Tercera Edad: Introducción y Depresión (PDF)

Summary

Este documento proporciona una introducción a la tercera edad, incluyendo la terminología, la discriminación y los prejuicios. Además, explora el tema de la depresión en la tercera edad y las actividades que se pueden llevar a cabo.

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**INTRODUCCIÓN** **Tercera edad** o **senectud** es un término antropo-social que hace referencia a las últimas décadas de la vida, en la que uno se aproxima a la edad máxima que el humano puede vivir. En esta etapa del ciclo vital, se presenta un declive de todas aquellas estructuras que se habían...

**INTRODUCCIÓN** **Tercera edad** o **senectud** es un término antropo-social que hace referencia a las últimas décadas de la vida, en la que uno se aproxima a la edad máxima que el humano puede vivir. En esta etapa del ciclo vital, se presenta un declive de todas aquellas estructuras que se habían desarrollado en las etapas anteriores, con lo que se dan cambios a nivel físico, cognitivo, emocional y social. A pesar de que esta fase tiene un punto final claro (la muerte), la edad de inicio no se encuentra establecida específicamente, puesto que no todos los individuos envejecen de la misma forma. No obstante, debido que la edad biológica es un indicador del estado real del cuerpo, se considera que se trata de un grupo de la población que tiene 65 años de edad o más. **Terminología de la vejez, discriminación y prejuicios** Las diferentes denominaciones: senectud, ancianidad, vejez, mayores, segunda juventud, provectos y tercera edad, al igual que la terminología de ***seniors*** para ***elders*** (en el inglés) tienen todos los propósitos de esquivar los prejuicios y la discriminación. Algunos de ellos sí lo logran, y en gran medida; otros, por el contrario, generan nuevas máscaras. También los estudios sociológicos han asignado prioridades al tema y que varían en las distintas sociedades y épocas a la par de alimentación, vivienda, salud y transportes. También hay abuso de los mayores como discriminación por edad en los ambientes laborales. Hay una consideración también respecto al \"estar activo\" y a las aficiones pensadas con un diseño universal, que sustituyen a los trabajos en los mayores y que también pueden ser proyectadas desde muchos años antes, por ejemplo: la lectura como recurso y como afición, que si no ha sido ya utilizada en la juventud y edad adulta, difícilmente será utilizada mucho después. Priman los temas vitales y no quieren que estén ausentes tampoco los propios de su grupo social de personas mayores, como cultura diferente e igualmente con una diferente actitud a lo que es nivel de vida. Es muy sensible al puesto en la nueva sociedad de los mayores por la pérdida de la familia extensa y el advenimiento de la familia nuclear o sólo de pareja, con pocos hijos. Lo es también su capacidad de maniobra por el aumento de rentas y consecuente independencia de los futuros \'mayores\', por el aumento de la clase media. **Depresión en la tercera edad** La tercera edad es una etapa de la vida en la que el humano elabora una reflexión de lo que ha logrado en su trayectoria de vida, así como de las oportunidades que se han dejado pasar o simplemente se han postergado. Cabe señalar que en esta etapa se hacen presentes los trastornos biológicos y psicológicos. Es decir, se comienza a tener problemas con la vista, la audición, el habla, el equilibrio y la pérdida de memoria. También suele perderse a seres queridos y amigos, y la incapacidad para participar en actividades que antes solía realizar a menudo. Esto puede resultar en una desestabilidad emocional que da lugar a emociones negativas como la tristeza, la ansiedad, la soledad y la baja autoestima, que a su vez conducen al aislamiento social y la apatía. La consecuencia más grave sería la depresión crónica o la depresión que es recurrente y persistente. Esta puede tener efectos físicos que incrementan el índice de mortalidad de los hombres y mujeres. En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros que se registran en los hoteles se les pregunte la edad para asegurarse de que recibirán la deferencia apropiada. En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo general