7: 1-5). Sin embargo, encontramos a sus hermanos reunidos con los creyentes en la iglesia primitiva (Hechos 1:13,14). Pablo nos informa que el Cristo resucitado apareció a Santiago, y este fue el punto decisivo en su vida (1 Corintios 15:5- 7). Santiago fue el líder de la primera iglesia en Jerusalén (Hechos 15; 21: 18). También fue el escritor de la epístola de Santiago; y esa carta y Hechos 21:18 demuestran que Santiago todavía tenía ciertas ideas particulares de los judíos. Junto con estos hombres, y los "apóstoles y ancianos" (Hechos 15:4,6), había un grupo de hermanos falsos quienes se infiltraban en las reuniones y trataban de privar a los creyentes de su libertad en Cristo (Gálatas 2:4). Sin duda, estos eran algunos de los judaizantes que habían seguido a Pablo de iglesia en iglesia, tratando de robarle los nuevos creyentes. El hecho de que Pablo les llama "falsos hermanos" indica que no eran creyentes verdaderos, sino que se hacían pasar por creyentes con tal de controlar las decisiones tomadas por el concilio. Esta es, entonces, la lista de actores. Hechos 15 debe leerse con Gálatas 2: 1-10 para obtener toda la historia de este evento. 31 Libres Acto I-La Consulta Privada (Gálatas 2:1-2) Pablo y Bernabé habían regresado a Antioquía de su primer viaje misionero animados por la manera en que Dios "había abierto la puerta de la fe a los gentiles" (Hechos 14:27). Pero los judíos legalistas en Jerusalén se enojaron por estas noticias, y fueron a Antioquía y enseña- ban, en efecto, que el gentil tenía que hacerse judío antes de convertirse en cristiano (Hechos 15:1). La circuncisión, la cual demandaban de los gentiles, era un rito judío importante que se remontaba a los tiempos de Abraham (Génesis 17). El someterse a la circuncisión significaba aceptar y obedecer toda la ley judía. De hecho, los judíos habían olvidado el significado espiritual del rito (Deuteronomio 10:16; Jeremías 4:1-4; Romanos 2:25- 29), así como algunas iglesias en la actualidad se han olvidado del significado espiritual del bautismo y 10 han convertido en un simple rito externo. El creyente verdadero ha experimentado una circuncisión interna del corazón (Colosenses 2:10,11) y no necesita someterse a ninguna operación física (Filipenses 3: 1-3). Cuando Pablo y Bernabé confrontaron a estos hombres con la verdad del evangelio, el resultado fue una discusión acalorada (Hechos 15:2). Se decidió que el mejor lugar para arreglar el asunto era frente a los líderes de la iglesia en Jerusalén. No debemos pensar que a esta conferencia en Jerusalén hayan asistido representantes de todas las iglesias, como si fuera una conferencia denominacional. Pablo, Bernabé, Tito y otros hermanos de Antioquía representaban a los creyentes gentiles que habían sido salvos aparte de la ley judía; pero no hubo representantes de las iglesias que Pablo había establecido entre los gentiles. 32 La Lucha Por la Libertad-Parte 1 Cuando la delegación llegó a Jerusalén, se reunió en privado con los líderes de la iglesia. Pablo no fue a Jerusalén enviado por la iglesia, sino que subió "según una revelación", es decir, que Dios lo envió (ve Gálatas 2:1 y 1:12). Y el Señor le dio la sabiduría de reunirse con los líderes primero para que estuvieran de acuerdo en las reuniones públicas. "Para no correr o haber corrido en vano" (v.2) no quiere decir que Pablo estaba inseguro de su mensaje o mini- sterio. Su conducta en camino a la conferencia indica que no tenía dudas (Hechos 15: 3). Lo que a él le interesaba era el futuro del evangelio entre los gentiles, ya que éste era el ministerio que Cristo específicamente le había enco- mendado. Si los pilares se ponían de parte de los judaizantes, o trataban de transigir, entonces el ministerio de Pablo estaría en peligro. El deseaba su aprobación antes de enfrentarse a toda la asamblea; de otra manera una división triple podía resultar. ¿Cuál fue el resultado de esta consulta privada? Los apóstoles y ancianos aprobaron el evangelio de Pablo. No le añadieron nada (Gálatas 2:6b), y de esta manera declararon que los judaizantes estaban en error. Pero esta reunión privada fue sólo el principio. Acto I1-La Convocación Pública (Gálatas 2:3-5) El relato histórico del concilio de Jerusalén fue escrito por Lucas (Hechos 15:6-21). Pedro, con otros testigos presentaron el caso del evangelio de la gracia de Dios (Hechos 15:7-11). Fue Pedro a quien Dios escogió al principio para llevar el evangelio a los gentiles (Hechos 10); y él recuerda a la asamblea que Dios dio el Espíritu Santo tanto a los creyentes gentiles como a los judíos, así que "no hay diferencia". 