Rut y Booz: Un encuentro en el campo

Ruth fue a la ciudad y le contó a Noemí lo que Booz le había dado.

Noemí le dice a Ruth que Booz es un pariente cercano y por lo tanto un 'redentor', alguien que puede ayudar a la familia.

Noemí aconseja a Ruth que trabaje con las criadas de Booz para terminar la cosecha.

Ruth trabajó con las criadas de Booz hasta que se terminó la cosecha de cebada y trigo.

Ruth vivió con su suegra, Noemí hasta la siguiente temporada.

Ruth, una mujer moabita, pide permiso a Noemí para recoger espigas en el campo, demostrando su diligencia y humildad.

Booz, un pariente de Elimelech (el esposo fallecido de Noemí), es dueño del campo donde Ruth espiga. Su amabilidad y consideración hacia Ruth se destacarán en este momento.

Booz, al enterarse de la situación de Ruth, la trata con gentileza, permitiéndole seguir espigando en su campo y ofreciendo protección a sus mozos.

Booz, conmovido por la determinación y el trabajo duro de Ruth, le explica que ha oído hablar de su fidelidad a Noemí. Le asegura que Dios la recompensará por su bondad.

Ruth, conmovida por las palabras de Booz, le agradece su amabilidad, mostrándole respeto y humildad.

Booz invita a Ruth a comer con él y sus trabajadores, mostrando un gesto de hospitalidad y cuidado por su bienestar.

Booz, con un gesto de generosidad, instruye a sus trabajadores para que ayuden a Ruth a recoger más espigas, asegurándose de que no sea tratada con desprecio.

Ruth, después de un día de trabajo duro, recolecta una gran cantidad de cebada. Este es un símbolo de la prosperidad y la abundancia, reflejando la bendición de Dios.