se considera indeseable. Los estereotipos sobre el envejecimiento, internalizados en la juventud y reforzados por décadas de actitudes sociales, pueden convertirse en estereotipos personales, que a nivel inconsciente y a menudo actúan como profecías que se autorealizan. La depresión puede llevar a hábitos alimenticios que acaben resultando en obesidad, provocando también pérdida considerable del apetito y la reducción de niveles de energía, ocasionado a veces un trastorno conocido como anorexia geriátrica. Asimismo, pueden experimentar índices más altos de insomnio y tiempos de reacción más prolongados que lo normal, lo que aumenta los riesgos asociados con cocinar y conducir. Es por esto que se debe poner un especial interés en la vida de los adultos mayores o de la tercera edad, ya que si ellos son acompañados en esta etapa de cambios, y se sienten apoyados, se puede reducir el riesgo de padecer depresión. También si ellos ejercitan su memoria y realizan actividades, ya sean físicas o recreativas, a un ritmo moderado, pueden sentirse útiles y así motivar al grado de aumentar su autoestima. En esta etapa de la vida en la que el humano desea envejecer de un forma digna y saludable se presentan muchos cambios psicológicos, sociales, físicos, estos cambios representan perdidas significativas para el adulto mayor por ejemplo el tener que ser cuidado por algún familiar como lo son los hijos, el miedo a perder todas sus habilidades físicas e independencia, puede provocar en él una baja autoestima y esto derivar en una depresión muy severa, ¿Qué hacer? reforzar el autoestima es, decir la imagen propia del adulto mayor sobre la base de sus logros, metas alcanzadas, esfuerzos, logros sabiduría de vida a partir de la experiencia (ampliar la auto imagen positivamente). Este refuerzo puede darse a través del aprendizaje acerca de la valoración de sí mismo. **Soledad en la tercera edad** La relación entre la soledad y edad ha sido resaltada en numerosos estudios. Cuando hablan de la soledad las personas mayores aluden, por un lado, al hecho objetivo de hallarse habitualmente solas en la vivienda; pero, por otro, al sentimiento interno de falta de compañía que quizás les invade de vez en cuando o bien de forma permanente. Por ello podríamos destacar varias etapas de la vejez según el hogar: la primera es cuando los padres conviven con sus hijos estando estos en la edad adulta, la segunda con la aparición del nido vacío y la emancipación de los hijos, la tercera al fallecer uno de los cónyuges, y la cuarta con la reagrupación del hijo con el padre/madre. El uso de los recursos para combatir el sentimiento de soledad difiere según el género, tendiendo los hombres a las actividades más relacionadas fuera del ámbito doméstico, mientras que las mujeres se refugian más en la búsqueda de la familia y la del interior del hogar. Tener pareja puede ser factor fundamental para no sentirse solo, independientemente de la edad. Otro recurso podría ser la presencia de las mascotas. Tener un animal de compañía ayudaría a evitar el sentir estar solo. Las personas que no tienen animales de compañía puntúan más alto en Soledad Social que aquellos que sí tienen. Punto que también es importante para estas personas es el sentirse mayores o inútiles, algo que viene dado por la edad impuesta de jubilación; pero realmente la edad no es el único factor que habría que tener en cuenta a la hora de determinar el término vejez, también inciden la apariencia física, el estado psicológico y social. Esta edad es la estimada en relación a la edad laboral de España, es decir llegado ese momento dejas de tener relación directa con el trabajo, pasando a pertenecer a la población no activa, siendo jubilados. Esto ocurre por dos razones: - Ocurre para dejar paso en el trabajo a generaciones más jóvenes, personas más dinámicas pero a la vez menos expertas; dando un relevo generacional. - El segundo argumento sería el merecido descanso, para lo que se crea la pensión, derecho y concesión del Estado hacia los jubilados. Críticas al respecto: 1. No siempre se sustituye por la juventud, ya que a veces se utiliza la tecnología, o inclusive no se reemplaza, directamente se suprime. 