33 Libres Esta había sido una lección difícil para los primeros creyentes, ya que por siglos existía una diferencia entre judíos y gentiles (Levítico 11:43-47; 20:22-27). Con su muerte en la cruz, Cristo había derribado las barreras entre judíos y gentiles (Efesios 2:11-22), así que, en Cristo no hay diferencias raciales (Gálatas 3:28). En su discurso, Pablo aclara que sólo hay un camino de salvación: la fe en Cristo Jesús. Entonces Pablo y Bemabé contaron a la asamblea lo que Dios había hecho entre los gentiles (Hechos 15:12), y ¡qué informe misionero tan extraordinario debió haber sido ese! Los "falsos hermanos" que estaban allí probablemente debatían con Pablo y Bemabé, pero estos dos soldados de la cruz no cedieron. Pablo quiso que la "verdad del evangelio" continuara entre los gentiles (Gálatas 2:5). Parece que tomaron el caso de Tito como ejemplo. Era un cristiano gentil que nunca se había sometido a la circuncisión, sin embargo, era obvio para todos que era realmente salvo. Ahora bien, si los judaizantes estaban en lo correcto al decir: "Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos" (Hechos 15: 1), entonces Tito no era salvo. Pero si, lo era, y dio evidencia de tener al Espíritu Santo; así que, los judaizantes estaban equivo- cados. Aquí sería útil considerar a Timoteo, otro compañero de Pablo (ve Hechos 16:1-3). ¿Estaba Pablo mostrando dos caras al negarse a circuncidar a Tito, pero con- sintiéndolo en Timoteo? No, porque eran dos asuntos diferentes. En el caso de Timoteo, Pablo no se sometió a la ley judaica con el fin de ganarle para Cristo. Timoteo era en parte judío y en parte gentil, y si no se circuncidaba esto 34 La Lucha Por la Libertad-Parte 1 habría sido un obstáculo para su ministerio entre el pueblo de Israel. En cambio, Tito era gentil por completo y, para él, someterse habría indicado que le faltaba algo en su experiencia de salvación. El circuncidar a Tito habría sido cobardía y transigencia; en cambio, el no circuncidar a Timoteo habría ocasionado problemas innecesarios en su ministerio. Santiago, el líder de la iglesia, dio el resumen de los puntos discutidos y la conclusión del asunto (Hechos 15: 13-21). A pesar de ser judío, puso en claro que el gentil no tiene que hacerse judío para llegar a ser cristiano. El plan de Dios hoy en día es "tomar de ellos pueblo para su nombre". Los judíos y gentiles son salvos del mismo modo; por medio de la fe en Cristo Jesús. Santiago entonces pidió que la asamblea recomendara a los gentiles que no hicieran nada que ofendiera a los judíos incrédulos, a fin de no impedir que fueran salvos. Pablo ganó la batalla. Su punto de vista prevaleció tanto en la reunión privada como en la pública al ponerse el grupo de acuerdo con Pablo y oponerse a los judaizantes. El eco de la conferencia en Jerusalén se oye constante- mente en la carta de Pablo a los Gálatas. Pablo menciona el "yugo de esclavitud" (5: 1), recordándonos la ad- vertencia similar de Pedro (Hechos 15: 10). A menudo se repiten los temas de la libertad y la esclavitud (Gálatas 2:4; 4:3,9,21-31; 5:1), y la circuncisión (2:3; 5:3,4; 6:12,13). Los creyentes en la actualidad necesitan apreciar de nuevo la lucha tan valiente que Pablo y sus colaboradores hicieron por la libertad del evangelio. El interés de Pablo era "la verdad del evangelio" (2:5,14), y no la paz de la iglesia. La sabiduría de lo alto es "primeramente pura, 35 Libres después pacifica... " (Santiago 3: 17). "paz a toda costa" no fue la filosofía de Pablo ni tampoco debe ser la nuestra. Desde los tiempos de Pablo, los enemigos de la gracia han tratado de añadir algo al evangelio de la gracia de Dios. Nos dicen que el hombre es salvo por medio de la fe en Cristo más: las buenas obras, cumplir con los Diez Mandamientos, el bautismo, la membresía de la iglesia, y los ritos religiosos-y Pablo aclara que estos maestros están equivocados. De hecho, él dice que será maldito todo aquél (sea hombre o ángel) que predique otro evangelio que no sea el evangelio de la gracia de Dios, el cual está centrado en Cristo Jesús (Gálatas 1:6-9; ve 1 Corintios 15:1-7 para una definición del evangelio). Es una cosa seria corromper el evangelio. Acto m-La Confirmación Personal (Gálatas 2:6-10) Los judaizantes esperaban influir en los líderes de la iglesia en Jerusalén para que éstos se opusieran a Pablo. Sin embargo, Pablo pone en claro que no se impresionaba ni por las personas ni por las posiciones de los líderes de la iglesia. Ellos respetaba, claro está, si no, no los hubiera consultado en privado. Pero ni les temía ni procuraba sobornarlos para conseguir su apoyo. Sólo quería que reconocieran la gracia de Dios que obraba en su vida y en su ministerio (Gálatas 2:9), y lo hicieron. La asamblea no sólo aprobó el evangelio que Pablo predicaba y se opuso a sus enemigos, sino que lo animó y reconoció públicamente que Dios le había encomendado esta obra entre los gentiles. No pudieron añadir nada a su mensaje o a su ministerio, ni se atrevieron a quitarle nada. Hubo acuerdo y unidad: un mismo evangelio sería predicado a los judíos y a los gentiles. 