Reforma Agraria Liberal: Desamortizaciones (Historia de España 2º Bachillerato)

Summary

This document provides a theoretical overview of the liberal agrarian reform in Spain and related desamortizaciones. It examines the historical context of agriculture in 19th-century Spain, focusing on the limitations of land ownership and the processes involved in the liberal reforms. It also details the key legislation and problems associated with the process.

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Historia de España 2º Bachillerato Prof. María Ramos La reforma agraria liberal: las desamortizaciones. Cuando los liberales llegan al poder en España en el siglo XIX la agricultura, que era el sector básico de la economía del Antiguo...

Historia de España 2º Bachillerato Prof. María Ramos La reforma agraria liberal: las desamortizaciones. Cuando los liberales llegan al poder en España en el siglo XIX la agricultura, que era el sector básico de la economía del Antiguo Régimen, arrastraba ciertos problemas que le impedían ser un sector dinámico y que crease riqueza para arrastrar el desarrollo de otros sectores: el atraso técnico, las condiciones naturales adversas en parte del territorio, las limitaciones al uso de la tierra (normas comunales de las aldeas, derechos feudales y vinculación de muchas tierras, entre otros) o la existencia de unos tipos de propiedad poco rentables que creaban problemas sociales (los latifundios en el centro y sur de España y los minifundios en el norte). En esta coyuntura nace la reforma agraria liberal, un conjunto de leyes ideadas por el estado liberal, cuyo foco se centraba en dos problemas: o Liberalizar el uso de la tierra, es decir acabar con las limitaciones a su uso que imponía las normas y costumbres comunales, las normas feudales. El planteamiento liberal es que el propietario sea libre de utilizar sus tierras como desee. o Individualizar las propiedades, es decir, acabar con las propiedades colectivas, institucionales (de monasterios, de municipios, del estado, etc,…). Y que pasen a ser propiedades privadas individuales. La idea liberal es que solamente la propiedad privada individualizada se ocupará de las fincas creando una agricultura próspera. Entre estas leyes podemos destacar: - Ley de libertad de cultivo: venía a acabar con las obligaciones comunales o feudales que obligaban a cultivar ciertos productos o a hacer rotaciones determinadas, barbecho obligatorio… - Ley de libertad de comercio de productos agrícolas: cada propietario podrá vender su cosecha cuando pueda y al precio que la oferta/demanda le permita. - Eliminación de la Mesta: los agricultores llevaban siglos quejándose de los privilegios de pasto y de paso sobre sus fincas que tenían los rebaños de ovejas del poderoso “Honrado Consejo de la Mesta”. - Eliminación de los señoríos territoriales: a partir de ahora el antiguo Señor pasa a ser un propietario capitalista de las fincas, que establece contratos de arrendamiento con los campesinos que las trabajan. Cuando acaba el tiempo de esos contratos podrá renegociarlos, subir la renta, echar al campesino… - Desvinculación de las propiedades que incluye: eliminación de mayorazgos (los nobles se quedan sin el privilegio de que sus propiedades de mayorazgo sean intocables, aunque seguirá siendo suya la propiedad) y desamortizaciones varias. En el Antiguo Régimen la agricultura era la base de la economía. La propiedad de la tierra estaba en su mayor parte vinculada, amortizada (en manos muertas), a instituciones como la nobleza (a través del mayorazgo), la Iglesia (manos muertas), los Ayuntamientos (bienes propios y bienes comunes), el Estado y otras instituciones. Eso no significa que no se pudiesen cultivar, pero al estar vinculadas a instituciones estas tierras no se podían vender, comprar, partir, etc., es decir, estaban fuera de los mecanismos capitalistas. Historia de España 2º Bachillerato Prof. María Ramos Los ilustrados del siglo XVIII y los liberales después, consideraron que esta forma de propiedad era poco racional e impedían una explotación y unos rendimientos mejores, por ello