2. Los ancianos realmente no son mantenidos por nadie, ya que se han ido pagando a lo largo de su vida laboral, mediante la consiguiente cotización. 3. El trabajo es escaso, por lo que hay que retrasar el momento de llegada de los jóvenes. 4. La edad de jubilación es impuesta sin ser consultada. 5. La jubilación es un logro social pero a veces hay personas que quieren seguir trabajando e inclusive están en perfecto estado para ello. **Sexualidad en la tercera edad** La sexualidad es una motivación básica que dirige e intensifica la conducta de los seres humanos y que se encuentra basada en el deseo sexual, el cual es un impulso personal influido tanto por estímulos externos (estímulos asociados con la sexualidad) como internos (pensamientos). Los seres humanos somos seres sexuados, por lo que a lo largo del ciclo vital presentamos excitación, placer sexual y deseo. De esta manera, aunque no se tenga actividad sexual, la tendencia motivadora de la sexualidad se mantiene en el individuo. Por lo tanto, en la tercera edad no se presenta una pérdida del deseo sexual y a pesar de ciertos cambios fisiológicos, la sexualidad no pierde su complejidad. Durante esta etapa, la actividad sexual puede tener particulares contenidos afectivos y motivaciones sin descartar el deseo. Con ello, las relaciones sexuales en la tercera edad se encuentran relacionadas con el encuentro interpersonal y que se puede explicar a partir de una de las tres necesidades interpersonales características de esta etapa, la necesidad sexual. Se entiende por necesidad sexual aquella necesidad, en la que se buscan las manifestaciones de afecto (besos, caricias, abrazos), la intimidad corporal, la excitación, el deseo, el sentirse deseado y el placer sexual y de intimidad emocional. Así, no se reduce el sexo a la genitalidad, sino es importante entender la necesidad de contacto en la actividad sexual. **Falsas creencias sobre la sexualidad en la tercera edad** Socialmente la sexualidad en la tercera edad es rechazada o no es considerada. Esto se puede explicar a partir de las falsas creencias que se tienen a nivel social sobre la sexualidad en la tercera edad. Uno de las principales supone que los adultos mayores no tienen capacidades fisiológicas para tener conductas sexuales. Asimismo, se asume que los adultos mayores no se encuentran interesados en las actividades sexuales, puesto que debido a la edad la satisfacción sexual ha disminuido. Ninguna de estas creencias es cierta, ya que en primer lugar la mayoría de adultos mayores sí son capaces de mantener actos sexuales, ya que conservan la fisiología del placer sexual. **Factores que influyen en la sexualidad en la tercera edad** La anatomía y la fisiología sexual cambian a lo largo del ciclo vital, desde el desarrollo embrionario hasta el final de la vida; sin embargo los cambios más notorios en fisiología humana comienzan desde los 30 años en adelante, se acelera a partir de los 50 años, se hacen muy significativos a partir de los 60 y continúan declinando en adelante en cuanto a la capacidad reproductiva, la flexibilidad, el vigor de los órganos sexuales, la capacidad de respuesta sexual, etc. Es importante señalar que no hay etapas asexuadas, sino períodos con diferentes características sexuales. En las personas de tercera edad, la fisiología sexual se divide en cambios anatómicos y fisiológicos como tal, figura corporal y respuesta sexual. **En las mujeres** Los cambios fisiológicos y anatómicos en las mujeres de tercera edad comienzan con el fenómeno de la menopausia, debido al envejecimiento de los ovarios y la disminución en la capacidad de respuesta a los mensajes del eje hipotalámico-hipofisario a nivel cerebral. La edad normal del comienzo de la menopausia oscila entre los 45 y los 50 años, ​ y se confirma cuando ha pasado un año sin menstruación. Asimismo, los ovarios comienzan a producir menor cantidad de estrógenos y la pérdida de la capacidad reproductora involucran, específicamente, a la vagina y la vulva, debido a que los labios mayores y menores pierden tamaño y elasticidad, el introito vaginal se estrecha, lo que ocasiona molestias y dolores en las mujeres, además la disminución en la capacidad de defenderse frente a infecciones. **En los hombres** Los hombres, si bien presentan claros cambios a nivel de su sexualidad, se diferencian en varios aspectos respecto a las mujeres, especialmente, en que en ellos no se produce un cambio fisiológico equivalente a la menopausia.