Ontogenia de las clulas linfoides-4.PDF

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This document discusses the ontogeny of lymphoid cells, covering the development of B and T lymphocytes. It also mentions the various stages, including commitment, proliferation, receptor rearrangement, and selection, in the generation of these cells.

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CAPÍTULO 10 ONTOGENIA DE LAS CÉLULAS LINFOIDES INTRODUCCIÓN Los receptores antigénicos se expresan en la membrana celular de los linfocitos y hay clones linfocitarios con una gran diversidad, capaces de reconocer una amplia variedad de antígenos extraños. Esta diversidad a...

CAPÍTULO 10 ONTOGENIA DE LAS CÉLULAS LINFOIDES INTRODUCCIÓN Los receptores antigénicos se expresan en la membrana celular de los linfocitos y hay clones linfocitarios con una gran diversidad, capaces de reconocer una amplia variedad de antígenos extraños. Esta diversidad antigénica se genera durante la ontogenia o desarrollo de los linfocitos B y T a partir de células precursoras que no expresan estos receptores antigénicos y no pueden reconocer y responder a los antígenos extraños. La palabra ontogenia deriva del griego οντος, ser, estar y génesiv: origen, generación. Ontogenia es un término relacionado con la maduración que sufren las células linfoides, desde células inmaduras hasta su transformación en células con competencia inmunológica. Otra definición de ontogenia o desarrollo del linfocito, proceso mediante el cual los progenitores del linfocito en la médula ósea y el timo se diferencian en linfocitos maduros con receptores antigénicos para luego poblar los órganos linfáticos secundarios o periféricos. Los linfocitos B y T, al igual que el resto de las células del sistema inmune, se originan en la médula ósea a partir de un precursor común, denominado stem cell o célula madre pluripotente hematopoyética (CMPH). Estas células tienen la capacidad de autorrenovarse y de generar distintos tipos celulares. En los seres humanos, las CMPH aparecen en el saco vitelino embrionario alrededor de la tercera semana de vida. A medida que el feto se desarrolla, estas células migran al hígado fetal (aproximadamente entre la sexta y octava semana de gestación) y recién al cuarto mes de vida fetal, la médula ósea representa el sitio donde mayoritariamente ocurre la hematopoyesis; estos dos últimos lugares son sitios de fuente de linfocitos (Figura 10-1). Este capítulo comenzará con algunas generalidades comunes en la ontogenia de los linfocitos B y T. A esto le seguirá una descripción de los procesos que son únicos en la maduración de los linfocitos B (LB) y, después, de los que son únicos en el desarrollo de los linfocitos T (LT). 1 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-1. Sitios de formación de linfocitos (Linfopoyesis). CMPH (Célula madre pluripotente hematopoyética). GENERALIDADES DEL DESARROLLO DEL LINFOCITO La ontogenia o maduración de los linfocitos B y T comprende una serie de eventos que ocurren en los órganos linfoides centrales o generadores. Estos eventos son los siguientes: Compromiso de las células progenitoras en la línea de linfocitos B o T. Proliferación de las células progenitoras y comprometidas inmaduras en estadios tempranos del desarrollo, lo que proporciona una gran reserva de células que pueden generar linfocitos útiles. Reordenamiento secuencial y ordenado de los genes del receptor antigénico y la expresión de los receptores para el antígeno. Eventos relacionados con la selección que conservan las células que han producido un receptor útil para el antígeno y eliminan las posibles células autoreactivas que reconocen con alta afinidad antígenos propios. Durante el desarrollo linfocitario, estos eventos selectivos aseguran la maduración y la entrada en el sistema inmunitario periférico de los linfocitos que expresan receptores funcionales con especificidades útiles. 2 Ontogenia de las células linfoides Diferenciación de los linfocitos B y T en subpoblaciones con funciones y fenotipos maduros. Los LB evolucionan a linfocitos foliculares, linfocitos de la zona marginal y linfocitos B-1, y los LT se desarrollan a linfocitos T αβ CD4+ y CD8+ y linfocitos T γδ. Esta diferenciación en clases diferentes proporciona la especialización, que es una característica importante del sistema inmunitario adaptativo Compromiso en las líneas de los linfocitos B y T y proliferación de los progenitores Las CMPH dan lugar a todas las líneas de células sanguíneas, incluidos los linfocitos. A partir de las CMPH se generan dos tipos de progenitores: Progenitor mieloide, que dará lugar a las células de la estirpe mieloide (neutrófilos, eosinófilos, basófilos, monocitos, plaquetas y eritrocitos). Progenitor linfoide común (PLC), a partir del cual se generarán los LB, LT, células asesinas naturales (NK) y algunas células dendríticas (Figura 10-2 y 10-3). Figura 10-2. Las células del sistema inmune se originan a partir de una célula stem cell o troncal hematopoyética común La maduración de los LB a partir de progenitores comprometidos en esta línea ocurre, en la médula ósea y, antes del nacimiento en el hígado fetal. Las células inmaduras derivadas del hígado fetal dan lugar a los LB B-1, mientras que los progenitores inmaduros derivados de la 3 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-3. La célula stem cell o célula madre pluripotente hematopoyética (CMPH) origina el precursor linfoide común (PLC) y a partir de éste las líneas B y T distintas médula ósea originan la mayoría de los LB circulantes, también llamados LB foliculares. Los precursores de los LT abandonan el hígado fetal antes del nacimiento y la médula ósea en fases más avanzadas de la vida, y circulan hasta el timo, donde completan su maduración. Los LT αβ, derivan de la CMPH de la médula ósea; mientras que los LT γδ surgen de la CMPH del hígado fetal. En general, los LB y LT que se generan al principio de la vida fetal tienen receptores antigénicos menos diversos que los originados de las CMPH en la médula ósea. El compromiso en la línea B o T depende de instrucciones recibidas de varios receptores de la superficie celular, que envían señales que inducen reguladores específicos de la transcripción, que, a su vez dirigen un progenitor linfoide común para que asuma específicamente el destino de un LB o LT. Diferentes grupos de factores de transcripción dirigen el desarrollo de las líneas de LB y LT a partir de precursores que no están comprometidos. Notch-1, un miembro de la familia Notch, se activa en el PLC y colabora con otra proteína (que actúa como factor de transcripción) llamada GATA-3 para comprometer a los linfocitos en desarrollo en la línea T. Por