12118_Guía_didáctica_de_HISTORIA_DE_MÉXICO_II-_2022A-124.pdf

movimiento también se le sumaron los médicos residentes e interinos del Hospital Juárez, pertenecientes a la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA); del Hospital Colonia, destinado al servicio médico de los ferrocarrileros; del Hospital San Fernando, del Instituto Mexicano del seguro Social (IM...

movimiento también se le sumaron los médicos residentes e interinos del Hospital Juárez, pertenecientes a la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA); del Hospital Colonia, destinado al servicio médico de los ferrocarrileros; del Hospital San Fernando, del Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS), así como del Hospital General de México, de la SSA. Para los primero meses de 1965 había surgido un movimiento médico en escala nacional, cuya principal demanda era lograr mejores condiciones laborales. Inmediatamente el gobierno mexicano reaccionó reprimiendo de manera violenta este movimiento, envió a granaderos a intimidar con su presencia en las diversas manifestaciones, tomó las instalaciones de los hospitales que se encontraban en huelga, privó de libertad a los médicos que activamente participaron en el movimiento y los condenó a varios años de prisión. Movimiento estudiantil Sin lugar a dudas, uno de los hechos más importantes ocurridos durante el sexenio de Díaz Ordaz, y que marcó la historia de nuestro país, fue el movimiento estudiantil del 68. Dicho movimiento inició en julio de 1968, debido a un enfrentamiento entre estudiantes de bachillerato del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y una escuela preparatoria incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La policía intervino en dicho acto, pero lejos de solucionar el conflicto reprimió a los estudiantes, lo que provocó que alumnos de diversas escuelas salieran a las calles a protestar por la violencia policial y en apoyo a sus compañeros. Con el paso de los días el conflicto fue creciendo, sumando a éste la participación de profesores, intelectuales, obreros y muchos otros grupos de profesionistas e integrantes de la naciente clase media de nuestro país. El gobierno respondió enviando al ejército a tomar instalaciones educativas, entre ellas, Ciudad Universitaria de la UNAM y el Casco de Santo Tomas del IPN, en la Ciudad de México. Las acciones emprendidas por las autoridades desencadenaron una movilización social muy fuerte; cientos de jóvenes, así como trascendentes sectores de la población, salieron a las calles de la capital del país con la intención de hacerse escuchar. El movimiento exigía, principalmente, que el gobierno dejara de reprimir a los estudiantes usando a la policía y al ejército. En pocos meses, el movimiento se convirtió en un problema muy serio para el gobierno, que no tuvo la capacidad de establecer el diálogo con sus líderes. Aun 124