\ En cuanto a los cambios fisiológicos y anatómicos, en los hombres se evidencian en la disminución de hormonas masculinas como la testosterona, menor tamaño de los testículos y, por lo tanto, menor producción de esperma. Además, en la tercera edad, los hombres comienzan a perder vigor en la erección. En cuanto a la figura corporal, los hombres de tercera edad manifiestan envejecimiento generalizado, especialmente de la piel y el cabello. **Factores sociales y culturales** El cuerpo en la especie humana no solo es significativo a nivel personal, sino que también involucra una representación que es interpretada por cada cultura, cada sociedad y cada momento histórico a partir de los cánones de belleza determinados por la misma sociedad. Los cánones de belleza son definidos, actualmente, por las industrias de belleza y moda, los productos culturales cosméticos, farmacológicos y quirúrgicos, tanto para hombres como para mujeres; sin embargo, las personas mayores pueden sufrir debido a su alejamiento por la figura corporal estética predominante en su respectiva cultura y sociedad, generándoles baja autoestima, angustia y miedo a envejecer cada vez más. La jubilación laboral, uno de los cambios sociales más generales, debido a la avanzada edad o a las limitaciones involucradas en diversas enfermedades pueden alterar la vida social de las personas. En el caso de que las parejas de adultos tardíos vivan juntas, la jubilación laboral de uno de los miembros o de ambos los obliga a restablecer sus relaciones, a realizar cambios en ellas, debido a que pasan a estar más tiempo juntos, a estar todo el día pendientes del otro, lo cual podría significar consecuencias tanto positivas como negativas, ya que si bien, por un lado, el pasar más tiempo juntos favorecería la relación, por otro, podría significar sentimientos de atosigamiento. Por otra parte, la jubilación puede dejar aisladas a las personas de tercera edad solteras, separadas o viudas, para quienes es importante ofrecerles actividades sociales que les permita salir de su apartamiento. **Factores Psicológicos** En el caso de las mujeres, los cambios fisiológicos asociados a la menopausia pueden venir acompañados de cambios psicológicos en términos de inestabilidad, como el nerviosismo, dificultades para dormir. Estos cambios pueden evidenciarse en conductas como cambios drásticos de humor, de emociones y sentimientos de tristeza y depresión más frecuentes. En los hombres, por su parte, los cambios psicológicos se evidencian en el miedo a no dar la talla en la respuesta sexual de las relaciones. Existen, además, factores generacionales que interactúan con los factores fisiológicos y los psicológicos propios de la edad, entre los cuales influyen el tener o no pareja sexual disponible, la historia sexual de cada persona y de cada pareja y el tiempo que se lleva en la pareja. En cuanto al tener o no pareja sexual influye, indudablemente en la actividad sexual de las personas y, específicamente, en las mujeres mayores, ya que les priva de estar activas en cuanto a su sexualidad. Una posible solución a los efectos negativos de este factor sería fomentar una regulación social y costumbres menos represivas y más libres en el caso de que las personas mayores sintieran la necesidad de organizar su vida sexual y amorosa con mayor libertad de la que tienen debido a los prejuicios sociales. **Actividades en la tercera edad** En la actualidad, los esfuerzos por combatir la discriminación por edad ---a la que en 1969 Robert Butler denominó *ageism*, término traducido en castellano como "viejismo" (el prejuicio o discriminación por edad) ​--- rinden frutos gracias a la creciente notoriedad de adultos mayores sanos y activos. En la televisión es cada vez más inusual que se presente a los ancianos como personas decrépitas e indefensas, y en cambio, con más frecuencia se les describe como personas sensatas, respetadas y sabias. ​Es muy común asociar a la tercera edad con la pasividad, ya que los cambios biopsicosociales que la acompañan provocan un cambio en su rutina, además