36 La Lucha Por la Libertad-Parte 1 También, los líderes reconocieron que Dios había asignado diferentes ministerios a cada uno. Aparte de su visita a la casa de Comelio (Hechos 10) Ya los samaritanos (Hechos 8), Pedro había trabajado principalmente entre los judíos. Pablo había sido llamado como embajador especial de Dios a los gentiles. Así que, se acordó que cada uno serviría dentro de la esfera que Dios le había asignado. "El evangelio de la circuncisión" y "el evangelio de la incircuncisión" no son dos mensajes diferentes, ya que se había acordado que hay sólo un evangelio. Más bien, lo que tenemos son dos esferas diferentes del ministerio, una para los judíos y otra para los gentiles. Pedro y Pablo predicarían el mismo evangelio y el mismo Señor obraría a través de ellos (Gálatas 2:8), pero ambos harían su obra entre gentes diferentes. Esto no quiere decir que Pablo nunca procuraba ganar a los judíos para Cristo. Al contrario, tenía una gran preocupación por su pueblo (Romanos 9: 1-3). En efecto, cuando Pablo llegaba a una ciudad iba primero a la sinagoga de los judíos, si es que había alguna, y empezaba su obra entre su propia gente. Tampoco Pedro había quedado excluido de servir a los gentiles. Pero cada uno concentraba su obra en su propia esfera de acción que le había sido asignada por el Espíritu Santo. Santiago, Pedro y Juan irían a los judíos, mientras que Pablo iría a los gentiles (ve Gálatas 2:9). La conferencia de Jerusalén comenzó con indicios de división y disensión; sin embargo, terminó en cooperación y armonía. "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!" (Salmo 133:1). Sin duda, necesitamos hoy algo de esta misma cooperación. Necesitamos reconocer que Dios llama a ministerios diferentes en lugares diversos; sin embargo, todos 37 Libres predican el mismo evangelio y están colaborando para edificar la iglesia. No debe haber competencia entre los que conocen y aman a Cristo. Pedro fue un gran hombre, y tal vez el apóstol principal, sin embargo, con gusto dio su aprobación a Pablo y le permitió trabajar en su ministerio como el Señor 10 guiara. Previamente, Pablo explicó su independencia de los apóstoles (Gálatas 1); ahora en el capítulo 2 señala su interdependencia con los apóstoles. El era libre, y sin embargo, de buena gana tenía compañerismo con ellos en el ministerio del evangelio. Pasamos ahora de 10 teológico a lo práctico-es decir, la ayuda a los pobres (v. lO). En efecto, la teología y la práctica van juntas. La doctrina correcta nunca substituye al deber cristiano (Santiago 2:14-26). Muy a menudo en nuestras reuniones en la iglesia se discuten problemas, pero tales discusiones no resultan en ayuda práctica para el mundo necesitado. Pablo siempre se preocupaba por los pobres (Hechos 11:27-30), así que, estaba feliz de seguir la sugerencia de los hermanos en Jerusalén. Aunque la conferencia entre Pablo y los líderes finalizó en armonía, esto no resolvió el problema de manera permanente. Los judaizantes no se dieron por vencidos, sino que persistieron en interrumpir la obra de Pablo e invadir las iglesias que él fundó. Pablo llevó las buenas nuevas de la decisión del concilio a las iglesias de Antio- quía, Siria, y Cilicia (Hechos 15:23), y a las otras áreas donde había trabajado (Hechos 16:4). Pero los judaizantes le perseguían como perros (ve Filipenses 3:1-3), empezando en Antioquía en donde indujeron a Pedro a estar de parte de ellos (ve Gálatas 2:11-14). Seguramente los judaizantes fueron a las iglesias de Galacia a sembrar discordia, y por esta razón Pablo tuvo 38 La Lucha Por la Libertad-Parte 1 que escribir la carta que estamos estudiando. Quizá la escribió en Antioquía poco después del concilio de J erusa- lén, aunque algunos estudiosos de la Biblia le asignan una fecha posterior y consideran que el apóstol la escribió en Efeso o Corinto. Estos detalles históricos son importantes, pero no son vitales para el entendimiento de la carta. Probablemente ésta sea la primera carta de Pablo y en ella encontramos cada doctrina principal que Pablo creía y predicaba. La cortina se cierra en este drama, pero se abrirá para revelarnos otro. Una vez más Pablo ha de luchar para defender la verdad del evangelio, esta vez ante Pedro. 39 Gálatas 2:11-21 11Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. 12Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. 14Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? 15Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. 1""( si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. 1SPorque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. 40 4 La Lucha Por la Libertad Parte II "¡La vigilancia eterna es el precio de la libertad!" Esta declaración se oyó en 1852 en una manifestación en contra de la esclavitud, y aún tiene validez, no sólo en la política, sino también en 10 espiritual. Pablo había arriesgado su vida para llevar el evangelio de la gracia de Dios a las regiones lejanas, y no iba a permitir que el enemigo le privara de su libertad en Cristo. Fue la vigilancia espiritual 10 que llevó a Pablo a otro encuentro dramático, esta vez con el apóstol Pedro, Bernabé y algunos de los colaboradores de Santiago. Nuevamente el drama se presenta en tres actos. El Retroceso de Pedro (Gálatas 2:11-13) Al parecer, poco tiempo después de la conferencia mencionada en Hechos 15, Pedro fue de Jerusalén a Antioquía. La primera cosa que notamos es la libertad que Pedro disfrutaba entonces. Tenía comunión con todos los creyentes, tanto judíos como gentiles. Comer con los gentiles significaba aceptarlos y poner a judíos y a gentiles al mismo nivel como una sola familia en Cristo. Habiendo sido criado como judío ortodoxo, Pedro tenía dificultad en aprender esta lección. El Señor Jesús se la había enseñado antes de la crucifixión (Mateo 15: 1-20). El Espíritu Santo volvió a hacer hincapié en 10 mismo cuando 41 Libres envió a Pedro a la casa de Comelio, el centurión romano (Hechos 10). Además, esta verdad había sido aceptada