Realismo y modernismo: la novela a principios del siglo XX

• El período estudiado abarca fundamentalmente tres etapas o generaciones principales: Modernismo y Generación del 98, Novecentismo y Vanguardias, y la novela de la Generación del 27.

La novela a principios del siglo XX: pervivencias de la narrativa realista

• Además de los jóvenes modernistas, durante los primeros 20 años del siglo se mantiene vigente la narrativa realista.
• Se mantiene vigente por autores consagrados (muy criticados y menospreciados por los modernistas) y sus continuadores más jóvenes.

Supervivientes del realismo decimonónico

• Benito Pérez Galdós (1843-1920) publica en estos años, obligado a veces por su situación económica, varios episodios nacionales, algunas novelas (Casandra, El caballero encantado) y estrena varias obras de teatro.
• Benito Pérez Galdós era anciano, ciego, pobre y ridiculizado por los modernistas, que lo apodaron "Garbancero".
• Emilia Pardo Bazán (1853-1921) publica gran parte de su amplísima obra (narrativa, crítica, libros de viajes, etc.), quedando buena parte inédita durante décadas.
• En la narrativa de Emilia Pardo Bazán destacan novelas como La quimera, La sirena negra y numerosas novelas cortas.
• Armando Palacio Valdés (1853-1938) fue uno de los novelistas españoles más traducido y leído en el extranjero.
• Armando Palacio Valdés destaca por su costumbrismo nostálgico y contrario al progreso y por el retrato de sus personajes, especialmente los femeninos.
• De este periodo de Armando Palacio Valdés destacan las novelas La aldea perdida, Los papeles del doctor Angélico o La novela de un novelista.

Continuadores del realismo

• Estos jóvenes, pertenecientes a la misma generación que los modernistas, se orientaron por caminos distintos, próximos a los de la generación anterior, introduciendo novedades temáticas y técnicas.
• Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) es considerado el novelista español más cercano al naturalismo, especialmente en sus novelas de ambientación valenciana (La barraca, Cañas y barro, Entre naranjos).
• Vicente Blasco Ibáñez obtuvo gran éxito mundial con otras novelas como Sangre y arena y Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
• Felipe Trigo (1864-1916) destaca por su ideología progresista y la inclusión de la denuncia social en algunas de sus novelas como El médico rural y la más famosa Jarrapellejos.
• Felipe Trigo se incluye habitualmente en la tendencia de la "novela erótica".
• Otros autores de tendencia realista con cierto éxito en la época y hoy prácticamente olvidados: Eduardo Zamacois, Alberto Insúa, Ciro Bayo, Eugenio Noel.

Modernismo y Generación del 98

• Los autores españoles más característicos del modernismo canónico, centrados en la lírica y el teatro, apenas dedican atención a la narrativa, con pocas excepciones.
• Las excepciones en la narrativa incluyen algunos cuentos de Juan Ramón Jiménez y algunas novelas cortas de Francisco Villaespesa.
• Lo más destacado de la narrativa de esta generación se considera adscrita al grupo conocido como Grupo o Generación del 98, incluyendo a Valle-Inclán.
• El 98 encuentra en la novela y el ensayo el medio idóneo para expresar sus inquietudes, complementando y alternando ambos géneros en la obra de Unamuno y llegando a confundirse en Azorín.
• Aunque no renuncian al teatro (Valle-Inclán, Unamuno) ni a la poesía (Machado, Unamuno).

Características generales

• Estructura abierta y pérdida de importancia de la trama: el argumento se diluye en estampas o episodios, con más contemplación que acción y pocos hechos relevantes.
• Subjetivismo y antirrealismo: la novela prioriza la vivencia interna de los personajes sobre el reflejo fiel de la realidad, con el narrador desvelando u ocultando pensamientos y emociones, y el uso del diálogo.
• Temática:
  • El problema de España: crítica de la situación social y cultural, visión crítica de la historia y búsqueda de la esencia española.
  • La angustia existencial: conflictos religiosos, miedo a la muerte, deseo de eternidad, búsqueda del sentido de la vida y de la propia identidad.
• Los protagonistas son desorientados, atormentados y atrapados entre la abulia y la necesidad de acción y los secundarios son vagamente retratados.
• Ruptura de los moldes del género novelístico: la novela se convierte en un género "proteico", multiforme, donde los límites entre géneros se difuminan y predominan la expresión lírica subjetiva o la reflexión filosófica.
• Se califica como novelas-ensayo a obras de Azorín (La voluntad, Confesiones de un pequeño filósofo), que mezclan contemplación lírica y reflexión filosófica.
• Unamuno crea la "nivola" para reflejar el absurdo de la vida actual.