existe una enorme estigmatización de asociar la tercera edad con la decadencia de la vida del humano. Un envejecimiento activo es cada vez más importante, pues el paso de los años es un proceso, no un suceso, por tal situación es apropiado pensar en el envejecimiento lo más saludablemente posible y no solo se habla del sentido físico sino también psicológico, afectivo y social. Al pensar en una forma saludable de envejecer se encuentra como alternativa y herramienta la creatividad para un envejecimiento activo, ya que en el V Congreso Internacional de Creatividad e Innovación, se habló de la creatividad como sinónimo de aprendizaje; esta relación se dio, pues al estimular la creatividad en las personas de la tercera edad se concreta un proceso educativo que propicia el desarrollo de su funcionamiento mental. **Maltrato familiar a personas de la tercera edad** En los últimos años ha supuesto un gran escándalo social, la comunicación de casos de indignante maltrato a personas mayores, por parte de su propios familiares o personas de convivencia. Algunos varones son explotados por su familia, y algunas mujeres han llegado a sufrir el llamado \"Síndrome de la Abuela Esclava\" por la que algunas familias, abusan de la confianza que le supone, para que trabaje para ellos, sin que ellos tengan consideración con ella. Otro tipo de caso es que la familia o convivientes ya no los quieren porque se ve a la persona como un estorbo, por lo general esta idea se da por falta de dinero para mantener tanto a él como al resto de los familiares o convivientes del hogar. Los asilos de ancianos también son criticados duramente por acusaciones graves de maltratos físicos y psicológico, como también a falta de atención y el poco cuidado que reciben. La autoestima en el adulto mayor se ve afectada puesto que la etapa en que vive el adulto mayor requiere de una reestructuración de la personalidad debido a una serie de cambios tanto a nivel fisiológico, psicológico, social y familiar que lo hacen vulnerable ante su nueva vida. **Evolución de la población de la tercera edad** Si nos referimos a los **datos generales de España**, en enero de 2011 se estima que hay una población de 7.869.759 de personas de la tercera edad, de las que el 21,94 % tienen edades comprendidas entre los 65 y los 70 años; el segmento poblacional de personas entre 70 y 80 años es el más numeroso representando el 44,66 % ---es importante destacar que el anterior grupo recoge a personas dentro de un rango de 5 años, mientras que este conjunto integra una diferencia de edad de 10 años---; el segmento de personas con edades entre 80 y 89 años representan el 27,92 %. A partir de esta edad el número de personas supervivientes baja mucho siendo los mayores con edades entre 90 y 100 años el 5,39 % y los seres humanos de más de 100 años solamente el 0,07 %. Estos datos muestran diferentes resultados si analizamos la evolución poblacional diferenciándola por sexo. De esta forma, tal y como se muestra en los gráficos adjuntos, se observa como hay un fuerte descenso en la **población de hombres** en todos los rangos de edades entre el año 2002 y 2003 ---desconocemos si esto se debe a un hecho histórico puntual o es debido a un error en la fuente de datos secundaria elegida, esta situación nos lleva a analizar solamente los años a partir de 2003---. Este hecho anterior no ocurre en la **población de mujeres** donde la diferencia entre esos años no es tan acusada, mostrando incluso un crecimiento poblacional para algunos intervalos de edad. Es destacable para los hombres como la población de personas entre los 80 y 90 años va aumentando con mayor intensidad que en otros segmentos. No obstante, si miramos el conjunto masculino de mayores de 65 años se aprecia que a lo largo de los años que van desde el 2003 a 2011 el número de personas ha crecido en un 12,37 %. Respecto a las mujeres el grupo de 80 a 90 años es el que más ha crecido y si observamos la evolución de población femenina entre los años 2002 y 2011 esta se ha incrementado en un 12,51 %. Como conclusión se aprecia un envejecimiento de la población, con mayor número de personas de la tercera edad tanto en hombres como en mujeres.

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