y aprobada por la conferencia de líderes en Jerusalén (He- chos 15). Pedro había sido uno de los testigos principales en esa ocasión. Pero antes de que critiquemos a Pedro, examinemos nuestras propias vidas para ver cuánto estamos obedecien- do las doctrinas bíblicas que conocemos. Al repasar la historia de la iglesia nos damos cuenta de que los creyentes a través de los años han sido tardos para creer y practicar las verdades de la fe cristiana, aun teniendo la Biblia completa. Cuando pensamos en la persecución y la discriminación que se ha hecho en el nombre de Cristo, nos avergonzamos. Defender una doctrina en una reunión de la iglesia es una cosa y ponerla en práctica en la vida diaria es otra. La libertad de Pedro fue amenazada por su temor. Durante la visita de Pedro a la iglesia de Antioquía, llegaron unos colaboradores de Santiago. (Recordarás que Santiago era un judío estricto a pesar de ser creyente en Cristo.) Pablo no sugiere que Santiago envió a estos hombres para investigar a Pedro, ni tampoco que eran oficiales de la iglesia de Jerusalén. Sin duda, pertenecían al partido de la circuncisión (Hechos 15:1,5) y querían convencer a la iglesia de Antioquía de que aceptara el legalismo. Después de su experiencia con Comelio, Pedro fue llamado a cuentas y se defendió bien (Hechos 11), en cambio, ahora estaba atemorizado. Pedro no tuvo miedo de obedecer al Espíritu Santo cuando lo envió a Comelio, ni temía dar su testimonio ante la conferencia de Jerusalén. Pero ahora, con la llegada de algunos miembros de la 42 La Lucha Por la Libertad-Parte 11 oposición, Pedro perdió su valor. "El temor del hombre pondrá lazo" (Proverbios 29:25). ¿Cómo se explica este temor? Es sencillo. Pedro era impulsivo; demostraba gran fe y valor en ocasiones, pero fracasaba por completo en otras. Caminó sobre las olas para ir a Jesús, pero se atemorizó y empezó a hundirse. En el aposento alto se jactó de estar dispuesto a morir con el Señor Jesús, y después lo negó tres veces. En el libro de los Hechos, Pedro está más firme que en los cuatro Evangelios, pero no era perfecto-como nosotros tampoco lo somos. El miedo provocó la caída de Pedro. El dejó de participar en la fiesta de amor con los creyentes gentiles y se apartó de ellos. Hay dos tragedias en la caída de Pedro. Primero, le convirtió en hipócrita (pues, este es el significado de la palabra "simulación"). El motivo de la acción de Pedro fue el miedo, pero él fingía ser fiel. j Qué fácil es usar la doctrina bíblica como pretexto para nuestra desobedien- cia! La segunda tragedia es que Pedro indujo a otros a descarriarse con él, aun a Bemabé. Este había sido uno de los líderes espirituales en Antioquía (Hechos 11:19-26), por lo tanto, su desobediencia tendría gran influencia en el resto de la congregación. Suponga que Pedro y Bemabé hubieran ganado ese día y hubieran guiado a la iglesia al legalismo. ¿Cuáles hubieran sido los resultados? ¿Habría continuado siendo la gran iglesia misionera que enviara a Pablo y a Bemabé (Hechos 13)? ¿Habría enviado misioneros del partido de la circuncisión, dividiendo así las iglesias que Pablo ya había fundado? Se puede ver que este problema no fue asunto de personalidades ni de partidos; fue asunto de "la 43 Libres verdad del evangelio", y Pablo estaba preparado para luchar por ella. La Reprensión de Pablo (Gálatas 2:14-21) Los eruditos en Biblia no están seguros dónde termina la conversación entre Pablo y Pedro y dónde continúa su carta a los gálatas. Realmente no importa, ya que toda la sección trata sobre el mismo tema: nuestra libertad en Cristo Jesús. Es probable que toda la sección represente la reprensión de Pablo a Pedro, aunque sea en forma conden- sada. Es interesante notar que Pablo basa toda la repren- sión sobre doctrina. Pedro, en efecto, estaba negando cinco doctrinas básicas de la fe cristiana cuando se separó de los gentiles: La unidadde la iglesia (2:14). Pedroerajudío, pero por medio de su fe en Cristo se había convertido en creyente y por lo tanto, era parte de la iglesia, en la cual no hay distinción de raza (Gálatas 3:28). Ya hemos visto cómo el Señor enseñó a Pedro esta lección importante, primeramente en la casa de Comelio y después en la conferencia en Jerusalén. Las palabras de Pablo han de haber entristecido a Pedro: "Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?" Pedro mismo había dicho en la conferencia de Jerusalén que Dios "ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos" (Hechos 15:9). Pero ahora él mismo estaba haciendo tal distinción. El pueblo de Dios es uno, aunque esté dividido en varios grupos. Cualquier práctica que no esté de acuerdo con las Escrituras y que separe a un hermano de otro, en efecto, niega la unidad del cuerpo de Cristo. 