consideraban la vinculación como algo que se oponía al progreso económico. Además muchas de estas tierras eran de propiedad colectiva o de instituciones (ayuntamientos, monasterios…) y los liberales, individualistas, también lo consideraban poco rentable. Para ellos la propiedad debe ser privada o individual. La burguesía liberal veía en la privatización de esas tierras la posibilidad de buenos negocios. La desamortización va a suponer el paso de la propiedad vinculada, institucional y colectiva, a propiedad privada individual capitalista. En poco más de un siglo va a afectar al 40% de la superficie de España. El proceso de desamortización consiste en que una serie de bienes (tierras y edificios sobre todo), cuya propiedad estaba vinculada a instituciones (sobre todo eclesiásticas o de ayuntamientos), pasan a ser propiedades individuales, y de libre uso para sus nuevos propietarios. En toda desamortización hay varios pasos: a) En primer lugar se establece legalmente que esos bienes quedan desamortizados, vinculados, es decir se pueden separar de sus dueños. b) Después viene la nacionalización de los bienes, que pasan a ser propiedad nacional, es decir del Estado. Unas veces se pagará una indemnización a sus antiguos propietarios (en la de Madoz), y otra sin ella (en la de Mendizábal). c) Finalmente esos bienes se venden a compradores privados, normalmente en subasta pública, que pagaban con dinero en efectivo o entregando títulos de la Deuda Pública (según los casos). Aunque cada desamortización busca sus objetivos concretos, podemos generalizar unos más o menos comunes y generales, de cuatro tipos: fiscales, económicos, sociales y políticos. - Fiscales: un objetivo principal de todas las medidas desamortizadoras va a ser recaudar fondos para solucionar los problemas de la Hacienda Pública. Por ejemplo, la falta de dinero para los gastos ocasionados por las guerras, o para hacer inversiones en infraestructuras públicas, y en todas, para pagar la Deuda Pública (cada año el estado tiene más gastos que ingresos, tiene déficit. Para cubrirlo puede recurrir a emitir títulos de Deuda Publica para compensar la diferencia; los que compran estos títulos le están prestando dinero al Estado. Los títulos son documentos que acreditan que el Estado se compromete a devolver el dinero en el plazo fijado, y además a pagar unos intereses). En el siglo XIX las innumerables guerras (de Independencia, de Emancipación americana, carlistas, de Cuba…) hicieron aumentar considerablemente la deuda pública y pusieron en graves aprietos al estado para poder pagarla. En este contexto hay que entender el proceso desamortizador del siglo XIX. - Económicos: muchos liberales creían que era un paso importante para conseguir el desarrollo capitalista de España. Creían que con la desamortización se modernizaba la estructura de la propiedad de la tierra y así se crearían explotaciones agrarias rentables. Esperaban que los nuevos dueños invirtiesen los beneficios sacados de la tierra en creación de industrias, medios de transporte, banca…, es decir en el desarrollo económico en general. Historia de España 2º Bachillerato Prof. María Ramos - Sociales: algunos políticos liberales creían que con el proceso desamortizador se podía reformar la estructura de la propiedad de la tierra, y que algunos campesinos podrían comprar tierras, creando una clase media de medianos propietarios. - Políticos: en algunos casos, se trataba de atraer simpatizantes al sistema liberal, pues al adquirir tierras desamortizadas los compradores ligaban sus intereses al liberalismo, frente al carlismo, que si ganaba no aceptaría la desamortización. La desamortización no es un acto aislado, sino un proceso histórico que va a abarcar gran parte del siglo XIX, y con precedentes en el siglo XVIII. Además, hay que tener en cuenta que una cosa es el año concreto en que se aprueba cada una de las desamortizaciones, y otra las ventas, que se prolongan en los años y decenios siguientes. Las medidas legislativas desamortizadoras coinciden con gobiernos liberales progresistas, que se caracterizan por sus reformas