Principales autores

• Miguel de Unamuno (1864-1936) proyecta su conflictivo pensamiento existencial en sus novelas, escritas con una «lengua seca, precisa, rápida» y un estilo ágil.
• Las novelas de Miguel de Unamuno se caracterizan por la escasa acción, la escasez de referencias concretas de espacio y tiempo y la realidad interior de los personajes.
• Miguel de Unamuno utiliza diálogos cargados de ideas y monólogos interiores, desdibujando los límites entre realidad y ficción.
• Su producción novelística comienza con Paz en la guerra (1897, intrahistoria sobre la última guerra carlista).
• Amor y pedagogía (1902) es una novela de ideas donde satiriza los excesos de una educación racionalista.
• Niebla (1914) es un paso a la nivola, donde autor y personaje disputan por su ser y su existencia.
• Abel Sánchez (1917) trata sobre el cainismo, La tía Tula (1921) sobre la maternidad frustrada.
• San Manuel Bueno, mártir (1931) expone el conflicto entre verdad trágica y felicidad ilusoria, optando por esta última.
• Pío Baroja (1872-1956) es quizás el mejor novelista de su generación, aunque su obra es prolífica e irregular.
• Pío Baroja vierte en sus novelas su pesimismo y su visión negativa del hombre y de la sociedad, destacando los rasgos característicos de su novelística.
• Estructura abierta: Concibe la novela como una sucesión de escenas o cuadros sueltos, hilvanados por un protagonista (de gran movilidad), donde se acumulan ambientes, situaciones y personales muy variados.
• Los espacios son muy diversos: su País Vasco natal y Madrid, pero también pueblos castellanos, levantinos, París, la selva africana.
• Narra el tiempo contemporáneo o bien épocas cercanas, preocupándose más de la intrahistoria.
• Pío Baroja le importa la repercusión de la realidad en la conciencia e introduce vivencias autobiográficas.
• El estilo barojiano es personal, muy vivo, natural y dinámico, narrando con «precisión, claridad y rapidez».
• Sus protagonistas suelen ser hombres de acción y hombres contemplativos, intelectuales pesimistas y abúlicos que rechazan la vida burguesa.
• Pío Baroja distinguió dos etapas en su extensa obra: hasta 1914, periodo de sus mejores novelas, y a partir de 1914, cuando pierde energía creativa.
• Pío Baroja organiza su obra en grupos de tres novelas (trilogías) que siguen un tema común y parte de una observación de la realidad.
• Trilogías de Pío Baroja: La lucha por la vida, La tierra vasca, La raza, El mar.
• José Martínez Ruiz "Azorín" (1873-1967) mezcla ensayo y novela en sus obras, favoreciendo el discurso contemplativo y reflexivo sobre la acción.
• Azorín se centra en la melancolía por el paso del tiempo y la búsqueda de algo permanente en la fugacidad de ese tiempo.
• El estilo de Azorín es preciso, impresionista y atento al detalle, destacan las novelas La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Confesiones de un pequeño filósofo (1904).
• En su narrativa posterior, Azorín reflexiona sobre mitos literarios o experimenta las vanguardias, para terminar con novelas tradicionales como María Fontán (1943).
• Ramón Mª del Valle-Inclán (1866-1936) cultivó una narrativa poco convencional, evolucionando desde la prosa rítmica y de ambientación modernista hasta la creación del esperpento.
• Su obra cumbre son las Sonatas (1902-1905).
• Su narrativa posterior siguió caminos paralelos a su producción teatral, publicando Tirano Banderas y el proyecto inacabado El ruedo Ibérico.
• Característica de su obra es la mezcla inseparable de lo real y lo imaginario, lo histórico y lo legendario, lo grotesco y cruel con lo sublime.

Novecentismo y Vanguardias

• El novecentismo o Generación del 14 es la primera generación de autores nacidos durante la Restauración, que alcanzan la madurez al empezar el siglo y comienzan a destacar hacia 1910-1915.
• Los autores del novecentismo eran intelectuales de la burguesía acomodada con formación universitaria.
• Los autores del novecentismo conservan su espíritu crítico regeneracionista sobre los problemas de la sociedad española.
• La figura de Ortega y Gasset influye en las ideas generacionales sobre lo social y el arte.
• Los autores más representativos de esta generación tratan de llevar las ideas de Ortega a la práctica en todos los géneros literarios.

Características generales

• Europeísmo, modernidad y confianza en el progreso: rechazan lo tradicional y sienten entusiasmo por lo novedoso, reflejando personajes refinados, cosmopolitas y urbanos.
• El tema de España desaparece de la novela, aunque los lugares y personajes sean españoles.
• Ideal de arte elitista, antipopular: un arte intelectual para minorías selectas, que busca el placer estético inteligente.
• Rechazo de cualquier concepción utilitaria de arte: aspiran al ideal de "arte puro", exclusivamente creado para el goce estético.
• Aspiración a un arte deshumanizado, antirromántico: el argumento humano y la realidad social son secundarios frente a la creación imaginativa e intelectual.
• Influencia de las vanguardias: los autores asimilaron elementos de todas ellas, combinando influencias impresionistas, cubistas, expresionistas, futuristas, surrealistas.

Tendencias

• Tres corrientes novelísticas coinciden en los años 20 y 30: autores noventayochistas en activo, autores que siguen modelos realistas y autores que buscan la renovación de la novela.
• Entre los continuadores del realismo tradicional destacan Ricardo León y Concha Espina.
• Los autores que buscan una renovación del género, pretenden superar el realismo y comparten las ideas de Ortega.
• Entre los autores que buscan una renovación del género destacan Gabriel Miró, Pérez de Ayala, Benjamín Jarnés, Fernández Flórez o Gómez de la Serna.