44 La Lucha Por la Libertad-Parte n La justificación por la fe (2:15,16). La palabra justificación aparece aquí por primera vez en esta carta, y probablemente en todos los escritos de Pablo (si es que Gálatas fue su primera carta). "La justificación por la fe" fue el lema de la reforma, y es importante que entendamos esta doctrina. "¿ y cómo se justificará el hombre con Dios?" (Job 9:2) es una pregunta vital, ya que la respuesta determina consecuencias eternas. "El justo por la fe vivirá" (Habacuc 2:4) es la respuesta de Dios; y fue esta verdad la que liberó a Martín Lutero del miedo y la esclavitud religiosa. Esta verdad es tan importante que la hallamos mencionada en tres libros del Nuevo Testamento: Romanos (1: 17); (Gála- tas 3:11), y Hebreos (10:38). La epístola a los Romanos explica el significado de "el justo;" Gálatas explica la palabra "vivirá;" y Hebreos explica "por la fe". Pero ¿qué es la justificación? Lajustificación es el acto por medio del cual Dios declara justo al pecador que cree en Cristo. Cada palabra en esta definición es importante. La justificación es un acto, no un proceso. Ningún creyente es más justificado que otro. "Pues, habiendo sido, una vez por todas, justificados por la fe, tenemos paz para con Dios" (Romanos 5: 1, traducción literal). Lajustifica- ción por la fe es una transacción instantánea e inmediata entre Dios y el pecador que cree en Cristo. Si la justifica- ción fuera por medio de las obras, entonces sería un proceso gradual. Además, la justificación es un acto de Dios; no el resultado del carácter o de las obras del hombre. "Dios es el que justifica" (Romanos 8:33). No es por las "obras de la ley" que el pecador obtiene una relación correcta con Dios, sino por su fe en Cristo. Como lo explica Pablo en 45 Libres esta carta, la ley fue dada para dar a conocer el pecado y no para redimir del pecado (ve Romanos 3:20). Dios en su gracia cargó en Cristo nuestros pecados, y la justicia de Cristo nos ha sido atribuida (ve 2 Corintios 5:21). En la justificación, Dios declara justo al pecador que cree; no 10 hace justo. (Por supuesto, la justificación resulta en una vida cambiada; este es el tema del libro de Santiago.) Antes de que el pecador confíe en Cristo, es culpable ante Dios; pero en el momento en que cree en él, es declarado sin culpa, y nunca será declarado culpable otra vez. La justificación no es simplemente el perdón, puesto que una persona podría ser perdonada y después pecar y ser culpable. Una vez "justificado porla fe" el hijo de Dios nunca será tenido por culpable ante Dios. La justificación también es diferente del perdón por cuanto un criminal perdonado aun tiene un expediente. Cuando el pecador es justificado por la fe, sus pecados pasados nunca más son recordados, y Dios nunca más pondrá sus pecados a su cuenta (ve Salmo 32:1,2; Roma- nos 4:1-8). Por último, Dios justifica a pecadores, no a la gente buena. Pablo declara que Dios justifica al "impío" (Roma- nos 4:5). La razón por la cual la mayoría de los incrédulos no son justificados es porque no quieren reconocer que son pecadores. Y precisamente los pecadores son los únicos que Cristo puede salvar (Mateo 9:9-13; Lucas 18:9-14). Cuando Pedro, se separó de los gentiles estaba en efecto, negando la verdad de la justificación por la fe, porque estaba diciendo: "Nosotros los judíos somos diferentes y mejores que los gentiles". Sin embargo, tanto judíos como gentiles son pecadores (Romanos 3:22,23) y pueden ser salvos solamente por medio de la fe en Cristo. 46 La Lucha Por la Libertad-Parte 11 Liberación de la ley (2:17,18). En la conferencia de Jerusalén, Pedro dijo que la ley de Moisés era como un yugo pesado (Hechos 15:10; ve Gálatas 5:1). Ahora él mismo se había colocado bajo ese yugo imposible. El argumento de Pablo es así: "Pedro, ni tú ni yo fuimos salvos por medio de la ley, sino por medio de la fe en Cristo. Mas ahora, después de ser salvo, regresas a la ley. Esto significa que Cristo por sí solo no te salvó; de otro modo no hubieras necesitado la ley. Así que, en realidad, Cristo te ha hecho pecador". Además, tú has predicado el evangelio de la gracia de Dios tanto a judíos como a gentiles, y les has dicho que son salvos por medio de la fe y no por guardar la ley. Al regresar al legalismo, estás edificando de nuevo lo que destruiste. Esto significa que pecaste al principio al destruirlo. En otras palabras, Pablo basa su argumento en la misma experiencia de Pedro de recibir la gracia de Dios. Regresar a la ley de Moisés era negar todo lo que Dios había hecho por él y a través de él. El evangelio mismo (2:19,20). Si un hombre es justifi- cado por las obras de la ley, ¿por qué, entonces, murió Cristo? Su muerte, sepultura y resurrección son las verda- des fundamentales del evangelio (1 Corintios 15: 1-8). Somos salvos por medio de la fe en Cristo (él murió por nosotros), y vivimos por medio de la fe en Cristo (él vive en nosotros). Más aún, estamos tan identificados con Cristo por el Espíritu que morimos con él (ve Romanos 6). Esto significa que estamos muertos a la ley. Regresar a la ley de Moisés es regresar al cementerio. Y así "como Cristo resucitó de los muertos... así también nosotros andemos en vida nueva" (Romanos 6:4); y siendo que 47 Libres vivimos en el poder de su resurrección, no necesitamos la ayuda de la ley. La gracia de Dios (2:21). Los judaizantes querían mezclar la ley y la gracia, pero Pablo nos dice que esto es imposible. Regresar a la ley significa hacer a un lado la gracia de Dios. Pedro había experimentado la gracia de Dios en su propia salvación, y había proclamado la gracia de Dios en su ministerio. Pero cuando se apartó de la comunión de los creyentes gentiles, abiertamente negó la