otra parte, en los LB, las proteínas EBF (Early-B cell Factor) y E2A (estos dos son factores de transcripción) contribuyen a la 4 Ontogenia de las células linfoides inducción de otra proteína Pax-5 (otro factor de transcripción), y estas tres proteínas colaboran en la inducción del proceso comprometido en la línea B (Figura 10-3). El desarrollo temprano de los LB y LT se caracteriza por la proliferación de progenitores comprometidos inducida por señales derivadas de citocinas. La proliferación asegura la generación de una gran reserva de células progenitoras para proporcionar finalmente un repertorio muy diverso de linfocitos maduros específicos frente a un determinado antígeno. En los roedores, la citocina interleucina 7 (IL-7) dirige la proliferación de los progenitores de los linfocitos T y B; en los seres humanos, la IL-7 es necesaria para la proliferación de los progenitores de los LT, pero no de los progenitores de la línea B. La IL-7 la producen las células estromales de la médula ósea, las células epiteloides y otras células del timo. Los ratones con mutaciones dirigidas en el gen de la IL-7 o del receptor para la IL-7 muestran una maduración defectuosa de los precursores de los linfocitos y como resultado de ello, hay deficiencias graves de los LB y LT maduros. En los seres humanos, hay una enfermedad denominada inmunodeficiencia combinada grave ligada a X (IDCG-X), la cual es un síndrome poco frecuente, mortal que tiene diversas causas genéticas, en el que existe ausencia combinada de las funciones de los LT y los LB (y en muchos casos también de las funciones de las células asesinas naturales, o NK). Esta enfermedad es un reflejo de la función de la IL-7 en los seres humanos. Reordenamiento génico y expresión del receptor para el antígeno En el núcleo celular de las células B, específicamente en los cromosomas está el ADN de la línea germinal. En este ADN hay genes que codifican las moléculas proteicas de la cadena pesada y ligera de las Inmunoglobulinas (Igs) o Anticuerpos (Acs) que son los receptores de los LB. A su vez cada cadena pesada y ligera tiene una región variable, esta región es el sitio de unión al determinante antigénico, además el Ac tiene una región constante. Este proceso de reordenamiento o reagrupamiento génico es un proceso muy complejo y de manera sencilla ocurre de la siguiente forma (Figura 10-4). En la parte izquierda de la figura se representa el ADN de la línea germinal de varios cromosomas, los cuales tienen genes que codifican la molécula proteica de las cadenas pesadas de una Ig o Ac. Estos genes se clasifican en genes de la región variable V, genes de la región diversa D, genes de la región de unión J (estos tres genes 5 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-4. Reordenamiento somático. El origen de la diversidad de los anticuerpos Receptores de los LB conforman toda la región variable del Ac) y genes de la región constante C. Luego por un proceso de reordenamiento o recombinación génica aleatoria se recombinan o reordenan diferentes genes de la regiones variable V, de la región diversa D y de la región de unión J para conformar la región variable del Ac, la cual se presenta en la parte central de la figura 10-5. Los genes de la región constante C son los mismos para una determinada clase de Ac (recordar que hay 5 clases de Acs: IgG, IgA, IgM, IgE e IgD) y no sufren reordenamiento o recombinación génica y se combinan junto con los genes de la región variable (V, D y J), de manera que se ha formado el exón o ADN reordenado que codificará la cadena pesada de la molécula de Ac. Después se forma ARNm o ARN procesado (parte derecha de la figura 10-4) y finalmente se transcribe el ARNm a molécula proteica que formará las cadenas pesadas de la Ig o Ac (receptor del LB). Es importante señalar, que gracias a este proceso de reordenamiento o recombinación génica es posible la gran diversidad de 6 Ontogenia de las células linfoides especificidades antigénicas (un anticuerpo es a un determinante antigénico único y particular de un gran antígeno, llámese virus, bacteria, hongo o parásito). La variabilidad antigénica de las Igs o Acs se da gracias a la presencia de aproximadamente 109-1011 regiones variables diferentes en los Acs. De forma semejante, los linfocitos T en desarrollo que producen un reordenamiento productivo del gen de la cadena β del Receptor de la Célula T (TCR) sintetizan la cadena polipeptídica β del TCR y ensamblan un prerreceptor para el antígeno conocido como pre-TCR. Si las células, tanto B como T, hacen un reordenamiento improductivo, los prereceptores para el antígeno no se expresan, las células no reciben las señales de supervivencia necesarias y mueren por apoptosis. Por lo tanto, el reordenamiento de los genes del receptor antigénico es el acontecimiento clave en el desarrollo del linfocito que es responsable de la generación de un repertorio diverso. Los productos génicos del receptor para el antígeno también proporcionan señales que aseguran la supervivencia selectiva de los linfocitos con especificidades útiles. Cada clon de LB o LT produce un receptor antigénico con una estructura única. En cualquier sujeto puede haber 107 o más clones diferentes de LB y LT, cada uno con un receptor único. La capacidad de cada sujeto de generar este repertorio de linfocitos enormemente diverso ha evolucionado de una forma que no exige el mismo número elevado de genes diferentes; de otra forma, una gran proporción del genoma estaría dedicada a codificar el gran número de moléculas de Igs y TCR. Los genes funcionales del receptor antigénico se producen en los LB inmaduros en la médula ósea y en los LT inmaduros en el timo por un proceso de reordenamiento génico que está diseñado para generar un gran número de exones que codifiquen la región variable usando una fracción relativamente pequeña del genoma. El reordenamiento del ADN que lleva a la producción de receptores antigénicos no depende de la presencia de antígenos ni se deja influir por ella. En otras palabras, como se ha propuesto en la teoría de selección clonal, se generan receptores antigénicos diversos y se expresan antes del encuentro con los antígenos extraños. 