Principales autores

• Ramón Gómez de la Serna (1888-1962) destaca por su influencia y su mayor aportación literaria es la greguería: imágenes sorprendentes que muestran un aspecto inesperado de la realidad.
• En sus novelas, la visión humorística de situaciones, retazos vitales aislados, y la nueva realidad se disgrega.
• Obras de Gómez de la Serna: El doctor inverosímil (1921), El secreto del acueducto, El chalet de las rosas, y El torero Caracho (1926).
• Gabriel Miró (1879-1930) representa la novela lírica, de sensibilidad y sensaciones.
• Gabriel Miró utiliza una prosa casi poética, con belleza formal y lirismo depurado, describiendo las sensaciones.
• Entre sus novelas destacan Las cerezas del cementerio (1910), Nuestro padre san Daniel (1921) y El obispo leproso (1926).
• Ramón Pérez de Ayala (1880-1962) fue poeta modernista y el gran representante de la novela intelectual, que experimenta con su estructura y expresa ideas con ironía.
• Ramón Pérez de Ayala emplea la técnica del contrapunto y un estilo rico, distinguiendo tres etapas en su obra.
• Las novelas autobiográficas de su infancia y juventud de Ramón Pérez de Ayala son una tetralogía protagonizada por Alberto Díaz de Guzmán: Tinieblas en las cumbres (1907), A. M. D. G. (1910), La pata de la raposa (1912) y Troteras y danzaderas (1913).
• "Novelas poemáticas de la vida española»: formado por Prometeo, Luz de domingo y La caída de los Limones (1916).
• Novelas de temas universales: Belarmino y Apolonio (1921) y El curandero de su honra (1926).
• Benjamín Jarnés (1888-1949) es el gran exponente de la novela deshumanizada, intentando vías de experimentación similares a las de grandes renovadores europeos.
• Sus novelas tienen poca acción y mucha reflexión intelectual y lírica, como El profesor inútil (1926), Locura y muerte de Nadie (1929) y Lo rojo y lo azul (1932).
• Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964) representa la novela humorística, combinando sentimentalismo e ironía en sus comienzos.
• Wenceslao Fernández Flórez utiliza una sátira más intelectual y corrosiva en obras como El secreto de Barba Azul (1923), Los que no fuimos a la guerra (1930) o El hombre que compró un automóvil (1932).
• El bosque animado (1943) es su obra más conocida, donde la nostalgia y la fantasía se imponen sobre el humorismo.
• Concha Espina (1879-1955) fue muy popular en su momento y candidata al Nobel, aunque poco original y de desigual calidad.
• La niña de Luzmela (1909) fue la primera novela de éxito de Concha Espina, seguida de La esfinge maragata (1914), El metal de los muertos (1920) y Altar mayor (1926).
• Desde el principio de la Guerra Civil, Concha Espina defendió la causa franquista en novelas como Retaguardia (1937).

La novela de la Generación del 27

• El prestigio de los poetas de la Generación del 27 ha eclipsado a sus contemporáneos, y la Guerra Civil cortó sus carreras.
• La obra de esta generación del 27 sólo pertenece parcialmente a la época estudiada.
• Los novelistas de la Generación del 27 siguen una evolución paralela a la de sus contemporáneos poetas, pasando "de la literatura de vanguardia a la de avanzada".

Principales tendencias

• Las primeras novelas de muchos de estos autores siguen la línea de novela deshumanizada, como Cazador en el alba de Francisco Ayala o Estación, ida y vuelta de Rosa Chacel (ambas de 1930).
• Algunos autores unen la crítica social a la experimentación vanguardista, como José Díaz Fernández (La Venus mecánica, 1929) o Andrés Carranque de Ríos (Cinematógrafo).
• A medida que avanza la década de los 30, la literatura tiende a “rehumanizarse”, volviendo a un realismo desnudo y denunciando temas sociales.
• Aparte de Ramón J. Sender, destacan La turbina (1930) de César M. Arconada, Campesinos (1931) de Joaquín Arderius o El último pirata del Mediterráneo (1934) de Manuel D. Benavides.
• Ramón J. Sender (1901-1982) narra la tragedia de la guerra de Marruecos en su primera novela, Imán (1930), avanzando hacia la "literatura proletaria".
• Su apego al anarquismo se refleja en la trilogía Los términos del presagio: Orden Público (1931), Viaje a la aldea del crimen (1933) y La noche de las cien cabezas (1934).
• Francisco Ayala (1905-2009) comenzó a publicar artículos a los 17 años y publicó su primera novela, Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925), a los 19.
• Después de Medusa artificial, Francisco Ayala buscó una narración más experimental, en la línea de la deshumanización de Ortega.
• Rosa Chacel (1898-1994) publicó la novela Estación, ida y vuelta (1930), una de las mejores de las que siguieron la línea experimental deshumanizada.
• Max Aub (1903-1972) publicó la novela Luis Álvarez Petreña (1934), iniciando un juego de espejos entre autor, personaje, ficción y realidad.