gracia de Dios. La gracia dice: "¡ No hay diferencia! Todos son pecado- res, y todos pueden ser salvos por medio de la fe en Cristo". Pero las acciones de Pedro habían dicho: "¡Hay diferencia! La gracia de Dios no es suficiente; también necesitamos la ley". El regresar a la ley anula la obra de la cruz: "Pues, si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo" (v.21). La ley dice: "haz", en cambio, la gracia dice: "hecho". "¡Consumado es!" fue el grito de victoria de Cristo (Juan 19:30). "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe" (Efesios 2:8). No se nos dice la reacción de Pedro a la reprensión de Pablo, pero la Biblia parece indicar que reconoció su pecado y fue restaurado a la comunión de los hermanos. Ciertamente, en sus dos cartas (1 y 2 de Pedro), no se encuentra ninguna desviación del evangelio de la gracia de Dios. De hecho, el tema de 1 Pedro es "la verdadera gracia de Dios" (5: 12); y la palabra gracia se usa en cada capítulo de la carta. Pedro es cuidadoso de señalar que él y Pablo estaban de acuerdo en todo (2 Pedro 3:15,16). Así terminan dos actos de este drama emocionante, pero queda un tercer acto que nos incluye a nosotros. 48 La Lucha Por la Libertad-Parte II La Reacción del Creyente Sabemos cuál fue la reacción de Pedro cuando fue desafiado a vivir de acuerdo con la verdad del evangelio: temor y fracaso. y conocemos la reacción de Pablo al ver que la verdad del evangelio estaba siendo torcida: valor y defensa. Pero, la pregunta importante en el día de hoyes: ¿cuál es mi reacción a la verdad del evangelio? Tal vez ésta sea una buena ocasión para hacemos un autoexamen antes de proceder a los capítulos doctrinales de esta carta. Permíteme sugerir unas preguntas para que cada uno de nosotros las contestemos. ¿He sido salvo por la gracia de Dios? El único evange- lio que salva es el de la gracia de Dios revelada en Cristo Jesús. Cualquier otro es un evangelio falso y está bajo maldición (Gálatas 1:6-9). ¿Estoy confiando en mí mismo para ser salvo, es decir, en mi buena conducta, mis buenas obras, o en mi religión? Si es así, entonces no soy creyente, porque un verdadero creyente es aquel que ha confiado solamente en Cristo. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorie" (Efesios 2:8,9). ¿Estoy mezclando la ley con la gracia? La ley dice que debo hacer algo para agradar a Dios, mientras que la gracia dice que Dios ha terminado la obra por mí y todo lo que necesito hacer es recibir a Cristo. La salvación no es por medio de la fe más alguna otra cosa, sino por medio de la fe en Cristo y nada más. Mientras que la membresía en la iglesia, y las actividades religiosas (como orar, ofrendar, etc.), son buenas en su debido lugar como expresiones de fe en Cristo, nunca pueden ser añadidas a la fe en Cristo con el fin de obtener la vida eterna. "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si 49 Libres por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra" (Romanos 11 :6). ¿Me estoy regocijando en el hecho de que soy justifi- cado por medio de lafe en Cristo? A menudo se ha dicho que justificado significa que Dios ve al pecador que cree en Cristo "como si nunca hubiera pecado", y esto es correcto. Trae gran paz al corazón saber que uno tiene la aprobación de Dios (Romanos 5: 1). Cuán grande verdad; ¡Lajusticia de Cristo ha sido puesta a nuestro favor! Dios no tan solo ha declarado que somos justos en Cristo, sino que nos trata como si nunca hubiéramos pecado. Nunca más debemos temer el juicio, pues nuestros pecados han sido ya juzgados en Cristo sobre la cruz (Romanos 8:1). ¿Estoy viviendo en la libertad de la gracia? Libertad no quiere decir libertinaje, más bien significa libertad en Cristo para gozamos en él y llegar a ser lo que él quiere que seamos (Efesios 2:10). No sólo es libertad de hacer ciertas cosas, sino también libertad de no hacer otras. Ya no estamos bajo la esclavitud del pecado y de la ley. Como Pablo 10 explica en la sección práctica de esta carta (capítulos 5 y 6), obedecemos a Dios por amor y no porque la ley 10 exige. Los creyentes gozan de una libertad maravillosa en Cristo. ¿La estoy gozando? ¿Estoy dispuesto a defender la verdad del evangelio? Esto no quiere decir que seamos detectivos evangélicos que investigan a cada iglesia y escuela dominical en la ciudad, sino que no temamos a los que niegan las verdades que nos han traído vida eterna en Cristo. "¿Busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo" (Gálatas 1: 10). Muchos creen que la salvación es por medio de la fe en Cristo más: hacer buenas obras; guardar los diez manda- 50 La Lucha Por la Libertad-Parte n mientos; obedecer el sermón del monte, etc. No tenemos la misma autoridad que Pablo tuvo, pero tenemos la Palabra de Dios, y es nuestra obligación compartir la verdad. ¿Estoy andando "rectamente conforme a la verdad del evangelio"? La mejor manera de defender la verdad es viviéndola. Mi defensa verbal del evangelio logrará muy poco si mi vida contradice lo que predico. Pablo nos explica cómo vivir en la libertad por la gracia de Dios, yes importante que obedezcamos lo que dice. Un empleado nuevo fue instruido para medir las partes de una válvula y así asegurarse de que estaban listas para su ensamblamiento. Pero después de algunas horas, el supervisor recibía quejas de que las partes que aquél aprobaba estaban defectuosas. -¿Qué te pasa? ---el supervisor le preguntó. -Te enseñé cómo usar el micrómetro y estás enviando piezas que se pasan de la medida. El empleado dijo: -Es que la mayoría de las piezas que medía estaban demasiado grandes, así que abrí el micrómetro un poquito más. Cambiar las reglas jamás nos llevará al éxito, ni en la fábrica ni en el ministerio. Pablo mantuvo los principios de la "verdad del evangelio" y así debemos hacerlo nosotros. 