7 Ontogenia de las células linfoides DESARROLLO DEL LINFOCITO B INDEPENDIENTE Y DEPENDIENTE DEL ANTÍGENO EXTRAÑO El desarrollo del LB puede ser dividido en cinco fases (Figura 10-5). La primera es una fase de maduración y tiene lugar en la médula ósea. Durante esta fase, las células B en desarrollo adquieren los receptores B funcionales a través de los reordenamientos de los genes de las inmunoglobulinas. El segundo estadio que también ocurre en médula ósea, consiste en la comprobación de si la inmunoglobulina de membrana de una célula B se unirá a componentes normales del cuerpo (autoantígenos) y, por consiguiente, tendrá el potencial de producir autorreactividad y patología autoinmunitaria. En la tercera fase las células inmaduras no autorreactivas abandonan la médula ósea y se dirigen al bazo para diferenciarse en subgrupos de linfocitos B. En el cuarto estadio los LB foliculares vírgenes abandonan el bazo, entran en la sangre y desde allí se dirigen a los tejidos linfoides secundarios (Figura 10-6). Figura 10-5. Fases en el desarrollo de los linfocitos B Si no encuentran sus antígenos específicos extraños en los tejidos linfoides secundarios, los LB continúan recirculando. En cambio, si establecen contacto con un antígeno extraño empieza la quinta fase de un LB. La célula B prolifera y su descendencia se diferencia en células plasmáticas, que sintetizan grandes cantidades de anticuerpos o en células B de memoria de larga vida, que responderán más rápidamente que los LB vírgenes ante un segundo encuentro con el mismo antígeno extraño. Antes de describir cada fase, se resume la ontogenia de los LB en la figura 10-7. 8 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-6. Los linfocitos B se desarrollan en la médula ósea y luego como células inmaduras migran al bazo. Allí se diferencian en distintos subgrupos de linfocitos B. Los linfocitos B foliculares vírgenes se dirigen a los órganos linfoides secundarios (ganglios) donde se encuentran con los antígenos extraños Figura 10-7. Ontogenia de los linfocitos B. En médula ósea ocurren las fases 1 y 2 (linfocito pro-B, pre-B e inmaduro). El linfocito inmaduro sale de médula ósea y se dirige al bazo donde se diferencia en subpoblaciones o subgrupos Fase 1: Generación de las células B en la médula ósea La primera célula de la médula ósea comprometida en la línea B se llama prolinfocito B. Estos linfocitos no expresan inmunoglobulina de membrana, pero tienen otros marcadores de superficie que los identifican como son CD10 y CD19. Estas células conservan una capacidad limitada de autorrenovación y se dividen para producir más células pro-B. En este estadio ocurre el primer 9 Ontogenia de las células linfoides rearreglo de genes de la cadena pesada µ catalizado por las enzimas Rag (Recombination-activating gene). La enzima TdT (deoxinucleotidil transferasa terminal), que cataliza la adición de nucleótidos se expresa en forma abundante en este estadio. Una vez que se realiza un reordenamiento productivo de Ig µ la célula deja de llamarse prolinfocito B y se ha diferenciado a un estadio de prelinfocito B. Los prelinfocitos B son células de la línea B en desarrollo que expresan la cadena pesada de la inmunoglobulina µ, pero todavía tienen que reordenar los genes de la cadena ligera. Estas cadenas pesadas ya tienen una región variable distinta en cada clon de LB y en lugar de las cadenas ligeras se expresan unas cadenas ligeras sustitutos constituidas en el ratón por pre-B λ5 y pre-B V que son idénticas en todos los clones de LB y homólogas a las cadenas ligeras κ y λ. La inmunoglobulina de membrana del LB está asociada a las proteínas transductoras de señales llamadas Igα e Igβ, formando en su conjunto el prerreceptor para el antígeno de la línea B, conocido como receptor del prelinfocito B (pre-BCR) (Figura 10-8). Las señales del pre-BCR Figura 10-9. Receptor del prelinfocito B. El receptor del prelinfocito B se expresa durante el estadio de maduración pre-B. Este receptor está compuesto por la cadena pesada µ y de un sustituto invariante de la cadena ligera. En el ratón este sustituto de la cadena ligera se compone de dos proteínas, la proteína pre-B V, que es homóloga al dominio de la cadena ligera, y una proteína λ5 que está unida de forma covalente a la cadena pesada µ por un enlace disulfuro dirigen la transición desde pro-B a pre-B y son responsables de la mayor expansión proliferativa de las células de la línea B en la médula ósea. Aunque algunas moléculas del receptor de la célula 10 Ontogenia de las células linfoides pre-B están presentes en la superficie celular, la mayor parte de ellas son retenidas en el retículo endoplasmático. Hasta ahora, no se conoce que reconoce el pre-BCR; el consenso es que este receptor funciona de una forma independiente del ligando y se activa por el proceso de ensamblaje (es decir, el receptor completamente ensamblado es el modo activado). La presencia de moléculas de receptor celular B produce señales intracelulares que detienen el reordenamiento del locus de la cadena pesada de la inmunoglobulina µ y la síntesis de cadenas livianas sustitutas. El pre-BCR regula el reordenamiento adicional de los genes de Ig de tal manera que si se produce una proteína µ a partir del locus de la cadena pesada recombinado en un cromosoma de los dos padres y forma un pre-BCR, este receptor envía señales que inhiben irreversiblemente el reordenamiento del locus de la cadena pesada de Ig en el otro cromosoma. Si el primer reordenamiento no es productivo, el alelo de la cadena pesada del otro cromosoma puede completar el reordenamiento. De este modo, en cualquier clon de LB, un alelo de cadena pesada se reordena de forma productiva y se expresa, y el otro se mantiene configurado en la línea germinal o se reordena de forma no productiva. Como resultado de ello, un LB puede expresar cadenas pesadas µ codificadas por uno solo de los dos alelos heredados. Este fenómeno se llama exclusión alélica (Figura 10-10) y asegura que cada LB exprese un solo receptor, lo que mantiene la especificidad clonal. Si los dos alelos sufren reordenamientos génicos de Ig pesada no productivos, la célula en desarrollo no puede producir cadenas pesadas, no puede generar una señal de supervivencia dependiente del pre-B, y con ello muere por apoptosis. La expresión del pre-BCR es el primer punto de control en la maduración del linfocito B y son necesarias numerosas moléculas transmisoras de señales ligadas al pre-BCR para que las células negocien con éxito el punto de control mediado por el pre-BCR en la transición de prolinfocito B a prelinfocito B (Figura 10-11). 