económicas como durante las Cortes de Cádiz, o los de Mendizábal o el bienio progresista (Madoz). Godoy, al frente del gobierno de Carlos IV desamortiza en 1798 algunas propiedades eclesiásticas (de los Jesuitas entonces expulsados de España, de los hospitales de caridad,…). Su objetivo principal era obtener ingresos para costear las guerras. Las Cortes de Cádiz, dada la deuda del Estado y los costes de la guerra de la Independencia, decidieron en 1813 la nacionalización de los bienes de los pequeños conventos suprimidos por José Bonaparte durante la Guerra de Independencia. Sin embargo, la vuelta al absolutismo al año siguiente hizo que la venta no llegase a hacerse efectiva en su mayoría. Esta desamortización y venta si continuó en el Trienio Liberal. La de Mendizábal fue mucho más importante que las anteriores, por su volumen y por la rapidez con que se llevó a cabo. Afectó a los bienes eclesiásticos de las órdenes religiosas (clero regular). Se plasmó en 1836, en dos decretos; el primero suprimía las órdenes religiosas y desvinculaba y nacionalizaba sus bienes; el segundo determinaba el sistema de venta, que se haría en pública subasta y el comprador podía pagar o en efectivo o mediante la entrega (devolución) de títulos de Deuda Pública. Sus dos grandes motivaciones vienen especificadas en los decretos: la política (estamos durante la 1ª guerra carlista, atraerse al liberalismo isabelino a los compradores), y la fiscal (paliar la deuda de la Hacienda Pública, agravada por los gastos de la guerra carlista). Pero Mendizábal citaba también el objetivo económico y el social. Espartero durante su regencia, en 1841, completó la anterior, nacionalizando y poniendo en venta las propiedades del clero secular, (el de catedrales y parroquias). Más delante, a partir del Concordato de 1851, en la Década Moderada, se compensó con un sueldo del estado al clero secular (obispos, sacerdotes párrocos). Durante el Bienio progresista, en 1855, el ministro de hacienda Pascual Madoz impulsó la Ley General de Desamortización. Declaraba nacionalizados y en venta la totalidad de los bienes de propiedad colectiva que quedaban amortizados, aunque indemnizando a sus anteriores propietarios con una parte de los beneficios de la venta. La mayoría pertenecían a los municipios (bienes de propios y bienes comunes), y también al Estado, más lo que quedaba sin vender del clero y otras instituciones (órdenes militares…). Historia de España 2º Bachillerato Prof. María Ramos Los compradores debían pagar en metálico y el valor de lo vendido en esta desamortización fue diez veces mayor que en la de Mendizábal. Su objetivo principal siguió siendo fiscal, en parte para cubrir el déficit, pagar deuda pública y también para dar ayudas de dinero público a las empresas privadas en el proceso de construcción de ferrocarriles. La desamortización produjo una radical transformación del tipo de propiedad de la tierra. A finales del siglo XIX estaba consolidada la propiedad privada e individual en España como forma capitalista. Se incorporaron nuevas tierras al cultivo, y se consiguió aumentar la producción. No contribuyó a la racionalización del tamaño de la propiedad, más bien contribuyó a reforzar el latifundio y el minifundio en zonas donde anteriormente existían. No se modernizó la agricultura, ni se invirtió en nueva tecnología, pues la mayoría de las veces los nuevos propietarios no invirtieron en mejoras y se conformaron con cobrar las rentas que pagaban los campesinos arrendatarios. Por lo que acabamos de decir, esta agricultura atrasada técnicamente fue incapaz de producir grandes beneficios que sirviesen como capitales para invertir en la industria y desarrollarla. Incluso algunos historiadores creen que la desamortización más bien ralentizó la industrialización de España al desviar los capitales hacia la tierra en vez de ir a inversiones industriales. Los beneficiados fueron los compradores, sobre todo la nobleza, que consiguió más tierras, y la burguesía comercial, financiera e industrial, que adquirió gran parte de las propiedades en venta. Hicieron “buenos negocios” al