51 II SECCION DOCTRINAL: La Gracia y la Ley Capítulo 3-4 Gálatas 3:1-14 1iOh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? 2Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oir con fe? 3¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? 4¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. SAquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oir con fe? 6Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. 7Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. ay la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. 9De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. 10Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. l l y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; 12y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. 13Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. 54 5 Fascinados y Esclavizados Los 60 versículos que forman los capítulos 3 y 4 de Gálatas constituyen unos de los escritos más fuertes que Pablo jamás escribiera. Pero después de todo, estaba en una batalla. Intentaba probar que la salvación es por gracia solamente, y no por las obras de la ley. Sus oponentes habían usado todo medio a su alcance para tratar de engañar a las iglesias de Galacia, y Pablo no iba a luchar a medias. El apóstol no era un principiante en lo que se refiere al debate, y en estos dos capítulos demuestra su habilidad. Su lógica no deja lugar a dudas. Pablo usa seis argumentos diferentes para probar que Dios salva a los pecadores por medio de la fe en Cristo y no por las obras de la ley. Empieza con el argumento personal (3: 1-5) en el que les pide a los gálatas que recuerden su experiencia personal con Cristo al ser salvos. De ahí pasa al argumento bíblico (3 :6-14), en el que cita seis pasajes del Antiguo Testamento para apoyar su punto de vista. En el argumento lógico (3: 15-29) razona con sus líderes acerca de lo que es un pacto y su funcionamiento. Luego presenta el argumento histórico (4:1-11), explicando el lugar que ocupa la ley en la historia de Israel. Aquí notamos el amor que Pablo sentía por sus hijos espirituales. El resultado es un argumento sentimental (4: 12-18) en el que el apóstol les pide que recuerden cómo les ama y su relación amistosa en el pasado. Pero pronto Pablo regresa a su razonamiento estricto y concluye con el argumento alegórico (4: 19-31) sobre la vida de Abraham y sus relaciones con Sara y Agar. La aplicación práctica de 55 Libres su argumento doctrinal aparece en los últimos dos capítu- los. El Argumento Personal (Gálatas 3:1-5) La clave de esta sección está en la palabra "padecido" (v.4), que puede ser traducida experimentado. Pablo pregunta: "¿Han experimentado tantas cosas en vano?" Fue sabio comenzar con el argumento de la experiencia cristiana, ya que Pablo había estado con ellos cuando recibieron a Cristo. Por supuesto, argüir basándose en la experiencia puede ser peligroso, porque las experiencias pueden ser falsificadas y malinterpretadas. Las experien- cias subjetivas deben estar equilibradas con evidencias objetivas, ya que las experiencias pueden cambiar, pero la verdad no cambia nunca. Pablo balancea la experiencia subjetiva de los creyentes en Galacia con la enseñanza objetiva de la inmutable Palabra de Dios (vs.6-14). Era obvio que estas personas experimentaron algo cuando Pablo les visitó, pero los judaizantes llegaron y les convencieron que les faltaba algo-la obediencia a la ley de Moisés. Estos maestros falsos habían fascinado a los gálatas, convirtiéndolos en necios. Al llamarlos "necios", Pablo no estaba violando las palabras de Cristo en el sermón del monte (Mateo 5:22), ya que se usan dos palabras diferentes que expresan dos ideas diferentes. "Insensatos" en Gálatas 3: 1 significa espiritualmente tardos (ve Lucas 24:25), mientras que la palabra que Cristo usó tiene la idea de una persona inicua. Pablo está declarando un hecho, mientras que Cristo está advirtiendo en contra del abuso verbal. Pablo les recuerda que en verdad tuvieron un encuentro con Cristo. 