11 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-10. Exclusión alélica Figura 10-11. Punto de control en la ontogenia de los LB Las cadenas pesadas µ están confinadas en el citoplasma y comienza el reordenamiento del locus de las cadenas livianas de las inmunoglobulinas. Antes de entrar en el estadio de linfocito 12 Ontogenia de las células linfoides inmaduro, cada linfocito en desarrollo reordena inicialmente un gen de cadena ligera κ y, si el reordenamiento es productivo, producirá una cadena ligera κ, que se asocia a la cadena µ sintetizada antes para producir una cadena de IgM completa. La inducción del reordenamiento génico de la cadena ligera λ ocurre, sobre todo, cuando los receptores que expresan κ de Ig del linfocito B son autorreactivos. La recombinación del ADN en el locus de la cadena ligera κ se produce de una forma parecida al locus de la cadena pesada de Ig µ. La producción de una proteína κ impide el reordenamiento de λ, y el reordenamiento de λ ocurre solo si el reordenamiento de κ no fue productivo o si se elimina la cadena ligera κ reordenada autorreactiva. Como resultado de ello, un clon de LB puede expresar solo uno de los dos tipos de cadenas ligeras; este fenómeno se llama exclusión del isotipo de cadena ligera. Así como ocurre con el locus de la cadena pesada, la expresión de κ o λ se excluye en el otro alelo y se inicia en uno solo de los cromosomas procedentes de los progenitores en cualquier momento dado. Además, como sucede con las cadenas pesadas, si ninguno de los alelos de las dos cadenas κ y λ es funcional en un linfocito B en desarrollo, ese linfocito no recibe señales de supervivencia que genera normalmente el BCR y muere por apoptosis (Figura 10-12). Una vez sintetizadas las cadenas livianas se unen a las cadenas pesadas µ para formar moléculas de IgM que son transportadas a la superficie celular en la forma de un complejo de receptor de las células B funcional. En este estadio la célula B solo expresa IgM y se define como célula B inmadura. Fase 2: Eliminación de las B autorreactivas en la médula ósea Hasta esta etapa, el desarrollo de las células B tiene lugar en la médula ósea y no requiere la interacción con los antígenos extraños. Las células B que poseen estos receptores tienen el potencial de producir una respuesta autoinmunitaria, por lo tanto las células B inmaduras empiezan a ser seleccionadas en este momento para que sean tolerantes a los constituyentes propios del cuerpo. Los LB inmaduros no proliferan ni se diferencian en respuesta a los antígenos extraños. Las moléculas de IgM ensambladas se expresan en la superficie celular asociadas a Igα e Igβ, donde funcionan como receptores específicos para los antígenos. En las células que no son 13 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-12. Punto de control en el desarrollo ontogénico del LB fuertemente autorreactivas, el BCR proporciona señales independientes del ligando que mantienen al linfocito vivo (selección positiva), y también median la inactivación de la expresión del gen Rag, lo que impide un mayor reordenamiento génico de Ig. Los LB inmaduros que reconocen antígenos propios con elevada avidez pueden verse inducidos a cambiar sus especificidades por un proceso llamado edición del receptor (selección negativa). En este proceso, el reconocimiento del antígeno lleva a la reactivación de los genes Rag, a la recombinación adicional de la cadena ligera y a la producción de una nueva cadena ligera de Ig, lo que permite a la célula expresar un receptor diferente del LB que no reacciona con lo propio. La edición del receptor se dirige generalmente a los genes de la cadena ligera κ autorreactiva. Los exones que codifican los dominios variables de cadenas ligeras autorreactivas se eliminan y son sustituidos por nuevos exones o por genes de cadenas ligeras λ recién reordenadas. Se cree que solo los linfocitos B que expresan moléculas de Ig de membrana funcionales reciben señales de supervivencia derivadas del BCR. Si la edición del receptor falla, los LB autorreactivos mueren, lo que se llama eliminación clonal. Los LB inmaduros que no son fuertemente autorreactivos abandonan la médula ósea y completan su maduración en el bazo antes de migrar a otros órganos linfáticos periféricos. 14 Ontogenia de las células linfoides Fase 3: Diferenciación en subgrupos (bazo) Distintos subgrupos de LB se desarrollan a partir de diferentes progenitores (Figura 10-13). Las CMPH derivadas del hígado fetal son los precursores de los linfocitos B B-1. Las CMPH derivadas de la médula ósea dan lugar a la mayoría de los LB que se llaman linfocitos B B-2. Estas células pasan a través de estadios de transición y pueden comprometerse en el desarrollo hacia los LB foliculares o los LB de la zona marginal. La mayoría de los LB maduros pertenece al subgrupo de LB foliculares y producen IgD, además de IgM. Cada uno de estos linfocitos coexpresa cadenas pesadas µ y δ con un dominio variable. Este dominio variable tiene la misma especificidad antigénica que el dominio variable de la cadena liviana κ o λ. La coexpresión de IgM e IgD se acompaña de la capacidad para recircular y de la adquisición de competencia funcional, y este es el motivo por el que los LB IgM+ IgD+ se llaman también LB maduros. Los LB foliculares también se llaman a menudo LB recirculantes, porque migran desde un órgano linfático al siguiente y residen en nichos especializados conocidos como folículos de LB. En estos nichos, estos LB se mantienen, en parte, por las señales de supervivencia enviadas por una citocina de la familia del factor de necrosis tumoral llamada BAFF (Factor Activador de linfocitos B perteneciente a la familia TNF) o Blys. Los LB B-2 maduros y vírgenes responden a los antígenos extraños y, a no ser que se encuentren con antígenos que reconozcan con alta afinidad y respondan a ellos, mueren en pocos meses. Los LB de la zona marginal se localizan, sobre todo, en la vecindad del seno marginal del bazo, y son similares a los LB B-1 en cuanto a su diversidad limitada y a su capacidad para responder a antígenos polisacáridos y generar anticuerpos naturales. Los LB de la zona marginal existen en los ratones y los seres humanos, y expresan IgM. En los ratones, los LB de la zona marginal están solo en el bazo, mientras que en los seres humanos pueden encontrarse en el bazo, así como en los ganglios linfáticos. Los LB de la zona marginal responden con mucha rapidez a microbios de transmisión hemática y se diferencian en células plasmáticas secretoras de IgM de vida corta. Aunque median las respuestas inmunitarias humorales independientes de los linfocitos T 15 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-13. Subgrupos de linfocitos B. A. La mayoría de los linfocitos B que se generan a partir de las células troncales derivadas del hígado fetal se diferencian en la línea B B-1. B. Los linfocitos B que surgen de los precursores de la médula ósea dan lugar a la línea B B-2. Dos subgrupos principales de linfocitos B derivan de precursores de linfocitos B B-2: los linfocitos B foliculares o linfocitos B recirculantes y los linfocitos B de la zona marginal, los cuales abundan en el bazo de los roedores, pero también pueden encontrarse en los ganglios linfáticos de los seres humanos frente a microorganismos patógenos circulantes, los LB de la zona marginal