comprar tierras buenas y baratas. Los que compraron las tierras eran sobre todo los que ya tenían tierras (nobleza y burguesía), y en la mayoría de las zonas aumentaron los latifundios. En algunas regiones (Cataluña, Valencia) algunos campesinos acomodados pudieron comprar. Los perjudicados serán los campesinos pobres que con la desaparición de los bienes comunales perdieron una de las bases de su sustento. Un ejemplo son los jornaleros, mayoritarios en zonas latifundistas del centro y el sur de España, cuya situación de miseria va a ser una fuente de problemas durante todo el siglo XIX y parte del siglo XX. Los arrendatarios, con el cambio de propietario, o quedaron igual o empeoraron con la subida de renta que hizo el nuevo dueño. Perjudicada también resultó la Iglesia, el clero, que perdió su principal base económica, aunque fue en parte compensado con la financiación por el estado (Concordato con Isabel II). En cuanto a política, por una parte, creó una masa de propietarios, compradores de los bienes nacionales, adictos al régimen liberal y el carlismo perdió seguidores. También acentuó la separación entre Iglesia y Estado. Por otra parte, las relaciones entre un sector de la Iglesia católica española y el liberalismo más radical se hicieron muy tensas, dando lugar a ese anticlericalismo de gran parte de la izquierda española y a ese antiliberalismo de buena parte de la Iglesia católica, que tanto ha marcado la Historia de España. La Iglesia española era la institución que más propiedad vinculada poseía. Fue la más afectada por la desamortización de Mendizábal-Espartero y las relaciones de la Iglesia y el estado liberal pasaron por momentos muy tirantes. Hasta que Narváez firmó con el Vaticano el Concordato, en 1851, por el cual la Iglesia asumía la desamortización, pero el Estado dejaba que la Iglesia Historia de España 2º Bachillerato Prof. María Ramos controlase la educación y sufragaba sus gastos. La desamortización se esgrime en la actualidad todavía para justificar que el Estado, siga manteniendo a la Iglesia católica. Culturalmente la desaparición de instituciones eclesiásticas supuso la destrucción o el deterioro de muchos edificios históricos, sobre todo en zonas rurales. También la pérdida o dispersión de parte del patrimonio artístico (cuadros, esculturas) y de libros de los monasterios, aunque parte se recuperó después en archivos, bibliotecas y museos. Un caso especial fueron las desamortizaciones en Galicia. Galicia era un territorio en el que la Iglesia tenía un mayor porcentaje de la propiedad. Y sin embargo es una de las zonas en las que el Estado consiguió menos ingresos con la Desamortización. En el Antiguo Régimen gran parte de la propiedad de tierras cultivables pertenecía en Galicia a monasterios y catedrales. Desde la Baja Edad Media (s. XIV-XV), se extendió la costumbre de que esas instituciones cediesen la utilización de las tierras a fidalgos, miembros de la baja nobleza rural. Muchas veces emparentada con obispos y abades. La cesión se hacía mediante contratos de Foro, un tipo de contrato a muy largo plazo y con renta fija. Los fidalgos a su vez troceaban esas tierras y las cedían (subforos) a familias campesinas que eran las que realmente trabajaban las tierras. Los campesinos pagaban una renta a los fidalgos y estos se quedaban con la mayoría de la renta y daban al monasterio o catedral otra parte. En el siglo XVIII los monasterios y catedrales intentaron es ese momento recuperar toda la renta de los foros, en un momento en que caducaban muchos contratos. Los fidalgos reaccionaron llevando los casos a los tribunales. Finalmente, en 1763 una decisión del rey Carlos III conocida como Pragmática de Perpetuación de Foros, estableció que los foros permaneciesen inalterables. Cuando Mendizábal y Espartero realizaron la desamortización eclesiástica en Galicia lo que realmente se puso a la venta fue el derecho a cobrar una renta sobre la tierra, no el libre uso de la tierra, pues el sistema de foros continuaba. Eso explica el bajo valor de las ventas en Galicia.

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