56 Fascinados y Esclavizados Vieron a Dios el Hijo (3:1). Fue "Cristo y este crucifi- cado" el que Pablo predicó en Galacia con tanta eficacia que la gente casi podía ver a Cristo crucificado por ellos. Las palabras "presentado claramente" significan exhibido públicamente, o anunciado en un cartel. Así como colocamos en un lugar público un cartel con información importante, Pablo abiertamente presentaba a Cristo a los gálatas, haciendo hincapié en su muerte en la cruz por los pecadores. Ellos oyeron esta verdad, la creyeron, y la obedecieron; y como resultado, nacieron en la familia de Dios. Recibieron a Dios el Espíritu Santo (3:2,3). El Espíritu Santo se menciona 18 veces en esta epístola y juega un papel importante en la defensa que Pablo hace del evangelio de la gracia de Dios. La única evidencia real de conversión es la presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente (ve Romanos 8:9). Pablo hace una pregunta importante: "¿Recibieron el Espíritu Santo por medio de la fe en la Palabra de Dios, o por las obras de la ley?" Por supuesto, sólo podía haber una respuesta: el Espíritu Santo entró en sus vidas porque creyeron en Cristo Jesús. Es importante que entendamos la obra del Espíritu Santo en la salvación y en la vida cristiana. El Espíritu Santo redarguye al pecador y le revela a Cristo (Juan 16:7- 11). El pecador puede resistir al Espíritu Santo (Hechos 7:51) o rendirse a él y confiar en Cristo. Cuando lo hace, nace del Espíritu (Juan 3:1-8) y recibe vida nueva. También es bautizado por el Espíritu, y llega a formar parte del cuerpo de Cristo--la iglesia (1 Corintios 12: 12- 14). El creyente es sellado por el Espíritu Santo (Efesios 1:13,14), como garantía de que un día gozará la gloria de Cristo. 57 Libres Ya que el Espíritu Santo hace tanto por el creyente, éste tiene una responsabilidad para con el Espíritu Santo, el cual vive en su cuerpo (1 Corintios 6:19,20). El creyente debe andar en el Espíritu (Gálatas 5:16,25) leyendo la Palabra de Dios, orando, y obedeciendo la voluntad de Dios. Si desobedece a Dios, entonces contrista al Espíritu (Efesios 4:30), y si persiste en hacerlo, puede apagar al Espíritu (1 Tesalonicenses 5: 19). Esto no quiere decir que el Espíritu Santo lo dejará, porque Cristo ha prometido que el Espíritu permanece para siempre (Juan 14:16). Más bien, significa que el Espíritu no puede darle el gozo y el poder que necesita cada día para vivir la vida cristiana. Los creyentes deben ser "llenos del Espíritu" (Efesios 5: 18- 21), lo cual quiere decir controlados por el Espíritu. Esta es una experiencia continua, como el hecho de beber agua fresca de un riachuelo (Juan 7:37-39). Así que, en su experiencia de conversión, los creyentes en Galacia habían recibido al Espíritu por medio de la fe y no por las obras de la ley. Esto lleva a Pablo a hacer otra pregunta: "Si no comenzasteis con la ley, ¿por qué traerla a colación? Si comenzasteis con el Espíritu, ¿podréis llegar a la madurez sin el Espíritu, dependiendo de la carne?" La palabra "carne" aquí no se refiere al cuerpo humano, sino a la vieja naturaleza del creyente. Usualmente, cuando en la Biblia se hace referencia a la "carne" es en forma negativa (ve Génesis 6: 1-7; Romanos 7:18;Juan6:63; Filipenses 3:3). Ya que fuimos salvos por medio del Espíritu, y no por la carne; por la fe y no por la ley; entonces es razonable que continuemos de la misma manera. La ilustración del nacimiento humano es apropiada para explicar esto. Se necesitan dos padres humanos para 58 Fascinados y Esclavizados que un niño sea concebido y nazca, y se requieren dos padres espirituales para que uno nazca dentro de la familia de Dios: el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios (Juan 3: 1- 8; 1 Pedro 1:22-25). Cuando un niño normal nace, tiene todo lo que necesita para vivir; no necesita que nada se le añada. Sería extraño que los padres tuvieran que llevar al niño de un mes al doctor para que recibiera los oídos, y a los dos meses los dedos. Cuando el hijo de Dios nace en la familia de Dios, tiene todo espiritualmente; no necesita que se le añada nada. Sólo requiere alimento, ejercicio y limpieza para que crezca y llegue a la madurez. "Han comenzado por el Espíritu", Pablo escribe. "No les falta nada. Anden en el Espíritu y crecerán en el Señor". Experimentaron milagros de parte de Dios el Padre (3:5). En este versículo, Pablo se refiere al Padre como él que suministra el Espíritu y "hace maravillas" entre ellos. El mismo Espíritu Santo que entra en el creyente en el momento de la conversión continúa su obra en él y a través de él para que todo el cuerpo sea edificado (ve Colosenses 2:19; Efesios 4:16). El padre continúa suministrando el Espíritu en poder y bendición, y esto se lleva a cabo por medio de la fe y no por las obras de la ley. La frase "entre vosotros" también puede ser traducida dentro de vosotros. Estos milagros incluirían cambios maravillosos dentro de los creyentes, así como señales y maravillas dentro de la iglesia. -¿De veras cree en los milagros que están en la Biblia? -un escéptico le preguntó a un nuevo creyente que había sido un bebedor empedernido. -¡Claro que sí! -el creyente respondió. El escéptico se rió. -¿En verdad crees que Cristo convirtió el agua en vino? -le preguntó. 59 Libres -Por supuesto que sí, y en mi casa convirtió el vino en comida, ropa y muebles. El Argumento Bíblico (Gálatas 3:6-14) Pablo pasa ahora de la experiencia subjetiva a la evidencia objetiva de la Palabra de Dios. No debemos juzgar las Escrituras basándonos en nuestra experiencia, sino, al contrario, nuestra experiencia basándonos en la Palabra de Dios. En la primera sección, Pablo hizo seis preguntas; en esta sección cita seis declaraciones del Antiguo Testamento para probar que la salvación es por medio de la fe en Cristo y no por las obras de la ley. Puesto que los judaizantes querían descarri