también parecen capaces de mediar algunas respuestas inmunitarias dependientes de los linfocitos T. Un subgrupo de LB, llamado LB B-1, difiere de la mayoría de los LB y se desarrolla de una forma especial. Estas células se desarrollan a partir de CMHP derivadas del hígado fetal y están mejor definidas en los roedores. La mayoría de los LB B-1 múridos expresan la molécula CD5. En el adulto se encuentra un gran número de LB B-1 en forma de una población que se autorrenueva en el peritoneo y las mucosas. Los LB B-1 se desarrollan antes que los LB tradicionales, expresan un repertorio relativamente limitado de genes V y exhiben una diversidad de unión mucho menor que los LB tradicionales (porque en el hígado fetal no se expresa la TdT). Los LB B-1, así como los linfocitos B de la zona marginal, secretan espontáneamente anticuerpos IgM que reaccionan a menudo con polisacáridos y lípidos microbianos. Estos anticuerpos se llaman anticuerpos naturales porque están presentes en sujetos sin una inmunización clara, aunque es posible que la flora microbiana en el intestino sea la fuente de antígenos que estimulen su producción. Los LB B-1 contribuyen a una producción rápida de anticuerpos contra los microbios en tejidos particulares como el peritoneo. En las mucosas hasta la mitad de las células secretoras de IgA de la lámina 16 Ontogenia de las células linfoides propia pueden derivar de los LB B-1. Los LB B-1 son análogos a los LT γδ en que ambos tienen repertorios del receptor para el antígeno de una diversidad limitada y se supone que ambos responden a antígenos microbianos frecuentes al principio de las respuestas inmunitarias. Fase 4 y 5: Activación de la célula B por el antígeno extraño y diferenciación en células plasmáticas y células de memoria Una vez que se realiza la transición al estadio de LB maduro IgM+IgD+, el reconocimiento del antígeno extraño lleva a la proliferación y diferenciación (Figura 10-14). Como resultado de ello, los LB maduros que reconocen antígenos extraños con elevada afinidad en los tejidos linfáticos periféricos se activan y este proceso lleva a las a las respuestas inmunitarias humorales. Los linfocitos B foliculares producen la mayoría de las respuestas de anticuerpos que dependen de linfocitos T cooperadores frente a antígenos proteicos. DESARROLLO DE LOS LINFOCITOS T La maduración de los LT a partir de progenitores comprometidos implica el reordenamiento secuencial y expresión del TCR, la proliferación celular, la selección inducida por el antígeno y el compromiso en subgrupos con un fenotipo y función distinta. En la figura 10-15 se señala los diferentes estadios durante la ontognia de los LT. Las células T son linfocitos que se originan en las células troncales de la médula ósea pero migran para madurar en el timo. En el timo se desarrollan dos linajes de células T; la mayor parte de ellas son LT αβ y la menor parte está formada por LT γδ. Estos linajes se desarrollan en paralelo a partir de un precursor común. Mientras se encuentran en el timo los timocitos en desarrollo también empiezan a expresar otras proteínas de superficie celular relacionadas con sus funciones efectoras finales. Entre estas proteínas se encuentran las glucoproteínas CD4 y CD8, que son esenciales para la respuesta de las células T a las células que presentan los antígenos. 17 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-14. Activación y diferenciación de los linfocitos B dependiente de antígenos extraños. Los linfocitos B maduros se activan al reconocer antígenos extraños. Una vez activados el linfocito B entra en una etapa de proliferación o multiplicación celular. Una parte del clon se transforma en células plasmáticas secretoras de anticuerpos y otra parte se transforma en células de memoria Estadio de PLC Pro-T Pre-T Doble + LT LT maduro maduración inmaduro virgen (una sola +) Figura 10-15. Ontogenia de los linfocitos T 18 Ontogenia de las células linfoides Los linfocitos T se desarrollan en el timo El timo es un órgano linfoide primario ubicado en la porción anteroposterior del tórax, inmediatamente por encima del corazón. El timo contiene los LT inmaduros, llamados timocitos, que se encuentran incluidos en una red de células epiteliales conocida como estroma tímica. Juntos estos elementos forman una corteza externa densa y una médula interna, menos densa (Figura 10- 16). El timo se considera un órgano linfoide primario porque está involucrado en la producción de linfocitos útiles, no en su aplicación a los problemas infecciosos. Al contrario de los órganos linfoides secundarios, que realizan esta última función, el timo no participa en la recirculación de los linfocitos ni recibe linfa de otros tejidos. La sangre es la única vía por la que las células progenitoras entran en el timo y por la que los LT maduros lo abandonan. Las células progenitoras dan origen a los timocitos y también a células dendríticas que pueblan la médula del timo. Independientemente de estas células progenitoras, el timo también es colonizado por macrófagos derivados de la médula ósea que, aunque se concentran en la médula, también se encuentran esparcidos por toda la corteza. A medida que los timocitos maduran tienden a desplazarse progresivamente de forma radial desde la región subcapsular externa de la corteza hacia la corteza interna y la médula. La migración de los timocitos a través de esta disposición anatómica permite que se produzcan interacciones físicas entre los timocitos y estas otras células, que son necesarias para la maduración y la selección de los LT. El timo involuciona con la edad y es prácticamente indetectable en los seres humanos después de la pubertad, lo que da lugar a una producción algo reducida de linfocitos T maduros. Sin embargo, la maduración de los LT continúa a lo largo de la vida adulta. Puede que el resto de timo involucionado sea adecuado para la maduración de algunos LT. Como los LT memoria tienen una vida larga (quizás mayor de 20 años en los seres humanos) y se acumulan con la edad, la necesidad de generar nuevos LT disminuye a medida que el sujeto envejece. Los LT se originan a partir de precursores que surgen en el hígado fetal y en la médula ósea del adulto. Estos precursores son progenitores multipotentes que entran en el timo desde el torrente sanguíneo atravesando el endotelio de una vénula postcapilar de la unión corticomedular del timo. 19 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-16. Organización celular del timo. El timo está formado por varios lobulillos. En la parte izquierda se muestra el corte transversal de un lobulillo teñido con hematoxilina y eosina, visto con el microscopio óptico. Las células de esta imagen se representan en la parte derecha. En la parte izquierda puede verse la tinción más oscura de la corteza comparada con la médula Los timocitos más inmaduros se encuentran en el seno subcapsular y la región cortical externa del timo. Desde aquí, los timocitos migran a través de la corteza, donde tienen lugar la mayoría de los acontecimientos madurativos posteriores. Es en la corteza donde los timocitos expresan por primera vez el TCR γδ y αβ. Los linfocitos αβ maduran hasta convertirse en linfocitos T CD4 + restringidos por la clase II del CPH o CD8+ restringidos por la clase I del CPH a medida que abandonan la corteza y entran en la médula. Desde la médula, los timocitos de una sola positividad CD4+ o CD8+ salen del timo a través de la circulación y van a poblar los órganos linfoides secundarios. Dos tipos de moléculas producidas por las células tímicas no linfocíticas son importantes para la maduración del LT. Una de ellas son las moléculas de las clases I y II del CPH, que se expresan en las células epiteliales y en las células dendríticas del timo. Las otras moléculas son secretadas por las células estromales tímicas, incluidas las células epiteliales. Estas moléculas son citocinas y quimiocinas, que estimulan respectivamente la proliferación de los LT inmaduros y dirigen el tránsito de cortical a medular de los timocitos en desarrollo de la línea αβ. La citocina mejor definida es la IL-7 (en ratones), la cual actúa como un factor de crecimiento linfopoyético fundamental. 20 Ontogenia de las células linfoides La proliferación celular y las muertes apoptósicas son sumamente elevadas en los timocitos corticales. Un solo precursor da lugar a una gran progenie, y el 95% de estas células mueren por apoptosis antes de alcanzar la médula. La muerte celular se debe a una combinación de factores como el que no se reordene de forma productiva el gen de la cadena β del TCR y no se negocie el punto de control selectivo pre-TCR/β. Estadios en la maduración del linfocito T Durante la maduración del LT, hay un orden preciso en el que se reordenan los genes del TCR y en el que se expresa el TCR y los correspondientes CD4 y CD8 (Figura 10-15). Los timocitos corticales más inmaduros, que acaban de llegar desde la médula ósea, contienen genes del TCR en la línea germinal y no expresan el TCR, el CD3, las cadenas ζ (zeta), el CD4 ni el CD8; estas células se llaman timocitos con doble negatividad, precisamente porque no expresan CD4 ni CD8. Los timocitos en este estadio también se llaman prolinfocitos T. La mayoría (>90%) de los timocitos con doble negatividad que sobreviven a los procesos tímicos de selección darán lugar finalmente a los linfocitos T CD4+ o CD8+ restringidos por las moléculas del CPH y expresarán el TCR αβ, el resto de estos timocitos dará lugar a los linfocitos T γδ. Si se produce una reordenación productiva, es decir se genera un gen de cadena β funcional se sintetiza una cadena β que se une con una cadena α sustituta , llamada preT/α, así como con las proteínas CD3 y las cadenas ζ, para formar el receptor de la célula pre-T y este receptor se expresa en la superficie celular (Figura 10-17). El papel del receptor de la célula pre-T en el desarrollo de la célula T es análogo al del receptor de la célula pre-B en el desarrollo de la célula B: su aparición media la supervivencia de los prelinfocitos T y activa al timocito para que prolifere y detenga el reordenamiento del gen de la cadena β. Esto asegura que un linfocito T determinado exprese sólo un tipo de cadena β del receptor de la célula T. Como en los prelinfocitos B, no se sabe qué ligando reconoce el pre-TCR, si es que reconoce alguno. Generalmente se piensa que tanto las señales del pre-TCR como las señales del pre-BCR, se inician de una forma independiente del ligando, y que dependen de un ensamblaje satisfactorio del complejo TCR. Si el reordenamiento de un locus de cadena β es improductivo el timocito intenta el reordenamiento del locus de la cadena β del otro cromosoma homólogo. 21 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-17. Receptor del prelinfocito T. El receptor del prelinfocito T se expresa durante el estadio de maduración pre-T. Este receptor está compuesto de la cadena β del TCR y la cadena invariable α pre-T. El receptor del prelinfocito T se asocia a las proteínas CD3 y ζ que forman parte del complejo TCR en los linfocitos T maduros El reordenamiento exitoso de un gen de cadena β induce la expresión de los dos correceptores, CD4 y CD8, y por eso las células en este estadio se llaman timocitos “doblemente positivos”. Estas células predominan en la corteza interna del timo, donde interactúan íntimamente con la red ramificada de células epiteliales. Los timocitos que no realizan un reordenamiento productivo del gen de la cadena α del TCR mueren por apoptosis. La expresión del gen α del TCR en el estadio de doble positividad lleva a la formación del TCR αβ completo, que se expresa en la superficie celular asociado a las proteínas CD3 y ζ. En esta parte del capítulo se verá que la población de timocitos αβ doblemente positivos es sometida a dos tipos de selección. En el primer tipo la selección positiva selecciona los LT que pueden reconocer péptidos presentados por una molécula del CPH propio; en el segundo, la selección negativa elimina las células potencialmente autorreactivas que podrían ser activadas por los péptidos propios presentados normalmente por las moléculas del CPH de la superficie de las células sanas. 22 Ontogenia de las células linfoides La selección de los LT en desarrollo depende del reconocimiento del antígeno propio (complejos péptido-molécula del CPH) en el timo y es responsable de la conservación de células útiles y de la eliminación de las potencialmente dañinas. El repertorio inmaduro o sin seleccionar de los LT consta de células cuyos receptores pueden reconocer cualquier antígeno peptídico (propio o extraño) mostrado por cualquier molécula del CPH (también propia o extraña). Además, en teoría, pueden expresarse receptores que no reconocen ningún complejo péptido-molécula del CPH. En todos los sujetos, los únicos linfocitos T útiles son aquellos específicos frente a péptidos extraños presentados por moléculas del CPH propias del sujeto. Cuando los timocitos con doble positividad expresan por primera vez el TCR αβ, estos receptores se encuentran con péptidos propios (los únicos péptidos presentes normalmente en el timo) mostrados por moléculas propias del CPH (las únicas moléculas del CPH disponibles para mostrar péptidos), sobre todo en las células epiteliales tímicas de la corteza. El resultado de este reconocimiento está determinado, sobre todo, por la fuerza o avidez del encuentro entre el TCR y los complejos antígeno propio-molécula del CPH. La selección positiva es el proceso que conserva una pequeña población de linfocitos T (a lo sumo 2% del total) que reconocen el CPH propio (con péptidos propios) con avidez baja. Este reconocimiento conserva las células que pueden ver antígenos mostrados por las moléculas del CPH del sujeto. Al mismo tiempo, las células se comprometen en la línea CD4 o CD8 en función de si el TCR de una célula individual reconoce, respectivamente, moléculas de la clase II o I del CPH (Figura 10-18). Los timocitos con doble positividad se producen sin estímulo antigénico y comienzan a expresar el TCR αβ con especificidades generadas de forma aleatoria, que pueden desviarse hacia el reconocimiento de estructuras similares al CPH. En la corteza tímica, estas células inmaduras se encuentran con células epiteliales que muestran diversos péptidos propios unidos a moléculas de clases I y II del CPH. El reconocimiento débil de estos complejos péptido propio-molécula del CPH propia promueve la supervivencia de los LT. 23 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-18. Selección positiva. La interacción de un linfocito T doblemente positivo con un complejo péptido propio-molécula del CPH propia durante la selección positiva determina si el linfocito T será una célula T CD4 o T CD8. La parte izquierda de la figura muestra la selección de un linfocito T cuyo receptor interactúa con complejos péptido-molécula del CPH de clase I presentes sobre una célula epitelial tímica. La parte derecha de la figura muestra el resultado correspondiente a una célula portadora de un receptor que interactúa con complejos péptido-molécula del CPH de clase II A los timocitos cuyos receptores no reconocen moléculas propias del CPH se les permite morir por una vía de apoptosis por defecto; este fenómeno se llama muerte por descuido o falta de selección positiva (Figura 10-19). De este modo, la selección positiva asegura que los linfocitos T estén restringidos por el CPH propio. Durante la transición a partir de las células con doble positividad a las células con una sola positividad, los timocitos con un TCR restringido por la clase I se convertirán en células CD8 +CD4- , y los timocitos con un TCR restringido por la clase II se convertirán en células CD4 +CD8-. Los linfocitos T inmaduros con doble positividad expresan un TCR que puede reconocer la clase I del CPH propio o la clase II del CPH propio. Los timocitos cuyos receptores reconocen complejos péptido-molécula del CPH en el timo con una avidez alta sufren apoptosis (llamada selección negativa) o se diferencian en LT reguladores 24 Ontogenia de las células linfoides Figura 10-19. Falta de selección positiva. Si el TCR del timocito no participa en ninguna interacción con complejos péptido propio-molécula del CPH sobre las células epiteliales tímicas, morirá por una vía por defecto de muerte celular programada (Figura 10-20). Los timocitos con elevada avidez por los autoantígenos son potencialmente autorreactivos y si lograran entrar en la circulación periférica, podrían causar daño tisular y enfermedades autoinmunitarias. Figura 10-20. Tolerancia central del linfocito T. El reconocimiento de los antígenos propios por los linfocitos T inmaduros en el timo puede llevar a la muerte de las células (selección negativa) o al desarrollo de los linfocitos T reguladores que entran en los tejidos periféricos 25 Ontogenia de las células linfoides Mientras que la selección positiva es mediada exclusivamente por las células epiteliales de la corteza del timo, la selección negativa en el timo puede ser mediada por varios tipos de células, de las cuales las más importantes son las células dendríticas y los macrófagos, ambos derivados de la médula ósea (Figura 10-21). La captación de las moléculas del CPH de una de estas células tímicas presentadoras de antígeno especializadas por parte de los receptores de un linfocito T autorreactivo determina que el LT sufra apoptosis. Luego las células muertas son fagocitadas por los macrófagos. La tolerancia inducida por los LT inmaduros y el reconocimiento de antígenos propios en los órganos linfáticos generadores (o centrales) también se llama tolerancia central para contrastarla con la tolerancia periférica inducida en los linfocitos T maduros por los antígenos propios de los tejidos periféricos. Figura 10-21. Los procesos de selección positiva y negativa son mediados por diferentes tipos de células en el timo. A medida que los timocitos maduran en el timo se desplazan desde la región subcapsular a las porciones más profundas del timo. En la corteza se encuentran las células doblemente positivas, que son sometidas a selección positiva a través de las células epiteliales corticales. Las células seleccionadas positivamente encuentran células dendríticas y macrófagos en la unión corticomedular, sitio en el que tiene lugar la mayor parte de la selección negativa. Los linfocitos T monopositivos maduros que sobreviven dejan el timo y entran en la circulación sanguínea por las vénulas de la médula tímica La eliminación de los LT autorreactivos inmaduros puede ocurrir en el estadio de doble positividad en la corteza y en los linfocitos T de una sola positividad recién generados en la médula. 26 Ontogenia de las células linfoides El reconocimiento de antígenos propios en el timo puede generar una población de LT reguladores que actúa evitando las reacciones autoinmunitarias. No está claro que factores determinan la elección entre los dos destinos alternativos de los LT inmaduros que reconocen antígenos propios con avidez elevada, en concreto, la eliminación de los LT inmaduros y el desarrollo de los LT reguladores. Es posible que una avidez ligeramente menor en las interacciones que la requerida para la eliminación pueda conducir al desarrollo de LT reguladores espontáneos, pero todavía se carece de pruebas claras de la existencia de este tipo de discriminación fina. Los linfocitos con doble positividad que superan con éxito los procesos de selección continúan madurando hasta convertirse en LT CD4+ o CD8+, que se llaman timocitos de una sola positividad o monopositivos. De este modo, los estadios de maduración del LT en el timo pueden distinguirse fácilmente por la expresión del CD4 o del CD8. Esta maduración fenotípica se acompaña de una maduración funcional. Los linfocitos CD4+ adquieren la capacidad de producir citocinas en respuesta al estímulo posterior ejercido por el antígeno extraño y de expresar moléculas efectoras (como el ligando de CD40) que “ayudan” a los linfocitos B, células dendríticas y macrófagos, mientras que los linfocitos CD8+ se hacen capaces de producir moléculas que matan a otras células infectadas o tumorales. Los timocitos maduros de una sola positividad entran en la médula tímica y después abandonan el timo para poblar los tejidos linfáticos periféricos o secundarios. Sólo una pequeña fracción de células T αβ sobreviven al obstáculo de la selección positiva y negativa y dejan el timo. Así como los LB maduraos, estos LT vírgenes maduros recirculan a través de los tejidos y de la sangre pasan a los tejidos linfoides secundarios, a la linfa y de nuevo a la sangre. Los LT maduros viven mucho más que las células B maduras y, en ausencia de su antígeno específico, continúan recirculando a través del cuerpo durante muchos años. Las zonas ricas en células T de los tejidos linfoides secundarios proporcionan sitios especializados en los que los LT vírgenes son activados por sus antígenos extraños específicos. El encuentro con el antígeno extraño desencadena las fases finales de desarrollo y diferenciación de la célula T; los LT maduros se dividen y diferencian en células T efectoras, algunas de las cuales permanecen en los tejidos linfoides mientras que otras migran a los sitios de infección. 27 Ontogenia de las células linfoides A diferencia de las células B, que tienen un solo estado diferenciado terminal, la célula plasmática secretora de anticuerpos, existen varios tipos diferentes de células T efectoras. Después de la activación por el antígeno extraño los linfocitos T CD4 vírgenes pueden diferenciarse bajo la influencia de citocinas en células T efectoras TH1, TH2 o TH17. Dependiendo de la naturaleza del patógeno y del tipo de respuesta inmunitaria necesaria para eliminarlo, así será el tipo de LT CD4 efector que predomine. Por otro lado, los LT CD8 vírgenes al activarse por un antígeno extraño se transforman en LT citotóxicos con gránulos citoplasmáticos ricos en granzimas necesarias para eliminar células infectadas o células tumorales. La diferencia fundamental entre un LT CD8 virgen y un LT citotóxico es la ausencia de gránulos citoplasmáticos en los linfocitos T CD8 vírgenes. GLOSARIO Exclusión alélica: Expresión exclusiva de uno de los alelos heredados que codifican las cadenas pesadas y ligeras de Ig y las cadenas β del RCT. La exclusión alélica se produce cuando el producto proteínico de un locus del receptor para el antígeno que ha sufrido una recombinación productiva en un cromosoma bloquea el reordenamiento del locus correspondiente en el otro cromosoma. Exón: Fragmento del gen que codifica aminoácidos de la proteína. Factor de Transcripción: Proteína que coordina y regula la expresión de un gen o de un grupo de genes. Proteína necesaria para iniciar el proceso de transcripción. 28 Ontogenia de las células linfoides Gen: Secuencia ordenada de nucleótidos en la molécula de ADN que contiene la información necesaria para la síntesis de una macromolécula con función celular específica, habitualmente proteínas pero también ARNm, ARNr y ARNt Genes de la línea germinal: genes ubicados en los cromosomas que por lo general dan origen a una proteína. Intrón: Fragmento del gen que se encuentra separando los distintos exones y no codifica aminoácidos. Recombinación somática: Recombinación del ADN que ocurre entre genes que codifican las inmunoglobulinas o el receptor de las células T en las células B y los linfocitos T en desarrollo, respectivamente, generando un exón completo que codifica la región variable de la inmunoglobulina o de la cadena polipeptídica del receptor del linfocito T. Reordenamiento improductivo: Reordenamiento del ADN de los genes de las inmunoglobulinas de membrana o de los receptores de las células T que producen un gen que no puede formar una cadena polipeptídica funcional. Reordenamiento productivo: Reordenamiento del ADN dentro de los genes de las inmunoglobulinas de membrana o de los receptores de la célula T que dan origen a un gen que puede dirigir la síntesis de una cadena polipeptídica funcional. Selección negativa: Proceso que tiene lugar en el timo y médula ósea, a través del cual se eliminan a los linfocitos en desarrollo que expresan receptores que interaccionan con gran avidez frente a autoantígenos, lo que contribuye al mantenimiento de la tolerancia frente a lo propio. Selección positiva: Proceso por medio del cual se rescata de la muerte celular programada en el timo a los linfocitos T en desarrollo (timocitos), cuyos RCT se unen a moléculas propias del CPH, mientras que los timocitos cuyos receptores no reconocen moléculas propias del CPH mueren por apoptosis. La selección positiva asegura que los linfocitos T maduros estén restringidos por el CPH propio y que los linfocitos T CD8+ sean específicos frente a complejos de péptidos con moléculas de clase I del CPH y los linfocitos T CD4+ frente a complejos de péptidos con moléculas de clase II del CPH. Transcripción del ADN: Proceso mediante el cual los genes que se encuentran en el ADN de los cromosomas son selectivamente localizados, reconocidos y transcritos, produciendo ARN mensajero (ARNm), ribosomal (ARNr) y de transferencia (ARNt). LECTURAS RECOMENDADAS Abbas A., Litchman A., Pillai S. (2012). Inmunología Celular y Molecular. 7ª Edición. Elsevier, España. 29 Ontogenia de las células linfoides Ceredig R., Rolink A.G. (2012). The key role of IL-7 in lymphopoiesis. Seminars in immunology, 24(3):159-64. Corfe S.A., Paige C.J. (2012). The many roles of IL-7 in B cell development; mediator of survival, proliferation and differentiation. Seminars in immunology, 24(3):198-208. Fainboim L., Geffner J. (2005). Introducción a la Inmunología Humana. 5ª Edición. Editorial Médica Panamericana. Argentina. Hernández J.B., Newton R.H., Walsh C.M. (2010). Life and death in the thymus – cell death signaling during T cell development. Current opinion in cell biology, 22(6): 865-71. Inmunodeficiencia Combinada Grave. Organización Internacional que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con Inmunodeficiencias Primarias. CSL Behring. [Documento en línea]. Disponible: http://primaryimmune.org/wp- content/uploads/2011/04/INMUNODEFICIENCIA-COMBINADA-GRAVE.pdf. [Consulta: Mayo 25, 2017]. Lundström W., Fewkes N.M., Mackall C.L. (2012). IL-7 in human health and disease. Seminars in Immunology, 24: 218– 224. Mayani H., Flores-Figueroa E., Pelayo R., Montesinos J., Flores-Guzmán P., Chávez-González A. (2007). Hematopoyesis. Cancerología, 2: 95-107. Montecino-Rodríguez E., Dorshkind K. (2012). B-1 B Cell Development in the Fetus and Adult. Inmunity. 36(1): 13-21. Parham P. (2006). Inmunología. 2ª Edición. Editorial Médica Panamericana. Argentina. Shi Y., Zhu M. (2013). Medullary thymic epithelial cells, the indispensable player in central tolerance. Science China. Life sciences, 56(5):392-8. 30

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